La hora de los Fósforos - La Cope - CARLOS HERRERA - Antonio Hidalgo, una promesa extremeña en el circuito europeo ,. ,fotos.
Antonio Hidalgo, una promesa extremeña en el circuito europeo,.
El joven pacense de 10 años participa en el prestigioso torneo juvenil Vanguard Stars con sedes en Lisboa, Oporto, Madrid y el 20 de julio en París,.
Antonio Hidalgo Periáñez es el futuro del tenis extremeño. Este pacense de 10 años se codea con las mejores promesas internacionales en el prestigioso torneo juvenil Vanguard Stars 2019 con sedes en Lisboa, Oporto, Vilamoura, Madrid y París.Antonio Hidalgo nació el 30 de septiembre de 2008 en Badajoz, tiene licencia en la Federación Extremeña de Tenis y pertenece al Club de Tenis Casino de Badajoz. El chaval compite en categoría alevín de primer año (sub-11) y además de participar en diferentes torneos por Extremadura y en los Judex, donde llegó a clasificarse entre los ocho primeros de la fase final, ha estado presente en varios campeonatos en Portugal. A principios de temporada compitió en Estoril metiéndose en octavos y está participando en el prestigioso circuito internacional juvenil Vanguard Stars.
Este circuito nació el año pasado en Portugal con un considerable apoyo de las instituciones lusas y está enfocado a fomentar el tenis, formar futuros campeones y permitir que los más pequeños puedan pasar un fin de semana inolvidable.
Vanguard Stars 2019 se compone de 5 etapas con sedes en Portugal (Lisboa, Oporto y Vilamoura), España (Madrid) y Francia (París). La dimensión internacional de este circuito es sin igual en el mundo del tenis al concentrar las mejores promesas españolas, lusas y francesas. El torneo se disputa en las categorías sub-10 y sub-11 masculinos y femeninos y Antonio Hidalgo (sub-11) es hasta el momento el único representante extremeño en las tres etapas que se han celebrado.
La primera etapa tuvo lugar en las instalaciones del Club de Campo Villa de Madrid del 30 al 31 de marzo, con un éxito espectacular de participación al reunir a los mejores jugadores de toda España y los 8 mejores de Portugal y en el que el joven extremeño logró entrar entre los 32 seleccionados.
Antonio Hidalgo también ha participado en la segunda y tercera etapas de Lisboa (18 y 19 de mayo) y en Oporto (15 y 16 de junio), en la que consiguió ganar sus dos primeros partidos y pasar a octavos donde caería en un duelo muy disputado.
Antonio Hidalgo está ya preparando las maletas para viajar a París en un torneo en el que se darán cita los mejores valores del tenis francés. La cuarta jornada se disputará los días 20 y 21 de julio en las instalaciones de París Jean Bouin, junto a Roland Garros y el estadio del París Saint German.
TITULO:
RADIO - TELEVISION - EL TRANVÍA DEL TIEMPO -Ley mordaza', cuatro años en vigor a pesar de todo ,.
RADIO
- TELEVISION - EL TRANVÍA DEL TIEMPO -Ley mordaza', cuatro años en vigor a pesar de todo. ,. ,
fotos,.
Ley mordaza', cuatro años en vigor a pesar de todo,.
La prometida reforma de la norma ha sido una pesadilla, salpicada de contratiempos, elecciones, crisis políticas, dimisiones...
La 'ley mordaza' de la última mayoría absoluta del Partido Popular, aquella normativa que recibió una contestación social sin precedentes por el supuesto recorte de derechos fundamentales como el de manifestación, cumplió el pasado lunes cuatro años de vida. Cuatro años ya desde que entrara en vigor aquel julio de 2015, a pesar de que llevan vaticinando su muerte desde poco después de su nacimiento, sobre todo cuando en diciembre de 2015 los populares perdieron la mayoría absoluta. Aquellos comicios alumbraron un nuevo Parlamento con una fuerza y una voluntad más que suficiente para derogar la Ley de Seguridad Ciudadana del exministro Jorge Fernández, un texto que ni siquiera convencía ya al propio Partido Popular ni a su sucesor, Juan Ignacio Zoido.La desaparición de la 'ley mordaza' fue una de las promesas electorales estrella de Pedro Sánchez tanto en los comicios generales de 2015 como en los de junio de 2016. Es más, en septiembre del pasado año, en su discurso de los cien días, vaticinó su inminente fin. Pero la ley sigue vivita y coleando.
