domingo, 29 de diciembre de 2019

80 cm' - Meg Stuart: "El ritmo es nuestra seña más crucial" ,. / Hacer de comer - El chef Rodrigo de la Calle,.

TITULO: 80 cm' -Meg Stuart: "El ritmo es nuestra seña más crucial" ,.


Martes -31- Diciembre  a las 20:30 horas en La 2, foto,.

Meg Stuart: "El ritmo es nuestra seña más crucial",.


Figura principal de la danza contemporánea, la bailarina y coreógrafa estadounidense se presentó en Madrid en solitario para reflexionar sobre el cuerpo y nuestra relación con lo que nos rodea.
La bailarina y coreógrafa Meg Stuart (Nueva Orleans, 1955). 
El cuerpo, sus límites y la forma de relacionarnos con él, ha pasado de ser un mero juego artístico a ocupar una posición central dentro de nuestra vida. Por eso ahora se mira con otros ojos el trabajo de bailarines y coreógrafos, porque en un tiempo de deshumanización y alienación, lo físico, el movimiento, resulta más importante que nunca.
En ese redescubrimiento de nuestro cuerpo, el trabajo de Meg Stuart (Nueva Orleans, 1965) se ha revelado fundamental. Desde su compañía Damaged Goods ha iniciado un trabajo no sólo artístico, sino también didáctico. De hecho, su primera visita a Madrid no fue para actuar, sino para poner en marcha talleres con los que compartir su experiencia y reconectar un cuerpo cada vez más en tensión, más 'presencialmente ausente'.
El pasado noviembre Stuart regresó, esta vez para poner en escena varias piezas en solitario en el Auditorio del Museo Reina Sofía: 'Atari' (2018), 'I take it back' (2007), 'XXX for Arlene and Colleagues' (1995) y 'All songs have been exhausted' (2013) desvelaron un lenguaje sobre el que su autora habla, con voz pequeña pero reflexiva.
En las piezas que presentó en Madrid había notas biográficas y también otros elementos inspirados, por ejemplo, en la expansión del VIH. ¿Por qué bailar sobre esos asuntos?
Pienso que todos tenemos la capacidad de ser sensibles. La empatía no es algo que tengamos que extraernos a la fuerza, sino que resulta inherente a nosotros. Fluye a través de cualquier experiencia que vivimos.
¿Cómo se trabaja con estos materiales?
A lo largo de mi carrera he investigado mucho en asuntos como la sensación, la toma de conciencia y la percepción. Y lo que he extraído de ello es una idea: desvestirlo todo hasta dejarlo en algo lo más directo y puro posible. Por eso lo que muestro al público no es lo que soy capaz de hacer, aquello para lo que me he preparado. Es un poco el reverso de ello: me gusta ser vista como alguien vulnerable y abierta.
¿Cuál es su aproximación al cuerpo?
Miro al cuerpo como una especie de espacio en el que convergen diferentes energías, flujos o emociones. Algunas están en el inconsciente colectivo, por lo que me preocupo de que el público pueda reconectar con su propia sensibilidad.
En sus espectáculos siempre colabora con un número importante de artistas de otras disciplinas, como cineastas, músicos, diseñadores. ¿Cómo concibe la colaboración?
En la mayoría de mi trabajo colaboro con compositores contemporáneos, lo cual me permite reconectar con esta corriente de improvisación musical durante los años 90. Me gusta recordar aquella época porque, mientras esos músicos tocaban, yo me convertía en una especie de cuerpo ausente, como si me esfumase, como si me transformase en algo etéreo a pesar de seguir allí, carne y hueso sobre el escenario.
¿Cuál es para usted el núcleo básico de la danza?
Para mí, el ritmo es nuestra seña más crucial. He probado con muchos tipos de lenguaje, desde aquellos más teatrales a otros más abstractos. Pero para expresar estados emocionales que están en el límite de nuestro control, para mostrar mi interior, lo más importante para mí es la gramática rítmica. El tiempo, su manipulación, su intensidad, su capacidad dramática sin echar mano de la narrativa. Es algo que todos los bailarines podemos hacer y que aprendí en los círculos de la Judson Church [uno de los principales centros de danza de Nueva York en los años 60], sobre todo gracias a mi trabajo con Trisha Brown. De ella aprendí a moverme de forma fluida y a mantener este diálogo continuo. A partir de ahí, creo que podemos incorporar aspectos de suspense para no caer en lo obvio.
¿Cómo es trabajar con el cuerpo de una en una época en la que las relaciones están tan condicionadas por las pantallas?
Me gusta quedarme con el aspecto positivo: es increíble que seamos capaces de estar en tantas realidades, de vivir tantas dimensiones ocurriendo al mismo tiempo. Y cómo a través de estas pantallas, de estas diferentes líneas temporales que coexisten, podemos expandir nuestros sentidos más allá de sus limitaciones. Pero al mismo tiempo también creo que esta saturación abrumadora provoca una fragmentación importante. Yo lo vivo en mis carnes: empecé en Nueva York, vivo en Berlín y mi compañía está en Bruselas. Eso me hace pensar también en la híper concentración de la presencia y la atención. En nuestra capacidad para decir «no» tanto como «sí».
¿Cuál es su idea sobre la obra artística terminada?
Es un asunto que me hace estar negociando continuamente. Es un diálogo en el que a veces el objeto es un mapa, o tal vez un bosquejo, para hablar del cuerpo como una tecnología. En ese sentido, me interesa mucho cómo la memoria se almacena en nuestro cuerpo. O cómo, aunque dejemos a las máquinas que se encarguen de aspectos como la orientación, habrá algo que seguirá siendo nuestra misión: repensar el espacio en el que estamos.
¿Cómo ve la relación del artista con la realidad circundante? Por ejemplo, en asuntos como la situación política de su país, Estados Unidos.
Es siempre un asunto escurridizo. Más que pensar en la danza como un reflejo de lo que sucede, prefiero usar otras metáforas. Por ejemplo, la de un sistema digestivo colectivo. O una superficie en la que proyectar lo que cada uno quiera. Me interesa también la forma en que cada estímulo puede alterar tu percepción de la realidad. Los humanos somos seres culturales y aprendemos a través del diálogo. Así que las interacciones con otros resultan tan importantes.
¿Cómo se ve el mundo a través de los ojos de una bailarina / coreógrafa? O quizá no es el verbo correcto, quizá habría que decir "cómo se siente".
Mira, el mundo está atravesando una transformación dramática y, al menos para mí, bailar me recuerda que hay que ir más despacio. Necesitamos andar a nuestro paso, necesitamos rechazar ir con la corriente cuando no nos sintamos cómodos. Necesitamos, me repito, crear nuestros propios espacios. Descubrir qué es esencial y qué merece durar. Es lo más hermoso.
¿Tiene la bailarina / coreógrafa algún tipo de responsabilidad con lo que le rodea?
Estamos en un punto en que no basta con enseñar lo que no está funcionando. Debemos ser responsables, pero de una forma constructiva. No basta con querer distanciarnos de lo que no nos agrada. Hay que hacer propuestas, hay que ser didácticos, hay que señalar una dirección. Con dar la espalda a algo y decir que no existe no vamos a conseguir que eso deje de existir. La realidad es compleja y debemos lidiar con ello. Para ello hay que mantener un equilibrio que me interesa mucho en estos momentos.
Últimamente se cuestiona aquellas manifestaciones artísticas que sólo llegan a un porcentaje reducido del público. ¿Cómo lo ve?
No le das necesariamente a la gente aquello que quiere, sino lo que crees que necesita. Por eso vuelvo una y otra vez a la empatía, a ese latido que ya existe en todos nosotros, pero que debemos recordar que está ahí.
 
