martes, 11 de octubre de 2022

DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES -JUEVES - VIERNES - Yuriy Sak, portavoz del Ministerio de Defensa de Ucrania «Vamos a ganar esta guerra, la única incógnita es a qué precio»,. / EL PAPEL HIGIENICO ROJO - EL D.N.I. - Feijóo “quita el muro” con Abascal tras su cita secreta y abre una nueva etapa de relaciones fluidas,. / Donde comen dos - A solas con el nuevo Camino de Santiago,.

 

           TITULO:  DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES -JUEVES - VIERNES - Yuriy Sak, portavoz del Ministerio de Defensa de Ucrania «Vamos a ganar esta guerra, la única incógnita es a qué precio»,. 

 DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES -JUEVES - VIERNES - Yuriy Sak, portavoz del Ministerio de Defensa de Ucrania «Vamos a ganar esta guerra, la única incógnita es a qué precio», fotos.

 

Yuriy Sak, portavoz del Ministerio de Defensa de Ucrania «Vamos a ganar esta guerra, la única incógnita es a qué precio»,.

Sak afirma que «nuestros soldados respetan las normas, pero no es posible controlar todo cuando se producen combates cruentos»,.

David contra Goliat. Así se puede resumir la narrativa imperante a nivel mundial para describir lo que le ha sucedido a Rusia en su intento de invadir Ucrania. Más aún si se dan por buenas las cifras que ofrece el Gobierno de Kiev, que reconoce unos 3.000 militares fallecidos entre sus filas frente a más de 20.000 en el bando de Moscú. Yuriy Sak, teniente, consejero del ministro de Defensa y portavoz de ese departamento, asegura en una entrevista con este periódico que son «estimaciones bastante fiables» y recuerda que en la guerra «siempre son los atacantes quienes sufren el mayor número de bajas».

 

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 ( desayuno) ,.

Pone como ejemplo el sitio de Mariúpol: «La superioridad militar rusa es abrumadora y, sin embargo, un pequeño grupo de soldados logra mantener su posición. Continúan matando a los rusos y destrozando sus tanques». Sak añade que, para que una invasión resulte exitosa, «los atacantes necesitan al menos una superioridad numérica de cinco a uno, una proporción que se traslada también a las cifras de muertos».

 

 Nuestros Desayunos - Villairis

 ( Cena )

Sobre el terreno, es evidente que Rusia ha sufrido grandes pérdidas. Los alrededores de Kiev están plagados de tanques, blindados y cadáveres de sus soldados. «Claro que Putin no quiere reconocerlo y prefiere dejar a las madres sin los cuerpos de sus hijos que reconocer las bajas», señala Sak. Pero la retirada de los rusos también ha revelado el horror que la población civil ha sufrido bajo su ocupación. Las fosas comunes de Bucha, Mariúpol y la devastación de localidades como Borodianka han helado la sangre del mundo. Y la batalla no ha acabado, solo se ha trasladado al este, a la región rusoparlante del Donbás. Y, allí, Vladímir Putin tiene más ventaja porque se puede aprovisionar con más facilidad.

-Hasta ahora han conseguido repeler su invasión. ¿Cuáles han sido las claves de este éxito militar inicial de Ucrania?

-Para responder a esta pregunta tenemos que remontarnos a 2014, cuando Rusia inició la invasión de nuestro país y se anexionó Crimea. Desde entonces, nuestras tropas se han ido preparando para una agresión a mayor escala, tanto desde el punto de vista psicológico como militar. El Ejército ha llevado a cabo una transformación considerable. Se ha modernizado, está muy motivado y ahora tiene experiencia de combate.

Las equivocaciones del invasor

-Moscú no esperaba ese cambio.

-Nuestros aliados de la OTAN han entrenado a los soldados y les han proporcionado armamento avanzado. Por eso, el 24 de febrero -cuando Rusia inició su 'operación militar especial'- el Ejército ucraniano no era el mismo que hace ocho años, cuando estalló la guerra en el Donbás. Rusia ha infravalorado esta modernización. Y también muchos otros países que no creyeron posible que resistiésemos tanto.

