TITULO:
DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - REVISTA BLANCO Y NEGRO - El condensador de fluzo - Agua dulce ,.
DESAYUNO CENA FIN DOMINGO - REVISTA BLANCO Y NEGRO - El condensador de fluzo - Agua dulce ,. , fotos,.
El condensador de fluzo - Agua dulce,.
Agua dulce, agua salada o la relevancia histórica del mar,.
Miguel Ángel Cajigal, El Barroquista, nos habla del estadounidense Ignatius Donnelly, el hombre que ubicó la Atlántida.
Desayuno ,.
¡"El condensador de fluzo", disponible en podcast! Miguel Ángel Cajigal, El Barroquista habla de Ignatius Donnelly, el hombre que popularizó el bulo de la Atlántida. Con Carmen Guillén viajamos a conocer las causas de una de las mayores catástrofes ecológicas de los últimos tiempos, la progresiva desaparición del Mar Aral. Sara Rubayo, nos habla de ‘La gran ola de Kanagawa’ y la obra
Cena,.
‘Hondalea’. Charlaremos sobre la relevancia del mar como instrumento para nuestro desarrollo con Carlos Martínez Shaw. Miguel Iríbar viaja a conocer el naufragio del pecio Bou Ferrer. Con Laia San José seguiremos las rutas de los vikingos hasta el año 789. Goyo Jiménez se traslada hasta el año 1500 para mostrarnos un pergamino importantísimo hallado en el estudio del cartógrafo y marino Juan de la Cosa.
TITULO: Las rutas Capone - Arrasar el paraíso,.
foto / Maldita la hora en que se nos ocurrió a mi santa y a mí (juntos hasta la muerte, ay) acercarnos a la cola del pantano de Valdecañas, aquella mañana camino de Madrid. Maldita la hora, sí, porque de no haber visto, qué puñetas visto, contemplado el lugar, hoy estaría yo tan contento con la sentencia del Tribunal Supremo, que ha ordenado derruirlo todo: el resort de lujo (así dicen los periódicos), propiedad de cuatro señoritos de Madrid. Es que no hay cosa que nos haga más felices a los pobres que las desgracias de los ricos. Oiga, que usted de pobre ya no tiene nada. De acuerdo: me hice rico con la herencia de mis padres: dos exuberantes 'pilistras'. Pero los que naciéramos pobres 'sin solemnidad', seguimos teniendo mentalidad de pobres toda la vida.
Les decía que maldita la hora, porque pude contemplar con mis propios ojos (no tenía otros) que los ricos de Madrid habían convertido el lugar en un pequeño paraíso, palabra que siempre me lleva a la enciclopedia escolar, pasaje precioso que se me quedaría grabado para la eternidad: el Paraíso Terrenal (cito de memoria) se cree que estuvo situado en Mesopotamia, que significa entre ríos: el Éufrates y el Tigris. Aquí tampoco habrían estado mal Adán y Eva, pensé, viendo lo que habían conseguido los ricos de Madrid, con su campo de golf y todo, que tan bien le habría venido a Caín y a Abel para matar los ratos libres, en lugar de dedicarse a discutir, que así acabaron. Menudo disgusto para sus padres.
Isla de Valdecañas: un pequeño paraíso digo. Y lo mantengo.
¿No será usted propietario de alguno de los chalets de lujo (así dicen los periódicos)? Calla, mujer. Vivo en la ciudad más agradable (y bonita) del mundo, y por si me faltase algo, tengo a mi pueblo a diez kilómetros. No sólo no soy propietario de nada en dicho lugar, sino que ni siquiera he jugado al golf en el campo donde tendrían que haber dirimido sus diferencias Caín y su hermano. Pero eso no quiere decir que uno no pueda dolerse de la brutal agresión que, por orden de un tribunal, se pretende perpetrar en tan bello paraje. Sí, ya sé que con la ley en la mano aquello fue una agresión ambiental, pero es que, con la sentencia, la agresión que se va a producir es infinitamente mayor que la primera: coste económico aparte, inmenso, se trata de meter las máquinas arrasadoras en un lugar de grandísima hermosura. ¿Se imaginan las palas entrando en el Edén, una vez expulsados Adan y Eva? Horror. De aquí, de Valdecañas, no fueron expulsados nuestro primeros padres: fue expulsada una bandada de respetabilísimas grullas. Pues bien, comoquiera que la ciencia está en condiciones de averiguar cuáles son y dónde viven los descendientes de las citadas aves, se habla con ellos y se pacta una buena indemnización. Y aquí paz y después gloria. Pero, por favor, no me toquen un reducto del paraíso.
