DESAYUNO - CENA - VIERNES, CUANDO MATTHEW DEJO A PENELOPE POR SU GRAN AMOR,.fotos,.
McConaughey tuvo un flechazo con la modelo Camila Alves cuando viajaba con la española en caravana por México,.
A Matthew McConaughey poco le importó estar saliendo con Penélope Cruz cuando se cruzó en su vida la modelo Camila Alves. Ni siquiera que ambos estuviesen en pleno viaje romántico a bordo de una caravana recorriendo México lo disuadió para romper en ese momento con la actriz española, a la que conoció rodando ‘Sahara’. Ese mismo día le dijo adiós... y el tiempo le ha dado la razón sobre su elección, según recoge la nueva biografía sobre el artista que saldrá a la venta el mes que viene y que ha escrito Neil Daniels.En sus páginas McConaughey reconoce que el flechazo con Alves «le cambió la vida». Todo ocurrió en una de las paradas del viaje. El intérprete salió con el ciclista Lance Armstrong a tomar una copa y se topó con la que ahora es su mujer y madre de sus tres hijos: Levi, Vida y Livingstone.
«La primera vez que la vi caminar en el local pensé: ‘¿Quién es esa?’ ‘¿Qué es eso?’... La forma en que se movía me dejaba ver a una persona segura de sí misma. Es una mujer con la que puedes pasar tiempo sin pedir permiso, ajena al mundo público que conozco. Desde la noche en que la conocí no he tenido una cita con nadie más», detalla ahora el intérprete.
A partir de entonces dejó atrás su fama de mujeriego. Nada de sumar un nombre más a una lista de conquistas en la que se colaban nombres como el de Sandra Bullock, Renée Zellweger o Patricia Arquette, además de Penélope. Y eso que con la de Alcobendas iba todo sobre ruedas. «Hay un poco de dificultad por el idioma, pero es como poesía cuando sucede. Lo que más me gusta de ella es que todo lo ve como si fuera por primera vez. Es una de las mejores ‘escuchadoras’ que he conocido», comentaba el artista durante su romance con la ahora mujer de Javier Bardem.
Ya por aquella época el actor se encontraba preocupado por su caída de cabello, que incluso lo llevó al centro Regenerix, según revela ahora su biografía. Aunque gran parte de la obra se dedica, junto con sus amoríos, a su faceta como padre, aderezado con algunos episodios turbios como cuando lo detuvieron en Austin por posesión de drogas.
TÍTULO: LA TROMPETA, AQUI NOS SOSTRIBAMOS,.
LA TROMPETA, AQUI NOS SOSTRIBAMOS,.foto,.
Empleamos tácticas diversas para escapar de los actos culturales,.
La pasada semana acudí a dos actos públicos: la presentación de un libro en el auditorio de Cajalmendralejo en Cáceres y la inauguración de un monumento en una plaza al aire libre en Barrancos. En la presentación del libro, los primeros asistentes que llegaron ocuparon las últimas filas del salón, que era bastante grande. Tras llenarse las sillas de atrás, se completaron los asientos pegados al pasillo y el resto del público hubo de sentarse, qué remedio, en las filas primeras o en los puestos interiores.Un catedrático muy cachondo me confesó que iba a coger sitio atrás por si se aburría y casi todos, en fin, procuramos escoger lugares estratégicos para escapar si era necesario.
Los extremeños, como buenos españoles, tenemos la prudente costumbre de sentarnos en las conferencias pensando en lo peor. Somos pesimistas, casi catastrofistas. Pensamos que de un acto cultural no puede salir nada bueno.
De todas maneras, obramos de manera contradictoria. Por un lado, queremos que el conferenciante o el escritor que presenta su obra nos vea y sepa que hemos estado apoyándolo, pero eso no quiere decir que esperemos que nos divierta e ilustre. Así que parece como si jugáramos al despiste: cuando llega el protagonista del acto, hacemos grandes aspavientos para que se fije, pero en cuanto repara en nosotros y nos saluda, intentamos confundirnos con el paisaje y coger el mejor sitio para escapar sin ser vistos. Yo creo que habría que organizar estos actos culturales como si fueran un entierro. Es decir, primero se pone el conferenciante en el estrado, van pasando los amigos y conocidos dando la cabezada para cumplir y, a renglón seguido, se entierra al escritor, que es cuando el pobre intelectual presenta su libro solo a los incondicionales, que se quedan hasta el final del duelo.
Si el acto es al aire libre, cambian las estrategias en lo accesorio, pero en lo fundamental seguimos siendo derrotistas: ningún acto cultural o ciudadano puede ser divertido hasta el final, así que volvemos a actuar como guerreros expertos y procuramos preparar la huida por si nos rodean.
El sábado estuve en una ceremonia cívica en Barrancos y allí reparé en cómo variaban las tácticas del escaqueo. Para empezar, había cuatro filas de sillas al aire libre, en una plaza, pero a pesar de que invitaban a los ciudadanos a sentarse, solo lo hacían las autoridades, las viejecitas y las mamás embarazadas. El resto, de pie y sostribados en la pared.
Se trata de una táctica muy defensiva: en una silla y en una plaza, nunca sabes lo que te puede venir por detrás y se complica lo de largarse si te aburres, pero sostribado en la pared, proteges tu retaguardia y te puedes deslizar cual rata vil en cuanto aquello se te atragante.
Esta forma de protección es tan extremeña que la palabra sostribarse es solo nuestra. En Barrancos me sucedió algo curioso. Un caballero le dijo a su esposa que se sostribaran en la pared para ver la ceremonia y les comenté que se notaba por el verbo que eran extremeños. Me respondieron que no, que eran de Encinasola. Me sorprendió hasta que, ya por la noche, en la Wikipedia, descubrí que, según un estudio de la Universidad de Pensilvania, los de Encinasola hablan extremeño. Supongo que de ahí les puede venir lo de sostribarse. De Pensilvania.
Otra curiosidad fue ver cómo los de Barrancos, que son los portugueses más extremeños, actuaban igual que nosotros a la hora de sostribarse para protegerse y rechazar las sillas para no comprometerse. En Barrancos, nadie se escaqueó porque había aperitivo al final, tocaban himnos, que animan mucho, el sonido fallaba, lo que daba pie a las bromas gamberras de quienes nos sostribábamos, y las autoridades pronunciaban discursos tan graciosos como el del alcalde de Oliva, Juan Torres, que terminó el suyo diciendo: «Buenas gracias y muchas tardes». Frase que parecía el título de una serie de televisión. De eso sí que no se escaquea nadie.
TÍTULO: VIERNES CINE,American Gangster,.
- Reparto
- Denzel Washington, Russell Crowe, Carla Gugino, Cuba Gooding Jr., Josh Brolin, Ruby Dee, Chiwetel Ejiofor, Lymari Nadal, RZA, Ted Levine, Armand Assante, Idris Elba, Ric Young, Clarence Williams III, John Ortiz, John Hawkes, Jon Polito, Kevin Corrigan, KaDee Strickland, Common, T.I., Linda Powell, Albert Jones, Yul Vazquez,.
- Nueva York, 1968. Frank Lucas (Denzel Washington) es el taciturno chófer de un importante mafioso negro de Harlem. Cuando su jefe muere inesperadamente, Frank aprovecha la oportunidad para construir su propio imperio. Gracias a su talento, se convierte no sólo en el principal narcotraficante de la ciudad, inundando las calles con productos de mejor calidad y precio, sino también en un hombre público muy respetado. Richie Roberts (Russell Crowe), un policía incorruptible marginado por su honradez que conoce bien las calles, se da cuenta de que una persona ajena a los clanes trepa por la escalera del poder. Tanto Roberts como Lucas comparten un estricto código ético que les aparta de los demás y los convierte en dos figuras solitarias en lados opuestos de la ley. Cuando se encuentren, el enfrentamiento entre ellos será inevitable.
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