viernes, 29 de abril de 2022

Domingo-1 - Mayo - LIARLA PARDO - Isaac Rosa ,./ Donde viajan dos - Suegras ,. / Escala humana - Petros Márkaris - Escritor «La solidaridad está desapareciendo y se ha reemplazado por la indiferencia»,. Miercoles -4- Mayo ,. / LA MAQUINA DE ESCRIBIR -Esta noche, 'En primera línea - PP y Vox: Profética ,./ ESPAÑOLES POR EL MUNDO - Marruecos ,.

      TITULO: Domingo -1- Mayo - LIARLA PARDO -  Isaac Rosa ,.

El domingo- 1- Mayo  - a las 18:00 por La Sexta, foto,.


Isaac Rosa.

Isaac Rosa: "Hay muchos creadores de izquierdas, pero no hay tantas novelas y películas de izquierdas",.

Isaac Rosa. Sevilla, 1974. El escritor acaba de publicar Lugar seguro, una novela picaresca del siglo XXI sobre un vendedor de búnkeres low cost que cree haber encontrado el negocio de su vida. Con ella logró el Premio Biblioteca Breve, convocado por Seix Barral, y está entre los libros más leídos del mes.

Su novela salió a la venta tan solo 17 días después de la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
Sí, es una circunstancia desgraciada que hace que la novela se lea de otra manera. Si hubiera salido antes de la guerra, la historia de un vendedor de búnkeres parecería inverosímil y exagerada. El fondo de la novela tiene que ver con este arranque de siglo XXI, en el que, cuando no es la pandemia, es la crisis, la guerra o cualquiera de los muchos imprevistos y desastres con los que hemos vivido en los últimos años.
Como en la novela, la amenaza del colapso global parece ahora más cercana que nunca.
De hecho, la palabra colapso se coló en nuestro vocabulario y ahora se escriben ensayos sobre él, ya sea aplicado a la emergencia climática o la economía. Parece que todos nos hemos vuelto colapsólogos y observamos un horizonte de posible colapso, cuando quizá no llegue un día, sino que haya muchas cosas que ya están colapsando.
En su libro, el protagonista vende búnkeres low cost.
Él vende la versión barata de un producto que ahora es exclusivo para rentas altas. Esto se lleva a un futuro próximo porque la novela se desarrolla en un escenario situado dentro de unos diez años.
En su libro, conviven tres generaciones de pillos. La picaresca es casi marca España.
Tenemos una tradición literaria y también social, política y cultural de pícaros. En la novela, están obsesionados con el dinero y con ascender socialmente, pero fracasan una y otra vez, como el pícaro clásico. Se estrellan contra un orden social que no les permite ascender. En el caso del hijo, es ya un pícaro digital, que como otros tantos chavales hoy en día, se dedican a todo tipo de negocios por internet, apuestas, hacen de intermediario... siempre buscando el dinero rápido y fácil.
¡Ay, los intermediarios y el dinero rápido! Me estoy acordando del aristócrata Luis Medina y su amigo, que han hecho un negocio millonario con la compra-venta de mascarillas del Ayuntamiento de Madrid.
El granuja de este tipo es una especie adaptativa, siempre rápido para acudir donde está el dinero fácil en cada momento. Unas veces es ladrillo, otras grandes infraestructuras públicas o financiación de partidos, y ahí siempre está el granuja, de la misma forma que hoy estarán en las criptomonedas y demás estafas digitales. No sorprende que oliesen el dinero de las mascarillas en los momentos más desesperados de la pandemia. Lo que pasa es que, a diferencia de los buscavidas de mi novela, estos de las mascarillas ya venían triunfados de casa, y en ese origen privilegiado basan su sensación de impunidad.
Hace unos años decíamos pegar un pelotazo.
La base es la misma: ganar dinero rápido con métodos poco éticos. Esto se ha ido adaptando a los sectores con más desarrollo. Durante un tiempo fue el ladrillo, las finanzas y ahora internet.
Y el ascensor social, ¿funciona?
Lo hizo durante unos años. En la transición y los primeros años de la democracia, sí funcionó y muchas familias de origen humilde vieron a sus hijos ir a la universidad por primera vez y salir de un entorno que parecía muy cerrado. Pero desde hace unos años, esto se ha roto y hay chavales que estudian mucho, acumulan títulos y no consiguen trabajo. El ascensor social lleva años averiado.
¿Qué escritor es Isaac Rosa? ¿Cómo se define?
