martes, 23 de septiembre de 2025

Juego de Niños - El ajedrecista Lennis Martínez gana el 34º Open Internacional 'Ciudad de Zafra' ,. - Sábado - 27 - Septiembre ,. / POLICIA O JUSTICIA - Plantón en Eurovisión: España, quinto país que confirma su retirada si Israel participa en 2026 ,. / LA PANTERA ROSA - Y LUKE LUKE - Robert Redford - silencioso y hechicero ,. / EL CLUB COMEDIA - Amante, político, espía, aventurero y director de éxito ,.

 

 TITULO:  Juego de Niños - El ajedrecista Lennis Martínez gana el 34º Open Internacional 'Ciudad de Zafra' ,. Sábado - 27 - Septiembre ,.

Juegos de niños,.

  Sabado  - 27 - Septiembre , a las 22:00 por La 1, fotos,
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 El ajedrecista Lennis Martínez gana el 34º Open Internacional 'Ciudad de Zafra',.

El español Emilio Moreno Tejera ha sido el campeón del mini torneo Armageddon,.

 El ganador del Open Intrernacional durante la entrega de trofeos

El ganador del Open Intrernacional durante la entrega de trofeos,.

El XXXIV Torneo de Ajedrez 'Ciudad de Zafra' Open Internacional se celebró este pasado domingo 21 de septiembre en el restaurante Mandala, con la participación de 82 ajedrecistas. También se desarrolló el mini torneo Armageddon, que contó con 16 de los mejores jugadores.

 Lennis Martínez campeón del Open de Feria 2024 - Club de Ajedrez San José

El Maestro Internacional de ajedrez cubano, Lennis Martínez Ramírez, se proclamó campeón del Open Internacional. El segundo clasificado fue el Maestro Internacional español Emilio Moreno Tejera y el tercero el portugués Luis Galego. Asimismo, el campeón local fue Pedro Guerrero Arroyo y el subcampeón Raúl Gutiérrez Toro. El mejor clasificado veterano fue el portugués Paulo Felizes y la primera clasificada femenina volvió a ser Pilar Díaz García.

Respecto a las clasificaciones ELO FIDE (1600, 1800, 2000 y 2200), los campeones fueron Fernando Vigueras Moreno, David Gutiérrez Toro, Abel Arjona Casado y Benjamín Abel García Romero respectivamente. En cuanto a las categorías sub-14 y sub-18, los ganadores fueron Carlos Rivero Gil y Marcos Gutiérrez García.

Por otro parte, los 16 mejores ajedrecistas disputaron el mini torneo Armagedón, resultando como ganador Emilio Moreno Tejera y subcampeón el Maestro FIDE Aitor Alonso Álvarez.

Los premios fueron entregados por el alcalde de Zafra, Juan Carlos Fernández, el concejal de Deportes, Javier Domingo Jaramillo, el presidente de la Agrupación de Ajedrez Ruy López, Daniel Gragera, y la artista y escritora leonesa, Nistal Mayorga.

Estos últimos torneos cerraron el amplio programa de actividades ajedrecísticas, que el presidente de la agrupación valoró muy positivamente: «Nos merecemos conseguir que Zafra obtenga el título de Capital Extremeña del Ajedrez», destacó. Por último, avanzó que del 28 al 30 de noviembre se celebrará el IV Festival Internacional de Ajedrez Ruy López de Zafra, con dos torneos (sub 2200 y sub 1800) con más de 1.200 euros en premios.

TITULO: POLICIA O JUSTICIA - Plantón en Eurovisión: España, quinto país que confirma su retirada si Israel participa en 2026,.

Plantón en Eurovisión: España, quinto país que confirma su retirada si Israel participa en 2026,.

 

foto -  La representante de Israel en Eurovisión 2025, Yuval Raphael.

El Consejo de RTVE ha aprobado la propuesta de no formar parte del festival si este ignora la masacre israelí en Gaza. Sería el primer miembro del ‘Big Five’, principales financiadores de la UER, en abandonar la competición,.

 El Consejo de Administración de RTVE ha aprobado este martes por la mañana que España se retire de Eurovisión si Israel participa en el festival. Esta medida ha sido una propuesta del presidente de la corporación, José Pablo López, quien ya se adelantó,.

