En la primera mitad del siglo XX, emigrantes de Santibáñez revolucionaron la hostelería emeritense, foto,.
En un par de años, la hostelería emeritense ha dado un salto de calidad muy sustancial. Ir de cañas, vinos y tapas en Mérida es cómodo porque la oferta se condensa entre las zonas del Teatro Romano y del Arco de Trajano. Pero para llegar a esta calidad, ha tenido que haber detrás años de tradición y buen hacer que es justo destacar.Una de las curiosidades que más llaman la atención de Mérida es la cantidad de emigrantes salmantinos que llegaron a la ciudad durante la primera mitad del siglo XX. Precisamente esos emigrantes son los depositarios de la mejor tradición hostelera. En concreto, son emigrantes llegados de un pequeño pueblo de Salamanca, Santibáñez de Béjar.
Si hubiera que señalar al patriarca del binomio Santibáñez-Hostelería, me fijaría en Nicolás Moreno Rodilla, un hombre que aparece en Mérida en 1924. No es que con él comience la calidad de los fogones en la capital de Extremadura, pero sí es verdad que con él se inicia una saga de hosteleros muy importante. La calidad ya estaba y la ponía un bar de nombre singular: La Casa del Padre Mollete, que estaba considerada en los años 20 del siglo pasado una de las mejores casas de comidas de España.
Tras trabajar unos años en este restaurante, Nicolás Moreno Rodilla abrirá su propio bar en la calle El Puente, importante enclave hostelero por celebrarse en ella la feria y contar con varios bares conocidos. El negocio de Nicolás se llamará bar Alcázar y su especialidad serán los sesos huecos y los riñones a la plancha, platos que se convertirán en fijos de sus cartas en los negocios de la familia a lo largo de los años.
Tiempos emeritenses de bares muy populares como los de Polo o Vicente Amparo, como Los caracoles, Romano o Diez para el bote... Años de camareros y cocineras inolvidables: Diego El Perita, Sabina, Quini, la señora Romera, Paula, Pepi, Pascua...
En 1943, Nicolás se casa con Martina González en Santibáñez y tienen tres hijos, Nicolás, Isaac y Paco, que iniciarán una saga hostelera de postín. Por esos años, Nicolás se trae de Santibáñez a su sobrino Ángel Briz, que en 1949 abrirá otro de los bares fundamentales en la historia emeritense del alterne, el bar Briz, famoso por sus callos, morros y solomillos; tan popular que hasta llegaría a tener un libro de comensales donde se apuntaban, para pagarlas a fin de mes, las comidas y las cenas, a 50 pesetas cada una, de jóvenes y menos jóvenes, solteros de buena posición que tenían plato fijo en las mesas del Briz: el coronel Torres, Juanito Martínez, Eduardo Valdés, Valentín Mezquiriz, Nicanor Reguera, Manuel Novoa...
A finales de los años 60, los hermanos Ángel y Nicolás Briz traspasan el bar Briz a Hermenegildo Hernández y a Gabriel Domínguez. En 1960, Nicolás Moreno Rodilla había dejado el bar Alcázar y había cogido en traspaso el popular Antillano. Con el tiempo, su hijo Isaac se encargaría de este restaurante mientras que sus otros dos descendientes abrirían otros negocios. El mayor, Nicolás, inauguró en 1983 el restaurante del mismo nombre mientras que Paco, el pequeño, había levantado el hotel Zeus en 1981.
No era fácil ser hostelero en aquellos años duros de horarios continuados, jornadas interminables y ningún día de descanso. Se abría a las cinco de la mañana y se cerraba a la una de la madrugada. Había que ir a por agua y también a por hielo a La Camerana o al economato del Matadero y picarlo después sobre las bebidas. Nicolás hijo cogió sus primeras vacaciones a los 40 años. En 1985, el Briz empezó a cerrar los domingos a mediodía y hasta 1994 no cerró todo el domingo.
Nicolás y sus hijos, al acabar la feria de Mérida, empezaban la temporada limpiando los conos de vino de la bodega que tenían en la calle Morería e iniciaban el ciclo de matanzas para tener chacina propia: sacrificaban diez cerdos tres veces al año. Gracias a esta dedicación se ha mantenido la tradición hostelera y gastronómica de Mérida. El éxito de hoy se basa en el esfuerzo de ayer.
TÍTULO: MUJERES EN PRIMERA LÍNEA, MARTA TORNE ACTRIZ,.
“Todo está corrupto y realmente creo que no hay solución”
Marta Torné, Divertida y alegre desde primera hora de la mañana, esta barcelonesa de 36 años, natural y directa, que comenzó a ser popular por su papel en la serie El Internado, acaba de estrenar junto a Carlos Sobera, en el Teatro Cofidis Alcázar, El Ministro, una comedia disparatada sobre algo tan serio como la corrupción y la ambición política.
Para Marta Torné El Ministro
es un disparate de función. “Creo que es el momento idóneo para hacer
un tipo de función como ésta. Aunque no es una función política, el
punto de partida es la política y todo el mundo va a sentirse
identificado y va a disfrutar con los conflictos que se crean en la
obra… El público va a escuchar muchas cosas que se necesita escuchar y
va a poder reirse de ellas, algo que es más necesario que nunca. Esta
obra, sin perder el trasfondo del contenido que a veces es tan
indignante, es casi terapeútica.
¿Qué reflexión saca de la obra?
No tiene un mensaje específico, pero sí me hace pensar en que al final los extremos nunca se van a llegar entender, es algo imposible. Todo está corrupto y realmente creo que no hay solución.
La ambición es uno de los ejes en la obra. ¿Hasta dónde llega su ambición?
Yo no soy ambiciosa. Cuando era pequeña, mi padre era muy exigente y me daba miedo decepcionarle, con el colegio, las notas… Ahora me permito mucha más flexibilidad en mi vida.
No tiene un mensaje específico, pero sí me hace pensar en que al final los extremos nunca se van a llegar entender, es algo imposible. Todo está corrupto y realmente creo que no hay solución.
La ambición es uno de los ejes en la obra. ¿Hasta dónde llega su ambición?
Yo no soy ambiciosa. Cuando era pequeña, mi padre era muy exigente y me daba miedo decepcionarle, con el colegio, las notas… Ahora me permito mucha más flexibilidad en mi vida.
“Cuando era pequeña, mi padre era muy exigente y me daba miedo decepcionarle”
¿Es Sobera tan divertido como parece?
Carlos es súper buen compañero, porque es muy generoso. No todos los actores son así. Detrás de las cámaras es igual, muy simpático y te ríes muchísimo con él.
Haces de chica sensual en la obra. Fuiste elegida entre las 10 españolas más sexy en 2009 por una revista… ¿Cómo lleva esto de ser vista como la chica seductora?
A mí no me importa, porque dentro de unos años ya no me pasará. Hay actrices a las que sí les puede llegar a cansar que sólo se las tenga en cuenta por ese factor. Pero yo, como depende de si me maquillo o no, de sexy no tengo tanto, entonces si potenciamos esto pues bien, no me importa.
Esto de actriz o presentadora ¿es lo que vaya viniendo?
Mi criterio es que hago cosas que me apetezcan y que me hagan feliz. De hecho, llevaba 10 años sin hacer nada en TeleCinco. El programa que estaba haciendo como presentadora, o copresentadora, Hable con ellas, que acaban de quitar de antena, me parecía un programa muy divertido, me apetecía, me encantaban mis compañeras, porque, menos la americana, todas eran amigas mías antes.
Era un formato un tanto diferente.
Hay gente que decía que el programa parecía un desastre, pero es que la cadena lo quería así. De hecho, a veces se quejaban desde dirección de que parecía un salón de té y ellos querían más show.
Fue muy sonado el beso que se dio con Santi Millán.
La verdad es que luego me arrepentí. Pienso que esto es ya muy antiguo, el típico beso de la presentadora con el invitado. Lo que pasa es que yo hice una obra con Santi durante más de un año y nos besábamos en cada función. Lo que quería decir en ese momento era que Santi besaba muy bien… en el teatro.
Mi criterio es que hago cosas que me apetezcan y que me hagan feliz. De hecho, llevaba 10 años sin hacer nada en TeleCinco. El programa que estaba haciendo como presentadora, o copresentadora, Hable con ellas, que acaban de quitar de antena, me parecía un programa muy divertido, me apetecía, me encantaban mis compañeras, porque, menos la americana, todas eran amigas mías antes.
Era un formato un tanto diferente.
Hay gente que decía que el programa parecía un desastre, pero es que la cadena lo quería así. De hecho, a veces se quejaban desde dirección de que parecía un salón de té y ellos querían más show.
Fue muy sonado el beso que se dio con Santi Millán.
La verdad es que luego me arrepentí. Pienso que esto es ya muy antiguo, el típico beso de la presentadora con el invitado. Lo que pasa es que yo hice una obra con Santi durante más de un año y nos besábamos en cada función. Lo que quería decir en ese momento era que Santi besaba muy bien… en el teatro.
“Espero ser una viejecita con muy buen humor”.
¿Cómo es su relación con el teatro?
El teatro me parece que es el que más te enseña como actor, donde más aprendes, lo que más te llena y te va enriqueciendo como actor, porque en la tele no te da tiempo y en el cine tampoco mucho, aunque trabajas más el personaje que en la tele. Lo único es que para el teatro si tú no estás descansado, si no te encuentras bien, con energía, con ganas, puede ser una pesadilla. Tienes que estar totalmente en forma. Eso requiere estar durante todo el día y todo el tiempo pensando en el teatro y no puedo salir de copas, no puedo beber, hay que estar en forma, comer bien. Al menos yo.
¿Cómo se imagina de mayor?
Yo espero estar mucho más relajada que ahora y no tener que preocuparme de cosas como el estar guapa. Espero ser una viejecita con muy buen humor.
Es de bastante buen humor…
Sí, soy muy optimista. Además, desde primera hora. Por ejemplo cuando me he ido de vacaciones con mis amigos, ellos necesitan pasar el momento del café para empezar a estar bien. Sin embargo, yo no, yo en cero coma estoy a tope y no me callo… Aunque luego tengo mis días, claro como todo el mundo.
El Internado, Los Protegidos, Gran Reserva, cine, teatro…
Le tengo un especial cariño a El Internado. Fue la primera y además fue una de esas producciones en las que se generó muy buen rollo, aparte de que duró siete temporadas y al final el equipo era tu familia. Sobre todo con el equipo técnico. Hicimos una pandilla como de 20 o 30 personas que incluso cuando ya estaba en Los Protegidos y quedaba con ellos, cuando les veía me ponía a llorar. Tenía algo así como un síndrome de Gran Hermano. Además yo, que prácticamente he estado en Barcelona toda mi vida no tenía amigos, familia, pareja en Madrid, al final acabé creando unos vínculos muy fuertes con esas personas de estar todos los días desde las seis de la mañana hasta las siete de la tarde de lunes a viernes y luego, encima, muchos días nos íbamos por ahí a beber copas como unos descosidos.
¿Le sorprendió algo de Madrid cuando vino por primera vez?
El problema es que cuando vine por primera vez yo no quería. Estaba muy reacia, pero luego cuando me relajé un poco me encantó ver que es como que todo el mundo es de fuera y que es mucho más fácil, la gente está mucho más abierta. En Cataluña cuesta más.
¿Echa algo de menos de Madrid cuando está en Barcelona?
Cuando apetece entre semana ir a cenar y tomar unas copas, te sobran opciones. En Barcelona, a no ser que vayas a los sitios para guiris, no hay nada.
Le tengo un especial cariño a El Internado. Fue la primera y además fue una de esas producciones en las que se generó muy buen rollo, aparte de que duró siete temporadas y al final el equipo era tu familia. Sobre todo con el equipo técnico. Hicimos una pandilla como de 20 o 30 personas que incluso cuando ya estaba en Los Protegidos y quedaba con ellos, cuando les veía me ponía a llorar. Tenía algo así como un síndrome de Gran Hermano. Además yo, que prácticamente he estado en Barcelona toda mi vida no tenía amigos, familia, pareja en Madrid, al final acabé creando unos vínculos muy fuertes con esas personas de estar todos los días desde las seis de la mañana hasta las siete de la tarde de lunes a viernes y luego, encima, muchos días nos íbamos por ahí a beber copas como unos descosidos.
¿Le sorprendió algo de Madrid cuando vino por primera vez?
El problema es que cuando vine por primera vez yo no quería. Estaba muy reacia, pero luego cuando me relajé un poco me encantó ver que es como que todo el mundo es de fuera y que es mucho más fácil, la gente está mucho más abierta. En Cataluña cuesta más.
¿Echa algo de menos de Madrid cuando está en Barcelona?
Cuando apetece entre semana ir a cenar y tomar unas copas, te sobran opciones. En Barcelona, a no ser que vayas a los sitios para guiris, no hay nada.
“No soy nada mitómana. No llego a entender muy bien a los fans”.
Tiene 180,000 seguidores en Twitter
Ya, yo tampoco lo entiendo. No hago nada especial y cada vez soy menos activa en las redes a no ser que sea por temas profesionales. Hace poco vi un documental sobre las redes y me quedé un poco asustada. Me parece un poco peligroso esta sobreexposición de tu vida, de tu intimidad.
¿Entonces, al principio sí exponía más su vida íntima?
Bueno sí, pues esos buenos días y pones tu foto en la cama… Pero me da un poco de miedo todo eso, esas cosas que les pasan a las actrices que le sacan las fotos en e-cloud y salen desnudas y tal.
¿Tiene relación con los fans? Porque también tiene algún club de fans.
Sí. Desde empecé con Hable con ellas me salieron seis o siete clubes de fans, que además son chicas muy jóvenes. Yo las sigo en el Twitter por agradecimiento, por cortesía, pero siempre trato de que sea por temas laborales. Lo que me pasa con los fans es que, como yo de pequeña no era nada así, nada mitómana, no llego a entenderlo muy bien. Incluso pienso que en el tema de los fans hay un punto en que no es sano.
¿Sigue tendencias de moda?
Para la moda hay que tener un tipo de modelo. No me quejo de mi cuerpo, pero a veces requiere unas medidas tan determinadas y no todo te sienta bien. Al principio, cuando no tenía estilista, me iba a los showrooms y me cogía unas depresiones, porque todo me quedaba fatal. Yo de la moda busco pasármelo bien, que me quede bien y vaya cómoda, que me favorezca y potencie. No soy una esclava para nada.
¿Sigue alguna dieta?
Sí, pero sobre todo lo hago por sentirme bien. Cuido muchísimo mi alimentación, tomo sobre todo verduras o frutas de temporada y ecológicas si puedo. Cuido mucho de lo que tomo, nada refinado, nada de azúcares, pero porque yo tuve muchos pro-blemas digestivos, se me hinchaba la barriga, no digería bien… siempre estaba enferma y tomaba muchas vitaminas. Ahora me siento mucho mejor y no tomo ninguna vitamina.
¿A qué no se puede resistir con la comida?
A las patatas fritas con una cañita.
“Me encanta España, pero creo que los catalanes tenemos que tener derecho a votar, si no es que esto es una dictadura.”
¿Y hace algún tipo de deporte?
Bikram Yoga y fitness, pero sobre todo este tipo de yoga a 40°.
Dicen que se parece a Selena Gómez.
Es un halago. La verdad es que me lo dicen muchísimo y yo no me lo veía, pero el otro día vi una película en la que salía ella con James Franco y sí es verdad que de alguna forma me recordaba mí misma.
¿Algún hobby especial?
Me encanta cocinar y cantar. Cuando no estoy trabajando hago cursos de cocina y clases de canto. Mis amigos están hartos de oírme cantar en el Karaoke, pero les digo, ¿Verdad que venís a casa y os hago la cena? Pues venga, ¡Ahora al Karaoke!
¿Qué opinión le merece todo esto de Cataluña?
Yo creo que tenemos que tener derecho a votar, si no es que esto es una dictadura, no tiene ningún sentido. Yo amo mi tierra, me reconozco y me emociono cuando veo tanta gente que sale a la calle. Me he comprado mi casa en Madrid y echo mucho menos a Cataluña, pero también adoro Madrid, adoro Galicia y el sur y el norte y pienso que España es maravillosa. Sobre si independencia si o no, no estoy yo en esa película. Adoro la cultura española al igual que la catalana.
Marta Torné, en un supuesto: "Tendría un romance con Pedro Sánchez, es el más guapo"
La actriz Marta Torné ha presentado junto a Carlos Sobera, Javier Antón y Guillermo Ortega la obra de teatro, El Ministro, una comedia en la que un ministro de economía muy ambicioso se lanza a la conquista de Sandra, una chica 30 años más joven que él y profesora de francés de sus hijos. Sin embargo, la mala fortuna está de su lado cuando un atraco a mano armada sucede en una sucursal bancaria de debajo de la casa de su conquista. Preocupado por huir del lugar sin que el cuerpo ...
Leer mas: http://www.europapress.es/chance/gente/noticia-marta-torne-tendria-romance-pedro-sanchez-mas-guapo-20140923112706.html
(c) 2015 Europa Press. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de este contenido sin su previo y expreso consentimiento.
La actriz Marta Torné ha presentado junto a Carlos Sobera, Javier Antón y Guillermo Ortega la obra de teatro, El Ministro, una comedia en la que un ministro de economía muy ambicioso se lanza a la conquista de Sandra, una chica 30 años más joven que él y profesora de francés de sus hijos. Sin embargo, la mala fortuna está de su lado cuando un atraco a mano armada sucede en una sucursal bancaria de debajo de la casa de su conquista. Preocupado por huir del lugar sin que el cuerpo ...
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