No sé. Me cuelgan etiquetas.
¿Se siente cómodo con ellas?
Siempre me cae la etiqueta de escritor social y político; a mí no me pesa. Asumo que el tipo de literatura que hago mira la realidad de una manera crítica y se puede hablar de literatura política sin ningún miedo. Hago temas por los que puedo sentir afinidad ideológica, pero intento presentarlos en toda su complejidad, sin idealizar nada, sin ser ingenuo y sin hacer un panfleto. Intento jugar con mis propias contradicciones y traicionar las expectativas de quien espera leer una novela política de izquierdas y crítica con la sociedad.
En las elecciones de 2011, usted se implicó activamente en política y apoyó a Izquierda Unida.
Las elecciones de 2011 fueron un poco especiales porque estábamos en lo peor de la crisis, el giro de Zapatero... Soy un escritor que nunca me he ocultado. Es un ejercicio de honestidad con los lectores el dejar claro desde dónde escribes. Muchas veces leemos un libro sin entender quién está detrás, como si los libros cayeran del cielo. Detrás de cada libro hay un autor con una ideología, prejuicios e intereses que te cuenta una historia y no otra. He intentado ser honesto y no oculto mis principios y valores. Luego, no hago una literatura que sea una correa de transmisión de mis ideas. En mis libros, dudo mucho más que en mis artículos.
¿Los intelectuales españoles son más de izquierdas?
Hay esa creencia, pero soy un poco crítico con ella. Hay muchos creadores de izquierda, en el sentido de que ellos lo son y firman manifiestos sobre determinadas causas, pero no hay tantas novelas y películas de izquierdas; es lo que más echo en falta: obras que reflejen esa mirada y esa forma de estar en el mundo.
Los partidos a la izquierda del PSOE en Andalucía andan muy divididos y en busca de un candidato, ¿se ve en una lista electoral para los comicios andaluces que se celebran este año?
No. He tenido propuestas para ir en listas municipales, autonómicas y nacionales; de todo tipo. Pero sé dónde estoy e incluso, pudiendo tener afinidad ideológica con quien me lo ha propuesto, tengo claro cuál es mi papel.
Vivimos momentos convulsos en los que puede ser atractivo dar el salto a la política.
Soy muy escéptico con poner todo en el mismo plato de la balanza, que es el de la vía institucional, electoral y de intentar formar gobiernos. Eso descuida otras formas, como los movimientos sociales, los sindicatos y la cultura. Poner todo el esfuerzo, el tiempo, la fuerza y la energía en presentarse y ganar elecciones... Tengo muchas dudas. Ha habido un cierto agotamiento de ese ciclo, en el que parecía que se podían cambiar muchas cosas. Eso nos va a llevar a un desencanto.
Antes hablábamos sobre la picaresca, como marca España, pero hay otra seña de identidad del país, que son los bajos índices de lectura. ¿Hay solución?
Todos tenemos la percepción de que se lee poco, pero luego las encuestas dicen lo contrario. Voy mucho a institutos, estoy en contacto con estudiantes y lo veo en mis hijas y sus amigas. Los jóvenes leen, no como lo hacemos nosotros, porque no leen solo libros sino en muchos formatos. No sé si se lee más que antes, pero sí es cierto que nuestras condiciones de vida son incompatibles con la concentración que requiere la lectura. Ahora se cumplen dos años del confinamiento, cuando parecía que todos leíamos más que nunca. Y, ¿qué pasaba? ¿Por qué leíamos? Porque habíamos dejado fuera todo lo que nos lo impedía. Fue un poco 'se para el mundo y ya puedo leer'. Pero soy optimista con los jóvenes.
Ante el colapso que nos amenaza y el futuro que anticipa tu novela, ¿y ahora qué?
Lo que hay por delante es incertidumbre. Después de la pandemia y la guerra en Ucrania, ya nos creemos que puede ocurrir cualquier cosa: el meteorito, los extraterrestres o lo que sea. Pero la incertidumbre también puede traer nuevas realidades que sean positivas. Intento no ser pesimista. Si lo somos, nos acabamos replegando y conformando con el presente porque cualquier cambio será a peor e idealizamos el pasado que no va a volver. No hay una ley natural que diga que el futuro vaya a ser peor. Sin ser Mr. Wonderful, no creo que vayamos a llegar a la distopía que nos adelanta el cine o las novelas.