TITULO: Un país mágico - Despierta Extremadura ,.
El sabado -12, 19 - Febrero a las 18:30 por La 2, foto,.
Despierta Extremadura,.
Más allá de las consideraciones jurídicas y el sonrojo que produce la lectura de los fallos judiciales y el expediente de tramitación del PIR, Valdecañas debería ser el revulsivo, la chispa para que el pueblo extremeño despertara de una vez,.
Aunque no es la primera vez que en estas páginas manifiesto mi preocupación por el devenir de Extremadura, me quedo estupefacto al leer que el Presidente Fernández, en relación al problema de Valdecañas, ha declarado, entre llamativas incorrecciones jurídicas, que la demolición de Valdecañas, para la Extremadura de hoy, apenas debe preocupar en una región que puede verse colmada de importantes proyectos industriales y empresariales.
Y me desazona y me remueve internamente este manido relato de importantes proyectos industriales y empresariales que siempre están por llegar a Extremadura. No dudo de la buena voluntad del Presidente Fernández y el esfuerzo en desplazarse hasta Dubái para reunirse con inversores y empresarios, pero se ve a Extremadura como una especie de pobre e infeliz Penélope esperando proyectos en el banco del andén, con la diferencia de que aquí, malamente, llega el ferrocarril.
Mucho me temo que este tema, pese a su importancia y consecuente necesidad de ser abordado con rigor y profesionalidad, con fundamento en el principio de continuidad de políticas públicas (esto es, con una estrategia de trabajo a largo plazo) en realidad, no preocupa a casi nadie. Se está a lo que puede llegar, a lo que se pueda traer si convencemos de que Extremadura aun careciendo de buenas infraestructuras, entre otras debilidades, es un lugar estupendo en el que invertir. Además, el inversor tendrá a toda una Administración Pública al servicio del proyecto de turno, y si hay que elaborar una Ley 'ad hoc' movilizando también al órgano legislativo, se hace. Recordemos el ya olvidado Elysium City Extremadura de Castiblanco y la engolada Ley 7/2018, de 2 de agosto, extremeña de grandes instalaciones de ocio (Legio).
El TSJEx no hizo ni más ni menos que cumplir con lo que se pide a la justicia cuando la Administración no respeta las garantías
Cualquiera puede entender que, siendo imperiosa la necesidad de desarrollo, debe hacerse todo lo que haga falta, pero sabiendo, entre otras cosas, que la planificación es un mandato, o que las decisiones públicas entre las que se encuentra el apoyo a proyectos de inversión, son actos de elevada racionalidad sujetas a un tiempo no político.
Hasta donde se puede conocer, Extremadura no resulta profesional, su imagen con estas idas y venidas, esperando el megaproyecto del siglo con unas instituciones ofrecidas a cualquiera que le traiga una carpeta con un 'ppt' en blanco y negro, no puede ser más diletante.
Por supuesto, condiciona la existencia de una histórica burguesía político-administrativa, cuya endogamia le ha hecho perder la prospectiva y profesionalidad que requiere una verdadera democracia para generar bienestar social. Pero lo que verdaderamente determina el sino de la región es que una significativa parte de los extremeños se comporte de manera tan indolente ante tantos fracasos y errores, tantos agravios y tanta insolidaridad. Se ha normalizado lo que es una anomalía integral.
