TITULO:
A Crush, la pasta te aplasta - "Atrápame si puedes", pone en juego un bote de euros 64.800 euros ,.
El viernes -4- Agosto a las 22:00 por La 1, foto,.
"Atrápame si puedes", pone en juego un bote de euros 64.800 euros ,.
Una nueva semana con seis concursantes y un nuevo bote de 64.800 euros.
Desde Santa Fe (Granada), llega Miguel Martínez. Este simpático técnico de mantenimiento adora jugar a los videojuegos, hacer kárate y jugar al fútbol.
La segunda concursante es Irene Cañete, de Córdoba.
Confiesa estar enamorada de su ciudad, hasta tal punto que se casó con
un valenciano al que ha convertido en cordobés de pura cepa. Su pasión
es el baile flamenco y cantar en el coro.
Desde Málaga, llega Ernesto Moreno,
un estudiante de marketing que apuesta, además, por el diseño gráfico,
debido a sus dotes creativas. Ernesto adora el deporte, en especial, el
pádel, el remo, montar en bici y nadar.
Con grandes dotes para interpretación, llega Alejandro Román, de Huércal de Almería.
Aunque se formó para ser profesor, lo que de verdad le vuelve loco es
el mundo de la interpretación y la televisión, llegando a participar en
alguna que otra serie.
El grupo de seis concursantes lo cierran Mari Carmen Esteban, de Sevilla, y Carmen López, de Jerez de la Frontera. La sevillana
trabaja en una pastelería y le encanta cantar y bailar. Pertenece a una
coral con la que va de gira y, con todo ello, le queda tiempo para
aprender bailes de salón.
La gaditana, que es
auxiliar de enfermería, se dedica ahora a cuidar de su familia. Es
seguidora de todas las tradiciones de su tierra: el motociclismo, la
Feria, la Semana Santa y la Fiesta de la Vendimia.
TITULO: La Roca - Manolo Solo , .
La Roca en La Sexta a las 15:30 Domingo -6- Agosto, fotos,.
Manolo Solo ,.
Manolo Solo: «Hice bien en dejar la música porque no tengo el talento suficiente»
El actor de reparto más reputado de nuestro cine borda un incomodísimo protagonista en 'La desconocida', donde encarna a un ciberacosador de menores,.
La primera vez que le llamaron a Manolo Solo (Algeciras, 1964) para trabajar como actor en Madrid fue para hacer de camello en 'Compañeros'. Desde entonces no ha parado y en su carrera se alternan más de cien papeles en cine y televisión, incluido un Goya como actor de reparto en 2016 por 'Tarde para la ira'. Tras verle en '30 monedas', 'La Fortuna', 'Competencia oficial' y 'El buen patrón', este sevillano que soñó con ser estrella del rock estrena el 9 de junio en cines 'La desconocida', un tenso thriller psicológico en el que encarna a un ciberacosador que se hace pasar por un adolescente para quedar en un parque con chicas menores.
Un personaje protagonista incomodísimo, que Manolo Solo borda como siempre ha hecho con sus papeles de reparto. Además, Víctor Erice ha querido que fuera el director de cine protagonista de 'Cerrar los ojos', alabadísimo regreso del cineasta de Carranza, que dio plantón en Cannes en desacuerdo por la inclusión del filme fuera de la competición.
–Una duda, ¿lo de Manolo Solo es el nombre de guerra musical?
–Es mi nombre de rockero. Las primeras cosas que hice de teatro me llamaba Manuel Fernández. Arrastré el nombre por un afán de tener visibilidad, de que resultara más chocante y pegadizo. Después me he arrepentido porque es un nombre un poco infantiloide.
–¿Llegó a tomar en serio su faceta musical al frente de Los Relicarios?
–Profesionalmente, como para poder vivir de ello, no del todo. Pero sí que pensaba en editar discos con regularidad y que la música fuera mi actividad central. De hecho, dejé de hacer una gira de teatro por rodar un videoclip en Londres dirigido por Alberto Rodríguez. Creo que hice bien en dejar la música y mantenerla como un hobby, porque no tengo el talento suficiente. Se me da mucho mejor la interpretación.
