sábado, 8 de octubre de 2022

Cena con mamá - Txema Oleaga , Viernes -21, 28 - Octubre , . / Imprescindibles' estrena en La 2 - Muere Sonny Barger, líder de la pandilla de moteros Ángeles del Infierno,. , Domingo - 16, 23, 30 - Octubre ./ De seda y hierro - ‘Tres mil años esperándote’: el proyecto suicida de George Miller,. Domingo- 16 , 23, 30 - Octubre ,./ Noche Sexo - Monica y el sexo - «Montaba orgías con sus feligresas, que creían que el sexo las acercaba a Dios»,.

 

  TITULO: Cena con mamá -  Txema Oleaga ,.  Viernes -  21, 28 - Octubre   ,.

Viernes  -  21, 28 - Octubre  ,a las 22:00 en La 1, foto,.

  Txema Oleaga,.


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Txema Oleaga
Txema Oleaga 2005.jpg

Escudo del Senado de España.svg
Senador en las Cortes Generales
por Vizcaya
Actualmente en el cargo
Desde el 21 de mayo de 2019

Logo Metro Bilbao.svg
Presidente de Metro Bilbao
2011-2013

Información personal
Nacimiento1963
Bilbao, España
NacionalidadEspañola
Educación
Educado enUniversidad de Deusto Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
OcupaciónPolítico y abogado Ver y modificar los datos en Wikidata
Partido políticoPartido Socialista Obrero Español Ver y modificar los datos en Wikidata

José María Oleaga Zalvidea1​ (Bilbao, 1963), más conocido como Txema Oleaga, es un político español perteneciente al Partido Socialista de Euskadi-Euskadiko Ezkerra (PSOE) del que es miembro del comité provincial de Vizcaya y del comité nacional. Fue candidato a alcalde de Bilbao en las elecciones de 2007 y 2011. Tiene una hija.

Biografía[editar]

Txema Oleaga Zalbidea es abogado, licenciado en Derecho por la Universidad de Deusto, y experto en Responsabilidad Civil, Derecho del Seguro, Derecho Penal y Derecho de la Circulación.

Fue elegido por primera vez concejal en el Ayuntamiento de Bilbao en 1999. En 2004 dejó su despacho profesional al convertirse en portavoz del Grupo Municipal del PSE-EE en dicho ayuntamiento, cargo que ejerció hasta 2011. Asumió la portavocía y la candidatura al dejar el cargo su predecesor, Dimas Sañudo, elegido presidente de FEVE.

En las elecciones municipales de 2007 fue candidato a la alcaldía de Bilbao, obteniendo la tercera plaza, con el 22,08% de los votos y siete concejales (los mismos que el segundo, el Partido Popular), dos más que en anteriores elecciones. Volvió a ser candidato a la alcaldía en las elecciones municipales de 2011, en las que su partido perdió más de 12.000 votos, casi un 9% respecto a las anteriores, y pasó de siete concejales a cuatro, quedando en cuarto lugar. En octubre de 2011 dimitió como presidente del grupo socialista del consistorio bilbaíno.

En diciembre del mismo año fue nombrado Presidente de Metro Bilbao, cargo en el que cesó al llegar el Partido Nacionalista Vasco al Gobierno Vasco.

Es elegido senador por Vizcaya en las Elecciones generales de España de abril de 2019 para la XIII legislatura de España.

Es proclamado Muy Respetable Gran Maestro electo de la Gran Logia de España el 12 de marzo de 2022.

 

 TITULO: Imprescindibles' estrena en La 2 -  Muere Sonny Barger, líder de la pandilla de moteros Ángeles del Infierno . , Domingo -16, 23, 30  - Octubre ,.

Domingo  -  16, 23, 30 - Octubre , a las 21:30 horas en La 2, foto,.

Muere Sonny Barger, líder de la pandilla de moteros Ángeles del Infierno,.

El líder de uno de los movimientos más importantes de la contracultura en EE UU ha fallecido de cáncer a los 83 años,.

