TÍTULO: ARTE Y TEATRO,.Frida Kahlo: la bomba de tiempo,.
Frida Kahlo: la bomba de tiempo,.
Tras 60 años de su muerte, Márceles Daconte inicia una revisión de lo que significa para la cultura.|foto|,.
Se están celebrando en México y en diferentes
países del mundo, con homenajes, exposiciones, libros, documentales de
televisión y artículos de prensa, los 107 años del nacimiento de la
artista Frida Kahlo, y rememorando los 60 de su fallecimiento.
Entre otras actividades se realiza la
exposición ‘Frida’ en el Museo de la Scuderie del Quirinale, en Roma
(Italia), que se clausura el 30 de agosto. Hasta la fecha, según la
prensa romana, ha recibido más de 300.000 visitantes, cifra que
testimonia su vigencia y su popularidad entre el creciente número de sus
admiradores.
La pintora es referente en México, como pueden
ser sus admirados muralistas o los escritores Octavio Paz y Juan Rulfo.
También se le rinde homenaje con la exposición ‘Unbound: Contemporary
Art After Frida Kahlo’, hasta el 5 de octubre, en el Museo de Arte
Moderno de Chicago (EE. UU.). En México, la pintora es evocada con el
libro Frida. Un viaje a través del autorretrato, que se presentó a
principios de julio en el Palacio de Bellas Artes del Distrito Federal.
Su vida y su obra se empezaron a conocer en Estados Unidos y en el mundo a raíz del esfuerzo investigativo de la historiadora del arte Hayden Herrera, autora de Frida. Una biografía de Frida Kahlo (Harper & Row, NY, 1984, y Editorial Diana, México, 1985), entre otras biografías que han circulado en época reciente; la película argumental Frida (1984), de Paul Leduc, protagonizada por la actriz mexicana Ofelia Medina; el documental Frida Kahlo. A Ribbon Around a Bomb (Frida Kahlo. Una cinta alrededor de una bomba), de Ken Mandel, basado en el escaso metraje y abundantes fotografías de la época, y Frida (2001), con la actriz mexicana Salma Hayek, basada en la biografía de Herrera. Una bomba de tiempo que explotó a fines del siglo XX.
Su vida y su obra se empezaron a conocer en Estados Unidos y en el mundo a raíz del esfuerzo investigativo de la historiadora del arte Hayden Herrera, autora de Frida. Una biografía de Frida Kahlo (Harper & Row, NY, 1984, y Editorial Diana, México, 1985), entre otras biografías que han circulado en época reciente; la película argumental Frida (1984), de Paul Leduc, protagonizada por la actriz mexicana Ofelia Medina; el documental Frida Kahlo. A Ribbon Around a Bomb (Frida Kahlo. Una cinta alrededor de una bomba), de Ken Mandel, basado en el escaso metraje y abundantes fotografías de la época, y Frida (2001), con la actriz mexicana Salma Hayek, basada en la biografía de Herrera. Una bomba de tiempo que explotó a fines del siglo XX.
De igual modo, su pintura ha suscitado un
inusitado interés en la prensa y entre coleccionistas del mundo, debido a
las adquisiciones de dos de sus obras por la notoria cantante Madonna, y
la astronómica suma de 1’650.000 dólares que alcanzó Autorretrato con
el pelo suelto en la subasta de Christie’s (Nueva York) en mayo de 1991,
una de las cifras más altas pagadas por una pintura latinoamericana
hasta aquella fecha, y solo superada por su Autorretrato con chango y
loro, por la que el industrial argentino Eduardo Constantini pagó a la
casa de subastas Sotheby’s (Nueva York) la suma de 3’192.500 dólares en
la primavera de 1995.
Sin embargo, sus aventuras, desventuras y su
larga convivencia con el famoso muralista Diego Rivera eran conocidas
por todos los mexicanos desde principios de los años treinta.
