viernes, 11 de septiembre de 2020

REVISTA FARMACIA - La segunda marcha solidaria contra el alzhéimer se hará por grupos. / CAFE, COPA Y - El moderno reloj de nariz,. / Documental - Cómo hacerse un despacho en (cualquier) casa. / El escarabajo verde - En la mondon venis nova sento»... Al habla con la comunidad del esperanto,. / Días de cine clásico - Cine - Tocata y fuga de Lolita , Miercoles -16- Septiembre ,./ Un país para escucharlo - La banda municipal de música retoma sus ensayos,.

TITULO: REVISTA FARMACIA - La segunda marcha solidaria contra el alzhéimer se hará por grupos.


La segunda marcha solidaria contra el alzhéimer se hará por grupos,.

Natalia Sarró y Malu Martínez con las camisetas. / JOSÉ LUIS PDE
fotos / Natalia Sarró y Malu Martínez con las camisetas.

Se celebrará el sábado 3 de octubre hasta Millanes si la situación sanitaria lo permite,.


Resultat d'imatges de revista farmaciaLa Concejalía de Sanidad y Consumo y la asociación AFACA celebrarán el próximo 3 de octubre, si la situación sanitaria lo permite, la II Marcha Nocturna Solidaria contra el Alzhéimer 'Camina hacia el recuerdo', con el mismo recorrido que la primera, por el carril peatonal hasta Millanes, y con unas exigentes medidas de seguridad que entonces no eran necesarias.
Los detalles los dieron a conocer la concejala del área, Malu Martínez, y la vicepresidenta de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer y otras demencias del Campo Arañuelo, Natalia Sarró. La edil explicó que siempre que se pueda hay que planificar actividades del Plan de Salud y que en este caso se trata de colaborar de nuevo con AFACA para sensibilizar a la población sobre esta enfermedad y ayudar al colectivo.
De ahí que se hayan puesto a la venta 300 camisetas, «que este año son verdes porque es el color del alzhéimer en la zona», a 5 euros y con más tallas que en la anterior edición..
La reserva y la recogida de las camisetas se hará en el hall de la Casa de Cultura.
La inscripción para tomar parte debe hacerse a través del teléfono 633 85 90 26, facilitando nombre y número de DNI, dirección y la persona o personas con la que se va a realizar. Una vez cerrada se organizará la salida de tal forma que se haga de manera escalonada, para evitar aglomeraciones, en grupos reducidos y con mascarilla obligatoria.
Otro cambio importante es que los participantes no podrán quedarse en Millanes, como hicieron algunos en 2019 aprovechando la coincidencia con las fiestas locales, sino que todos volverán a Navalmoral. Pensando en esa vuelta se recomienda que lleven una linterna.
«Si respetamos las normas y nos respetamos, todo saldrá bien», dijeron, para terminar, las convocantes de la marcha.

Asistencia en domicilios

En cuanto a la actividad que desarrolla AFACA, Natalia Sarró aseguró que sobre todo prestan asistencia a domicilio a los usuarios con pautas o terapias de comportamiento, además de ayudar a los familiares para evitar que caigan en situaciones de agobio o estrés, lo que se ha incrementado con la pandemia.

     TITULO: CAFE, COPA Y El moderno reloj de nariz,.

 

El moderno reloj de nariz,.

foto / Una joven manejando un smartwatch con la nariz.
Una joven manejando un smartwatch con la nariz. / E. R.

El cacharrino smartwatch. Cómo controlar hora, pulsaciones y decibelios con la punta de la nariz,.