El extremeño, como pueblo, parece haber asumido la inevitabilidad de sus padecimientos y carencias, transmitiendo a cada generación que la mala suerte, Europa, Madrid, cualquiera menos nosotros mismos (pese a lo que puede leerse en la Constitución y el Estatuto de Autonomía) son los responsables de seguir, década a década, sin poder ser como los demás o, al menos, acercarnos. Si al principio del periodo democrático había regiones con indicadores económicos y población similares a los de Extremadura y en la actualidad están muy por encima en todos estos parámetros, en Extremadura nadie es responsable del elocuente fracaso: ni los que estaban, ni los que estuvimos, ni mucho menos el roussoniano Presidente Fernández.
Desgraciadamente, muchos extremeños han olvidado su fundamental derecho a ser bien gobernados o, simplemente, a reivindicar y exigir progreso y oportunidades. Se ha perdido buena parte de la dignidad colectiva extremeña al no ejercerse la capacidad social para desear y trabajar por un futuro mejor.
Y es que un pueblo al que se le puede decir a la cara, sin consecuencia ni reproche alguno, que la destrucción de la riqueza traerá progreso y empleo, que el fundamentalismo ambiental es el futuro y que, ahora, con la demolición del complejo de Valdecañas, El Gordo, Berrocalejo, toda Extremadura van a estar mejor, es un pueblo abocado a la peor parte del futuro.
Lo de Valdecañas es la crónica de una muerte anunciada. Es un agónico alargar desde el fallo dictado en 2011 por el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) que no hizo ni más ni menos que cumplir con lo que se pide a la justicia en un Estado de Derecho cuando la Administración no respeta las garantías que equilibran su poder y la manera de ejercerlo. Pero más allá de las consideraciones jurídicas y el sonrojo que produce la lectura de los fallos judiciales y el expediente de tramitación del PIR, Valdecañas debería ser, en este momento, el revulsivo, la chispa para que el pueblo extremeño despertara de una vez.
¡Despierta Extremadura! debería ser el grito de rabia que, recogiendo décadas de frustración y abandono, levantara y uniera a todos los que, de verdad, desean progreso y desarrollo, tratando de cambiar la permanente derrota de esta tierra.
Extremadura, la tierra de las dos primaveras estacionales, tendría que aprender de otros pueblos para tener una tercera primavera de caracterización política, ya que entre unos y otros está siendo abocada a un coma social y territorial irreversible.
Ya lo dijo bellamente el poeta Miguel Hernández, «nunca medraron los bueyes en los páramos de España».
TITULO: Diario de un nómada -Las huellas de Gengis Khan - La estación de ferrocarril,.
El domingo-13, 20 - Febrero a las 19:00 por La 2 , fotos,.
Henos todavía aquí, después de casi veinte años de la primera promesa de la alta velocidad para Extremadura, que Aznar fijara para 2008, Zapatero la retrasara a 2010 y los restantes ad calendas graecas, hasta el punto de que cada nuevo gobierno y sus respectivos ministros de fomento anuncian en falso la inminente inauguración.
Y mientras tanto, para entreternos han lavado la cara a la estación nueva. Le han dado un aire más moderno que, presumiblemente, resultará ya vetusto cuando haga su primera parada el primer tren de alta velocidad, o de altas prestaciones, que, como muy pronto, apuntan para el aún lejano 2030. Y esperemos que entonces estrenemos convoyes y no nos hagan heredar los desechos de las regiones más favorecidas.
La inauguración oficial de la estación vieja tuvo lugar el sábado 8 de octubre de 1881 con la presencia de ambos monarcas peninsulares: Alfonso XII y el portugués Luis I. Aunque el primer tren había llegado en la tarde del 28 de junio de 1880 en medio, como señala Canilleros, de esa indiferencia tan cacereña.
Se construyó muy apartada de la población –que por entonces no rebasaba la denominada Puerta de San Antón–, al inicio del hoy barrio de los Fratres. Para soslayar dicho inconveniente, con el deseo de facilitar el acceso de los viajeros y la facturación de mercancías, el 14 de enero de 1888, los comerciantes Gabriel González Díez, Aquilino González Álvarez, José Acha Aguirre, José Candelas Quesada; el propietario Serapio de Zugasti Sáenz, el negociante Carlos Sotomayor González constituyeron, a pérdidas y ganancias, la sociedad González González y Cia por un periodo de tres años, con posibilidad de prorrogarlo de dos en dos. El capital inicial se elevaba a algo más de veintidós mil pesetas, materializado en carros, coches y caballerías necesarios para el transporte.
