TITULO: Domingo
- 19 , 26 - Noviembre - LIARLA PARDO - Al Pacino y Robert de Niro,.
El domingo - 19 , 26 - Noviembre , a las 18:00 por La Sexta, fotos,.
Al Pacino y Robert de Niro,.
Entrevista con Al Pacino y Robert de Niro: "En los 70 todos teníamos la actitud de jugadores, apostábamos a hacer cosas diferentes",.
Ambos actores se ven las caras en la sobresaliente 'El irlandés' de la mano de Martin Scorsese por cuarta vez en sus carreras. Y ahora lo hacen para siempre.
Ver a Robert De Niro (Nueva York, 1943) y a Al Pacino (Nueva York, 1940) juntos genera la misma confusión a un aficionado al cine que a un creyente contemplar a Alá y a Jehová cogidos de la mano paseando por el South Bank londinense. ¿Pero no habíamos quedado que Dios es uno y, si acaso, trino? Pues no, son dos. Y, por sus gestos en pantalla y hasta en la vida real, están que trinan. Uno sonríe; el otro gesticula. Además, de sonreír también.
¿Cómo es posible que quepan los dos en la misma habitación? Del lado del primero quedan Vito Corleone, Travis Bickle o Jake La Motta. Y Noodles, claro. De la parte del segundo, Michael Corleone, Tony Montana o Serpico. Y Carlito, obviamente. Si uno fuera mitómano (¿y qué mañana de octubre uno no lo es?) podría sufrir un colapso. Y quién dice que no haya pasado.
Ahora, en un céntrico y marmóreo hotel londinense, comparecen en pareja por culpa de Martin Scorsese (¿cómo es posible que no les hubiera juntado antes?) y su descomunal El irlandés, que se estrena en salas el 15 de noviembre y en Netflix el 27 del mismo mes. La película cuenta la historia de Frank Sheeran, el primero, que al fin y a la postre también es la de Jimmy Hoffa, el segundo. Sus destinos parecen enlazados sea en la pantalla como en la vida, como en este nada modesto albergue a la orilla de Támesis.
El hecho de que el argumento principal de la cinta sea el tiempo, así en genérico, y que ellos dos, con la ayuda de lo digital, aparezcan, a voluntad, envejecidos o rejuvenecidos (más De Niro que Al Pacino) hace que todo encaje. Se trataba de eso, de que quede claro que para los dioses el tiempo no es más que el leve reflejo de un instante. Y para siempre.
O no tanto. "En realidad, somos buenos amigos desde los años 60", inicia protocolario Al Pacino por aquello de no contravenir a la tradición. En todo lo que dura el encuentro, uno es más de hablar y el otro de asentir. "Nos conocimos en un momento de nuestras vidas en el que las cosas simplemente sucedían de manera algo inesperada. Cada uno tomó su camino y el hecho de que apenas hayamos trabajado juntos no es más que una consecuencia de lo bien que nos ha ido".
Pacino, pelo recogido en una coleta, anillo de apoderado de toros, gesto tranquilo y mirar franco responde a esa pregunta algo más que simplemente obligada.
¿Por qué dos actores de época apenas se han visto en tres ocasiones? Y sigue: "En realidad, son dos. En El padrino cada uno hizo su parte. Luego, ya sí, nos vimos y compartimos escenas en Heat (Michael Mann) y en Asesinato justo (Jon Avnet). ¿Qué puedo decir? El irlandés es una forma de consuelo, de consuelo por todo lo que quizá deberíamos haber hecho y no hicimos".
De Niro mira de frente y alguien diría que asiente. Aunque eso, tal vez, es ir demasiado lejos. En lo que si se explaya el que al fin y a la postre además de protagonista es productor de la cinta es en el largo recorrido desde la idea inicial al resultado final.
Cuenta que la idea era hacer otra película, con gángteres, sicarios y todo ese mundo que tan bien define la geografía tanto de Scorsese como del que habla. "Empezamos a ver infinidad de películas de los años 30 para inspirarnos. Bueno, Marty [Scorsese] me decía cuáles tenía que ver. Y en ese proceso cayó en mis manos Te escuché pintar casas, de Charles Brandt. La idea era documentarme, pero vi claro que ahí estaba todo. Se lo pasé a Marty y ahí empezó todo...", dice, se detiene sobre los detalles de las frustradas conversaciones con Paramount y, ya sí, se detiene.
Se diría, y así lo han señalado cuantos se han acercado a ver el prodigio (pues de eso se trata), que El irlandés cierra una especie de bucle virtuoso con el pasado de casi todos los que en él participan: desde el guionista Steven Zaillian a la eterna editora scorsesiana Thelma Schoonmaker pasando por cada uno de los actores (Joe Pesci, Harvey Keitel y los aquí presentes) sin olvidar al factótum de todo esto. Pero también es una ventana a otro tiempo esencialmente digital y provocadoramente sin cines. Por Netflix. Cine para televisión con alta tecnología de 150 millones de dólares. ¿Es comparable una revolución, la del Nuevo Hollywood de los 70, con la otra, la de hoy?
De Niro alza los hombros y Al Pacino se lanza: "Yo no llevaría muy lejos las similitudes. En los años 70 todos teníamos la actitud de jugadores. Apostábamos a hacer cosas que podían parecer diferentes. Había una energía en el ambiente compartida. Quizá ahí si haya algo similar. También esta película es una apuesta. En cualquier caso, lo que nos mueve no es la melancolía o la nostalgia por aquellos tiempos. Sí, yo estuve allí, pero si soy sincero, ya no me acuerdo de nada de los 70". Y en este punto, ya sí, De Niro suelta una carcajada. "Yo, la verdad, sí que me acuerdo. No tengo la memoria tan mala. Él es un poco mayor que yo". Nueva mueca (¿o era risa?).
Sea como sea, la película habla de violencia. Y lo hace como parte constitutiva de la Historia de América. Es el momento de que De Niro tome la palabra. Aunque sólo sea para recordarnos que Donald Trump sigue ahí. "Él forma parte de la peor tradición de mi país. En tiempos de discordia como los que vivimos, necesitamos a alguien que nos diga cómo estar juntos, no que nos divida. El enfrentamiento está ahí, sobre la superficie, y por eso es importante, ahora más que nunca, de un líder que sepa encontrar espacios comunes. No pido nada extraño. Eso ocurrió antes en Jerusalén donde convivieron varias religiones y sucede ahora de forma natural tanto en Nueva York como aquí mismo en Londres".
De Niro se detiene, toma un respiro, y sigue: "Pero él (por Trump) ha hecho del enfrentamiento su espacio natural. Está convencido de que las diferencias son algo malo. Pero, en realidad, no cree en nada. Sólo le preocupa una cosa: seguir siendo el jefe. Y para ello estoy convencido de que no dudaría en meternos en una guerra. Es más, creo que si perdiera las próximas elecciones por un margen estrecho de votos, se inventará cualquier excusa para continuar".
Nueva pausa. "Es más, como entremos en guerra, se inventará lo que sea para conseguir un tercer mandato anticonstitucional. ¿Alguien se lo puede imaginar al frente de Estados Unidos por tercera vez?". Silencio. Para entonces, Al Pacino mira fijamente la mesa y, de repente, entra en la sala una representante de la productora: "Por favor, ¿podrían cambiar el sentido de las preguntas?".
Nuevo silencio. De todos.
Llegado a este punto, Al Pacino, más conciliador, recuerda que él conoció a Jimmy Hoffa, el personaje al que interpreta. Y lo hace por aquello de seguir con los paralelismos entre la ficción y la realidad, aunque sea "en otro sentido". "Lo recuerdo", dice, "como un icono. No sabía nada de él como tampoco sabía qué hacía con el dinero de los sindicatos o cómo se relacionaba con la mafia. Pero sí me acuerdo que fue defensor de Martin Luther King y que su imagen estaba completamente normalizada. Y eso, sin duda, es fascinante. No es un monstruo, sino todo lo contrario". Y ahí se acabó todo lo que había que hablar de política. Y de Trump.
Queda, eso sí, el trabajo de actor que, a su modo, también es político. Por transformador. ¿Cómo pueden afectar las nuevas tecnologías a un trabajo como el suyo? "En realidad, poco", ahora empieza De Niro. Y sigue: "Lo más molesto es trabajar con una prótesis en la cara que literalmente lamina los gestos. Pero cuando lo haces con esos puntos (los que sirven para aplicar la tecnología de captura de movimiento), todo se simplifica mucho. Creo que lejos de anular, potencia nuestro trabajo".
Al Pacino le da la razón y aumenta la apuesta: "Actuar no es más que adaptar tus movimientos y tu acción a lo que pasa alrededor de ti. El cine siempre es algo antinatural para un actor. Actúas con una cámara enfrente, un micrófono enorme encima y, muchas veces, lo haces solo, sin la réplica de nadie. Digamos que las tecnologías con las que hemos trabajado en esta película añaden artefactos alrededor. Más divertido".
-Uno tiene un Oscar y el otro, dos. ¿Qué pasaría si nominan ahora a uno y no a otro?
-Al Pacino: No creo que pase. Dios es bueno y nos colocará a cada uno en una categoría.
-Robert De Niro: Sí, ocurrirá eso. No creo que nos quiten ese placer. Está muy bien lo de las nominaciones.
Y dicho esto, Al Pacino y De Niro se levantan, preguntan por unos caramelos que hay sobre la mesa y se van. No de la mano, pero casi. Dios al lado de Dios.
TITULO: Donde viajan dos - Quiero ir a París,.
Quiero ir a París,.
foto / Los mejores reportajes sobre la ciudad publicados en 'El Viajero'. Rincones literarios, 'boulangeries', tiendas de quesos y lugares donde comer barato en la capital de Francia,.
TITULO : Escala humana - Vivir para adentro , Miercoles -15 , 22 , 29 - Noviembre ,.
El Miercoles - 15 , 22 , 29 - Noviembre, a las 21:00 por La 2, foto,.
Vivir para adentro,.
Los patios se identifican en muchas culturas con el ocio, el descanso o
la contemplación. Son lugares para conversar y en los que confluye la
vida de la gente. Los patios tienen una función esencial en la vida de
las personas los y se merecen un capítulo para reflexionar sobre ello,.
TÍTULO:
LA MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea - Amnistía y mutación constitucional ,.
LA
MAQUINA DE ESCRIBIR - Esta noche, 'En primera línea - Amnistía y mutación constitucional, fotos.
El Miercoles - 15 , 22 , 29 - Noviembre , a las 22:00 por antena 3,.
Amnistía y mutación constitucional,.
A Puigdemont le ha tocado la lotería y no se conoce a nadie que haya renunciado a cobrar el boleto premiado
Ojo porque en los mentideros catalanes está circulando el runrún de que el pacto va mal y la investidura puede encallar. No sabemos si es reflejo de una realidad o simple estrategia para apretar a Sánchez y que le acabe dando cuánto pide a Puigdemont. Los demás protagonistas importan menos. Bildu se abonó al sí desde el primer momento, con la convicción de que tras la amnistía al golpismo vendrá la amnistía al etarrismo. Una cosa llevará a la otra, aunque todo a su debido tiempo. Sumar apenas pide poltronas y reconocer al Estado palestino. Lo primero está hecho, lo segundo sobre el papel también, pero solo para investir al timonel. A la hora de la verdad ni Sánchez ni nadie se atreverá a llevarle la contraria al lobby judío, a Estados Unidos y al núcleo duro de UE, que suelen ser lo mismo. Se aceptará la declaración sobre el papel, pero sin llegar a plasmarlo en la práctica, porque es materialmente imposible.
Otrosí: el PNV, que tampoco es problema porque se ha convertido en la bambarria útil de la negociación, al renunciar a hacer valer sus cinco diputados desde el momento en que rechazaron incluso hablar con Feijóo. Gran visión la de Ortuzar, convidado de piedra en el banquete del progre-globalismo, al que asisten los jeltzales para ver, no para comer. Eso si no pierden Ajuria Enea en las próximas autonómicas. Será un milagro lo contrario. Votarán sí a Sánchez y al comunismo yolando sin nada a cambio. Aitor no sabe qué careta comprarse para el próximo debate.
Claro que Junts es Junts. A Puigdemont le ha tocado la lotería y no se conoce a nadie que haya renunciado a cobrar el boleto premiado. Salvo que estés alienado o similar, que no es el caso del fugado.No va a tener Puigdi mejor oportunidad para eludir la cárcel, los juzgados, el banquillo y la condena pública, por muy pequeña que ésta sea. Huyó en el maletero, dejando en la estacada a los suyos, porque no soporta ni tan siquiera el calabozo. Por eso tensa la cuerda, bravea y pide más. Pero al final aceptará. El gordo sólo toca una vez. Y la amnistía es un gordo gordísimo. Que está ya atado, según la gente de ERC, enfangada en su propio berenjenal. De triunfar la absolución al procés, como parece, el candidato republicano tendría que ser Junqueras, no Aragonés, y a ver cómo se traga semejante sapo el molt honorable president. Aunque ERC tampoco será problema. Podría serlo Podemos, eso sí. Belarra no va a ejercer de muerta en el funeral morado. En la crisis de Gaza, la única que dice algo distinto a los demás es Belarra. La oposición al Gobierno dentro del Gobierno. Papel que no sabe hacer Yolanda, a la que odian ya tanto o más que a Errejón. Los cinco podemitas no se van a quedar quietos mirando como la vicepresidenta los liquida. No señor.
Aunque de lo que se habla ahora en los cenáculos peperos es de la mutación constitucional. Apunten bien. Lo que prepara el Frankenstein-2, según murmura el entorno feijoano, es cambiar la Constitución pero sin tocar su texto. ¿Cómo así? Pues a través de la holgada mayoría progre del TC de Pumpido. Cualquier cosa que lleve la oposición al Alto Tribunal será tumbada en favor de las tesis del Gobierno, se llame amnistía, sentencia de los ERE, renovación del CGPJ o referéndum de autodeterminación. El TC dirá que es constitucional incluso lo que evidentemente no lo es. A eso le llaman constructivismo. Una Constitución nueva sin cambiar el texto de la actual ni su vigencia. Lo que diga el TC irá a misa. No hay Magistratura más alta que pueda revocarlo. Sólo le quedaría a la oposición la ventanilla de Europa. Artículo 7 por vulneración del Estado de Derecho, y que sea lo que Dios quiera. Tal es ahora el ambiente genovés.
TITULO: ESPAÑOLES POR EL MUNDO - Lombardía,.
Lombardía,.
foto / Situada al norte de Italia, Lombardía es una de las
regiones más pobladas de toda Europa -con más de 10 millones de
habitantes-, la zona de Italia con mayor renta per cápita, y también de
las más visitadas del país. Su capital, Milán, epicentro global de la industria de la moda; el Lago de Como, Brescia o Bérgamo, algunos de los atractivos turísticos de Lombardía y también el lugar de residencia de varios andaluces.
Al tiempo que el programa realiza una ruta por el norte de Italia.
“Vamos a conocer a un protagonista por ciudad, y a viajar por las
ciudades más bonitas de la región lombarda”, adelanta Posadas.
La ruta lombarda comenzará por Milán y, en concreto, por su famosa plaza del Duomo. Ahí nos recibirá Samira, sevillana que lleva casi 20 años por Italia. Junto a ella el espacio visitará los principales atractivos turísticos y gastronómicos de la capital lombarda, y su recién abierta galería artística.
Alicia, de Huelva, recibe al programa en el lago de Iseo, un pueblo de 9.000 habitantes situado cerca de su ciudad de residencia, Brescia. Llegó a Italia hace 22 años y se quedó por amor. De hecho, está embarazada de su segundo hijo. Junto a ella el espacio recorrerá la isla de Montisola, situada dentro del propio lago de Iseo; dará un paseo por Brescia y probará comida típica del norte de Italia.
La ruta seguirá en Bérgamo, una de las ciudades con más encanto del norte de Italia. Ahí nos recibe Javi, de Villanueva del Rey (Córdoba), que lleva dos décadas en un país al que llegó por amor y se quedó por apego. Llevará a los espectadores a conocer la ciudad…y a Silvia, sevillana que también lleva 20 años en Lombardía, con la que el programa continuará su ruta.
El viaje concluirá en Pavía, ciudad universitaria y medieval en la que vive María José, jienense que lleva 15 años viviendo en esta ciudad bañada por el Río Tesino. La última protagonista del espacio enseñará al programa el centro urbano y los principales monumentos de Pavía.
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