lunes, 19 de septiembre de 2022

La Hora Musa - Vino del frio ,. Martes -4- Octubre ,. / Cachitos de hierro y cromo - Aqui se viste así ,. . Martes -4 - Octubre ,./ Locos por las motos - MotoGP se mueve ante la caída de interés y espectadores,.

 

       TITULO: La Hora Musa - Vino del frio  ,. Martes -4- Octubre ,.

 'La Hora Musa', presentado por Maika Makovski ,a las 22:55 horas, en La 2 martes  - 4- Octubre  , foto.

 Vino del frio,.

“Pasé de reunir a 20.000 personas con Pereza a 350 como Leiva. Fue una bajada de humos”,.

 Pasé de reunir a 20.000 personas con Pereza a 350 como Leiva. Fue una  bajada de humos” | EL PAÍS Semanal | EL PAÍS

Esto no es una entrevista. Es un largo recorrido a pie por Madrid junto a Leiva, creador de canciones, antiguo componente de 'Pereza', solista desde 2012, amante del futbol, el vino y la música de Bob Dylan

Miguel Conejo, alias Leiva, busca su sitio. En la vida y en la música. Un lugar donde llegar y quedarse. A través de un camino de imperfección. Más áspero, arriesgado y desnudo. Pero ausente de miedos e inseguridades. Más cerca de Bob Dylan, Patti ­Smith o Leonard Cohen que de las megabandas de relumbrón e Instagram ("nunca he cultivado las redes"); relatando en primera persona sus amores, neuras y pasiones; grandezas y miserias; subidas y bajadas; a base de temas propios, ideados e interpretados con el corazón y los ojos entornados, que representan el sumidero de su existencia, atormentada, aprensiva, enamoradiza, más que las superproducciones estelares sin alma y a la medida de un público voraz que busca productos fugaces de usar y tirar. Él ha renunciado a ese sendero. Se ha refugiado en su propia concha.

Leiva, la estrella; que fue Leivinha en el colegio, aquel instituto Villa de Madrid, donde corría como una liebre en el campo de fútbol, con ese físico fibroso a mitad de camino de un atleta de los 5.000 metros y un anguloso torero de plata de preguerra; Lei, hoy, para los cercanos, es, simplemente, un rockero. Un canto rodado. Un chico de barrio de clase media, con acento cheli y buena suerte. Que empezó a tocar pronto; renunció a los estudios (ante el mosqueo de su padre, poeta y periodista); trabajó de jardinero, tocó en la calle y pintó pasos de cebra para echar una mano en su casa en tiempos de zozobra. Con una inmensa actitud escénica. Que le permite dominar las tablas. Una voz que brota de muy dentro. Y un curioso balanceo corporal en sus gestos, como si estuviera acariciando una guitarra o atacando un tema.

 

No hace productos, hace canciones. Muchas noches y cada día. Mientras pasea por la ciudad anhelando el anonimato perdido, camina por Gredos o surca las mesetas en la furgo con su banda. Cuenta historias. Una perpetua: la suya. En sus palabras, "en estos momentos he escogido un camino con menos pirotecnia y más emoción; con más aristas, con más verdad. Sí, con conciertos de 20.000 personas, pero también con shows para 300, en los que ves la cara a cada espectador y pones los pies en el suelo. Ya no busco la perfección, sino la verdad. Y eso que el perfeccionismo es uno de los fantasmas que me acechan. Soy mi peor juez. Es uno de mis miedos, junto a la inseguridad y la hipocondría. Hay otros monstruos más que conjuro con ayuda. Pero rozo los 40. Y empiezo a ser más libre".

Esos son los hilos con los que ha trenzado, como una vieja artesana en el bastidor de su telar, su cuarto disco en solitario, Nuclear (a la venta desde el próximo viernes), algo así como el decimoquinto de su carrera. Doce canciones acompañadas de notas de voz originales sobre cómo se construyó cada una, una delicada expresión gráfica en su empaquetado y promoción audiovisual (por los que siempre apuesta) y una edición en vinilo para los adictos a los viejos tiempos. Con este álbum, este artista que no sabe cuántos discos vende ni cuántas escuchas provoca y que afirma comer gracias a los conciertos, dice encontrarse más cerca de la estación de llegada.