La imagen que se proyecta de la artista
mexicana en los libros y películas que han circulado a lo largo de las
últimas décadas es la de una mujer que amó la vida, a pesar de todos los
obstáculos que tuvo que superar. Nada más ilustrativo que su última
pintura, un sólido bodegón de apetitosas sandías en rebanadas y trozos,
que celebran la plenitud vital.
En su biografía, cuenta Herrera que una semana antes de morir, “cuando las horas se oscurecían por la inminente calamidad, Frida Khalo mojó el pincel con pintura rojo sangre y escribió su nombre, fecha y lugar de realización: Coyoacán, México, en la pulpa carmesí de la primera rebanada. Luego, en mayúsculas, escribió sobre el cuadro por última vez: VIVA LA VIDA”. No era para menos. Su breve vida transcurrió siempre de manera intensa, enmarcada por los avatares sociales, artísticos y políticos de aquellos tiempos de efervescencia revolucionaria.
En su biografía, cuenta Herrera que una semana antes de morir, “cuando las horas se oscurecían por la inminente calamidad, Frida Khalo mojó el pincel con pintura rojo sangre y escribió su nombre, fecha y lugar de realización: Coyoacán, México, en la pulpa carmesí de la primera rebanada. Luego, en mayúsculas, escribió sobre el cuadro por última vez: VIVA LA VIDA”. No era para menos. Su breve vida transcurrió siempre de manera intensa, enmarcada por los avatares sociales, artísticos y políticos de aquellos tiempos de efervescencia revolucionaria.
A tal punto ha llegado la popularidad que en
su México natal se organizó ‘Pasión por Frida’, una original exposición,
en la casa-taller de Diego Rivera, que incluyó tanto los objetos de
arte que su vida y obra han inspirado en otros artistas, como una
colección bibliográfica y la parafernalia de artículos de consumo masivo
que su imagen ha despertado.
La muestra se exhibió en Nueva York y en San
Francisco en 1992 y se complementó con Frida Kalho. Las pinturas, el
segundo libro de Hayden Herrera, que publicó la Editorial HarperCollins
en 1991. Se trata de una biografía visual, en un volumen de 255 páginas,
con profusión de fotografías, reproducciones en color y fragmentos de
cartas personales.
De igual modo, sería significativo mencionar la publicación, en 1995, de The Diary of Frida Kahlo: An Intimate Self-Portrait. Essay and Commentary, de Sarah M. Lowe, con introducción del escritor Carlos Fuentes (Harry N. Abrams, NY, 295 páginas). Más que de un diario secreto o de revelaciones sorprendentes, se trata de un documento caligráfico con profusión de esbozos para pinturas, dibujos y acuarelas, que ilustran situaciones cotidianas y reflexiones poéticas, así como la rutina de una artista en permanente estado de incertidumbre.
De igual modo, sería significativo mencionar la publicación, en 1995, de The Diary of Frida Kahlo: An Intimate Self-Portrait. Essay and Commentary, de Sarah M. Lowe, con introducción del escritor Carlos Fuentes (Harry N. Abrams, NY, 295 páginas). Más que de un diario secreto o de revelaciones sorprendentes, se trata de un documento caligráfico con profusión de esbozos para pinturas, dibujos y acuarelas, que ilustran situaciones cotidianas y reflexiones poéticas, así como la rutina de una artista en permanente estado de incertidumbre.
También se editó el libro The Letters of Frida
Kahlo (Cartas apasionadas), compiladas por la especialista Marta Zamora
(Chronicle Books, San Francisco, 159 páginas), en el que se reproducen
alrededor de 50 misivas que la artista escribió a sus amigos,
familiares, amantes y médicos, con noticias sobre su pintura y su estado
de salud y, en especial, comentarios sobre la vida y obra de Diego
Rivera. Ninguno de estos libros agrega nada desconocido en la ya larga
bibliografía sobre la artista mexicana hasta la fecha.
