El domingo -5- Enero a las 21:30 por La Sexta, foto,.
Muere un hombre de 77 años al chocar su vehículo con una moto en Almendralejo,.
Un hombre de 77 años ha fallecido
este sábado en una colisión entre una moto y su vehículo en
Almendralejo. El accidente de tráfico se ha producido a las 17.55 horas
en el kilómetro 73 de la Ex-105, carretera que une la capital de Tierra
de Barros con Aceuchal, según confirman fuentes del SES.
Hasta el lugar se han desplazado una unidad medicalizada del
SES con base en Mérida, equipos médicos del PAC de Almendralejo y de
Cruz Roja y efectivos de la Guardia Civil de tráfico y de la policía
local.
TITULO: CAFE GIJON - MANZANAS VERDES - No hay nadie ,.
CAFE GIJON,.
Café Gijón - foto,.
MANZANAS VERDES - No hay nadie ,.
MANZANAS VERDES - No hay nadie ,. , fotos,.
No hay nadie,.
OIGA
mire, que la carretera que nos hicieron en 1917 se ha estropeado, y
hemos pagado impuestos desde entonces para que la arreglaran. ¿Podrían
meterle mano cuanto antes?
Verá, dice mi madre que lleva esperando cinco años que alguien reconozca la incapacidad de mi padre, que ya no entiende nada ni sabe dónde está. No es que ella quiera exigir, pero le gustaría saber si van a hacer algo sobre el asunto en cuestión.
Los papeles para que me concedan el pasaporte español, los presenté hace cinco años, y he invertido en España más de dos millones de euros en compras, vivir, un piso, coches, educación de mis hijos, financiación de campañas de caridad, apertura de empresas y mantengo más de doscientos trabajadores a mi cargo, ¿cree que me podrán conceder la nacionalidad, o me tengo que ir?
He tenido que hacerme cargo de unos menores que andaban por la calle perdidos, porque nadie los ampara. No sabían qué estaba pasando después de desembarcar de una patera, y cruzaban las autovías creyendo que los vehículos a toda velocidad iban a parar a su paso. He comunicado su presencia con nosotros hace más de tres meses a la junta correspondiente, y aún no me han respondido.
Hemos recibido una carta de tráfico que dice que el coche está viejo. ¿Cómo dice?, ¿que con veinte años está viejo? No se lo creen ni ellos. ¿Qué hago? ¿Hay ayudas?, ¿hay soluciones a su vejez que no pasen por comprar otro?, ¿me van a regalar uno? ¿cómo soluciono este reproche, que no viene al caso y no me ofrecen soluciones, sino un insulto?
Escúcheme señor o señora: que no conviene que me caliente con calefacción de toda la vida, que soy responsable del deshielo de los polos, que tengo que cambiar las costumbres y por ello la caldera. ¿Qué solución hay que no me cueste un dinero que no puedo afrontar?, ¿hay ayudas?, ¿hay información certera?, ¿no está todo manejado por los mismos de siempre? ¿cómo es posible que el sol que sale para todos se lo tenga que vender al vecino, que además me cobra por usarlo en mi casa?
Mire, me dicen que gestione mis basuras. Tengo un sofá que me estorba y está para la basura, pero tengo que sacarlo por mis medios a quinientos metros, que está el puesto de recogida de esos elementos. Estoy imposibilitado. ¿Qué hago?, ¿cómo lo soluciono? Vienen a acostarme a las seis de la tarde y hay que sacarlo a partir de las diez de la noche. ¿Quién me ayuda?
He ido a compartir una tarde de tortillas de patata para una asociación de niños con parálisis cerebral. Nadie, si no son los padres y amigos, les ayuda. ¿Podría atenderlos alguien?, ¿se les ocurre alguna fórmula para que no sea siempre la sociedad civil la que sale en ayuda in extremis de la propia sociedad? ¡Pero vamos a ver!, ¿a quién pregunta tanto y pide tanto?
A los que nos gobiernan.
¡Ah!, pues en esa ventanilla no hay nadie hace mucho tiempo.
foto / Nicolás
Maquiavelo publicó en 1532 su famosa obra 'El Príncipe' de la que se
podría extrapolar en el capítulo 18 esta conocida máxima de que el fin
justifica los medios, tantas veces utilizada a lo largo de la historia
para justificar las más variadas infamias en el uso y abuso del poder.