Hace solo cinco meses se alcanzó un gran acuerdo para modificar el texto que ahora ha quedado en nada
¿Qué ha ocurrido entonces para que esa 'ley
mordaza' odiada por la mayoría del Parlamento siga intacta dos
elecciones generales después de aquellas de 2015 y una moción de censura
que hace ya más de un año que sacó del poder al PP?La respuesta es que la reforma de esta normativa parece estar maldecida. Pocas veces la tramitación de un proyecto legislativo ha sido tan accidentada. Y es que ha pasado de todo: contratiempos, solapamientos, elecciones anticipadas, crisis políticas, dimisiones….
Dos textos
El tema ya arrancó de manera extraña cuando se presentaron dos textos alternativos a la actual normativa a finales de 2015 y principios de 2016 por parte del PSOE y del PNV, lo que obligó a los letrados a emitir informes que finalmente avalaron la refundición de ambos articulados tras un intenso debate. Los socialistas presentaron en principio una propuesta poco aceptable para nadie pues proponía directamente resucitar la «ley Corcuera».Antisanchistas
Aquel texto del PSOE- y ahí radica otro de los retrasos- fue presentado por la gestora del PSOE, ya que Sánchez había sido defenestrado en octubre de 2016. De hecho, uno de los más enconados antisanchistas, el ahora exdiputado Antonio Trevín, a la sazón portavoz de Interior, fue el «padrino» de esa propuesta, que no convencía para nada a los partidarios de Pedro Sánchez.Ampliaciones interminables
Con un PSOE en crisis y un PP al que no le interesaba acelerar la caída de su propio texto, la reforma fue retrasada con ampliaciones de plazos para presentar enmiendas durante todo 2017. La propuesta socialista sufrió 30 demoras. La del PNV, otras 30. En febrero de 2018 con Sánchez de nuevo al frente del PSOE y con un acuerdo amplio de toda la cámara para ponerse las pilas, incluso con la anuencia del PP entonces en el Gobierno, los trabajos arrancaron, pero para frenarse de golpe porque en junio el cambio de Ejecutivo de la moción volvió a arrinconar la «ley mordaza».Avalancha de enmiendas
Tras el terremoto provocado por la llegada de Sánchez a Moncloa, en otoño de 2018 el Congreso se conjuró para aprobar cuanto antes la asignatura pendiente de la reforma. Con novedades en la comisión de Interior provocadas por el cambio de Gobierno, sus señorías se pusieron manos a la obra de nuevo. Aunque casi se excedieron: los grupos presentaron 216 páginas de correcciones a las propuestas del PSOE y el PNV. En total, 101 enmiendas al texto de los socialistas y 183 al de los nacionalistas.Acuerdo con Podemos
Con ese volumen de trabajo, el Parlamento ya tenía que pisar el acelerador para aprobar la reforma antes de verano de 2020, cuando hubiera acabado la legislatura. Los socialistas se pusieron las pilas y para octubre tenían un acuerdo con Podemos para que los de Pablo Iglesias apoyaran la modificación de la polémica normativa basándose en el texto presentado en enero de 2017 por el Partido Nacionalista Vasco (PNV).Todo parecía ir sobre ruedas. El Gobierno tenía incluso la compresión del resto de los grupos para aparcar la reforma las expulsiones en caliente de los inmigrantes (introducidas con calzador por el Gobierno de Rajoy en la ley de seguridad ciudadana) hasta que el Tribunal de Estrasburgo se manifestara sobre su legalidad.
Pacto histórico
En febrero de este año el optimismo se apoderó de la Comisión de Interior. Parecía increíble, pero todos los grupos, incluido el PP en muchos de los aspectos, habían alcanzado en ponencia un preacuerdo que suponía el fin de algunas de las medidas más contestadas de la Ley de Seguridad Ciudadana.Así, según ese pacto histórico que quedaría en nada, dejaban de ser infracciones la grabación o difusión de agentes de las fuerzas de seguridad o la convocatoria «exprés» de manifestaciones. También había una mayoría para no castigar las concentraciones pacíficas en los alrededores de las cámaras parlamentarias.
Papel mojado
Pero todo quedó en papel mojado solo días después. El martes 5 de marzo, cuando el BOE publicó el decreto con el que Pedro Sánchez disolvía las Cortes y convocaba elecciones generales para el 28 de abril, decayeron en el Congreso 302 iniciativas legislativas. Una de ellas era la 'ley mordaza'.A día de hoy, con un Gobierno en funciones y una investidura incierta, nadie se atreve a vaticinar de nuevo la muerte de esta polémica normativa por mucho acuerdo que se alcanzara hace solo cinco meses. Y menos aún con un Parlamento con una composición diferente con respecto a la pasada legislatura, donde los pactos parecen cada vez más difícil y en el que ha irrumpido Vox, cuya posición con respecto a la actual ley es una incógnita.
TITULO: Adivina qué hago esta noche - Xavier .
Lunes -8- Julio a las 22:55 por La Cuatro, foto.
Xavier se la juega y duplica el premio: Se lleva 60.000 euros y se lo dedica a su abuela,.
Su valentía le ha hecho duplicar el premio
Xavier ha llegado a 'Adivina qué hago esta noche'
con un único objetivo: Llevarse el premio suficiente para poder
rehabilitar la casa de su ya fallecida abuela. Tras llegar a la 'ronda
final' con 30.000 euros, Xavier ha decidido jugárselo todo a una única
carta para tratar de doblar el premio. Con muy buen tino, el concursante
ha acertado que Marta Romero baila danzas polinesias y se ha ido a casa
con 60.000 euros.
Los expertos alertan de que pueden fomentar el racismo,.
foto / «Bienvenido a sí mismo». La frase, impresa en el kit de la prueba genética que 23andMe envía al domicilio de sus miles de clientes, suena prometedora. Para cuando tienes el paquete en las manos ya has pagado 180 euros. Entonces solo te queda escupir en una especie de tubo de ensayo, enviarlo y esperar a recibir un informe en el que te dirán si tienes el gen del pelo rubio, si tarde o temprano vas a quedarte calvo, cuáles de las 36 enfermedades hereditarias de riesgo podrías legar a tus hijos y, por supuesto, tu ascendencia: países de origen, parientes que comparten tu ADN y porcentaje de genes neandertales.Ese afán por encontrarnos a nosotros mismos no tendría nada de malo si no fuera porque, además de resultar un peligro para quienes no entienden mucha de la información que reciben, podría estar alimentando un concepto tan arcaico como peligroso: el de la raza.
La última de las sorprendentes ideas de esta 'start-up' de pruebas genéticas domésticas que ha amasado una de las mayores bases de datos de ADN del mundo ha sido aliarse con Airbnb para, juntos, animarnos a realizar viajes que nos 'conectarán' con nuestros ancestros en cualquier rincón del planeta.
El peculiar acuerdo se fundamenta en dos hechos incontestables: el incremento de personas interesadas en hacerse un test de ADN, y el hecho de que en los últimos cuatro años se haya quintuplicado el número de individuos que viaja a lugares en los que, según esas pruebas, vivieron algunos de sus antepasados. Sería, por poner un ejemplo, como si a los españoles, dado que está comprobado que hasta el 20% de nuestro genoma procede de ancestros compartidos con marroquíes, saharauis o tunecinos, además de desvelarnos nuestro nivel de sensibilidad al alcohol, nos invitaran a darnos una vuelta por el Magreb.
Aunque el matrimonio 23andMe-Airbnb parezca el no va más del modernísimo mundo de las sinergias, ni es el primero ni será el último en su especie. Spotify, la plataforma de música más potente del globo, se asoció el año pasado con Ancestry, la otra gran superpotencia en genealogía, para crear listas de reproducción de música basadas en esa molécula presente en casi todas nuestras células que contiene información genética.
«¿Qué ocurre con toda esa información genética? Ese es el otro gran peligro»
Ancestry, como 23andMe, entrega a sus
clientes un kit de ADN y, a cambio de 100 dólares, rastrea tus raíces a
partir de la muestra de saliva que le envías. A vuelta de correo recibes los resultados, además de la playlist diseñada por Spotify a partir de tu ADN.
El problema, aseguran algunos expertos, es que ese tipo de prácticas
que aparentemente no son más que un ingenioso truco de marketing, abren
la puerta a algo tan serio como peligroso ayudando, sutilmente, a recuperar conceptos supremacistas.«Para empezar, este tipo de técnicas no me merecen ningún crédito. En la mayor parte de los casos estamos hablando de una forma de fraude con apariencia científica, que es uno de los peores fraudes. Además, es un sinsentido pretender identificar ancestros retrotrayéndonos mucho en el tiempo. Cualquiera que haya leído a Adam Rutherford puede afirmar con total seguridad que quien tenga la menor ascendencia europea desciende de Carlomagno. Las líneas genealógicas se entrecruzan. Cuanto más lejos vamos, más compartimos», asegura Juan Ignacio Pérez, catedrático de Fisiología en la Universidad del País Vasco, lamentando que todo ese movimiento pueda estar alentando el retorno de una supuesta ciencia de las razas. «Tiene mucha lógica que los humanos pretendamos saber de dónde venimos; de hecho, tiene que ver con la identidad en este mundo tan abierto en el que vivimos, pero considero que es imposible trazar fronteras genealógicas a nada que te vayas para atrás. Además, ¿qué ocurre con esa información? Ese es el otro gran peligro».
Hacer caja
Y es que, mientras una parte de la comunidad científica se pregunta si la sociedad está abriendo la puerta a un monstruo, las empresas hacen caja con toda esa información exactamente de la misma manera en la que Facebook gana dinero con nuestros 'me gusta'. A pesar de la polémica por los problemas de privacidad y la imprecisión de la información que ofrecen las empresas que bucean en nuestro ADN, pocos cuestionan que estamos ante otro de los grandes negocios del siglo.Hace unos días, el MIT Technology Review publicó un informe que revela que en 2018 el número de personas que se sometieron a un test de ADN de ese tipo equivale a la suma de las cifras de todos los años anteriores. El creciente interés por nuestra ascendencia, la genealogía y la salud, impulsado por la publicidad en televisión y online, ha provocado que el año pasado se haya batido el récord de ventas de este tipo de pruebas que invitan a los usuarios a escupir en un tubo o hacerse un raspado bucal y enviar la muestra para analizar sus genomas.
De hecho, según los datos que maneja la publicación, propiedad del Instituto Tecnológico de Massachusetts, hasta principios de 2019 más de 26 millones de usuarios habían incorporado su ADN a alguna de las cuatro grandes bases de datos comerciales de ascendencia y salud. «Si este ritmo se mantiene, dentro de 24 meses este tesoro podría incluir la composición genética de más de 100 millones de personas», asegura Antonio Regalado, editor senior de la publicación, apuntando a que estas bases de datos se han vuelto tan masivas que ya es posible rastrear las relaciones de parentesco entre casi todos los estadounidenses, aunque no se hayan sometido a la prueba.
¿Y si vendemos nuestros datos?