—¿Cómo surge una canción?

—No hay un libro de instrucciones. A mí me surge de un verso. Es un proceso duro. Para un músico solo hay una cosa peor que escribir: una prueba de sonido.

—Usted es algo así como un cantautor 3.0. ¿Existe una fórmula para componer?

—Ojalá la hubiera. Pero a la hora de hacer canciones no hay orden ni manera. No puedes explicar por qué un tema te ha salido como tú querías, y, por lo tanto, no puedes reproducir esa fórmula. Yo empiezo por una frase. Es algo mágico. Viene de algún lugar y se introduce en tu cabeza. Y eliges esa aventura. Yo no podría vivir sin hacer canciones. Sin relatar historias. Es lo único que sé hacer. Fui muy mal estudiante. Tanto que mi padre me obligó a estudiar percusión para que hiciera algo positivo tras tripitir.

—¿Es un disco de madurez?

—Es lo que más se parece a lo que quería contar cuando empecé de chaval tocando la batería. Y con mi carpeta forrada de estrellas del rock de los sesenta. Es un fiel retrato de mi último año. La foto fija de mi montaña rusa. Es un trabajo con pocos elementos, con una búsqueda profunda de otro tipo de sonido. Más desnudo. Pero no me gusta hablar de mis discos. No sé qué decir. Ni tampoco las entrevistas. Te expones demasiado. Y bastante me expongo con mis letras. Y con los 80 conciertos que hago en un año.

—¿Le molesta ser conocido?

—Me molesta que me roben fotos. Conozco mejores formas de ganarse la vida que siendo paparazi.

—¿A veces piensa dejarlo todo?

—Cuando salto al escenario, pienso: "Quién me habrá convencido para meterme en este lío". Empiezas frío, acojonado, con la responsabilidad de darlo todo. Le debes un respeto a la gente. Pagan una pasta por verte. Y a la tercera o cuarta canción, entras en calor, les ves las caras, y no te bajarías nunca.

A lo largo de 20 años de carrera y un millar de actuaciones, acompañado de músicos virtuosos de garito, sus colegas del barrio y la vida, de barra de bar, escenario, carretera y brasa de porro, ha subido todos los peldaños que conducen al estrellato. Desde aquellos grupos adolescentes de su barrio madrileño, la Alameda de Osuna, prolífica cantera de bandas (hasta ser conocido como la Alameda de Rocksuna), a vender todas las entradas en los grandes templos de la música en directo, despachar cientos de miles de discos, ser el frontman de una banda generacional, vivir el desenfreno de sexo y droga y madrugadas concatenadas, propio de una estrella del rock, tener novias famosas, tocar de telonero de The Rolling Stones, ganar un Goya a la mejor canción, producir un disco a Sabina, componer para los grandes, tocar con casi todas las leyendas españolas y ganar dinero. Hoy vive en una casita setentera en su viejo barrio madrileño, lejos del centro, con su hermano Juancho, compañero de banda, ruta y líder Sidecars. Y su perro.

A comienzo de los dos mil, un cazador de talentos musicales le descubrió tocando una madrugada en el madrileño Siroco, una sala mítica al oeste de Malasaña, junto a su socio de Pereza, Rubén Pozo. Tenía 20 tacos. "Y nos hacíamos cada local grande y pequeño al que teníamos acceso esperando que alguien nos diera la oportunidad de grabar un disco. Una noche ocurrió. Como en las películas. Nos fichó RCA. Rubén y yo no nos lo podíamos creer: ¡era la misma discográfica de Elvis!".

—Pereza fue una banda generacional...

