Salaya dice que no hay capacidad para ampliar la línea del bus al campus,.
El alcalde propone escalonar las horas de entrada a las clases frente la solicitud de los estudiantes de poner más vehículos,.
La Coordinadora habría solicitado «triplicar» el servicio, lo que según Salaya es «materialmente imposible, pero se hará en la medida de las posibilidades», matizó el regidor. Una de las opciones que se barajan es la de poner en circulación autobuses que han dejado de estar operativos.
El alcalde subrayó que esta limitación de recursos no está relacionada con el dinero. «Gastaremos todo lo que haya que gastar en reforzar el servicio», dijo, sino que los autobuses «son los que hay». En este sentido, explicó que si se quisiera aumentar la flota habría que adquirir vehículos nuevos que tardarían en llegar de media un año, por lo que «no es una solución realista», afirmó.
Salaya aboga por escalar la entrada a clase, como así se lo ha trasladado a la Universidad de Extremadura. «Tendrá que haber alumnos que entren a las ocho de la mañana, alumnos que entren a las nueve y alumnos que entren a las diez», ilustró. En los próximos días se reunirán las dos instituciones públicas para rematar los detalles del arranque de un curso un tanto incierto.
El primer edil insistió en que no es la seguridad en el bus la que está en cuestión sino su capacidad para cubrir toda la demanda, «porque en el autobús no va a subir ni una persona más que las que puedan subir garantizando las medidas de seguridad, la distancia y el aforo actual». « Lo que si puede pasar –agregó– es que si no organizamos bien la entrada a clase no haya garantías de que todos los alumnos puedan llegar al campus». Por este motivo, manifestó que la Universidad tiene que decir como escalará las clases y qué refuerzo se necesita, «porque lo ideal sería que con cambios de horario cubriésemos toda la demanda».
Por otra parte, Salaya recordó que está previsto acometer cambios en las líneas 3 y 4 hasta el Hospital y el Cefof, respectivamente, como se han demandado.
En cuanto al curso escolar, reiteró que el Ayuntamiento ha puesto a disposición de la consejería de Educación medios e instalaciones municipales, como casas de cultura, pistas y pabellones deportivos para que el inicio de las clases escolares sea, igualmente, seguro. Una vez que se decidan qué espacios se ocuparán, se readaptarán las actividades que tienen lugar en ellos para que sean compatibles con las clases que se impartan, «pero la prioridad es garantizar que empieza curso escolar», concluyó.
TITULO: AQUI HAY TRABAJO - El Gobierno local planifica el nuevo curso político en el Olivar Chico de los Frailes,.
El Gobierno local planifica el nuevo curso político en el Olivar Chico de los Frailes,.
Este escenario no se escogió para anunciar un proyecto concreto en él, sino para posicionar espacios menos conocidos de la ciudad, según señaló el regidor, que admitió que la pandemia ha truncado los planes previstos en esta instalación, en la que se quieren impartir talleres de naturaleza a escolares.
Salaya reconoció que el curso político se plantea «muy duro» y señaló que la crisis sanitaria ha obligado a cambiar la forma de trabajar «con una reevaluación continua de la situación». En su comparencia ante los medios, quiso dejar claro que además de haberse destinado fondos a ayudas sociales, autónomos y promoción turística, se ha hecho un «esfuerzo» por mantener la inversión pública y que en el último trimestre del año se verán los resultados del «intenso» trabajo realizado por los trabajadores municipales.
El alcalde detalló los proyectos en curso y las obras pendientes, como las que acometerá el Consorcio Ciudad Histórica; las actuaciones en los barrios; mejoras en accesiblidad; la ampliación de la EDAR; o la inauguración de la ampliación del Parque del Príncipe, entre otras.
TITULO: 80 cm' - La bella ruta de la basura ,.
La bella ruta de la basura,.
El escocés Colin Morrison conduce su camión por las islas de Mull e Iona. Recoge desechos y aprovecha para captar paisajes con el móvil. Tiene listo un calendario para su legión de fans con fines solidarios,.
Las fotos que capta con su móvil son tan hermosas que abrió un perfil de grupo en Facebook para compartirlas -A binman's view of Mull&Iona-, y en solo dos meses ha logrado más de 4.500 seguidores, aparte de los 2.000 amigos de su propia página. Todo empezó hace cuatro años... «Cuando por fin me compré un teléfono móvil con una cámara decente», explica a este periódico Morrison, superado por un éxito que nadie preveía: «Todo es bastante divertido, no me esperaba esta atención. No estoy acostumbrado, soy bastante tímido normalmente».
