domingo, 27 de febrero de 2022

Comando actualidad - El precio del gas ,. Jueves- 24- Febrero ,. / LAS GAFAS ROJAS - Los algoritmos no predicen la estupidez humana (aún) ,. / EN PORTADA CRONICAS MUJERES VIAJERAS - El futuro despega en Jaén , Jueves -24 - Febrero,.

 

TITULO: Comando actualidad - El precio del gas , Jueves -24- Febrero .

El precio del gas ,   - Jueves -24- Febrero  , 23.40 - después de Néboa’, en La 1 / foto,.

 El precio del gas,.

La subida del precio del gas protagonista de 'Comando actualidad'

La subida del precio del gas centra los reportajes de 'Comando Actualidad'. Casi el 80% de la energía que necesitamos en España llega de fuera. Si nos fijamos en el gas natural, el porcentaje que importamos se eleva hasta el 99%. Son datos de la Unión Europea que ponen en evidencia nuestra dependencia energética del exterior. Con el cierre del grifo entre Marruecos y Argelia, el frío invierno, los precios escalando y 15 millones de hogares españoles usando gas natural o bombona de butano, ¿qué alternativas tenemos? Caldear la casa es lo que más gas requiere, un 60% del total, seguido del agua caliente y de la cocina. ¿Seguirán escalando los precios?

Quien tiene un metanero, tiene un tesoro

“Lo más complicado es la entrada a puerto, hay que mantener la sangre fría y la concentración”, dice José Luis, patrón marítimo. Lo cuenta sin retirar la vista del metanero al que escolta a su llegada al puerto de Huelva. El barco gasero tiene 299 metros de eslora y en su interior alberga miles de litros de gas natural licuado. El mismo que después calienta el agua de nuestra casa. “Últimamente llegan muchos, “cada vez más”, asegura José Luis. Con el corte del gasoducto entre Argelia y Marruecos ha aumentado la cantidad de gas que recibimos en buques metaneros.

El valor del gas

Al año se venden en España 68 millones de bombonas de gas butano, ocho millones de españoles siguen usando este combustible. “El butano está en nuestro ADN”, asegura Manuel. Lleva la bombona al hombro y 35 años repartiendo butano. El precio de la bombona naranja lo regula el Estado cada dos meses. El año 2021 terminó con su precio más caro: 14,89€ la de propano y 16,92€ la de butano, rozando máximos históricos.

En España hay 89.000 vehículos que funcionan con gas. Nacho es propietario de un taller en el que transforman los motores convencionales, de gasolina o diésel, en motores con gas. El cambio cuesta entre 1.200 y 1.900 euros. “El gas es el carburante perfecto de transición a lo eléctrico”, asegura Nacho, y “su precio es la mitad que el de la gasolina”, remarca.

Con la monda de las patatas, la piel del calabacín y restos de zanahorias, Carlos produce su propio gas. Lo hace con un biodigestor, un aparato que le ha costado 800 euros y que es capaz de convertir en gas todos los residuos orgánicos que genera y que tiene instalado en el jardín de su vivienda. Según el INE, cada español genera 500 kilos de basura al año. ¿Podríamos utilizarlo para ahorrar? “Yo he notado ahorro porque ya no utilizo butano ni fosa séptica”, cuenta Carlos mientras cocina un cous cous.

 

   TITULO: LAS GAFAS ROJAS - Los algoritmos no predicen la estupidez humana (aún),.

LAS GAFAS ROJAS -Los algoritmos no predicen la estupidez humana (aún)  , fotos .

 

Los algoritmos no predicen la estupidez humana (aún),.

Crean noticias falsas, invierten en Bolsa y pronostican atascos, pero nuestra espontaneidad se les escapa,.

Los algoritmos no predicen la estupidez humana (aún)

El desconocimiento sobre qué son y cómo funcionan los algoritmos nos lleva a atribuirles capacidades que muchas veces no tienen. Se habla de ellos como si fueran oráculos que vaticinan el futuro y controlan lo que hacemos y, aunque en muchos casos es cierto, también tienen sus límites y engañarles es relativamente sencillo. 

 Resultat d'imatges de gafas rojas

Lo demostró hace poco el artista alemán Simon Weckert, que consiguió burlar el algoritmo que utiliza Google Maps para predecir el tráfico. Lo que hizo fue conectar 99 móviles a la aplicación de forma simultánea, meterlos en un carrito y pasear con ellos por Berlín. Entonces, los dispositivos empezaron a mostrar en rojo las calles vacías que él atravesaba, como si hubiera mucho tráfico, y en las pantallas emergieron rutas alternativas para que los conductores evitasen el supuesto atasco.

