foto-- MÓNICA NARANJO CANTANTE,
Disfruto con la tele y sufro con la música,.
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Mónica Naranjo se pasa a la competencia y será jueza de 'Pequeños gigantes' (Telecinco). «Cuando veo a esos niños pienso: 'Yo a su edad era tonta'»,.
No es lo mismo poner firmes a Los Chunguitos o a Arturo Valls que a un equipo de niños talentosos. Mónica Naranjo (Figueras, Girona, 1974) es la nueva jueza de 'Pequeños gigantes', que Telecinco va a grabar este verano. Experiencia ya tiene, porque durante tres temporadas puso nota a las actuaciones de 'Tu cara me suena', en la competencia. Por cierto, que allí ya le han buscado sustituta y en la próxima edición del 'talent show' de Antena 3 ejercerán de juezas Lolita y Shaila Durcal.
¿Qué tiene que tener un pequeño para ser gigante?Aquí todos lo son de alguna forma. Me he dado cuenta de que son muy disciplinados. Vengo de hacer varios 'talent shows' con adultos y los niños tienen más rigor, más disciplina e ilusión.
Se ha mudado de Antena 3 a Telecinco. ¿Qué ha pasado?Ha sido todo sin pensar, soy una persona muy inquieta porque no creo que la comodidad me vaya bien, necesito evolucionar. Cuando me llamaron de Telecinco necesitaba un cambio, no solamente musical, también un cambio después de estar tantísimo tiempo haciendo 'Tu cara me suena'. Además, esta cadena me ha ofrecido hacer otras cosas interesantísimas.
¿Cómo qué?¡Ah, eso no te lo puedo decir! (risas). Tengo proyectos con ellos.
¿Es bueno que haya tanto programa de niños en la tele?¡A mí me encantan! A los que nos gustan los niños no nos importa verlos a todas horas. Es importante tener 'talent shows' para niños y también para adultos. Desgraciadamente es el único mecanismo que se tiene hoy para poder seguir sumando a la cultura.
¿Qué pide a los niños?Lo que le pediría a un adulto, porque cuando son pequeños son mucho más esponjas, tienes más facilidad para corregirles los vicios que a una persona de 22 años.
¿De niña se habría apuntado a un 'talent'?No habría sido capaz. Cuando veo a estos chicos salir al escenario me quedo embobada y pienso: 'Yo a su edad era tonta'. No era tan espabilada, no tenía esa garra. ¡Los tiempos cambian!
Sin pánico escénicoSeguro que le ha costado no emocionarse.Es que hay unos momentazos... Porque los ves tan pequeños y tan grandes... Entran con una tranquilidad al plató, con una paz, no es ese nervio y ese miedo que vamos almacenando conforme acumulamos experiencia. Lo que ahora se llama pánico escénico.
¿Qué está aprendiendo?Sobre todo a morderme la lengua porque soy una persona muy directa. Aquí tienes que controlarte, tienes que ser siempre sincera pero buscando la manera de decir lo mismo sin ser bruta.
¿Eso es un aviso a Flo?No, a él se le permite todo. Yo le pincho para que diga todo. En el fondo verbaliza lo que todos estamos pensando y ninguno nos atrevemos a decir. Desgraciadamente yo no tengo esa gracia.
¿Mejor plató o escenario?Son dos mundos distintos. Yo siempre digo que la televisión la disfruto y la música la sufro.
¿Los cantantes necesitan la televisión?No estoy de acuerdo con eso, no vengo a televisión a hacer promoción de mis discos o conciertos.
Se la reclama en Eurovision.Pues se van a quedar esperando para rato. Eurovision es la mentira más grande que existe dentro del mundo de la música. Este año Edurne ha hecho una interpretación perfecta y quedó relegada al puesto 21. ¡Qué vergüenza! Me sentí engañada. Alemania me encantó y le dieron cero puntos. ¿Qué mierda es esa?,.
TÍTULO: ME RESBALA - EL LIBRO ELECTRÓNICO SE DESPLOMA,.
ME RESBALA - EL LIBRO ELECTRÓNICO SE DESPLOMA,. fotos,.
La edición de libros se desploma,.
Gracias al registro del ISBN de 2013, que el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte acaba de publicar, descubrimos que 2013 fue el año de mayor caída,.Gracias al registro del ISBN de 2013, que el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte acaba de publicar, descubrimos que 2013 fue el año con mayor destrucción de editoriales. La suma total es de 2.750, muy por debajo de las 3.032 empresas editoras registradas en el año 2009, y 85 menos que en 2012. El descenso de editoriales también se refleja en la caída de títulos publicados: de 96.910, en 2012, a 81.132, en 2013, un 16,3% menos. La industria editorial padece la crisis de consumo, que ha fulminado la ansiedad productiva con la que se había comportado en las últimas temporadas.
Nunca hasta el momento se había vivido un desplome de títulos publicados tan grave. Y, a pesar de ello, es una situación que reclamaban los libreros a los editores desde que las novedades empezaron a convertirse en pasado a las dos semanas. Entre 2011 y 2012, la caída de títulos en el mercado fue del 7%; y entre 2010 y 2011, del 1,1%. Ni siquiera en el año que más crecieron los títulos en las librerías españolas, el paso fue tan exagerado: de 2007 a 2008 hubo un 9,41% más de títulos.
Los grandes grupos editoriales menguan y aumentan las empresas pequeñas y medianasLas cifras señalan a 2010 como el año de mayor volumen en la burbuja editorial española, gracias a la inscripción de 105.255 títulos. Un espejismo. A partir de ese momento, el mercado y las empresas van en caída libre. Sin embargo, el sector todavía se mantiene muy por encima de los 55.433 libros inscritos en el año 2000. De esta manera, la media de títulos publicados al año asciende a 30, cuatro menos que el año anterior. Estas cifras sólo hacen referencia a las editoriales privadas, se excluyen las ediciones públicas.
Además, la estadística muestra otro dato importante: la edición española de libros mantiene en 2013 la polarización, pero con un movimiento insólito: los grandes grupos menguan y aumentan las empresas pequeñas y medianas. Las grandes editoriales, que publican más de 700 títulos al año, produjeron el 21% del total de libros inscritos en el ISBN. Sin embargo, el frenazo en libros publicados supone el mayor recorte vivido jamás en la parte alta de la tabla de la industria: estos monstruos han pasado de publicar 29.195 títulos nuevos a 17.045, un 41,6% menos. La caída se torna espectacular si tomamos como referencia el año en que estas grandes empresas produjeron más, 2011: 34.602 inscritos en el ISBN. Dos años más tarde se publica 50,7% menos.
La caída coincide, obviamente, con la desaparición de casi la mitad de editoriales (de 19 se pasa a 10) que tiraban más de 700 títulos por temporada. Es decir, menos editoriales grandes, produciendo casi un cuarto de todos los títulos que se publican. En el otro extremo se encuentra el dato llamativo: las empresas que más crecieron en 2013 fueron aquellas que publicaron entre 10 y 19 libros anualmente, con 37 nuevas y un total de 426 editoriales. Apenas suponen el 6% del volumen de títulos inscritos. Y crecimiento de las "editoriales de clase media", que publican entre 100 y 199 títulos, y que han pasado de ser 92 a 99, con una cuota de libros inscritos del 14,2% (13.752).
Gracias al registro del ISBN de 2013, que el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte acaba de publicar, descubrimos que 2013 fue el año con mayor destrucción de editoriales. La suma total es de 2.750, muy por debajo de las 3.032 empresas editoras registradas en el año 2009, y 85 menos que en 2012. El descenso de editoriales también se refleja en la caída de títulos publicados: de 96.910, en 2012, a 81.132, en 2013, un 16,3% menos. La industria editorial padece la crisis de consumo, que ha fulminado la ansiedad productiva con la que se había comportado en las últimas temporadas.