Es fácil advertir que su pintura tuvo siempre
un carácter autorreferencial. Además de sus famosos autorretratos, su
obra también enfoca un conjunto de temas nada comunes en la tradición
del arte occidental, como el aborto, la menstruación, el parto, la
violencia sexual, el ciclo vida-muerte y actos de rebeldía, así como
alegorías y anécdotas vivenciales, en el contexto de un espíritu
innovador y el humor negro de profundas raíces nacionalistas.
Su trabajo, según comentaba Lynne Cooke en el
New York Times Book Review (17 de noviembre de 1991), “lejos de poseer
un contenido exclusivamente personal, es el fruto de una política social
y cultural que perfila una identidad colectiva”.
Su figura ha sido adoptada como ícono del
movimiento feminista de Estados Unidos, como patrona clandestina de los
artistas chicanos (Santa Frida, Our Lady of the Border [Nuestra Señora
de la Frontera]) y como fetiche comercial por algunos mercaderes
inescrupulosos.
La ‘fridomanía’ se ha reforzado con algunos
montajes de teatro y la ópera musical Frida: La historia de Frida Kahlo,
con argumento y dirección de la estadounidense Hilary Blecher, que se
estrenó en la Brooklyn Academy of Music de Nueva York en octubre de
1992. Luis Valdez, el director chicano de La Bamba, ha mantenido la idea
de filmar una película que intente mostrar a la artista como “el centro
de aquel increíble medio intelectual y artístico que era Ciudad de
México en los años cincuenta”, basada en la biografía ilustrada El
pincel de la angustia, de la autora mexicana Marta Zamora.
Desde otro punto de vista, el actor Robert de
Niro ha comentado que estaría interesado en hacer una película basada en
el libro de Bertram D. Wolfe La vida fabulosa de Diego Rivera, en la
cual Frida juega un papel fundamental, y el director canadiense David
Cronenberg tiene su propia agenda para una futura cinta sobre la
mexicana.
Si bien mientras estuvo viva solo participó en
escasas exposiciones, la primera de ellas en la Julien Levy Gallery de
Nueva York, en 1938, su pintura ha sido invitada de honor en numerosas
muestras de artes visuales que se han organizado en Estados Unidos.
Quizás las más significativas han sido ‘Artistas latinoamericanos del
siglo XX’, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, en junio de 1992, y
la exposición ‘Mujeres artistas latinoamericanas: 1915-1995’, que se
originó en el Museo de Arte de Milwaukee en marzo de 1995 y recorrió
cuatro importantes ciudades del país. Su rostro mestizo, de espesas
cejas encontradas, ilustra las carátulas de revistas de amplia
circulación, como Art & Auction (noviembre de 1991), y el número de
marzo-abril de 1995 de la revista New York Museums, entre otras.
Nació el 6 de julio de 1907 en Coyoacán, una
villa en la periferia de la capital mexicana, pero más tarde cambió la
fecha de su nacimiento para hacerla coincidir con el estallido de la
Revolución en 1910. Su padre era un judío germano-húngaro, que emigró a
México en 1891. En su patria adoptiva se dedicó a la fotografía, y en su
tiempo libre pintaba paisajes con acuarela. Este antecedente es muy
importante en la vida de la futura artista.
Su madre, Matilde Calderón, era “una morena
campesina de Oaxaca”, según recuerda la hija. En algún momento de su
juventud, Frida trabajó con su padre en el estudio de fotografía que
tenía en el centro comercial de la capital, y también por corto tiempo
fue aprendiz en un taller de grabado. Estas experiencias influyeron más
tarde en su estilo de pintura, que se caracteriza por cierto formato
rígido y frontal, con minucioso trabajo de pincel.