TITULO:   Donde viajan dos - Suegras,.


Suegras,.

Queriendo salirse de los lugares comunes sobre las suegras, Francisco se ha hecho la mitra un lío,.

foto / El Papa ha hablado. Y se ha hecho un 'mansplaining' de manual. O un 'papasplaining', más bien: él, que no tiene suegra, nos ha dicho a las mujeres cómo tenemos que comportarnos con las parejas de nuestros hijos. Poca sorpresa, también te digo: si la Iglesia por un lado y los señores por otro llevan siglos ordenándonos lo que tenemos que hacer, juntos ni te cuento, hermana.

Queriendo salirse de los lugares comunes sobre las suegras, Francisco se ha hecho la mitra un lío. «Tened cuidado con vuestras lenguas», les ha advertido. Acabáramos. Ahí se demuestra que, de este tema, no sabe nada ni como Papa ni como hombre: las que tienen la sinhueso suelta son peligrosas, pero peores son las modositas. Las de «Yo no digo nada, pero...», y rematan la frase haciéndote un traje a medida que ríete tú de Caprile deshilvanado. Pobre de la que le haya tocado en suerte.

A mí, en cambio, me tocó la mejor. Confío en ser como ella cuando llegue el día. Si es que llega: «Yo no me voy a casar», me amenaza el heredero. Toma, ni yo tampoco tenía previsto hacerlo, hasta que apareció su santo padre y terminé pasando por el altar de blanco roto, con misa y repicando. Desde lo alto del campanario, veintitrés años nos contemplan. Y lo que te rondaré, moreno. Por eso no me altero: acabaré siendo madrina. Seguro. Y de teja y mantilla. He aprendido a colocármela leyendo el ¡HOLA!, esa revista siempre atenta a las necesidades de la mujer moderna. Lo que no sé es si tendré que ponérmela más de una vez, por aquello de la monogamia seriada, o si seré madre política de varias al mismo tiempo, por aquello del poliamor, que una ve 'First Dates' y está al cabo de la calle. Mira, suegra múltiple. Ni calva ni con tres pelucas. O tres mantillas.

TITULO : Escala humana - Petros Márkaris - Escritor «La solidaridad está desapareciendo y se ha reemplazado por la indiferencia», Miercoles -4- Mayo,.


El Miercoles -4- Mayo  a las 21:00 por La 2, foto,. 


 

Petros Márkaris - Escritor «La solidaridad está desapareciendo y se ha reemplazado por la indiferencia»,.



«La solidaridad está desapareciendo y se ha reemplazado por la indiferencia»,.

Durante el confinamiento, el griego Petros Márkaris ocupó las horas haciendo lo que mejor sabe, escribir. Fue una terapia para una época en la que el enfado se imponía a otras sensaciones. Fue su refugio. El resultado es 'Cuarentena' (Tusquets Editores), una serie de relatos. En dos de ellos aparece su comisario Jaritos, -protagonista de una quincena de sus libros-, que incluso resuelve un caso desde su casa y busca sospechosos entre rostros ocultos tras la mascarilla. Ahora, a sus 85 años, Márkaris se encuentra de gira por España para presentar este libro.

-¿Con todo el tiempo que tuvo durante el confinamiento por qué optó por un libro de relatos y no una novela completa sobre un caso?

-Los cuentos son solo una introducción, un calentamiento. Ahora también hay una novela. Ya se ha publicado en Grecia.

-Lo escribió durante el confinamiento y señala que le sirvió para ahuyentar el enfado que tenía. ¿Le afectó mucho la situación provocada por el covid?

-Mi vida durante la pandemia fue absolutamente diferente. Mantuve estrictamente mis horas de trabajo y nunca cambié mi horario diario. Mi problema fue por la noche. Estoy acostumbrado a salir y reunirme con amigos casi todas las noches. Con el encierro esto se volvió imposible y me hizo la vida inusual y difícil. Para los escritores que tienen una mirada permanente sobre la sociedad y la realidad social, es imposible distinguir entre el escritor y el ciudadano. Siempre es una combinación de ambos, lo que abre el camino a su creatividad. Durante ese tiempo terminé este libro de relatos, una novela y la segunda versión de una novela. Tuve la suerte de tener ideas durante ese tiempo.

