TITULO: Cartas en el tiempo - Una carta a mi padre de la tierra al cielo ,.
Cartas en el tiempo
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'Cartas en el tiempo' -Una carta a mi padre de la tierra al cielo ,.
- Miércoles -4- Diciembre a las 20:00 en La 2 / foto.
- Desde que te fuiste varias cosas
cambiaron. Ya no vivo al lado del río como antes, creo que una
casualidad me llevo más cerca del cielo donde probablemente estés, así
me cuidas, como siempre hiciste. Tengo un sentimiento que jamás había experimentado: te extraño. A veces me pregunto por qué te fuiste, por qué tú y por qué yo me quedé así, tan vacía y esperándote sabiendo que no vas a volver…
Desde entonces me cuesta un poco escuchar música, ya que cada melodía me recuerda tu cara y tu sonrisa, lo que intento evitar porque sería como imaginarme ir a la playa a escalar montañas, o hacer paracaidismo tirándome en un sillón, cosas imposibles…También sé que te fuiste en un verano que convertiste en invierno, me convertiste en una soñadora y una loca que no para de hablar con la nada misma. Creí que estaba mal hablar solo por la madrugada hasta que tú te metiste dentro mío, y te busco mirando al cielo sabiendo que estás ahí porque tuviste que mudarte a un lugar brillante.Me hubiese gustado tener el tiempo, más bien encontrar el momento oportuno para decirte cuán importante eras para mí y que realmente eras mi héroe y tenía la tranquilizante sensación de que estando conmigo jamás iba a pasarme nada malo… No creí que iba a llegar tan pronto el momento en que te diera la mano por última vez y te acariciara para decirte adiós… Tener que mirarte sabiendo que eran las últimas veces fue lo más doloroso que me pasó en la vida, porque significaba que mi superhéroe esta vez usaba su capa para volar lejos de mí… Significaba que tenía la capa rota y un ultimo viaje por hacer con su mano ya no entrelazada a la mía. Qué caprichosa y un tanto egoísta, no quería soltarte porque parte de mí y más de un 50% se fue ese mismo instante en que cerraste los ojos y desplegaste tu capa…Te cuento papá que ahora le hablo a las estrellas y no sé en cuál estés, ni si quiera sé si estás ahí, pero ahora me gusta soñar y los más bonitos de mis sueños tienen tu cara, ahí te doy los abrazos que acá ya no puedo…Gracias por haberme amado y por conservarme como tu nena hasta que ese corazón con el que me amaste tanto se dio por vencido, dejó de latir y te fuiste. Pero murió tu cuerpo, solo tu materia, ya que que lo que no murió porque la muerte también tiene algo de ignorante, fue nuestro amor, porque a ese no lo mata ni la misma muerte…Se cerraron esos ojos con los que tanto amor me miraste seguramente para poder mirarme ahora con el alma, y cayeron esas manos con las que me abrazabas porque ahora eres el oxígeno que me llena los pulmones de aire para poder respirar, y ese gusto salado de cada lágrima que cae por mi mejilla cada vez que quisiera abrazarte… Eres la noche y el día, el frío del invierno y el calor del verano, eres todo lo bello que me cruzo y sobre todo, como merecías subir de categoría y tu capa había roto te convertiste en mi Dios que ahora sí está en el cielo, mi religión y mi plegaria.
TITULO: Las rutas de Ambrosio - Un clásico que quiere ser bálsamo ,.
El sabado -7- Diciembre a las 19:10 por La 2, foto.
Un clásico que quiere ser bálsamo,.
Cacereño y Plasencia se ven las caras en el mayor derbi de rivalidad provincial con el objetivo de enmendar sus respectivos tropiezos,.
El equipo de Julio Cobos, que en las últimas semanas ha estado lastrado por las lesiones, no podrá contar con Carlos Daniel, quien deberá cumplir partido de sanción tras su expulsión en la última jornada. Quien sí podría entrar en la convocatoria, siempre y cuando así lo estime el cuerpo técnico, es Dani Muñoz, toda vez ya ha comenzado a entrenar junto al resto de sus compañeros. No obstante, aún tendrá que pasar tiempo para que pueda alcanzar un óptimo tono. Otros hombres, como es el caso de Borja García o Rodri, deberán tener prudencia debido a unas molestias físicas que, sin embargo, sí son compatibles con la competición.
Por su parte, el Plasencia afronta su primer duelo fuera de casa ante uno de los favoritos con la tranquilidad que da haber ganado en sus dos últimas salidas. Su objetivo es volver a competir igual de bien y esperar que eso sea suficiente para puntuar en el Príncipe Felipe. Y lo tendrá que hacer, por octava jornada seguida, sin el rol de un delantero centro titular. Mario Solano y Carlos Huertas afrontan los últimos días de sus recuperaciones musculares, pero no volverán hasta después del parón de la Copa UEFA de las Regiones. El falso nueve será otra vez para Vitolo, que forzará a pesar de estar tocado.
Tampoco estará Motos, con el menisco tocado, y Mauri, que cumplirá el segundo de sus dos partidos de sanción. Regresan sin embargo, tras cumplir sanción, el argentino Walter Navarro y Álex Trujillo.
El Plasencia tratará de continuar con su buena racha de resultados, ya que suma diez de los últimos doce puntos posibles, pese al tropiezo casero de la última jornada frente al Olivenza.
En lo extradeportivo, el Cacereño rendirá hoy homenaje a antiguos presidentes y jugadores de las últimas décadas. Todos ellos disfrutarán tras el encuentro de una comida de confraternización. El evento, un año más, está organizado por el veterano periodista local Paco Mangut. Además, el club verdiblanco presentará oficialmente después del partido los sellos de curso legal y las postales conmemorativas que se han ideado para poner el colofón al año del centenario.
Los aficionados que hoy se desplacen hasta el Príncipe Felipe comprobarán de primera mano los avances que se están realizando en el estadio en los últimos días, con una mejora en los accesos y otros trabajos en el interior del recinto. Del mismo modo, los antiguos focos de las torretas que aún permanecen en pie ya han sido retirados con el objetivo de instalar unas luminarias de bajo consumo.
TITULO: LAS RUTAS DE VERONICA - El Moralo cumple ante el Racing sin excesivos problemas,.
El sabado -7- Diciembre a las 18:10 por La 2, foto,.
El Moralo cumple ante el Racing sin excesivos problemas,.
Desde el principio mandó en el juego, suyo fue el balón a lo largo de los noventa minutos, y le sirvió un gol en cada periodo para alcanzar tres puntos tan necesarios como merecidos. Se encontró enfrente con un adversario bien plantado en defensa, encerrado y sin perder la cara, pero sin mordiente. El 1-0 facilitó mucho las cosas a los verdes para ser los protagonistas del guion que se presuponía antes de jugar. Un gran pase en largo de Suso a la carrera de Sergio Alonso le plantó delante del cancerbero Alonso, a quien batió por bajo entre las piernas. El tanto hizo daño al Valverdeño, que poco después sufrió otra acción clara en las botas del propio Sergio a pase de Yoni que el guardameta esta vez sacó con muchos apuros. Con el paso de los minutos los visitantes intentaron estirarse y en una de sus contadas llegadas al área rival, casi siempre a balón parado, pusieron a prueba a Sergio Moya con un tiro de Uva que el portero rechazó para que Aitor estuviera cerca de encontrar puerta. Fue la oportunidad más clara de los valverdeños en todo el choque.2 MORALO0- Moralo
- Sergio Moya; Pedro Toro (Lolo, min. 83), Xavi Carmona, Suso, Luis Lozano, Jojo, Sergio Gómez, Rubén Rivera, Yoni (Mario, min. 91), Sergio Alonso y Rulo (Ibu, min. 76).
- Racing Valverdeño:
- Alonso; Aitor, Roberto, Mancha, Alejandro, Uva, José M. (Manu, min. 80), Álex Romero, Juanmi (Álex Bravo, min. 59), Loiro y Borja Bravo (Mario, min. 65).
- Goles:
- 1-0: Sergio Alonso, min. 11. 2-0: Rulo, min. 58.
- Árbitro:
- López Circujano. Mostró cartulina amarilla a los visitantes Alejandro, Loiro y Borja Bravo.
- Incidencias:
- Cerca de 800 espectadores en el Municipal de Navalmoral.
Tras el descanso, volvió a la carga el Moralo para sentenciar el duelo y lo consiguió de nuevo pronto y ganando la espalda a la zaga contraria. Esta vez fue Rubén Rivera quien en velocidad se fue por la derecha para enviar un centro al corazón del área pequeña para que Rulo, a placer, anotara el 2-0. Hubo claras ocasiones para incrementar la cuenta pero el marcador quedó inamovible.TITULO: ¡ Qué grande es el cine ! - ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - EL HORMIGUERO VIERNES -13- Diciembre - Lidia San José ,.
¡Qué grande es el cine! ,.
¡Qué grande es el cine! fue un programa de cine dirigido por José Luis Garci y emitido por Televisión Española por su cadena La 2.
El programa comenzaba con una presentación de la película que se emitía esa noche, posteriormente esta película se emitía y acababa con una tertulia entre Garci y los invitados del día sobre ella.1 El programa comenzó a llevarse a cabo en enero de 1995 y comenzó sus emisiones el 13 de febrero del mismo año., etc.
ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - EL HORMIGUERO VIERNES - 13- Diciembre - Lidia San José , fotos.
Lidia San José,.
Lidia San José Segura Información personal Nombre de nacimiento Lidia San José Nacimiento 2 de enero de 1983 (36 años)
Madrid, EspañaNacionalidad Española Educación Educada en Información profesional Ocupación actriz Años activa 17 Rol debut Lío en El niño invisible Año de debut 1995
Biografía
Posó para la revista Maxim en su versión española, en febrero de 2006.
En septiembre de 2008 sustituyó a Carmen Morales en la obra Olvida los tambores.
En agosto de 2009 representó la comedia Escándalo en palacio con Pedro Ruiz, en el papel de Carla Bruni.
En 2010 presentó la serie documental de diecisiete episodios Reyes de España, para el Canal de Historia.123
En 2014 participó en el curso de la Universidad Nacional de Educación a Distancia sobre cine, mujer y religión.4
Desde 2016 forma parte del reparto de la serie Paquita Salas, iniciada en Flooxer y emitida actualmente en Netflix.
Filmografía
Películas
- El niño invisible (1995), en el papel de Lío.
- Cosa de brujas (2003), en el papel de Azucena.
TITULO: ¿Dónde estabas entonces? -Santillana: "Juanito hoy, públicamente, no criticaría a nadie del club" , ,. Jueves -5- Diciembre ,.
Este jueves -5-Diciembre , a las 22.30, La Sexta emite una nueva entrega de ‘¿Dónde estabas entonces? lo presenta Ana Pastor, fotos.
Santillana: "Juanito hoy, públicamente, no criticaría a nadie del club",.
En esta segunda parte de la entrevista con Carlos Alonso Santillana tocaremos más avatares de su mítica trayectoria profesional. También habrá lugar para la actualidad del club. Y para Juanito, por supuesto.
P: Cuéntanos cómo fue y qué sentiste cuando descubrieron que tenías un solo riñón y te enfrentaste a la posibilidad de tener que dejar el fútbol al inicio de tu carrera.
R: Jugamos contra el Español en Barcelona. Ese día me dieron un golpe enorme aquí, en la tripa (nos señala la zona). Yo intenté hacer una pared y me fui por el lado contrario del jugador, y él en lugar de ponerme el cuerpo levantó la rodilla y me pegó aquí en la tripa. Sabía que algo había pasado porque no me podía levantar del suelo y me sacaron en camilla. En el vestuario salió sangre al orinar. Casi me muero, casi me caigo patas arriba. En las pruebas se descubrió que tenía una malformación congénita y que tenía un solo riñón; muy grande, eso sí, porque el organismo es muy sabio y yo había tenido un hiperdesarrollo del riñón.
P: Para suplir el que faltaba.
R: Claro, pero yo no lo sabía. En aquella época hacías un electro, el pulso, la tensión, análisis de sangre y listo. Nadie me había encontrado esto. Había médicos que decían que no debía seguir jugando, que era un riesgo. Hasta que uno de los especialistas más importantes de España y el mundo me vio en Barcelona. Era el doctor Puigvert, que me recibió por mediación de Samaranch, porque no era fácil que te viera. Me hizo muchas pruebas y me dijo: “Carlos, todo está bien, se ha curado la herida, el riñón funciona. Es una cuestión psicológica por el temor de que te llegue a pasar algo”. Y me puso un ejemplo, que me convenció: “Vas por la acera andando, se cae un tiesto, te da en la cabeza, y te ha matado porque sólo tienes una cabeza; te dan un golpe en el hígado y como sólo hay un hígado puede matarte. Y resulta que tú sólo tienes un riñón”. ¡Yo tenía 20 años! Yo era un niño, ¿tú sabes lo que es? Psicológicamente me costó mucho recuperarme, estuve tres o cuatro meses que no… que no podía jugar, que tenía miedo. Pero al final el médico me dijo: “Si tienes una incidencia tienes más problemas que cualquier otra persona, pero tú has vivido toda la vida así, te funciona perfectamente, tú decides”. Y yo tiré pa’lante y hasta hoy, gracias a Dios.
P: El aspecto psicológico, se dice, es fundamental para la recuperación de lesiones, y se apunta a ese factor cuando se habla de las recuperaciones tan largas de Jesé, de Varane, se dice también un poco de Bale...
R: Pero fíjate que psicológicamente esto era peor que una lesión. Tú sabes que de un músculo o un hueso roto con el tiempo te recuperas. Esto no, lo mío era un tema de salud de verdad, de mi vida. Y, claro, con veinte años te dicen eso con toda la ilusión que yo tenía…
P: Te coge con 30 años y a lo peor no vuelves al fútbol.
R: Claro, ya tendría mi carrera hecha, probablemente no hubiese vuelto. Ese ha sido el mayor problema que he tenido en mi carrera deportiva, lo del riñón. No sabía qué hacer. Pero prueba superada, hasta el punto que hoy día sigo jugando partidos con los veteranos.
P: Además de la angustia con el descubrimiento de lo del riñón, ¿la dos fechas más negras en tu vida deportiva serían cuando, en el 81, perdéis esa final de la Copa de Europa contra el Liverpool, y en el 84 con la derrota ante la Francia de Platini en la final de la Eurocopa?
R: La final contra el Liverpool fue terrible. Recuerdo que nos costó mucho llegar a la final. La semifinal fue con el Inter, ganamos 2-0 en el Bernabéu y perdimos 1-0 allí, y nos clasificamos. Yo era capitán del equipo y tenía que subir a coger la Copa. Después de tantos años que no ganábamos la Copa de Europa, la ilusión que teníamos por ganarla, las veces que yo soñé por las noches con subir las escaleras del Parque de los Príncipes a cogerla... Y, claro, cuando ves a los demás a cogerla y tú con una medallita que te dan… Está muy bien, porque quedas segundo, pero no.
P: Además, con un gol de Kennedy, que creo que era el lateral izquierdo.
R: Que no había metido un gol en su vida. Pero bueno, circunstancias del partido. Fue un error nuestro, pero el fútbol está lleno de errores. Conclusión: perdimos la final y para mí fue una desilusión muy grande, como para cualquiera de mis compañeros y de los socios del Madrid que se trasladaron a París. Yo muchas veces le digo a mi hijo cuando coge el avión a ver una final de Champions: “¡Que ganen, que ganen, porque si no ya verás la vuelta que vas a tener!”. La gente en el aeropuerto por ahí, todos tristes... Bueno, bueno… Te cargas de una responsabilidad enorme, porque sabes que se han desplazado cuarenta mil personas desde Madrid al partido, y para todos es una desilusión que te mueres porque te sientes responsable.
P: ¿Qué se siente cuando eres, junto con Juanito, el único jugador que tiene una canción de guerra que se canta todos los partidos en el minuto 7?
R: Para mí es muy emocionante, me recuerda siempre a Juan. A ver, la canción se ha hecho fundamentalmente por Juanito, el que mi nombre esté ligado a él en esa canción pues es un orgullo. Nosotros hacíamos un tándem, ahora se habla de Cristiano, Bale y Benzema; o en su época, de Puskás y Gento. Nosotros éramos los dos delanteros que jugábamos en el Madrid. Terminaba la alineación: Juanito y Santillana. La relación tanto personal como la profesional era muy buena, nos conocíamos muy bien, sabíamos cada uno lo que íbamos a hacer en cada momento en el partido… El hecho es que Juan se nos fue, nos dejó, y para mí es muy importante que el aficionado del Madrid se acuerde de un hombre que vivía el madridismo y el Madrid muy intensamente, exageradamente. Y eso le trajo muchísimos problemas en su vida personal y en su vida profesional, porque él no se paraba a pensar las cosas. Yo era más tranquilo, y a mí me apetecía hacer lo que hizo Juanito en algunas ocasiones, pero yo contaba hasta tres: no, porque dejas al equipo con diez, te expulsan y ya no puedes jugar el otro partido. Pero Juanito era corazón e impulso. Y si tenía que pisar la cabeza a uno, la pisaba, porque habían sido injustos con él o con el equipo, o porque le parecía que un tío (Mathaus) se estaba riendo de nosotros, ¿no?
