domingo, 5 de julio de 2015

DESAYUNO - CENA - DOMINGO - LUNES - Basque Culinary Center: La factoría de chefs,./ TRAZOS, Chavín de Huántar: Bienvenidos al teatro del más allá ,.

TÍTULO: DESAYUNO - CENA - DOMINGO - LUNES -Basque Culinary Center: La factoría de chefs,.

LA FACTORIA DE CHEFS,.

La academia

Basque Culinary Center: La factoría de chefs

Era el sueño de los grandes de la cocina vasca. «Ya que no encontramos cocineros a la altura, formémoslos», se dijeron. Ahora, cuatro años después de su apertura, el Basque Culinary Center, la primera Facultad de Ciencias Gastronómicas de España, entrega mañana los primeros títulos de su historia. Arzak, Subijana, Berasategui... tienen ya herederos.
Cuando entramos aquí, preguntabas a ver quién quería ser cocinero y todos levantábamos la mano. Decíamos cosas como yo voy a por la estrella [Michelin, claro]. Si preguntas hoy, de los 60 que estamos a punto de graduarnos, ¡levantarían la mano cuatro!».Habla Esther García Vicente, vallisoletana de 28 años que pertenece, como su novio, Kerman Gómez, de 27, a la primera promoción del Basque Culinary Center. Cuatro años después de su inauguración, esta Facultad de Ciencias Gastronómicas, ligada a la Universidad de Mondragón y pionera en España, entrega sus primeros títulos de grado en Ciencias Gastronómicas.
La mayoría de sus alumnos pasaron antes por módulos de Formación Profesional y carreras como Turismo o Pedagogía Infantil. Ahora, todo el mundo piensa en ellos como los próximos Adrià, Roca, Arzak, Subijana y demás. No sería extraño que sigan sus pasos, pero ese no es el objetivo. No el único, al menos. 
Aquí se forman cocineros, sí, grandes cocineros incluso, con dominio de las técnicas más vanguardistas. Pero también jefes de sala, gestores o profesionales orientados a la industria. «Nuestra responsabilidad es abrirles la mente explica Joxe Mari Aizega, director del Basque Culinary Center. Demostrarles que estudiando aquí puedes trabajar de jefe de cocina, pero también de investigador en el CSIC o como gerente de una empresa de eventos en Londres».
La matrícula por curso cuesta 8720 euros, con prácticas en algunos de los establecimientos más prestigiosos de España y del extranjero, aunque esto último solo en tercer curso. A lo largo de cuatro años recibirán clases de Sistemas y Procesos de Producción en Cocina, Sumillería, Gestión de la Restauración, Estadística, Biología, Historia y Sociología de la Alimentación Gastronómica... «Quizá no hemos profundizado al cien por cien en todo dice Kéril Gómez, estudiante de 25 años que se gradúa este 6 de julio, pero hemos entendido todos los temas relacionados con la gastronomía, con el acto de comer: biología, física, química, nutrición...». ¿Planes para el futuro? «¡Tener una granja y vivir en ella! afirma. Y hasta que lo consiga, lo que venga. Me flipa cocinar, en cualquiera de los ámbitos. Pero también la gestión, la innovación...».
Los estudiantes optan, a partir de tercero, por alguno de estos tres itinerarios: Vanguardia Culinaria; Innovación, Negocio y Emprendizaje; e Industria Alimentaria. Kéril ha cursado esta última opción y, para su proyecto final, buscó el modo de reducir el uso de aceite de palma en una gran empresa de chocolates. «Es un aceite muy bueno desde un punto de vista industrial, pero tiene muchos ácidos grasos saturados. Además, la alta demanda provocó la aparición de producciones ilegales, sobre todo en Costa de Marfil, que inundaron el mercado». En Francia, de hecho, le han declarado la guerra, y la industria busca el modo de reducir su presencia. Y ahí está Kéril para ayudarlos. Claro, que al mismo tiempo anda con un food truck con unos amigos. «Nuestro perfil explica este ilicitano es el de un profesional consciente de los riesgos y de la responsabilidad que implica dar de comer a alguien. La nutrición y la salud son más importantes que la técnica más vanguardista».
Y hay una frase que se repite como un mantra aquí, hablando con estudiantes, profesores y tutores. «Lo que importa es el porqué». No se trata de reproducir una receta ni de preparar un buen plato o un menú. Siempre tiene que haber un porqué, y la respuesta la dan todos estos ingredientes: la técnica, la química, la psicología, la gestión empresarial... «Coge a diez abuelas o a diez cocineros, y cada uno tendrá una forma de cocinar diferente», explica el chef Luis Arrufat, profesor de un Máster en Cocina, Técnica y Producto en el centro, con pasado en las cocinas de Mugaritz, Arzak y El Bulli. «Podemos enseñar unas técnicas y unas herramientas, pero a cocinar se aprende con la experiencia. Lo más difícil subraya es enseñar a tener criterio. Esto no se enseña explicando cómo realizar un salteado o un blanqueado. Lo importante es que cada uno desarrolle su propio concepto de cocina. Y eso es un trabajo personal».
Cuando el centro echó a andar, era el único en España. Ahora, las cosas están cambiando. A finales de junio, por ejemplo, arrancó en la Universidad de Barcelona el curso Cocina y Ciencia, que une a chefs como Jordi Roca con científicos. El modelo nace con el ojo puesto en un célebre curso de la Universidad de Harvard: Science and Cooking (Ciencia y Cocina). En el caso de la universidad condal, sin embargo, entre los alumnos no habrá solo científicos, sino también cocineros.
Asimismo, la Universidad de Valencia ya ha anunciado que el próximo curso arrancará el Grado en Ciencias Gastronómicas, con duración de cuatro años y 240 créditos universitarios.
La cocina, por lo visto, ha entrado en la universidad y lo ha hecho para quedarse. Es una vieja demanda de los propios chefs. Subijana, Arzak, Aduriz, Berasategui o Arbelaitz todos ellos parte del patronato del Basque Culinary Center venían demandando un centro que formara a profesionales con un perfil que nunca conseguían encontrar. Y no es casual que este centro haya surgido en San Sebastián. «La nueva cocina vasca nació en los años 70 explica Joxe Mari Aizega. Han sido 40 años de innovación de la mano de estos chefs, que han tenido contacto con científicos, artistas... Y al mismo tiempo buscaban profesionales formados en un centro que atendiese a esta concepción amplia de la cocina». Fruto de su empeño, nace el innovador Basque Culinary Center. Y ahora se gradúa su primera hornada de estudiantes.
Un deseo satisfecho.
Los grandes nombres de la cocina vasca echaban de menos un perfil de cocinero formado a la altura de sus exigencias. De ahí surgió el embrión del proyecto, que empezó a gestarse sobre el papel en 2008. Tres años después abrió sus puertas.

La escuela
Abrió sus puertas en 2011. Este 6 de julio se gradúa la primera promoción, formada por más de 50 estudiantes. En la selección se pasan pruebas psicotécnicas y de trabajo en grupo, y se valora la experiencia previa. Los alumnos trabajan en el centro y realizan prácticas. En tercero montan su propio restaurante en grupos de ocho. Si ganan dinero, se lo reparten. Si pierden, echaran horas en las cocinas del centro. Una cuarta parte viene de Canadá, China, Brasil, México...

Técnicas de vanguardia
Luis Arrufat (primero por la izquierda) pasó por las cocinas de Arzak o El Bulli antes de ser coordinador técnico de másteres y cursos. «Lo importante resume es enseñar a tener criterio, que no se limiten a copiar recetas».

Con denominación de origen
Una clase de cata orientada, en esta ocasión, a descubrir los matices de la Denominación de Origen de Toro (en Zamora y Valladolid). La de sumiller es una de las salidas posibles para los estudiantes y asignatura obligatoria.
Bombonería creativa
«Si alguno tiene la cabeza fría y el corazón caliente, ¡que meta las manos en agua fría antes de tocar el chocolate!», exclama Ramón Morató, profesor invitado, en un curso de bombonería creativa, mientras los alumnos prueban sus propias creaciones.

Los alumnos
IÑIGO GORDOBIL Vitoria. 28 años. Especialidad: Vanguardia Culinaria.
"Ya tengo una invitación para ir a trabajar a Sudáfrica"
Tu trabajo final se centra en Mugaritz, ¿por qué? Fui a comer allí y aluciné. ¡Me di cuenta de que estoy intoxicado!
¿En qué sentido? Es que es un restaurante que va un paso más allá. Ahora estoy documentando su historia, sus recetas, su proceso creativo...
¿Qué pasará después de la graduación? Seguiré en Mugaritz un tiempo. Después quiero moverme y viajar. Tengo una invitación para ir a Sudáfrica.

ESTHER GARCÍA Valladolid. 28 años. Especialidad: Innovación, Negocio y Emprendizaje.
"Ahora, me voy a Soria para trabajar en una empresa de 'catering'"
¿Cuál ha sido tu trabajo final? Una propuesta para una empresa que no explotaba su entorno gastronómico y al que quería sacar partido.
¿Y les gustó? Salió muy bien. Fueron dos meses para organizarlo todo, sin parar.
¿Qué pasará después de la graduación? Me iré a Soria a una empresa de catering, capaz de organizar tres bodas para 200 personas en un mismo día. Me interesa ver cómo organizan algo así.

KÉRIL GÓMEZ Elche. 25 años. Especialidad: Industria Alimentaria.
"Estoy abierto a lo que sea, innovar en un restaurante o en la industria"
¿Qué te trajo aquí? Mi familia tiene un hotel en Elche y mi padre es el jefe de cocina. Trabajaba en Londres cuando vine a hacer las pruebas de acceso.
¿Cómo son las pruebas? Hay un psicotécnico, inglés y evalúan tu capacidad para trabajar en equipo, aceptar críticas, liderar a un grupo...
¿Qué pasará después de la graduación? Estoy abierto a lo que sea. Adoro cocinar, pero también la gestión, crear una salsa o innovar en un restaurante o en la industria.

Los Fundadores
Pedro Subijana Restaurante Akelarre. Tres estrellas Michelín
"A algunos de estos chavales se le ha subido el pavo a la cabeza. Ya se lo bajará la vida"
Miembro del patronato del Basque Culinary Center, junto con Juan Mari Arzak, Martín Berasategui, Andoni Luis Aduriz, Karlos Arguiñano, Eneko Atxa e Hilario Arbelaitz.
xl. Detrás de la idea de este centro se encuentran usted y otros integrantes de la nueva cocina vasca...
P.S. Esto es fruto de un empeño de muchos años por conseguir un centro de este tipo. No todo el mundo que quiere ser cocinero va a hacer un grado universitario de cuatro años, pero queríamos que al menos los que tienen interés y medios pudiesen hacerlo.
xl. ¿Qué echaban de menos?
P.S. Yo me formé en la Escuela de Hostelería de Madrid, la única que existía entonces, y más tarde en la escuela del hotel Euromar en Zarauz. Siempre me ha parecido que ese abismo que se establece a los 16 o 17 años entre quien opta por la universidad y quien opta por FP era injusto y malo para todos. Siempre he lamentado que un cocinero no tuviera la opción de cursar estudios a otro nivel, con un currículo tan denso como el que ofrece el Basque Culinary.
xl. ¿Le hubiese gustado estudiar aquí?
P.S. Me dan una envidia terrible estos chavales.Me da pena no tener su edad para empezar ahora a estudiar.
xl. ¿Qué vinculación tiene con el centro?
P.S. Somos los ideólogos. Orientamos, aconsejamos, opinamos y formamos parte de su patronato, junto con algunas empresas. Cuando hay un curso nuevo, por ejemplo, doy una clase magistral.
xl. ¿Es casual que nazca en una ciudad como San Sebastián?
P.S. En absoluto. Nosotros, en aquello que se dio en llamar la nueva cocina vasca, rompimos muchos corsés. Demostramos que el argumento de que las cosas se hacen de una manera determinada porque siempre se han hecho así no es válido. Pero, sobre todo, conseguimos olvidarnos del sentimiento de competencia entre unos y otros. Todos trabajábamos en colaboración. Es lo que después se ha dado en llamar coopetición: competencia, sí, pero colaborando. Y es uno de los aspectos que más me preocupa respecto a estos chavales jóvenes.
xl. ¿En qué sentido?
P.S. Al ser el primer centro de esta categoría, los chavales han tenido mucho protagonismo, algo peligroso para un estudiante que debe ser consciente de que, ante todo, está aprendiendo a aprender. En algún caso veo que se le ha subido un poco el pavo a la cabeza. Es inevitable. Pero ya se lo bajará la vida.


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  •  Desayuno,. A las 7 de la mañana
     «Tomo fruta, café con leche y pan biológico, con todas las semillas posibles, con aceite de oliva. Hoy he añadido dos huevos fritos, por si no llego a comer en casa».

    Cena, Una tortilla de queso, lechuga - tomate, pan , beber agua,  postre un vaso de leche,.
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  • TÍTULO: TRAZOS, Chavín de Huántar: Bienvenidos al teatro del más allá ,.


Arqueología

Chavín de Huántar: Bienvenidos al teatro del más allá - foto,.



Hace 3300 años, mucho antes de los Incas, los chamanes de los Andes peruanos lograron detentar el poder sin necesidad de ejército. Y lo conservaron durante ocho siglos. ¿Su arma secreta? Un imponente templo-teatro con una sofisticada técnica hidráulica y acústica que convencía a sus miles de súbditos de que hablaban con los dioses. Una exploración arqueológica y un documental se adentran en el primer gobierno teocrático de Sudamérica.



El centro ceremonial de Chavín de Huántar es una obra arquitectónica y de ingeniería hidráulica sobrecogedora. No en vano su objetivo era quebrar la voluntad y manipular las almas de los visitantes.
El monumento ubicado en la actual región de Ancash, en el corazón de los Andes peruanos está surcado por un laberinto de canales subterráneos que drenaban el agua que bajaba de las montañas circundantes. En estas misteriosas galerías los sacerdotes iniciaban a los peregrinos, que viajaban hasta allí desde lugares muy lejanos: oscuros corredores de piedra en los que los peregrinos sufrían el trance iniciático. Tras hacerles ingerir sustancias alucinógenas, los sacerdotes los aislaban. Por medio de efectos luminosos, sonoros y olfativos, manejaban sus estados de ánimo y los llevaban a profundos estados de conciencia alterada.
Hasta ahora se han descubierto unos seis kilómetros de canales, lo que supone un seis por ciento de la totalidad que queda por desenterrar. Es una obra colosal al servicio del primer gobierno teocrático de Sudamérica. Los chamanes se convirtieron en una casta de sacerdotes que ostentaron el poder durante ochocientos años sin necesidad de ejército. Aquí se jerarquizó para siempre la sociedad.
Usar el agua para manipular conciencias. 
A 3200 metros de altitud, Chavín de Huántar se edificó en varias fases. El acarreo de piedras de granito blanco, caliza y cuarcita, de hasta diez toneladas de peso, tuvo que suponer la movilización de un número ingente de personas. Chavín muestra el grado de desarrollo tecnológico al que llegaron en esa época. Los edificios han sobrevivido a terremotos y avalanchas que los dejaron casi totalmente sepultados. Pero lo más sorprendente y misterioso son los canales de agua. Los planificaron y construyeron antes de edificar encima de ellos las enormes pirámides truncadas. Los hay estrechos; otros son anchos y altos. Todos tienen requiebros, desniveles, represas y trampillas que servían para manipular el sonido del agua. Podían provocar verdaderos estruendos que quebrarían el ánimo de los peregrinos que permanecían a oscuras en las galerías de iniciación.
Los alucinógenos. 
Pero no solo del sonido se valían los chamanes. En las estelas de piedra vemos a sacerdotes que caminan llevando cactus de San Pedro en sus manos, la planta sagrada del culto religioso. En el norte del Perú, los curanderos aún emplean el jugo de este cactus en sus ceremonias de invocación y sanación. Los hay de varios tipos según las estrías que tienen. Los más apreciados son los que tienen cuatro. Los llaman de los Cuatro Vientos, porque abren caminos en las cuatro direcciones geográficas. Tras cocerlos durante seis o siete horas obtienen la mezcalina, el alcaloide visionario que beben en las ceremonias nocturnas para experimentar los vuelos psicodélicos.
Maestros de los efectos especiales. 
Los chavinos, además, mantenían contacto con grupos selváticos del Amazonas, que les aportaban animales, pieles, plumas... y lo más importante: habas negras de yopo y cortezas de virola, con las que preparaban rapes alucinógenos para ser inhalados por las fosas nasales. Elaboraban distintos cócteles alucinógenos. En cada situación utilizaban los más adecuados para conseguir los efectos visionarios que pretendían.
Los sacerdotes provocaban diferentes efectos en los peregrinos para inducir sus visiones. Mediante espejos de antracita, de los que se han encontrado muchos en las excavaciones, lograban reflejar la luz solar en el interior de los corredores. Utilizaban inciensos para sosegar a los que se estaban iniciando, pero luego los llevaban al estrés mediante los estruendos producidos por la irrupción del agua en los canales y el sonido de los pututus, las caracolas Strombus, que eran el principal instrumento religioso.
Los estudios de arqueoacústica realizados en el interior de las galerías demuestran que la forma en que el sonido se propaga en cada corredor es diferente, lo que provoca una singular desorientación. Hay espacios que discriminan todos los sonidos, excepto la nota nativa del pututu, la cual amplifican y transmiten con una extraordinaria resonancia.
El lanzón: solo para iniciados. 
Según John Rick, profesor de Arqueología de la Universidad de Stanford y director de las actuales excavaciones arqueológicas en Chavín, cada galería subterránea se utilizaría para un nivel distinto de iniciación. Probablemente, los devotos tardarían años en llegar al último nivel y en convertirse en miembros del culto. Solo los elegidos llegaban hasta la cripta del Lanzón, una angosta cámara en la que se encuentra un monolito esculpido, de granito blanco, de cuatro metros de alto. Su imagen es aterradora. Siempre se ha pensado que se trataba de la representación de un dios: el dios sonriente de los Andes; pero actualmente estudiosos como John Rick opinan que es la representación de un hombre transformado, un ser zoomorfo con grandes colmillos de felino, serpientes y garras. Llegar al Lanzón era la prueba final. En profunda enajenación mental por la ingestión de sustancias alucinógenas, el aspirante tenía que enfrentarse en soledad a la pavorosa imagen del Lanzón.
Enigmas por descubrir.
Pese a las excavaciones arqueológicas que se vienen realizando, Chavín de Huántar sigue constituyendo el gran enigma de los Andes. Todavía no se ha encontrado ningún contexto funerario. No se sabe qué hacían con sus difuntos. Tampoco está clara la evolución tecnológica que tuvieron los chavinos hasta llegar a construir esta colosal obra. ¿De qué fuentes bebieron? No se han encontrado otras construcciones anteriores que lo expliquen. Sin duda, las excavaciones arqueológicas desvelarán en los próximos años muchos de los secretos que todavía permanecen enterrados entre sus ciclópeos muros.
En busca de respuestas
Chavín de Huántar era un gran teatro. Un decorado para que los sacerdotes representasen el drama litúrgico. Ante la mirada de los peregrinos que se situaban en la plaza mayor del templo, ponían en escena una compleja coreografía que reafirmaba su poder como hombres ungidos por los dioses. Los sacerdotes y el culto se mantenían con las ofrendas que realizaban los peregrinos que llegaban al centro ceremonial en busca de respuestas. Querían saber las noticias de los dioses, las predicciones meteorológicas, los calendarios agrícolas y los métodos de irrigación y renovación de las tierras de cultivo.
Se han descubierto unos seis kilómetros de canales solo un seis por ciento del total con desniveles y represas para manipular el sonido del agua
Sacerdotes e inframundo
En las piedras se representaba a los sacerdotes como hombres transformados en bestias, con colmillos felinos, garras en manos y pies, y serpientes en la cabeza. Eran atributos de poder que los definían como seres extraordinarios. Tras la ingestión de sustancias visionarias realizaban vuelos chamánicos hasta el inframundo y se reunían con sus deidades. Se proclamaron los mensajeros de los dioses. Este era el dogma que inculcaban a los devotos para ganarse su respeto y obediencia.

Lenguaje secreto
La cerámica Chavín era muy refinada.Las tallas en piedra representaban conceptos abstractos, que solo los iniciados podían entender. Era un lenguaje encriptado que separaba a los que conocían los secretos del culto de los que los ignoraban. Las vasijas que fabricaban los alfareros eran de uso ritual. Debieron de tener una gran producción, por la cantidad de fragmentos encontrados.


* El sonido que emitían con las caracolas Strombus era un poderoso 'efecto especial'.

* Así era el gran 'teatro' Estaba formado por construcciones piramidales truncadas y plazas cuadrangulares y circulares semihundidas. Los peregrinos llegaban de sitios diversos, a veces desde más de mil kilómetros de distancia. Solo algunos podían participar en los rituales del interior.
Para saber más Chavín de Huántar, el teatro del más allá. Documental de Odisea y Wanda Films.

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