-Decían que tras la crisis del covid íbamos a salir mejores. ¿Cómo cree que hemos salido?

-La respuesta fácil a su pregunta es que se trata de un optimismo infundado. La respuesta real es que después del covid está la guerra en Ucrania y la situación ahora es mucho peor incluso en comparación con el covid. A mí, como escritor, la pandemia me ha centrado más en los problemas sociales que en los políticos.

-En varios de sus libros, y también en 'Cuarentena', habla de la solidaridad entre los desfavorecidos. ¿Es una utopía o es real?

-Pertenezco a una generación para la cual el apoyo y la solidaridad con las clases pobres de la sociedad fue parte de nuestras vidas. Entonces, mi respuesta es que no es una utopía, es real. El problema es que en los tiempos modernos esta solidaridad está desapareciendo rápidamente y está siendo reemplazada por la indiferencia. Este es el resultado del cambio para peor en las sociedades modernas.

-En España están saliendo casos de comisionistas que se aprovecharon de la situación para vender mascarillas a precios muy elevados. ¿Sucedió lo mismo en Grecia?

-Desgraciadamente no ocurrió sólo en España o en Grecia. Sucedió lo mismo en casi todos los países europeos. Esta es una consecuencia de que en estos tiempos, para muchos la ganancia es el único valor que importa.

-Es muy crítico con las redes sociales. ¿El confinamiento nos ha convertido en más dependientes de ellas?

-Creo que sí. Después, la guerra en Ucrania ha empeorado aún más las cosas. Son un lugar para la manipulación y la mentira.

-En 'Cuarentena' refleja que los más vulnerables son siempre los que más sufren las crisis. Tras el covid ahora llega otra crisis económica derivada de la guerra de Ucrania. ¿Vuelven a ser los más afectados?

-Definitivamente sí. Aquellos que son los más vulnerables también están pagando el precio más alto. Los políticos de Europa están muy orgullosos de su apoyo a Ucrania. Al mismo tiempo, son casi indiferentes al alto precio que paga la sociedad y en particular las clases de menores ingresos.

-¿En Europa somos unos hipócritas al tratar de diferente forma al refugiado ucraniano/blanco que al subsahariano/negro?

-Desde nuestra perspectiva europea, los blancos son familia, los negros y los refugiados de países musulmanes son los extraños. Es una pena, pero no es nuevo.

-Le Pen en Francia cada vez tiene más respaldo. En España Vox ha entrado por primera vez en un gobierno autonómico. ¿Reciben el voto de los desesperados?

-Me temo que el aumento de la extrema derecha se convertirá en un problema europeo. Sin embargo, una de las principales razones de este desarrollo es el declive de la izquierda en toda Europa. La izquierda tiene una enorme responsabilidad por lo que está pasando en Europa y por dejar sin apoyo a las clases sociales más bajas. La gente vota a la extrema derecha porque está desesperada. No hay personas desesperadas con la mente clara.

TÍTULO: LA MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea  - PP y Vox: Profética,.


LA MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea  - PP y Vox: Profética, fotos.

El Miercoles -4- Mayo  a las 22:00 por antena 3,.


PP y Vox: Profética,.

No me gusta ponerme en plan Sibila de Cumas, hija de ninfa y origen del adjetivo sibilino/a, sobre cuyas acepciones peyorativas valdría la pena reflexionar. Mi perfil es más bajo, no vivo en una cueva y mi vestuario es prêt-à-porter. Pero a veces, sin que mis oráculos estén inspirados por Apolo, lo clavo. Escribí una novela-timbre en la que una renacida ultraderecha, con el pretexto de defender a una clase obrera abandonada, apuntalaba intereses oligárquicos cebando dos batallas culturales: la de un


feminismo que no busca igualdad, sino una hegemonía destructora de las buenas costumbres y de todos los varones hispánicos, y la de una memoria democrática, entendida como venganza y derroche: con sus memoricidiosvoxistas y simpatizantes blanquean la dictadura. Mis pesadillas se hicieron realidad. En Valladolid. En León. En Palencia, la bella desconocida. La alianza de Mañueco con Vox cumple y excede los peores pronósticos: inmigración ordenada, ley de violencia intrafamiliar y ley de concordia, un sustantivo encantador frente a la imagen de los cadáveres exhumados en Milagros o en Villadangos del Páramo.

