viernes, 18 de septiembre de 2020

DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - REVISTA BLANCO Y NEGRO - La asociación Santa Eulalia pide no acudir al templo y seguir el Trecenario por Internet. / Las rutas Capone - Hijos de Casablanca . / Un país mágico - Mérida, la gran ciudad romana de vacaciones ,. / Diario de un nómada - Caminando sobre las olas ,. / Un trío en la cocina - Pimientos, nueces de Brasil . / Documentos TV - El legado del califato,.

 

 TITULO:  DESAYUNO CENA FIN DOMINGO -  REVISTA BLANCO Y NEGRO -La asociación Santa Eulalia pide no acudir al templo y seguir el Trecenario por Internet.


 DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - REVISTA BLANCO Y NEGRO - La asociación Santa Eulalia pide no acudir al templo y seguir el Trecenario por Internet .  , fotos,. 

 La asociación Santa Eulalia pide no acudir al templo y seguir el Trecenario por Internet. 

 


Luis Miguel González Pérez, presidente de la Asociación Virgen y Mártir Santa Eulalia. / J. M. R.
 
Luis Miguel González Pérez, presidente de la Asociación Virgen y Mártir Santa Eulalia.

El objetivo es evitar aglomeraciones porque se ha reducido de cuatro misas a una y para un aforo de 120 fieles,.

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Mañana empieza el Trecenario en la basílica y la Asociación Virgen y Mártir Santa Eulalia hace una recomendación clara: no acudir al templo. 

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La crisis sanitaria obliga a un evento reducido al máximo. El aforo al 50% (120 fieles) y de cuatro celebraciones diarias se pasa a una, la de las ocho y media de la tarde. Demasiado poco para una liturgia que habitualmente reúne a mil doscientos devotos diarios.

Para evitar aglomeraciones, la asociación retransmitirá la celebración en directo por su web, por sus redes sociales y por la televisión comarcal.

«Suponemos que las procesiones del 9 y el 10 de diciembre no se podrán celebrar»

Luis Miguel González, presidente de la asociación, cuenta que ya durante el confinamiento organizaron un trecenario virtual y tuvo mucho seguimiento.

En ningún momento se han planteado suspender el que reúne todos los años entre el 14 y el 26 de septiembre a los devotos a la mMártir. «Es un acto muy arraigado en Mérida y contemplábamos varias opciones, pero no suspenderlo».

Tenían la posibilidad de hacerlos a puerta cerrada y con retransmisión como el del confinamiento o en abierto. Han optado por mantener un mínimo aforo.

A juicio de la asociación, al coincidir con la hora de la eucaristía de la parroquia, la puerta cerrada suponía perjudicar a los feligreses de la basílica.

Por eso han optado por hacerlo a puerta abierta, pero insistiendo una y otra vez que la mejor opción pasa por no desplazarse y seguirlo por Internet o por televisión. «No queremos bajo ningún concepto que haya aglomeración de gente en la basílica».

El presidente reconoce que también de esta forma cumplen con el compromiso de acercar la fe a la Mártir a fieles de fuera de Mérida. «A Santa Eulalia le tienen mucha devoción incluso fuera de España».

Un grupo de voluntarios de la asociación vigilará que en el interior del templo se cumple las medidas de orden, que hay distancia entre los asistentes, que se usa el gel hidroalcohólico y que se sientan en los espacios marcados. «Las medidas de seguridad se respetarán, pero lo que queremos es que la gente no vaya físicamente». La crisis sanitaria ha obligado también a suspender el Día de la Mártir que según el presidente tienen mucho éxito, aunque mantienen el habitual besamanos del 27 de septiembre, el epílogo del Trecenario.

Evidentemente no habrá contacto físico con la imagen, pero según explica trazarán un circuito interno de entrada y salida para evitar cruces entre personas y que permita también el contacto visual de los devotos con la imagen.

Con el Trecenario ya encima, la asociación trabaja en los actos del 9 y el 10 de diciembre.

A juicio del presidente, a estas alturas resulta prematuro detallar cómo se celebrarán porque las medidas sanitarias y las restricciones pueden cambiar para entonces. «Suponemos que las procesiones del 9 y el 10 de diciembre no se podrán celebrar y en función de las normas del momento y de lo que marquen las autoridades sanitarias y el arzobispado veremos qué se puede hacer». Según avance el calendario irán concretando el programa de este año para unafecha que también congrega a mucha gente.

