TITULO: Cartas Olvidadas - Lento avance de la vacuna,.
Lento avance de la vacuna,.
Un decidido cumplimiento del calendario de inmunización por las comunidades autónomas debe reactivar la responsabilidad ciudadana,.
Cuando
acaba de comenzar su segunda semana, la información correspondiente a
los primeros siete días permite constatar que la campaña de vacunación
contra el coronavirus discurre en España a menor ritmo incluso del que
cabría esperar por la escasa disponibilidad de dosis de la única fórmula
practicable hasta el momento, foto.
En ciencia todas las opiniones valen lo mismo: nada, incluso las de los científicos. La verdad no es lo que opine una viróloga china, ni un médico italiano, ni un genetista español, sino la que desvelan los resultados. Durante esta pandemia los científicos se han enfrentado con frecuencia a preguntas y debates que deben responder los datos, no las personas.
El cerebro humano es muy bueno para distinguir cuando un objeto está lejos o cerca, o cuando huele a comida, pero no está adaptado a comprender de forma intuitiva el conocimiento complejo. La prueba la tenemos imaginando un debate prehistórico sobre objetos pesados. Hace diez mil años, cualquiera de nosotros habría defendido que era imposible que un objeto de metal de doscientas toneladas pudiera volar, por ejemplo.
Nuestra mente se deja seducir por atajos sencillos. Cae fácilmente en las trampas de nuestro cerebro cavernícola y tiende a abrazar la mitología y la superstición. Tiene muy pocas luces para los complejos requisitos de la ciencia, que implican trabajar con partículas subatómicas o grandes movimientos tectónicos. Así que, para llegar a la descripción de los fenómenos de la naturaleza, nuestra especie necesita recurrir al método científico. Su virtud reside en ser objetivo y saber extraer la realidad incluso de lo invisible o poco evidente, y además funciona a prueba de sesgos, engaños e intereses.
Imaginemos que el científico es un policía
El método siempre parte de una hipótesis que se pone a prueba. Es decir, el investigador cavila una posible explicación para el fenómeno que intenta comprender y a continuación hace experimentos para ver si su planteamiento estaba en lo cierto o no. La hipótesis que proponga tiene que estar fundamentada en la razón y el conocimiento previo, y los experimentos para validarla o refutarla bien diseñados.
Por usar un ejemplo equivalente, imaginemos que el científico es un policía que llega a un apartamento cerrado con llave por dentro. En él encuentra a un caballero ahorcado junto a una carta firmada en la que declara que ha decidido quitarse la vida. Entonces, propondrá la hipótesis de que ha ocurrido un suicidio.
Por supuesto también sospechará que puede haber ocurrido un asesinato, como sabemos todos los aficionados a la novela negra, pero el policía científico trabajará inicialmente con la hipótesis más plausible. Para comprobar si es cierta, recabará información de forma exhaustiva y analizará pruebas, como el investigador que hace experimentos hasta llegar a una posible solución.
Si en el proceso su hipótesis resulta refutada, estudiará una explicación alternativa y perseverará hasta encontrar la verdad. Por cierto, este método ordenado y lógico, si se hace bien, lleva su tiempo y requiere paciencia. Otra virtud que nuestros cerebros administran celosamente.
El origen del SARS-CoV-2: se buscan más pistas
Sobre el origen del SARS-CoV-2, la mayoría de los científicos se han posicionado a favor de una hipótesis de origen natural porque las características del virus invitan a pensar de esta manera.
Sin embargo, todavía se buscan más pistas que ayuden a aclarar cuál ha sido el recorrido exacto y, seguramente, más pronto que tarde, se averiguará. Hasta la fecha, los escasos estudios basados en explicaciones alternativas no han mostrado resultados que los sustenten. Por eso encuentran un rechazo masivo en la comunidad científica, que no necesita ponerse de acuerdo para criticar los trabajos poco rigurosos. Por el contrario, según una encuesta publicada recientemente, el 64,9% de la población consideraba cierta la afirmación «Es un virus creado en un laboratorio».
