jueves, 28 de abril de 2022

Un país en la mochila - Un intenso San Jorge se despide en Cáceres con el tremolar del pendón de Víctor Peguero,. / AQUI HAY TRABAJO - El costoso plan ruso contra las sanciones económicas,. / 80 cm - Fútbol - “Football, bloody hell!”, una semana de pasión,.

           TITULO: Un país en la mochila -  Un intenso San Jorge se despide en Cáceres con el tremolar del pendón de Víctor Peguero,.

Un intenso San Jorge se despide en Cáceres con el tremolar del pendón de Víctor Peguero,.

El concejal de Ciudadanos sustituyóal socialista Luis Salaya, lesionado, y el Ayuntamiento rindió homenaje a sus jubilados,.


foto / Eran las 12.55 minutos de la mañana cuando el concejal Víctor Peguero (Cáceres, 1987) alzó el mástil con la bandera de la conquista de la ciudad y comenzó a tremolar el pendón de San Jorge. Ese acto despedía un intenso fin de semana de celebraciones, entre lo lúdico, lo cultural y lo puramente festivo.

Eran las 12.55 minutos de la mañana cuando el concejal Víctor Peguero (Cáceres, 1987) alzó el mástil con la bandera de la conquista de la ciudad y comenzó a tremolar el pendón de San Jorge. Ese acto despedía un intenso fin de semana de celebraciones, entre lo lúdico, lo cultural y lo puramente festivo. La alcaldesa, miembros de la Corporación y autoridades civiles y militares cruzaban sus miradas en dirección hacia el balcón del Ayuntamiento desde la Plaza Mayor. Decenas de curiosos y turistas también siguieron uno de los momentos más especiales en esa larga sucesión de tradiciones cacereñas.

En este caso, esa tradición se repite cada año en el día del patrón y corresponde al concejal más joven de los 25 que participan en el Pleno. Sin embargo, por una vez se rompió el rito. Una lesión del portavoz socialista Luis Salaya, nacido en 1988, dejó el camino entre la Concatedral y el edificio municipal al edil de Ciudadanos. Peguero, pese a no ser el edil de menor edad, se convirtió así en protagonista de la jornada final de unas fiestas en las que también se rindió homenaje a los 11 funcionarios municipales jubilados.

En el currículo de Víctor Peguero figuran las titulaciones deComunicación Audiovisual y Publicidad. Se sitúa en las antípodas de la tradición. En su trayectoria se incluyen la creación de una empresa tecnológica e incluso la gestión de un blog de retransmisiones deportivas. Qué hacía un profesional de su perfil, de paso por la política en el partido de Albert Rivera, tremolando el pendón. «Es cierto que no soy mucho de tradiciones pero desde que me dijeron hace dos semanas que sería el encargado por el accidente de Luis me hizo mucha ilusión», relataba ya desde el salón de plenos, al que empezaban a llegar hacia la una de la tarde las autoridades y familiares de los jubilados del Ayuntamiento. Cayetano Polo

Cayetano Polo departía con Luis Salaya, que pese a todo no se perdió la cita. El ya precandidato a la Alcaldía por el PSOE apareció de nuevo con su brazo en cabestrillo. Deberá permanecer así dos semanas. Con Peguero ocupando su espacio y llevándose la foto, al portavoz de Cs le salió el símil con el actual momento político, en el que la formación naranja manda en las encuestas. Dentro del buen ambiente reinante y en tono jocoso, a Peguero se le reprochó que casi protagoniza una imagen inédita. La de la bandera liada alrededor del mástil y de sí misma. El viento le jugó una mala pasada. Luego puntualizó que no necesitó entrenamiento pese al esfuerzo que se requiere. «Pesa lo suyo, es cierto», confirmaba el responsable de los ordenanzas, Manuel Padilla sin llegar a avanzar una cifra en kilogramos para el pendón.

No hubo lleno en los asientos de los concejales. No estuvo la titular de Economía, María Guardiola, que sí lo hizo en los actos previos, incluido el de la interpretación del himno nacional en la Plaza Mayor. En el PSOE faltó María José Pulido y Mar Díaz en Cs. Consolación López, de CáceresTú, no se ha dejado ver en la procesión cívica ni en el tradicional homenaje de San Jorge. Sí estuvo su compañero Ildefonso Calvo. Esperó al resto de concejales en las escalinatas municipales y no acudió a la misa en la Concatedral, oficiada por el obispo de Coria-Cáceres, Francisco Cerro.

TITULO:  AQUI HAY TRABAJO - El costoso plan ruso contra las sanciones

 económicas,.


El costoso plan ruso contra las sanciones económicas,.

foto / El castigo comercial tras la anexión de Crimea llevó a Moscú a limitar las importaciones e impulsar la industria nacional,.

Empujado por las sanciones, el Kremlin emprendió en 2014 un ambicioso plan económico para sustituir las importaciones por productos nacionales. El castigo de la Unión Europea y Estados Unidos contra las personas y firmas que participaron en la anexión de Crimea, en 2014, y la guerra del Donbás fue respondido por el Kremlin con un veto general a la compra de alimentos a Occidente. En los años sucesivos, y bajo más acusaciones de represión e injerencia en elecciones extranjeras, la lista de sanciones creció mientras que Moscú redobló su apuesta, con mayor o menor éxito, por el “fabricado en Rusia”.

Las ordenes para sustituir las importaciones por productos rusos abarcan todos los sectores imaginables. El Ministerio de Industria creó un portal en el que aparecen todos los planes de sustitución, desde la industria pesada a los medicamentos y el comercio minorista. Por ejemplo, la importación de ropa para niños debía ser reducida del 85% del total en 2016 al 65% en 2021; y los discos de freno de los automóviles del 60% al 20%, respectivamente.

En algunos casos se han logrado avances notables. Las compañías de gas y petróleo, muy castigadas por las sanciones, habrían reducido las importaciones de su equipamiento del 60% al 43% entre 2015 y 2020, según el Ministerio de Industria. Este sector ha sido uno de los objetivos de las medidas punitivas de Washington “para ejercer una presión económica a largo plazo sobre el país”, según reconoció el Congreso de Estados Unidos en un informe de enero del 2020.

En otros casos nada ha cambiado en el mercado. Según un estudio de la Escuela Superior de Economía, al terminar 2020, las importaciones del comercio minorista superaban el 75% del total, con ropa y juguetes por encima del 90%.

“La sustitución de ciertas importaciones no es, per se, proteccionismo. En los años setenta, Japón y Corea del Sur compraron licencias y medios a los extranjeros para empezar a producir ellos mismos y tuvieron éxito”, afirma Alekséi Portanski, profesor de la Escuela Superior de Economía y exjefe de la Oficina para la Adhesión de Rusia a la Organización Mundial del Comercio (OMC), a la que se incorporó Moscú en 2012. “Sin embargo, esto debe ser estrictamente planificado: qué sectores concretos queremos cambiar y en qué plazo de tiempo”, subraya Portanski.

Siete años después de lanzarse este plan, las empresas rusas todavía se topan con enormes problemas para equiparse con diseños nacionales. “El principal obstáculo fue, y sigue siendo, la ausencia de alternativas rusas de cualquier calidad”, cuenta Serguéi Tsujlo, jefe del departamento de Encuestas Empresariales del Instituto de Política Económica Gaidar. Según los sondeos del organismo, un 80% de las firmas del país se encontraban con ese obstáculo el pasado septiembre, el porcentaje más alto desde que se comenzó a realizar esa encuesta, en enero de 2015.


“Este factor está muy asociado con la ampliación de las restricciones impuestas tanto por nuestros ‘socios occidentales’ como por las autoridades rusas”, señala Tsujlo. “Con los problemas logísticos globales, y a medida que crece el desgaste de los equipos, los fabricantes rusos no encuentran lo que necesitan en el mercado interior”, agrega. El segundo problema, según el sondeo, es “la baja calidad de los productos rusos” que manifiestan más de la mitad de las empresas, frente al 25% que decía lo mismo en 2016.

Uno de los problemas para incentivar la producción nacional es que su desarrollo exige importantes inversiones de tiempo y de dinero, especialmente si se quiere ser competitivo para exportar, porque el mercado interno del sector no es suficientemente grande para compensar el gasto. Y a ello se suma el coste de importar materiales para la producción: la moneda rusa se ha devaluado de 45 rublos por euro en enero de 2014 a 85 rublos por euro actualmente.

“La sustitución de importaciones no ha dado resultados. Dicen que ha triunfado, pero no es verdad, manipulan las cifras”, asevera Portanksi. “Los alimentos rusos han aumentado su cuota en los mercados, sí, pero mirémoslo desde el punto de vista del consumidor, que es el que nos interesa. Han aparecido productos rusos, pero son más caros y la calidad no muy buena, ¿Por qué? Antes los supermercados tenían más oferta, ahora nuestros productores son monopolistas”, afirma el experto.

Portanski hace referencia a un estudio de 2019 de la Escuela Rusa de Economía que analizó cómo había funcionado la sustitución en el sector alimentario en su primer lustro. Salvo las categorías de aves, cerdo y tomates, cuyos precios reales bajaron, el resto se encarecieron para el consumidor. Según sus cálculos, los ciudadanos rusos pagaban un sobrecoste de 5.100 millones de euros al año frente a los precios de 2013. Y esto antes del coronavirus. Con la pandemia y la interrupción global en los suministros, la situación es aún peor, pues según Rosstat (la agencia rusa de estadísticas) solo el año pasado se encarecieron los alimentos un 10,6%.

“La Unión Europea es nuestro principal socio comercial, y nos interesa continuar con esta colaboración, con sus inversiones nos llega el know-how (los conocimientos prácticos) que nos hace falta”, recalca Portanski.

En pleno conflicto por las sanciones, Bruselas acusa al Kremlin de priorizar a las empresas rusas frente a las comunitarias en sus licitaciones y por ello anunció en noviembre que recurrirá ante la OMC, cuyo principio básico es que sus miembros no discriminen por procedencia. La Comisión Europea recalca que el impacto económico para sus empresas “es muy significativo”, puesto que las licitaciones rusas mueven miles de millones de euros cada año.

Bruselas denuncia en concreto tres normas del Kremlin. Primera, las corporaciones estatales rusas valoran el precio ofertado por las empresas nacionales como si tuviera una deducción de hasta el 30%. Segunda, las compañías rusas deben pedir autorización cuando van a importar ciertos productos de ingeniería. Y tercera, hay cuotas que garantizan el origen ruso en las licitaciones para numerosos artículos, como vehículos, equipos médicos y productos tecnológicos.

La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso comentó las demandas de Bruselas a través de su canal de Telegram. “Es una estupidez porque la sustitución de importaciones fue una respuesta a las sanciones de la Unión Europea contra Rusia. Bruselas dijo durante mucho tiempo que nuestro país había sido ‘duramente castigado’. Lo que es ‘duro’ es el ‘sadomasoquismo”, afirmó María Zajarova.

Un indicio de que no avanza el plan según lo previsto es que el pasado 24 de diciembre se enmendó el decreto de 2014 sobre las cuotas para las compras estatales de productos rusos. De los 100 artículos listados según la clasificación rusa, 41 han quedado exentos por no haber aún fabricantes suficientes. Entre ellos, lámparas médicas, ordenadores portátiles, tarjetas inteligentes, circuitos integrados y otros componentes electrónicos.

Por ley, los programas de los sistemas informáticos clave del sector público deberán ser sustituidos a partir del próximo 1 de enero, mientras que el resto tendrá que cambiarse por software ruso al acabarse su vida útil. Sin embargo, la resistencia mostrada por las empresas ha llevado al presidente ruso, Vladímir Putin, a apoyar la propuesta del ministro de Industria Digital para hacer legalmente responsables a los ejecutivos que no cumplan con este objetivo. El departamento que dirige Maksut Shadáyev llegó incluso a vetar a la petrolera Transneft una compra a Microsoft de siete millones de euros, aunque al final cedió ante la realidad: el pasado 29 de diciembre aprobó que la agencia nuclear Rosatom adquiera software de gestión empresarial de la alemana SAP por nueve millones.

Y en la sanidad, lo mismo. En 2015 se lanzó un programa a cinco años para que el 40% de los equipos médicos fueran nacionales, pero apenas ha avanzado, especialmente tras estallar la pandemia, y a finales de 2020 su cuota rondaba el 29%, según la Cámara de Cuentas. Los alicientes son pocos: largos plazos para registrar los productos y la depreciación del rublo, que encarece aún más la compra de materiales fuera, especialmente de China.

En enero de 2014, justo antes de las sanciones, el economista Víktor Ivánter (fallecido en 2019) abogaba en un artículo publicado en el diario oficial Rossískaya Gazeta por invertir en la industria nacional y poner fin también a la “dependencia crítica” en los alimentos. “Tras 20 años reformando, hemos logrado algo a lo que no queremos renunciar: la elección del consumidor, pero esto aún depende de las importaciones”, decía Ivánter. Ocho años después, la elección es menor y más cara en la cesta de la compra.


TITULO: 80 cm -  Fútbol -  “Football, bloody hell!”, una semana de pasión,.


 “Football, bloody hell!”, una semana de pasión,.


Tras las dos oscuras temporadas a la sombra de la covid, esta Semana de Pasión se ha convertido en la mejor propagada del fútbol,.

foto / Ya lo dijo Alex Ferguson: “Football, bloody hell!”. Una expresión que, siguiendo la licencia poética que nos ofrece el reputado diccionario online Wordreference, podría traducirse como “Fútbol, ¡la puta madre!”, en sentido positivo, pero también como “Fútbol, ¡maldito sea!”. El mítico entrenador del Manchester United lo dijo en sentido celebratorio tras ganar la final de la Champions contra el Bayern en 1999 con dos goles en el último instante. Esta última semana no se ha decidido ningún título pero ha habido unas cuantas razones para gritar fútbol, bloody hell, y cada uno sabrá qué sesgo le da, eufórico o de rabia, pero siempre apasionado después de una verdadera Semana de Pasión convertida en la mejor propaganda del fútbol.

Una semana que empezó y acabó con el doble duelo entre el Liverpool y el Manchester City y que ha tenido en medio otros dos dobles duelos, los de la Liga con la Premier y con la Bundesliga. El Liverpool ha sido el gran triunfador de la semana, junto a Villarreal y Real Madrid, con el Manchester City y el Atlético de Madrid en territorio agridulce (o sea, con emociones contradictorias) y el Bayern y el Barcelona como sonoros fracasados vinculados ambos al peor de los pecados: el desprecio al rival (¡y hasta a la competición!).

Tras las dos oscuras temporadas jugadas a la sombra de la covid, con estadios vacíos y animaciones virtuales en televisión, el fútbol ha regresado con toda la fuerza de los estadios abarrotados, el público enardecido y cataratas de goles. El City pudo medio decidir la Premier hace una semana pero no lo consiguió. Pep Guardiola a punto estuvo de salir escaldado del Metropolitano pero salvó los platos, consiguió sacar de quicio al Cholo Simeone y se convirtió en pieza a batir por un amplio sector de la opinión madrileña.

La caza, alentada por razones que van mucho más allá del fútbol, continuará esta semana después de que el City fuera barrido del campo por el Liverpool en la primera parte de las semifinales de la Copa de Inglaterra en Wembley. La pírrica reacción final no le redimirá de las críticas tras el colapso defensivo del equipo (2-3), con el portero suplente al frente.

Klopp, el hombre de moda

A estas alturas, el Liverpool solo ha ganado la Copa de la Liga, pero Jürgen Klopp es el hombre de moda porque sigue luchando por sumar otros tres títulos y alcanzar el soñado cuarteto: ya está en la final copera de Wembley, es claro favorito para descabalgar al Villarreal de la Champions y llegar a la final de París y está tan solo un punto detrás del City en la Premier. Al Villarreal no le importa que le menosprecien: antes lo hicieron Bayern y Juventus y el año pasado lo hicieron Arsenal y Manchester United, todos ellos hundidos por los torpedos ocasionales del submarino amarillo. El Liverpool y el City aún pueden coincidir en la final de París en lo que en Inglaterra se presentaría como el partido de la historia, pero el Real Madrid, casi siempre menospreciado por las casas de apuestas británicas, ha subido muchos enteros tras sus victorias ante el PSG y el Chelsea.

El Bayern sería el gran perdedor de la semana… ¡si no existiera el FC Barcelona! El Barça ha pagado con otro ridículo histórico en Europa su menosprecio al Eintracht, un pecado cometido a todos los niveles: equipo, afición y directiva. Entre todos lograron que los alemanes se sintieran en el Camp Nou como en casa y tiraron una competición que muchos culés pensaban que era una vergüenza ganarla. Lo que nunca entendieron es que quizá sea una vergüenza jugarla pero, ya que la juegas... gánala.

Al final, los duelos de la Liga con las otras dos grandes ligas de Europa quedaron en tablas después de que el Madrid eliminara al Chelsea, el City al Atlético y el Villarreal al Bayern en Champions y el Eintracht al Barcelona en la Europa League. “Football, bloody hell!”.


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