TITULO:   Las rutas Capone - Hijos de Casablanca,.

 

 Hijos de Casablanca,.

 Hijos de Casablanca – Albacete Capital

foto /  Casablanca, aldea del Municipio de Liétor, ha celebrado el 8º encuentro ínter generacional ¨ hijos de Casablanca¨¨. El cual ha culminado con la fundación y constitución de la Asociación HIJOS DE CASABLANCA. La finalidad es mejorar la calidad de vida de los vecinos y desarrollar alternativas que eviten el abandono  y desaparición de la Aldea.

 

 

TITULO: Un país mágico -Mérida, la gran ciudad romana de vacaciones ,. 

El sabado -26- Septiembre  a las 18:30 por La 2, foto,.

Mérida, la gran ciudad romana de vacaciones,.

 


Mérida, la gran ciudad romana de vacaciones

Aquel primer «resort»de la Península recibió el nombre de Emerita Augusta,.


Cuando faltaban 25 años para que naciera Cristo, el emperador Octavio Augusto tuvo una idea brillante y generosa: decidió que sus legionarios veteranos se merecían una divertida ciudad de vacaciones como premio tras las duras guerras cántabras y mandó construir una especie de Marina D’Or del siglo I A. C. justo donde la Vía de la Plata cruzaba el río Guadiana.

Aquel primer «resort» de la Península recibió el nombre de Emerita Augusta y en su construcción no se escatimaron medios: se levantaron dos embalses, Proserpina y Cornalvo, que aún se conservan, para abastecer de agua la ciudad y se construyeron dos acueductos, que también se conservan, para traer ese agua, se edificó un teatro para 6.000 espectadores, un anfiteatro donde cabían 14.000, un circo-hipódromo con graderío para 30.000 aficionados a las carreras... Y templos, y casas, y arcos, y baños, y puentes, y foros...

Gran parte de aquel fabuloso Club Mediterranée se conserva todavía y es lo que nos disponemos a visitar en esta etapa emeritense de nuestro recorrido por las 12 joyas de la provincia de Badajoz. Pero visitar Mérida es complicado por apabullante así que, o nos organizamos y salimos del aturdimiento, o acabaremos devorados por la ansiedad de verlo todo.

Estacionamos nuestro coche en la orilla derecha del río, en un aparcamiento subterráneo. Salimos a la superficie y allí está el Guadiana: la brisa reconfortando y un parque fluvial inmenso para caminar hacia el puente romano con su fascinación de 792 metros de piedra y 60 arcos.

En la cabecera del puente, la alcazaba árabe, justo donde el puente romano entraba en aquella colonia de vacaciones de 80 hectáreas amuralladas y bien urbanizadas con sus calles pavimentadas, sus alcantarillas, sus diez carreteras hacia Lisboa, Astorga, Itálica o Conimbriga... La Emerita Augusta romana será capital del reino suevo y del visigodo y sede metropolitana de la iglesia española.

Con los árabes, Mérida empezó a perder peso. Son ellos quienes levantan esta alcazaba para prevenir las algaradas cristianas. En 1120, Mérida perdió su capitalidad eclesiástica, que fue a parar a la Compostela del arzobispo Gelmírez.

Mérida volverá a emerger con la llegada del ferrocarril. Después, el Plan Badajoz de regadíos, la industria, la capitalidad autonómica y, en fin, aquella ciudad romana de 60.000 emeritenses, que en el siglo XVIII llegó a contar con tan sólo 2.000 habitantes, vuelve a tener la misma población de hace dos mil años.

Hemos resumido la historia en unos párrafos. Visitemos ahora la ciudad en unas horas. En la misma alcazaba nos venderán un bono que cuesta 15 euros y nos permitirá visitar teatro, anfiteatro, alcazaba, casa del Mitreo, área funeraria de los Columbarios, cripta arqueológica de Santa Eulalia, área arqueológica de Morerías y circo romano.

