TITULO: BOLIGRAFO Y LIBRETA - EL BINGO - Maestros de la Costura - Estas son las zapatillas que van con todo y nunca pasan de moda ,. Miercoles -19- Julio ,.
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Estas son las zapatillas que van con todo y nunca pasan de moda,.
Con faldas, con pantalones, para hombres, mujeres, niños... Apuesta por estas icónicas zapatillas capaces de seguirte el ritmo sin renunciar a la comodidad.
Estas zapatillas llevan desde el año 1908 formando parte de nuestro calzado. Así, tras más un siglo, las Converse siguen siendo un elemento imprescindible de cualquier armario. Y es que no hace falta ser un loco del calzado para que te apetezca tener unas Converse que usar a diario y compaginarlas con todas tus prendas de ropa.
Diseñadas originalmente como zapatillas deportivas, concretamente para el baloncesto, fueron promocionadas por el jugador Chuck Tylor, de ahí que uno de sus modelos más clásicos haya tomado dicho nombre. Este y otros modelos de Converse han ido ganando fuerza hasta convertirse en unas de las zapatillas más icónicas de la historia.
Y aunque les han salido muchos imitadores, las zapatillas originales Converse All Star siguen manteniendo esa excelente calidad de materiales de fabricación que son tan marca de la compañía de la compañía como su tan reconocible estrella. Así que si aún no tienes unas Converse, te recomendamos que mires atentamente esta selección para encontrar esas zapatillas que te demostrarán que el amor a primera vista sí existe.
Chuck 70 Vintage Canvas
Siguiendo el legado de las zapatillas Chuck Taylor de los 70 llega este modelo que combina los detalles más clásicos con actualizaciones modernas para aumentar su comodidad. Disponibles en 12 colores y con la posibilidad de enviar tu propio diseño, estas Converse de corte alto se convertirán en tus mejores aliadas para caminar por donde quieras por tan sólo 95€.
Chuck Taylor All Star
Otro modelo clásico de zapatillas Chuck Tailor de corte alto que, además de estar disponible en varios colores, están fabricadas en lona ligera y duradera para que experimentes en primera persona porque son las sneakers más queridas por los grandes artistas. Hazte con ellas por 75€ y enseña con orgullo su clásico parche All Star.
Chuck Taylor All Star Platform Canvas
Para que ir cómoda no signifique perder puntos en sofisticación, estas zapatillas Chuck de corte bajo y con doble altura son ideales para que las chicas salgan a la calle con sus pantalones, vestidos y faldas preferidas sin renunciar a esa altura extra. Completamente atemporales y disponible en 3 colores, se encuentran en la tienda online de Converse al precio de 85€
Chuck Taylor All Star Lift Platform Utility Strap
También con plataforma, este otro modelo de zapatillas de corte alto de Converse te dan la oportunidad de sacar tu lado más desenfadado y femenino con su estampado inspirado en viñetas de mangas. Dale a tus pies la oportunidad de vestir con las clásicas historias del comic japonés por sólo 120€
Converse x Comme des Garçons PLAY Chuck 70
Otra opción original y limitadas son estas zapatillas de corte alto para los fans de Comme des Garçons PLAY o para quienes quieran llevar un corazón también en los pies. Fabricadas con lona orgánica ligera y resistente, también cuenta con la clásica puntera redondeada de goma y disponibles en blanco y en negro. Consíguelas por tiempo limitado al precio de 150€
Star Player 76 Premium Canvas
Con todos los detalles para recordar su legado deportivo, estas zapatillas Star Player 76 mantienen ese toque clásico y urbano perfecto para combinar con tus prendas de ropa favoritas. Además, su color dorado y su revestimiento de estrella y galón fabricado en piel sintética consigue que este modelo destaque por sí solo. Su precio es de 75€ y está disponible en todas las tallas.
Chuck Taylor All Star Platform Clean Leather
Si lo tuyo son los zapatos de piel, este modelo es el que estabas buscando. Con ese clásico estilo noventero, estas zapatillas de corte bajo y con plataforma te permitirán ir cómodo y elegante allá donde quieras. Están disponibles tanto en color blanco como en negro y su precio es de 95€
Chuck Taylor All Star Pride
Para que pises con orgullo todos los días, Converse ha creado este diseño de sus zapatillas más clásicos con un toque único y divertido. Lleva un arcoíris en tus pies con estas zapatillas de corte alto llenas de color desde la luna hasta las suelas por 80€
Custom Chuck Taylor All Star By You
Siempre es un buen momento para tener tus primeras Converse y pensando en ello, aquí está este modelo que puede personalizarse con distintos colores y estampados. Haz con las tuyas por solo 60€.
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El Juego Rana - El Juego Oca - RADIO ANTIGUA - Coyote Dax ,.
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Juego Rana - El Juego Oca - RADIO ANTIGUA - Coyote Dax ,
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Coyote Dax,.
Rebobinemos las casetes de la memoria para recordar a aquellos artistas que forjaron «la identidad y el imaginario de la cultura popular española»,.
En los 70 y los 80 no teníamos algoritmos que nos recomendasen las canciones ideales para cada ocasión, pero siempre podíamos recurrir a los expositores de casetes de las gasolineras. En aquellas vitrinas giratorias, algún misterioso selector establecía las fronteras de la música popular, que a menudo no tenían nada que ver con lo que elogiaba la crítica, ni tampoco con lo que sonaba en la radio y la tele. Podríamos decir que a través de las cintas de gasolinera se traza una historia alternativa de la música española, si no fuese porque, en realidad, lo alternativo es lo otro: estas eran las canciones que las familias escuchaban una y otra vez durante los largos viajes en utilitario por aquella España de pocas autopistas, las que se nos incrustaron en la memoria y configuraron algo parecido a una identidad nacional. Ahí están hoy artistas como Rosalía y C. Tangana reivindicando a Los Chunguitos y a Los Chichos, tras rebuscar en nuestro inconsciente colectivo.
«Aun estando asociada a lo chabacano, al mal gusto y a la falta de estilo y clase, esta es la música que ha forjado la identidad y el imaginario de la cultura popular española», resume el artista murciano Juan Sánchez Porta, que centra su proyecto Oro Jondo en visiones barrocas y recargadas de la cultura menos elitista. Como Oro Jondo ha firmado 'Dame más gasolina', un volumen recién publicado por Libros Cúpula en el que repasa, a través de palabras y obra plástica, más de un centenar de los cantantes que nos solíamos encontrar en aquellos surtidores de música. El recorrido abarca desde El Fary hasta Chimo Bayo, desde Marifé de Triana hasta Coyote Dax, desde Porrina de Badajoz hasta Rebeca.
¿Cuáles serían, a su juicio, los tres reyes? «La gasolinera es un olimpo en el que viven, o vivían, multitud de dioses. Elegir solo tres es complicado, pero, si he de hacerlo, me quedo con los siguientes. Camela, que marcaron un antes y un después como creadores de la tecno-rumba, el género rey de la música de gasolinera. Los Chichos, que con Los Chunguitos fueron los perpetuadores de la rumba vallecana, un estilo que coincidió con la Movida madrileña en espacio y tiempo: retratan en sus canciones algo mucho más real a nivel social que lo que aparecía en los medios, que querían implantar a toda costa una imagen vanguardista y moderna. Y, finalmente, Junco: su música mezcla la rumba vallecana con sintetizadores que te teletransportan al Miami de los 80. ¡Pura magia!».
Algunas de aquellas figuras tienen hoy el reconocimiento que siempre merecieron, pero otras han quedado ligadas para siempre a cierta idea de subdesarrollo, de serie B, de música que solo se puede defender desde el distanciamiento y la ironía. Juan Sánchez Porta rechaza ese enfoque un poco esnob («para mí, sinceridad e ironía van de la mano, no son contrapuestos») y no escatima elogios: «Bajo la etiqueta de música de gasolinera hay unas propuestas chulísimas, supergenuinas, con una mezcla de estilos increíbles. Por ejemplo, la versión de El Fary de la 'La falsa moneda' por tecno-copla, el remix dance de 'El parque de María Luisa' de Marujita Díaz o el repertorio de Rocío Jurado, que tiene canciones-joya». De 'la más grande' destaca además Juan su capacidad para tratar temas arriesgados «a través de exquisitas metáforas», como en su oda a la masturbación femenina 'Amores a solas'.
En este mundo de postureo, ¿qué nos enseña la música de gasolinera? «Que no hay que juzgar a nadie por sus gustos –concluye Juan–. El término 'música de gasolinera' se suele usar para desprestigiar con condescendencia a un artista o un género musical, o a su público, y eso es clasista. Hay que dejar de separar la cultura en alta o baja. El buen gusto es un constructo social para excluir a los que no han tenido acceso a determinada formación académica o determinado capital cultural».
Pasemos revista, entre la nostalgia y el redescubrimiento, a una docena larga de nombres representativos de este mundillo.
Camela: Dios salve a los reyes
¡Cómo no iban a aparecer! Los demás artistas de esta selección pueden ser más o menos contingentes, pero Camela son necesarios, imprescindibles en cualquier análisis de la música de gasolinera. El trío, ahora dúo, logró convertirse en fenómeno de masas sin apoyo discográfico ni mediático, a base de esfuerzo y estribillos incontestables. «Se han convertido en una leyenda viva», sentencia Juan Sánchez Porta.
Manolo Escobar: viva el vino, las mujeres y España
Es el patriarca siempre sonriente del «patriotismo verbenero» a través de hits coreables como 'Viva el vino y las mujeres', 'Y viva España' (compuesta, en realidad, por un belga), 'Mi carro' o 'Porompompero'. Había padres que no parecían escuchar otra cosa. «Lo petó descaradamente en los años 60, aunque en esa época irrumpía en España la música pop y yeyé», recuerda Juan Sánchez Porta.
El Príncipe Gitano: gueto y brillibrilli
Era el gran camaleón de la canción española, que lo mismo se adaptaba a la rumba o la música disco que osaba versionar el 'In The Ghetto' de Elvis en un desinhibido simulacro de inglés. «Tenía un carisma y una personalidad que hacían que el escenario se le quedase pequeño. Si a esto añadimos los trajes de chaqueta acampanados con detallitos de brillibrilli, ya tenemos la combinación perfecta».
El Fary: en el taxi y en el retrovisor
Triunfó tarde, pasados los 30, y eso le permitió dejar el taxi y los demás oficios con los que se financiaba las casetes que vendía en el Rastro. Su repertorio abarcaba desde 'El torito guapo' hasta 'La mandanga', la de «dame chocolate que me ponga bien», o el 'Apatrullando la ciudad' de 'Torrente'. Sánchez Porta recuerda que se llegó a comercializar el Carrofary, una figura para colgar del retrovisor.
Rocío Jurado: la artista todoterreno
Mereció el sobrenombre de 'La más grande' y es verdad que arrasaba tanto en la televisión nacional (la única que había) como en los expositores de gasolinera. Podía bordar la copla y el flamenco, pero también supo apostar por una modernidad a veces rompedora, que la acabó convirtiendo en «una figura muy representativa del feminismo, la libertad de la mujer y los derechos LGTB», elogia el autor.
Nino Bravo: el vozarrón mediterráneo
Su vozarrón portentoso y mediterráneo amenizó millones de viajes en coche antes de ser imitado millones de veces en los karaokes. Su muerte en accidente de tráfico en 1973, en una carretera de Cuenca, consternó al país, pero las casetes de sus canciones siguieron sonando sin descanso a lo largo de toda esa década y dejaron como herencia una generación llena de chicas llamadas Noelia.
Los Chichos y Los Chunguitos: ¿de quiénes era esta?
Ambos grupos se disputan la paternidad de la rumba vallecana y parecen condenados para siempre a que la gente atribuya a uno las canciones del otro. Aparecen seguidos en 'Dame más gasolina' y aquí vamos a juntarlos, sin más. Durante mucho tiempo estuvieron mal mirados, pese a himnos tan evidentes como 'Quiero ser libre' o 'Son ilusiones' (Chichos) y 'Dame veneno' o 'Me quedo contigo' (Chunguitos).
Junco: la marginada balada gitana
¿Había algún expositor de gasolinera sin cintas del Junco? Ricardo Gabarre Clavería es uno de los ídolos de la balada gitana, género inmensamente popular al margen de la industria: sus ventas de casetes (como las de Manzanita, Parrita o Chiquetete, sus colegas de estilo) fueron cuantiosas y no suelen reflejarse de manera justa en las historias de la música española.
Rumba Tres: limusinas y sujetadores
Pocos estilos provocan un efecto de euforia tan inmediato e intenso como la rumba catalana. Conjuntos como Los Amaya, Bordon 4 o Rumba Tres invitaban a dar palmas durante los viajes en coche. De estos últimos, dice Sánchez Porta: «Eran unos auténticos 'rockstar' que llegaban en limusina a sus conciertos, las fans les tiraban sujetadores y a punto estuvieron de quedarse en Miami».
Azuquita: ¡abran paso al rumbakalao!
La tecno-rumba es un universo donde uno puede perderse para el resto de su vida, con artistas como Tijeritas, Calaítos, Kayma, Chalay o Ríos de Gloria, pero antes de todo eso ya estaba Azuquita con su rumbakalao, una sabrosa e innovadora síntesis de géneros de gasolinera que puede dar muchas lecciones a fusiones más pedantes. Aparte de 'Rumbakalao', el tema, arrasó versionando al siguiente de la lista, Chimo Bayo.
Chimo Bayo: «¡Hu-ha!»
«De repente, un tío que parecía venido de un futuro distópico con ropa de 'motocross', gafas de sol con luces acopladas y una gorra con las iniciales en ruso de la URSS apareció rodeado de gogós y de humo al grito de '¡hu-ha!'», describe Juan Sánchez Porta. Joaquín Isidoro Bayo, el embajador de la 'ruta del bakalao' en nuestro mundo, representa la faceta más extrema de la música de gasolinera.
Sonia y Selena: a bailar toda la noche
Más allá de las casetes y de la transición al cedé, la música de gasolinera es una cultura que impregna nuestras canciones del verano. Y ahí hay que hablar de Sonia Madoc y Selena Leo. «Tú le dices a alguien 'dime una canción del verano' y, si esa persona es respetable, te dirá 'Yo quiero bailar'», resume Sánchez Porta, que defiende el hit del dúo como «la mejor de todas las canciones del verano».
María Jesús... y su acordeón, claro
En cierto modo, es una anomalía en esta selección, y en realidad ya lo era entonces, en los primeros 80, cuando arrasó con su versión de un tema (el 'baile del pato') compuesto por un suizo en los años 50. Ella lo transformó el 'El baile de los pajaritos' y su interpretación se volvió omnipresente. Todavía hoy hay mucha gente que puede reproducir sin mayor problema el preceptivo bailecito.
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JUEGO LA PERA - EL JUEGO RELOJ - Universo Valdano - Baloncesto - Liga EBA Luis Castillo renueva con la Cultural ,.
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JUEGO LA PERA - EL JUEGO RELOJ - Universo Valdano - Baloncesto - Liga EBA Luis Castillo renueva con la Cultural ,.fotos,.
Baloncesto - Liga EBA Luis Castillo renueva con la Cultural,.
El técnico leonés será de nuevo el entrenador del proyecto culturalista la próxima temporada,.
Primera pieza para la próxima temporada de la sección de baloncesto de la Cultural y Deportiva Leonesa. El club ha anunciado la renovación de Luis Castillo como técnico de los leoneses.
El entrenador leonés, que ya lideró el proyecto la pasada temporada y dirigió al ya extinto Basket León hace dos cursos, seguirá al frente de un proyecto que quiere competir por el ascenso a LEB Plata.
Esta será la primera continuidad confirmada de esta Cultural de baloncesto que, en los próximos días, seguirá anunciando novedades.
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El país de El «libro negro» del socialismo contemporáneo hasta Sánchez ,.
El Martes -18- Julio 22:00 por la Sexta,foto,.
El «libro negro» del socialismo contemporáneo hasta Sánchez,.
Un grupo de estudiantes se manifiesta en París durante la revuelta de Mayo del 68.
La revuelta introdujo conceptos como el feminismo o la ecología, pero no cambió las estructuras de poder | Libros de Gabriel Albiac, Joaquín Estefanía, Ramón González Férriz o Raphaël Glucksmann recuerdan los 50 años de la rebelión que agitó al mundo,.
Más allá de los bellos eslóganes que acuñaron aquellos jóvenes airados («la imaginación al poder», «bajo los adoquines está la playa», «seamos realistas, pidamos lo imposible»), el Mayo del 68 provocó un cambio cultural y social que sacudió los pilares de todo el mundo y cuyos efectos llegan hasta hoy. Unos objetivos a los que ni de lejos aspiraban los estudiantes de la Universidad de Nanterre que se alzaron contra el rectorado, hace ahora exactamente medio siglo, para denunciar la represión sexual en la institución educativa francesa. Subidos en la ola de modernización de los años 60, los líderes de ese año se convirtieron en la vanguardia del nuevo mundo que estaba por venir, una revolución con sus propias características que autores españoles y extranjeros analizan en su 50 aniversario a través de varios libros.
«Mayo del 68 no fue una revolución divertida de jóvenes burgueses», afirma el periodista y escritor Joaquín Estefanía, autor de 'Revoluciones. 50 años de rebeldía' (Galaxia Gutenberg), que se considera heredero, él mismo, del espíritu de aquella generación «que ha gobernado el mundo en el último medio siglo y que lo ha cambiado a mejor, en términos de bienestar, a través de reformas y no de revoluciones».
Sostiene Estefanía que el Mayo Francés introdujo los conceptos de «feminismo, ecologismo, derechos humanos o igualdad de oportunidades y en la educación», pero no «un cambio de estructuras de poder ni la introducción del socialismo real, como querían algunos». «Eso nunca estuvo en cuestión», remacha el periodista.
«Podría decirse que la izquierda ganó la batalla cultural y la derecha, la política»
En mayo de 1968, el filósofo André Glucksmann era un maoísta sui géneris que se preocupaba por las libertades individuales. Con el tiempo, se acabó declarando favorable a la invasión de Irak y apoyó a Nicolas Sarkozy, y eso que el último presidente de derechas de la República se había propuesto «enterrar el Mayo del 68». Glucksmann vio estas palabras como una exageración y no dudó en ponerse de lado de Sarkozy. «Mayo del 68 sirvió para que alguien como él, hijo de inmigrantes húngaros y divorciado, pudiera llegar a ser presidente de la República», proclamó entonces el filósofo.
Siempre polémico, André Glucksmann falleció en 2015 y ahora su hijo Raphaël, director de cine y periodista, firma el prólogo de la nueva edición de 'Mayo del 68. Por la subversión permanente' (Taurus), un libro que cumple una década. «Negar el patriarcado, rechazar la mentalidad pueblerina, transgredir polvorientos tabús morales y emanciparnos de dogmas marxistas-leninistas o conservadores son rupturas que nos hicieron infinitamente más libres», escribe Raphaël Glucksmann.
Su padre defendió que la revuelta fue un movimiento antitotalitario del que después se apropió la izquierda, y en la misma línea se pronuncia su hijo. «El Mayo del 68 permitió enormes progresos a cada uno de nosotros en cuanto individuos. Los progresos de mañana serán más colectivos que individuales, y tendrán más que ver con el ciudadano que con el hombre. Están por inventar. Recibimos el legado de la libertad. Nos corresponde a nosotros hacer de ella algo más que la búsqueda frenética del bienestar personal», asevera el joven Glucksmann.
Agitación desde EE UU hasta Checoslovaquia
La vistosidad del Mayo francés ocultó la explosión de otros movimientos que, con sus características propias, se apropiaron del espíritu de cambio de aquellos años. La lucha contra la guerra de Vietnam, los derechos civiles de los negros o el rechazo a los regímenes militares en el sur de Europa o a los comunistas en el Este del continente son algunas de las causas que Ramón González Férriz detalla antes de enumerar crisis y levantamientos en países tan alejados y dispares como Estados Unidos, Francia, Italia, Alemania, Japón, Checoslovaquia, Polonia o México. «Lo que no quiere decir», subraya el autor, «que dichos movimientos estuvieran coordinados porque, de hecho, no lo estaban».
En su momento, el Mayo del 68 se vivió como una revolución original, casí única. Sin embargo, el tiempo ha mostrado que aquel llamativo acontecimiento tuvo mucho en común con otros a lo largo de la historia. En 'Revoluciones', Joaquín Estefanía relaciona las revueltas progresistas de 1968, 1999 (antiglobalización) y 2011 (15M) con sus respectivas reacciones conservadoras para concluir que el mundo contemporáneo está en un momento de «profunda contrarrevolución» en el que «están en peligro muchos de los derechos adquiridos en este tiempo, ya sean sociales o económicos».
Más atrás en el tiempo se remonta el periodista alemán Gero von Randow, autor de 'Revoluciones. Cuando el pueblo se levanta' (Turner). «Las revoluciones son experiencias colectivas. Actos de liberación colectivos y, desgraciadamente, a menudo barbaridades cometidas en común», escribe Von Randow, que analiza revoluciones como la francesa, la rusa, la maoísta o la cubana.
El periodista y editor Ramón González Férriz firma '1968. El nacimiento de un nuevo mundo' (Debate), en el que defiende la tesis de que la revuelta fue «el levantamiento de una minoría contra el establishment que había surgido en 1945». A juicio de Férriz, el 68 «fue la reforma necesaria para que el sistema siguiera funcionando como siempre». «Podría decirse que la izquierda ganó la batalla cultural y la derecha, la batalla política», resume el escritor.
Testigo directo de aquellos acontecimientos fue el filósofo español Gabriel Albiac, que publica 'Mayo del 68: fin de fiesta' (Editorial Confluencias), una reedición de su 'Mayo del 68. Una educación sentimental', que vio la luz en 1993. Albiac, que conoció a Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir, reflexiona sobre si el 68 fue la primera etapa del colapso de los regímenes comunistas, colapso que se concretará con la caída del Muro de Berlín en 1989. «Mayo del 68 fue una revolución contra todo lo existente, pero afortunadamente no hubo Estado revolucionario. Hizo saltar lo establecido sin instaurar un nuevo orden», destaca Albiac, que cree que aquellos acontecimientos aceleraron la descomposición del Partido Comunista soviético, «un dinosaurio».
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