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LAS HUCHAS DE LAS MONEDAS - Solo sé que no sé nada ,.
LAS HUCHAS DE LAS MONEDAS - Solo sé que no sé nada,. ,
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Solo sé que no sé nada,.
Más de dos millones de trabajadores, pendientes de la subida del salario mínimo,.
El Gobierno intentará pactarlo con los agentes sociales después de que haya subido un 30% en los dos últimos años,.
Pensionistas y jubilados ya saben cuánto cobrarán el año que viene. Las nóminas de más de 12,5 millones de españoles subirán un 0,9% en 2020 después de que el Gobierno así lo haya decidido para que no pierdan poder adquisitivo, ya que estiman que los precios se elevarán también en ese porcentaje. Sin embargo, más de dos millones de trabajadores, precisamente los más vulnerables, aún están a la espera de saber si sus salarios subirán con el nuevo año, o no.
Son el eslabón más débil del mercado de trabajo español, aquellos que cobran la remuneración más baja permitida por ley. El Ejecutivo intentará pactar con los agentes sociales cuál será el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para 2021 ya que no lo incluyó en los Presupuestos Generales del Estado.
Sin embargo, esto no tiene por qué significar que se mantendrá congelado en los 950 euros al mes. Su propósito es que sean los sindicatos y la patronal quienes acuerden la nueva subida, en caso de que la haya. Para ello, el Ministerio de Trabajo les convocará formalmente para esta próxima semana o la siguiente. Así lo aseguró recientemente el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, quien precisó además que desde su departamento ya han iniciado algunos de los trámites formales vinculados al salario mínimo. «El Ministerio lo que quiere es escuchar al diálogo social y que sean ellos los que establezcan los criterios», explicó el número dos de Yolanda Díaz, que apuntó que, «una vez valorado en su conjunto», harán la propuesta.
El Gobierno guarda por ahora silencio sobre las informaciones que se publican a este respecto: las que apuntan a que habrá una congelación y las que señalan que la intención de la ministra de Trabajo es elevarlo a 1.000 euros al mes. Fuentes del Ministerio precisaron a este periódico que no tienen sobre la mesa ninguna cifra y que están a la espera de lo que propongan ahora los agentes sociales.
El Ejecutivo quiere conseguir otro gran acuerdo –sería el séptimo de la legislatura– en el seno del diálogo social, al igual que sucedió cuando pactaron subirlo este año a los 950 euros. Pero esta vez lograrlo parece más complicado. La patronal ha mostrado su total oposición a un nuevo incremento en un momento en el que las empresas atraviesan una delicada situación a consecuencia de la pandemia y en el que aún hay casi 750.000 trabajadores en ERTE que se suman a los casi 370.000 nuevos parados de esta crisis sin precedentes.
Sería «un suicidio»
«Ahora no es el momento», repite casi a modo de mantra el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. Es la misma respuesta que da cuando le hablan de reforma laboral o de subir impuestos. Desde la patronal advierten que impactaría negativamente en los sectores más afectados por la pandemia y ahora la prioridad tiene que ser la recuperación económica.
Los empresarios se oponen a un nuevo alza mientras los sindicatos quieren acordar los incrementos hasta 2023
Más crítico aún se mostró el presidente del Círculo de Empresarios, John de Zulueta, quien dejó claro que solo tendría consecuencias negativas para el empleo o para elevar la economía sumergida y advirtió que «en un momento tan crítico para la viabilidad de las empresas y de los puestos de trabajo, un alza de impuestos y una subida del salario mínimo es un suicidio».
Los sindicatos, por su parte, se muestran en esta ocasión más flexibles que otras veces aunque descartan una congelación. A falta de consensuar una postura conjunta, desde CC OO no quieren poner un porcentaje concreto y defienden llegar al 60% del salario medio a final de legislatura. Abogan así por modular los incrementos en los próximos tres años. Desde UGT piden al Gobierno que inicie las negociaciones para incrementar el salario mínimo hasta superar los 1.000 euros en 2021 y así recuperar la economía y disminuir la pobreza y la desigualdad.
Es más. El Gobierno se comprometió en su acuerdo de investidura a elevar el salario mínimo a 1.200 euros, un objetivo que ahora puede estar en peligro tras la pandemia. Porque subir el SMI supone también elevar las cotizaciones sociales en un momento delicado para las empresas: las bases mínimas se elevan en el mismo porcentaje. Y es que en los dos últimos año la remuneración más baja permitida por ley se ha elevado casi un 30%. Un 50% en la última década, al pasar de los 633,3 euros en 2010 hasta los 950 euros de la actualidad. Y tendrá que subir otro 26% si el Ejecutivo cumple finalmente con su promesa.
