TITULO: Domingo - 16- Mayo - LIARLA PARDO - Celia Villalobos ,.
El domingo -16- Mayo a las 18:00 por La Sexta, foto,.
Celia Villalobos, pillada por un micro abierto en Liarla Pardo: "¡Esto es una soplapollez!",.
La exministra de Sanidad ha hecho un comentario cuando se emitían unas imágenes de jóvenes gritando "¡Libertad!" que ha provocado las carcajadas de los colaboradores de Liarla Pardo.Celia Villalobos ha sido pillada cuando se emitían unas imágenes de jóvenes formando aglomeraciones y gritando ¡Libertad!" tras el fin del estado de alarma. "¡Esto es una soplapollez!", ha expresado cuando pensaba que las cámaras no la grababan, tras lo que ha aclarado: "Es una soplapollez cómo utilizan ellos la palabra 'libertad'". "Están como si le hubieran ganado una guerra a alguien" ha criticado la exministra de Sanidad.
"Soplapollez se puede decir perfectamente", ha comentado Cristina Pardo, mientras que Anabel Alonso ha señalado que "está claro que algunos identifican fin del estado de alarma con el final de la pandemia". "Hemos pasado del estado de alarma al estado de armarla", ha afirmado, por su parte, Ramoncín.
TITULO: ESPAÑOLES POR EL MUNDO - Kenia, Karibú,.
Españoles en el mundo - Kenia, Karibú,.
Regresó a Pizarra tras vivir en Alemania donde se ha convertido en un erudito de los cítricos,.
foto / Juan es un enamorado de los cítricos. De hecho es conocido en su pueblo, Pizarra (Málaga), como Juanito Orange, un auténtico personaje que sabe todas y cada una de las curiosidades y propiedades de naranjas, limones, etc.
Tiene campos con cultivos de estos y otros cítricos más originales como kumquats, limquats o incluso el "limón caviar".
Juan vivió en Alemania durante seis años, luego volvió a Málaga y cuando fallece su padre hereda ese terreno y decide emprender.
Confiesa que "el campo le llamó" y por eso decidió repoblar. De Alemania además se trajo a su amor Heidi, con la que comparte el gusto por el pueblo, las mermeladas…y los cítricos.
TITULO : Escala
humana - Consignas vacías , Miercoles -12- Mayo ,.
El Miercoles -12- Mayo a las 21:00 por La 2, foto,.
Consignas vacías,.
DE ENTRE 890 «amigos» que he acumulado en Facebook desde 2009, no pocos de los cuales son para mí unos absolutos desconocidos, sólo uno escribió hace unos meses un mensaje ofreciendo su casa para acoger a los refugiados que huyen de la guerra de Siria. No revelaré su nombre, pero sí diré que creo que hablaba en serio. En 2003, tras el terremoto de Argelia, esta persona cargó de mantas su pequeño velero de10 metros y navegó hasta Argel para ayudar a los supervivientes. Lo hizo por su cuenta, sin subvenciones.
«La muerte se olía desde el mar, al revés de lo que ocurría en los tiempos de la esclavitud, cuando el hedor de los barcos negreros tomaba la dirección contraria para adentrarse en la tierra», me contó a su regreso. Lo último que sé de él es que anda metido en un proyecto para llenar tres furgonetas de juguetes y viajar hasta la frontera de Macedonia. El objetivo: alegrar, aunque sea por un segundo, la existencia de un puñado de niños que han sido obligados a desprenderse abruptamente de sus peluches y su inocencia por el «viejo negocio de la guerra», como escribía ayer en esta página Ramón Aguiló Obrador.
Una de las escasas ventajas de la nueva manera de relación social a través de Internet está en disponer de una desmesurada y variopinta masa crítica de «amigos» con la que poder realizar experimentos sociológicos caseros y llegar a conclusiones de apariencia científica. Facebook puede ser una herramienta magnífica para explicar por qué opinamos tal o cual cosa, y en mi caso reconozco que debo contenerme para no abusar de ella.
Hoy, sin embargo, no consigo sustraerme a la tentación de contarles lo ocurrido en mi muro para concluir que, casi con total seguridad (apuesto 890 contra 1), las pintadas con el mensaje «tourist go home, refugees welcome» aparecidas en varias calles del centro de Palma han sido hechas por personas que no estarían dispuestas a albergar en su casa a una familia siria.
Una cosa es compartir un meme con una bonita frase, escribir una columna o descargar toda la responsabilidad del desastre en abstracciones como «los políticos», «Europa» o «el sistema», y otra muy distinta es hacer algo realmente de provecho. Una cosa son las palabras, de las que el mundo actual está más sobrado que nunca, y otra son los hechos. Es un acto lamentable de hipocresía pretender lavar la propia conciencia mediante eslóganes y consignas vacías. El que pinta una pared no es mejor persona que el que simplemente calla, si ninguno de los dos está dispuesto a sacrificar su bienestar. El mundo no lo cambiará un hashtag. Ya está bien de tanta tontería, por favor.
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