 

TITULO: LA PANTERA ROSA - Y LUKE LUKE -  Robert Redford - silencioso y hechicero  ,. 

LA PANTERA ROSA - Y LUKE LUKE -     Robert Redford -  silencioso y hechicero  , fotos,.

Robert Redford - silencioso y hechicero ,.

 

 El actor Robert Redford sentado bajo el puente de Waterloo, en South Bank, Londres, el 12 de septiembre de 1973.

 Mi música divertida: La pantera rosa

Se ha muerto Robert Redford. Se marcha un auténtico gigante cinematográfico del siglo XX. Se marcha con él una forma de vivir, una ilusión, una fascinación. Heredero de la figura del héroe vulnerable que fundó Gary Cooper, Redford acrecentó una masculinidad,.

 

A veces en la vida nos sentimos acorralados, sentimos que no hay salida, que tenemos que saltar a un río desde diez metros de altura y la paradoja es que no pensamos en que nos vamos a descalabrar en la caída, sino que nos entra miedo porque no sabemos nadar. Eso es "hacerse un Robert Redford". En esos momentos, en que nos sentimos acorralados, se nos aparece Robert, es decir Sundance Kid, con sus ojazos azules y su cara de congoja por no saber nadar, y oye, nos consuela.

Robert nos ha estado consolando toda la vida porque nos recordaba que lo verdaderamente importante no suele ser lo evidente, sino otra cosa. Lo importante para él no era ser actor, sino contar historias, transmitir mensajes trascendentes. En eso peleó siempre y eso marcó la vida de un actor que usó su cara guapa para cambiar el cine. Y lo consiguió.

La vida de Charles Robert Redford se explica con esa idea de que lo importante era otra cosa. Cuando era un joven de 19 años no soñaba con triunfar en el cine, soñaba con aplacar su dolor. Su madre había muerto de cáncer y Robert era pura rabia, era un bala perdida, era la piedra rodante de Bob Dylan.

Errante por Europa

Aquel Bobby desorientado se fue a Europa sobreviviendo como artista itinerante, pasó por Italia, por Francia, por Madrid, Barcelona y Palma de Mallorca, donde aprendió a pescar (años después rodaría como director la pequeña pero deliciosa El río de la vida, una peli sobre pescadores de Montana con dudas existenciales).

Cuando regresó a Estados Unidos, más calmado, se apuntó a una escuela de arte y fue casi por casualidad, y por su indudable atractivo, que empezó a trabajar en Broadway y en series de televisión como Perry Mason. De hecho, tal día como hoy de un septiembre de hace 65 años aparecía en la pantalla trajeado y repeinado en "The case of the treacheros toupee" un episodio de la popularísima serie del famoso abogado.

Nada que impresionara demasiado al propio Redford que nunca se identificó con el sex-symbol que veían en él. Quizá por eso, tras algunos papelitos más en tele y cine y otro éxito en Broadway con una comedia titulada Descalzos por el parque volvió a dar la espantada a España, esta vez con su mujer, Lola Von Wagenen.

Química con sus parejas

Vivió en Fuengirola siete meses y luego se fueron a Mijas, a una granja sin luz donde pintaba cuadros. Siempre dijo que fue feliz en España, y yo pienso que pudo haberse quedado allí para siempre, convertido en un bohemio pintor yanqui-malagueño, pero le llamaron para hacer la película con Jane Fonda, era 1967 y nacía un mito.

En los setenta llegó el éxito rotundo pero lo importante seguía siendo otra cosa. Lo importante era, por ejemplo, conectar con sus parejas de reparto. Con Jane Fonda, con Bárbara Streisand…nunca fue más bello Robert Redford como reflejado en la mirada de Streisand en Tal como éramos, caminando junto a Mia Farrow en El Gran Gatsby o lavándole el pelo a Meryl Streep en Memorias de África.

Y esa conexión con sus parejas fue brutal con Paul Newman, el Butch Cassidy de Dos hombres y un destino, la sintonía con la que se miraban y se escuchaban es irrepetible, más que sintonía era una sinfonía que les movía, les balanceaba en la pantalla como si una música interior lo moviera todo.

