ENREDATE - DESAYUNO - CENA - SABADO - BACALL ABRE EL ARMARIO,.fotos,.
Hasta el 4 de abril, el Fashion Institute of Technology de Nueva York expone parte de los 700 vestidos y complementos que Lauren Bacall donó a la institución entre 1968 y 1986. La actriz, icono de estilo y uno de los más privilegiados esqueletos de la historia del cine –se inició como maniquí antes de enamorar a la cámara y a Humphrey Bogart–, tenía buen gusto y disfrutaba sin complejos de las grandes marcas, como evidencia esta muestra.
En ella hay modelos de Givenchy, Valentino, Halston, Pucci, Chanel o Saint Laurent. Nadie lució como Bacall un pantalón de pinzas. Nadie condensó tan bien la sofisticación y la frescura: cualquier cosa que se ponía parecía estar hecha sobre sus sacrosantas medidas. Harper's Bazaar la llevó a su portada cuando aún era una desconocida y ocultaba su timidez con un aplomo impostado. Howard Hawks la vio en la revista y supo que había encontrado a la chica de 'Tener y no tener'.
El resto ya lo sabemos. Bogart la llamaba 'Slim', flaca. Los críticos la bautizaron la mirada. Hoy la recuerdo en su papel de 'Mi desconfiada esposa', donde interpreta a una editora de moda que se cambia de vestido media docena de veces al día. Ella no llegaba a tanto, pero su afición por la ropa la obligaba a vaciar de vez en cuando los armarios, y gracias a ello podemos reconstruir hoy el mapa de lo que le gustaba ponerse.
Un amigo mío la vio una vez, en un 'foyer' después de un concierto. Me dijo que no se atrevió a saludarla, pero la contempló unos segundos desde la impertinencia de los 20 años. Ella le devolvió una mirada de caridad con la sonrisa comprensiva de quien se sabe un mito eterno y está acostumbrada a la admiración de los desconocidos. Cuando le pregunté a mi amigo qué llevaba puesto, me miró como si estuviese loca: "Obviamente, no me fijé. Pero estaba increíble".
Elogio del buen ladrón
La crítica habla de Mortdecai (estreno: 10 de abril) como de un cruce entre Wodehouse y Raymond Chandler. Y, efectivamente, con las dosis justas de humor e intriga británicos, Johnny Depp encarna a un aristócrata encantador y caradura, dispuesto a todo con tal de hacerse con un cuadro de Goya perdido, que podría ser la clave para hacerse con una gran cantidad de oro nazi. A su lado, Gwyneth Paltrow, su no tan abnegada esposa, y Ewan McGregor, un agente del MI5 irresistiblemente enamorado de ella.
Cartel de la película, protagonizada por Johnny Depp y Gwyneth Paltrow.
TÍTULO: QUE HAY DE NUEVO, ELOGIO DEL BUEN LADRÓN,.
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Desde que se diera a conocer internacionalmente en la década de 1950, la obra del escultor vasco Eduardo Chillida ha pasado a formar parte de las colecciones de arte y de los paisajes urbanos más importantes de Europa, América y Japón. Sus trabajos han sido comentados por historiadores y críticos de arte, glosados por poetas de la talla de Octavio Paz, Gabriel Celaya o José Ángel Valente, y estudiados por filósofos tan importantes como Martin Heidegger o Gaston Bachelard. Galardonada en innumerables ocasiones y expuesta en muchos museos y retrospectivas, su obra constituye una referencia ineludible en el panorama artístico contemporáneo. Para muchos es el mejor escultor español de la segunda mitad del siglo XX.A lo largo de sus más de cincuenta años de trayectoria creativa, Chillida exploró conceptos que consideraba complementarios: vacío y volumen, luz y sombra, límite e infinitud. El material del que estaban hechos sus trabajos (hierro, piedra, alabastro,.
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