P: Pero cuentan que a los dos días de ese incidente va al colegio de su hijo y les dice a los niños: “Eso que hice no se hace, que sepáis que está muy mal y estoy muy arrepentido”. Tras la hecatombe, bajaba a la tierra y reconocía su error. Era un hombre de contrastes, dicen...
R: Sí, se arrepentía enseguida, al poco rato. Lo que pasa es que para entonces ya le había caído el castigo, o le habían expulsado unos años de Europa, o…
P: ¿Qué pensaría Juanito de este Madrid, el Madrid actual?
R: Juanito era muy madridista. Por eso, animaría y estaría conforme con el Madrid. Le gustase más o menos el juego que ahora mismo hace el equipo, él siempre diría que es bueno. Juanito sería ahora mismo un forofo del Madrid más, iría todos los días con su bufanda. Seguro que resaltaría la labor de los jugadores y públicamente no haría críticas a nadie.
P: Su forofismo le podría...
R: Sí. Hombre, como aficionado se sentiría un poco decepcionado por la marcha actual, pero seguro que ahora mismo estaría diciendo: "No vamos a ganar la Liga, pero vamos a ganar la Copa de Europa".
P: Aparte de con los jugadores o el entrenador, ¿con el club tampoco sería crítico?
R: No. En su fuero interno, tendría su valoración de lo que le gusta más o menos. Además, como entrenador que era, tendría una visión de cómo querría que jugase su Real Madrid. Pero se lo guardaría para sí.
Juanito ahora mismo estaría diciendo: "No vamos a ganar la Liga, pero vamos a ganar la Copa de Europa"
P: ¿Nunca, por ejemplo, criticaría a la directiva?
R: Por supuesto que no. Otros, como yo, vivimos el fútbol menos apasionadamente. Pero él, insisto, era un forofo de los de bufanda y camiseta del Madrid. Ahora mismo obviaría los defectos que tiene el equipo e insistiría en que vamos a ganar la Copa de Europa. Otros que somos menos forofos podemos analizar más, pero él no vería ningún defecto.
P: ¿Qué le dirías a estos madridistas que muchas veces pitan a los jugadores en medio del partido, quizás porque no ven la entrega o la pasión que desearían ver en el campo?
R: El socio del Madrid está acostumbrado a tener los mejores jugadores del mundo, a ganar muchas Copas, muchas Ligas; está acostumbrado a lo mejor. Entonces, exige mucho a los jugadores de todas las épocas, de antes y de ahora. Hay una cosa que yo tengo clara: el aficionado puede animar al Madrid, pero el que tiene que animar al aficionado es el equipo. Si el equipo sale al campo con una actitud positiva y esa actitud de presionar al rival, de querer el balón, la afición lo palpa enseguida. Pero si ve a un equipo que se viene atrás, que deja jugar, eso al socio del Madrid no le gusta. Al Madrid en el Bernabéu le gusta ir a por el partido, ir a por el equipo contrario y decir: aquí somos nosotros los mejores y vamos a ganar. Claro, el fútbol cambia y hay cosas que nosotros podíamos hacer en nuestra época y ahora es más difícil, porque hay mucha calidad en todos los equipos, tienen mejor preparación física. Pero lo que es importante es que los jugadores animen a la afición. Lo que el público no perdona es la actitud pasiva.
Los jugadores tienen que animar a la afición
P: Tú como delantero centro nato, ahora que parece que Cristiano está perdiendo parte de ese poderío físico, ¿crees que se puede reconvertir en un delantero centro al uso? ¿Le ves condiciones, o le puede faltar algo de juego de espaldas al marco?
R: Yo creo que Cristiano físicamente todavía está muy bien, y además es un hombre que tiene pocas lesiones y puede perdurar. Hombre, lógicamente a medida que van pasando los años uno va perdiendo velocidad; pero eso no le pasa a él, le pasa a todo el mundo. A Messi también le pasa, a todos les va a pasar. Pero Cristiano se puede amoldar perfectamente al nueve. Puede no ser el jugador más completo del mundo, pero es el mejor rematador del mundo, lo tengo clarísimo. Le pega bien con la derecha, con la izquierda, remata de cabeza, todo. Entonces, a poco que esté bien físicamente puede jugar más adelante sin hacer tanto desgaste. Su calidad como rematador no la va a perder nunca.
P: ¿Lo venderías?
R: ¿Sabes qué pasa? Es muy importante que haya jugadores que metan muchos goles, pero lo fundamental es que el equipo gane títulos, y hay que hacer un equipo para ganar títulos. Si en ese equipo está metido Cristiano, fenomenal porque es un crack. O sea, es un supercrack, no lo vamos a poner en duda nadie. Yo no estoy de acuerdo con que la gente muchas veces le haga responsable de algo porque esté tres días sin meter gol. ¡Yo he estado seis partidos o siete sin meter un gol! Si eres delantero, muchas veces estás negado y no metes un gol, y de repente empiezas a meterlos como churros. Yo lo que creo es que el aficionado debe ver en Cristiano un jugador importante, rematador, que va a hacer siempre toda su vida muchísimos goles. Lo que tiene que exigir al Presidente, a la Junta Directiva, al club es que traigan jugadores para hacer un equipo de fútbol compacto, homogéneo, duradero, con un proyecto de fútbol para más tiempo. ¿Que está Cristiano? ¡Fenomenal! Pero que Cristiano no sea el fundamento. Di Stéfano ha sido en su época el mejor jugador del mundo, pero si no hubiera tenido a gente que rascaba en medio del campo, Zárraga, Muñoz, Santamaría atrás, Pachín, trabajadores y gente del fútbol, no hubiera ganado nunca nada. Entonces, ¿por qué a veces la gente señala a este jugador porque no ha metido goles? No pasa nada, un delantero meterá goles siempre, lo importante es que el equipo ayude a Cristiano a tener ocasiones. Ya verás que, si no lo mete hoy, lo mete mañana.
Lo que hay que exigir al Presidente es que traiga jugadores para hacer un equipo de fútbol compacto, homogéneo, duradero.
P: En La Galerna somos muy de Modrić porque vemos en él parte de lo que estás diciendo. Es un jugador de indudable calidad y además brega, parece que se adaptaría a cualquier equipo.
R: Bueno, Bale es un mediocampista todo terreno, o sea, que juega por todas las partes del medio campo. Modrić es un jugador muy, muy importante en el Madrid, claro que sí. Y Kroos, pero creo que el alemán puede dar mucho más de lo que da. Por eso digo que lo importante es que haya jugadores con la calidad suficiente -que la hay- para ocupar todos los puestos del equipo. Y como decía antes, no puede haber siete Ronaldos, porque si hay siete Ronaldos no ganamos ningún título. Sí, serán máximos goleadores los siete, pero a lo mejor no ganamos nada.
P: La portería. ¿Necesitaríamos a De Gea o nos quedamos con Keylor?
R: Hombre, yo creo que Keylor lo está haciendo muy bien desde que ha empezado. ¿Qué es lo que ocurre? Ha estado Iker muchos años. Iker era san Iker, pero aquí en este país pasamos de San Iker a que no vale para nada, somos un desastre para este tipo de cosas. Y me da mucha pena que Iker no haya terminado su carrera deportiva aquí. Porque, claro, yo veo cómo se ha tratado a Iker en España y veo cómo se trata a Buffon en Italia, y me da una envidia que me puedo morir, y Buffon tiene 40 años. ¿Y por qué no puede estar Iker jugando con 39 años si están Buffon y otros jugadores? Ahora si tú estás que si se le escapa, le pita todo el campo... Y mirándole todos así con prismáticos a ver si falla aquí, falla allí, falla lo otro. Pobrecito. No tenía confianza en nada cuando jugó sus últimos partidos. Eso no puede ser. A mí el tema de Iker..., Porque además el chico no se lo merece, es un portero mítico para el Madrid y para la Selección Española y que haya salido así de aquí, no parece justo, ¿no? Keylor tiene ese problema, pero yo creo que poco a poco va a ir cogiendo más confianza. Lo que pasa es que el Madrid tiene que tener buenos porteros, todos. Porque las temporadas son largas, hay que jugar tres competiciones. Y si viene De Gea, pues bienvenido sea. Y luego que se disputen el puesto, porque ya es cuestión del entrenador. Cuando hablamos de un nivel tan alto como tienen estos porteros, son pequeños detalles y el entrenador decide. Yo siempre digo lo mismo: el técnico no se va a tirar nunca piedras contra su tejado, va a poner siempre al que considera el mejor. ¿Que está equivocado? Pues ya se lo reclamarán. Pero el entrenador no va a poner a alguien en quien no confíe.
Si viene De Gea, pues bienvenido. Y luego que se dispute el puesto con Keylor.
P: Zidane.
R: Los jugadores le van a hacer bueno. Veo la intención de no dar tantos balones largos, de mantener la posesión. Yo creo que Zidane tiene un crédito más allá de esta temporada. La Copa de Europa la podemos ganar perfectamente porque el Madrid tiene una plantilla con jugadores para ganar a cualquiera en cualquier momento. A mí no me extrañaría nada que el Madrid ganara ahora la Champions. Pero Zidane en este momento tiene margen de maniobra para que no se le mire con lupa esta temporada, sino que se le dé un poquito más de margen, creo.
P: ¿Hay algún jugador en el mercado que, en esa idea que tienes de crear un equipo de verdad y tener unos roles determinados para cada jugador, te gustaría que el Madrid fichase?
R: Joder, me lo pones… [risas].
P: Complicado, ¿no?
R: No, no, vamos a ver, todos tenemos ideas, pero no me voy a meter en la tarea de la gente técnica del club.
P: Algún tipo de jugador, no me tienes por qué decir nombres.
R: No, no sé, no me atrevería a decir.
P: ¿O alguna posición que fortalecerías?
R: Es que el Madrid tiene casi todas, porque estando bien Sergio Ramos, Pepe, Varane tenemos unos centrales fenomenales; ¿dónde vas a encontrar mejores centrales? Estando (repito) en condiciones normales. Luego, tienes a un Marcelo, a un Carvajal. O sea, es que dónde los encuentras. ¿Que Alves puede ser un poquito mejor que no sé quién…? Bueno, sí pero tampoco es que haya unas diferencias tan grandes. Donde había más problema era en medio campo porque nosotros no éramos capaces tiempo atrás de llevar la hegemonía del juego durante noventa minutos, ochenta minutos, y ahí nos perdíamos a veces. Se difuminaba Modrić, se difuminaba Kroos, pero yo creo que ahora están cogiendo el rol que Zidane les está diciendo. Yo creo que poco a poco vamos a ver cómo el equipo va mejorando.
P: La cantera. ¿Sigues su evolución?
R: Sí. Yo creo que ha habido unos años que a la cantera posiblemente no se le haya dado toda la importancia o todos los apoyos, o todos los medios que se supone que puede tener una cantera como la del Real Madrid. Porque ves jugar a los juveniles, al Juvenil A y juegan primorosamente bien, hay jugadores fantásticos. Ahora se ha fichado a Víctor Fernández, que no es un jugador de la casa, pero ha sido entrenador. Supongo que intentará poner orden ahí lo mejor posible para que salgan jugadores. Porque al final la cantera siempre es muy importante. Que salgan jugadores para el primer equipo, que es la función general. Y si no, que salgan jugadores que vayan a otros equipos, pero que el Madrid los rentabilice. Porque el Madrid se gasta mucho dinero ahí, pero si vende tres jugadores al Sevilla, al otro y al otro, por lo menos recibe contraprestaciones, ¿no? Parece que ahora está mejorando el trato a la cantera.
P: Se diría que también el club, dentro de que se sigue manteniendo el tener muchos jugadores españoles y madrileños en la cantera, también está intentando localizar talentos muy jóvenes en el extranjero, captarlos para la cantera y que se empapen de eso. Ødegaard, por ejemplo.
R: Eso está muy bien. Lo que pasa es que me quedo asustado por las cantidades que cobran siendo juveniles. Yo insisto en que ha sido una cantera muy buena la que históricamente hemos tenido. Pero estaba un poco abandonada los últimos años porque la filosofía de nuestro Presidente ha sido fichar jugadores ya hechos que, aparte de jugar muy bien al fútbol -que juegan-, vendieran muchas camisetas, jugadores con un nombre, con una imagen. Y eso está bien, pero hay que buscar un hueco para la cantera. Seguro que van a ir saliendo jugadores porque los hay muy buenos en todas las categorías.
Está mejorando el trato a la cantera.
P: Tú has manifestado echar de menos un Director Deportivo en el organigrama del Madrid.
R: Yo no sé cómo hacen los fichajes ahora. Se dice que es muy presidencialista. Supongo que el Presidente considerará que no hace falta, pero yo considero que lo normal sería que hubiera una Dirección General Deportiva, entre otras cosas para que el presidente no tenga que entrar al trapo en ruedas de prensa sobre cosas de vestuario, el presidente del Madrid está para otras cosas importantes. Hay muchas cosas que ha hecho muy bien en el Real Madrid Florentino Pérez, no hay que quitarle valor. Este club, cuando llegó Florentino, estaba casi en ruinas; y ha sacado al equipo para arriba, ha hecho Valdebebas... El club funciona como una gran empresa, se vende mucho merchandising, camisetas, etcétera, etcétera. Cuando Florentino llegó al Madrid vino como agua de mayo al club. Ahora la cuestión deportiva es lo que estamos intentando analizar. y ahí debería haber una Dirección Deportiva para que el Presidente no se quemara dando explicaciones de cosas que no le competen porque él está por encima.
P: ¿Cómo crees que es el trato de la prensa con el Real Madrid?
R: A ver, al Madrid siempre se le va a exigir mucho, igual que al Barça.
P: ¿Pero no te parece que hay periodistas, no vamos a decir que toda la prensa pero sí muchos periodistas, que lo que buscan es vender un conflicto permanente?
R: Sí, y dentro del Barça, y dentro del Valencia; hay que ver las que lían en Valencia. Yo creo que eso es general.
P: ¿Pero no tiene el Barça, a diferencia del Madrid, la ventaja de una prensa que le apoya incondicionalmente?
R: Pero es mejor prensa (la madrileña), quiero decir, es más libre, no es tan localista. A ver, lo que pasa hoy, ha pasado siempre con el Madrid: meterse con jugadores en momentos determinados que no estaban muy en forma, que no metían goles, que tal…
P: ¿No hay por ejemplo una campaña contra Bale desde el momento mismo de su fichaje?
R: Bueno, porque a lo mejor muchos consideran que no era el jugador… Pero la culpa no la tiene Bale. Aquí enseguida se rasgan las vestiduras. Yo he estado durante 14 años siendo titular del Madrid, titular sí o sí. En muchas de las temporadas he estado en el banquillo y no ha pasado nada. Es decir, aquí meten un día a Cristiano en el banquillo y se organiza la de Dios. Yo estas cosas no las entiendo. Yo he estado en el banquillo muchas veces no por darme descanso, no, y el primero que lo entendía era yo, porque a lo mejor llevaba una temporada que no metía un gol aunque no hubiera portero. Y eso a los delanteros nos pasa. Yo he sido suplente con Di Stéfano, con Beenhakker, con todos los entrenadores en algún momento determinado.
P: Una decisión técnica deportiva.
R: Decisión técnica deportiva. Eso hoy es impensable.
P: A eso nos referimos. Pero ahí está la diferencia: es un escándalo cuando eso se hace en el Real Madrid. Cuando se hace en el Barça no hay escándalo, es algo normal. ¿No hay una doble vara?
R: Pero en el entorno del Barça se defiende todo, toda la prensa es más local. Aquí son más universales , por decirlo de alguna manera.
P: Tú has tenido a Santiago Bernabéu de Presidente. Háblanos de él.
R: Claro, yo lo tuve siete años, por lo menos. Don Santiago es un Presidente atípico para hoy. No podría vivir hoy. Había sido jugador, era abogado; no se metía en nada. Siempre estaba con nosotros, con el equipo, aunque no hubiésemos ganado. Siempre bajaba al vestuario: “vale, chicos, habéis trabajado, habéis corrido, no pasa nada”. Muy cercano. Paternalista. Y él no sabía lo que yo ganaba ni lo que ganaba aquel. Era un Presidente que estaba un poco al margen de los temas deportivos e incluso económicos.
P: Nos estás dando una visión algo diferente a lo que ha llegado a estos días.
R: Él tenía una Junta Directiva, Saporta, Calderón. Ellos eran los que negociaban los contratos conmigo; el Presidente no estaba nunca en ninguna negociación de contrato ni de nada. Era yo, que sin representante, porque yo era un chavalín, tenía que ir allí a reunirme con un señor de corbata, mayor, a negociar mis contratos. Él lo que hacía era poner la guinda del pastel cuando tenía que ponerla; cuando tenía, no siempre. Cuando veía que en el equipo había problemas, que no ganábamos, pues un día bajaba a hablar con nosotros en el vestuario: “Bueno, chicos, esto hay que sacarlo todos juntos adelante”.
P: O sea, las santiaguinas eran muy de vez en cuando.
R: Sí, muy de vez en cuando y no como cuentan. Las santiaguinas famosas eran: “venga, chicos, tenemos que ganar, hay que estar juntos”. Lo básico. Bajaba a darnos su apoyo moral. Porque realmente era eso, no era otra cosa. Ahora él sería completamente atípico. Él subía alguna vez a ver el entrenamiento en la Ciudad deportiva. Se quedaba un ratito, iba con varios de su Junta Directiva y luego se marchaba. O nos saludaba en el vestuario. Y para que veáis lo que es el fútbol de antes y el de ahora, y un Presidente de antes y de ahora. Cómo cambia todo. A mí siempre que me veía Don Santiago me trataba con mucho cariño, porque yo era un crío; y siempre me preguntaba cómo estaba mi familia, si estaban contentos en Santander conmigo, qué decían mis padres... Me decía siempre tres cosas, esa la primera. La segunda: “Oye, Carlos, hay que ser humildes; en la vida y en el fútbol hay que ser humildes”. Y luego la tercera cosa era: “¿A ti no te molesta el pelo largo ese cuando rematas de cabeza?” [Risas]. Yo tenía una melena… Había muchos partidos que en el vestuario me cortaba el flequillo para que no me molestara. “¿Y cuando sudas, no te molesta el sudor?” [Risas]. “Le juro que no”. Y un año bajó y además de decirme eso, me dice: “Oye, Carlos, ¿tú cuánto ganas?”. Y yo le dije "Tanto". Y me dice: “Eso es muy poco. Don Antonio Calderón –que era el gerente y el que sabía de dinero, Bernabéu estaba para otras cosas-, me acaba de decir el chico que gana esto y eso es muy poco, ya sabe usted lo que tiene que hacer”. Me llegó una carta y recibí el doble de lo que indicaba el contrato que tenía. Sólo con esa anécdota podéis extrapolar, o sea, es impensable, no se puede trasladar aquí. Ese era Don Santiago. Muchas veces se ha dicho que era muy ogro, muy dictatorial; con nosotros nunca. Ahora, eso sí, como hicieras una faena al club, por ejemplo, que te marcharas sin permiso un lunes, o como te fueras a comer con unos amigos a Valladolid sin pedir permiso al club y se enteraran, te ponía una cruz. Cuando tú no cumplías con la disciplina y la organización del club, ahí te mataba.
P: Seguimos con momentos relevantes en tu carrera. Hugo Sánchez amenazó con su salida si no le aumentaban el sueldo, y tú dijiste públicamente que le había hecho un daño al club que no olvidaríais... Esa actitud de apoyo al club en contra del interés personal de un compañero también es impensable hoy.
R: Claro, pero se lo dijimos todos en el vestuario, nosotros éramos así. Hugo Sánchez plantea cuando faltan 8 partidos para terminar la Liga –y estábamos luchando por el campeonato-, que “mi periplo aquí ya se ha terminado y quiero buscar sitios nuevos”, o algo así, y decía la prensa que se iba a Italia. Estaba Mendoza de Presidente. Entonces tuvimos una reunión, estaba Beenhakker y toda la plantilla. Beenhakker dice: “Tenemos el problema de Hugo Sánchez, ¿qué hacemos?”. Yo me levanto. y respondo: "¿Que qué hacemos? Mire, este señor, y este, y este, y este, y este, y yo, que era suplente, queremos jugar en este equipo. Si este no quiere jugar aquí, que se vaya a donde quiera”. Bueno, Beenhakker se puso rojo como un tomate. Porque, claro, hablábamos de un jugador importantísimo en el equipo, el máximo goleador. Pero yo como capitán no me podía callar, y dije: “Mira a todos estos que no juegan y entrenan todos los días como cabrones para llegar a jugar algún día. Si este no quiere jugar, pues que se vaya”.
(Sobre Hugo Sánchez, a Beenhakker) <<Todos queremos jugar en el Madrid. Si este no quiere, que se vaya>>.
P: ¿Y estaba Hugo en la reunión?
R: Sí, delante de todos. Hugo sólo buscaba que le mejoraran su contrato, pero en esas circunstancias ponía al equipo contra la pared, porque el equipo necesitaba a Hugo como el comer, porque metía muchísimos goles, era el mejor delantero centro que había en España o en Europa, lo necesitábamos. Él jugaba sus bazas, pero volvemos a lo de antes: a mí me daba igual que Hugo fuera el máximo goleador, ¡nosotros queríamos la Liga!
P: Y ya que hablamos de mejoras de contratos, ¿cómo viste la negociación del contrato de Sergio Ramos?
R: Yo ahí yo no te puedo decir nada, yo te puedo contar lo que viví.
P: Entiendo, pero desde fuera.
R: A ver, es que cuando yo tenía un contrato lo cumplía. Y dos años antes nunca renové mi contrato. El club esperaba que termináramos el contrato y entonces renovábamos, o no. A mí, desde fuera, me parece impensable que a un jugador que le queden dos o tres años de contrato se le vuelva a renovar otra vez más, con una cláusula mayor, más dinero, cuando tiene un contrato por cumplir, que lo ha firmado. Claro, yo estaba acostumbrado a cumplir con lo rubricado. Y el club tenía que pagar lo que yo le pedía y yo tenía que jugar hasta que yo cumpliera mi contrato, es que no había otra. Ahora esta situación de Sergio Ramos y de otros...
P: Y de Messi, Neymar...
R: De Messi, Neymar. Chicos, es que para mí no es entendible, en mi mente, en mi época. Vale, son los mejores jugadores del mundo y que no se los lleven, y que los tengas en casa y tal. Pero, chico, ¿entonces para qué sirven los contratos? ¿Para nada? ¿Para qué se firma un contrato?
P: Nadie ve que el club te sigue pagando cuando te lesionas, cuando no metes goles, cuando no juegas bien o cuando no se ganan títulos.
R: También entiendo que en mi época el mercado estaba así, ahora el mercado está de otra manera. Entonces todos los presidentes se tienen que adaptar al mercado. Que lo hagan ahora como está la situación me parece bien, porque lo hacen todos. Me parece bien también que los jugadores tensen la cuerda para ganar más dinero, porque el fútbol se termina en pocos años. Y me parece que el Presidente del Madrid no se puede quedar sin hacer nada si Sergio Ramos dice que se va y se le pueda marchar. Tendrá que ponerse ahí y negociar, llegar a un acuerdo para que un activo tan importante como es un jugador de esos no se vaya. Ahora bien, personalmente yo no lo entiendo, porque los contratos se supone que hay que cumplirlos.
Si no el jugador más completo, Cristiano es el mejor rematador del mundo sin duda.
P: ¿Qué significa jugar en el Madrid, Carlos?
R: Un día Grosso me coge en la Ciudad Deportiva antigua, cuando salíamos a entrenar, y me dice: “¿Has visto qué día hace hoy?" Era un día azul, precioso. "Una hora y media de entrenamiento en el césped con todos los compañeros y amigos, con este clima, ¡y encima nos pagan!”. Es un regalo: estar con los amigos, jugar en el Madrid. Grosso. Otro que se nos fue. Como Zoco o Manolo Velázquez. Qué te voy a decir. Manolo era un pedazo de pan. Manolo era uno de los jugadores de más clase de todo el equipo; físicamente no era tan fuerte. El minuto de silencio en su honor en el Bernabéu fue muy emocionante, muy emotivo. Los echo de menos. Pirri también estaba muy afectado, él coincidió más con él. Yo coincidí con ellos poco tiempo. Pirri tenía mucha relación con Zoco también. Y, claro, ves cómo se están yendo los de tu generación… Pero es la vida.
TITULO: Informe Robinson - El Real Madrid de Jorge Valdano ,.
El miércoles -4- Diciembre a las 22:000 en #Vamos, foto,.
El Real Madrid de Jorge Valdano,.
El juego
El escritor argentino Dante Panzieri, leído y admirado por Valdano, escribió en su Dinámica de lo impensado que la evolución táctica hacia un “fútbol sujeto” eliminaría el talento y la intuición que el jugador había aprendido en la calle. Cuando Valdano hablaba de un fútbol de intuición o de improvisación trataba de respetar esencias como el regate, el amague o el pase imprevisible, las que reflejaba Panzieri en sus teorías. “El regateador, ese jugador de póquer que hace bluff con todo el cuerpo y apuesta el balón a su rival: el que gana se lo lleva”, le diría Jorge al escritor Carmelo Martín, hablando de sus pasiones.
Pero para entender a Valdano no convendría pensar en anarquía, sino en responsabilidad. En contra de los que tachan al fútbol de deporte solo físico, Jorge siempre destacó la inteligencia de los jugadores de élite, ejemplificando con distintas experiencias de su tiempo junto a Maradona. Sobre su Tenerife, dijo lo siguiente en Sueños de fútbol: “Mi equipo está formado por once jugadores que piensan”. Para el Valdano entrenador, la manera de gestionar la libertad ofensiva dependía de unos futbolistas que, gracias a su agilidad mental y capacidad para examinar situaciones, acabarían formando pequeñas sociedad en favor del conjunto. "Algunas sociedades son obligatorias, por cercanía. Con el tiempo aparecen otras por simpatía: jugadores que se entienden y acaban por alcanzar un acoplamiento brillante. En el Madrid siempre ha habido de estas, como entre Míchel y Butragueño".
Desde el principio Valdano dibujó un sistema 4-4-2, que en la práctica pasaba por ser un móvil y más ofensivo 4-1-3-2. Para conocer su punta de vista sobre la rigidez de las posiciones y los dibujos, leemos lo siguiente en su Cuaderno europeo: En el fútbol todo, incluida la creatividad, necesita apoyarse en un orden. Pero es que el orden tiene la vocación de prohibir y poco a poco irá borrando a lo subversivos que se atrevan a imaginarse cosas que no estaban previamente dibujadas.
Entrevistado para El País tras la pretemporada, el entrenador precisó más sobre los distintos aspectos de su juego. En relación al mecanismo defensivo, destacó lo siguiente: "El achique de espacios va bien, porque fue aceptado por los jugadores. Creen en él como solución a los problemas defensivos de un equipo atacante". "El equipo necesita colectividad en la presión". Valdano proponía empezar a presionar con intensidad a mitad de campo, ya con los delanteros. Atrás, la idea era defender con una línea adelantada de cuatro zagueros marcando en zona, aplicando la voz de mando del líder defensivo para activar la trampa del fuera de juego. Él se definía como “un amante de la zona presionante”. Defender hacia delante, achicar espacios en la presión y adelantar la zaga cuando el rival pretendiese dar el pase definitivo. El mecanismo de fuera de juego, que comenzase a usarse con regularidad en los setenta por entrenadores punteros como el belga Goethals o el propio Menotti, hoy está muy avanzado, y parece sencillo. Pero a inicios de los noventa todavía no se había extendido lo suficiente, primando aún las marcas individuales, por lo que el trabajo para perfeccionar la coordinación llevaba su tiempo, y encerraba riesgo. “Este estilo requiere un alto grado de compromiso”, declaró el técnico.
La defensa era importante para el míster, pero su principal obsesión estaba en la manera de dañar al rival, y ahí decidían las estrellas. "Necesitamos que los medios empiecen a jugar más sin el balón. Están acostumbrados a jugar al pie. Estamos trabajando para convencerlos de que con un movimiento pueden ganar un metro, y que un metro es vital para que un jugador como Laudrup pueda meter un pase definitivo". Calma en la elaboración y movimientos adecuados para facilitar que el balón llegase a Laudrup y, una vez en él, confiar que sus botas activasen el vértigo y ofreciesen la precisión. Los delanteros harían el resto, buscando los espacios con hambre, intención y confianza. Hacia el único objetivo, el gol.
La temporada
Para el Madrid, la competición doméstica se abriría el 3 de septiembre en el Sánchez Pizjuan, frente al Sevilla de Luis Aragonés. Antes de la fecha del estreno los de Valdano habían realizado una pretemporada en Suiza, jugado los trofeos Teresa Herrera, Euskadi o Carranza y el partido de presentación contra el Palmeiras de Luxemburgo, Roberto Carlos y Rivaldo, todo con el mismo resultado: buenas sensaciones y victorias. "Tenemos un equipo diseñado para atacar", aseveró Valdano para los medios.
El duelo contra el Athletic dejó el primero contratiempo grave, la lesión de rodilla que Mendiguren le produjo a Redondo, quien estaría dos meses en el dique seco. Por el contrario, en el Carranza, el partido contra el Napoli sirvió para que Dubovsky hiciese dos tantos y ganase crédito. En el mismo trofeo también se pudo ver la que sería nueva posición de Luis Enrique en ese inicio de campaña, el lateral izquierdo. El asturiano había actuado principalmente como lateral derecho, extremo o delantero con Floro, pero su polivalencia hizo que, en ausencia de Lasa y con la lesión del canterano Marcos en el partido contra el Cádiz, tuviese que ocupar esa posición.
Tras el 3-2 del trofeo Bernabeu, el técnico destacó nombres propios que, a la postre, serían importantes en la temporada. "Martín Vázquez, Sanchís y Míchel han estado modélicos. Jugaron al mismo nivel de la quinta que yo dejé hace siete años". Zamorano, por cierto, hizo dos nuevos goles, que lo certificaban como el artillero destacado de la pretemporada. "Ideas, rapidez, capacidad ofensiva y espectáculo", definió el narrador de Antena 3 lo mostrado por el Real Madrid aquella noche del 31 de agosto.
Para el estreno liguero, el argentino declaró que se había confeccionado “un equipo competitivo, con carácter y riqueza técnica”, y mostró una alineación y una propuesta que, con cambios puntuales de futbolistas, se alargaría prácticamente hasta el regreso de Redondo.
Grosso modo, la filosofía ofensiva de juego era clara: salir con el balón jugado desde la base, liberar a Laudrup en el centro y trazar constantes rupturas de los delanteros arriba. Para que todo empezase a rodar, contar con dos centrales con dominio de balón se hacía innegociable. Alkorta, que había sido importante para Benito Floro, estuvo lesionado, y un Hierro que venía asentado como mediocentro retrasó ahora su posición para convertirse en el jerarca de la zaga. Con este nuevo papel, los envíos largos y las transiciones que el juego de Floro permitía explotar al malagueño se redujeron, pero la importancia que Valdano le dio como último hombre defensivo y primero ofensivo hizo que Hierro creciese ostensiblemente. Su acompañante era el capitán Manolo Sanchís, quizá el mejor líbero español de los ochenta. Sanchís tenía 29 años, y Valdano dijo que llegaba el momento de que decidiese si quería o no convertirse en el mejor central del mundo. Sobre la pareja que acabaron formando Hierro y Sanchís, escúchese a Cappa: “Nunca vi una pareja de centrales mejor. Los dos se compenetraban. Hierro se anticipaba al espacio, porque, como no era rápido, buscaba cortar el juego porque sí era rápido mentalmente. Sanchís era rápido en tramos cortos y en el mano a mano, infranqueable”.
A diferencia de muchos sistemas de la época, que formaban con un líbero, dos centrales y dos carrileros, la línea de cuatro que estableció Valdano no permitía tanta libertad para las subidas a los laterales. En la izquierda, primero un Luis Enrique a pierna cambiada y luego Lasa solían participar de la creación hasta mitad de campo, pero en adelante, los centrocampistas continuaban el ataque.
Tanto en el Madrid como en la España de Luis Suárez, Martín Vázquez se había desarrollado jugando por dentro, como epicentro de los ataques, encargándose de batir líneas en pase o conducción, pero ahora coincidiría con Laudrup. Por ello, el español partiría en una posición interior izquierda bastante retrasada, dando continuidad a la elaboración bien tratando de moverse o conectar en favor de Laudrup o bien usando su imaginación para activar a la pareja de delanteros. Aunque para Cappa el alma de generador de peligro de Martín Vázquez le hacía buscar muchas veces “el pase más complicado, por su exuberante calidad”, lo cierto es que, a la larga, con Martín se verían claramente esas pequeñas sociedades por afinidad que pedía Valdano.
En el otro costado, la posición centrada de Míchel y la menor caída a banda de Zamorano como puntero diestro, dejaban más posibilidad de subida a Quique Flores, pero, como en el caso de los zurdos, su labor como lateral seguía siendo principalmente defensiva. A sus 31 años, Míchel empezó siendo imprescindible. En un rol ofensivo parecido al que le hiciese vivir sus mejores momentos con el Madrid y la Selección a finales de la década pasada, partía desde posiciones centradas, tras los delanteros, cayendo al costado cuando Laudrup demandaba espacio o él decidía que la mejor opción era buscar el centro a los desmarques de la dupla de ataque. Dada su edad y la solidaridad defensiva que Valdano pedía a los atacantes, el entrenador trató de concienciarlo. “Míchel ha visto aumentada sus obligaciones. Le vamos a pedir que llegue a línea de fondo, que trace diagonales, pero también que cuando se pierda la pelota ocupe lugares defensivos”.
En la zona de elaboración, la ausencia de Redondo permitió que Milla tomase la manija. Como primer apoyo a los defensas en continuación y escudero de Laudrup, el antiguo “4” azulgrana cuajó dos meses sobresalientes. Jugando en escasos metros, Milla mantenía siempre la posición, daba los pases y ofrecía los apoyos adecuados en la salida, iba al corte requerido en los ataques rivales. Luis nunca se complicaba, siendo su objetivo hacer llegar lo más rápido y claro posible el balón a un Laudrup que, más adelantado, verticalizaría los ataques. Para Valdano tener a un Milla maduro de 28 años era una bendición. El pivote alcanzó tal nivel que la vuelta al once de Redondo a finales de octubre fue cuestionada. Sobre aquel relevo, Cappa trató de analizarlo con naturalidad: “La diferencia entre Milla y Redondo es que Milla era excelente y Redondo, un crack. Pero cuando Redondo no estuvo, Milla jugó de forma notable”.
Quizá el único futbolista de la alineación totalmente liberado de labores de recuperación de balón fuese Michael Laudrup. Dijo Valdano en una ocasión que, en su etapa en el Valencia, le fue imposible explicar a los futbolistas por qué Romario tenía que jugar sin entrenar, o por qué, cuando jugaba, no se le podía exigir la misma intensidad defensiva que al resto. Todo ello, decía, era porque existen determinados egos a los que conviene dar el beneficio de la particularidad, ya que, como dijo el propio Jorge de Messi, “cumplen su parte del contrato, ganándote los partidos”. Pero además del aspecto psicológico, existe uno puramente práctico, y es que conviene economizar las energías de esas piezas determinantes, centrándolas todas en crear ataques. Así que con Laudrup el Madrid había fichado un talento diferencial, que llegaba con 30 años y tras haberlo ganado todo en el máximo rival. “Laudrup tiene el privilegio de la libertad y debe asimilarlo según su criterio”. Valdano entendía que el danés sería capaz de encontrar su mejor juego por sí mismo, y se limitó a darle el hábitat y el puesto que consideraba óptimo para ello. “El futbolista talentoso necesita una posición en donde sus virtudes se sientan cómodas”, escribió en su Cuaderno europeo.
Cuando Laudrup faltó o cuando el marcador era favorable y pretendía reforzarse el centro del campo, Valdano apostó por sumar algo de perfil similar. Las ausencias del danés fueron cubiertas principalmente por Martín Vázquez en su posición originaria. Para el técnico, la principal diferencia entre ambos era esta: “Martín tiene un campo de acción más grande que Laudrup. Participa más en el juego. Pero es inimitable la capacidad de Laudrup para convertir en ocasiones de gol sus tres o cuatro intervenciones”.
Sobre todo para asegurar resultados, el entrenador también confió en otro canterano, como había confiado al inicio en Marcos y luego haría con Raúl o Dani. Sandro tenía 20 años y ese curso jugó 13 fechas de Liga. En palabras del míster, un “jugador proclive a crear sociedades”. Volviendo a su admiración por Maturana y dado el particular símil, no estaría de más recordar en este punto sus palabras hacia el colombiano, a quien definió como “un promotor de talento”.
Delante del 10, dos puntas móviles. Dadas sus cifras goleadoras y su intensidad como primer hombre defensivo, Zamorano se convirtió en fijo, partiendo desde la zona centro-derecha del área rival. Junto a él empezó Alfonso, de quien Valdano dijese que era “un futbolista muy técnico, capaz de hacer de todo”. Pero Alfonso arrastraba problemas físicos que le habían privado del Mundial y seguirían impidiéndole explotar como madridista. Dubovsky tuvo sus oportunidades, pero no las aprovechó y para final de año ya pedía su salida. Valdano justificaba su decisión diciendo lo siguiente: “En el verano él ocupaba la pole position de la carrera por la titularidad, pero luego el trabajo de cada uno alteró esa clasificación”.
A quien más perjudicó la exigencia física del sistema fue a Butrageño. Valdano lo había admirado cuando compartieron vestuario, pero en la propuesta actual la pareja de atacantes no podía esperar el balón al pie, sino que, además del carácter en la recuperación, se exigía constante movilidad, rupturas al espacio, cruces, caídas a los costados… El Buitre nunca había sido un delantero centro “luchador”, sino que era un fino estilista que se movía como nadie tanto en los espacios reducidos dentro del área como siendo parte ocasional de la elaboración, cuando retrasaba su lugar para poder servir juego a delanteros que percutían desde los costados, como Hugo Sánchez o el propio Valdano. Ya con 31 años y la nueva idea de juego, Butragueño no gozó de la titularidad en ningún momento. Escuchando a Valdano a su llegada, se podía intuir que no sería un buen año para el 7 blanco: “Tiene que recuperar poder físico y certeza. En los últimos años se le ha metido en la cabeza una duda”. A medida que avanzaba la temporada y seguía sin contar, Butragueño se mostró resignado, aceptó la realidad y dijo que estaba para lo que el técnico le necesitase. Valdano trató el tema con toda la sensibilidad que pudo. “Un jugador puede tener un lugar en la historia y no en la alineación”. “Lo de Butragueño lo llevo afectivamente mal, en el tema personal y profesional”. Pero trató de dejar claro que su único compromiso era con el equipo y que las ausencias del mito madridista se debían exclusivamente a cuestiones futbolísticas.
Ni Alfonso, ni Dubovsky ni Butragueño, por tanto. Antes de la llegada de Raúl, e incluso con su irrupción, el amo de la segunda vacante en la delantera pasó a ser el a priori secundario José Emilio Amavisca. “Jugador muy polivalente, con la izquierda como punto de partida. Rápido, incisivo y profundo”, en palabras del entrenador. Desde que se exhibiese en el estreno liguero cuando sustituyó a Alfonso, Amavisca solo fue creciendo. Tenía 23 años y su inagotable poso físico le permitía acabar bien todos los partidos, a menudo retrasando su posición para ocupar el lugar de un Martín Vázquez a quien le sucedía lo opuesto, que el físico se le quedaba corto. Precisamente el rendimiento de Raúl desde su debut hizo que las cosas variasen a medida que entraba la temporada. Amavisca comenzó los partidos desde el interior, en lugar de un damnificado Martín Vázquez, aunque actuando algo más adelantado y con labores más verticales y profundas que las asignadas a este. Lo cierto es que para abril, el rubio que empezó siendo indiscutible solo había jugado 9 partidos completos, siendo 5 veces sustituido, habiendo saltado al campo en otras 9 ocasiones y estado ausente en 3 citas. La nueva situación propició que Rafael se dejase querer por Johan Cruyff primero, y acabase fichando por el Dépor. Sobre lo recurrente de usar a Amavisca en esta posición interior, habló Cappa recientemente: “Pensamos que tal vez con un poco de pausa Amavisca habría jugado un poco mejor, pero ahora con el paso del tiempo creo que tal vez no era un jugador de pausa. Si se paraba, jugaba peor. Era mejor en carrera”. Definitivamente, el enjuto zurdo tenía genes de delantero.
Haber usado como titulares a Míchel y Milla en la primera mitad de curso conllevó unas particularidades al juego que, con el ingreso de un Lasa que permitió adelantar a Luis Enrique y con la recuperación de Redondo, cambiaron. Míchel no rompía al área para marcar, sino que apoyaba en horizontal para tratar de asistir a los delanteros. Por su parte, Lucho hacía lo opuesto, transitar en defensa y percutir en ataques, ofreciéndose como una opción más de asistencia para un Laudrup encantado de ello. “No concentremos el gol en Zamorano, sino también en la llegada de los centrocampistas”, avisó el técnico.
A finales de septiembre se jugó la vuelta de la eliminatoria UEFA contra el Sporting de Lisboa, y Míchel fue al banquillo por primera vez en una década como madridista. Valdano acometió el tema de la siguiente manera: “Se debe a una cuestión táctica. Quiero más agilidad en las bandas. Con Luis Enrique quiero provocar opciones en los últimos metros, gente que llegue sin balón al área”. Hasta el partido en que se dio esa variante, que acabó en derrota, el equipo llevaba 18 sin perder y había marcado en todos. Parecía un cambio puntual, pero acabó mostrando lo que el Madrid propondría para la segunda mitad de temporada. A inicios de diciembre, Míchel se lesionó gravemente los cruzados de la rodilla izquierda en Anoeta, lo que le dejó fuera el resto de curso. Su ausencia facilitó la transición, pero a juzgar por sus declaraciones en Lisboa, Valdano ya había decidido cambiar en la victoria, como dice su admirado Bielsa que en realidad hay que hacer los exámenes.
Por su parte, el cambio Redondo por Milla dio otro plus de riesgo en ataque. El argentino había sido definido por su entrenador como una bestia defensiva, pero con ello quiso referirse más bien a sus condiciones atléticas y a su capacidad para el robo que a la pura posicionalidad. El ancla de Milla dejó de estar ahí, firme tras Laudrup, y Redondo se aventuraba más en paredes ofensivas con Michael o Martín Vázquez (¿nuevas pequeñas sociedades?) tras recuperación de balón. Precisamente así llegó el gol de Amavisca en el partido contra del Deportivo que decidió el título, en la fecha 36. Sea como fuere, Redondo se animaba, pero tácticamente también era un jugador superior, por lo que el mediocentro, aun con matices, seguía bien protegido. El argentino volvería a estar ausente para los meses de enero y febrero, y Milla tendría la oportunidad de volver al once, siendo así parte clave, entre otras victorias, del 5-0 encajado al FC Barcelona.
Recuperación del título de Liga y revancha de manita al Barça aparte, la mejor noticia que Valdano dejó para la historia blanca fue su confianza en Raúl. A los 17 años, el que fuese canterano rojiblanco había empezado el curso goleando en la tercera categoría y subido a Segunda con el Madrid B un único partido para, acto seguido, estrenarse en Primera como titular, arrebatando así a Martín Vázquez el orgullo de ser el futbolista más joven en debutar con el Real Madrid. El estreno se produjo el 29 de octubre del 94, en la novena jornada liguera, contra el Zaragoza. Con Martín ausente, Amavisca ocupó su lugar, mientras que Butragueño esperaba en el banquillo y Alfonso junto a Dubovsky en la grada. Pese a que el duelo acabó en derrota y Raúl sumó una asistencia pero tres fallos claros, Valdano no dudó: “El que quiera comerse el mundo, tiene permiso. Soy de los que el futbolista lo es a los 17 años”. “Raúl fue el mejor jugador de mitad de campo hacia delante”, comentó en rueda de prensa.
El tiempo no tardaría en darle la razón al míster, ya que, nuevamente titular, el siguiente partido Raúl provocaría el penalti del 1-0, asistiría el segundo y abriría su cuenta goleadora con el tercero del 4-2 definitivo frente al equipo que lo había visto crecer, el Atlético de Madrid. Bien como titular o bien como alternativa a Amavisca, la duda inicial de quién sería el acompañante de Zamorano estaba resulta: Raúl había llegado para quedarse.
Ya con Raúl en liza, para aquel mes de octubre la UEFA seguía su curso. Tras eliminar al Sporting de Queiroz y Figo, Valdano decidió aprovechar la competición europea para dar minutos a los suplentes. Así pasó la ronda contra el Dinamo Moscú y así fue eliminado en octavos contra el Odense. Tras ganar 2-3 en la ida jugada a finales de noviembre, el entrenador confió en Cañizares, Alkorta, Butragueño y Alfonso para la vuelta en el Bernabéu. Aquel 6 de diciembre el Madrid volvió a ser mucho mejor que su oponente, pero el balón no le entró y acabó encajando dos goles en los minutos 70 y 90. “Nos costó la circulación. Siempre había una pierna, un cuerpo… El último gol llega en el último instante, cuando no nos da tiempo a la reacción heroica. Y sin merecerlo”, declaró un Valdano que parecía haber soñado con una de sus gloriosas noches europeas como jugador blanco. Ciertamente fue una de esas eliminaciones extrañas, que afectó a la imagen del equipo pero sobre todo a un Butragueño que, habiendo sido por primera vez titular ese año contra el Dinamo y teniendo la posibilidad de resarcirse de su floja actuación aquel día, acabó sustituido por Dubovsky, sin gol y sin aplausos de su grada.
Analizando el estado del equipo a esas alturas de curso, Cappa apuntó lo siguiente: “Hay que creer en el toque, en la distracción y en la larga elaboración de las jugadas. No confundir la paciencia con la lentitud. Hay que acelerar en los últimos metros, es nuestra asignatura pendiente”. Y ciertamente aceleraron.
Pese al drama UEFA, el conjunto siguió en línea ascendente, sumando 5 victorias y 2 empates hasta febrero, cuando cayese contra el Valencia en su primera ronda de Copa. Entre esas victorias estuvo la mítica revancha contra el Barça del 7 de enero del 95, que Zamorano aprovechó para certificar su nivel con un hat-trick, Milla para volver a mostrarse tan válido como Redondo o Raúl para disipar dudas de que a los 17 años él sí era un jugador hecho.
Con el cambio en el once de Amavisca por Raúl, el Madrid ganaba movilidad e intensidad en toda la franja de ataque. El joven se mostraba incansable presionando y corriendo horizontalmente a la espalda de Zamorano. En un sistema que ahora buscaba más profundidad por las alas con Amavisca y Luis Enrique en lugar del mayor control de los Martín Vázquez y Míchel, la compensación por dentro con Raúl fue imprescindible.
Así las cosas, para inicios de junio el Madrid llegaba líder a la antepenúltima fecha doméstica, con la posibilidad de cantar el alirón en el Bernabéu, precisamente contra el segundo clasificado, un Deportivo de la Coruña dirigido por Arsenio Iglesias y liderado por Fran y Bebeto que había perdido la última Liga a lo Madrid de Floro, en un suspiro y en favor del Barça de Cruyff.
Una fecha antes los del Valdano habían sido derrotados en el Camp Nou, lo que parecía dar vida al Dépor. Formando el 4-4-2 más clásico de aquel curso, con Martín Vázquez dentro y Amavisca de segundo delantero, Valdano encaró la cita ante un rival que se pertrechaba atrás con cinco defensas con la misma valentía que le caracterizó todo el año. Y el fútbol le respondió tanto como la honestidad. El título de Liga llegó con una asociación en corto de Redondo y Laudrup que acabó con pase al espacio del argentino, tras ruptura a la espalda del central marcador de Amavisca. Y llegó con Zamorano fulminando la red de Liaño, otra simple víctima más de su diestra. El título de Valdano llegó como él había pensado que llegaría, jugando con personalidad, arrojo, ingenio y contundencia. Tras cinco años de sequía, el 3 de marzo de 1995 el Real Madrid volvía a ser campeón de Liga, acabando de paso con la hegemonía del máximo rival.
La dura despedida
La temporada siguiente persistieron los problemas económicos. Mendoza permitió la salida de Alfonso al Betis y a cambió concedió el fichaje de un Freddy Rincón de 29 años que Valdano había pedido tras verlo en la Copa América. Por el contrario, para paliar las marchas de Dubovsky, Butragueño o el propio Alfonso en ataque, se acabó repescando a un Esnáider que no mejoraría las carencias de los anteriores. Ya con Raúl como indiscutible estrella, el equipo mantuvo una estructura cuya media de edad estaba en 30 años. Demasiada veteranía para tanta exigencia. Y hablando de exigencia física, el Madrid de Valdano acabó siendo apisonado en Europa por un joven, imponente y mecánico equipo, el Ajax de Louis van Gaal reciente campeón. Un conjunto que daba un paso más a la robótica de Sacchi a la que se refirió Jorge en su libro, ya que dentro de su fútbol de libreta, los holandeses priorizaban el buen trato de balón y el ataque. La crisis institucional que acabaría con Mendoza fuera del club se llevó antes por delante a Valdano y Cappa, que superarían la fase de grupos de la Champions League pero no una nueva caída en Copa del Rey. En esa vorágine destructiva, un entrenador de conceptos clásicos como Arsenio Iglesias empeoró lo ofrecido por el argentino, y el equipo acabó sexto. Un año después, precisamente Capello, continuador de Arrigo Sacchi en el AC Milan que fulminase al Barça de Cruyff en la final de la Liga de Campeones del 94, tomaría el mando para formar un Real Madrid grupal, sólido y ganador. Definitivamente, llegaban tiempos modernos.
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