—Estoy conforme. De gente que hoy tiene entre 30 y 40 años. Me gusta cruzármelos. Son personas ya calmadas y se acercan a ti con buen rollo. Hemos crecido juntos. Hay gente que no es tan agradable..., pero es imposible que te gusten todos tus seguidores. No me fijo mucho en las redes. No llevo la cuenta de mis haters.

—¿Cuál es su próximo proyecto?

—Un disco solo con mujeres.

Esto no es una entrevista. No está grabada ni anotada. Es un paseo de miércoles frío y soleado por Madrid. Entre Conde Duque, Malasaña y Chueca. De dos personas que no se conocen. Una tiene cinco horas para contar quién es. La otra, para descubrirlo. No es fácil. El artista es entrañable, pero discreto. Si se habla de fútbol, todo transparencia; si es de política, surge su miedo a que los que vengan, la derecha, fumiguen derechos ganados a pulso, por ejemplo, los de las mujeres. En el terreno de sus amores, mejor no colarse. Cerrojazo.

Es flaco y de estatura media. Tiene cintura de avispa y extremidades de saltamontes embutidas en pitillos. Rostro de calavera, ojos verdes (el derecho zigzaguea), bigote y patillas sesenteros, manos pequeñas, pies grandes, tatuajes asomándole por las bocamangas, dos pendientes de plata y un pelo ensortijado y menguante oculto bajo una visera de lana. Define su nariz ganchuda como "propia de los Ketama". Posee una colección envidiable de sombreros. Sonríe con guasa. Tiene un marcado estilo de vestir. Si en música es heredero del rock and roll, la psicodelia y los sesenta, las grandes bandas españolas de los ochenta y noventa y los buenos cantautores, de Serrat a Sabina, su imagen es una mezcla, con naturalidad y desparpajo, del look de Keith Richards, Jimi Hendrix, Lenny Kravitz, George Harrison y, por supuesto, su adorado Bob Dylan. Hoy viste de negro. Jersey de cuello vuelto, vaqueros y botas militares. Chaquetón de marinero de grandes solapas y enorme bufanda. El resultado es un beatle en la era de Rubber Soul o un Dylan en la de Blonde on Blonde. No deja de estirarse del cuello del suéter ni de bajar y subirse las mangas. Jamás para. Es un inquieto compulsivo. Un reptil.

¿Qué hace una estrella del rock cuando no trabaja? ¿Se promociona, viaja o sube a un escenario? Leiva, básicamente, comer y beber. Rodeado de amigos. Y escuchar música clásica en el Auditorio Nacional junto a David Trueba. "El vino ha sido mi descubrimiento. Cada noche me bajo una botella. Y compongo. Experimento y descubro. Últimamente, con vinos gallegos y catalanes". Esta mañana de marzo se decide en una bodega remota de Madrid (Reserva y Cata) por un par de vinos con alma del colectivo Envínate. Un tinto y un blanco. Un extremeño y un canario. Producción mínima. Reflejo de un suelo y un paisaje. Experiencia asegurada. Acierta. Lo confesará días más tarde.

Las viejas imágenes de la década gloriosa de Pereza muestran un artista más activo en el escenario, más rolling, más de fuegos artificiales, chulería y canciones entonadas por las fans. En 2011 ese modelo para todos los públicos saltaba por los aires. El grupo se disolvía. En su mejor momento. Rubén y Leiva tiraban cada uno por su lado. "No fue una ruptura personal, sino artística. Nuestros estilos comenzaban a ser muy distintos. Uno se iba a Brasil y el otro a Nashville. Acabamos bien. Yo continué con la mayoría de la banda. Somos nueve contra viento y marea". La apuesta de 2011 era iniciar una carrera en solitario. Empezar de nuevo. ¿Cómo se iba a bautizar artísticamente? "No podía llamarme Miguel Conejo, porque sonaba a cantautor, como del Nuevo Mester de Juglaría", explica entre risas mientras paladea un vermú en una tasca del Dos de Mayo. "En nuestro último concierto como Pereza habíamos reunido a 20.000 personas. En mi primero como Leiva, en Burgos, 350. Fue una bajada de humos. Pero era feliz. Aunque perdiese 3.000 euros por actuación".