Es comprensible que algunas personas que no son expertas en el tema se posicionen a favor de posturas que se asemejan más a narrativas basadas en la intuición o la superstición. Por ello, para evitar esta clase de tentaciones que nos llevan a entender la naturaleza como una novela negra, tenemos el método científico.
Aunque no parezca relacionado escribiré un poco sobre lunares. La mutación del ADN de las células de nuestra piel produce, en ocasiones, la aparición espontánea de estos llamativos fenómenos cutáneos en distintas partes del cuerpo.
Si mañana encontrásemos la aparición de un lunar en la mejilla de nuestra pareja, después de comprobar que no ha sido pintado, pensaríamos que ha surgido espontáneamente, de forma natural. Sin embargo, el fascinante desarrollo de las técnicas de genética permitiría producir modificaciones de células en el laboratorio e implantarlas como lunares.
Como una pintura impresionista
La tecnología está disponible (y su potencial utilidad no es estética, aunque no viene al caso). Pero reconozcamos que, aunque exista esta compleja posibilidad, nadie pensaría que la explicación más plausible, a falta de más datos, para la aparición de un lunar en la piel de nuestra pareja es la manipulación genética.
Por una razón similar, los expertos, que conocen cómo surgen los virus en la naturaleza y cómo saltan de una a otra especie, se posicionan inicialmente a favor de la hipótesis más robusta sobre el origen del SARS-CoV-2. Confío en que a partir de ahora nadie se sienta inclinado a sospechar del origen de sus lunares.
A diferencia de un caso policial concreto que suele tener principio y fin, el avance científico se asemeja más a la creación de una pintura impresionista. Esta se puede nutrir de pequeños puntos de color casi indefinidamente.
Por ejemplo, sobre la covid-19 encontramos nuevos resultados diariamente. Cada uno de ellos pone una pequeña mancha de óleo en el lienzo, como si Monet estuviese pintando un enorme cuadro que, una vez terminado, mostrara un atardecer. Como lectores, o como periodistas, no es muy recomendable abalanzarse sobre cada pequeño resultado de investigación. Todavía es menos apropiado si intentamos extraer información válida para nuestra ambiciosa y compleja vida cotidiana. Es mejor esperar a que la suma de pinceladas empiece a mostrar un panorama general.
La ciencia requiere tiempo y paciencia
La ciencia requiere tiempo y paciencia porque los resultados siempre pueden ampliarse y revisarse. De igual forma que, a veces, los pintores necesitan borrar un puntito de color azul de su cuadro y reemplazarlo por uno verde. Eso no es un fallo del método sino un acierto. El procedimiento implica no dejar de buscar pruebas que ayuden a aclarar el caso hasta que la hipótesis se demuestre sólidamente verdadera o falsa.
El conocimiento sobre una determinada materia siempre puede aumentar. Cuanto más tiempo le demos a la ciencia, más asentados y robustos serán los cimientos del tema investigado. El método científico es seguro, pero lento. Así que, mientras llegan los resultados que anhelamos, conviene alejarse de opiniones y evitar adherirse como un hooligan a teorías conspiratorias.
Lo oportuno es tener un poco de paciencia. Sin embargo, la avidez y la ansiedad son inevitables en nuestra caprichosa e hiperactiva sociedad. Por eso perseguimos y exprimimos las opiniones de los científicos sobre cada pequeño avance. Desafortunadamente para los cazadores de titulares, de los buenos científicos no logramos escuchar más que una opinión moderada y abierta a rectificaciones. No lo hacen por timidez o desprecio.
Lo hacen porque quienes trabajan en la ciencia saben que no hay que descorchar el champán hasta que los datos sean fiables y estén revisados y contrastados. Esta actitud cabal y parsimoniosa está plenamente justificada porque un científico solamente es alguien que ha aprendido una lección. Ha aprendido a fiarse del rigor, la capacidad resolutiva y la objetividad del método, ignorando las trampas de su propia intuición.
Por brillante que sea hoy, el científico acepta que hace diez mil años, sin método, no habría creído que un objeto de metal de doscientas toneladas pudiera llegar a volar. Obviamente, necesitamos sus opiniones porque si no se hacen oír lo harán otros con menos cautela y criterio, pero los científicos son conscientes de que su opinión no es lo que importa. Solamente su método y resultados son fiables e imprescindibles.
TITULO: Cartas en el Cajon -La Montaña de Cáceres: 'Escuela a cielo abierto' con futuro ,.
La Montaña de Cáceres: 'Escuela a cielo abierto' con futuro,.
Un pueblo que destruyese su mayor tesoro, una gran escuela de
naturaleza, no tendría futuro. Supondría cavar su propia tumba en aquel
enorme agujero que el proyecto de la mina de litio plantea, foto,.
Concepción Arenal dijo: «¡Cuántos siglos necesita la razón para llegar a la justicia que el corazón comprende instantáneamente!». El corazón de los cacereños tiene claro que quiere viva la mejor escuela a cielo abierto: su Sierra de la Mosca. Un pueblo que destruyese su mayor tesoro, una gran escuela de naturaleza, no tendría futuro. Supondría cavar su propia tumba en aquel enorme agujero que el proyecto de la mina de litio plantea.
Esta escuela que tenemos es nuestra mejor maestra y medicina; ejemplo de vida, paz, respeto y coherencia para nuestros hijos si estamos a su lado. Motor de desarrollo y calidad de vida, aún mayor, si fuese más admirada y mejor gestionada realzando su valor como necesita.
También hay argumentos para entenderlo desde el razonamiento respondiendo a las preguntas que es necesario hacerse: ¿tiene valores la Montaña de Cáceres para que sea un espacio natural protegido?; ¿se podrán conservar con la apertura de una mina a cielo abierto sin dañar a este y otros espacios naturales y a la calidad de vida de sus habitantes?
La Junta no debería dejar la posibilidad abierta a ese proyecto trasladando la responsabilidad fuera de su competencia
Se han presentado resultados dando respuesta a las mismas, como los que figuran en el Informe preliminar para la protección de la Sierra de la Mosca que la Plataforma Salvemos la Montaña coordinó elaborado por expertos. Adenex (2020) recoge en su estudio que este lugar es el hábitat de al menos 89 especies protegidas, 20 de ellas incluidas en el anexo I de la Directiva Aves de la UE que exige medidas de conservación especiales en cuanto a su hábitat.
Pero la importancia del lugar va más allá de esa mirada analítica sobre las especies existentes. Se debe entender en relación con lo demás, y eso es lo que los estudios científicos deberían recoger; se necesitan indicadores que lo pongan de manifiesto. La Sierra de la Mosca, el Calerizo de Cáceres y la Ribera del Marco constituyen un espacio natural de gran valor ecológico. La Sierra de la Mosca es una isla verde, un refugio de flora y fauna, un corredor natural que conecta la ZEPA: Llanos de Cáceres y Sierra de Fuentes con la ZEPA Urbana de Cáceres y también Monfragüe y la Sierra de San Pedro. Cualquier actuación en uno de estos medios afectará al resto.
Hay algo aún más contundente: el valor que esta sociedad da a este espacio por encima del número o singularidad de las especies, las afectaciones que tiene o el dinero que traería una mina. Esta sociedad cacereña tiene un sentimiento profundo de amor e interdependencia con este lugar sintiendo que 'Somos Uno'; nos es necesario para vivir en un entorno que, de otra forma, sería mucho más hostil. Debemos entender este espacio con una mirada holística y más allá del beneficio económico de un momento ocasional. Sentimos a la Montaña cacereña como a una madre a la que nunca se llevaría a la muerte.
Wangari Maathai, premio nobel de la Paz en 2004 decía: «La especie humana es una especie rara porque se autodestruye a sí misma. Son las personas las que deben hacer que sus líderes cambien. Debemos defender aquello en lo que creemos y no debemos ser intimidados».
La Junta de Extremadura no debería dejar la posibilidad abierta a ese proyecto trasladando la responsabilidad de algo tan serio fuera de su competencia. ¿Quién se haría responsable de estos hechos ante la sociedad y ante la historia?