Es solo un ejemplo pero también una prueba de que la inteligencia artificial no es infalible. «Los algoritmos pueden anticipar algunos de nuestros gustos o buscar soluciones a una partida de ajedrez o a un caso penal, pero la vida está llena de situaciones imprevisibles que se les escapan. ¿O alguien vio venir el 'Brexit' y la victoria de Donald Trump?», cuestiona la periodista y escritora Marta García Aller, que acaba de publicar 'Lo imprevisible' (Planeta), un relato que explora los límites que los algoritmos aún no han logrado traspasar. Para ello, la autora ha entrevistado a un centenar de expertos en distintas materias, como matemáticos, psicólogos, filósofos, abogados, ingenieros, lingüistas o humoristas, entre otros.

«No podemos esperar que la inteligencia artificial piense y decida por nosotros»

Marta garcía aller

Así ha confirmado que hay algoritmos para todo. Los que generan noticias falsas, invierten en Bolsa, anticipan a quién vamos a votar, componen música o predicen los delitos, los atascos, y hasta los orgasmos. Pero también que esta tecnología está lejos de entender el sentido común, el humor o la estupidez.

«Los humanos tendemos a repetirnos, de ahí que los algoritmos aprendan a anticipar nuestro comportamiento, pero también somos espontáneos», añade. «La inteligencia artificial no es un poder inequívoco, así que no podemos esperar que piense y decida por nosotros. Es solo una herramienta para hacernos la vida más fácil, pero la responsabilidad moral de las decisiones ha de quedar del lado de las personas».

De ahí que entender la capacidad y los límites de los algoritmos sea tan necesario para decidir cuáles deberíamos explotar y cuáles restringir por nuestro propio bien. Ya no vamos a poder vivir sin ellos, así que lo mejor será conocer cómo nos influyen. Sobre todo porque, al estar programados por personas, pueden reproducir sesgos discriminatorios perjudiciales que ni siquiera entienden. Al fin y al cabo, el razonamiento, la empatía o la imaginación siguen siendo valores puramente humanos.

¿Cuáles son los límites de los algoritmos?

La salud

¿Predijeron esta pandemia?

Parecía que no, pero hubo algoritmos que predijeron la actual pandemia. El problema es que no nos lo creímos. «El olvido y la falta de bagaje histórico es lo que hace que repitamos nuestros errores. Por más que un sistema muy sofisticado nos advierta de un peligro, si no nos lo creemos no vamos a actuar», advierte García Aller. Algunos sistemas también prometen calcular la esperanza de vida, pero los comités de bioética aún no tienen claro hasta que punto deberíamos limitar esta capacidad. «¿Nos merece la pena vivir preocupados por algo que no tiene cura», pregunta la autora del libro.

El amor

Sus 'match' de Tinder también se equivocan

Internet se ha convertido en un medio más para encontrar pareja. Plataformas como Tinder o Match.com nos muestran perfiles de personas que podrían encajar mejor según nuestros intereses, pero la estadística a veces funciona tan bien como la arbitrariedad. En 2014, un estudio sobre cómo un algoritmo emparejaba a la gente probó a juntar usuarios aparentemente antagónicos para ver qué pasaba. Resultó que la posibilidad de éxito del romance tras la primera cita era muy similar entre perfiles aparentemente incompatibles y los que eran elegidos basándose en cientos de respuestas previas.

El empleo

Lo automático necesita supervisión humana

Los estudios sobre el mercado laboral del futuro calculan que gran parte de los empleos que existen actualmente serán automatizados en las próximas dos décadas. Mucha gente teme irse al paro pero, aunque sustituir los trabajos más rutinarios por robots podría aumentar el PIB mundial en un 40%, mientras haya trabajos con situaciones imprevisibles, la labor humana será necesaria. Por ejemplo, aunque automaticemos procesos como entregar comida a domicilio, harán falta personas que los supervisen. «Lo urgente es proteger a los trabajadores, para que tengan tiempo de reinventarse», dice la autora.

La verdad

Pueden llenar la red de mentiras muy creíbles

La tecnología conocida como 'deepfake' utiliza algoritmos para crear vídeos y audios que imitan a la perfección a otra persona, haciendo imposible diferenciar lo que es real y lo que no. Se utiliza como medio artístico (para poner la cara de un actor en un cuerpo que no es suyo) pero también delictivo (estafas, chantajes, espionaje). Es, junto a las 'fake news' (noticias falsas), una de las amenazas más peligrosas de la democracia en el siglo XXI. Lo malo es que se viraliza más rápido un bulo que su desmentido y que ha tenido que llegar una pandemia para que empresas como Facebook intenten remediarlo.

La justicia

No tienen capacidad de empatizar

En Estados Unidos ya hay algoritmos que predicen si una persona puede salir en libertad condicional según sus probabilidades de reincidir. «Parece algo bueno porque los humanos somos subjetivos y con estas máquinas todo el mundo sería tratado objetivamente», dice García Aller. El problema es que los sistemas judiciales y policiales tienen muchos datos de algunas etnias y pocos de otras, por lo que reproducen sesgos racistas de forma inconsciente. Además, a diferencia de la inteligencia humana, la artificial carece de la capacidad de razonar, empatizar con otros y adaptarse a las circunstancias.

La naturaleza

Terremotos en lugares que eran 'seguros'

Predecir dónde se va a producir un incendio o una actividad sísmica podría salvar muchas vidas. Eso es lo que intentan conseguir muchos algoritmos. Sin embargo, sobre meteorología nunca se tienen todos los datos porque es caótica e imprevisible. De hecho, algunos de los temblores más destructivos del mundo —los de Los Ángeles en 1994, China en 2008, Haití en 2010 y Japón en 2011— ocurrieron en áreas que los mapas de riesgo sísmico consideraban seguras. Algunas empresas también se beneficiarían. Por ejemplo, para calcular cuántas cervezas se comprarán en un fin de semana soleado.

La seguridad

¿Es ético que un dron vigile el tránsito?

En la actualidad, ya hay sistemas de inteligencia artificial que predicen delitos con un 80% de acierto. Es una aplicación práctica de la tecnología sobre la seguridad, pero hay otras que plantean problemas éticos y de privacidad, desde los drones para supervisar el tránsito callejero a la biometría para vigilar la temperatura corporal en los aeropuertos. Las huellas dactilares, por ejemplo, han pasado de ser un método de identificación criminal a la manera más rápida de desbloquear el móvil. De hecho, Apple obtuvo en meses tantas huellas dactilares como las que al FBI le había costado décadas reunir.

Los gustos

Conocen nuestros intereses... y miedos

Las plataformas de 'streamig' estudian nuestros gustos para recomendarnos series, internet nos muestra publicidad acorde a las páginas web que visitamos y las redes sociales dan prioridad a las publicaciones en las que la probabilidad de que le demos a 'me gusta' es más alta. Todo esto puede ser útil, pero también inquietante. Una vez se conocen nuestros gustos también se deducen nuestros miedos. Estos datos pueden ser muy valiosos para la publicidad de empresas y partidos políticos. «Hace mucha falta un humanismo tecnológico que ayude a marcar los límites de lo cuantificable», dice la autora.

La estupidez

No la captan porque carece de sentido

Pocas cosas nos vuelven tan imprevisibles como la estupidez, y esa capacidad para ir en contra de sus propios intereses sin ganar nada a cambio es imposible de anticipar para los algoritmos, al menos todavía. «El futuro no se entenderá sin la inteligencia artificial, pero sin la estupidez humana tampoco. Ha marcado la Historia y no se puede aprender ni prever porque, en esencia, carece de sentido», expresa García Aller. «Aún estamos lejos de lograr que una máquina tenga una inteligencia de tipo general similar a la humana. Es uno de los objetivos más ambiciosos de la historia de la ciencia».

El humor

Si llegan a entenderlo, ¡huyamos!

La barrera para los algoritmos que tratan de escribir chistes no está solo en aprender a generar humor, también a entenderlo. La ironía y el sarcasmo son especialmente difíciles de comprender y detectar, a veces incluso para los humanos. Además, la esencia del humor es la sorpresa, que es muy difícil de prever. «Nada debería darnos más miedo que una inteligencia artificial que aprendiera a ser realmente graciosa. Si las máquinas logran dominar el humor, huyamos. Eso significaría que han comprendido todo lo demás. Ahí sí que la humanidad estaría en peligro», advierte la escritora. 

TITULO:  EN PORTADA CRONICAS MUJERES VIAJERAS -El futuro despega en Jaén    . Jueves -24 - Febrero,. 

 El Jueves -24- Febrero  a las 23:30 en La 2,./ fotos.

 El futuro despega en Jaén  ,.

Atlas. El centro de vuelos experimentales de Villacarrillo lanza los proyectos tecnológicos más punteros de Europa: desde drones satélite y globos de turismo espacial hasta taxis autónomos,.