En los setenta, ya digo, Redford comenzó a ganar mucho dinero, pero lo importante parecía ser otra cosa porque rechazó películas comerciales para rodar otras que tuvieran mensajes que él consideraba necesarios. Así llegó en 1972 una de las grandes películas de alegato ecologista de la historia: Las aventuras de Jeremiah Johnson, una maravilla a la que os tenéis que lanzar ya.

Contra la corrupción

Llegaron luego El candidato en 1972, Los tres días del cóndor en 1975 y Todos los hombres del presidente en 1976, una trilogía fastuosa contra la corrupción y el abuso del poder, tres cintas en las que la presencia de Redford llevó a un público masivo a las pantallas, tres películas en las que hizo pensar al espectador, tres películas que zarandearon al viejo Hollywood y vislumbraron otro Hollywood posible, lástima que se quedara en espejismo.

Ese empeño de Redford se prolongó hasta los 80, con la imprescindible Brubaker, un drama carcelario basado en una historia real que es una de las cintas más demoledoras sobre la necesidad de no olvidar lo que ocurre en las prisiones.

Y en los 80 llegó el salto a la dirección. Dirigir es el sueño de muchos actores, controlar la película, dar las órdenes en lugar de recibirlas. Y no digo que algo de eso hubiera en Redford, pero según él mismo contó, lo importante para él, era otra cosa. Lo importante era narrar el dolor de una familia media norteamericana cuando pierde un hijo y cómo esa pérdida puede destruir a esa familia.

Oscar como director

Redford sabía de lo que hablaba, perdió un hijo y su hija mayor vivió un episodio de depresión profunda tras el asesinato de su novio. Redford narró el dolor cotidiano de forma tan magistral que logró por fin el Oscar, como director por Gente corriente, qué gran paradoja.

Y en aquellos 80, en que podía crecer como director, Redford decidió que lo importante también era otra cosa, que lo importante era impulsar a otros directores. Y así fundó el Instituto Sundance primero y se hizo cargo de un festival de cine que se convirtió en gran lanzadera de nombres como Soderbergh, Tarantino o Aronofsky.

El festival se convirtió en una marca, creció muchísimo, quizá demasiado, hasta el punto de que en 2012 casi renegó de él y de las marcas comerciales que lo apoyaban. Digamos aquí por compensar y ya que estamos a vueltas con tanto elogio, que cuentan que Redford era gruñón, arisco a veces, esquivo y terco, muy terco.

Un solitario

Hay un momento en Los tres días del Cóndor en que Cliff Robertson recrimina al anodino Redford haber revelado secretos del poder (algo así como el caso Assange pero en plena guerra fría).

Robertson le dice: “Pero qué ha hecho usted…va a convertirse en un hombre muy solo, esto no tenía por qué acabar así”…y Redford, marchándose con esos andares de tipo que más andar flota, se gira y le dice: “Por supuesto que sí”…Redford, tan popular, siempre tuvo algo de solitario, siempre quiso vivir en su casa de las montañas, un poco alejado de todo, los focos le buscaron toda su vida, pero él sabía, y nos hizo creer, que lo importante era otra cosa.

TITULO : EL CLUB COMEDIA - Amante, político, espía, aventurero y director de éxito ,.

Amante, político, espía, aventurero y director de éxito ,.

 
  
foto - Con Robert Earl Jones, en El golpe.
 
El cineasta encadenó una filmografía trufada de títulos inolvidables tanto delante como detrás de la cámara,.

Leyenda del cine y presencia ineludible del Hollywood dorado, Robert Redford deja un legado cinematográfico inmenso, con actuaciones memorables delante y detrás de la cámara. Estas son sus películas más icónicas.

La jauría humana (1966).

Redford dio su primer aldabonazo en Hollywood de la mano de Arthur Penn en este descarnado y pesimista relato sobre el lado más oscuro de EE UU. El protagonista era Marlon Brando, memorable como un sheriff que se erigía en el único hombre decente en un pueblo lanzado en tromba a una despiadada cacería humana, la del preso fugado encarnado por un rubio de ojos azules y hechuras de estrella que ya ahí hipnotizaba e incluso conmovía.