Como la entrada se puede utilizar a lo largo de varios días, el viajero puede organizarse para ver Mérida de una tacada agotadora o alargar la visita en el tiempo. Hay que tener en cuenta, además, que es imprescindible visitar el Museo de Arte Romano (3 euros), la colección de arte visigodo (gratuita) junto a la plaza de España, el templo de Diana, el arco de Trajano...

Acueductos, hay dos: uno de ellos, el de San Lázaro, cercano al circo, nos muestra unos restos mínimos: tres pilares y dos arcos; el otro, de los Milagros, que canalizaba el agua que venía del embalse de Proserpina, se conserva en buen estado, a un paso del puente romano de cuatro arcos sobre el río Albarregas, al norte de la ciudad, y es una de las imágenes más características de Mérida.


El caso es que estamos ante una soberbia colección de monumentos y hay que escoger so pena de agotarnos queriendo verlo todo. Bendita duda y peliaguda decisión esta de seleccionar la belleza. Un consejo: teatro, anfiteatro y casa del Mitreo son imprescindibles. Como con el bono nos facilitarán un plano guía, podremos hacernos fácilmente una composición de lugar y prepararnos un itinerario, teniendo en cuenta que, en Mérida, casi todo queda a un paso.

Callejeando desde la Alcazaba, llegamos fácilmente al Templo de Diana, amplia plaza romana porticada donde se situaba el foro municipal y uno de los lugares más bellos de la ciudad. Desde aquí, se llega en un momento al Museo Nacional de Arte Romano, que hasta diciembre muestra las exposiciones temporales «Mulieres. Mujeres en Emerita Augusta» y «Arrecifes del tiempo. Fotografía, arqueología y literatura en Mérida».

Frente al museo, el teatro y el anfiteatro, joyas indiscutibles y universales del arte. Fuera del perímetro amurallado de la ciudad, el circo, construido algo más tarde que teatro y anfiteatro, pero también del siglo I, culmina la trilogía de las grandes construcciones públicas y lúdicas de esta ciudad de vacaciones pensada para el solaz y el descanso del guerrero legionario retirado.

Mérida, en fin, es un ejercicio de pedagogía histórica que nos enseña al detalle cómo era una vivienda romana (Casa del Mitreo, Casa del Teatro, Casa del Anfiteatro), cómo era un templo romano (Templo de Diana), cómo era un embalse romano (Cornalvo, Proserpina) o unas termas romanas (Alange, a 18 kilómetros de Mérida).

La visita se completa con los gratuitos Museo Abierto de Mérida y El Costurero, otro museo de la ciudad, el palacio nobiliario de los Veras, convertido en hotel, y la magnífica iglesia parroquial de Santa María (XV-XVI), ambos en la plaza de España, el convento de Jesús, actual Parador de Turismo, o la iglesia parroquial de Santa Eulalia, conocida ya en tiempos paleocristianos y visigodos, pero que nos ha llegado como muestra del arte gótico, destacando su hornito o capilla gotica de Santa Eulalia y su cripta y centro de interpretación, tan didácticos como emocionantes.

Además de la visita monumental, gastronómicamente, Mérida es ciudad de platos fríos basados en las verduras de su vega (gazpacho, ajoblanco, ensaladas), de guisos de patatas al rebujón, pistos y revueltos vegetales, de pescados de río y carnes de caza, de embutidos, quesos y vinos. Y alrededor de la comida, la fiesta, los festivales y los acontecimientos: Festival Internacional de Teatro Clásico, Semana Santa, Feria de Septiembre, Carnaval Romano, Fiesta de la Mártir Santa Eulalia, Emerita Ludica o el Festival de Cine Inédito.

Todo un mundo de arte y sensaciones el que dejamos atrás cuando enfilamos la autovía camino de la frontera, buscando la siguiente joya pacense de nuestro viaje: Olivenza.

TITULO: Diario de un nómada  - Caminando sobre las olas ,.

El domingo-27- Septiembre a las 19:00 por La 2 , foto,.