No vive mucha gente en la isla de Mull, unas 2.700 personas en un perímetro de 480 kilómetros, la mitad de ellas vecinas de su capital, Tobermory. Las carreteras son de un único carril, con lo que hay que echarse a la cuneta cuando llega otro en sentido contrario; así las cosas, se puede tardar varias horas en recorrer cien kilómetros. Vamos, que aquí todo va a otro ritmo, el necesario para poder admirar playas de arena blanca, las coloridas casas de Tobermory, sus cascadas, los arcoiris que proporciona el clima lluvioso y las ovejas y vacas peludas que pastan a sus anchas.
Es lo que Morrison se ha ido encontrando a lo largo de sus años como conductor del camión de la basura en los 80 kilómetros de ruta diaria por la isla de Mull. Además, una vez a la semana, que son dos en verano, coge el ferry para cruzar en diez minutos a la cercana Iona, islita de dos kilómetros de ancho por seis de largo desde donde se cristianizó Escocia; un sitio con una hermosa abadía utilizado para retiros espirituales con su casi intacta naturaleza y donde no llegan a 200 los residentes habituales.
Su favorita
Previamente a la labor que realiza en la actualidad, Morrison condujo autobuses en Glasgow durante una década, y antes trabajó de cocinero. «Pero esto que hago ahora es lo mejor para disfrutar de la belleza de estas dos islas. Siempre he apreciado las vistas y estoy muy orgulloso de donde vengo. Lo de las fotos ha dado un nuevo sentido a todo», desvela este vecino e hijo de Tobermory: «Sin importar el clima, siempre se ve hermoso, con el puerto y sus casas de colores».Prefiere los amaneceres, esa luz que le ayuda a descubrir la belleza de las cosas, algo que se le da bastante bien a juzgar por los comentarios que le dejan en su página. ¿Su foto favorita? La que se puede ver en grande, las vacas Highland, autóctonas de las Tierras Altas de Escocia, que, llenas de pelo y gran cornamenta, le asaltan en la carretera a su paso por Torloisk y le miran como calibrando si darle paso o no. «Probablemente, es mi primera foto decente». Bromeando, la ha titulado 'Hora punta en Mull'.
Confía en que este éxito depare alegría a su gente, «que les guste esta historia alegre, una buena noticia entre el resto de noticias no tan buenas». También lo es que están a punto de salir de la imprenta 500 calendarios que responden a la demanda de sus fans -«aunque, tal y como van las cosas, vamos a necesitar más»-. Aún mejor, porque el dinero que Morrison recaude irá para las bandas de gaitas de Tobermory y de Mull, al hospital de la isla, a pagar las luces de Navidad y los fuegos artificiales de Nochevieja. Y seguro que todos esperan que, con el amanecer del Año Nuevo, se eche de nuevo a las estrechas carreteras para recolectar la basura y... ¿nuevas imágenes para el almanaque de 2021?,.
TITULO: Hacer de comer - Antonio González cultiva una sandía de 93 kilos,.
lunes -31 - Agosto - a viernes -4- Septiembre a las 13:25h, en La 1 , foto.
Antonio González cultiva una sandía de 93 kilos,.
El objetivo era presentarla al concurso de San Bartolo que fue suspendido, y en el que batió récord en 2019 con un fruto de 100 kilos,.
A pesar de saber hace tiempo que el certamen no se iba a llevar a cabo por la pandemia, Antonio ha seguido cultivando con mimo su fruto «aunque no con la ilusión de todos los años, porque esto del virus nos tiene preocupados», asegura. Aún así, «por seguir la tradición y por mis nietos» ha seguido todo el proceso, hasta que este fin de semana cortaba el fruto y lo pesaba en la báscula de una central frutícola de un sobrino suyo.
Cuidados
La preparación del terreno previamente, la selección del fruto dejando uno solo en cada una de las cinco matas que siembra, y el contar con un sombraje para que el calor no queme el fruto, son cada año las claves de estas súper sandías, cuenta su criador.Aunque ya ha perdido la cuenta de las que ha presentado a concurso y el peso de las ganadoras, sí que cree que superar los 100 kilos del año pasado «no va a ser fácil, aunque no se puede decir que no, porque tampoco esperaba el peso de la sandía ganadora». Y eso que esta fruta ha sido criada a partir de la semilla de la sandía premiada en 2019 «porque voy guardando de los mejores frutos», explica Antonio.
De momento, nadie ha dado buena cuenta del sabor de este gigantesco fruto, del que saldrá varias decenas de tajadas. La que sí probarán en breve es otra que pesa un par de kilos menos y que también ha cultivado este villanovense. Lo harán en el extranjero, ya que la sandía viajará fuera de España «para un cliente de la central de mi sobrino, y que está asombrado con el fruto criado».
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