Nunca hasta el momento se había vivido un desplome de títulos publicados tan grave. Y, a pesar de ello, es una situación que reclamaban los libreros a los editores desde que las novedades empezaron a convertirse en pasado a las dos semanas. Entre 2011 y 2012, la caída de títulos en el mercado fue del 7%; y entre 2010 y 2011, del 1,1%. Ni siquiera en el año que más crecieron los títulos en las librerías españolas, el paso fue tan exagerado: de 2007 a 2008 hubo un 9,41% más de títulos.
Los grandes grupos editoriales menguan y aumentan las empresas pequeñas y medianasLas cifras señalan a 2010 como el año de mayor volumen en la burbuja editorial española, gracias a la inscripción de 105.255 títulos. Un espejismo. A partir de ese momento, el mercado y las empresas van en caída libre. Sin embargo, el sector todavía se mantiene muy por encima de los 55.433 libros inscritos en el año 2000. De esta manera, la media de títulos publicados al año asciende a 30, cuatro menos que el año anterior. Estas cifras sólo hacen referencia a las editoriales privadas, se excluyen las ediciones públicas.
Además, la estadística muestra otro dato importante: la edición española de libros mantiene en 2013 la polarización, pero con un movimiento insólito: los grandes grupos menguan y aumentan las empresas pequeñas y medianas. Las grandes editoriales, que publican más de 700 títulos al año, produjeron el 21% del total de libros inscritos en el ISBN. Sin embargo, el frenazo en libros publicados supone el mayor recorte vivido jamás en la parte alta de la tabla de la industria: estos monstruos han pasado de publicar 29.195 títulos nuevos a 17.045, un 41,6% menos. La caída se torna espectacular si tomamos como referencia el año en que estas grandes empresas produjeron más, 2011: 34.602 inscritos en el ISBN. Dos años más tarde se publica 50,7% menos.
La caída coincide, obviamente, con la desaparición de casi la mitad de editoriales (de 19 se pasa a 10) que tiraban más de 700 títulos por temporada. Es decir, menos editoriales grandes, produciendo casi un cuarto de todos los títulos que se publican. En el otro extremo se encuentra el dato llamativo: las empresas que más crecieron en 2013 fueron aquellas que publicaron entre 10 y 19 libros anualmente, con 37 nuevas y un total de 426 editoriales. Apenas suponen el 6% del volumen de títulos inscritos. Y crecimiento de las "editoriales de clase media", que publican entre 100 y 199 títulos, y que han pasado de ser 92 a 99, con una cuota de libros inscritos del 14,2% (13.752).
El ISBN también apunta que la mayoría de los libros que se publicaron en 2013 tenían un precio entre 10 y 15 euros, el 20% del total. Siempre ha sido el rango de precio mayoritario, pero nunca había tenido tanta presencia sobre el resto de precios. Curiosamente, los editores no han publicado más libros más baratos en años de crisis.
El 74% publicado es en papel y el resto en “otros soportes”, pero el precio se comporta de diferente manera. Si en papel mandan los 10-15 euros por libro, en los otros soportes (esencialmente el digital), el precio más promovido es el de 2,5 a 5 euros. Crecen mucho los libros electrónicos puestos a la venta por menos de 2,5 euros.
En cuanto a los nuevos soportes, la edición electrónica se ha comportado en 2013 con una ligera caída de algo más de 1.000 títulos. El único formato electrónico que ha crecido en esta temporada ha sido el ePub, que pasa de producir 7.328 a 8.084 títulos, el 34,9% de lo publicado, superando por primera vez a los archivos en Pdf. El ISBN también confirma la muerte del CD-ROM: de 3.451 títulos, en 2013 se inscriben 2.108. Tan sólo es el 9,1% del volumen producido. Los datos han hablado.
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