La joven Frida fue una estudiante inteligente,
aunque un tanto desaplicada, y siempre manifestó una actitud
independiente y algo excéntrica. Prefería los juegos masculinos y a
veces vestía con atuendo varonil. Algunas condiscípulas decían que era
una “marimacho”, pero tal calificativo nunca le importó. No obstante, un
accidente, cuando Frida tenía 18 años, transformó su vida al dejarla
semiinválida. Camino de su casa, un tranvía embistió el autobús en que
viajaba y, según sus biógrafos, sobrevivió de milagro. Entre otras
fracturas, el pasamano de acero penetró por el abdomen y salió por la
vagina. “¡Allí perdí la virginidad!”, comentó con humor negro tiempo
después.
Las consecuencias del accidente la
atormentaron por el resto de sus días. De hecho, un amigo comentó que
Frida “se fue muriendo toda la vida”. Además de las secuelas que dejó la
poliomielitis que sufrió a los 6 años de edad, tuvo que someterse a 32
operaciones quirúrgicas, estuvo obligada a usar corsés metálicos o yeso
y, por su precaria salud, sus embarazos terminaron siempre en aborto.
Finalmente, sufrió la amputación de una pierna, amenazada de gangrena
antes de morir, a los 47 años de edad, el 13 de julio de 1954.
Antes que amilanarse con el sufrimiento, se
infundió de ánimo y gusto por la vida. Siempre mostró una cara alegre en
público, vestida con los trajes típicos de las diversas regiones del
país. Empezó a pintar cuando tuvo que guardar cama después del
accidente, tomando en préstamo los pinceles y colores de su padre, sobre
un caballete especial que mandó a fabricar su madre. Si bien Frida era
una artista innata, el oficio de pintar fue un largo proceso de
aprendizaje personal.
Se fascinó con el pintor Diego Rivera desde que este pintaba un mural en la Escuela Preparatoria, donde ella estudiaba, y tiempo después volvió a encontrarlo a través de su amistad con la fotógrafa estadounidense Tina Modotti. Cuando se casaron, él tenía 41 años y Frida, 22. Era una joven audaz, pero delicada. En cambio, Rivera pesaba 300 libras. Para muchos, parecía el matrimonio de un elefante con una paloma.
Se fascinó con el pintor Diego Rivera desde que este pintaba un mural en la Escuela Preparatoria, donde ella estudiaba, y tiempo después volvió a encontrarlo a través de su amistad con la fotógrafa estadounidense Tina Modotti. Cuando se casaron, él tenía 41 años y Frida, 22. Era una joven audaz, pero delicada. En cambio, Rivera pesaba 300 libras. Para muchos, parecía el matrimonio de un elefante con una paloma.
Fue una unión tempestuosa, ya que Rivera era
un mujeriego impenitente, que sostuvo incluso una aventura amorosa con
Cristina, hermana de Frida. Pero coincidían en sus ideales políticos, de
inclinación marxista. Ambos militaron en el Partido Comunista de
México, hasta que Rivera fue expulsado por aceptar comisiones para
murales de un “gobierno burgués”.
Sus ansias de vivir y su frustrante relación
marital la llevaron a cierta voluptuosidad sexual, que se manifestó en
escapadas amorosas con personajes famosos, como el escultor
estadounidense de origen japonés Isamu Noguchi, o el filósofo y político
ruso León Trotski. También sostuvo relaciones lesbianas con personas
que sus biógrafos no mencionan con nombre propio, aunque Herrera
reconoce que su primera experiencia ocurrió cuando, adolescente, una
bibliotecaria de la Secretaría de Educación Pública la sedujo. Se
especula que tuvo amistades íntimas con las actrices María Félix y
Dolores del Río, quizás con Jacqueline Bréton, esposa del poeta
surrealista André Bréton, y el grupo de amigas que solían visitar su
Casa Azul de Coyoacán.
Pero, por encima de todo, a Frida se la
recuerda hoy como la artista que dejó un testimonio vital de su papel de
mujer comprometida con las ideas revolucionarias de su tiempo, y una
obra donde la vida y el arte se confunden para despertar la admiración
de todos.
TÍTULO: REVISTA CAMPO, EL FUTURO DEL VINO DE CALIDAD YA ES PROMETEDOR,.