Leiva no solo es un buen compositor y un animal escénico. Es, sobre todo, un profesional de la industria. Afirma que se emociona más que reflexiona, pero la realidad es que domina su carrera con maestría. Tiene una imagen limpia. Es amigo y prescriptor de todos los músicos españoles anteriores y contemporáneos a él, desde Bunbury, Calamaro y Ariel Rot hasta Quique González, Vetusta, Amaral o Iván Ferreiro. No ha sucumbido a los contratos de 360 grados, habituales en la industria. Que dan poder a las multinacionales no solo sobre los trabajos discográficos de su artista, sino de cada euro que produce. "Yo soy el promotor de mis conciertos", explica, mientras compramos una enorme y oscura hogaza de centeno. "Me ­juego mi dinero pero toco donde quiero y pongo el precio que considero justo. Y nos va bien. Llenamos lo grande y lo pequeño".

Este paseo mañanero concluye en un callejón cerca de la plaza de España. En un pequeño restaurante porteño, Casa Federica. Argentina es una de sus pasiones. Mientras se despacha unas empanadillas, buñuelos de espinacas, humitas y unas cervezas Quilmes, relata su profundo miedo a la soledad. Y, sobre todo, a la sequía creativa. Es decir, al paso de los años. "Veo que los grandes hicieron sus mejores temas antes de los 50. No me queda tanto tiempo. Es verdad que Bob Dylan hizo Modern Times con 65 años. Eso me conforta". Y se ríe con el morro torcido y los ojos brillantes. Un abrazo y se pierde por Tribunal en busca de su amigo Iván Ferreiro.

 

TITULO:  Cachitos de hierro y cromo - Aqui se viste así  ,. . Martes - 4 - Octubre,.

   El martes -  4 - Octubre a las 22:30 horas por La 2, foto,.

 Aqui se viste así ,.

Cada vez escuchamos menos canciones nuevas. ¿Está la música de ayer matando a la de hoy?,.

‘Stranger Things’ ha provocado que un tema de 1985 se convierta en la canción más reproducida en Spotify en Estados Unidos. Cada semana, decenas de éxitos del pasado resucitan también en TikTok. Después, explotan en las listas de éxitos,.

 EL PAÍS on Twitter: "Stranger Things ha provocado que un tema de 1985 se  convierta en la canción más reproducida en Spotify en EE UU. Cada semana,  decenas de éxitos resucitan en

A principios de año, una canción de 1977 se metió entre las más reproducidas de Spotify. El vídeo de un joven patinando mientras escucha Dreams, de Fleetwood Mac, y bebe zumo de arándanos se hizo tan popular en TikTok que hasta Joe Biden usó la canción en su acto de investidura. Este es solo un ejemplo de canciones que han resurgido de sus cenizas para invadir la lista de éxitos. Esta semana, Running Up That Hill de Kate Bush (incluida en su álbum Hounds of Love, de 1985) es la más escuchada en Spotify en Estados Unidos y está en el segundo puesto en la lista mundial. Todo por aparecer en algo casi tan popular como TikTok: la recién estrenada cuarta temporada de Stranger Things.

De acuerdo con la consultora MRC Data, en Estados Unidos el consumo de álbumes de música actual (lanzada hace menos de 18 meses) disminuyó un 3,7 %, mientras que la de catálogo creció en 2021 un 19,3 %, ocupando el 70% del consumo total. Las viejas canciones están de moda y ganan impulso gracias al magnetismo del vinilo, el crecimiento de las plataformas de streaming y la creciente influencia de TikTok.

La misma consultora afirma que durante los confinamientos provocados por la covid-19, “los fans echaron la vista atrás a sus viejos favoritos”. El aumento de ventas de vinilo (que el año pasado tuvo un crecimiento de 51,4 %, el más alto de las últimas tres décadas) tendría relación con el auge de la música de catálogo, afirma Daniel Vidaur, jefe de producto de Rhino en Warner Music Spain. “El público ha asociado el vinilo a los discos clásicos, como Pink Floyd y Neil Young, que se grabaron concebidos para ese formato. Pero tampoco debemos olvidar que hay artistas actuales que venden muy bien en vinilo, como Pablo Alborán y Ed Sheeran”, apunta Vidaur.