Aunque este tipo de empresas, como 23andMe (23 son los pares de cromosomas en cada célula humana), tienen la propiedad de los datos de los usuarios derivados de muestras genéticas del hisopo de saliva, dejando a los clientes fuera de los ingresos cuando los venden a terceros, hay otras, como Veritas Genetics, que proponen que cualquiera pueda vender la información obtenida con sus genomas tras invertir en la secuenciación unos 1.000 dólares. Las transacciones se realizan utilizando la tecnología blockchain, que algunos consideran el futuro de las operaciones económicas.Valor de mercado
23andMe, dirigida por Anne Wojcicki, exmujer de Serguéi Brin, uno de los fundadores de Google, demostró su valor cuando reveló que había vendido el acceso a su base de datos a más de 13 farmacéuticas. Una de ellas, Genentech, pagó nueve millones de euros por echar un vistazo a los genes de las personas que padecen la enfermedad de Parkinson.Ana María López Narbona, socióloga y profesora de la Universidad de Málaga, tiene claro que estamos ante un tema polémico. «El asunto de las razas resulta tan apasionante como complicado en un momento en el que, además, la xenofobia está en permanente evolución. Acabo de pasar seis meses en EE UU y allí se palpa el racismo. Hay un nutrido grupo de científicos, brillantes y poderosos, con una serie de complejos que pueden resultar peligrosos», dice esta experta, precisando que para los biólogos las razas no existen por la sencilla razón de que no hay diferencias biológicas entre las diferentes razas. «Lo serio es que hay comportamientos de racismo sistémico. Se están produciendo situaciones, no de racismo brutal, pero sí de lo que se llama racismo 'soft': no querer determinados vecinos o un novio concreto para tu hija... Luego está el tema de los test, que son fundamentalmente probabilísticos y, por tanto, de su mano se puede llegar a conclusiones equivocadas».
Ricardo Moure, doctor en Biotecnología, investigador del Vall d'Hebron Institute of Research y uno de los científicos que cada lunes nos desvelan increíbles secretos en el programa 'Órbita Laika' de TVE, cree que lo que está ocurriendo es una locura. «Por un lado, bucear en tu ADN es interesante porque te ayuda a ver que, al final de la cadena, cada uno tenemos un poco de todo y somos el producto de cientos de miles de años de inmigraciones... pero, por otro, son muy peligrosos. De hecho, el miedo a la privacidad del ADN ya se suscitó con el proyecto genoma. ¿Lo de los test por correo? Hoy por hoy es una moda. Hay incluso unos, que venden en Amazon un kit de nutrigenética, una rama bastante nueva que, analizando una serie de variantes de un determinado gen, te dice si tu metabolismo es más lento, o no, a la hora de quemar grasas. Eso, cuando en realidad deberíamos analizar el conjunto de miles de nuestros genes y cruzar la información con la de nuestros hábitos».
Moure reconoce la tendencia de determinados grupos sociales a la polarización, una práctica que tiene que ver con la raza y con algo cultural. «Es volver a movimientos autoritarios y a polarizaciones que nos van limitando. Es hablar de la eugenesia de nuevo. Está claro que hay que preocuparse y ocuparse del uso de la genética».
El negocio en números
- 26.
- Solo cuatro grandes empresas monopolizan el ADN de 26 millones de personas y pueden hacer lo que quieran con él. Se trata de los gigantes Ancestry, GeneByGene, 23andMe y MyHeritage
- Una mina de oro.
- Para hacerse idea de la pujanza de un sector que pasó de facturar 15 millones de dólares en 2010 a 118 en 2017, un dato: el gigante farmacéutico GlaxoSmithKline ha comprado una participación de 300 millones en 23andMe el año pasado.
- 900
- millones de euros es el valor que los inversores han dado a la empresa 23andMe, que aún no cotiza en bolsa. «El dinero sigue a los datos», señala la jurista Barbara Evans de la Universidad de Houston, especialista mundial en genética personal.
- Voces de alerta
- Nicole Fisher, presidenta de la organización Health&Human Rights Strategies, se ha sumado a las voces de alerta: «El negocio de los tests de ADN debería preocuparnos».
Hay quienes van más lejos y, como Irma Calle, psicóloga experta en Recursos Humanos, alertan de que llegará un día en que no serán solo las farmacéuticas las interesadas en ese tipo de datos. «Las empresas, en general, terminarán manejando no solo un currículum vitae sobre la experiencia profesional de los candidatos; accederán también a datos cuantitativos sobre su ascendencia, las posibles enfermedades que pueden padecer y, en definitiva, su fortaleza genética. Una información que puede ser muy interesante cuando el objetivo es retener talento a larguísimo plazo. Estamos hablando de la selección de los más fuertes y eso, aunque suene terrible, porque lo es, no está tan lejos como parece. De algún modo, estamos a las puertas de ese futuro».
No hay comentarios:
Publicar un comentario