Yo no creo que el futuro del vino extremeño sea muy distinto del ... del vino extremeño, algo que para el vino de calidad ya es prometedor.|foto|,.
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Este veterano bodeguero cree que es necesario incrementar las exportaciones de vino español y subir los precios,.
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Fernando Giménez Alvear Bodegas Palacio Quemado,.
Copropietario de las bodegas Palacio Quemado, así como presidente del grupo cordobés Alvear y miembro de la octava generación familiar, destaca el cambio «radical» de hábitos de consumo en España. En poco más de 20 años las compras per cápita ha disminuido a la mitad, «pero tenemos 18 millones de españoles que consumen habitualmente vino; las mujeres se han incorporado plenamente a este mercado». El producto consumido en esos años era, fundamentalmente, granel local o Jerez o Rioja y las exportaciones de tintos eran muy limitadas. También ha cambiado la forma de beberlo.
¿Por qué decidió invertir en el vino extremeño?La oportunidad intrínseca de invertir en Extremadura era evidente: la tierra, el clima, y el saber hacer de los agricultores. Almendralejo como Haro, Jumilla, Jerez o Montilla es una de las contadas ciudades históricas del vino en España. Estos son los únicos ingredientes necesarios para hacer un vino de calidad.
¿Qué diferencias hay entre elaborar vino en Córdoba y en Badajoz?·-Lo importante es señalar lo común: la viticultura tradicional en clima cálido, que en Palacio Quemado hacemos en cultivo ecológico; los procesos de elaboración adaptados a vendimias tempranas de finales de agosto, con mucho calor, que exige aprovechar las horas de principio del día para la recolección y extremar las medidas de limpieza en el lagar; la necesidad de preservar el carácter frutal del vino, controlando la temperatura y las otras condiciones de la crianza. En cuanto a la comercialización, la sinergia es total.
¿Que futuro prevé para el vino extremeño?Yo no creo que el futuro del vino extremeño sea muy distinto del riojano o del andaluz. Se debe hablar de "presente" del vino extremeño, algo que para el vino de calidad ya es prometedor.
.¿Cómo puede afectar la U. E. al vino español?Es cierto que España no sabe manejar una cosecha tan abundante como los 52 millones de hectólitros que hemos tenido en 2013, que ha hecho bajar los precios en origen a valores muy preocupantes. Pero también es cierto que la cosecha media española de las últimas cinco campañas, 40,7 millones, sabemos comercializarla de sobra. Las medidas que deben aplicarse para solucionar el problema de excedentes de graneles no son evidentes y solo tendrán éxito si se basan en fomentar el crecimiento de las exportaciones. Si moderamos los precios, podemos recuperar fácilmente cinco o seis millones en las exportaciones con respecto a 2013, que equilibrarían de un solo golpe el balance vitivinícola.
¿Las D.O. más jóvenes pueden salir más perjudicadas?En cuanto al vino de DO envasado, fuera prevalece la marca España en los consumidores sobre cualquier otra consideración, por lo que el presente y futuro es muy favorable, ya que sigue creciendo a pesar de la crisis, un 3% en volumen y 8% en valor en 2013. El mercado interior es otra cosa, ya que aquí se une la dificultad de introducir una DO nueva con una imagen por desarrollar, con evolución histórica muy negativa del consumo de vino.
¿Qué le espera al vino español si se abre la frontera con EE UU?Yo recomiendo fijarse en la posición de Italia o Francia en exportación y converger hacia ellos, es decir, disminuir el porcentaje de vino a granel frente al total, subir los precios medios de los vinos envasados, y sobre todo los de los graneles, en los que somos los más baratos del mundo. También recomiendo incrementar las ventas hasta alcanzar la cuota de nuestros competidores en mercados internacionales. Es decir, seguir comercializando de todo, pero algo más de envasado en proporción, todo a mayores precios, y presionando en los mercados clave. Sin embargo, sí creo que será positivo para todo el sector, ya que se eliminarían aranceles.
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