–Sigue tocando con su grupo Manolo Solo y los Also Starring.
–Hacemos versiones de canciones de cine. Amenizamos fiestas, saraos y festivalillos para quitarme el gusanillo.
–¿Ser actor en la Sevilla de los años 80 era una quimera?
–Ser actor con la edad que tenía yo entonces, que era un pipiolo, siempre es una quimera. Y lo ha sido hasta hace un tiempo. Yo empecé a trabajar de verdad como actor en los 90 y en el teatro independiente, en el Centro Andaluz del Teatro. Hice mis primeras giras a nivel nacional y empecé a curtirme. Pero no tenía una continuidad suficiente como para poder vivir de ello. No sé si es más quimera intentar ser actor en Madrid, porque en Sevilla somos menos.
–Su primer papel en una serie fue de camello en 'Compañeros'.
– Creo que antes hice 'Bailongas', un corto de Chiqui Carabante. Pero sí, 'Compañeros' fue mi primer trabajo en Madrid, un episodio. Antes había hecho un vídeo institucional de la Agencia Andaluza contra la Droga, también haciendo de camello.
–Nunca ha hecho distingos, siempre ha alternado cine y televisión.
–Yo he intentado ganarme la vida. Si te pones exquisito... No me podía permitir rechazar los papeles que me ofrecían al inicio de mi carrera si quería asegurarme el sustento. Fuera el medio que fuera.
–¿El Goya por 'Tarde para la ira' marca un antes y un después en su carrera?
–Yo notaba una progresión muy lenta, pero a paso firme, como una hormiguita. Con 'B, la película', una película basada en la obra que habíamos interpretado Pedro Casablanc y yo en el Teatro del Barrio, se produce una mayor visibilización. Era un papel con bastante presencia en pantalla. El Goya no me atrevo a decir que fue una consagración, pero sí que me hizo más popular.
–En 'La desconocida' encarna a un tipo odioso, pero también carismático y como anclado en otra época.
–Es un tipo con una doble vida, con un personaje al margen de su persona, que se dedica a cazar jóvenes en redes sociales. El director me propuso que llevara esa ropa, condujera un coche antiguo y cantara la canción de Julio Iglesias. Supongo que era para hacerlo menos siniestro y entroncar con el cine español de los años 70, un poco de humor.
–¿Qué tipo de relación tiene con las redes?
–Tengo una relación de titubeo, de inseguridad, no es un terreno que domino. No es mi sitio del todo. Intento manejarme en ellas siempre evitando el peligro de que me absorban. No me ofrecen tanto, no son mi ambiente natural. Pero si ahora mismo no existieran me quedaría descolocado, aunque me provoquen incomodidad.
–¿Qué le parece que la gente se conozca en aplicaciones y no en los bares?
– Es el signo de los tiempos. Por un lado me parece triste y por otro es una solución con una parte positiva. Como todo, depende de cómo lo uses. Puede ser frío, pero vivimos en un mundo inhóspito y frío. La gente se comunica escribiendo todo el día, y eso también tiene una parte positiva. Lo que ocurre es que hemos pasado a depender de ello sin un proceso de preparación.
–¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar con Víctor Erice en 'Cerrar los ojos'?
–Me siento privilegiado de haber podido trabajar con Erice con un papel tan potente. Una suerte.
–¿Y cómo llevó que el director no apareciera en el Festival de Cannes?
–Me enteré allí. Pero lo llevé con respeto, no voy a entrar en eso.
–Ha trabajado como actor de doblaje pero aboga por ver siempre el cine en versión original. ¿Cómo lleva esa contradicción?
–Hace tiempo que no trabajo en doblaje pero lo hice durante una parte de mi vida. Vivo ese conflicto. Cuando empecé a doblar tampoco veía tanto cine en versión original. El doblaje es un trabajo gustoso de hacer, pero prefiero escuchar siempre las voces originales de los actores, no soy partidario del doblaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario