TITULO: LA BRUJULA ONDA CERO - La Linterna La Cope -Por cada euro invertido en luchar contra el fraude se recaudan 10 ,.
LA BRUJULA ONDA CERO,.
La Brújula es un programa de radio de la emisora española Onda Cero, presentado y dirigido por David del Cura.
Es el tercer espacio en audiencia en la franja nocturna,
retransmitiéndose entre las 20 y las 24 horas, tiempo que dedica a un
análisis de la actualidad, el deporte, la economía (con el espacio
denominado La Brújula de la Economía) y el debate político., etc,.
La Linterna La Cope ,.
'La Linterna' es el programa de radio informativo, político y económico, cultural y de debate nocturno de la Cadena COPE. Dirigido y presentado desde 2009 por Ángel Expósito, se emite de lunes a viernes de 19:00 a 23:30 horas, correspondiendo la última hora de los viernes a 'La Linterna de la Iglesia', dirigida y presentada por Faustino Catalina., etc.
Por cada euro invertido en luchar contra el fraude se recaudan 10 ,.
foto / La Agencia Estatal de Administración Tributaria
(AEAT) recaudó 10,64 euros en 2018 en lucha contra el fraude por cada
uno invertido en este organismo, según datos facilitados por el
sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) a partir de la
presentación de resultados y de las cuentas anuales de la AEAT.
En
concreto, tal y como anunció la propia Agencia Tributaria el pasado 7
de agosto, obtuvo 15.089 millones de euros de la lucha contra el fraude,
por lo que los 10,6 euros de ratio destacados por Gestha son el
resultado de dividir dicha cantidad entre los 1.419 millones de euros de
costes totales de funcionamiento de la AEAT. Si en lugar de este coste
se tiene en cuenta los 1.074 millones gastados por la AEAT en personal,
la ratio sería de 14,05 euros por cada euro invertido.Según aseguró el presidente de Gestha, Carlos Cruzado, "España tiene la mitad de recursos que la media de la UE y de la OCDE", por lo que el sindicato reclama aumentar la plantilla y la inversión en la AEAT. "Necesitamos más medios; es una petición que venimos haciendo desde hace tiempo y que desgraciadamente ninguno de los gobiernos ha asumido", criticó Cruzado, quien apuntó que la edad media de los funcionarios dedicados a la lucha contra el fraude es superior a los 50 años, por lo que en el corto plazo se agravará el problema de la plantilla a no ser que se compense con importantes convocatorias de plazas.
En este sentido, el presidente de Gestha indicó que España tiene la mitad de recursos que la media europea y el doble de fraude que Francia y el triple que Alemania, con una economía sumergida de entorno al 22% del PIB español. Por ello, los técnicos de Hacienda cifran en 20.000 efectivos lo que tendría que aumentar la plantilla de la AEAT.
"Mover la lupa"
Asimismo, Cruzado señaló que "más del 70% de la bolsa de fraude de economía sumergida corresponde a grandes empresas y fortunas" por lo que afirmó que, "aunque el fraude del con IVA o sin IVA está muy en la calle, lo cierto es que debiendo luchar contra todo tipo de economía sumergida y fraude, habría que dedicar mayor esfuerzo a la lucha contra el fraude de grandes empresas y fortunas"."La Agencia Tributaria debe mover la lupa, que ha estado demasiado centrada en el cumplimiento de las obligaciones de los perceptores de rendimientos del trabajo y pequeños empresarios y no en grandes fortunas y empresas", declaró.
En esta misma línea, el presidente de Gestha criticó que "no se ha hecho un esfuerzo importante en relación a los medios que tenemos respecto a las grandes bolsas de fraude", aunque reconoció que "por primera vez las directrices del plan de control publicadas en enero muestran una intención de ocupar en esta lucha contra las grandes empresas unos mayores recursos, pero está por ver qué ocurre, pero con la dotación de medios con los que contamos actualmente es complicado".
Paraísos fiscales
Por otro lado, Cruzado también mencionó la importancia de "acabar con esa sangría que suponen para los Estados los paraísos fiscales", agregando a continuación que alrededor de 140.000 millones de euros permanecen depositados en paraísos fiscales y ocultos al fisco español, una cantidad equivalente al 12% del PIB nacional.Así, el presidente de Gestha resaltó que, según el Observatorio de Responsabilidad Social y Corporativa, cerca de 1.000 filiales de las empresas del Ibex están en paraísos fiscales, por lo que aboga por tomas medidas a nivel nacional como aumentar la información de los bancos respecto a sus clientes en estos lugares o penalizar en la contratación pública a aquellas compañías con filiales en paraísos fiscales.
TITULO: 24 horas - El policía héroe al que Marlaska no ha condecorado ,.
El policía héroe al que Marlaska no ha condecorado,.
El
subinspector Garzón sobrevivió a las 26 balas de un narco al que
abatió. Recibió un balazo casi mortal. Los dos compañeros que siguieron
sus órdenes han recibido una medalla al mérito. Él no. Ni Interior ni la
Policía han explicado por qué. Los sindicatos han denunciado el caso y
que un mosso 'indepe' haya sido condecorado
Diez milímetros separaron a Teodoro Garzón de quedarse paralítico. Quince de la muerte. Una de las 26 balas que le disparó un peligroso narco al que acabaría abatiendo rozó su piel. Otra le peinó la cabeza.
10 de septiembre de 2018. Un británico con cuerpo de madelman estrella su lujoso vehículo en Puerto Banús. El hombre desciende del coche armado y huye. Varias cámaras captan la escena y la matrícula lleva a tres agentes de la Policía Nacional hasta la habitación 21 de un apartahotel en Estepona. Hasta la ratonera de Sean Hercules, un traficante de drogas y armas apodado El Pistolero del salvaje oeste y buscado en su país.
Cuando aquel delincuente con 37 antecedentes penales abrió la puerta con una sonrisa de oreja a oreja e invitó a pasar a los tres policías con un dulce «go, go, go», éstos no imaginaron que los estaba conduciendo al matadero. Porque los llevó hasta una habitación de veinte metros cuadrados y paredes de pladur donde tenía escondidas dos pistolas para matarlos a quemarropa. Una Browning y una Glock. Cuando Garzón, subinspector y jefe del operativo, y sus dos compañeros llegaron por un estrecho pasillo hasta el dormitorio del narco, éste se tiró encima de la cama y cogió las dos armas abriendo fuego a discreción. Los policías le pidieron que las tirase, pero el narco, hasta arriba de coca, estaba fuera de sí.
Fue cuando el mando y su compañero decidieron disparar contra Hercules. El tercer agente, tras realizar tres disparos, logró parapetarse en el baño. Se intercambiaron 60 tiros. La balacera duró cinco minutos. Uno de ellos rozó la piel del subinspector provocándole un hematoma y quedándose muy cerca de la columna vertebral. Muy cerca de inaugurarle una vida sobre ruedas o de fallecer, según los médicos que le atendieron.
Las
balas de los policías consiguieron acabar con el narco, que cayó
rendido en su propio charco de sangre junto a una bolsa del Burger King.
Garzón, natural de Cambados (Pontevedra) y conocido como Tito, acabó el
operativo a las tres de la mañana y cinco horas después estaba en su
despacho de la comisaría de Marbella tratando de resolver otros crímenes
como jefe de homicidios. Un juez investigó el suceso y exoneró a los policías de cualquier responsabilidad
al entender que medió la legítima defensa y que Tito y sus compañeros
salvaron su vida «de milagro». Los informes policiales aplaudieron su
actuación.
En los pasillos de la comisaría se daba por hecho de que el subinspector recibiría una medalla que recompensase aquel acto de valor. Un mérito para un policía con una trayectoria intachable de dos décadas.
En 1964 se aprobó una ley sobre condecoraciones y se estableció que la Cruz al Mérito Policial con distintivo rojo se reservaría para «premiar los hechos distintivos que impliquen un acusado riesgo para quienes los realicen». Se fijaron los siguientes requisitos: «Resultar herido en acto de servicio o con ocasión de él, participar en tres o más servicios en los que mediante agresión de armas concurran las circunstancias del apartado anterior aunque no resultara herido el funcionario, o realizar una acción en circunstancias de peligro patente». Requisitos que cumplía el subinspector.
En marzo, el comisario de Marbella propuso a Tito para una medalla roja. Su causa fue apoyada por el comisario de Málaga y la jefatura de Granada. Él lo daba por hecho, pero el lunes de la pasada semana, mientras inspeccionaba un cadáver aparecido en una cuneta, le dieron la mala noticia. «No tendrás tu medalla. Tus dos compañeros, sí. Es incomprensible porque cumples todos los requisitos para tenerla», le dijo un policía con el que ha hablado Crónica.