Eugenio López, que fundó la fábrica Mad Vinyl hace un año y medio, cuenta que la demanda por las reediciones varía según la época del año. “Cerca del 20% de nuestra producción son reediciones. A principios de año hay menos y cuando llega el verano aumenta muchísimo el porcentaje. Esto lo achaco a que llegan las navidades y las discográficas quieren discos que sirvan como regalo”, explica. De la misma manera, hay temas que siempre vuelven en ciertas estaciones del año, como Thriller de Michael Jackson, que aumenta drásticamente por Halloween, y All I Want for Christmas Is You de Mariah Carey, que siempre entra en el codiciado Hot 100 de Billboard durante la Navidad.

Los antiguos temas también encuentran en las radios el lugar idóneo para propagarse. Javier Penedo, locutor de Los 40 Classic, reconoce que las emisoras de radio están poniendo en rotación cada vez menos canciones nuevas en favor de viejos e infalibles éxitos. “Antiguamente, se ponían muchas más novedades que ahora. El oyente de la radio está envejeciendo. Las canciones nuevas se tienen que emitir con cuentagotas, porque la capacidad de asumir novedades es limitada”, señala.

Las plataformas de streaming también podrían estar alimentando esta tendencia, al poner al precio de un CD un catálogo casi infinito al alcance de la mano. Además de contabilizar cada replay, las listas de reproducción y las radios basadas en algoritmos alientan a los consumidores a escuchar las mismas canciones con más frecuencia. Spotify, la mayor plataforma de la actualidad, ya venía señalando desde 2020 que la música de décadas pasadas estaba en ascenso en España, cuando se dispararon un 54% las listas de reproducción de música oldie. “En los últimos meses, en Spotify hemos detectado una tendencia por parte de nuestros usuarios a escuchar música de décadas pasadas. La década de los 2000 es la clara favorita y los artistas más escuchados son españoles. También es común a todas las generaciones, desde babyboomers hasta los Z”, explica Melanie Parejo, directora musical para el sur de Europa de Spotify.

Sin embargo, el principal responsable del auge de la música de catálogo sería TikTok, asegura MRC data. A través de sus retos y desafíos de baile, la aplicación pone de moda canciones que muchas veces ya habían sido olvidadas. La propia red social china anunció recientemente que más de 175 canciones que se viralizaron en la aplicación el año pasado terminaron figurando en las listas de éxitos estadounidenses. Un ejemplo es Sweater Weather, lanzada hace nueve años por The Neighbourhood, que despegó en TikTok y alcanzó el puesto número 53 a principio de 2022.

Esta revalorización de la música del pasado hizo que las discográficas se hicieran en 2021 con el catálogo de artistas clásicos como Bob Dylan, Bruce Springsteen y Neil Young. Se movieron más de 5.000 millones de dólares en adquisiciones de derechos y catálogos. La expectativa es que estas compras sigan en 2022, con artistas como Pink Floyd y Phil Collins en el punto de mira. González, fundador de Mad Vinyl, teme que la inversión en el catálogo pueda afectar a los jóvenes artistas. “Llenar los estantes de la FNAC con discos de Paul McCartney es ir a lo seguro. Prefieren esa apuesta a coger chavales de 20 años y ver qué pasa. Aquí llegan grupos que ensayan en los fines de semana porque tienen sus trabajos, graban en algún estudio amateur y sus discos son una verdadera maravilla. Obviamente, cuesta bastante más darles a conocer”.

Las canciones antiguas encuentran nueva vida en el contexto cultural que ofrece internet. Los clásicos ahora pueden ser redescubiertos a través de una lista de reproducción, de un desafío de baile o un vídeo viral, y convertirse en éxitos de la noche a la mañana. Y todo indica que habrá más de esto en el futuro. Está claro que cuando algo nos gusta, nos cuesta superarlo.