 

Logroño, en 48 horas

La capital de la buena vida marida una experiencia gastronómica fortalecida por el vino de Rioja con el encanto de una ciudad pequeña llena de verdes paseos por la ribera del Ebro


No hacen falta encuestas para saber en qué capital española se vive mejor. Y Logroño ha sido elegida en varias ocasiones entre las cinco ciudades donde sus habitantes viven más felices. En realidad, para darse cuenta de ello sólo hay que pasarse por la calle del Laurel a la hora del aperitivo o de la cena. Se come bien en Logroño, se bebe mejor (vino de Rioja, naturalmente) y se camina de maravilla, sin darnos cuenta, porque la ciudad es pequeña y está llena de verdes paseos por la ribera del Ebro y calles peatonales por las que los peregrinos pasan muy despacio, casi a cámara lenta, tratando de capturar el aroma de los asadores y las tabernas.

Primera mañana: HACIENDO EL CAMINO

10.00 De Moneo a Miguel Ángel

Logroño tiene un Ayuntamiento que merece mucho la pena verlo. Fue proyectado por uno de los grandes de la arquitectura española, Rafael Moneo, y revestido con rubia piedra arenisca de Salamanca. Aunque tampoco estaba mal el antiguo Ayuntamiento, el palacete Los Chapiteles, del siglo XVI, que fue Casa Consistorial durante 115 años, hasta 1980. Está a 300 metros del nuevo, al comienzo de la calle Portales, la principal arteria del casco antiguo peatonal. Ahora es la sede del Instituto de Estudios Riojanos y acoge una sorprendente biblioteca, de acceso libre, y una tienda donde se venden libros, revistas y otras publicaciones que tratan sobre Logroño y La Rioja.

Avanzando por la calle Portales, llegamos en un minuto a la concatedral de Santa María la Redonda que, como salta a la vista, no es redonda. La que era redonda era la iglesia románica sobre la que se construyó en el siglo XVI. Tampoco las gemelas, como llaman a sus torres, lo son, porque una es un par de metros más alta que la otra. En el deambulatorio podemos ver, echando una moneda, un cuadro de la Crucifixión que se ha atribuido a Miguel Ángel y que ha inspirado una novela de misterio: La conexión Buonarotti, de Mariano F. Urresti.

11.00 Reliquias del viejo comercio

Atravesamos en diagonal la plaza del Mercado para salir, por la calle Carnicerías, a la de Sagasta, en cuyo número 8 se encuentra una reliquia del viejo Logroño, Botas Rioja, uno de los últimos talleres de España que aún fabrica estos pellejos para beber. Félix Barbero, botero de cuarta generación, hace botas de piel de cabra, de pelo, de serraje (ternera), lisas o con escudos, con pez o con tripa de látex, que son las que él recomienda porque no dan sabor al vino ni se estropean por falta de uso. Esto, a los más tradicionales, les sorprende mucho.

Otra reliquia es el Café Moderno, superviviente del Teatro Moderno (ahora un multicine), que nos aguarda al final de la calle Carnicerías, en Francisco Martínez Zaporta. Por este negocio familiar, fundado en 1916, han pasado muchas de las estrellas del arte escénico del país. También sirvió como localización en el clásico de José Antonio Bardem Calle Mayor. Además, tiene su propio himno: todos los viernes y sábados, a partir de medianoche, en el café suena la canción Fibra de pájaro, de Daniel Bravo, entonada, con más o menos acierto, por los parroquianos.

12.00 La huerta en la ciudad

Continuamos nuestro paseo cruzando la calle Portales y subiendo por Capitán Gallarza hasta llegar al Mercado de San Blas, un bonito edificio de 1930 en cuya planta baja se exhiben (y se venden, claro) los mejores productos de la huerta riojana: lechugas, escarolas, cebollas, tomates, pimientos, alcachofas, borrajas y espárragos de un calibre desconocido fuera de esta región. En el exterior también se ven tiendas llamativas, como La Casa del Pimentón, en la que se venden azafrán, miel, especias, hierbas y, obviamente, pimentón.

13.00 Restos de la muralla

Nuestra próxima parada es en la calle San Agustín, perpendicular a la del mercado. Aquí, en el palacio de Espartero del siglo XVIII, se encuentra instalado el Museo de la Rioja, recién reformado y ampliado para mostrar mejor unas colecciones que abarcan desde la prehistoria hasta el arte contemporáneo. Más arriba, al llegar a la calle Once de Junio, doblamos a la derecha para conocer los últimos restos de la muralla de Logroño: el Cubo del Revellín, una torre artillera del siglo XVI acondicionada para la visita, y la Puerta del Camino, con los escudos de Carlos V y de la ciudad sobre su arco. El Camino era (y es) el de Santiago, que por aquí pasa. Muy cerca queda la Oficina de Turismo y un par de buenos hoteles, el Sercotel Portales y el NH Herencia Rioja, de tres y cuatro estrellas.