A Tito le invadió la impotencia, pero no ha querido hacer declaraciones. Tiene el alma congelada desde entonces. Trató de enterarse de qué había pasado. No obtuvo respuesta. Fuentes policiales confirmaron a este suplemento que no hay ninguna investigación de Asuntos Internos contra él. «Está limpio», aseguraron. Al cierre de esta edición, ni la Policía Nacional ni Interior habían trasladado, a petición de este medio, una versión sobre el caso. Un por qué.
Un
compañero le recordó al agente que el ministro Grande Marlaska decidió
reducir en un 60% el número de agentes que serían condecorados el 2 de
octubre con una Cruz al Mérito Policial con distintivo rojo. Sólo 60
policías fueron condecorados frente a los 151 del año pasado, los 154 de
2017 o los 198 de 2016. Hay 1.799 agentes pensionados en la actualidad y
en 2016 (últimos datos disponibles) el Gobierno gastó 11,2 millones de euros en
pagar estas recompensas a policías. Estas medallas son decididas por la
Junta de Gobierno de la Dirección General de la Policía y son firmadas
por Marlaska.. Este recorte se produjo tras conocerse que siete agentes
implicados en el escándalo de la policía patriótica que espió
supuestamente a los enemigos políticos del PP habían sido condecorados
entre 2012 y 2016.
«¿Pero acaso he formado parte de la policía patriótica? ¿Cómo es posible que le hayan dado una medalla blanca al policía que pudo refugiarse en el baño y que se merecía una roja y a mí, que recibí un balazo, no me hayan dado nada?», son las preguntas que ha lanzado Tito entre sus compañeros. La incomprensión fue compartida por sus superiores.
Se inició una revolución silenciosa para que en Madrid corrigieran la injusticia, pero no hubo forma. Este jueves, los dos compañeros que participaron en el operativo con Tito rechazaron acudir al acto del Día de la Policía que se celebró en Marbella, donde se les haría entrega de dos distinciones. Se quedaron sin colgarse una medalla roja (supone un aumento del 10% en sueldo de por vida) el agente que abrió fuego con Tito y una blanca (implica más puntuación para ascensos) para el que se resguardó del tiroteo. Los agentes sí acudieron a un homenaje a Tito que se organizó el mismo día en un restaurante. Treinta personas aplaudieron la valiente acción del subinspector. Algunos le dieron el pésame.
Allí se le hizo entrega de una simulación de medalla roja, que no tiene en su palmarés. «Siempre serás nuestro héroe», le dijeron a un policía que tiene dos medallas blancas de la Policía, una de la Guardia Civil y otra de Marbella.
Los lamentos de Tito, que acabó en colaboración con el grupo de atracos de Málaga con la banda de atracadores de Los Dalton, se han podido escuchar estos días por los pasillos de la comisaría de Marbella donde lidera el Grupo de Homicidios con una tasa de resolución de crímenes del 100%. En territorio comanche, invadido por las mafias de la droga y los sicarios expertos en ajustes de cuentas, Tito ha sabido moverse sin miedo. Porque este hijo de guardia civil lo perdió desde que en Cambados fuese compañero de clase de la hija del narco Sito Miñanco y sus compañeros le apedreasen por ser hijo de picoleto. O cuando veía a su padre cómo recibía féretros que le mandaban los traficantes. O cuando trabajaba como camarero en un bar del que fue despedido cuando el dueño se enteró de que su padre llevaba tricornio. Un propietario que sería su primer detenido cuando le pilló con 600 kilos de coca en Bilbao.
Tito también tiene en su historial haber sobrevivido 10 años al País Vasco más áspero, seis en crimen organizado y cuatro en inteligencia, donde desarrolló operaciones contra el yihadismo y contra ETA en unos años en los que los funerales abrían los telediarios. En 2010 sería ascendido y trasladado como jefe de homicidios a Marbella, entonces un aparente oasis de comisaría donde hoy todos los jefes de grupo, salvo él, son inspectores. Años más tarde, el municipio se convertiría en zona de guerra de mafias que se disputaban el tráfico de drogas. Y empezaron a aparecer muertos, hombres decapitados, con la sonrisa del Joker. Y ahí estaban Tito y su grupo, en colaboración con la Udyco, para resolver crímenes y poner orden en un municipio con los focos siempre encima. Un trabajo que se quedó sin medalla, pero no sin el aprecio de sus vecinos, que saludan al subinspector como si fuese Batman.
La superioridad teórica del Barça ante el Zenit se demostró
también sobre la pista, pero no sin que los azulgrana tuvieran que
emplearse a fondo. El Zenit presentó batalla y tuvo opciones en
el partido hasta el inicio del último cuarto, obligando a Kuric, Davies y
Mirotic a decidir en los minutos finales. Sin un juego espectacular, los azulgrana tiraron de oficio y superaron los minutos en los que los rusos les apretaron.
La mínima ventaja con la que finalizó el primer cuarto (19-20) reflejó bien la mínima diferencia que hubo entre Zénit y Barça en la pista. El equipo ruso, dirigido por Joan Plaza y trufado de jugadores con pasado en España, atacó con demasiada facilidad (sobre todo en las
transiciones) pero el poco acierto en tiros de campo le impidió coger ventaja. También Claver, el mejor azulgrana en el inicio, que con dos triples paró los pies al equipo ruso. La débil defensa del Barça permitió a Voronov anotar con facilidad y superar los diez puntos pese a que el equipo aguantó bien los minutos sin los titulares en pista.
Bolmaro, el joven argentino de 19 años, dejó muestras de calidad pero no impidió que el Barça se precipitara en demasiados ataques. En el segundo cuarto, al menos en los primeros compases, el Barça endureció la defensa. Dos posesiones finalizadas del Zénit dieron buena muestra de ello, así como el marcador. Los azulgrana cogieron una ligera ventaja apuntalada por tres canastas consecutivas de Kuric, que sin embargo perdieron en los últimos compases del cuarto. Ciertos desajustes defensivos permitieron no solo canastas sencillas de dos, sino también algún triple. A la media parte se llegó 40-43.
El Barça acusó que a Mirotic le costara entrar en el partido, especialmente en el tiro exterior, en un tercer cuarto en el que tampoco encontró la fluidez en su ataque. Ni Delaney ni Bolmaro supieron hacer correr al equipo y, en estático, el Zénit no permitió canastas fáciles. Tanto fue así que el Barça, en más de cinco minutos, solo anotó un tiro. Perdió por primera vez la ventaja en el marcador (51-50) pero un 2+1 de Bolmaro, ya más inspirado, volvió a poner al Barça por delante.
El Zénit arrancó el último cuarto con sus opciones de llevarse el partido intactas, pero dilapidó buena parte de ellas en los primeros minutos. El Barça cogió renta (+8) gracias a un Kuric que lideró el juego ofensivo de su equipo. Con tiros forzados, cómodos y libres, el americano puso tierra de por medio. La entrada de Oriola (y su intensidad defensiva) sumada al nerviosismo e imprecisiones del Zénit pusieron al Barça en la máxima ventaja del partido (59-70). Y a partir de ahí los azulgranas estuvieron muy cómodos. Mirotic se desató, Kuric siguió anotando y terminó el partido con 63-87.
10 de septiembre de 2018. Un británico con cuerpo de madelman estrella su lujoso vehículo en Puerto Banús. El hombre desciende del coche armado y huye. Varias cámaras captan la escena y la matrícula lleva a tres agentes de la Policía Nacional hasta la habitación 21 de un apartahotel en Estepona. Hasta la ratonera de Sean Hercules, un traficante de drogas y armas apodado El Pistolero del salvaje oeste y buscado en su país.
Cuando aquel delincuente con 37 antecedentes penales abrió la puerta con una sonrisa de oreja a oreja e invitó a pasar a los tres policías con un dulce «go, go, go», éstos no imaginaron que los estaba conduciendo al matadero. Porque los llevó hasta una habitación de veinte metros cuadrados y paredes de pladur donde tenía escondidas dos pistolas para matarlos a quemarropa. Una Browning y una Glock. Cuando Garzón, subinspector y jefe del operativo, y sus dos compañeros llegaron por un estrecho pasillo hasta el dormitorio del narco, éste se tiró encima de la cama y cogió las dos armas abriendo fuego a discreción. Los policías le pidieron que las tirase, pero el narco, hasta arriba de coca, estaba fuera de sí.
Fue cuando el mando y su compañero decidieron disparar contra Hercules. El tercer agente, tras realizar tres disparos, logró parapetarse en el baño. Se intercambiaron 60 tiros. La balacera duró cinco minutos. Uno de ellos rozó la piel del subinspector provocándole un hematoma y quedándose muy cerca de la columna vertebral. Muy cerca de inaugurarle una vida sobre ruedas o de fallecer, según los médicos que le atendieron.
En los pasillos de la comisaría se daba por hecho de que el subinspector recibiría una medalla que recompensase aquel acto de valor. Un mérito para un policía con una trayectoria intachable de dos décadas.
En 1964 se aprobó una ley sobre condecoraciones y se estableció que la Cruz al Mérito Policial con distintivo rojo se reservaría para «premiar los hechos distintivos que impliquen un acusado riesgo para quienes los realicen». Se fijaron los siguientes requisitos: «Resultar herido en acto de servicio o con ocasión de él, participar en tres o más servicios en los que mediante agresión de armas concurran las circunstancias del apartado anterior aunque no resultara herido el funcionario, o realizar una acción en circunstancias de peligro patente». Requisitos que cumplía el subinspector.
En marzo, el comisario de Marbella propuso a Tito para una medalla roja. Su causa fue apoyada por el comisario de Málaga y la jefatura de Granada. Él lo daba por hecho, pero el lunes de la pasada semana, mientras inspeccionaba un cadáver aparecido en una cuneta, le dieron la mala noticia. «No tendrás tu medalla. Tus dos compañeros, sí. Es incomprensible porque cumples todos los requisitos para tenerla», le dijo un policía con el que ha hablado Crónica.
A Tito le invadió la impotencia, pero no ha querido hacer declaraciones. Tiene el alma congelada desde entonces. Trató de enterarse de qué había pasado. No obtuvo respuesta. Fuentes policiales confirmaron a este suplemento que no hay ninguna investigación de Asuntos Internos contra él. «Está limpio», aseguraron. Al cierre de esta edición, ni la Policía Nacional ni Interior habían trasladado, a petición de este medio, una versión sobre el caso. Un por qué.
«¿Pero acaso he formado parte de la policía patriótica? ¿Cómo es posible que le hayan dado una medalla blanca al policía que pudo refugiarse en el baño y que se merecía una roja y a mí, que recibí un balazo, no me hayan dado nada?», son las preguntas que ha lanzado Tito entre sus compañeros. La incomprensión fue compartida por sus superiores.
Se inició una revolución silenciosa para que en Madrid corrigieran la injusticia, pero no hubo forma. Este jueves, los dos compañeros que participaron en el operativo con Tito rechazaron acudir al acto del Día de la Policía que se celebró en Marbella, donde se les haría entrega de dos distinciones. Se quedaron sin colgarse una medalla roja (supone un aumento del 10% en sueldo de por vida) el agente que abrió fuego con Tito y una blanca (implica más puntuación para ascensos) para el que se resguardó del tiroteo. Los agentes sí acudieron a un homenaje a Tito que se organizó el mismo día en un restaurante. Treinta personas aplaudieron la valiente acción del subinspector. Algunos le dieron el pésame.
Allí se le hizo entrega de una simulación de medalla roja, que no tiene en su palmarés. «Siempre serás nuestro héroe», le dijeron a un policía que tiene dos medallas blancas de la Policía, una de la Guardia Civil y otra de Marbella.
Los lamentos de Tito, que acabó en colaboración con el grupo de atracos de Málaga con la banda de atracadores de Los Dalton, se han podido escuchar estos días por los pasillos de la comisaría de Marbella donde lidera el Grupo de Homicidios con una tasa de resolución de crímenes del 100%. En territorio comanche, invadido por las mafias de la droga y los sicarios expertos en ajustes de cuentas, Tito ha sabido moverse sin miedo. Porque este hijo de guardia civil lo perdió desde que en Cambados fuese compañero de clase de la hija del narco Sito Miñanco y sus compañeros le apedreasen por ser hijo de picoleto. O cuando veía a su padre cómo recibía féretros que le mandaban los traficantes. O cuando trabajaba como camarero en un bar del que fue despedido cuando el dueño se enteró de que su padre llevaba tricornio. Un propietario que sería su primer detenido cuando le pilló con 600 kilos de coca en Bilbao.
Sindicatos en pie de guerra
La historia de Tito ha vuelto a poner en pie de guerra a los sindicatos. «En el caso de Marbella hemos podido comprobar una vez más la injusticia en el reparto de medallas. Desde el SUP seguimos defendiendo un sistema justo y que las condecoraciones sean las merecidas y no estén acotadas antes de que se produzcan los hechos merecedores de las mismas. Hay que cambiar la norma, no hay transparencia. Pedimos poder tener acceso a los expedientes de los propuestos para que cada uno conozca los motivos de por qué sí o por qué no», asegura Mariló Valencia, secretaria general del SUP en Andalucía, que se queja de que haya medallas rojas en manos de personas que no cumplen los requisitos o en poder de David Moneta, un mosso afín al independentismo.Tito también tiene en su historial haber sobrevivido 10 años al País Vasco más áspero, seis en crimen organizado y cuatro en inteligencia, donde desarrolló operaciones contra el yihadismo y contra ETA en unos años en los que los funerales abrían los telediarios. En 2010 sería ascendido y trasladado como jefe de homicidios a Marbella, entonces un aparente oasis de comisaría donde hoy todos los jefes de grupo, salvo él, son inspectores. Años más tarde, el municipio se convertiría en zona de guerra de mafias que se disputaban el tráfico de drogas. Y empezaron a aparecer muertos, hombres decapitados, con la sonrisa del Joker. Y ahí estaban Tito y su grupo, en colaboración con la Udyco, para resolver crímenes y poner orden en un municipio con los focos siempre encima. Un trabajo que se quedó sin medalla, pero no sin el aprecio de sus vecinos, que saludan al subinspector como si fuese Batman.
TITULO: REVISTA GIGANTES - BALONCESTO - EUROLIGA - Zenit San Pet -63- Barcelona-87-,.
Resultado Final Zenit San Pet -63- Barcelona-87-, foto,.
Kuric (24) lidera la victoria del Barça ante el Zenit,.
Los azulgrana no decantaron el encuentro hasta el último cuarto, cuando dieron una exhibición coral en ataque.
La mínima ventaja con la que finalizó el primer cuarto (19-20) reflejó bien la mínima diferencia que hubo entre Zénit y Barça en la pista. El equipo ruso, dirigido por Joan Plaza y trufado de jugadores con pasado en España, atacó con demasiada facilidad (sobre todo en las
transiciones) pero el poco acierto en tiros de campo le impidió coger ventaja. También Claver, el mejor azulgrana en el inicio, que con dos triples paró los pies al equipo ruso. La débil defensa del Barça permitió a Voronov anotar con facilidad y superar los diez puntos pese a que el equipo aguantó bien los minutos sin los titulares en pista.
Bolmaro, el joven argentino de 19 años, dejó muestras de calidad pero no impidió que el Barça se precipitara en demasiados ataques. En el segundo cuarto, al menos en los primeros compases, el Barça endureció la defensa. Dos posesiones finalizadas del Zénit dieron buena muestra de ello, así como el marcador. Los azulgrana cogieron una ligera ventaja apuntalada por tres canastas consecutivas de Kuric, que sin embargo perdieron en los últimos compases del cuarto. Ciertos desajustes defensivos permitieron no solo canastas sencillas de dos, sino también algún triple. A la media parte se llegó 40-43.
El Barça acusó que a Mirotic le costara entrar en el partido, especialmente en el tiro exterior, en un tercer cuarto en el que tampoco encontró la fluidez en su ataque. Ni Delaney ni Bolmaro supieron hacer correr al equipo y, en estático, el Zénit no permitió canastas fáciles. Tanto fue así que el Barça, en más de cinco minutos, solo anotó un tiro. Perdió por primera vez la ventaja en el marcador (51-50) pero un 2+1 de Bolmaro, ya más inspirado, volvió a poner al Barça por delante.
El Zénit arrancó el último cuarto con sus opciones de llevarse el partido intactas, pero dilapidó buena parte de ellas en los primeros minutos. El Barça cogió renta (+8) gracias a un Kuric que lideró el juego ofensivo de su equipo. Con tiros forzados, cómodos y libres, el americano puso tierra de por medio. La entrada de Oriola (y su intensidad defensiva) sumada al nerviosismo e imprecisiones del Zénit pusieron al Barça en la máxima ventaja del partido (59-70). Y a partir de ahí los azulgranas estuvieron muy cómodos. Mirotic se desató, Kuric siguió anotando y terminó el partido con 63-87.
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