      TITULO: Locos por las motos  - MotoGP se mueve ante la caída de interés y espectadores,.

 MotoGP se mueve ante la caída de interés y espectadores,.

 MotoGP se mueve ante la caída de interés y espectadores | Deportes | EL PAÍS

Tras una encuesta con aficionados al ver la pérdida de atractivo del Mundial, Dorna anuncia cambios como las carreras al sprint o mayor contacto del público con los pilotos,.

 

foto / MotoGP anunció hace un par de semanas una revolución con la introducción una carrera adicional cada fin de semana. Este viernes, desde Misano, Dorna hizo balance de los resultados de una macroencuesta digital que reunió a más de 100.000 aficionados alrededor del mundo con ganas de sacar pecho. “Para nosotros es importante escuchar a nuestros aficionados en esta época de cambios con la voluntad de mejorar nuestro deporte”, explicó Carlos Ezpeleta, director deportivo del campeonato. Un 66% de los encuestados respondió que el deporte debía hacer más para atraer a nuevos públicos, una respuesta que precipitó, entre otras cosas, el anuncio de las carreras al sprint de cara a 2023.

“Van a llegar más cambios, y esperamos anunciarlos pronto. Seguimos trabajando en ello. Una de las cosas que buscamos es dar más tiempo a la afición con los pilotos, mejorar su disponibilidad durante los fines de semana”, añadió el directivo. Un 92% de los aficionados se declararon fieles entusiastas, una cifra que nunca se había alcanzado en encuestas similares en otros campeonatos como la Fórmula 1 y la Indy Car americana. El aficionado promedio de las motos es un hombre de 36 años. Solo el 13% son mujeres, aunque la mitad de ellas jóvenes de entre 16 y 34 años, un dato que anima a los promotores a centrarse en este grupo demográfico. A pesar de los mensajes positivos sobre la marca y el estado de salud del campeonato, tanto la propuesta de preguntar al público como la idea de añadir las pruebas al sprint indican que la promotora del Mundial reconoce la necesidad de mover ficha ante una pérdida de interés subyacente.

Aunque en el nuevo paradigma de las redes sociales la compañía sube enteros, los indicadores clásicos como las audiencias y la asistencia a los circuitos cuentan una historia algo distinta. También lo hace la cuenta de resultados, que en 2021 reflejó unas pérdidas de 44,8 millones de euros a pesar de haber recuperado los ingresos prepandemia: 310,9 millones. La afectación de la covid-19 en las gradas, con 7 pruebas de 18 completadas sin público el año pasado, fue la justificación que dio Dorna a esas pérdidas. En marzo de este año, la compañía propiedad de Bridgepoint, un fondo de inversión extranjero, consiguió un nuevo acuerdo para la financiación de 975 millones de deuda con vencimiento en 2029.

La TV de pago se come las audiencias

Las audiencias en España han pasado de obtener un 32,7% de share en la televisión de pago en 2021 a un 28,1% de promedio esta temporada. De unos 389.000 espectadores de promedio se ha pasado a 345.000, una tendencia a la baja que ha ido en incremento desde el paso de los canales abiertos a los privados. De un promedio de unos 3 millones de espectadores se pasó al medio millón de abonados con Movistar, y las audiencias se han mantenido en torno a los 300.000 y 400.000 espectadores desde entonces.

“El impacto del abierto siempre es mayor que el del pago, y es probable que se haya perdido a un público más generalista siendo exclusivamente de pago”, explica Nacho Ávila, analista de datos de la agencia audiovisual DOS30. Los números, sin embargo, no son solo negativos para el campeonato: “El consumo total de televisión este año ha bajado considerablemente, especialmente este agosto, motivado por las circunstancias de la vida después del covid”. A nivel global, MotoGP presenta buenos números ya que reparte los derechos televisivos en más de 200 países –muchos de ellos todavía a través de televisión en abierto– y alcanza unos 450 millones de hogares.

En España, en parte para paliar el efecto de las plataformas cerradas, un acuerdo permite que se retransmitan dos pruebas en abierto esta temporada en Jerez y Aragón. Durante el GP de España de 2022, que se pudo ver a través de RTVE, se generó un retorno comercial de 12,5 millones de euros. Entre los impactos generados según el estudio de JP Media, es interesante destacar el papel de las redes sociales, que concentraron el 80% de los más de 800 millones de visualizaciones acumuladas.

De los circuitos a las redes sociales

GRAN PREMIOASISTENCIA AL CIRCUITO EN 2019ASISTENCIA AL CIRCUITO EN 2022
España151.513 espectadores123.000 espectadores
Francia110.000 espectadores225.000 espectadores
Italia139.000 espectadores74.000 espectadores
Catalunya157.827 espectadores114.574 espectadores
Alemania201.162 espectadores232.202 espectadores
Países Bajos167.500 espectadores158.258 espectadores
Reino Unido114.607 espectadores100.400 espectadores
Austria197.315 espectadores167.850 espectadores

El cambio de paradigma en el consumo de contenidos ha provocado que la estrategia de Dorna se fije por encima de todo en las redes sociales. Aunque se habla menos de ello, MotoGP alcanzó los 40 millones de seguidores el mes pasado, una cifra que la sitúa algo por debajo de la Fórmula 1 -que supera los 50 millones- y muy lejos de la NBA, la reina en el mundo digital con casi 220 millones de seguidores según datos recabados por la consultora KPMG. La Liga, la líder en términos de fútbol doméstico, cuenta con más de 140 millones de seguidores en sus distintos canales.

La nueva generación de seguidores se engancha a través de contenidos más segmentados y cortos, ideales para consumir en dispositivos móviles. Se da el caso que muchos jóvenes prefieren seguir los eventos a través de resúmenes e vídeos impactantes en su canal favorito, aunque para las carreras enteras sigue siendo relevante el papel de la televisión y una asistencia a los circuitos menguante, especialmente en Europa. Durante la actual gira por el viejo continente, tan solo en Francia y Alemania se logró batir, y con doble récord incluido, la presencia de público en las gradas respecto a la época prepandémica.

En primer lugar, indica dónde se ha trabajado bien la promoción y de dónde es el actual referente mediático del Mundial, el vigente campeón del mundo Fabio Quartararo. El francés, sin embargo, no tiene todavía el tirón mediático de otros referentes como Marc Márquez y, especialmente, el ya retirado Valentino Rossi. “Valentino se ha ido, pero el Mundial sobrevivirá como sobrevivió a la marcha de Doohan, de Rainey, Roberts…”, comentaba Manel Arroyo, director comercial del certamen, antes de arrancar el curso sin el 46. El italiano fue la gallina de los huevos de oro del campeonato hasta que se retiró el año pasado en Valencia, y aunque su ausencia ha querido minimizarse, hay imágenes cada fin de semana que ejemplifican su influencia.

“Dorna sabe que tienen una buena tarea por delante, y lo vimos el año pasado cuando Valentino anunció su retirada. La venta de entradas se disparó”, recordaba Stuart Pringle, director del circuito de Silverstone en declaraciones a The Race. “Y allí siguen, con su vestimenta de Rossi, la principal marca que se puede ver en las gradas”. La influencia en las búsquedas de Google según su herramienta de análisis, Trends, continúan mostrando como el italiano superó en todos los registros a los últimos cuatro campeones del mundo sin su apellido. Incluso en 2022, su popularidad supera a la del resto de pilotos en activo. Tan solo Márquez, que lleva dos temporadas lesionado y a medio gas, ha sido capaz de igualar el poder de influencia que el carismático piloto de Tavullia proporcionó al certamen durante 26 años de trayectoria. El retorno del campeón de Cervera, cada vez más cerca, se antoja primordial para una competición que busca sacudir sus cimientos y continuar creciendo.

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