Por mi cumpleaños me he regalado un reloj moderno de esos que en vez de reloj se llaman watch, smart y no sé cuántas cosas más, un reloj que te controla la vida porque es mucho más inteligente que tú y te está avisando a cada rato de todo lo que haces mal: si te estresas demasiado, si te mueves poco, si te rodea demasiado ruido, si duermes mal, si respiras sin compás, si se te desbocan las pulsaciones. Un reloj, en fin, que hasta te hace electrocardiogramas y parece pensado para hacer felices a los hipocondriacos y a los neuróticos: te lo compras para que te avise de todo lo que te agobia, pero al final resulta que la causa de todos los agobios es él, el propio reloj.
Mi nuevo cacharrino, así lo llaman mi mujer y mi suegra, también da la hora, pero camuflada entre tanto círculo de colores y tantos dígitos brillantes que al final confundes los minutos con los decibelios y llegas tarde a todos los sitios.
Como buen varón caprichoso, llevaba un par de años detrás de un reloj moderno, o sea, de un cacharrino, pero no me atrevía a comprármelo porque no encontraba la manera de manejarlo. Como saben, a esos relojes hay que estar dándoles todo el tiempo con el dedo para sacarles partido. Si no les das con el dedo, es ridículo comprárselo, basta con uno clásico que dé la hora y punto.
Es decir, cuando subo a la Montaña de Cáceres, he de apretar digitalmente un símbolo en la esfera del reloj para que me indique las calorías que quemo, los kilómetros que ando, la temperatura que hace, la velocidad que llevo, la altura que asciendo, las pulsaciones que doy, etcétera, etcétera. Además, ese dedo selecciona la música que escucho, los audios que me entretienen o los correos que llegan. Sin el dedo accionando, el reloj no vale para nada.
Como imaginan, con una sola mano es imposible realizar estas operaciones y por eso llevaba un tiempo frustrado por no poder tener un cacharrino como hace cualquier varón caprichoso. Pero desde muy niño me educaron para superar cualquier contratiempo manual y si soy capaz de pelar patatas con una mano, ¿cómo no iba a manejar también un smartwatch cacharrino?
Dicho y hecho: tantos días de confinamiento y aburrimiento acabaron por aguzar mi ingenio y caí en la cuenta de que podría manejar el bichito digital con la punta de mi nariz. Así que me acerqué a la tienda, expliqué mi caso y, amablemente, desinfectaron uno de esos relojes para que yo pudiera manejarlo con mi nariz. Y oye, ¡maravilloso! He inventado el reloj nasal, mucho más divertido que el digital. Ya lo tengo en mi muñeca, con una correa que puedo abrir y cerrar con la boca, y nasalmente manejo mis caminatas, busco mi posición en los mapas, sé la temperatura que hace, cambio de disco, de emisora y de podcast y respondo al teléfono.
Resulta raro, la verdad, y noto que la gente me mira extrañada porque no es normal ver a un tío por la calle que parece tener un tic consistente en oler a cada rato su reloj. Pero no huelo, simplemente cuido mi salud: con la punta de la nariz controlo pulsaciones, calibro decibelios y reacciono cuando el cacharrino smartwatch me avisa de lo obvio: «Parece que estás andando». Y oye, efectivamente, estoy andando. Desde que tengo reloj nasal, mi suegra no hace más que mirarme, menear la cabeza y chasquear la lengua, como si me diera ya por perdido. Luego le puede su bondad natural, se deja llevar por la misericordia y me ayuda a sentirme importante: «Anda, dile a tu cacharrino que me cuente un chiste». Son unos chistes muy malos, pero mi suegra se carcajea con cariño para que no me sienta mal.

TITULO: Documental - Cómo hacerse un despacho en (cualquier) casa.

 

Cómo hacerse un despacho en (cualquier) casa,.

foto / El teletrabajo se queda, así que mejor crear un hueco adecuado en el hogar: es fácil, pero no todo vale,.

Cómo hacerse un despacho en (cualquier) casa

La pandemia y la provisionalidad. ¡Qué parejita tan irritante! Si algo nos ha enseñado la Covid es que no nos queda más remedio que vivir a salto de mata, adaptándonos continuamente. Y vaya si hemos aprendido en los últimos meses. Sobre todo, porque parece que va a ser menos transitorio de lo que al principio pensábamos. Así que hemos tenido que repensar nuestra vida. También la laboral, claro. Sin ir más lejos, los meses de confinamiento demostraron –hasta a los más escépticos– que el teletrabajo, bien gestionado, no sólo es posible, sino una herramienta muy útil para empresarios y empleados. Por eso, parece ser que, cuando pase esta época tan rara, la variante 'casera' va a salir muy reforzada, y eso que para la mayoría de los trabajadores implica meter horas de más (dos, según ha publicado la revista Forbes). Aun así, según los expertos, en la era pos-Covid se apostará por un modelo laboral híbrido, con jornadas de oficina y otras de teletrabajo. «Es un cambio de paradigma ya imparable. Se seguirá acudiendo a la oficina, de hecho con el Covid hemos echado de menos cosas, por ejemplo el 'brainstorming' ('tormenta de cerebros'), esa inyección de ideas que surge de la interacción entre compañeros. Pero trabajaremos mucho desde casa también», explica Soledat Berbegal, consejera de Actiu, compañía especializada en el diseño para mejorar las condiciones de trabajo. Según explica, en países anglosajones y del norte de Europa es muy frecuente que haya un despacho en casa, «porque son culturas que no valoran tanto el presencialismo y que se centran más en evaluar al empleado por objetivos». Ahora parece que todos vamos en esa dirección.
Por eso, esos 'chiringuitos' más o menos chapuceros que nos montamos para salir del paso en el confinamiento y la desescalada deben dar paso a rincones de trabajo adecuados. ¿Crees que tu casa es pequeña y que lo de tener un 'despacho' –suena algo pomposo, sí– es una utopía? Para nada. No hace falta tener un casoplón, solo ingenio y seguir los consejos de tres expertas.
1.

Iluminación

Es uno de los factores fundamentales. Si puedes colocar tu rincón de trabajo junto a una ventana o balcón, es lo ideal. «Nos conecta con el exterior y nos aporta confort visual. Además, el cambio de la intensidad de la luz natural con el paso del día influye directamente en nuestro biorritmo y puede servirnos para saber cuándo hacer un descanso», indica Mónica Comunión, socia del estudio logroñés de interiorismo y arquitectura Perspectiva Moma junto a María Ruiz.
Pero, aun así, deberemos contar con una fuente de luz artificial, como un flexo, en el lado opuesto a la luz natural. Muy importante: que la luz no cause brillos en la pantalla. «Durante el confinamiento muchas personas han notado problemas de visión por teletrabajar en malas condiciones», lamenta Berbegal.
2.

Plantas

Puede parecer una tontería, pero las expertas coinciden en afirmar que una plantita suaviza la geometría rígida de los muebles y hace nuestro rincón de trabajo más fresco, amable y optimista. Toda ayuda es poca.
3.

Lugar idóneo

A veces no tenemos mucho donde elegir, pero, si es posible, hay que colocar el espacio de trabajo en un lugar que no sea de paso para poder concentrarnos «y, sobre todo, lejos de televisores que nos puedan distraer», señalan en Actiu. Aunque, si andamos justos de metros cuadrados, se puede aprovechar un pasillo con un mínimo de 1,5 metros, una despensa, un armario empotrado, un retranqueo de la pared y cualquier rincón (con una mesa en ángulo, que es muy socorrida). «Es fundamental medir bien», recuerda María Ruiz.
4.

Muebles ergonómicos

En los despachos improvisados hemos tirado de sillas de comedor y mesas de la cocina o auxiliares. Y así hemos acabado. «Fatiga visual, vértigos, tendinitis... Los seguros de empresas están colapsados», asegura Berbegal, quien hace hincapié en la importancia de hacerse con muebles ergonómicos para preservar la salud. Una silla de oficina con un buen respaldo y que cumpla los estándares–ancha, para proteger la zona lumbar, y con reposabrazos–, una mesa del tamaño necesario y que permita estirar las piernas, un reposapiés... Hay que trabajar cómodo.
5.

Muebles versátiles

«Es importante separar el espacio personal del profesional para darse un respiro, la mente lo agradece y esto se refleja directamente en la productividad del individuo», asegura Mónica Comunión. Esto se consigue con separación física, sí –biombos, pantallitas acústicas, estanterías...–, pero también usando muebles versátiles que se pueden convertir en despachos pero que al finalizar el trabajo se integran en el conjunto, se camuflan o incluso desaparecen (es el caso de alacenas y armarios que se cierran o de muebles que se bajan y se suben). «Necesitamos mobiliario cómodo, que se integre con el estilo del espacio en que se instala y que nos aporte varios usos en poco espacio», sostiene Comunión. Porque nadie quiere tener frente a los ojos todo el día el espacio en el que trabaja, ¿verdad?
6.

Almacenaje

Seguramente, un despacho casero no podrá tener nuestras dimensiones soñadas. Por eso hay que pensar mucho cómo lo organizamos para no crear el caos. María Ruiz subraya la importancia del «orden y la limpieza». Para tenerlo todo a mano pero bajo control son muy útiles las cajoneras de dimensiones reducidas que pueden ir bajo la mesa o sobre ella. Y, sobre todo, aprovechar la pared para estanterías, bandejas y tablones o pizarras donde poner mensajes.
7.

Medidas cómodas

Algo fundamental. A veces nos dejamos llevar por lo 'cuqui' y nos olvidamos de la funcionalidad. Y esto, en un rincón de trabajo, es imperdonable. Necesitamos que nuestro despacho tenga unas medidas mínimas para poder usarlo muchas horas con comodidad: una silla muy bonita no sirve de nada si no aguantas una hora en ella sin que los riñones te recuerden tu estupidez.
La mesa de trabajo ha de tener una superficie de 1,20 a 1,30 metros de ancho por 0,75 o 0,80 de profundidad. De este modo podemos apoyar muñecas y antebrazos si usamos el ordenador, anotamos cosas a mano o hablamos por teléfono. Además, el espacio de movimiento para la silla –mejor con ruedas– debe ser algo superior a un metro.
El ordenador, mejor colocarlo delante o a un lado si tienes sitio, pero que no te obligue a hacer torsiones raras. ¿La pantalla? A una distancia mínima de 40 centímetros.
8.

Color

Aunque nos sintamos tentados de meter colorines en nuestro rincón de trabajo, es mejor que nos contengamos. Vamos a pasar muchas horas en él y los tonos muy fuertes nos pueden saturar. Por eso, las expertas aconsejan el blanco. Nunca falla. Proporciona sensación de orden, amplitud y limpieza. Y no cansa. O, en su defecto, colores muy claritos o el socorrido azul, que parece que favorece la concentración. «El uso de colores vivos, como el rojo o el naranja debe hacerse sobre elementos puntuales», indican en Actiu.

9.

Un espacio de 'recreo'

Si vas a currar en casa, los especialistas no sólo recomiendan que acondiciones un rincón de trabajo... ¡También creen conveniente que te organices un lugar de relax para hacer parones y despejar la mente! Parece mucho pedir, ¿no? Pues no es para tanto. Basta con un sillón cómodo con reposapiés, un puff, unos cojines sobre la alfombra... Vamos, un lugar de recreo. Según explican en la empresa de Berbegal, es el denominado 'softseating', «necesario para conseguir un entorno de paz y cambiar nuestra mente, ya que se ha comprobado que las personas son más productivas e imaginativas si incorporan momentos de relax en su actividad laboral». Y otra cosa que influye en el rendimiento de quienes tienen hijos en casa: si te es posible, colócales una minimesa con sus 'útiles de trabajo' (pinturas, plastilina...) cerca de ti para que jueguen a emularte. Así estarán más entretenidos.
10.

Lo más ecológico posible

Los expertos aconsejan incorporar luces led para evitar consumos eléctricos desmesurados y apagar todos los equipos para no gastar energía cuando no los usemos. También los muebles de maderas naturales y, a poder ser, libres de plásticos y formaldehídos (presente en ciertos contrachapados, aglomerados...) «un compuesto químico que aumenta el riesgo de padecer ciertas enfermedades», alertan en Actiu.

TITULO:  El escarabajo verde - En la mondon venis nova sento»... Al habla con la comunidad del esperanto,.

 

En la mondon venis nova sento»... Al habla con la comunidad del esperanto,.

foto / La lengua internacional no es una reliquia del pasado: reactivada por internet, sigue abriendo las puertas del mundo a miles de personas,.

«En la mondon venis nova sento»... Al habla con la comunidad del esperanto

Si nos ponemos a leer un diario de hace un siglo, es muy probable que no tardemos en toparnos con el esperanto. En la España de los años 20 y 30, la lengua creada a finales del XIX por el oftalmólogo polaco Lázaro Zamenhof se encontraba en plena ebullición: había llegado la hora de dar forma a un nuevo mundo, nuestro mundo, y muchos deseaban que fuese más libre, humanitario y unido que el anterior. El esperanto se presentaba como una herramienta ideal para acabar con las desigualdades y las barreras que separaban a unas personas de otras, de modo que en los periódicos proliferaban las convocatorias vinculadas a su expansión: los ateneos esperantistas organizaban cursos, conferencias, veladas artísticas, excursiones, y los sindicatos fomentaban la enseñanza de aquella lengua que impulsaba a la humanidad hacia el futuro. Emilia Gastón, hija de intelectuales aragoneses, se convirtió en la primera hablante 'nativa' de esperanto del mundo, criada en una familia que empleaba ese idioma en su vida cotidiana.
Está claro que aquella visión idealista no cristalizó: las desigualdades y las barreras siguen aquí, tozudas ellas, y el esperanto no tiene la presencia con la que soñó Zamenhof. Y, sin embargo, sería un error catalogar esta lengua como una reliquia del pasado, ya que sigue siendo utilizada por miles de personas y atrae constantemente a nuevos hablantes. A sus connotaciones humanistas hay que sumarles dos rasgos singulares: por un lado, resulta muy sencilla de aprender, ya que está diseñada específicamente para ser fácil; por otro, abre las puertas de una comunidad amigable y global en la que la nacionalidad se vuelve un dato accesorio. «Una parte (una amplia mayoría, me atrevería a decir) de las personas que se acercan al esperanto lo hacen atraídas por su imagen de lengua de amistad por encima de fronteras y por interés por conocer el mundo desde otra perspectiva más auténtica y menos convencional. También hay personas que se acercan por curiosidad, pero creo que una cierta idea general de interés por el mundo nos une a todos los hablantes», explica José Antonio del Barrio, presidente de la Federación Española de Esperanto.
Resulta muy difícil estimar cuántos de esos hablantes hay en España, ya que no existen censos y, hoy en día, se ha vuelto mucho más habitual aprender esperanto por libre. «Podríamos estar en el orden de unos pocos miles: más de dos mil con un nivel siquiera básico y no más de diez mil, pero ni yo mismo lo sé con seguridad», admite Del Barrio. Las nuevas tecnologías, lejos de apuntillar al esperanto, han propiciado una llamativa reactivación: «Yo digo en ocasiones que internet fue creado para los esperantistas. Mientras que generaciones previas tenían que ingeniárselas para crear y mantener contactos con personas de otros lugares o para acceder a material creado en esperanto, ahora esas posibilidades están a un clic de distancia. Cualquiera puede encontrar un esperantista en cualquier país del mundo por medio de las redes sociales, o escuchar canciones o ver vídeos en esperanto en YouTube». Antes, la vía habitual para aprenderlo era acercarse a un círculo esperantista, pero hoy miles de jóvenes lo aprenden a través de la plataforma Duolingo, incluso desde rincones del planeta donde jamás ha existido un ateneo.
«Encontré el amor a través de esta lengua. Es el idioma de mi casa, en el que pido la sal» CARLOS PESQUERA
En Duolingo empezó a aprender Carlos Pesquera, un sociólogo santanderino de 31 años, que tenía el esperanto como cuenta pendiente desde sus tiempos de universitario: «Me atraía la idea de que su base es racional, de que no importa cuál sea tu cultura o idioma materno para aprenderlo mejor, de que no hay un grupo que lo hable mejor solo por nacimiento... Pero lo principal es que es el mayor símbolo de humanidad posible: decides dedicarle tiempo a algo cuyo objetivo es romper con todas las barreras, acercarte a las personas considerando solo que son tan humanas como tú», explica. El símbolo no tardó en convertirse en algo más tangible: en 2016, cuando no llevaba ni un año con el idioma, Carlos viajó en bici por toda Europa usando Pasporta Servo –una red de anfitriones esperantistas– y acudió al Congreso Internacional de Jóvenes Esperantistas de Breslavia (Polonia). Allí conoció a Katharina, alemana, y por eso mismo está respondiendo ahora desde Hamburgo: «Yo encontré el amor a través de esta lengua. En casa hablamos en esperanto en exclusiva, a menos que estemos con familia. Yo ya hablaba alemán y ella ha aprendido español, pero ya teníamos el hábito de hablar en esperanto y es más justo: si utilizáramos el idioma de la otra persona, habría una desigualdad innata. El esperanto es el idioma de mi casa y, cuando tengamos hijos, serán hablantes nativos de esperanto, pero también de español y alemán».

Cerebro, boca y corazón

Ese equilibrio entre hablantes, independientemente de su procedencia, interesa especialmente a Vicente Manzano-Arrondo, sevillano, de 57 años y profesor de investigación del comportamiento humano en la Universidad de Sevilla, especializado en el estudio de la opresión. Su trabajo sobre este fenómeno en el ámbito académico le llevó a detectar «una enfermedad social que consiste en sentirse culpable porque uno no nació en Nueva York o Londres y, por tanto, no tiene el inglés como idioma materno». En 2016 se puso a estudiar esperanto y, diez meses después, participó en unas jornadas interculturales en Polonia. «Allí me encontré hablando con un inglés y un alemán. Ambos son más altos que yo y provienen de dos estados potentes, ricos e influyentes. En la universidad sabemos por experiencia que los congresos en inglés los controlan los anglohablantes, igual que ocurre en los congresos en alemán con los germanohablantes. Pero me di cuenta de que, en aquella conversación de casi una hora, la situación había sido 100% horizontal, de que nadie estaba por encima de nadie». Como parte de sus investigaciones, Vicente ha entrevistado a esperantistas que dominan también el inglés, de países tan diversos como Benín, Irán, Rumanía, China o España: «Todos me responden lo mismo: el inglés les ha servido para encontrar un trabajo, pero no les genera pasión. El esperanto no les ha traído ni un euro, sino sentido en la vida, una red de amistades de lujo y alegría. Uno me decía: 'Mi cerebro habla suahili; mi boca, inglés; mi corazón, esperanto'».
«En unas jornadas me encontré hablando con un inglés y un alemán y me di cuenta de que, con el esperanto, nadie estaba por encima de nadie» vicente manzano-arrondo
Al charlar con esperantistas van surgiendo con toda naturalidad topónimos inesperados, como si la lengua hubiese abolido también las distancias geográficas. Saioa Escobar, de 35 años, y Javier Alcalde, de 42, son profesores y se conocieron en 2012 en un curso que organizaba la Asociación Catalana de Esperanto en su ciudad, Barcelona. Cuatro años después, se casaron, y su domicilio se ha convertido en un nudo más de una red que envuelve el planeta entero. «Gracias al esperanto tenemos amigos en lugares como la República Democrática del Congo, Canadá, Polonia o Japón y hemos visitado en profundidad Corea, Túnez o Eslovaquia, en viajes que tienen que ver poco con el turismo convencional, porque te integras en la comunidad», detallan. Saioa colabora con un orfanato del Congo regentado por esperantistas y Javier pudo realizar una investigación académica en el campo de refugiados de Calais gracias a contactos con hablantes de esta lengua.
¿Cuál es la última conversación que han mantenido en esperanto? Nuestros interlocutores no necesitan esforzarse en hacer memoria. Vicente ha estado hablando hace un rato sobre la reparación de una bicicleta. Javier ha mantenido un debate con varios amigos sobre las relaciones entre Rusia y Ucrania. Saioa ha respondido a un mensaje de un profesor canadiense, al que está ayudando a traducir del griego antiguo al esperanto una obra de Procopio de Cesarea, historiador bizantino del siglo VI. Y Carlos y Katharina... bueno, ellos hablan en esperanto todo el tiempo: «Es el idioma en el que pido la sal, pregunto dónde están las llaves o deseo todo mi amor».