 Muere Ralph Barger, el fundador de Los Ángeles del Infierno a los 83 años |  Marca

“Todos los hombres mueren, pero no todos los hombres viven realmente”. La frase pertenece a la autobiografía de Sonny Barger, el líder de los Hells Angels, Ángeles del Infierno, que ha muerto este jueves en California a los 83 años. El dicho encierra en pocas palabras la esencia de la pandilla de moteros que se convirtió en uno de los principales movimientos de la contracultura en la década de los 60 en Estados Unidos y fue reproducida en todo el mundo. El deceso ha sido confirmado en Facebook por la familia de Barger, quien nunca abandonó la motocicleta. Dedicó sus últimos años a escribir sobre su agitada vida llena de drogas, sexo y rock. “Sepan por favor que he fallecido en paz tras una pequeña batalla con el cáncer”, asegura el mensaje de despedida a su medio millón de seguidores en la red social.

Ralph Sonny Barger aseguró en su sexto libro, Let’s Ride, que recorrió más de un millón de kilómetros montado en el sillín de una moto a un ritmo de 40.000 kilómetros por año. En este tiempo, dice haber tenido solo un accidente considerado de seriedad. El libro es una mezcla de oda al vehículo que le dio fama internacional y una guía práctica para conducir. Fue publicado en una de las últimas etapas de su intensa vida, cuando había dejado su natal California, donde tenía una tienda de repuestos para moteros, para mudarse al desierto de Arizona. Allí vivió junto a su cuarta y última esposa, Zorana, una de las pocas mujeres que pudieron ser miembros del club.

Para convertirse en un autor superventas en sus años dorados fueron necesarios antes muchos años turbulentos que poblaron sus memorias de un sin fin de anécdotas del chico malo estereotípico. Barger, nacido al norte de California, aprendió a andar solo en moto cuando tenía 11 años. Era una motoneta Cushman hecha en Estados Unidos. Desde entonces, este veterano de la guerra de Vietnam procuraba únicamente montar máquinas fabricadas en su país, algo que se hizo cada vez más difícil en un mundo más abierto al comercio internacional.

En 1957 fundó la división de los Hells Angels en Oakland, California. Se inauguró nueve años después de la primera, abierto en Fontana, en el mismo Estado. Fue presidente nacional y líder espiritual de un temido grupo que tejió estrechas relaciones entre sus miembros y transformó para siempre una de las subculturas más populares de su país. Pero los ángeles también estuvieron vinculados a varios delitos durante cuatro décadas. Barger fue arrestado en más de 20 ocasiones y pasó en prisión 13 años en diferentes momentos y acusado de diversos delitos.

En noviembre de 1994, por ejemplo, fue liberado de una cárcel federal después de haber estado cuatro años tras los barrotes por haber organizado a los Angels para deshacer una pandilla rival. Cuando salió de prisión, 700 moteros festejaron la libertad condicional de Sonny, el apodo de un líder que portaba con orgullo los tatuajes de una daga en el pecho, una cruz en el brazo y una calavera en la espalda. En el hombro derecho llevaba el diseño que juraba fidelidad eterna a su organización: Hells Angels Oakland.

La noche del 6 de diciembre de 1969 fue una de las más oscuras para los Angels. Aquel día, los pandilleros fueron contratados como seguridad en el concierto de Altamont, del que se esperaba fuera la respuesta de la costa oeste a Woodstock. Se dice que los representantes de los Rolling Stones pactaron con los moteros a cambio de 500 dólares en cerveza. Los Angels ya habían trabajado, sin incidentes, en conciertos de Grateful Dead y Jefferson Airplane, quienes tocaron aquella noche antes que el conjunto de Mick Jagger y Keith Richards.

Los titulares de aquella noche se los llevó la violencia en la que se vio involucrada la pandilla, cuyo trabajo era cuidar el escenario de un evento que convocó a 300.000 personas. Cuando los Stones cantaban estallaron peleas en el público. Meredith Hunter, un asistente al concierto de 18 años, murió apuñalado por un integrante de la pandilla después de acercarse a la plataforma. El incidente quedó grabado por los hermanos Maysles en el documental Gimme Shelter, donde Barger dice que la pandilla no tenía la preparación suficiente para hacer los trabajos de vigilancia. “Yo no he sido un policía. Y nunca voy a pretender serlo”, dijo días después en una llamada a una estación de radio local.

Barger luchó durante varios años por combatir la fama de violentos que la pandilla se ganó aquella noche. “Los católicos quizá han cometido más crímenes que los que nosotros podríamos pensar, y los políticos han cometido muchos más”, afirmó en 1994 a Los Angeles Times después de salir de prisión en libertad condicional. El célebre Hunter S. Thompson comparó a la pandilla con los estudiantes que protestaron en la década de los 60, pavimentando el camino de los derechos civiles en EE UU. “La diferencia es que los estudiantes se han rebelado en contra del pasado, mientras que los Angels luchan contra el futuro. Su único terreno común es su desdén por el presente y el statu quo”, escribió el periodista en Hells Angels, un documento que subraya las balandronadas y el machismo de la organización.

Los Angels transformaron para siempre la imagen que el mundo tiene, décadas después, de una de las subculturas más llamativas de Estados Unidos. Barger clama en uno de sus libros que la marca Harley-Davidson incorporó a sus motocicletas muchas de las observaciones que los miembros del club le hicieron. El líder de la pandilla apareció, junto a Jack Nicholson, en la película de 1967 Hells Angels on wheels, donde se interpretó a sí mismo. También tuvo un papel pequeño en Sons of Anarchy, el éxito televisivo de FX que dio nueva fama a este tipo de asociaciones, mostrando sus claroscuros.

Sonny era un tipo difícil de encasillar. Se levantaba a las 4.30 de la madrugada para dar de comer a sus perros y caballos. Después hacía ejercicio durante tres horas, pesas y salía a trotar. A las ocho de la mañana ya estaba sobre su motocicleta recorriendo alguna carretera secundaria. A diferencia del estereotipo del motociclista tradicional, usaba un casco que le cubría todo el rostro. Esto se debía a que en 1982 le quitaron algunas cuerdas vocales después de haber sufrido un cáncer en la laringe, provocado por las tres cajetillas diarias que se fumaba en su juventud. La operación le dejó una voz que es descrita como un susurro.

 

TITULO: De seda y hierro - ‘Tres mil años esperándote’: el proyecto suicida de George Miller  ,. Domingo - 16 , 23, 30 - Octubre ,.

 El Domingo - 16 , 23, 30 - Octubre ,  a las 20:20 por La 2, foto,.

 

‘Tres mil años esperándote’: el proyecto suicida de George Miller,.

 Tres mil años esperándote': el proyecto suicida de George Miller | Cultura  | EL PAÍS

Una obra con apenas unas gotas de buen cine y, en materia comercial, con un público incierto al que dirigirse,.

Las carreras de los cineastas son a veces inescrutables, sobre todo en el último trecho, cuando los artistas han superado con creces la edad de jubilación y, como seres humanos que son, dudan entre la comodidad de los proyectos fáciles, el plácido y merecido retiro o la zambullida en una última aspiración personal, por dificultosa que esta resulte.

A mediados de la segunda década de los 2000, pocos daban un duro por la revitalización de la carrera de George Miller, de entonces 70 años de edad, que había vivido su momento más creativo a finales de los setenta y principios de los ochenta con la saga Mad Max, y un cierto decaimiento creativo no exento de comercialidad a finales de los ochenta y en los noventa con Las brujas de Eastwick, El aceite de la vida y Babe, el cerdito valiente. Los 15 primeros años del nuevo siglo se habían saldado con dos obras menores de animación, de la serie Happy Feet, y Road to Maracana, la película oficial del Mundial de Fútbol de Brasil de 2014. Es decir, decadencia creciente. Y, sin embargo, cuando ya pocos le esperaban, la espectacular Mad Max: Furia en la carretera (2015), en modo alguno una producción fácil de pergeñar y filmar, llegó en forma de estruendosa resurrección. Miller vivía, en lo artístico, y de qué manera. De hecho, en estos días de verano de 2022 rueda Furiosa, la precuela de Furia en la carretera.

Ahora bien, entre una y otra, siete años de margen, a Miller le ha dado tiempo para realizar, con dificultades y en pandemia, un proyecto suicida, esta Tres mil años esperándote que hoy se estrena en España tras cosechar críticas muy desiguales en el festival de Cannes. Un elogio de la narración, del arte de contar historias, de la fábula, de la retórica y de la poética, de la ancestral y maravillosa costumbre popular de contar cuentos. Una obra, eso sí, con apenas unas gotas de buen cine y, en materia comercial, con un público incierto al que dirigirse pues, pese a su espíritu de fantasía, no es un título para chavales y su trascendencia adulta se queda corta.

Basada en el libro de relatos de la prestigiosa escritora británica A. S. Byatt, The Djinn in the Nightingale’s Eye, claramente inspirado en Las mil y una noches, narra el encuentro entre una doctora en literatura, mujer sabia, independiente y sin ataduras, y un genio encerrado en una botella que le ofrece la posibilidad de concederle tres deseos. El fondo de las situaciones, de los textos y de los subtextos, tiene material interesante, sobre todo en lo relacionado con el multiculturalismo, con la naturaleza del deseo y con ese estado del ser humano en paz, sabio para algunas culturas, por no vincular su existencia a la ambición.

Sin embargo, tres aspectos bien distintos suponen una losa para Tres mil años esperándote. Lo horrenda que es visualmente, con esa fotografía digital contrastada y retocada hasta lo indecible, material kitsch de proyecto de poca enjundia y discutible estilo. Lo episódica que resulta, sin que ninguno de sus tres segmentos fabuladores enganchen al espectador. Y que las historias se cuenten en lugar de desarrollarse, fórmula radicalmente alejada de la naturaleza del cine.

Que la acción en presente —las conversaciones entre la literata y el genio que van dando paso a los relatos— esté ambientada en una gélida habitación de hotel con ellos en albornoz tampoco ayuda a que la fea impresión visual se matice. Y su defensa de la tradición oral, del placer de la narración, parece enfrentada a la fragmentación de la película y a un trecho final en Londres, de esencia romántica, que parece no tener final por sus sucesivos desenlaces.

 

TITULO: Noche Sexo -  Monica y el sexo - «Montaba orgías con sus feligresas, que creían que el sexo las acercaba a Dios»,.

El viernes - 21, 28- Octubre ,  0.40 / Cuatro, foto,.

 

 

«Montaba orgías con sus feligresas, que creían que el sexo las acercaba a Dios»,.

Antonio Soler desvela en 'Sacramento' la truculenta historia de Hipólito Lucena, el cura malagueño que abusó de decenas de mujeres,.

Antonio Soler (Málaga, 65 años) desvela en 'Sacramento' (Galaxia Gutenberg) el siniestro y múltiple perfil y los lúbricos manejos de Hipólito Lucena, un cura que en los años cincuenta montaba orgías con sus atildadas feligresas y copulaba con ellas a la sombra de los altares para llevarlas por el sexo hacia Dios. Una historia tan truculenta que parece increíble. La Iglesia y el franquismo la cubrieron de silencio, a pesar de que don Hipólito (Coín, 1907– 1981) fue juzgado en el Vaticano y recluido durante dos décadas. Soler lo cuenta mezclando géneros en el que ha sido el libro más costoso para el autor de novelas como 'El camino de los ingleses', 'Sur' o 'Apóstoles y asesinos'.

–¿Lucena abusaba de sus feligresas sonsacándolas en confesión y montaba orgías con ellas?

–Sí. Por extraño que parezca fue así. Pero revistió todo su aparataje sexual y erótico con una teoría mística que lo emparenta con los iluministas. El confesionario era un lugar privilegiado para captar adeptas gracias al pacto de silencio, el secreto y la gran intimidad que generaba. Interrogaba a las mujeres, las sonsacaba y calibraba cuál era susceptible de ser captada.

–¿Seductor intelectual y abusador implacable?

–Sí. Una personalidad muy compleja. Era muy inteligente y con una enorme capacidad de convicción. Llevaba a las mujeres, a las hipolitinas, por el camino que quería y ellas cumplían sus rituales eróticos. Establece la estructura de una secta dentro de la Iglesia que va contra el espíritu de la propia Iglesia. Abusa de su posición con la autoridad que le confiere el sacerdocio y además es muy hábil. Tiene una conducta ejemplar de cara a la galería. Cuida de los necesitados, los huérfanos y los indigentes. Su bondad es un gran escudo frente a quienes puedan murmurar contra él. ¿Cómo se puede difamar a alguien tan bondadoso? Hubo rumores, críticas veladas, pero se le defendió siempre por su entrega a los enfermos, débiles y olvidados.

–¿El secreto de confesión era su arma infalible?

–En el confesionario establecía su teoría, sí. Decía a sus víctimas que «esto que dice la Iglesia no es así». Que a través del sexo se puede estar más cerca de Dios. Recurría a los místicos y afirmaba que la expresión de éxtasis de sus retratos era reflejo de un orgasmo «porque están ante Dios». «Tenemos que acercarnos a eso», les decía. Les convencía de que estaban más cerca de la Iglesia originaria y auténtica, en la que los sacerdotes se casaban, y que con la Iglesia romana estaban en la desviación.

–¿Pagó por sus desmanes?

–Fue juzgado en el Vaticano y durante más de veinte años estuvo recluido en un monasterio en Austria que sirvió de prisión. La jerarquía católica actuó no para proteger a las víctimas, sino para atajar la creación de una secta que iba contra el dogma de la Iglesia. No era un mero abusador que se extralimitaba en el amor al prójimo. Contravenía la esencia de la Iglesia, cuyo interés era saber si Satanás estaba de por medio: si se trataba solo de un deseo sexual exacerbado o actuaba por un afán sectario. La Iglesia acabó actuando como la Inquisición con los iluministas.

Veneración

«Sus víctimas, las hipolitinas, callaron y lo trataban como un santo»

–Murió en casa y atendido por las mujeres de las que abusó.

–Volvió a Málaga y falleció en casa de su hermana con 85 años. Alguna de las hipolitinas lo cuidaron allí. Guardaron silencio, pero fueron fieles a Hipólito más allá de la muerte. Lo trataban como un santo, con absoluta devoción y veneración. Cuando cumplió su pena, su hermana recibió la visita del cura irlandés que había sido su carcelero, que quería ver cuál sería su entorno vital cuando saliera. El padre irlandés le dijo que era profundamente creyente y que solo temía en el mundo a dos cosas: «a Dios y a don Hipólito». El cura irlandés le trataba de usted a Hipólito y este le tuteaba.

–Cabe suponer que tuvo hijos.

–Desde luego. Alguna de las hipolitinas era matrona y eso le vino bien para algún parto y algún aborto. Algunos hijos eran llevados a la casa cuna y tratados como huérfanos. Otros tienen apellidos al ser hijos de mujeres casadas. Pero hay pocas certezas y muchos silencios.

–No era muy agraciado físicamente.

–No, y eso subraya más su capacidad de convicción. En 2019 se descubrió un álbum con cientos de fotos suyas, desde la infancia al final de su vida. Seducía más con sus palabra que con su físico.

El cura abusador Hipólito Lucena procesiona bajo palio en Málaga. / r. c.

–¿Su historia nunca llegó a los periódicos?

–Jamás. La silenció la Iglesia y el régimen. Lo protegió el cardenal Herrera Oria.

–Ahora las denuncias de abusos se suceden, pero el silencio de la Iglesia, ¿no sigue resultando clamoroso?

–Lo ha sido. Aunque parece que está empezando a cambiar por el contraste con la realidad inmediata. La Iglesia comprende que por ese camino perderá muchos fieles. La elección de un Papa latinoamericano tiene mucho que ver con eso. Hay una incesante fuga de católicos hacia los evangélicos. La Iglesia trata de adaptarse a la sociedad de su tiempo. Es un aparato complejo y gigante que se mueve lento. Pero ese es el camino.

Como en una secta

«Captaba adeptas gracias al secreto de confesión y el pacto de silencio»

–Acabar con el celibato ¿podría atajar la lacra de los abusos?

–No me cabe la menor duda. Siempre puede haber algún desvío, como ocurre con esos entrenadores que abusan de niños, pero creo que sin celibato habría una incidencia infinitamente menor.

–¿Por qué ha sido su libro más difícil?

–La dificultad era cómo abordar una historia tan truculenta que parece increíble. Si narraba la biografía de este hombre, se quedaría un poco empobrecida y parecería inverosímil. Así que incluí una parte de memorias, lo que ahora se llama autoficción, además de narración, crónica y ensayo para situarla en un ámbito de realidad. Escribí casi 600 páginas y luego afronté un trabajo de poda brutal. No de tijera, casi de sierra mecánica, para equilibrar la estructura del libro.

–¿Fue usted a un colegio de curas?

–Estuve seis años con los Agustinos y no tuve ninguna mala experiencia. Tengo un buen recuerdo de mi paso por el colegio. Mi afán no es escribir contra la Iglesia. Quería contar la historia de un personaje y algunas cosas que ocurren en el seno de la Iglesia.

–El libro quiere además retratar una época.

–Era fundamental contar el marco en el que se desarrolla la historia, cubierta bajo un manto de silencio e irrealidad. La represión es brutal y en los años 50 los periódicos están llenos de noticias sobre platillos volantes o de perros tratados en California por las perturbaciones que les causaba el jazz y la televisión. Las 'fake news' no son de ahora, y los rumores sobre don Hipólito eran para muchos feligreses parte de una fábula que no podían interpretar.

 

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