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Diez establecimientos participan en la VI Senda de la Tapa
La cita tendrá lugar el fin de semana del 28 y 29 de marzo.
Cartel promocional de la sexta edición de la Senda de la Tapa..:
En concreto, un total de diez establecimientos locales participaran en la sexta edición para competir por el título que le acredite como el bar o restaurante con mejor tapa de la localidad.
Como en otras ocasiones, la VI Senda de la Tapa está organizada por el Ayuntamiento ilipense. El objetivo principal es conseguir promocionar Zalamea, así como las empresas del sector de la restauración del municipio, y lograr dar a conocer la gran variedad y riqueza gastronómica de este territorio.
En esta ocasión la cita tendrá lugar el fin de semana del 28 y 29 de marzo, coincidiendo con el inicio de la Semana Santa, con el Domingo de Ramos.
En cuento a las bases de participación resaltar que se elegirá por votación popular la mejor tapa de la Ruta, para la cual los clientes tendrán a su disposición un documento en el que podrán la tapa que crean que sea merecedora de ser ganadora, siempre que haya sellado, como mínimo, siete de los diez establecimientos que componen la Senda de la Tapa.
Una vez probadas las tapas y puesto el sello por los diferentes establecimientos, el cliente podrá votar la tapa que más le haya gustado o llamado su atención. Para ello tendrá que depositar la cartilla en los lugares indicados en cada establecimiento.
Entre todos los clientes que hayan participado en la votación, se sorteará una Paleta Ibérica y un Queso de la Serena. El nombre del ganador se dará el 30 de marzo a las 12.00 horas en el Ayuntamiento, por lo que todos los participantes deben escribir su número de teléfono en la cartilla.
El precio de la tapa será de 1,50 euros, siendo similar al de años anteriores.
Desde el Consistorio animan a todos los ilipenses y vecinos de los pueblos de alrededor a participar en esta nueva edición, que sin duda será un éxito como en años anteriores,.
TÍTULO: TAPAS Y BARRAS, EL PAÍS DE LOS CAMELIOS,.
Sin la presión del turismo, ir a Hoyos supone viajar sobre seguro, foto,.
En Hoyos hay camelios. Este pueblo de la sierra de Gata es centro comarcal de servicios, tiene un casco histórico monumental y precioso y en sus bosques viven personajes singulares que huyeron del fragor buscando la calma. Pero lo que certifica que Hoyos es un sitio distinto son sus camelios.Porque la belleza y el encanto de un lugar son opinables y siempre habrá un bardo que cante sus delicias. Y si se resiste el bardo, pues se le paga y compone sin dudarlo unos cuantos himnos de alabanza, prosa de folleto turístico que luce mucho, aunque no diga nada.
Pero lo camelios no se pueden comprar. Un camelio no crece porque sí ni crece en cualquier sitio. El camelio es el árbol del paraíso y donde brota su flor, es seguro que el clima se regodea en la tibieza, la lluvia no se hace desear y la atmósfera es limpia y reconfortante. El camelio es el árbol de los microclimas armónicos, de las tierras que huelen dulzón y los pueblos donde se vive bien y en paz con la temperatura y la humedad.
He vivido entre camelios en las Rías Baixas. He disfrutado entre camelios en la sierra de San Mamede, entre La Codosera y Portalegre, y me han sorprendido los camelios que descubrí la otra tarde paseando por Hoyos. Y a partir de esos camelios, empecé a entender por qué tantos extremeños y forasteros han escogido este pueblo para refugiarse en su huida imposible hacia la felicidad. El caso es que paseando por Hoyos, entre camelias y limones, fui descubriendo particularidades un poco raras para un pueblo de 800 habitantes. Por ejemplo, un restaurante, El patio de las niñas, donde sirven platos orientales, un espacio, El Crisol de Gata, donde se enseña danza del vientre, yoga, danza creativa, chi kung y depilación natural, un chino de Shanghái que vive frente a la Guardia Civil y masajea de manera inverosímil y sí, claro, el notario, el juzgado, la oficina del Sexpe, la mancomunidad, el instituto...
En Hoyos, en invierno, los coches no tienen escarcha en el parabrisas al amanecer y en verano, conviene echarse un cobertor sobre los pies durante la siesta. O sea, camelios.
Como las guías turísticas prefieren referirse a otros pueblos del entorno, en Hoyos es raro encontrar viajeros admirando la belleza de sus calles y sus casas monumentales. Es un pueblo que sorprende porque no esperas que te regale tantos rincones hermosos, tantas casonas nobiliarias, tantos palacios, ventanas, fachadas, puertas... Extremadura es así: un país que nunca se acaba porque en cada viaje encuentras un rincón por descubrir. La gran desconocida, es verdad. Y ese concepto te lleva a la desazón: ¿nos conocerán algún día?
La ventaja de Gata frente al resto del norte de Extremadura (Ambroz, Hurdes, Vera, Jerte) es que su marca es la autenticidad. Sin la presión del turismo, ir a Hoyos y a Gata supone viajar sobre seguro. Sabes que no te defraudará la comida ni el paisaje ni la arquitectura. Los restaurantes no cocinan con la seguridad de que tendrán clientes de Madrid, sí o sí. El dinero no ha llegado antes que la cultura y la arquitectura, en general, mantiene sus valores tradicionales sin adefesios. Y no es caro, y se aparca bien, y se pasea cómodo...
En Hoyos, los desertores de la ciudad encuentran apartamentos bien equipados por 200 euros al mes. Se respira filosofía oriental. Hay un grupo de teatro y más gente de lo normal que no tiene televisión porque prefiere leer y charlar. Los chatos de pitarra cuestan 0.50 y si no vas de listo y te presentas tal cual eres, te aceptan sin hacer preguntas. La gente es así donde florecen los camelios.
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