TITULO:
Maneras de educar - Los desayunos de TVE - Sabado -4- julio - Buen camino para el asesinato.
Maneras de educar - SABADO -4- Julio ,.
Programa que descubre los proyectos educativos más
innovadores del país de la mano del profesor James Van der Lust. El
espacio recorre diferentes colegios . El sabado -4- Julio ,. a las 10:15 por La 1, etc.
Los desayunos de TVE ,.
Los desayunos de Televisión Española es un programa de televisión que se emite en La 1 de Televisión Española desde el 8 de enero de 1994, de lunes a viernes, en horario matinal.
Desde el 3 de septiembre de 2018, el programa de divide en dos partes. Primero, a las 08:25 horas, Los desayunos de TVE, siguiendo el formato clásico con noventa y cinco minutos de duración. Más tarde, alrededor de las 11:55, comienza Más desayunos, un debate político que cuenta con el mismo presentador y dura alrededor de noventa minutos., etc.
Buen camino para el asesinato.
El arte no es lo mismo que la vida real, en la que todos deberían
tener la oportunidad de educarse y trabajar. El arte depende de cada
individuo.
foto / Los siete magníficos de 1960 no era un western muy bueno,
pero sí simpático. Inferior a otros de su director, John Sturges, era
una adaptación, trasladada a México, de Los siete samuráis de Kurosawa. Entre los siete, capitaneados por Yul Brynner vestido de negro, estaban algunos actores principiantes o
secundarios que después alcanzaron la fama: Steve McQueen, James
Coburn, Charles Bronson y Robert Vaughn (éste sobre todo en la serie El agente de CIPOL), todos más bien blancos. En 2016 se hizo un remake
poco apetecible con Denzel Washington, pero una noche perezosa lo pillé
en la tele y le eché un vistazo. En seguida me desinteresó, porque los
siete de ahora eran totalmente inverosímiles, como un viejo mural de la
ONU representando a las razas del globo. Aparte de Washington, negro,
había un hispano o dos, un asiático, un indio o “nativo americano” y no
recuerdo si alguien con turbante (puede que lo soñara luego). Esto, de
manera artificial y forzada, sucede cada vez más en el cine y en las
series estadounidenses, y va ocurriendo en las británicas. Si hay un
equipo de policías, suelen componerlo un par de negros o negras (por lo
general son los jefes), alguna asiática, un hawaiano, un inuit, varios
hispanos. Si la banda es de criminales, la diversidad racial se relaja:
pueden ser todos blancos, y además fumadores, puesto que son “los
malos”.
Desde la penosa ceremonia de los últimos Óscars hemos sabido a qué se debe esa convención cuasi obligada. La sexista actriz Frances McDormand hizo ponerse en pie sólo a las mujeres nominadas (imagínense que un actor hubiera invitado a lo mismo sólo a sus colegas masculinos: se lo habría bombardeado por tierra, mar y aire), lanzó un discurso y concluyó reivindicando la “Inclusion Rider”. Como nadie sabía qué era eso, se multiplicaron las consultas en Internet y a continuación ha habido un aluvión de elogios tanto a la sexista McDormand como a esa cláusula opresiva que los artistas con poder pueden imponer en sus contratos para dictarles a los creadores (guionistas, adaptadores, directores) lo que tienen que crear. Porque esa cláusula exige que, tanto en el reparto como en el equipo de rodaje, haya al menos un 50% de mujeres, un 40% de diversidad étnica, un 20% de personas con discapacidad y un 5% de individuos LGTBI. Con ello se quiere “comprometer” a la industria a que muestre en sus producciones “una representación real de la sociedad”, y a que éstas “reflejen el mundo en que vivimos”. Uno se pregunta desde cuándo el arte está obligado a tal cosa. La exigencia recuerda a la de los retrógrados que reprochaban a Picasso no plasmar la realidad “tal como era”. O a los que criticaban a Tolkien por evadirse en ficciones fantásticas. Huelga decir que, con esos porcentajes, nunca se podría haber filmado El Padrino ni La ventana indiscreta ni Ciudadano Kane ni casi nada.