Acertadamente, se ha desechado el proyecto de ubicar la estación del AVE en los Arenales, y se ha optado, al igual que en las ciudades francesas, por mantenerla en su actual emplazamiento, dentro de la población.
fotos , Un trío en la cocina -Desdicha en alta mar ,.
La tragedia del pesquero pontevedrés Villa de Pitanxo en aguas de Terranova, hundido con 16 tripulantes españoles, cinco peruanos y tres ghaneses a bordo de los que solo hay constancia que hayan sobrevivido tres, constituye un drama humano de tal magnitud que recuerda de la manera más dolorosa la peligrosidad que sigue acompañando a la faena en alta mar. Los indicios recabados hasta ahora
apuntan al temporal en las costas canadienses como el detonante del naufragio que ha truncado la vida de las víctimas, sumido en un dolor infinito a sus seres queridos y conmocionado a todos aquellos que se echan al mar en busca de su sustento. La paulatina tecnificación de los barcos de pesca ha permitido aminorar los riesgos frente al embate de la Naturaleza. Pero esta sigue mostrándose inclemente de tanto en tanto llevándose por delante la existencia, tan singular y tan sacrificada, de los pescadores. El terrible fatalismo de no llegar a encontrar con vida a ninguno de los 21 desaparecidos del Villa de Pitanxo y de que parte de los cuerpos ni siquiera se puedan rescatar abre la perspectiva de un duelo insondable para sus allegados. Un duelo que exige todo el arropamiento institucional y social posible para ayudarles a sobrellevarlo.
TITULO: Documentos TV - Explora la 'Inmortalidad artificial',.
Documentos TV,.
Documentos TV' - Explora la 'Inmortalidad artificial' ,.
Martes -8, 15 - Febrero a las 00:00 horas en La 2, foto,.
Explora la 'Inmortalidad artificial',.
'Documentos TV' estrena esta semana 'Inmortalidad artificial', un reportaje que muestra que la inteligencia artificial, la robótica y la biotecnología avanzan hacia una nueva era post-biológica donde los cuerpos y las máquinas se fusionan.
Científicos, filósofos y visionarios exponen los pros y los contras de una vida más allá de la vida y reflexionan sobre si la inmortalidad artificial será lo mejor o lo último que hagamos
Desde tiempos inmemoriales la humanidad ha querido vivir el mayor tiempo posible. Conseguir la inmortalidad ha sido, para algunos, un fin y los medios no siempre estuvieron exentos de polémica. Hoy día, con gran parte de nuestra vida accesible en el mundo digital, hay quien piensa que la inteligencia artificial podría hacernos inmortales. Es el caso del transhumanismo, la corriente que cree en el uso ético de la tecnología para traspasar los límites de la vida y ayudarnos a hacerla eterna.
Los trabajos en la inteligencia artificial, la robótica y la biotecnología avanzan hacia la consecución de una era post-biológica, un mundo de inteligencia sin cuerpos, de identidad inmortal. “¿Cree que la IA podrá reproducir exactamente el cerebro humano?”, pregunta la directora de ‘Inmortalidad artificial’ al neurocirujano Taufik Valiante. “No”, responde con rotundidad.
En Japón, existen ya prototipos de lo que podrían llegar a ser androides de inteligencia artificial mucho más avanzados, cargados con los archivos mentales de personas reales. Allí, se han convertido en parte de la vida cotidiana. “Soy Geminoide HI-5. Puede que estés asustado, no deberías estarlo”, se presenta uno de estos inquietantes clones humanos.
‘Inmortalidad artificial’ explora y reflexiona sobre si la esencia humana puede ser replicada, sobre si algún día podríamos encontrarnos avatares inmortales y más inteligentes que nosotros mismos o si todo esto supondrá, definitivamente, el fin de la humanidad.
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