-Tampoco se esperaba gran cosa de su presidente, Volodimir Zelenski, cuya imagen estaba muy ligada a su pasado como actor cómico.

-Tenemos informes que revelan cómo muchos en Occidente creyeron que huiría, que se marcharía del país. Y creo que Putin también lo esperaba. Rusia acumuló tropas en la frontera y en Bielorrusia, y pensó que eso amedrentaría a nuestros líderes políticos y militares. Pero se ha demostrado que estaba equivocado.

-En parte gracias al envío internacional de armamento más avanzado que el ruso.

-Sí. Como los misiles Harpoon y Starstreak del Reino Unido, las jabalinas antitanque de Estados Unidos o los 'Stinger' que recibimos de diferentes países incluso antes del inicio de la guerra. Han sido muy efectivos para provocar grandes pérdidas entre los rusos, pero sirven de poco si no hay un Ejército motivado que las utilice. Cuando Putin vio que se le atragantaba la invasión terrestre cambió de táctica y comenzó a lanzar todos los misiles a su alcance.

-¿Dio usted credibilidad a las advertencias de Estados Unidos que anunciaban la invasión y que gran parte del mundo desoyó?

-Lógicamente, nosotros recibíamos detallados informes de Inteligencia sobre los planes de Rusia para lanzar una invasión. Reconozco que todos teníamos la esperanza de que no se materializasen, de que la presión internacional y las repercusiones económicas lo evitasen, pero la experiencia anterior nos hizo tomar la amenaza en serio. En 2014, el mundo tampoco creyó que Rusia fuese a invadir Crimea y lo hizo. Ahora amenaza a Finlandia y a los Estados bálticos, y su maquinaria de propaganda, que transmite las opiniones que el Kremlin no se atreve a verbalizar en público, demuestra que esta guerra no acabará en Ucrania, salvo que estemos bien armados y protejamos así el futuro de Europa.

-Ahora la mayoría tampoco cree que Putin vaya a poner la diana más allá de Ucrania. ¿Cree que es otro error?

-Es un gran error pensar que Putin no ambiciona ir más allá. Hay que rebobinar un poco y analizar discursos como el que pronunció en diciembre de 2021, en el que lanzó un ultimátum a Occidente para que la OTAN se replegase al territorio que ocupaba antes de 1991. Eso quiere decir que muchos países, como Polonia o Hungría, no deberían pertenecer a la Alianza. Es un error pensar que Putin no está muy loco. Y lo que está haciendo en Ucrania prueba que es una persona completamente desconectada de la realidad. Y con gente como él no funciona el diálogo. Me recuerda a lo que sucedió cuando los líderes europeos trataron de apaciguar a Hitler antes de que invadiese Polonia.

-Menciona a Hitler, y muchos les acusan a ustedes de acoger militares nazis. ¿Qué tratamiento están dando a los soldados rusos capturados y muertos?

-No es exactamente mi campo, pero le puedo asegurar que las fuerzas armadas de Ucrania están dispensando al enemigo un tratamiento acorde al que recogen la Convención de Ginebra y la legislación internacional. De hecho, hemos estado demandando a la parte rusa que haga lo mismo y que intercambie prisioneros y fallecidos para darles tratamiento médico y un funeral digno. Pero como Rusia rehúsa dar a conocer las cifras oficiales de bajas, prefiere listar a los caídos como desaparecidos en vez de dedicarles funerales masivos que dejarían en evidencia su fracaso.

-Hemos visto vídeos de soldados ucranianos disparando en la pierna a rusos.

-Estamos en una guerra en la que se producen combates cruentos y no todo se puede controlar, pero los soldados ucranianos están respetando las normas de la guerra, y las autoridades están incluso invitando a investigadores extranjeros para documentar los crímenes de guerra -España enviará un grupo de casi 40 expertos- y recabar pruebas para la Corte Penal Internacional. No tenemos un doble rasero ni nada que esconder.

EL desafío de las armas

-¿Cuánto tiempo cree que pueden resistir en el este?