La sociedad cacereña declaró contundentemente su rechazo en manifestaciones multitudinarias sin precedentes. La Plataforma Salvemos la Montaña de Cáceres presentó además unas 35.000 firmas de personas apoyando alegaciones en contra del proyecto. Si el señor Vara dice que sea la sociedad cacereña la que se pronuncie: esta ya lo hizo. Si la corporación municipal actual y la anterior se oponían a cambiar el Plan General Municipal que requeriría ese proyecto: ¿a qué se espera para cerrar el asunto?, ¿por qué tener a la ciudadanía en vilo?, ¿se estará con esta demora intentando que haya un desgaste o cambio de opinión que favorezca a la empresa?
La economía verde y circular que anuncia la Junta no es tal si no se ajusta al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en algo tan evidente. Nuestra aportación a la resolución de un problema global desde lo local es mantener estos ecosistemas que nos dan vida contribuyendo, además, a que no se agrave el problema del cambio climático. No se pueden extraer minerales de cualquier lugar a toda costa; tendremos que trabajar con ilusión, inteligencia y creatividad potenciando proyectos que generen trabajo y una economía respetuosa con la naturaleza y la sociedad en una Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Se necesitan manos tendidas entre las instituciones y la sociedad para lograrlo juntos,.
TITULO: REVISTA TENIS - Conchita Martínez: “Tenemos ganas de hacer cosas grandes”,.
Conchita Martínez: “Tenemos ganas de hacer cosas grandes”,.
Conchita Martínez vive su segundo curso como entrenadora de Garbiñe Muguruza. Está contenta con la preparación y mira al futuro con optimismo. El miércoles arranca el circuito.
Antes de partir hacia Abu Dabi, donde llegó en la madrugada del domingo junto a su discípula, Garbiñe Muguruza, Conchita Martínez (Monzón, 48 años) atendió a AS para hablar de la pretemporada y de su relación profesional con la tenista española, que desde el miércoles competirá en la capital de los Emiratos Árabes Unidos.
¿Cómo ha ido la pretemporada con la incertidumbre del circuito mundial?
Cuando empezamos, se conocía un calendario y estábamos preparados para irnos hacia Australia sobre el 15 de diciembre. Luego eso cambió por las medidas que tomaron las autoridades de allí y tuvimos que ir modificando cosas. Se hizo complicado porque todo es muy incierto y la incertidumbre no la lleva bien nadie.
¿Está contenta con el trabajo?
Sí, sabíamos que había tiempo para entrenar y se está haciendo a conciencia. Estoy contenta.
¿Qué balance hace de este año y medio de su nueva etapa con Muguruza?
Para mí ha sido un tiempo muy bueno. Después del reencuentro, hacer final otra vez en un Grand Slam (la del Open de Australia 2020 tras ganar juntas Wimbledon en 2017) fue algo muy bonito. Veníamos de trabajar muy bien y ella fue de menos a más en Shenzhen, en Hobart… En Melbourne jugó muy, muy bien. En Doha y Dubái estuvo bastante bien y luego vino el parón por el coronavirus. Cada uno del equipo tuvo que irse a su casa y estuvimos separados de marzo a junio, cuando empezamos a entrenar sin tener claros los objetivos. El balance es bueno y ahora tenemos muchas ganas de poder hacer, ojalá, cosas grandes.
¿Cómo ve a Garbiñe?
Bien, todos conocemos su potencial, lo bien que juega. Físicamente está mejorando mucho y hemos tenido tiempo de hacer una muy buena pretemporada donde ha recuperado las sensaciones positivas del curso pasado. Ahora se trata de ponerlo en práctica y competir. No será fácil porque todas las tenistas trabajan a conciencia. Pero nosotros tenemos la tranquilidad de que lo hemos hecho y Garbiñe es una gran jugadora.
Ella dice que participa más en el día a día. ¿Lo fomenta usted?
A mí me gusta mucho dialogar con las jugadoras. Se trabaja en equipo. Los profesionales le decimos lo que necesita y ella ve si le funciona. Si no es así, se cambia algo. Los tenistas entienden lo que les hace bien y ella sabe cómo se siente mejor. Estamos incorporando y mejorando cosas que creemos que le van a ir bien para competir.