Primera tarde: TODO CONDUCE AL LAUREL

14.00 Cocina creativa y bombones de aceite

También tenemos cerca, para comer, la cocina creativa y la bodega de 340 vinos de La Galería. Y si caminamos diez minutos por las calles Once de Junio y Bretón de los Herreros, siguiendo el contorno de la desaparecida muralla, llegaremos a Tondeluna, un gastrobar diseñado por el estudio de arquitectura Picado / de Blas. Al lado, en el café y pastelería Viena, nos ofrecen un postre singular: bombones Caricia Olium, rellenos de aceite de oliva virgen extra. Chocolate y aceite, una combinación inesperada y deliciosa.

17.00 Un paseo por el Espolón

Estamos en el Espolón, el parque que es el corazón verde de la ciudad desde inicios del siglo XIX. Aquí vemos la estatua de Espartero, que estaba casado con una logroñesa, y su famoso caballo. Y vemos el neoclásico escenario de La Concha del Espolón, uno de los lugares más habituales para celebrar conciertos y donde, en las fiestas de San Mateo (o de la Vendimia, que se celebran la semana natural que engloba el 21 de septiembre), se realiza la ofrenda del primer mosto del año a la Virgen.

Una vez descansados, abandonamos el parque para proseguir nuestro paseo por la calle Muro del Carmen, bordeando el Instituto Sagasta. Construido en los últimos años del siglo XIX, fue una de las muchas cosas que hizo por su tierra el liberal riojano Práxedes Mateo Sagasta, siete veces presidente del Consejo de Ministros entre 1870 y 1902. La reina María Cristina, que le apreciaba mucho, dicen que siempre le preguntaba al entrar en palacio: ¿Qué es lo que necesita Logroño?.

Segunda mañana: POR LA SENDA DEL VINO

10.00 Bodegas vanguardistas o clásicas

Mañana de bodegas. Comenzamos visitando las más modernas y alejadas: Bodegas Darien. Vale la pena sólo por ver el edificio, una arquitectura resplandeciente de Jesús Marino Pascual, cuyos volúmenes blancos evocan las piedras angulosas, aún no erosionadas por los meteoros, que emergen en los ribazos de los viñedos.

También muy modernas, las Bodegas Campoviejo se hallan en lo alto de una colina con grandes vistas, al noroeste de la ciudad, mimetizadas y soterradas bajo el viñedo.

Que estén bajo tierra es bueno parar el paisaje y también para la producción, porque la uva y el vino se mueven por gravedad y allá abajo hay una temperatura y una humedad óptimas. Las Bodegas Franco-Españolas son las más tradicionales. Y céntricas. Hasta aquí llegamos cruzando el Ebro a pie por el decimonónico puente de Hierro.

13.00 Calados de vino en Ruavieja

Para variar, volvemos paseando por el milenario (y mil vecs reconstruido) puente de Piedra y subimos por la calle Ruavieja, sin duda el rincón más evocador del viejo Logroño, con sus monumentales calados, que es como llaman en La Rioja a las bodegas caseras. Y decimos caseras porque están debajo de las casas, no porque sean pequeñas. El calado de San Gregorio, en el número 29, es como una estación de metro, con una longitud de 30 metros y bóveda de cañón, todo de piedra de sillería.

Data del siglo XVI. También son impactantes el calado del antiguo palacio de los Yanguas, hoy Centro de la Cultura del Rioja, en la esquina con Mercaderes, y las ruinas del Espacio Lagares. De junio a septiembre hay visitas narradas por actores. Tal concentración y grandiosidad de infraestructuras vitivinícolas habla de la importancia que daban al vino los antiguos riojanos. Tanta, que una ordenanza municipal de 1583 prohibía el paso de carruajes herrados por la Ruavieja, no porque aquellos terremotos rodantes molestasen a los vecinos, sino porque perturbaban el descanso de los vinos que reposaban en los calados.