La iniciativa de la efímeramente famosa “Inclusion Rider” al
parecer se debe a Stacy Smith, profesora de una Universidad
californiana, la cual se molestó en mirar con lupa, lápiz y papel
novecientas películas estadounidenses de entre 2007 y 2016, y en
indignarse al computar que el 70,8% de los personajes eran blancos,
frente a un 13,6% de negros —que, dicho sea de paso, es justamente la
proporción de la población de esta raza en su país— y un 3,1% de
hispanos. Más indignante aún: insuficientes personajes homosexuales y
transgénero. También comprobó con espanto que en los guiones hablaba una
mujer por cada 2,3 varones parlanchines. Y añadió furiosa: “Las
películas no dan a todo el mundo la misma oportunidad de aparecer en
ellas”. Uno se pregunta por qué habrían de hacerlo. El arte no es lo
mismo que la vida real, en la que, en efecto, todos deberían tener la
misma oportunidad de educarse, trabajar, ganar dinero y demás. El arte
depende de cada individuo. Cada novelista o dramaturgo escribe sobre lo
que lo inquieta o atrae o conoce, cada pintor pinta lo que le parece o
le inspira; y, si bien el cine es una industria, su éxito depende en
gran medida de los que inventan, y a éstos, desde la defunción
de la Unión Soviética y otros sistemas totalitarios, se les ha
garantizado plena libertad… hasta hoy. “Exigimos más personajes
femeninos”, se oye con frecuencia en la actualidad, “y además que sean
fuertes, inteligentes, positivos y de lucimiento”. ¿Y por qué no los
escriben ustedes a ver qué pasa —dan ganas de contestar—, en vez de
forzar a otros a que creen historias ortopédicas y falsas, de mera
propaganda, tan increíbles como las hagiografías que propiciaba el
franquismo en nuestro país? Mutatis mutandis, es como si se pidieran más Fray Escobas y Molokais,
sólo que los santos de hoy han variado. Si en mis novelas se me
impusieran semejantes porcentajes (dos de ellas cuentan con protagonista
y narradora femenina, y en todas aparecen mujeres, pero no negros ni
asiáticos ni personas transgénero, porque no están en mi mundo y
sé poco de ellos), nunca habría escrito ninguna. Si de lo que se trata
es de eso, de que se acabe el arte libre y personal, no cabe duda de que
cuantos aplauden a la sexista McDormand están en el buen camino para
asesinarlo.
Desde la penosa ceremonia de los últimos Óscars hemos sabido a qué se debe esa convención cuasi obligada. La sexista actriz Frances McDormand hizo ponerse en pie sólo a las mujeres nominadas (imagínense que un actor hubiera invitado a lo mismo sólo a sus colegas masculinos: se lo habría bombardeado por tierra, mar y aire), lanzó un discurso y concluyó reivindicando la “Inclusion Rider”. Como nadie sabía qué era eso, se multiplicaron las consultas en Internet y a continuación ha habido un aluvión de elogios tanto a la sexista McDormand como a esa cláusula opresiva que los artistas con poder pueden imponer en sus contratos para dictarles a los creadores (guionistas, adaptadores, directores) lo que tienen que crear. Porque esa cláusula exige que, tanto en el reparto como en el equipo de rodaje, haya al menos un 50% de mujeres, un 40% de diversidad étnica, un 20% de personas con discapacidad y un 5% de individuos LGTBI. Con ello se quiere “comprometer” a la industria a que muestre en sus producciones “una representación real de la sociedad”, y a que éstas “reflejen el mundo en que vivimos”. Uno se pregunta desde cuándo el arte está obligado a tal cosa. La exigencia recuerda a la de los retrógrados que reprochaban a Picasso no plasmar la realidad “tal como era”. O a los que criticaban a Tolkien por evadirse en ficciones fantásticas. Huelga decir que, con esos porcentajes, nunca se podría haber filmado El Padrino ni La ventana indiscreta ni Ciudadano Kane ni casi nada.
La sexista actriz Frances McDormand hizo ponerse
en pie sólo a las mujeres nominadas (imagínense que un actor hubiera
invitado a lo mismo sólo a sus colegas masculinos: se lo habría
bombardeado por tierra, mar y aire)
TITULO: El larguero La Ser - El Transistor Onda Cero - Liga Baloncesto - Real Madrid -97- Casademont Zaragoza-88-,.
El larguero La Ser ,.
El larguero es un programa deportivo radiofónico español, dedicado en su mayoría al fútbol, que se emite en la Cadena SER todos los días, a partir de las 23:30 horas. Su director y presentador principal es Manu Carreño.1 El programa es presentado los viernes y sábados por Yago de Vega, y excepcionalmente lo presenta Francisco José Delgado o Álvaro Benito en ausencia de ambos., etc.
El Transistor Onda Cero ,.
El Transistor es el programa deportivo creado y dirigido por José
Ramón de la Morena. Inició su primera emisión el 4 de septiembre de
2016.
Su horario es de lunes a domingo a partir de las 23.30 horas.
José Ramón de la Morena inicia esta andadura deportiva en Onda Cero con colaboradores de su anterior etapa en el Larguero de la Ser: Carlos Bustillo, David Alonso, Eduardo Pidal, Ana María Rodríguez, Aitor Gómez , Ángel Rubiano, Jorge Valdano, el ciclista Perico Delgado, el ex subdirector de As Juanma Trueba, Sebastián Álvaro Lomba , el alpinista que creó y dirigió en TVE Al filo de lo imposible, los doctores José González y Antonio Escribano ., etc.
Liga Baloncesto - Real Madrid -97- Casademont Zaragoza-88-,.
Tavares despide la Liga con récord: 43 de valoración,.
El Madrid dice adiós a la fase final con una victoria ante el Zaragoza. Jugaron los principales. Por primera vez desde 2008, fuera de semifinales. Tavares, 22 puntos, 14 rebotes y 4 tapones.
Resultado Final - Real Madrid -97- Casademont Zaragoza-88-, foto,.
Era un partido para no jugarlo, pero se tuvo que disputar. El Madrid conoció su eliminación tras la victoria del Valencia ante el Granca y luego saltó a la cancha, algo que no le había pasado antes a una plantilla ganadora
acostumbrada a depender de sí misma hasta el bocinazo final. La novedad
del formato ha contribuido a este hecho único. Pero no quedaba otra:
desilusión por el KO y a pasar el luto sobre la pista de La Fonteta, frente a un Casademont Zaragoza en circunstancias parecidas,
aunque no tan extremas. Los de Fisac ya llegaban con la eliminación
digerida días antes y mucho menos afligidos, porque, pese a ser terceros
cuando sobrevino el parón, intuían una reanudación dura por las bajas
de DJ Seeley, Jason Thompson y Fran Vázquez.
En toda la era Laso el Madrid ha tenido grandes éxitos, hasta 19 títulos, y tropiezos sonados, como cuando cayó en 2016 ante el Fenerbahçe en cuartos de la Euroliga sin paliativos, pero con su afición en pie aplaudiendo por todo lo que le había dado su equipo. O la derrota en la Liga de 2017, también en Valencia. Esta vez, sin embargo, ni apoyo de su hinchada ni celebración ajena, sino que se fue en silencio a rumiar el duro desenlace con la victoria en el bolsillo.
En toda la era Laso el Madrid ha tenido grandes éxitos, hasta 19 títulos, y tropiezos sonados, como cuando cayó en 2016 ante el Fenerbahçe en cuartos de la Euroliga sin paliativos, pero con su afición en pie aplaudiendo por todo lo que le había dado su equipo. O la derrota en la Liga de 2017, también en Valencia. Esta vez, sin embargo, ni apoyo de su hinchada ni celebración ajena, sino que se fue en silencio a rumiar el duro desenlace con la victoria en el bolsillo.
Tavares, el MVP en el adiós a la Liga, frenó la reacción. El pívot quería guerra, echaba ya de menos las semifinales: 22 puntos, 14 rebotes, 3 asistencias, 4 tapones y 43 de valoración. Este último dato es su récord personal. Hasta la temporada que viene con una monstruosa estadística. El cierre lo echó Campazzo con un triple desde unos 20 metros tras lanzar en la última décima dentro de su propia línea de tres y de gancho. ¿Su despedida de blanco y la de Deck? En el Madrid esperan que no.
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