Uno de los aspectos en los que Muguruza está mejor es la actitud…
Sí, hay que trabajar mucho la mentalidad. Si uno tiene buena predisposición cuando las cosas no van bien e intenta hacer todo lo posible para darle la vuelta, es sabido que los partidos, por muy cuesta arriba que estén, se pueden remontar. Ese espíritu de lucha lo ha sacado ella en la mayoría de los encuentros. Es la línea a seguir porque se trata de una tenista que puede estar arriba.
¿Qué mejoras cree que han logrado en cuanto a tenis?
Garbiñe tiene una línea muy marcada de juego. Es fundamental que sea agresiva y que mande en la pista. Aparte de aguantar, tiene que acabar los puntos. Practicamos mucho las subidas a la red. Todo el equipo trabaja en la misma dirección para que ella esté bien y lista para competir en todos los aspectos.
En Abu Dabi con el test pasado
Conchita Martínez y Garbiñe Muguruza pasaron favorablemente los test PCR tras su llegada a Abu Dabi. Allí entraron en la lujosa burbuja del modernísimo hotel Fairmont Bab Al Bahr, donde se alojan todas las jugadoras que competirán en el Zayed Sports City International Tennis Centre. En el cuadro de 64 están, entre otras, Kenin (4ª del mundo), Svitolina (5ª), Karolina Pliskova (6ª), Sabalenka (10ª) y Coco Gauff (48ª). “Es preparatorio, pero Garbiñe intentará llegar lo más lejos posible”, dice la aragonesa.
¿El ambiente es tan bueno como parece desde fuera?
Hay muy buen rollo, todos a una por su bien y para que salga a la pista libre de todo y demuestre lo que tiene. Nos ayudamos y eso lo percibe la jugadora, esa buena energía.
¿Qué objetivos se marcan?
Intentar ganar cada torneo. Ella siempre se centró en los Grand Slams, pero a mí me gusta la regularidad y que todos los eventos los juegue a conciencia y con toda la intensidad posible.
El calendario, si se celebra completo, es ilusionante, con cuatro Grand Slams, la nueva Billie Jean King Cup (antigua Copa Federación), los Juegos, las WTA Finals…
Sí, pero lo fundamental es que se puedan jugar torneos preparatorios antes de los grandes, como ahora en Abu Dabi. Es la manera de llegar con rodaje, que es lo que más miedo da, empezar sin preparación. Hay muchas cosas bonitas por delante, pero todo es muy incierto, porque el virus nos ha pegado un revolcón.
¿Cree que la igualdad del circuito femenino es más una dificultad que una oportunidad?
Hay jugadoras muy buenas y todo el mundo tiene muchas ganas de hacerlo bien y con mucha hambre. Eso es bueno para el tenis y a la vez un poco confuso para el aficionado que lo ve un poco desde fuera. La gente está muy bien preparada y el nivel es muy alto. De repente gana un Grand Slam una niña de 19 años (Iga Swiatek en Roland Garros). Se ha perdido el respeto a las que están arriba, las chicas salen a jugar muy libres y sin miedo, y eso es peligroso. En un día muy bueno, te lo pueden poner muy difícil.
No sé si esto se lo preguntan mucho, porque se suele poner el foco sobre Muguruza: ¿Cómo se encuentra usted como entrenadora?
Me encuentro bien, ilusionada con lo que hago. Cuando hago algo que me gusta y estoy bien con el equipo, todo fluye. Estoy en un buen momento de mi carrera y con una oportunidad importante.
¿Cómo llevó el confinamiento?
Venía de estar un año con Karolina Pliskova y enseguida empecé con Garbiñe. Fue un bajón parar, porque al principio parecía cosa de tres semanas y se alargó mucho. Se hizo complicado y no era fácil mantener motivada a tu jugadora en momentos difíciles. Mi trabajo fue intentarlo.
Por último, ¿qué le parece la transformación de la WTA, lo ve como un guiño para una futura unión del tenis masculino y femenino?
Me parece una buena idea. La unión siempre es buena, si es con
igualdad de oportunidades para ambos sexos. Lo veo con buenos ojos si va
a ser así.
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