El teólogo alemán H. Busenbaum lo explicitaría en 1650 aunque parece ser
que la frase literal de que el fin justifica los medios realmente la
escribió Napoleón Bonaparte en la última página de su ejemplar de 'El
Príncipe' de Maquiavelo, probablemente porque tenía muchas salvajadas
que justificar en su pretendido fin de hacer a Francia más grande y a
Europa más liberal, aunque para conseguirlo hubiera de arrasarla a
sangre y fuego, robando de paso todos los tesoros artísticos que pudo.
En los últimos tiempos, una ola de violencia recorre el mundo desde Barcelona a Hong Kong, desde París a Santiago de Chile o la Paz, por no hablar de los recurrentes atentados en Siria o Afganistán, ya convertidos en un mal endémico. Resulta preocupante que en todas esas partes, los manifestantes que recurren a la violencia dicen luchar por una sociedad mejor y yo me pregunto si los fines loables de conseguir una sociedad más justa se consideran compatibles con los métodos violentos que se utilizan.
Revisando la historia reciente de nuestro país, llaman la atención una serie de acontecimientos que intentaremos analizar. El primero y más trágico fue la estéril barbarie terrorista de ETA, que causó la trágica muerte violenta de centenares de españoles porque una minoría de desalmados fanáticos tenía entre ceja y ceja que habían de 'liberar' a 'su' País Vasco sin reparar en medios, costara lo que costara y al margen de la opinión mayoritaria de España. Independientemente de la ideología política que uno tenga, parece obvio que ningún fin puede justificar tanta sangre y tanto sufrimiento.
En el otro extremo ideológico se encuentra el intento de golpe de Estado del coronel Tejero en 1981, cuando un grupo de militares ultraderechistas se alzó en armas contra el Gobierno democrático establecido mediante las urnas, arrogándose el derecho y el deber de 'salvar' a España por la fuerza, deponiendo a las autoridades legalmente elegidas y sin pararse a preguntar a los españoles si querían ser salvados de manera tan peligrosa como rocambolesca. Afortunadamente, la intervención real detuvo la sublevación militar sin que se produjeran víctimas, si bien los medios militares empleados pusieron al país al borde de un conflicto de trágicas consecuencias.
El tercer acontecimiento tiene que ver con las oleadas de terrorismo provocadas por los fanáticos musulmanes integristas de Al Qaeda, el Estado Islámico (ISIS) y grupos similares que han sembrado de muerte y destrucción en ciudades y países por todo el mundo, incluyendo los trágicos atentados de Madrid del 11 de marzo de 2004, día en el que se produjeron diez explosiones en cuatro trenes de Cercanías con un resultado de 193 muertos y más de un millar de heridos. Como en el caso de ETA, no hay ningún fin religioso que pueda justificar semejante barbarie, tampoco ningún fin político, incluida la injusta situación de los palestinos, la ocupación ilegal de tierras por parte de colonos judíos, las cárceles ilegales establecidas en Guantánamo por los norteamericanos etc., sin olvidar la temeraria implicación de Aznar para hacerse ver con Bush y Blair en la Cumbre de las Azores, que precipitó la invasión de Iraq, argumentando una supuesta existencia de armas químicas que nunca se llegó a demostrar, y poniendo el afán de notoriedad del presidente español a nuestro país en la diana de los grupos terroristas de una manera absolutamente improcedente e innecesaria.
Para terminar por donde empezamos, el tema catalán nos afecta a todos de manera inevitable y no parece entrar en vías de solución, lo que es más, las escenas de violencia contempladas en los medios con la destrucción de mobiliario urbano, la quema de contenedores y vehículos, la agresión a las fuerzas del orden con métodos de guerrilla urbana, el corte de carreteras, la paralización de los aeropuertos, las agresiones a los periodistas... no existe fin que pueda justificar esos medios, mientras que un gobernante que no gobierna, un personaje que ni siquiera tiene en consideración a más de la mitad de los catalanes, se comporta como si fuera un CDR, se permite desobedecer al Tribunal Supremo o al Constitucional cuando le viene en gana, y tan solo obedece al turista de Waterloo, que vive a cuerpo de rey describiéndose como exiliado político y ahora presume de impunidad como diputado europeo con su recién adquirida inmunidad.
Finalmente, muchos desconfiamos de los medios que empleará el presidente en funciones para asegurarse la gobernabilidad, un fin lícito y loable, qué precio tendrá que pagar a Podemos y, sobre todo, a los nacionalistas vascos y catalanes, cómo podrá lograr la estabilidad política con la abstención de ERC, un partido cuyo principal objetivo consiste en romper la integridad de España sin consultar a los españoles; los medios que utilice tendrán que justificarse por sí mismos y no nos vale el que cualquier medio vale para mantenerse en el poder.
Verá, dice mi madre que lleva esperando cinco años que alguien reconozca la incapacidad de mi padre, que ya no entiende nada ni sabe dónde está. No es que ella quiera exigir, pero le gustaría saber si van a hacer algo sobre el asunto en cuestión.
Los papeles para que me concedan el pasaporte español, los presenté hace cinco años, y he invertido en España más de dos millones de euros en compras, vivir, un piso, coches, educación de mis hijos, financiación de campañas de caridad, apertura de empresas y mantengo más de doscientos trabajadores a mi cargo, ¿cree que me podrán conceder la nacionalidad, o me tengo que ir?
He tenido que hacerme cargo de unos menores que andaban por la calle perdidos, porque nadie los ampara. No sabían qué estaba pasando después de desembarcar de una patera, y cruzaban las autovías creyendo que los vehículos a toda velocidad iban a parar a su paso. He comunicado su presencia con nosotros hace más de tres meses a la junta correspondiente, y aún no me han respondido.
Hemos recibido una carta de tráfico que dice que el coche está viejo. ¿Cómo dice?, ¿que con veinte años está viejo? No se lo creen ni ellos. ¿Qué hago? ¿Hay ayudas?, ¿hay soluciones a su vejez que no pasen por comprar otro?, ¿me van a regalar uno? ¿cómo soluciono este reproche, que no viene al caso y no me ofrecen soluciones, sino un insulto?
Escúcheme señor o señora: que no conviene que me caliente con calefacción de toda la vida, que soy responsable del deshielo de los polos, que tengo que cambiar las costumbres y por ello la caldera. ¿Qué solución hay que no me cueste un dinero que no puedo afrontar?, ¿hay ayudas?, ¿hay información certera?, ¿no está todo manejado por los mismos de siempre? ¿cómo es posible que el sol que sale para todos se lo tenga que vender al vecino, que además me cobra por usarlo en mi casa?
Mire, me dicen que gestione mis basuras. Tengo un sofá que me estorba y está para la basura, pero tengo que sacarlo por mis medios a quinientos metros, que está el puesto de recogida de esos elementos. Estoy imposibilitado. ¿Qué hago?, ¿cómo lo soluciono? Vienen a acostarme a las seis de la tarde y hay que sacarlo a partir de las diez de la noche. ¿Quién me ayuda?
He ido a compartir una tarde de tortillas de patata para una asociación de niños con parálisis cerebral. Nadie, si no son los padres y amigos, les ayuda. ¿Podría atenderlos alguien?, ¿se les ocurre alguna fórmula para que no sea siempre la sociedad civil la que sale en ayuda in extremis de la propia sociedad? ¡Pero vamos a ver!, ¿a quién pregunta tanto y pide tanto?
A los que nos gobiernan.
¡Ah!, pues en esa ventanilla no hay nadie hace mucho tiempo.
TITULO: LA AVENTURA DEL SABER TVE - Los fines y los medios,.
Los fines y los medios,.
Muchos desconfiamos de los medios que empleará el presidente en funciones para asegurarse la gobernabilidad, qué precio tendrá que pagar a Podemos y, sobre todo, a los nacionalistas vascos y catalanes, y cómo podrá lograr la estabilidad con la abstención de ERC, un partido que quiere romper la integridad de España,.
En los últimos tiempos, una ola de violencia recorre el mundo desde Barcelona a Hong Kong, desde París a Santiago de Chile o la Paz, por no hablar de los recurrentes atentados en Siria o Afganistán, ya convertidos en un mal endémico. Resulta preocupante que en todas esas partes, los manifestantes que recurren a la violencia dicen luchar por una sociedad mejor y yo me pregunto si los fines loables de conseguir una sociedad más justa se consideran compatibles con los métodos violentos que se utilizan.
Revisando la historia reciente de nuestro país, llaman la atención una serie de acontecimientos que intentaremos analizar. El primero y más trágico fue la estéril barbarie terrorista de ETA, que causó la trágica muerte violenta de centenares de españoles porque una minoría de desalmados fanáticos tenía entre ceja y ceja que habían de 'liberar' a 'su' País Vasco sin reparar en medios, costara lo que costara y al margen de la opinión mayoritaria de España. Independientemente de la ideología política que uno tenga, parece obvio que ningún fin puede justificar tanta sangre y tanto sufrimiento.
En el otro extremo ideológico se encuentra el intento de golpe de Estado del coronel Tejero en 1981, cuando un grupo de militares ultraderechistas se alzó en armas contra el Gobierno democrático establecido mediante las urnas, arrogándose el derecho y el deber de 'salvar' a España por la fuerza, deponiendo a las autoridades legalmente elegidas y sin pararse a preguntar a los españoles si querían ser salvados de manera tan peligrosa como rocambolesca. Afortunadamente, la intervención real detuvo la sublevación militar sin que se produjeran víctimas, si bien los medios militares empleados pusieron al país al borde de un conflicto de trágicas consecuencias.
El tercer acontecimiento tiene que ver con las oleadas de terrorismo provocadas por los fanáticos musulmanes integristas de Al Qaeda, el Estado Islámico (ISIS) y grupos similares que han sembrado de muerte y destrucción en ciudades y países por todo el mundo, incluyendo los trágicos atentados de Madrid del 11 de marzo de 2004, día en el que se produjeron diez explosiones en cuatro trenes de Cercanías con un resultado de 193 muertos y más de un millar de heridos. Como en el caso de ETA, no hay ningún fin religioso que pueda justificar semejante barbarie, tampoco ningún fin político, incluida la injusta situación de los palestinos, la ocupación ilegal de tierras por parte de colonos judíos, las cárceles ilegales establecidas en Guantánamo por los norteamericanos etc., sin olvidar la temeraria implicación de Aznar para hacerse ver con Bush y Blair en la Cumbre de las Azores, que precipitó la invasión de Iraq, argumentando una supuesta existencia de armas químicas que nunca se llegó a demostrar, y poniendo el afán de notoriedad del presidente español a nuestro país en la diana de los grupos terroristas de una manera absolutamente improcedente e innecesaria.
Para terminar por donde empezamos, el tema catalán nos afecta a todos de manera inevitable y no parece entrar en vías de solución, lo que es más, las escenas de violencia contempladas en los medios con la destrucción de mobiliario urbano, la quema de contenedores y vehículos, la agresión a las fuerzas del orden con métodos de guerrilla urbana, el corte de carreteras, la paralización de los aeropuertos, las agresiones a los periodistas... no existe fin que pueda justificar esos medios, mientras que un gobernante que no gobierna, un personaje que ni siquiera tiene en consideración a más de la mitad de los catalanes, se comporta como si fuera un CDR, se permite desobedecer al Tribunal Supremo o al Constitucional cuando le viene en gana, y tan solo obedece al turista de Waterloo, que vive a cuerpo de rey describiéndose como exiliado político y ahora presume de impunidad como diputado europeo con su recién adquirida inmunidad.
Finalmente, muchos desconfiamos de los medios que empleará el presidente en funciones para asegurarse la gobernabilidad, un fin lícito y loable, qué precio tendrá que pagar a Podemos y, sobre todo, a los nacionalistas vascos y catalanes, cómo podrá lograr la estabilidad política con la abstención de ERC, un partido cuyo principal objetivo consiste en romper la integridad de España sin consultar a los españoles; los medios que utilice tendrán que justificarse por sí mismos y no nos vale el que cualquier medio vale para mantenerse en el poder.
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