Los que pasaban y siguen pasando en grandes grupos son los peregrinos, porque esta calle forma parte del Camino de Santiago. Cruzan el Ebro por el puente de Piedra, suben por Ruavieja y, después de hacer un alto en la fuente del Peregrino y en la iglesia de Santiago, continúan por la calle Barriocepo en busca de la puerta del Camino, que antes los devolvía al campo y ahora a la ciudad moderna.

Durante las fiestas de San Bernabé (del 9 al 12 de junio y algún día más de propina), cuando se instalan en Barriocepo los puestos del mercado renacentista y andan los caminantes con sus cayados, Logroño es puro siglo XVI, seguramente más de lo que lo era en el siglo XVI. No hace falta decir que estas calles son las más antiguas, el origen de la ciudad.

SEGUNDA PARTE: Compras en la ciudad

14.00 Caparrones y chuletillas a la brasa

En la paralela a Barriocepo se halla El Rincón del Vino, buen lugar para reponer fuerzas después de una mañana tan ajetreada. Siguiendo la tradición del establecimiento familiar en Ezcaray, este restaurante ofrece los típicos Caparrones (alubias rojas del valle del Oja) y carnes y pescados a la brasa, junto a fórmulas menos clásicas, maridadas con los vinos de Rioja. Más modernos, pero sin exagerar, son los platos de La Cocina de Ramón, un restaurante pequeño, sencillo, luminoso, con los mejores productos del mercado de San Blas. Y algo más asequible que los anteriores es el asador Enascuas, donde el comensal ve desde su mesa cómo se doran sobre las brasas las chuletillas, las hamburguesas caseras o los tacos de bacalao.

16.00 El Parlamento y la Iglesia Imperial

Para bajar la comida, damos un paseo por la calle Marqués de San Nicolás y vemos un par de lugares que nos quedan por visitar. Arriba, en el número 111, está el Parlamento de La Rioja, que anteriormente fue convento (aún conserva la portada barroca del siglo XVII) y fábrica de tabaco. Y abajo, en el número 30, la iglesia Imperial de Santa María de Palacio. Lo más antiguo de este templo se construyó entre los siglos XII y XIII. De esa época es su característica aguja octogonal, que es uno de los elementos más destacados del skyline logroñés.

18.00 De compras en Cien Tiendas

Ya va siendo hora de pensar en la despedida y en las inevitables compras. Abandonamos por unas horas el casco antiguo. Dejamos atrás el Espolón y entramos en la ciudad nueva, donde se halla la zona de las Cien Tiendas: calles Calvo Sotelo, Juan XXIII, Capitán Cortés, Doctores Castroviejo y Ciriaco Garrido. Aquí podemos encontrar de todo: moda, complementos, decoración, electrónica, ocio... Por algo Logroño es considerada una de las principales capitales comerciales de España. Una vez satisfechos por el resultado, volvemos a la zona de la calle del Laurel, en sólo diez minutos.

21.00 Cocina cien por cien casera

Podemos cenar de pinchos, otra vez, o probar un buen restaurante de la zona, como Iruña o Matute, ambos de cocina tradicional y cien por cien casera. Y luego, pasarnos por alguna de las zonas de copas cercanas a Bretón de los Herreros o a la plaza del Mercado, para comprobar si en Logroño se vive tan bien de noche como de día.


 

TITULO: Un trío en la cocina -      Pimientos, nueces de Brasil  ,.

fotos ,  Un trío en la cocina -   Pimientos, nueces de Brasil  ,.

 Repaso por algunas de las investigaciones favoritas del programa: Jimmy en Israel recorriendo campos de pimientos, Kate en Perú aprendiendo sobre las nueces de Brasil, y Matt averiguando que hacen los ganaderos con los cabritillos machos.

Otros documentales - Comida al descubierto: Pimientos, nueces de Brasil y  cabras - RTVE.es

Largo y tendido hemos hablado ya aquí de la maravillosa internacionalidad de la paella y del triunfo global del arroz a la valenciana, concepto culinario que desde hace unos 250 años lleva dando guerra, grano a grano, en todo el mundo. Ya sé que no todo es paella y menos paella valenciana, no se me sulfuren, pero deberíamos estar orgullosos de que la fama de este plato haya llegado a todos los rincones del globo y de que esto ocurriera hace por lo menos dos siglos y en tierras tan lejanas como América o Asia.