Mujeres andaluzas que trabajan en el sector servicios son las principales beneficiarias del SMI,.
Mujeres de mediana edad que trabajan en Andalucía en el sector servicios son las principales beneficiarias del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), según un informe publicado por CCOOtras la última subida de este año. El estudio –elaborado por el sindicato con datos extraídos de la EPA anual de 2018– resalta que hay en torno a dos millones de trabajadores que cobran la remuneración más baja que hay en España. Fuentes del Gobierno lo rebajan hasta el millón y medio, aunque cuando se aprobó el incremento de 2018 el Ejecutivo de Mariano Rajoy cuantificó en casi dos millones y medio los afectados, de los cuales entre 750.000 y 800.000 pertenecían al sistema especial agrario y 400.000 al sistema especial de empleadas de hogar, tal y como se publicó entonces en el BOE.
De los dos millones de empleos en los que impacta el SMI, 1.542.000 son a tiempo completo, según el estudio elaborado por CCOO.
La mayor parte de las personas que cobran el salario mínimo son mujeres, prácticamente seis de cada diez, puesto que ellas son las que tienen por lo general empleos más precarios (y eso que en esta estimación no se contabilizan los trabajos a tiempo parcial, que seguro aumentaría aún más este porcentaje). Concretamente, son casi 900.000 las que han firmado contratos a tiempo completo con la remuneración más baja del mercado, un 57,6% del total. Pero, contrariamente a lo que suele pensarse, no son los jóvenes el grupo más numeroso, sino que se trata de las personas de mediana edad, aquellos que tienen edades comprendidas entre los 35 y los 54 años, que suponen casi el 40% de los que se beneficiaron este año de la subida a 950 euros. La incidencia entre los jóvenes menores de 25 años se reduce al 29,4%, es decir, tres de cada diez beneficiarios, menos de 200.000 personas.
Por regiones, Andalucía concentra el mayor número de trabajadores peor remunerados, pues en esta comunidad residen casi uno de cada cuatro beneficiarios del salario mínimo (364.000 afectados), seguido de Madrid (236.000) y Cataluña (193.000).
Si se analiza por sectores, tres de cada cuatro contratados con salario mínimo trabajan en el sector servicios, donde se concentran casi 1,2 millones de los trabajadores a tiempo completo. El segundo sector más afectado es el de la construcción, que aglutina a algo más de 200.000 personas, mientras que 91.000 pertenecen a la industria y otros 50.000 a la agricultura.
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LOS 50€ BILLETES - BILLETE 1.000 PESETAS - LOS ARBOLES PERDIDOS - La UE mantendrá la barra libre durante todo 2021,.
LOS 50€ BILLETES - BILLETE 1.000 PESETAS - LOS ARBOLES PERDIDOS - La UE mantendrá la barra libre durante todo 2021 ,. , fotos.
La UE mantendrá la barra libre durante todo 2021,.
Bruselas cifra en 4,2 billones el impacto hasta la fecha de sus medidas contra la covid; más del 30% del PIBde la UE,.
No hay una fecha que marque con precisión quirúrgica el momento en el que la Comisión Europea asumió que tendría que mantener abierta la barra libre del gasto también en 2021. Durante la primera sacudida del coronavirus, el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, se mostraba reacio a concretar cuándo se retomaría el debate para restablecer las normas del pacto de estabilidad y crecimiento.
Y con la segunda ya ha dejado claro no sólo que ese momento aún no ha llegado, sino que tardará en llegar. De hecho, los presupuestos nacionales del próximo ejercicio se construyen bajo la premisa de que las reglas de déficit y endeudamiento seguirán diluidas. El mensaje es claro: medidas fiscales expansivas elegidas «con cuidado», pero orientadas a impulsar «el crecimiento» en un contexto postpandemia.
La 'cláusula de escape' es como se conoce a este mecanismo de liberación para los Estados. A diferencia de lo sucedido en la anterior crisis, con la pandemia se les anima a proyectar sus políticas ignorando un techo de déficit del 3% y un endeudamiento en el entorno del 60% del PIB. Fue el primer botón que pulsó el Ejecutivo de Ursula von der Leyen para atenuar los efectos de la pandemia. Y cumplido el primer año de su mandato, parece claro que será uno de los últimos en desactivarse para conseguir una evolución postcoronavirus con trazo de raíz cuadrada: consumado el gran desplome, con rebote parcial y recuperación lenta aunque sostenible.
Fue el 20 de marzo cuando la Comisión Europea acordó formalmente proponer la activación de esta salvaguardia del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Tras su aprobación por el Consejo, permite a los Estados adoptar medidas para hacer frente a la crisis de forma adecuada «apartándose de los requisitos presupuestarios que se aplicarían normalmente en virtud del marco presupuestario europeo», se señala. Según los propios cálculos del Ejecutivo comunitario, este paraguas ha permitido articular medidas de respuesta contra la covid-19 por un valor superior a los 575.000 millones de euros de un arsenal total movilizado hasta la fecha que alcanza los 4,2 billones, una cifra que representa más del 30 % del producto interior bruto de la UE .
El programa SURE que da cobertura a las ayudas estatales para los ERTE y autónomos, ha abierto el camino al 'endeudamiento solidario' en la UE. La Comisión ha realizado en menos de un mes tres emisiones de deuda en el mercado de capitales para cubrir un fondo que ascenderá a 100.000 millones de euros. Todas se han cubierto con gran demanda. Hasta la fecha ha captado 39.500 millones de euros. España ha recibido ya 7.000 millones, una pequeña parte de los 21.000 millones de euros que le corresponderán con este programa.
Esta fórmula de endeudamiento se reproducirá a una escala muy superior cuando obtenga autorización para buscar los 750.000 millones del plan de recuperación –en estos momentos bloqueado por Polonia y Hungría– conocido como 'Next Generation EU'. De acuerdo con las normas fijadas para la histórica operación, el reembolso del capital prestado debería completarse antes del 31 de diciembre de 2058. El Ejecutivo de Von der Leyen estima que la inversión movilizada con este plan aumentará los niveles del PIB real de la UE en aproximadamente un 1,75% en 2021 y 2022, llegando a un 2,25 % en 2024. «Esta oleada de inversiones creará hasta 2 millones de puestos de trabajo de aquí a 2022», defiende.
Dada la «gran perturbación» que sufre la economía, la otra tecla que pulsó Bruselas fue la que flexibiliza las normas de las ayudas estatales. Un marco temporal que contempla subvenciones directas, ventajas fiscales selectivas y anticipos. Los Estados miembros podrán establecer regímenes de asistencia para conceder hasta 800.000 euros a una empresa a fin de hacer frente a sus necesidades urgentes de liquidez. También se autoriza a que ofrezcan garantías para que los bancos sigan concediendo préstamos a los clientes que los necesiten; la concesión de préstamos directos a las empresas con tipos de interés reducidos; o la posibilidad de otorgar salvaguardias a los bancos que canalizan la ayuda estatal a la economía real (dejando siempre claro que las ayudas son a los clientes, no a las entidades). Este conjunto de medidas habrían supuesto hasta la fecha 3,045 billones de euros. Pero con un impacto desigual.
Porque tienen que ver con el margen presupuestario de cada Estado. Y aquí Alemania, hace apenas un mes, se destacaba como el que había concentrado el 52% del valor total de los subsidios entregados a sus empresas. Desde que estalló la pandemia, la Comisión Europea ha dado luz verde a más de 320 planes nacionales de ayudas públicas excepcionales. Más de la mitad las ha firmado el gobierno de Angela Merkel; el 15% Italia, el 14% Francia y en torno a un 5%, España.
La ayuda del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) en el marco de la crisis provocada por la pandemia asciende a 240.000 millones y tiene la condición de 'precautoria'. Se trata de una oferta de préstamos a devolver en 10 años con un tipo de interés del 0,115% que la Comisión computa como 'salvavidas' en este primer año de mandato de Alemania. El matiz está en que ninguno parece querer utilizarlo. Los 1,350 billones del fondo de emergencia contra la pandemia (PEPP) del Banco Central Europeo han sido claves para la estabilidad de la deuda pública. «Los tipos de interés de nuestra deuda están en niveles bajos récord», destacaba esta misma semana la vicepresidenta Nadia Calviño. España podría utilizar hasta 24.000 millones para financiar «costes directos e indirectos» provocados por el patógeno.
La ComisiónEuropea también ha movilizado 70.000 millones de euros directamente con cargo al presupuesto de la UE para apoyar los sistemas sanitarios, la investigación, las pyme y a socios exteriores de la UniónEuropea. Además, en este primer año se ha habilitado un fondo de 200.000 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones y el Fondo Europeo de Inversiones (que con los programas del MEDEy el destinado a los ERTE completan la llamada 'triple red de seguridad'). Supone más del doble de lo que el BEI facilitó en todo 2019, alrededor de 63.000 millones de euros.
1,75%: es el incremento en los niveles de PIB real de la UE para 2021 y 2022 resultado directo del impacto de las ayudas del Plan de Recuperación; los 750.000 millones que la Comisión financiará en los mercados. El empuje al PIB de 2024 alcanzaría el 2,45%,.
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