Dos hombres y un destino (1969). 

Una película memorable por muchos motivos. El más superficial, pero no por eso menor: dos de las bellezas masculinas más envidiadas de siempre, compartiendo casi cada plano. Pero, sobre todo, Redford y Paul Newman ofrecían un duelo actoral en la piel de los forajidos Sundance Kid y Butch Cassidy. El wéstern de George Roy Hill, una historia de aventuras y de amistad hasta sus últimas consecuencias, ganó cuatro Oscar.

El golpe (1973). 

Reuniéndose otra vez con Newman, Redford da vida a un joven estafador que planea vengarse de un mafioso. El filme es célebre por sus giros, la ambientación en la Gran Depresión y la elegancia de la puesta en escena, lo que la convirtió en uno enorme éxito de taquilla y en un clásico del cine de timadores.

Las aventuras de Jeremiah Johnson (1972). 

En este wéstern intimista, Redford encarna a un hombre que abandona la civilización para vivir como trampero en las montañas Rocosas. La historia mezcla la dureza del entorno natural con un tono casi poético, y se considera una obra fundamental en la construcción de la imagen de independencia personal.

Tal como éramos (1973). 

Junto a Barbra Streisand, protagoniza este drama sobre dos personas con ideologías y estilos de vida opuestos que intentan sostener una relación. El contraste entre su personaje, relajado y pragmático, y el idealismo de Streisand da profundidad a una historia de amor marcada por las tensiones políticas y sociales en EE UU.

Todos los hombres del presidente (1976). 

Aquí interpreta al periodista Bob Woodward, quien junto a Carl Bernstein (Dustin Hoffman) destapa el caso Watergate. La película es un referente del cine político y muestra con realismo la labor que condujo a la renuncia de Richard Nixon. Redford impulsó personalmente el proyecto, consolidando su perfil como actor comprometido.

El candidato (1972). 

En este drama político, Redford es un abogado reclutado como candidato para el Senado con pocas expectativas de éxito. Mediante su ascenso, se explora la manipulación mediática y las contradicciones de la política electoral. Su interpretación transmite tanto el idealismo inicial como el desencanto que llega con el poder.

El gran Gatsby (1974). 

Robert Redford da vida al icónico personaje creado por F. Scott Fitzgerald. La película, dirigida por Jack Clayton, destaca por su tono decadente y la elegante factura visual que envuelve a Jay Gatsby, el misterioso millonario famoso por sus extravagantes fiestas en Long Island durante la era del jazz.

Los tres días del cóndor (1975). 

Un duro thriller de Sydney Pollack donde Redford interpreta a un investigador de libros de la CIA que, al volver de comer, encuentra muertos a todos sus compañeros. A partir de ahí, tratará de averiguar qué había sucedido.

Brubaker (1980). 

Clásico del cine carcelario. Redford da vida a un hombre que, antes de presentarse como el nuevo alcaide de la prisión estatal, se hace pasar por un preso para descubrir la situación real dentro de la cárcel y destapar los abusos y asesinatos que habían tenido lugar en ella.

Gente corriente (1980). 

En su debut como director, Redford ofreció un drama familiar sobre el duelo y la incomunicación tras la muerte de un hijo. La película sorprendió al obtener los Oscar a mejor película y mejor director, y reveló a la estrella como un narrador sensible, capaz de explorar los matices de la intimidad doméstica. Es considerada una obra fundamental en su faceta detrás de la cámara.

Memorias de África (1985).

Junto a Meryl Streep, protagoniza este drama romántico ambientado en Kenia a principios del siglo XX. Su personaje, un aventurero libre y apasionado, simboliza el espíritu de independencia frente a las restricciones sociales. El filme, ganador del Oscar a mejor película, se recuerda por su fotografía majestuosa y la intensidad de la relación entre los protagonistas.

Quiz Show (El dilema)  (1994).

Como director, Redford retrata el escándalo de los concursos televisivos amañados en los años cincuenta. La película es una crítica al poder de los medios y a la construcción de ídolos falsos en la sociedad estadounidense. Su dirección sobria y elegante fue aclamada, y confirmó a Redford como un cineasta con visión crítica y sensibilidad histórica.

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