 José Ramón López y Antidio Viguria, en el centro de vuelos de Villacarrillo,.

Desde el cielo, el complejo parece un buque militar navegando en un mar de olivos. Abajo, con los pies en la pista de aterrizaje, reina una calma de retiro espiritual apenas interrumpida por el canto de los pajarillos. El zumbido llega entonces, de repente, antes de que nadie pueda ver el diminuto punto negro que se dibuja en las alturas. El dron -grande y complejo- se acerca sigiloso, como un insecto, hasta colocar sus largas patas en el cemento, en el mismo lugar donde realiza sus pruebas el globo que aspira a llevar turistas al espacio. Mientras, en uno de los hangares, un equipo de ingenieros alemanes trabaja en un prototipo de taxi aéreo. Estamos en Atlas, el centro de vuelos experimentales de Villacarrillo, en Jaén.

Atlas está formado por dos hangares, una pista de 600 metros y un edificio de cuatro plantas repleto de salas de reuniones, despachos y equipamiento técnico. Antidio Viguria (Sevilla, 1981) se asoma desde el gran ventanal de la cuarta planta, donde está el centro de control. «Esto es una instalación única en España -dice, rodeando con un gesto de la mano el horizonte- y casi en Europa». Viguria es el director técnico en aviónica y sistemas de la Fundación Andaluza para el Desarrollo Aerospacial (Fada), una entidad privada sin ánimo de lucro que gestiona dos grandes complejos: el Centro Avanzado de Tecnologías Espaciales (Catec), en Sevilla; y Atlas, en Villacarrillo.

«En Catec -explica Viguria- desarrollamos tecnologías para que el mercado las explote. Somos el principal centro tecnológico de drones de España y, además, creamos otras tecnologías aplicadas a procesos aeronáuticos». Atlas, en cambio, es un centro de ensayo en vuelos, un lugar que ofrece sus servicios a las empresas más punteras de Europa que vienen aquí, a Jaén, por dos particularidades muy poderosas. La primera, porque encima de Atlas no hay nada: un espacio segregado de mil kilómetros cuadrados (30 por 35 kilómetros) donde se pueden hacer vuelos de forma segura con la certeza de que ningún otro aparato lo va a cruzar. «Encontrar un espacio así, en Europa, es algo muy difícil», apunta Viguria. La segunda, el clima: «Tenemos más de 300 días operacionales al año gracias a unas condiciones climatológicas idóneas».

Arriba, el taxi volador de Lilium, de despegue vertical y que vuela a 100 kilómetros por hora y su interior, donde pueden ir siete pasajeros.. A la izquierda, Viguria, en la sala de control. A la derecha, el edificio principal del estratopuerto de Atlas. / R. I. y P. M.

Atlas abrió en 2014 y, desde entonces, 70 clientes (empresas, universidades y fundaciones) han despegado sus proyectos. «El año pasado tuvimos una ocupación del 70%», dice el director. Las empresas se desplazan aquí con sus equipos y emprenden campañas que van de las dos semanas a los seis meses, alojándose en los hoteles y casas rurales de Villacarrillo. Viguria, apoyado en el ventanal, señala una antena de 10 metros de alto que hay al otro lado, junto a los hangares. «Es una estación base de 5G, por un acuerdo con Vodafone. Así que aquí, en medio de la nada, tenemos 5G», sonríe.

Alemania

Estos días, por los pasillos de Atlas se habla en inglés y alemán. La empresa Lilium puede presumir de tener uno de los proyectos de taxis aéreos más viables del mercado. El equipo llegó a principio de mes, con un prototipo del vehículo que esperan despegar en breve. El taxi volador, capaz de despegar y aterrizar verticalmente con siete plazas para pasajeros, puede moverse a más de 100 kilómetros por hora y aspira a iniciar sus operaciones en 2025. El equipo ha elegido Atlas para realizar sus pruebas de vuelo, poniendo los ojos de todo el mundo en Villacarrillo.

La mayoría de proyectos de Atlas, sin embargo, implican a drones o, como técnicamente se conocen, UAVs (del inglés Vehículo Aéreo No Tripulado). «Hemos tenido drones más clásicos de pequeño tamaño y otros de mayor envergadura como los que realiza la empresa Aertec -detalla Viguria-. Y también drones muy innovadores que son capaces de volar por encima de 20 kilómetros de altura y funcionan como pseudo-satélites, volando durante meses». De hecho, Atlas ha sido escenario de algunos de los grandes hitos en la historia de la aviación no tripulada de España. En agosto de 2014 se realizó el primer vuelo de un UAV a larga distancia bajo normativa civil española; en 2017, el primer vuelo coordinado de una avioneta y un UAV bajo espacio aéreo civil; y en 2019 se probó un nuevo concepto revolucionario, el U-Space: «Es un sistema digital y automatizado para gestionar el espacio aéreo a baja altura (por debajo de 120 metros) cuando hay gran densidad de drones. ¿Cómo hacer que no choquen? ¿Quién da permiso? Con un dron es sencillo, pero imagina cuando haya cientos. Eso se hará gracias al sistema U-Space».

Recreación del globo que volará al espacio.

Y antes de que llegaran los taxis aéreos lo hizo 'Zero 2 Infinity', la empresa española liderada por José Mariano López-Urdiales que ha patentado un globo capaz de llevar turistas al espacio por 110.000 euros el billete. «El turismo espacial en globo es otra gran oportunidad para diversificar las operaciones que se realizan en el centro», reflexiona Viguria. En esa línea, Atlas ha firmado un acuerdo con el Ayuntamiento de Beas (Jaén) para usar en exclusiva el aeródromo de Cornicabral, lo que les permitirá realizar operaciones entre ambos puntos.

Drones que funcionan como satélites, enjambres de drones en el cielo, globos que nos llevan al espacio, taxis voladores... ¿Se imaginan lo que esto supondrá para nuestras vidas?

En las calles

«El futuro tiene drones y eso es imparable», afirma Viguria, que considera que el gran reto para que el mercado explote y empecemos a encontrar drones sobrevolando nuestras calles es «la integración del espacio aéreo y volar largas distancias de forma segura». «Y cuando eso suceda, los drones podrán repartir paquetes, inspeccionar líneas férreas o eléctricas, vigilar fronteras, cubrir temas medioambientales, ayudar a cultivos... y un sinfín de posibilidades que, para hacerse realidad, necesitan un sitio de ensayos como Atlas».

El impacto de Atlas en Villacarrillo va más allá de la hostelería -que no es poco-, ya que, a largo plazo, Viguria y el equipo de Fada visualizan un futuro prometedor: «En aeronáutica -analiza- es muy común que la parte final de la fabricación de una aeronave se realice cerca de la zona donde se ejecutan los ensayos de vuelo. Eso podría generar grandes oportunidades industriales para la zona».

En la puerta del hangar 1, José Ramón López (Antequera, 1980) coloca ocho baterías en un dron de gran tamaño que parece una araña con hélices. «Es un Matrice 600, un dron con aplicaciones muy variadas que fue diseñado para la filmación aérea», dice. López es jefe de operaciones de Atlas y piloto de drones en las categorías básica y avanzada. «Estudié Arquitectura Técnica, pero cuando entré en la empresa, hace 10 años, empecé a formarme como piloto». Entre él y Viguria llevan el dron hasta el centro de la pista, donde inician el protocolo de despegue. «Esto ha avanzado mucho en muy poco tiempo, es muy emocionante -continúa López-. Lo que más me gusta es operar plataformas de ala fija, que es mi mundo».

Las hélices se activan y el Matrice 600 levanta el vuelo con un zumbido sigiloso. López mueve las palancas del mando y, suavemente, hace que el dron se desplace sobre la marea de olivos, alterando levemente la quietud del centro. «Vamos allá», propone el piloto, empujando en la distancia al dron, que se pierde en la inmensidad del cielo hasta que no se oye absolutamente nada. Viguria, con la vista perdida en el horizonte, termina, sonriente: «El futuro vuela».

Dos millones de euros para arrancar el turismo espacial

Uno de los proyectos más llamativos asociados al centro Atlas es el que propone José Mariano López-Urdiales con su empresa 'Zero 2 Infinity': llevar turistas al espacio en globo por 110.000 euros. «El precio ofrece entrenamiento, dos noches y el vuelo de más de cinco horas», explica el granadino. El viaje, que se pretende implementar en Villacarrillo, donde ya se han realizado vuelos de prueba, es, en palabras de López-Urdiales, «la experiencia más alucinante que el dinero puede comprar». Y sigue: «Atlas, nuestro centro de despegue en Jaén, podría ser el primero del mundo. Con una inversión de dos millones de euros, que es muy poco, en nueve meses podría empezar a funcionar el turismo espacial en globo. Es la cantidad que hace falta para dar el salto de llevar cosas al espacio, que es lo que hacemos ahora, a llevar personas».

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