«TÍTULO: No creo que me atreva a desnudarme».
jennifer aniston | actriz
jennifer aniston | actriz
«No creo que me atreva a desnudarme»
La intérprete encarna a una
'stripper' en 'Somos los Miller', cinta para la que ha tenido que
trabajar duro con un preparador físico
Se considera una chica con suerte, y no le falta razón.
Jennifer Aniston alcanzó el estrellato cuando se convirtió en una de las
protagonistas de la serie televisiva 'Friends'. Desde entonces no ha
parado de trabajar, aunque casi todo el mundo la sigue identificando con
el inolvidable personaje de Rachel. Este viernes vuelve a la gran
pantalla con la comedia 'Somos los Miller', en la que da vida a una
'stripper' que cruza la frontera de México y vive una alocada aventura
haciéndose pasar por madre respetable. A Aniston le encandila México,
adora su comida y sus playas.
-¿Domina el arte del 'striptease'?
-Desde que tenía 20 años he ido a clubes de 'striptease'
porque me divertían. En este caso tuve la suerte de contar con una
fantástica coreógrafa llamada Denise que me enseñó un bellísimo baile
que yo perfeccioné durante varias semanas. Tengo que confesar que una
vez que terminé la película dejé de ir al gimnasio porque estaba
agotada.
-¿Se preparó a conciencia para tener el cuerpo a punto?
-Sabía que tenía que aparecer en ropa interior bailando, es
lógico que quisiera mostrarme de la mejor manera posible. Fue todo un
reto rodar esa escena delante de las cámaras y de todo el equipo.
-¿Qué hace para conseguir ese cuerpo espléndido?
-Practico yoga regularmente. Para rodar 'Somos los Miller'
fui a un gimnasio y me entrenó un preparador físico aterrador que me
obligó a hacer cosas complicadísimas. A la vez, me volví muy estricta
con la dieta. Por lo demás, trato de llevar una vida saludable; me
cuido, pero procuro no privarme de las cosas que me gustan.
-¿Cómo ha cambiado su estilo de vida desde que grabó 'Friends'?
-Me permito más libertades. Creo que soy una hippy de
corazón desde que a los 20 años me mudé a vivir al barrio de Laurel
Canyon. Aunque no creo que me atreva a desnudarme nunca por una causa.
-¿Cómo escapa de la atención que despierta?
-Mi paraíso está en México. Me gusta ir de vacaciones allí,
donde te atienden muy bien. El servicio es maravilloso, la gente muy
amable, la gastronomía deliciosa y las playas tranquilas.
-¿Habla español?
-He ido a México en un sinfín de ocasiones, pero no hablo
nada de español. Cada vez que voy me empeño en aprender y sin embargo no
salgo de lo básico: 'muchas gracias' y 'por favor'.
-Se le ve más relajada.
-Me di cuenta de lo paranoica y desconfiada que era. Los
periodistas y fotógrafos que me persiguen no me pueden impedir vivir la
vida. Simplemente he tenido que aprender a tener cuidado de no hacer
nada peligroso. Desde entonces me es más fácil conectar con las
personas. Es importante levantar el teléfono y llamar a la gente.
-¿Recuerda todavía su paso por 'Friends'?
-Como si fuera ayer. Sigo en contacto con todos, con
Courteney Cox [Mónica] -a quien veo constantemente-, Lisa Kudrow
[Phoebe] y Matthew Perry [Chandler]. Al que veo menos es a David
Schwimmer [Ross], pero seguiremos conectados para siempre.
-foto-Nadal gana a Wawrinka y terminará el año como número uno del mundo. El español sella el pase a la siguiente ronda de la Copa de Maestros ...
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Nadal gana a Wawrinka y terminará el año como número uno del mundo
El español sella el pase a la siguiente
ronda de la Copa de Maestros tras una sufrida victoria ante el suizo.
Ferrer se queda sin opciones tras perder ante Berdych.
Nadal, de 27 años, regresó al circuito a principios de febrero tras 223 días sin jugar debido a una doble lesión de rodilla, y su rendimiento fue mucho más allá de lo esperado, con una serie de éxitos en la que destacan los títulos de Roland Garros y el US Open. Número ocho del mundo, Wawrinka representaba, a primera vista, una oportunidad inmejorable para Nadal, que antes de medirse hoy al suizo llevaba una estadística favorable de 11 victorias en igual cantidad de encuentros, 24 sets ganados y ninguno perdido.