-Estamos convencidos de que vamos a ganar esta guerra, la única incógnita es a qué precio. Precio humano, pero también de destrucción. En manos de nuestros aliados está la duración del conflicto y, por lo tanto, el grado de devastación. Deben dejar de procrastinar y actuar ya.

-El armamento es un notable punto de fricción con sus aliados.

-Es el mayor desafío, tanto a nivel militar como político. Desde el primer día tratamos de hacer llegar un mensaje sencillo: necesitamos armamento pesado. Tanques, blindados, cazas. Cada día de retraso provoca la muerte de civiles y la destrucción de ciudades. En su día reclamamos una zona de exclusión aérea y rápido se hizo evidente que no iba a suceder. Así que dijimos, vale, lo haremos nosotros, pero enviadnos las herramientas para lograrlo. Estamos agradecidos por la ayuda, pero es insuficiente.

«Rusia no ha sido capaz de adjudicarse ninguna victoria»

– Países como España han incrementado el envío de armamento y cada vez más sofisticado.

– Afortunadamente, esta semana las cosas han comenzado a cambiar y empezamos a recibir este armamento, que marca un punto de inflexión. Porque no es lo mismo tener que estar a 700 metros para destruir un carro de combate con una jabalina que hacerlo con artillería a 30 kilómetros. Esto cambia por completo la dinámica del combate y reduce nuestras bajas. Necesitamos más tanques y, sobre todo, cazas. La superioridad aérea todavía es rusa. Cuanto antes tome Occidente la decisión de enviarlos, más vidas se salvarán y antes recuperaremos la paz en Europa.

– Pero ¿entiende usted las implicaciones de lo que demanda y por qué la OTAN no quiere involucrarse de una forma más directa?

– Entiendo que, al enfrentarse con un enemigo tan impredecible como Putin, la OTAN actúa con dificultad porque no es un país sino una organización formada por países de ideologías e intereses geopolíticos muy diferentes. Así es difícil alcanzar la unanimidad requerida para actuar. También entiendo que haya quienes quieren evitar la Tercera Guerra Mundial a toda costa, y el presidente Biden ya ha dejado claro que sus tropas no van a entrar en Ucrania.

– Hay muchos rumores sobre la posibilidad de que Putin dé por concluida la operación el próximo día 9, el Día de la Victoria.

– Creemos que, en efecto, el Kremlin desea celebrar esa jornada con algún tipo de victoria. Pero lo cierto es que, en dos meses de guerra, no ha sido capaz de anotarse ninguna. De ahí que esté destinando todos sus recursos al este, en una segunda fase de la invasión en la que utiliza bombarderos estratégicos que llevan el combate a otro nivel. Estamos repeliendo estos ataques. Así que Rusia sigue muy lejos del éxito. Y, si recibimos ese armamento pesado, les fastidiaremos el Día de la Victoria.

 

TITULO:   EL PAPEL HIGIENICO ROJO - EL D.N.I -  Feijóo “quita el muro” con Abascal tras su cita secreta y abre una nueva etapa de relaciones fluidas,.

 EL PAPEL HIGIENICO ROJO - EL D.N.I. -   Feijóo “quita el muro” con Abascal tras su cita secreta y abre una nueva etapa de relaciones fluidas ,  fotos,.

Feijóo “quita el muro” con Abascal tras su cita secreta y abre una nueva etapa de relaciones fluidas,.

 PP y VOX: Feijóo “quita el muro” con Abascal tras su cita secreta y abre  una nueva etapa de relaciones fluidas | España | EL PAÍS

El líder de Vox advirtió al del PP en su reunión que su partido no entrará en ninguna “ensalada” con el PNV,.

 

En una funcional sala de reuniones del hotel de cinco estrellas Eurostars Torres, instalado en una de las cinco torres de rascacielos que se erigen hacia el cielo de la capital, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal lograron el deshielo el pasado jueves. Con poca liturgia, sin entretenerse en las clásicas comidas con sobremesa y vino tan habituales en política en la villa y corte, ante solo un par de cafés y de vasos de agua. Había mucho de qué hablar, y lo hicieron durante más de dos horas.

 

 

 

 

Adversarios y al mismo tiempo potenciales aliados, la primera reunión entre el líder del PP y el de Vox fue muy fructífera. Sirvió para “quitar el muro” entre ellos, según fuentes del PP, que se había generado “sobre todo, por los equipos”, y abrió una nueva etapa de relaciones mucho más fluidas. Feijóo y Abascal quedaron en que, a partir de ahora, se llamarán con más frecuencia. Está en juego gran parte del poder territorial del país e incluso el futuro Gobierno de España. Aunque tampoco será sencillo. El líder de la extrema derecha aprovechó para advertir a su potencial socio de que su partido no entrará en ninguna “ensalada” con el PNV.

En la fría sala de hotel, Feijóo y Abascal hablaron de los posibles acuerdos tras las elecciones autonómicas y municipales del próximo mayo, cuando la suma de PP y Vox puede replicarse por todo el país, y tras las generales de 2023. El problema se presenta sobre todo en una investidura en caso de que la derecha ganara las generales. El líder del PP transmitió al de Vox que “su proyecto es gobernar en solitario”, según fuentes conocedoras de la conversación, pero el de Vox fue claro. “El tiempo de las mayorías absolutas se ha terminado”, contestó Abascal.

El problema de Feijóo es que la extrema derecha no tiene intención de transigir con la cuadratura del círculo que pretende el Partido Popular. El plan de Feijóo pasa por “arrinconar” a Vox y conseguir una mayoría en las urnas que le permita, primero, no depender de ellos, un escenario que hoy por hoy no contempla ninguna encuesta. En caso contrario, el PP quiere que los ultras acepten al menos apoyarlo desde fuera, igual que otras formaciones, como el PNV. El mayor interés del PP en estos momentos es cortejar a la formación vasca, llave en muchas investiduras y con quien los populares rompieron tras su apoyo a la moción de censura de Pedro Sánchez contra Mariano Rajoy en 2018. Feijóo pretendía reunirse con Andoni Ortuzar, presidente del PNV, antes que con Abascal, pero en Sabin Etxea han dado largas y no dan cita hasta octubre.

El líder de Vox dejó claro con Feijóo en su cita secreta que su partido no participará en ninguna “ensalada” con el PNV. Fuentes de Vox recuerdan que Abascal ha llegado a decir en público que “tendrían que matarle” antes de pactar con un nacionalista. Además, en sus estatutos figura en el artículo 2 que Vox “no llegará a ningún tipo de acuerdo con partidos separatistas”. En la formación aseguran que daría lo mismo si Feijóo llegara a un pacto por separado con el PNV y por otro con Vox. “Si nos damos la mano entre los tres seguiría pasando la corriente”, ejemplifican.

Así se lo transmitió Abascal a Feijóo, pero la impresión del líder de Vox es que el del PP tampoco cierra la puerta a pactar con su partido. Su sensación fue que “todo está muy abierto”. En el caso de las autonomías y ayuntamientos, la operación es más sencilla porque no hacen falta terceros. Sobre ese asunto, Abascal le dijo a Feijóo que su partido exigiría en función de su peso electoral en cada plaza, y dejó abierta la posibilidad de entrar o no en los Gobiernos. De momento comparten uno, el de Castilla y León.

A Feijóo, Abascal le resultó un tipo “muy educado”, según fuentes populares. No lo conocía personalmente y hasta el encuentro del jueves pasado apenas se habían cruzado un par de mensajes, cuando Abascal lo felicitó en abril tras su elección como presidente del PP. Entonces quedaron en mantener un encuentro, que ha llegado seis meses después.

Vox contactó el pasado julio con el PP para tratar de cerrar la fecha, pero Feijóo pospuso a septiembre la cita. Sería secreta. Aunque tampoco se escondieron y alguien podría haberles visto entrando en el hotel el pasado jueves, habían quedado en no contarla. Feijóo confiaba en que el acuerdo se respetaría. Pero siempre que la información está en manos de dos actores políticos se vuelve impredecible. La noticia ha saltado en un momento que le viene bien a Vox para coger oxígeno en medio de su crisis interna por la salida de Macarena Olona. Una vez filtrada, el PP reaccionó rápido revelando otra cita secreta que permite a Feijóo diluir el encuentro con el líder de la extrema derecha y presentarse como un político que no es de trincheras. Tras el café de deshielo con Abascal, Feijóo se fue a cenar con la vicepresidenta y referente de Unidas Podemos, Yolanda Díaz.

 

 

   TITULO:  Donde comen dos - A solas con el nuevo Camino de Santiago,.


A solas con el nuevo Camino de Santiago,.

foto / La ruta Ría de Muros-Noia afronta el primer verano desde que la Iglesia la reconoció oficialmente como jacobea. Todavía poco conocida y estructurada, ofrece el atractivo de un recorrido entre mar y bosque sin otros peregrinos,.

 Seis Caminos Naturales para descubrir España a pie y en bici | Blog Paco  Nadal | EL PAÍS

Antes del despertador, suenan las gaviotas. El concierto arranca en medio de la oscuridad, cuando en Muros todavía duerme hasta el sol. Pero las aves insisten. Y, poco a poco, sacan al pueblo de la cama. Algún bar levanta la persiana, un hombre mayor apura su café y se adentra en la brisa, hacia los muelles. Son apenas las siete de la mañana y decenas de sombras ya rastrean el fondo de la bahía. Hay que cumplir con aquella promesa que todos los restaurantes ofrecen en sus carteles: “Mariscos del día”.

Los folletos turísticos tienen más armas de seducción para el visitante. Hay placitas de postal, vistas dignas de la fama de las Rías Baixas y otros encantos. Hace poco, un concurso televisivo dio a los vecinos un peculiar motivo para el orgullo: resulta que atesoran la calle más estrecha de España, Rua de Soidade. No caben, en efecto, ni dos personas. Y, sin embargo, ninguna señal destaca el atractivo más reciente de Muros: aquí empieza, desde hace unos meses, un nuevo Camino de Santiago.

 En la oficina de turismo tampoco se explican la falta de anuncios. Se encogen de hombros: “Se hizo así”. Es decir, los esfuerzos se concentraron, primero, en obtener la aprobación de la Iglesia. Y sucedió, el 15 de diciembre, tras una investigación de tres años: la ruta Ría de Muros-Noia fue declarada jacobea, por su valor histórico como vía de peregrinación. Por tanto, el que explore estas tierras —también se puede empezar desde Porto do Son— tiene derecho a pedir credenciales, sellos y, una vez alcanzada la catedral, la preciada Compostela, sinónimo de misión cumplida.

 

Por lo demás, quizás, el nuevo Camino ha pecado de exceso de fe. De ahí que no haya llegado preparado a su primer verano. Sebastián Valverde Comesaña, principal responsable de la ruta y secretario técnico de la Asociación de Concellos del Camino de la Ría de Muros-Noia, admite que “no estamos ni al 10% de donde tenemos que estar para competir con los otros”. Por ahora, no está reconocido por la Xunta de Galicia; faltan albergues, señalizaciones oficiales, publicidad. Y eso que los reclamos para vender son muchos. Puede que los veteranos lo vean solo como un atajo: bastan tres días y unos 80 kilómetros, frente a las semanas que exigen las rutas más célebres. Pero miles de senderistas invaden cada año esos míticos itinerarios. Aquí, en cambio, la única compañía de momento es la del Camino. A solas con el bosque. Y con el mar,.

El nuevo tramo conforma un recorrido de 78,69 kilómetros entre Santiago y Muros, y salva un desnivel de 1.855 metros en total.

A CO.

LU.

Galicia

Santiago de

Compostela

PON.

OU.

Brión

Noia

Esteiro

Muros

Ría de Noia

y Muros

Porto do Son

5 km

Fuente: elaboración propia.

EL PAÍS

Porque la nueva ruta nace, literalmente, del océano. Y lo abraza o lo cruza, según la elección del peregrino. El que se entregue a la vía tradicional, la de mochila y botas, acaricia el mar durante la primera mitad de su viaje, hasta el empedrado pueblo de Noia. Varias veces cree haberlo perdido de vista, y otras tantas se lo encuentra, de golpe, al salir de la foresta. Entonces, hasta las ampollas callan sobrecogidas, al menos durante un instante.

Pero en velero también se llega a la catedral. Cuatro días de navegación, 90 millas náuticas y un último tramo a pie de una decena de kilómetros valen el acceso a la Compostela. Por supuesto, sin motor, mecidos o empujados por la voluntad del viento. “Hemos trabajado para ser el Camino que apueste por la peregrinación marítima. La mayoría de los impulsores quiere que sea más exclusivo y no se oriente a la masificación”, agrega Valverde.

Por ahora, lo cierto es que es posible no encontrarse ni un peregrino en los tres días. En el estanco Kino, del pueblo de Esteiro, al comienzo de la ruta, confirman que entre junio y julio le pusieron un sello a un joven. Decenas de kilómetros más adelante, en Casa Rosalía, un hotel gastronómico en Brión, el relato no cambia: “Vino una chica, hará unas dos semanas. Estaba encantada”.

Durante largos tramos, no hay más almas vivas que abejas, pájaros y el temible perro de algún lugareño. Con permiso, eso sí, de la omnipresente vegetación. Tanto que a menudo plantas y árboles conquistan y engullen el sendero. O esconden, justo antes de un desvío, la pintada azul que muestra la dirección a seguir. El que quiera olvidar por completo el móvil tendrá que concederle al menos una excepción: Google Maps. “Aunque se limpió en invierno, esto es Galicia y la primavera y las lluvias hacen que la vida resurja incluso donde no queremos”, se justifica Valverde. Parte del encanto, o del problema, según la perspectiva. No por nada hay zonas de España donde a julio se lo conoce directamente como “mes de la hierba”.

Todos lidian con ello. Hacia el principio de la ruta, en la aldea de Priegue, una anciana corta el avance de la vegetación desde la raíz: con varios toques limpios y serenos de hoz. Son demasiados años como para preocuparse. Otra casa, kilómetros más adelante, ha optado por una solución casi inaudita a estas latitudes: césped artificial.

Para el caminante, dejarse rodear por la naturaleza puede ser fuente de placer, aunque también de inquietud. Porque, a veces, el Camino parece adentrarse en la isla de la serie Perdidos. Pero otras, en cambio, bien podría aparecer la casita de Hansel y Gretel a la vuelta de la esquina. Hay tanto verde que bastaría un arpa de fondo para creerse en Irlanda. Pero hasta el menos cinéfilo se acordará, cuando avance solo entre infinitos campos de millos, de que en las películas de terror aquello siempre acaba mal. Además, que la ruta roce al menos cinco cementerios no puede ser casualidad. Quizá, simplemente, tenga uno demasiado tiempo para pensar.

Porque la única amenaza, en realidad, resulta ser la lluvia. Más allá de niebla y cielo gris, sin embargo, la tormenta siempre acecha, pero casi nunca golpea. Y cada vez que el Camino vuelve a cruzarse con la carretera y la sigue durante largos trechos, basta el paso de un par de coches para echar de menos duendes y silencios. Pasando por el Concello de Rois, cuelga de una pared el anuncio del espectáculo #2Pilgrims, de Álex Sampayo, dedicado al Camino de Santiago. Si representara esta ruta, la obra sería un monólogo.

A falta de compañía, por lo menos, está la imaginación. Y la historia. Aunque cueste creerlo, por estos senderos hace un milenio marcharon cientos de soldados. Hoy reina tanta calma que, a ratos, dan ganas de hacer cualquier ruido, incluso aplaudir, de repente, aunque solo sea para espantar a las serpientes. Pero en el verano de 1147 el choque de espadas y armaduras debía de ser ensordecedor. El ejército cruzado, tras desembarcar en el puerto de Noia, prosiguió a pie hasta Santiago para pedir apoyo al apóstol en la segunda lucha santa. Y, de alguna manera, inauguró esta ruta jacobea.

El aspecto actual de algunas casas, en las aldeas más remotas, permite fantasear con que ya estuvieran ahí entonces. Puede que hasta presenciaran aquel desfile militar. O quizás en su interior se comentara, casi cuatro siglos más tarde, que el mismísimo emperador Carlos V había enviado una carta al gobernador de Galicia para pedir la liberación de unos 50 franceses apresados en Muros. Eran “romeros”, peregrinos, y debía permitírseles continuar hasta la catedral.

En todos estos episodios y otros se basó el reconocimiento del nuevo Camino. Y por más que todavía difiera mucho del francés o el primitivo, el espíritu no deja de ser el mismo. Avanzar, reflexionar y disfrutar. Vivir la experiencia, dicen algunos. Y no les falta razón, porque incluso en una ruta solitaria ocurren cosas. Aunque la furgoneta que se acerca despacio, a unos seis kilómetros de la catedral, casi parece un espejismo. O una broma del destino. Su mensaje por megafonía martillea las calles alrededor: “Recogemos chatarra”. A estas alturas, uno casi se da por aludido.

Pero todavía no es hora de tirarse al suelo y cruzar los dedos. Cualquier Camino de Santiago, por definición, termina ante la catedral. Y cuando ya solo falta menos de una hora, tiene lugar una segunda aparición, aún más sorprendente. Detrás de una esquina, asoma otro sendero. A saber de dónde llega. Pero luce una señal con el símbolo oficial. Y trae consigo una visión hermosa: rodillas vendadas, caras agotadas. Y, sin embargo, sonrisas. En una palabra, peregrinos. Al fin, como un último regalo milagroso del apóstol. Casi 75 kilómetros en solitario para recibir por primera vez el célebre augurio de otro ser humano: “¡Buen Camino!”. Poco importa que esté a punto de terminar. Desde luego, lo ha sido.

Ser o no ser Camino de Santiago

El paso del Camino de Santiago puede cambiar la vida de un pueblo, o de una región entera. Miles de peregrinos cada año significan ingresos, trabajos y turismo. “Tenemos calculado que cada uno consume el equivalente a un litro de gasolina súper por kilómetro, entre dormir, comer y cenar. El resultado es un dineral”, explica Jorge Martínez, responsable de Caminos en la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago. De ahí que el reconocimiento oficial sea un objetivo ansiado por casi toda Galicia. No es, sin embargo, tan sencillo.

En términos más generales, al amparo de una amplia definición del Consejo de Europa de mediados de los ochenta sobre rutas de interés cultural, “en Europa hay más de 200 Caminos de Santiago considerados como tal en la base de datos de nuestra federación, con más de 80.000 kilómetros”, aclara Martínez. Pero los otros reconocimientos resultan más exclusivos.

Por un lado, la Iglesia puede declarar un itinerario como jacobeo. Sucedió con la ruta Ría de Muros-Noia el pasado 15 de diciembre: su recorrido entero ya permite al peregrino que llegue hasta Santiago obtener la célebre Compostela. Pero con el otro actor fundamental, la Xunta de Galicia, de momento no ha habido avances oficiales.

Ante varias preguntas de este diario, la Consellería de Cultura, Educación e Universidade se limita a remitir a la Ley del patrimonio cultural de Galicia. “Podrán ser reconocidas como Camino de Santiago aquellas rutas de las que se documente y justifique convenientemente su historicidad como rutas de peregrinación a Santiago de Compostela y su influencia en la formalización de la estructura del territorio por el que transcurren”, reza su artículo 73.3. Además del estatus, el reconocimiento de la Xunta conlleva protección, señalización oficial y apoyo económico.

Sebastián Valverde Comesaña, responsable de la ruta Ría de Muros-Noia a nivel técnico, cree que es solo cuestión de tiempo. Confía en que, en un par de años, el Gobierno gallego también abrace el nuevo camino. Pero Martínez se muestra algo más escéptico: “La catedral decidió hace siete meses que oficializaba el camino de Ría de Muros-Noia por su cuenta y no se ha puesto en contacto con la federación. No tenemos más noticias oficiales. Hacen falta, por ejemplo, trazados muy concretos, con menos de medio metro de margen de error, porque actualmente el Camino Francés lo hacen también peregrinos ciegos. Digamos que han empezado por el final”.

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