Respecto al asunto de la violencia intrafamiliar, dijo Madina en la SER: “La violencia intrafamiliar se refiere al hecho de, por ejemplo, que tu primo le pegue un puñetazo a tu cuñado en la cena de Nochebuena”. La violencia intrafamiliar carece de marca de género, se circunscribe a los lazos de familia, a menudo se representa en el coto-jaula de la casa donde conviene lavar los trapos sucios sin hacer ruido y se asocia con la excepcionalidad de la crónica de sucesos: la pasión ciega al hombre que acuchilla a la mujer adúltera… La violación de La Manada no sería un caso de violencia intrafamiliar, y el concepto de machismo como lacra sistémica se reduciría a pura invención de lesboterroristas furiosas.

Estas situaciones se agravan cuando ciertos medios de comunicación amplifican los credos ultraderechistas por ajustarse perfectamente al sensacionalismo: no solo se subrayan los casos de denuncias falsas y demás excepciones ―mujer muerde perro―, sino que además se vende información apelando al dolor y las partes blandas de una comunidad que se mete en la piel de una madre cuya hija ha sido violada, quemada y atropellada. Se pide el endurecimiento de las penas y la prisión permanente revisable. Se pide la revisión de la ley del menor. La excepcionalidad del monstruo en una sociedad bien jerarquizada, con sus relaciones de poder bien definidas ―el dueño del invernadero por encima de sus recolectoras inmigrantes; papi por encima de mami, que suele ser una zorra y una mentirosa― avala la utilidad quirúrgica de separar las manzanas podridas del cesto y legitima el castigo como único bálsamo contra una violencia gratuita, espectacular, que brota por generación espontánea y solo se arregla con castraciones químicas o equivalentes.


Desde el punto de vista de la derecha, hay perros rabiosos a quienes se podría aplicar la pena de muerte, pero machismo no, no hay. En una sociedad con su arriba y abajo bien definidos solo se corrigen los efectos de las conductas desviadas como si el mal fuese algo individual y congénito, un tumor en el lobanillo de la oreja. Pero quizá no se trate de endurecer penas ni de la ejemplaridad furiosa del linchamiento, sino de enfocar hacia las causas y legislar con la mirada puesta en educación, trabajo y economía. En la conservación de un ministerio y de una ley de igualdad contra el machismo. En la eliminación de las desigualdades en un mercado laboral que coloca a las mujeres en posiciones subsidiarias y a la vez sobreexplotadas, transformándolas en esa devaluada carne que se golpea en la alcoba y se viola por todos los orificios posibles dentro de un oscuro portal. No saben cuánto lamento clavar el salto como olímpica gimnasta y la hipótesis como sibila feminista.


TITULO:  ESPAÑOLES POR EL MUNDO - Marruecos,.


Españoles en Rabat, Casablanca y Fez,.

fotosTres ciudades marroquíes que se abren de par en par

Son el centro cultural, económico, político y social del país vecino y poseen un atractivo innato que os descubrimos.

Javier

Empezamos nuestro viaje en Fez, en una fábrica de alcaparras donde trabaja Javier. Junto a él descubriremos uno de los tesoros del magreb, la Medina de Fez.

Carolina

Llegamos a Casablanca para que Carolina nos muestre a través de la moda cuál es la situación de la mujer marroquí y la cara más moderna de Marruecos.

Esther

Nos adentramos en una librería para encontrarnos con Esther. Ella nos guiará por la Casablanca más alternativa.

Roberto y Mariajo

Nuestro viaje nos trae de nuevo a Rabat. Aquí nos esperan Roberto y Mariajo, dos apasionados de los viajes que después de vivir en Mozambique durante 3 años, ahora han empezado una nueva etapa en Marruecos.

Pablo

Ya en Rabat nos vamos a encontrar con Pablo. Preparen el paladar porque nadie mejor que él para descubrirnos la exquisita dieta marroquí.

Belén

Seguimos en Casablanca y nos vamos a encontrar con Belén y su marido marroquí. Esta pareja nos llevará a los lugares más emblemáticos de la ciudad.










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