Así, no sorprendió que el español se adelantara 3-1 en el set inicial y dispusiera incluso de una pelota de quiebre de servicio para 4-1. No la aprovechó, pero se adelantó 5-3 con el saque del suizo, y luego 5-4 y 30-15 con el propio. Wawrinka reaccionó, Nadal mostró ciertos nervios y el set desembocó en un tie break ante la euforia del público congregado en el O2 Arena de Londres. Allí el suizo logró adelantarse 5-4 con dos saques de Nadal, y cuando acariciaba el punto de set tras un gran revés paralelo surgió un golpe de esos de los que quizás sólo el español es capaz, un agónico globo, alto y profundo, que cayó sobre la línea de base y descolocó al rival, que falló. Nadal tomó el control del partido, se adelantó 3-1 en el segundo set y, más allá de algunas turbulencias -una nueva cesión de su servicio para quedar 4-4 y una pelota de set en contra en el tie break-, ya no se desvió de su objetivo: es el número uno, sólo necesitaba que la estadística final de 2013 lo confirmara.
Nadal: "El número 1 era un extra de tensión"
Al terminar el partido, Nadal admitió que la posibilidad de terminar el año como número uno del mundo ha supuesto "un extra de tensión" hasta que aseguró el objetivo. "Estoy muy contento porque era un partido muy complicado. Wawrinka esta haciendo un año muy completo y en estas pistas es especialmente complicado. He mezclado momentos buenos con menos buenos, pero ganar era lo más importante y sobre todo en dos sets, porque me daba la clasificación matemática", explicó Nadal en Teledeporte. "El hecho de jugarme el número uno en este torneo me creaba un extra de tensión y ahora puedo centrarme más en la competición y eso es lo más importante", agregó Nadal.
El tenista español reconoció que padeció momentos de dificultad y que la mejoría de su rival en el segundo set, que el número uno del mundo parecía tener encarrilado, le llevó a dar un giro al partido. "El cambio ha sido la determinación que he adoptado. Sabía que o hacía algo más o Wawrinka me terminaba por comer. No podía seguir de esa forma. Me he decidido y la verdad es que lo he hecho bien. El camino era jugar con decisión, determinación y agresividad. No había otra opción de jugar de otra manera en estas pistas", explicó el tenista balear.
Ferrer se queda sin opciones al caer ante Berdych
Por su parte, David Ferrer perdió ante el checo Tomas Berdych por 6-4 y 6-4, en una hora y 23 minutos, y se quedó sin opciones de continuar adelante en el torneo. El número tres del mundo, que afronta en Londres su séptima semana de competición consecutiva, ya había caído el martes ante Nadal oponiendo menos resistencia de la habitual y ahora sucumbió ante el gigante Berdych, de casi dos metros de altura.
El checo le atormentaba al servicio y se presentaba como un muro infranqueable que devolvía cualquier golpe cuando el español llevaba la iniciativa, y terminó cerrando definitivamente las puertas de la semifinal al español, que todavía debe enfrentarse a Wawrinka en la fase de grupos. A sus 31 años, Ferrer aspiraba a clausurar con buen sabor de boca una de las mejores temporadas de su carrera en una Copa de Maestros que ya ha disputado en cinco ocasiones (llegó a la final en 2007, ante el suizo Roger Federer).
El pabellón cubierto de Londres en el que se juega el campeonato desde 2009 favorece al juego agresivo del alicantino, que puede golpear con rabia sin temor a que el viento le sorprenda con una trayectoria inesperada. Con todo, Ferrer volvió a tropezar con la misma piedra que ya le tumbó en 2011 en este mismo escenario. Berdych solo le ha ganado al español en dos ocasiones sobre pista dura, ambas en el tapete azul del O2 Arena.
Al terminar el partido ante Nadal, Ferrer reconoció que el cansancio le había impedido desarrollar su mejor tenis, si bien se mostró convencido de que 24 horas eran suficientes para recuperar fuerzas. Cuando el de Jávea saltó a la pista parecía haber renovado sus energías. Se llevó el primer juego en blanco y trataba de hacer valer sus puntos fuertes ante un Berdych que no se dejaba amedrentar con facilidad. El español transmitía buenas sensaciones con algún golpe brillante, pero Berdych al saque le dejaba pocas opciones y el primer set pronto se hizo inmanejable para Ferrer, que defendió tres bolas de ruptura y cayó finalmente a la cuarta.
El alicantino cedió el primer set, pero mantenía la confianza de volver a remontar en los dos siguientes, como ya hizo hace cinco días en los cuartos de final de París Bercy, cuando el checo se llevó el primer parcial (6-4) y obligó a Ferrer a remar contracorriente para remontar el duelo (7-5 y 6-3 en los dos últimos). El español aguantó durante más de media hora en el segundo parcial hasta el 4-4, el punto de inflexión de ese segundo set, cuando Berdych logró imponerse al resto y puso el partido definitivamente fuera del alcance del español.
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