 

TITULO: Hacer de comer - El chef Rodrigo de la Calle,.



 
 lunes -30- Diciembre  a viernes -3- Enero -  a las 13:25h, en La 1 , foto,.

 

El chef Rodrigo de la Calle, con una estrella Michelin, visita "Hacer de comer",.

  • El día de Nochevieja cocinaremos el menú especial de fin de año,.
  • Carlos Maldonado, ganador de MasterChef 3 , vueve a “Hacer de comer”,.
  • “Hacer de comer”, de lunes a viernes a las 13:25h, en La 1 ,.


 Sashimi en flor de lubina, cochinillo asado, turrón de chocolate o crepes de acelgas con cangrejo al curry. Estas son algunas de las elaboraciones que prepararemos en “Hacer de comer” la próxima semana. ¿Cuál te gusta más?
El lunes recibimos al chef Rodrigo de la Calle con una estrella Michelin. Viene desde su restaurante “El Invernadero” para cocinar junto a Dani García una espectacular crema de brócoli muy especial.
El martes cocinaremos el menú especial de fin de año: cochinillo asado y turrón de chocolate con arroz inflado. ¿Te atreves con él?
El miércoles, descansamos por año nuevo y no habrá emisión de “Hacer de comer”
Para el jueves volvemos a abrir la cocina de “Hacer de comer” a Pepe Ballarín, horticultor y experto en espinacas. Antes de cocinar una espectacular lasaña de espinacas y ricotta, nos contará todos los secretos sobre estas verduras.
Y para cerrar la semana, nos espera la visita de Carlos Maldonado, ganador de MasterChef 3, vuelve a la cocina de Dani García para preparar un delicioso solomillo al horno con salsa de vino tinto.
Recuerda que el paso a paso de todas nuestras elaboraciones lo puedes ver en nuestra página web oficial: rtve.es/hacerdecomer. Y como siempre decimos, ¡haz la comida y mejora tu vida! 
Aprovechamos para desearte un feliz fin de año y nuestros mejores deseos para el 2020. 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario