DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - REVISTA BLANCO Y NEGRO - Nacho Vigalondo . / Las rutas Capone - La India oculta: Tierra de montañas,. / Un país mágico - Galicia y recorre el Camino de Santiago. / Diario de un nómada - Caminando sobre las olas ,. / Un trío en la cocina - Tenedor y mochila Destino Nueva York. / Documentos TV - Kalipay, la alegría de los niños,.
TITULO:
DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - REVISTA BLANCO Y NEGRO - Nacho Vigalondo ,.
DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - REVISTA BLANCO Y NEGRO - Nacho Vigalondo . , fotos,.
Nacho Vigalondo ,.
Nacho Vigalondo: "Me importa un pepino el prestigio",.
Nacho
Vigalondo. Cabezón de la Sal, 1977. Director. Todos nos hacemos mayores
y el que fue chico prodigio es ahora mentor de jóvenes talentos en La incubadora, el proyecto de desarrollo de películas de la ECAM. Se lo toma a risa. Un poco como todo.
¿Estás harto ya de hablar de coronavirus, confinamiento y desescalada?
Claro.
Como las velocidades bajo las que vivimos son las que son, uno podía
predecir ya cuando el coronavirus estaba en su pico que, en un par de
semanas, sería una cosa completamente demodé. Antes incluso de
que desapareciese como amenaza. En todas las entrevistas que hice
durante el confinamiento me preguntaban si había pensado en hacer una
película sobre el coronavirus, pero la idea da pereza. Primero, porque
das por hecho que todo el mundo está acariciando la misma cuestión y,
segundo, que todo el mundo va a estar agotado de esta historia mañana
antes de las cuatro de la tarde.
Además, tú ya hiciste una peli sobre un confinamiento: 'Extraterrestre', en 2012.
Sí.
Yo creo que la maldición de mis pelis es que se adelantan siempre un
poquito a los acontecimientos. Hay directores que tienen el don de dar
en la diana en el momento adecuado, pero yo siempre me desvío un poco
hacia un futuro cercano (risas).
¿De qué has echado de menos hablar durante estos meses de monotema?
Me
he apañado bien, porque mis conversaciones habituales suelen ser sobre
temas muy afines al confinamiento. Juego mucho a videojuegos y a juegos
de mesa, que son aficiones que parecen casi una preparación para esta
época. Y cómo me gusta jugar online o mediante webcam, pues he estado haciendo lo mismo que siempre. Parece que me he estado entrenando toda mi vida para un confinamiento.
Estaría mejor confinarse ahora, que sale el 'Last of us 2'.
Te
confesaré que no había jugado al primero hasta el confinamiento.
Reconozco que es un juego al que no presté la debida atención porque
temáticamente [pandemia, zombies y apocalipsis] me parecía una cuestión
desgastadísima, pero es memorable una vez que asumes que la premisa la
has visto un millón de veces. Es como si te agota el western y por esa
razón no le prestas atención a Sergio Leone a finales de los 60. Te
estarías perdiendo algo muy grande. Estoy deslumbrado por la primera
parte, así que la segunda me va a desintegrar.
En el proyecto de 'La Incubadora' ejerces de mentor de un
director joven, Yayo Herrero. Hace no tanto, la joven promesa eras tú...
Hace
dos días... y ahora soy Gandalf. Es innegable que me hago viejo. Cuando
haces cortos y luego pelis, lo normal es que estés rodeado de gente que
también hace cortos y luego pelis; gente que se está partiendo el cobre
a la vez que tú. Eso convierte en algo muy habitual ayudarnos unos a
otros. Aunque es verdad que pasa más cuando eres más joven, luego ya
llega la pereza y no tienes la misma energía que con veintitantos,
cuando estabas deseoso de que te cuestionaran y de cuestionar tú a los
demás. Esta experiencia de mentor me hace sentir mayor, pero también me
retrotrae a una etapa más joven de mi vida. Es un curioso pliegue en el
tiempo.
Cuando alguien me pide un consejo para escribir, nunca sé muy
bien qué decir aparte de "lee mucho y elige bien qué copiar". ¿Pasa algo
similar con el cine?
Al escribir un guión o hacer una película, por muchas pelis que hayas visto, por muy pelao
que tengas el culo y muy grande que sea tu videoteca, es probable que
hayas incluido errores flagrantes que sólo detecta alguien de fuera. Una
herramienta fundamental a la hora de escribir y rodar es la distancia y
tú no la tienes. Necesitas una mirada externa menos viciada que detecte
errores, a veces tan sencillos como que algo no se entiende. Y lo vemos
en obras de gente consagrada, sólo que no lo decimos porque son
intocables. Por ejemplo, muchas cosas de la última de Tarantino, de
hacerlas un recién llegado lo colgamos de la horca más alta.
Llámame avispado, pero sospecho que no te gustó 'Érase una vez en Hollywood'.
Es
una película confeccionada desde un trono, desde la seguridad de que va
a ser bien recibida. Siempre diré que el Tarantino de los 90 estaba
aterrorizado por la necesidad de embrujar a las masas y ese terror era
lo que hacía que sus películas tuvieran un rigor increíble. Ahora me
parece que está muy tranquilo... y con razón. Escribe desde un trono,
pero es un trono que ha levantado él ladrillo a ladrillo.
Me gusta que saques a Tarantino, porque tengo la sensación de
que ese trono que en EEUU nadie discute, aquí le hubiera costado más.
Creo que a directores como tú, con un perfil menos intenso y de cine de
género, España les racanea el prestigio.
Los que, gracias a
Dios, tenemos una personalidad definida es como si nos posicionáramos
políticamente. De inicio, hay gente a la que vas a gustar y gente a la
que vas a provocar cierta repulsa. Y cuanto más radical sea tu proclama,
más repulsa. Es verdad lo que dices, pero creo que posicionarse
firmemente siempre beneficia más que perjudica. Así como hay géneros que
puede concederte el prestigio instantáneo, que tiende a diluirse con el
paso del tiempo, otros, como el terror, funcionan diferente. Si haces
un clásico del terror, te lo van a reconocer dentro de unos años. Que
levante la mano la persona que anticipó el día de su estreno que Halloween
se convertiría en un clásico. Recuerdo una época en la que John
Carpenter era un hombre cuestionado, su aura legendaria se ganó estando
yo ya vivo. O lo de Sergio Leone, que es flagrante. En mi infancia,
hablar de Leone era como hablar ahora de Michael Bay. Hay ejercicios que
te confieren un prestigio inmediato y otros que se maceran con el paso
del tiempo, pero, desde la sinceridad más visceral, sostengo que me
importa un pepino el prestigio.
Hombre, un poquito siempre se agradece...
A ver, por
supuesto que me gustaría estar en un futuro en un panteón de nombres,
pero no me permitiré a mí mismo mover un dedo en función de esa lujuria.
Si empezara a hacer películas con la oreja puesta en la gloria y la
aprobación, lo más probable es que hiciera ejercicios absolutamente
falsos. De eso es de lo que hay que protegerse. El sector que nunca
debería hablar de prestigio es el de los propios artistas, porque si
empezamos a pensar en esos términos, perdemos la sinceridad. A mí me
resulta tan sospechoso el autor que sólo tiene en mente las cifras de
taquilla del primer fin de semana como el que está telegrafiando la
película para que se la seleccionen en un festival. Me parece un pecado
reducir tus películas a meras herramientas para conseguir unos
objetivos.
Desde
'Colossal', en 2017, no diriges una película y has estado haciendo
muchas series ('El vecino', 'Justo antes de Cristo'...). Hace unos años
te leí que no creías que le tele te pudiera llenar. ¿Ha cambiado el
medio o tu necesidad?
El medio. Que alguien de mi perfil sea
sugerido para hacer televisión es un cambio de paradigma absoluto. Es
muy sorprendente que alguien con el tipo de producto que hago yo, pueda
decir no a algunas cosas porque está haciendo otras. Me parece una
locura que ahora me sobre trabajo. Yo sigo dando vueltas a la misma
manivela, pero es el torno el que ha cambiado. Es un regalo. Si hace
unos años me dicen que no voy a volver a estrenar en salas, me lo
hubiera tomado como una puñalada al corazón; ahora no me importa.
¿Ahora sí crees que no vas a volver a estrenar una película en sala de cine?
Ya
antes del coronavirus. El circuito tradicional de salas se ha limitado a
un tipo de producción que, en un principio, no es la mía. No es la que
me representa. Así que lo tengo asumido hace tiempo. El auténtico miedo,
vamos a hablar claro, no es dejar de estrenar en salas, es dejar de
trabajar, y ahí las cosas me van bien. Me parecería un poco cretino que
alguien de mi perfil llorara por no estrenar en salas.
¿Te ha costado menos sacar adelante tus películas en EEUU que en España?
Mis
películas siempre han tenido una relación un poco accidentada con las
salas aquí... lo que me convierte en un director de cine normal.
Hablemos del fenómeno de la retrocensura, con casos recientes
como el de 'Lo que el viento se llevó' o 'Fawlty Towers'. ¿Es un peligro
para la cultura o una anécdota magnificada?
Con Lo que el viento se llevó, primero
se anunció que la habían retirado de HBO y, en esta realidad ciberpunk
en la que vivimos, ya no hay múltiples formas de ver una película, hay
una concentración creciente en forma de oligopolio para acceder al
contenido. Así que si desapareces de un catálogo, cada vez es más
parecido a que te borren de la historia. Y ahí me asusté. Pero luego no
era para tanto, sólo iban a poner una cartela explicando el contexto. Me
sorprendió que tanta gente se indignara por una cartela de 10 segundos
en Lo que el viento se llevó, diciendo que nos estaban tratando
como a niños, cuando es una película emblemática de sobremesa para toda
la familia. En dos días, hemos pasado de hacer una lectura
completamente ignorante de la película a dar por hecho que es
condescendiente que nos la expliquen. Pasamos de no enterarnos de nada a
ser unos enteradillos. Si todo el mundo fuera como nosotros, con
nuestra edad y nuestros conocimientos, sería estúpido poner una cartela,
pero pensar que todo el mundo es como nosotros es un acto de vanidad
total.
Te van a decir que eres un buenista sometido a la corrección política...
El
término incorrección política se ha devaluado muchísimo. Esos que ahora
se autodefinen como políticamente incorrectos son los tíos
políticamente correctos de hace 20 años, que se han hecho viejos y
demandan que vuelvan los chistes de mariquitas porque quieren que todo
sea como antes. Esa incorrección política es nostalgia pura y dura de la
peor calaña. Pasa incluso entre los comediantes: cuando uno echa de
menos la libertad de antes, en el fondo está pidiendo permiso para
repetir los chistes. Eso ya está hecho. Que haya unas transformaciones
tan profundas en la percepción de tantas cuestiones es campo abonado
para nuevos chistes. ¡Hagámoslos!
Viendo a Miguel Bosé o Bunbury entregados a la conspiranoia,
¿damos demasiada importancia a la opinión de los artistas sobre temas no
artísticos?
Lo que pasa es que como sociedad todavía no hemos
sido lo suficientemente educados en el privilegio que supone callarse.
Mis momentos más lúcidos son cuando no hablo sobre cuestiones de las
que, claramente, tengo un conocimiento limitado. Cuando eres niño crees
que la sabiduría es una sustancia que se va acumulando, pero cuando te
haces viejo descubres que la sabiduría es ser consciente de todo lo que
no sabes.
Ya, pero ¿y lo que nos reímos?
Eso sí. Recuerdo una
entrevista a Nacho Cano en la que le preguntaban por la música actual
que escuchaba. Y dijo que él tenía a un colega que le seleccionaba las
cosas que iba a oír. No buscaba y elegía él, como el resto de nosotros.
Lo que quiero explicar con esto es que, a partir de un grado de gloria y
prestigio, puede que sea inevitable que tu relación con la realidad
cambie y tus filtros sean muy diferentes a los del resto de la gente. El
que ha hablado a Miguel Bosé y a Bunbury del 5G y los microbios igual
es el mismo tío con sombrero de paja y una pluma. Y, claro, pasan estas
cosas.
TITULO: Las rutas Capone -La India oculta: Tierra de montañas,.
La India oculta: Tierra de montañas,.
foto / Tierra de Montañas muestra la diversidad desde el techo del
mundo en el Himalaya, a los grandes ríos, desiertos y selvas tropicales.
La variedad de su fauna, que en duras condiciones climatológicas,
tienen que sobrevivir en invierno pasa a la primavera convirtiéndose en
el Valle de las Flores.
TITULO: Un país mágico - Galicia y recorre el Camino de Santiago.
El sabado -20- Junio a las 18:30 por La 2, foto,.
Galicia y recorre el Camino de Santiago.
También descubrirá la magia de Ourense y Lugo y el actor Sergio Pazos acompañará a Miguelillo en su recorrido,.
Miguelillo sigue su recorrido por España y llega esta semana a tierras gallegas en 'Un país mágico'. Ourense y Lugo serán las capitales cuyos mágicos secretos se pondrán al descubierto en una entrega que no podía dejar de pasar por el Camino de Santiago. Y todo con un guía de excepción: el actor Sergio Pazos.
Miguelillo continúa su aventura por Galicia. Después
de disfrutar de la feria del libro, Sergio Pazos acompañará al
ilusionista a descubrir la ciudad de Ourense para terminar en el Museo
del Juguete de Allariz, localidad que aunque es conocida por la leyenda
de su hombre lobo, puede presumir de muchas más sorpresas. 'Un país
mágico' las descubrirá paseando por la ribera del río Arnoya.
La siguiente parada será Lugo donde espera Bernardino Lombao y un
grupo de runners a los que Miguelillo dejará sin aliento. Para acabar,
recorrerá una etapa del Camino de Santiago, más concretamente la que
pasa por la localidad de Sarria. A pocos kilómetros de ella, se
encuentra La Casa del Alquimista, donde unos peregrinos esperan para ver
la magia que esconden estas tierras a la luz de las luciérnagas.
TITULO: Diario de un nómada - Caminando sobre las olas ,.
El domingo -21- Junio a las19:00 por La 2 , foto.
Etapa desde Gijón a Cadavedo,.
Kepa se dirige a Salinas para encontrarse con Carmen López,
una sufista invidente. Continúa su camino hacia Cadavedo, donde pernocta
en un albergue de peregrinos. En Tapia de Casariego hablará de pesca
sostenible con pescadores de la zona. Kepa termina su etapa en
Castropol.
TITULO: Un trío en la cocina - Tenedor y mochila Destino Nueva York.
fotos,. Un trío en la cocina - Tenedor y mochila Destino Nueva York ,.
Tenedor y mochila
Destino Nueva York.
-¡Un dólar!
-¡Agua fría! ¡Un dólar!
Hola.
Una botella de agua.
¿Una?
Una.
Un dólar.
Agua fría, un dólar.
Tengo... A ver... Sí, tenga.
Gracias. Buen día.
Gracias. Adiós.
Este es el viaje número veinte
de "Tenedor y mochila".
Y para celebrar este aniversario
hemos decidido ofreceros
un bonito regalo.
Ya me aparto.
¡Una gran manzana!
Nueva York, es quizá,
la capital gastronómica
de Estados Unidos,
con su capacidad para absorber
sabores del mundo entero
Cuando una ciudad o barrio
comienzan a hacerse inaccesibles,
¿qué es lo que pasa?
Que la juventud se marcha,
y con ella, la creatividad.
Y eso es lo que ha pasado
en Manhattan,
ahora es en Brooklyn
donde pasa todo,
en el barrio de Bushwick.
Parece un barrio cualquiera
y, sin embargo,
es aquí donde hay que estar.
Vamos a conocer Roberta's,
que es un restaurante.
Bueno, es mucho más que eso,
es un lugar experimental.
A ver, el patrón...
¡Hola!
¡Hola!
Hola. ¿Eres Eddy?
Sí, Eddy.
¿Eres uno de los tres propietarios
del restaurante?
Somos tres socios
y yo soy el director general.
Bien.
¿Esto era antes una pizzería?
No, no, aquí no había nada.
Era un almacén.
Ah, vale.
Todo lo que estás viendo,
lo hemos hecho nosotros,
con nuestras propias manos.
Este invernadero es la culminación
de nuestro trabajo.
Todo está construido
con materiales reciclados.
Un poco como en el almacén.
Utilizamos todo
lo que cae en nuestras manos.
Por eso siempre
está en constante evolución.
¿Qué es lo que cultiváis aquí?
¿Tomates?
Son guisantes.
¿Y lo usáis para vuestra cocina?
Sí, en el momento álgido
de la temporada,
el 35% de lo que cocinamos
sale de aquí.
¿Qué idea hay detrás de esto?
Es una idea muy sencilla:
hacer todo nosotros mismos.
No hay ninguna razón
para ir a comprar verduras
cuando las puedes cultivar
con tus propias manos.
Independiente y construida
por ellos,
el restaurante tiene
su propia emisora en el patio.
Me entrevistaron para hablar
de la cocina francesa.
Esto funciona así:
buscas una mesa
donde haya sitio libre, te sientas,
hablas con los vecinos,
y, pides,
o bien una pizza,
que son excelentes,
o un plato
de la cocina de Carlo Mariachi,
miradlo, está allí,
que es excelente.
Eso son vieiras de Nueva Jersey...
Sí...
Y esto son guisantes silvestres
del estado de Nueva York
y aquí tengo ajo fermentado.
Vamos a empezar con las vieiras.
Cuidado, que te puedes quemar.
¿Por qué decidiste preparar
en el mismo restaurante
platos gourmet y pizzas?
Me gusta dejar que la gente
pueda elegir.
Y a menudo mezclan las dos cosas.
¿Ah, sí?
Sí.
Hay que acompañar la vieira
con un poco de mantequilla.
No la cocinamos con mantequilla
porque se quemaría.
Pero la añadimos al final.
Y como la sartén está muy caliente,
es muy rápido.
Es una receta muy sencilla,
pero muy eficaz.
Ahora, le añado un poco
de aceite de oliva...
¿Y las pones a la plancha?
Sí. Ya.
¿Julie, quieres una "Coors"?
¿Una qué?
¿Una Coors?
Sí, claro...
¡Ah, esto es una Coors!
¡No lo sabía! Muy bien. Vale.
Vamos.
Bueno, vivo intensamente,
al límite.
Esto está hecho.
No me gusta la cerveza.
¡No te cortes, Julie!
¿Esto es lardo de Colonata?
No, lo hacemos aquí.
Ponemos una buena loncha...
Hasta ahora, los ingredientes
que he probado
tienen un aroma increíble.
Su interés desde el punto de vista
gustativo es evidente,
más allá del interés ecológico
e intelectual.
Es asombroso ver hasta que punto,
cuando el alimento se produce cerca,
conserva todas sus cualidades
nutricionales y organolépticas.
Es delicioso y, al tiempo,
super sencillo.
¡Listo!
Vale, bien.
Gracias.
Ya lo veis, esta pequeña paradoja
es la particularidad de la casa,
disfrutamos al mismo tiempo
de una cocina extremadamente
delicada,
con productos locales,
muy bien tratados,
que en Francia merecería
una estrella con una pizza.
En fin, todo Estados Unidos está
aquí, o por lo menos Nueva York.
¿Queréis probarla?
Esta es una pizza 100% local, ¿no?
Sí, aquí en Williamsburg,
venimos a comer productos locales
y frescos
que vienen directamente del huerto.
Y ahora empieza a haber también
restaurantes como este en Manhattan.
¿No solo hay en Brooklyn,
también en Manhattan?
-Ahora hay restaurantes que tienen
incluso sus propias granjas,
que les proveen de huevos
y productos lácteos.
¿Creéis que es una moda
o es algo que va a permanecer?
La salud se ha convertido
en un factor importante.
¿Queréis un consumo más responsable?
Sí, por supuesto.
¿Cuál es el precio medio aquí?
-Unos 55 euros.
¿55 euros? ¡No!
No, todo aquí cuesta menos
de 15 euros.
Entre ocho y quince euros.
Muy bien de precio.
Son las siete de la mañana y
nos dirigimos al Centro Rockefeller.
Grant y Samira me han invitado a
pasar el día con ellos en su camión.
Es un sweet-truck,
como lo llaman aquí; es decir,
un camión que circula vendiendo
pasteles, postres...
Enseguida lo vais a ver.
Y lo mejor de todo es
que ellos me han propuesto
que conduzca yo el camión.
Afortunadamente, tengo la motivación
de la repostería.
¡No quería frenar tan fuerte!
Perdón.
¿Necesitáis un permiso para cada
lugar en el que os paráis?
No, hay un permiso
para toda la ciudad.
¿Podéis ir donde queráis?
Sí.
¿Y no os resultaría más fácil
fidelizar a la clientela
parándoos siempre en el mismo lugar?
La verdad es que los clientes
se aburren.
Los neoyorquinos están siempre
buscando cosas nuevas.
Hemos probado a quedarnos
toda la semana en el mismo sitio,
pero hemos visto que las ventas
caían día a día.
Por eso somos itinerantes
y tuiteamos nuestra posición.
¿Qué son esas bolitas?
¿Son helados?
No, son galletas de chocolate
sin harina.
Creo que me van a encantar.
¿Me pasas la receta?
Sí, la tengo por aquí, espera.
Primero, pongo a tostar
125 gramos de nueces en el horno.
Y las saco del horno
en cuanto empiezan a oler bien,
y luego, las pico.
Después, añado 300 gramos
de azúcar glas,
y también pongo
cuarenta gramos de cacao en polvo,
una pizca de sal
y cuatro claras de huevo.
Lo mezclas todo, aunque no demasiado,
y lo dejas reposar 30 minutos
en la nevera.
Precalientas el horno
a unos 160 grados
y las dejas horneando
durante 14 ó 15 minutos.
Es importante que queden
blandas por dentro
y crujientes por fuera.
Esta es la auténtica galleta
americana.
Bueno, la galleta de Samira,
no sé si es la verdadera
galleta americana...
Voy a despertar muchas envidias,
pero ya podéis hacerlas en casa.
Me encantan así, crujientes.
Muy rica. Es como tener
a América en mi boca.
Empieza la hora punta,
así que me he puesto la gorra
para intentar hacer negocios.
-¿Podría tomar un brownie?
-Quisiera un macarrón.
Un macarrón, vale.
Me encantan.
-Sí, yo también quiero un macarrón.
Me ha convencido.
¿Dónde están los macarrones?
Son esos dulces de ahí.
Ah, vale.
¿Quieres que te lo caliente?
-Sí, por favor.
Vale. ¿Hablas francés?
Un poquito.
¿Venís todos los días?
No, la verdad,
solo estamos aquí un día.
¡Oh no!
-Quédese el cambio.
¡Gracias!
Una propina,
pero solo hago mi trabajo.
Gracias.
Señora!
¡Tiene que salir!
La señora olvidó su vuelta.
No sé lo que pretenden
pero tiene que salir.
No pueden grabar aquí.
Salga del edificio.
Vale.
Bueno, al menos lo he intentado.
Además, si se da cuenta,
no estamos lejos,
los puede recuperar.
Solo porque hayamos venido
a trabajar
no significa
que no podamos hacer una pausa,
en este caso familiar,
tengo un primo que vive aquí.
Es probable que lo conozcáis,
o al menos sus libros.
Se llama Marc Lévy
y he quedado con él
delante de su mercado favorito,
el mercado de Chelsea.
Allí está.
¡Hola, primo!
¡Hola, Julie!
¿Cómo estás?
¡Me alegro mucho de verte!
Dime, ¿aquel es tu mercado?
Sí, allí es donde hago la compra,
en el mercado de agricultores
de Chelsea,
y es el escenario
de una de mis novelas.
¿Ah, sí, de cuál?
"Las cosas que no nos dijimos".
La oficina de mi protagonista
es una de esas ventanas de allí.
Lo más fascinante del sitio es
que es una antigua
fábrica de galletas.
¿Ah, sí?
Mira la forma en la que están
hechas las paredes del ascensor...
Vaya, increíble.
Mira, esto está hecho
con los antiguos buzones de cartas...
¿De los pisos?
Sí.
Quedamos en hacer un picnic
y te recuerdo
que aún no hemos comprado nada.
Ahora nos ocupamos.
¿Qué vamos a hacer?
Verás, para demostrarte
que en Estados Unidos
no es todo comida preparada o rápida,
he pensado que sería divertido
intentar preparar algo
que es una auténtica tradición aquí,
la famosa ensalada César neoyorquina.
¡Ah, me encanta!
Y vamos a preparar en la calle.
¿De picnic? ¿La salsa la harás tú?
Sí, exacto, lo haremos todo nosotros.
¡Vaya!
Pero lo primero que tenemos que hacer
es...
¿Comprar un tenedor y...?
Pero no cualquier tenedor,
un tenedor dentro de una mochila.
¡No, has estado localizando!
Por supuesto. Fíjate.
¡Lo han hecho para nosotros!
Sí.
Voy a estar genial con esto
por todo el mundo.
¡La cueva de Alí Babá!
¿Tendremos suficiente con esto?
Tenemos todo lo necesario
para hacer una ensalada César.
Tenemos de sobra...
Aparte de lo que has comprado tú.
Tenemos lechuga romana...
Paninis...
Queso parmesano...
Mostazas, anchoas...
Huevos...
Unos pastelitos, también.
Nos hemos dejado seducir, ¿eh?
Y aceite, vinagre, sal,
pimienta y limón.
El lugar en el que estamos se llama
High Line.
Es una antigua línea de ferrocarril
que servía al Meatpacking District.
Nos encontramos en pleno universo
de Scorsese,
el barrio de los mataderos
y de las carnicerías.
¡Genial, con las vías del tren!
Con las infraestructuras
han hecho el mobiliario urbano...
¿Sí?
Y estos jardines
con estas increíbles vistas.
Ese es el río Hudson.
Este es uno de los cada vez
más numerosos espacios
que se han abierto
para los neoyorquinos.
La gente de compras, lee un libro,
escucha música, almuerza...
¿Banco o mesa?
Banco. Más cómodo para cocinar.
¿Está permitido?
Sí, aquí.
¡Vamos!
Venga...
Tenemos trabajo,
es la hora de comer.
No tardamos nada.
¿Será rápido?
Dime lo que tengo que hacer.
Muy bien.
Para empezar,
necesito que me consigas...
Vas a necesitar algo
para tirar la clara...
¡La clara ahí!
¡No!
Eso es asqueroso.
¿Por qué? ¿Hay gente debajo?
No lo sé, pero si hubiera...
¿Qué? Tiene muchas proteínas.
La yema.
Sin mirar.
Esto no lo había hecho nunca.
Listo.
Añadimos un poco mostaza.
¿Cuánta? ¿Una cucharilla de café?
Sí, una cucharilla,
y después, la pimienta...
¡Me encanta el plan del picnic!
Cuando pones pimienta,
pones bien, ¿eh?
¡Vaya!
Bueno...
Yo creo que con el parmesano y
las anchoas tenemos suficiente sal.
Pero bueno...
No pasa nada,
tenemos una docena de huevos.
Volvamos a empezar.
Sí, espero que no haya nadie debajo.
No, te lo suplico, mejor aquí.
¿Qué diferencia hay?
Debajo es menos asqueroso...
¡Listo!
¡Fantástico!
¡Vale!
¡Me encanta!
La mostaza, a ver...
La pimienta.
Si aún te queda sal, ponle sal.
¿Aceite de oliva o vinagre?
Primero las anchoas.
Ah, las anchoas.
Sí.
Te voy a enseñar un truco, mira.
Vale...
Mejor ponlo ahí para abrirlo.
¡Fantástico!
¿Para esto la prensa de ajos?
Sí.
Están buenas.
Es muy importante el limón,
sino sabría demasiado
a yema de huevo.
Nada de pan...
No, picatostes.
Van a absorber toda la salsa, ¿no?
Eso es justo lo que quiero.
¿Dados gruesos?
De pollo.
¿Así? ¿Cuántos pongo?
Pon seis.
Venga, ataca.
Qué aproveche.
Está buena.
Super rica.
¡La cantidad perfecta!
¿Cómo hacéis aquí?
Conoces los mejores rincones
de la ciudad,
pero yo tengo un amigo
que conoce muy bien Nueva York
y que también tiene algunas
direcciones que quiere compartir.
Me pregunto si ya lo conoces...
Ahí está.
¡Por supuesto!
-Hola.
¿Os conocéis?
Sí.
¿Qué tal?
¿Cómo estás?
-Bien.
¿Este es el que querías enseñarnos?
-Sí.
Un chef como tú, y nos traes
a una tienda de sándwiches...
Conozco al chef,
que tiene mucho talento,
y que hace una cocina nueva.
Es extraordinario.
Alain Ducasse ha abierto
dos restaurantes en Nueva York
cuando viene recorre
la ciudad sin descanso.
Seducido por los sándwiches
de Angelo Sosa,
le ha propuesto pasar
por sus cocinas en Francia.
Un auténtico cuento de hadas
para un cocinero.
Sus sándwiches son sublimes.
Este me ha reconciliado con el tofu.
¿Cómo descubriste este lugar?
Lo conozco desde hace mucho.
Un domingo por la tarde,
paseaba por el Soho cuando vi
a un joven en el mostrador
con el gesto preciso...
Entré y...
¿Son los mejores de Nueva York?
Claramente.
¿Seguro?
Seguro.
Ah, ¿ya habías pedido? ¡Genial!
¡Madre mía!
El trocito que he comido...
está delicioso.
Has destrozado mi régimen.
El problema es que todo
está condimentado en exceso.
Todo está más salado o más dulce
que lo que comemos nosotros.
Las porciones son más grandes
y engordas,
en una semana
he engordado dos kilos.
Hay muchísima oferta,
la comida está por todas partes
y, si no te controlas todo el tiempo,
caes en la trampa, ¿verdad?
-Incluso cuando vas a restaurantes
con estilos que te convencen,
los buscas y tienes cuidado...
El sushi...
¡Caes en la trampa!
El arroz de los sushis lleva azúcar.
Yo tengo amigos que vienen
una semana
y solo comen ensaladas
y cuando se van,
han engordado tres kilos.
¡Bien merecido!
Te vengas con los demás.
Sí.
Bueno, vamos a tomar un postre,
porque...
Es el momento, sí.
Sería una pena estar en Nueva York
y no visitar Chinatown.
No necesito explicaros
que es el barrio chino.
Es la mayor población
china en Estados Unidos.
Ahora ocupa una gran parte,
desde Tribeca
hasta el Lower East Side
y sin duda merece la pena visitar
el barrio por su lado pintoresco.
Me encanta, pintoresco.
Hoy he quedado
con una experta en la materia.
Se llama Kendie y organiza tours
gastronómicos por Chinatown.
Todo es posible.
Hola, ¿eres Kendie?
-Sí, soy yo.
Encantada de conocerte, soy Julie.
Encantada.
Yo también.
¿Qué hacemos aquí?
Vamos a empezar comprando
unas ranas vivas
para prepararlas en uno de
los mejores restaurantes cantoneses.
Son ranas transgénicas, ¿no?
¿Qué tiene de especial
la comida aquí, en Chinatown?
La comida de Chinatown
es muy auténtica y tradicional,
porque a los chinos
les gusta mantener sus tradiciones.
¿Es incluso más tradicional
que en China?
Sí, en algunos restaurante, sí,
porque en China las recetas
siguen evolucionando.
En China intentan e innovar,
¿pero aquí no?
En algunos lugares se está perdiendo
el talento
para hacer platos tradicionales.
Bueno, aquí es.
El restaurante Big Wong.
¿Las compras antes tú misma para
asegurarte de que sean frescas?
Sí.
Y a los estadounidenses,
¿les gustan las ranas?
No.
¿No?
Porque, ¿sabes?,
a los franceses nos encantan.
Sí, lo sé,
lo vi en la Wikipedia.
¿Y cómo las preparan aquí?
¿Tienen una receta especial?
No te lo van a decir.
Es su secreto.
TITULO:
Documentos TV - Kalipay, la alegría de los niños,.
Martes 16 de Junio a las 00:00 horas en La 2, foto,.
Kalipay, la alegría de los niños,.
Kalipay es el sueño hecho realidad de la empresaria Anna Balcells que
dejó su exitosa vida occidental para instalarse en Filipinas y rescatar
de las calles a los niños desahuciados. Documentos TV se acerca a este
hogar que acoge y cuida a cientos de niños de la calle, explotados
sexualmente por sus familias, cuando no reclutados por las mafias para
robar o extraerles los órganos.
Por la cálida y acogedora casa que ha abierto Anna Balcells en la isla
de Negro corretean ruidosos, decenas de niños alegres. A simple vista
nadie diría que detrás de la sonrisa de estos pequeños seKalipay es el
sueño hecho realidad de la empresaria Anna Balcells que dejó su exitosa
vida occidental para instalarse en Filipinas y rescatar de las calles a
los niños desahuciados. Documentos TV se acerca a este hogar que acoge y
cuida a cientos de niños de la calle, explotados sexualmente por sus
familias, cuando no reclutados por las mafias para robar o extraerles
los órganos.
Por la cálida y acogedora casa que ha abierto Anna Balcells en la isla
de Negro corretean ruidosos, decenas de niños alegres. A simple vista
nadie diría que detrás de la sonrisa de estos pequeños se esconden
espantosas y traumáticas experiencias, que con toda certeza arrastrarán a
lo largo de sus vidas. La misma certeza que mantendrá su recuerdo de
los días felices, que pasaron en este hogar de nombre 'Alegría'.
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