Cuatro frases en esperanto

«En la mondon venis nova sento»
La propone José Antonio del Barrio, el presidente de la federación: «Va a parecer un poco institucional, pero me quedo con el inicio de 'La espero' ('La esperanza'), un poema del doctor Zamenhof que se ha convertido en el himno del esperanto: 'Un nuevo sentimiento ha llegado al mundo'. Se puede considerar como un anuncio de esperanza y continúa siendo válido 130 años después».
«Faru la bonon! Sed faru ĝin bone! (kaj ĝuu!)»
Es la frase que elige Vicente Manzano-Arrondo. «La utilizo como firma. '¡Haz el bien! Pero hazlo bien (y disfruta)'. Esa sería la traducción literal. Más directa al sentido, adaptándola con ritmo al español, yo diría 'haz bien el bien y pásalo bien'».
«Mi spektas videon»
«Como español, me encanta esta frase», comenta Carlos Pesquera, que aporta un toque de humor a este pequeño repertorio de expresiones en esperanto. «Significa 'miro un vídeo', pero, como generalmente no pronunciamos bien la diferencia entre uve y be, suelo acabar diciendo 'mi spektas bideon', es decir, 'miro un bidé', lo cual no es tan entretenido pero resulta más gracioso».
«La nepoj vin benos»
«O, lo que es lo mismo, 'vuestros nietos os bendecirán'», aclaran Javier Alcalde y Saioa Escobar. «Es una frase muy conocida de un poema clásico de Zamenhof, que hace referencia a la idea de que el activismo esperantista no necesariamente tendrá un resultado inmediato, sino que, como todo cambio revolucionario, es una cosa que necesita de varias generaciones. Es una frase que nos gusta y que aplicamos más allá del ámbito estricto del esperanto a cualquier buena acción que de alguna manera tiene presente a las generaciones que vendrán. Es decir, la idea de extender la empatía no solo a todos los habitantes actuales del planeta, sino también a los del futuro».

 

TITULO:  Días de cine clásico - Cine -  Tocata y fuga de Lolita   , Miercoles -16- Septiembre  ,.


  Este miércoles  -16-Septiembre  a las 22:00 en La 2 de TVE, foto,.

 

Reparto
Tocata y fuga de Lolita
 
 
Carlos, un viudo de cuarenta años, vive con su hija Lolita y con su hermana Merche. Es candidato a procurador en Cortes, por lo que viaja con frecuencia fuera de Madrid. Durante uno de esos viajes, se ve obligado a regresar a casa precipitadamente, porque su hermana le comunica que Lolita se ha marchado de casa para vivir con unas amigas.

 

 

 

TITULO:   Un país para escucharlo  -     La banda municipal de música retoma sus ensayos,.



Un país para escucharlo -La banda municipal de música retoma sus ensayos  ,.


Este martes 15 Septiembre de  , a las 23.00 por  La 2, foto.

 

 

La banda municipal de música retoma sus ensayos,.

Nuevo ensayo de la banda realizado al anochecer. / A. M.
Nuevo ensayo de la banda realizado al anochecer.

La banda municipal de música de Miajadas ha reanudado sus ensayos presenciales, siempre garantizando todas las medidas de seguridad sanitarias. Los componentes han comenzado los ensayos al aire libre «con ganas y alegría por poder volver a compartir estos momentos con los compañeros», y esperan la próxima ocasión en la que puedan deleitar con su música en directo.
Todos los interesados que quieran formar parte de la agrupación pueden ponerse en contacto mediante el teléfono 927 34 70 00 extensión 3502.
Y no solo la música ha regresado con la 'nueva normalidad', las clases de 'cardio music' han vuelto al panorama deportivo de con las energías renovadas.
Los 15 participantes bailan martes y jueves en el pabellón municipal al ritmo de 'Muévelo', 'Baila conmigo', 'Boomshakalaka', y otras muchas canciones, eso sí, guardando unos cinco metros de distancia interpersonal.

 

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