 Un trío en la cocina con Nicola, Julius y Gonzalo | Gastronomía & Cía

Eso sí, no se empeñen ustedes en intentar encontrar muchas similitudes entre las recetas que hoy les voy a enseñar y la paella actual. Como buen icono gastronómico trasplantado a países lejanos, el arroz a la valenciana siguió al otro lado del Atlántico un rumbo parecido al de la olla podrida o el cocido, adaptándose a los ingredientes americanos y conservando de la receta original digamos que la esencia, lo más importante, que en este caso era la consecución de un arroz sabroso, seco y suelto. De las miles de versiones que del arroz a la valenciana se hicieron en tierras latinoamericanas (otro día les hablaré de la paelya filipina), una de las más simpáticas es la del 'Nuevo y sencillo arte de cocina', un recetario publicado en México en 1836 por la señora Antonia Carrillo.

Esta dama, que fue de origen madrileño tal y como reveló la tercera edición de su libro en 1865, escribió 15 años después de la independencia mexicana una obra destinada a convertirse en referente de una nueva cocina nacional, diferenciada de los estándares europeos y españoles. Moles, tortillas y tamales llenan de mexicanidad el recetario de Carrillo, pero aun así la autora no pudo despegarse completamente de la influencia de su tierra natal: por sus páginas campan escabeches, ollas y embutidos similares a los españoles pero hechos con productos mexicanos y al gusto de allí.

Lo mismo ocurre con su «arroz valenciano», al que en la segunda edición de 1842 cambió de nombre por «arroz a la valenciana». Se asustarán algunos de mis lectores quizás al comprobar que doña Antonia añadía a su arroz cebolla, ajo, clavos, pimienta, comino, jamón y «choricitos», pero quizás quede aplacada su ira al leer que en 1836 se usaban allá en México unos chiles entrañablemente denominados como «valencianos», que eran grandes y dulces, similares a nuestros morrones. Habría que investigar si sus semillas, adaptadas al clima mediterráneo y carentes de picor, viajaron de Valencia a México igual que el arroz. Eso lo dejaremos para otro día. De mientras aquí tienen las dos variantes del arroz a lo valenciano-mexicano de Antonia Carrillo.


Arroz valenciano

Nuevo y sencillo arte de cocina (Antonia Carrillo, México 1836)

«Después de bien lavado el arroz, se freirá en suficiente manteca con una poca de sal, y ya que esté dorado bajo, se le echará cebolla, y ajos picados menudos, y jitomates molidos, y así que esto haya frito se le echará azafrán, clavos, pimienta, cominos (todo molido), caldo el necesario a que cueza el arroz, y que quede seca, jamón y choricitos (cocidos en trocitos chicos), chiles verdes grandes quitado el cabo y por allí desvenados, y si estuvieren picantes se desflemarán en agua, y con todo esto se cocerá hasta quedar seca sin fuego arriba, y se cuidará de mover la cazuela para que no se queme y que sea de modo que no se desbarate el arroz, sino que quede entero, y así que esté se le pondrán encima revanadas de butifarra envueltas en huevo y fritas. Los chiles valencianos son los más propios para esta sopa; pero si no los hubiere, también sirven los chiles verdes gordos o los tornachiles».


TITULO: Documentos TV - El legado del califato,.


  Martes 22 de Septiembre a las 00:00 horas en La 2, foto,.
 
 Documentos TV - El legado del califato - RTVE.es

 

Documentos TV - El legado del califato

Reportaje que analiza las repercusiones de la caída del califato del autodenominado Estado Islámico. Un equipo del programa ha entrado en cárceles y campos donde están detenidos, en una especie de limbo legal, los combatientes del Daesh y sus familias. Ha hablado también con víctimas de los terroristas del Daesh en Siria e Irak.
Los kurdos de Siria piden la repatriación de los yihadistas extranjeros o ayuda para juzgarles allí. Yolanda Martínez y Luna Fernández son dos españolas conversas al islam que se trasladaron con sus maridos a Siria para unirse al Estado Islámico. Ahora están detenidas con sus hijos, bajo control de las milicias kurdas en el noreste de Siria. El programa ha hablado con ellas en el campo de Roj.



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