Un cáncer fulminante se ha llevado la vida de uno de los mejores
escritores de la literatura española contemporánea. Rafael Chirbes ha
muerto este sábado a causa de un cáncer de pulmón irreversible que le
fue detectado el pasado lunes, después de ingresar en el hospital. Ha
muerto a la edad de 66 años.
Aunque el estado de salud del escritor valenciano era precario por
diversas dolencias, su fallecimiento ha sido una gran sorpresa en su
círculo más cercano. En los últimos meses, Chirbes había viajado a
Portugal y a varias ciudades españolas para promocionar sus libros. En
Madrid participó en la presentación de la novela de Sara Mesa, una
autora de Anagrama, la editorial que ambos compartían.
Chirbes, autor de En la orilla, Crematorio, y Los viejos amigos, obtuvo el Premio Nacional de la Crítica de 2007 y el Nacional de Narrativa en 2014.
Todos los galardones que le dieron se vieron acompañados por el éxito
de ventas de sus últimas novelas, algo que él decía no comprender bien
por la dificultad de su compleja pero maravillosa prosa. La adaptación
de la novela Crematorio para la serie de televisión de Canal +
proyectó su imagen a un público más amplio que el de sus novelas, si
bien Chirbes siempre buscó apartarse de los focos mediáticos. La novela
fue también un éxito en Alemania y fue traducida a diversos idiomas.
Sus últimas obras reflejan el desorden social, económico y político
en España, sobre todo a raíz de la crisis. Los pelotazos urbanísticos de
la costa levantina y las prácticas mafiosas de los empresarios y
políticos se mezclan con la amarga desazón de las amistades que se
corrompen por el poder y por el dinero. Todo ello relatado con un
dominio del lenguaje, de la narración y de los diálogos que merieron el
elogio de la crítica y de los lectores.De ideología de izquierdas,
Chirbes centró también parte de su temática en la pérdida de ideales y
de sueños de cambio social.
Nacido en la población valenciana de Tavernes de Valldigna en 1949,
vivía consagrado a la escritura recluido en la pequeña población
alicantina de Beniarbeig junto a sus dos perros. Sin embargo, el pasado
año salió de su retiro literario a la primera línea política y social
para participar en una plataforma muy crítica con el Gobierno del PP de
la Generalitat valenciana y pidiendo la reapertura de la televisión
pública valenciana RTVV.
TÍTULO: AL RINCON DE PENSAR MARTES 18 - ENTREVISTA - "EN FENOMENOS COMO EL DE LADY DI LA GENTE SIENTE ANTES DE PENSAR" ,.
AL RINCON DE PENSAR MARTES 18 - ENTREVISTA - "EN FENOMENOS COMO EL DE LADY DI LA GENTE SIENTE ANTES DE PENSAR" , fotos,.
P.-¿Sigue opinando lo mismo?
R.-Por supuesto.
P.-¿Dentro de cincuenta años habrá posters de Fidel?
R.-El mito del Che devorará a Fidel. Se dan componentes más
románticos con el Che que con Fidel. El mercado, que lo digiere todo,
terminó por incorporar al Che entre sus mercancías, incluso para el
consumo de los no rojos. Yo creo que si el Che despertara y viera que se
ha convertido en un producto de consumo, o se moría otra vez o no le
quedaría más remedio que felicitar al capitalismo.
P.-¿Que piensa de la movida española de la izquierda?
R.-En la política española, ahora mismo, existe un componente de
perversidad que dificulta mucho el análisis. De hecho se hace política
en los juzgados, en los medios de comunicación y a través de los equipos
de fútbol. Donde menos política se hace es precisamente en el
Parlamento. Se emprenden guerras personales que tienen poca
significación ideológica. Eso está provocando una movilización hacia lo
sentimental. Es el caso del asesinato de Miguel Blanco, por ejemplo, que
produjo una reacción de un poder emotivo muy grande, pero también muy
corto, porque no tenía sustento ideológico. O el fenómeno de lady Di, la
santa mediática que ha provocado algo parecido en términos planetarios.
Da la impresión de que al derribarse las ideas se abre paso lo
sentimental. La gente siente antes de pensar.
P.-Pero yo le preguntaba por la movida de la izquierda...
R.-Es lo mismo. Esa situación afecta mucho a la política. No
tanto a la derecha, porque la derecha defiende intereses, como a la
izquierda, que tiene la obligación de defender ideas. La actual división
me parece peligrosa, nefasta... Es lo peor que le puede pasar a la
izquierda.
P.-Volvamos a lo nuestro...
R.-¿Y que es lo nuestro?
P.-Suponga que el fútbol... ¿conoce a algún presidente de club que sea inteligente?
R.-.........
P.-¿Por qué lo duda tanto?
R.-... Bueno, no es fácil responder.... La mayoría son
inteligentes, pero inteligentes y ansiosos, o inteligentes y demagogos, o
inteligentes y.... Quiero decir que todos tocan los botones que les
aseguran la continuidad en el poder. No aspiran a otra cosa.
P.-Aspiran a servirse del fútbol para sus intereses particulares, que no es poco.
R.-También esa es una forma de mostrar la inteligencia. Tienen un
proyecto de vida y lo cumplen. Además, ser presidente del Valencia, o
del Barcelona, significa ser alguien socialmente y eso hace estragos con
la vanidad...
P.-¿El presidente del Valencia, Roig, habla valenciano o catalán?
R.-Habla valenciano y además se manifiesta contra el catalán.
Pero no me pida responsabilidades a mi. Eso es lo que dice y hace Roig.
P.-¿Juega usted al pádel?
R.-Sí.
P.-¿Lo reconoce abiertamente, sin ningún tipo de rubor?
R.-!Y que le voy a hacer! Me da mucha pereza correr sin más, el
fútbol no siempre es posible porque tienes que juntar a un mínimo de
gente para formar un equipillo. El pádel es cómodo, no exige problemas
de espacio y además...
P.-Está de moda.
R.-Está de moda, sí. En cualquier parte encuentras una pista de pádel.
P.- ¿Cuántas horas de fútbol televisado suele ver a la semana?
R.-No mucho. Discrimino y selecciono continuamente. A veces grabo
para ver algún trozo de partido que me interesa. Siempre enciendo con
desconfianza la televisión, en estos momentos es imposible digerir todo
lo que ofrecen los distintos canales... En el futuro digital tampoco
tengo puestas grandes esperanzas. Si hay mayor calidad, a lo mejor me
animo, pero la cantidad por la cantidad no me seduce.
P.-¿Aceptaría ir a Tómbola como estrella invitada?
R.-No. Rechazo casi todas las invitaciones que me hacen para
participar en programas de televisión, incluso como invitado. Aceptar
este tipo de ofertas es como dar permiso para que entren en una parcela
que yo considero intocable, aunque muchas veces los periodistas entran
sin llamar a la puerta... Voy también a poquísimos programas deportivos.
P.-Deduzco pues que en su caso el fútbol no perturba el equilibrio ecológico familiar.
R.-Lo perturba el ejercicio mismo de la profesión, no el fútbol
televisado. Durante mi etapa como entrenador del Valencia he vivido
medio separado de la familia. Es duro, pero también ha evitado malos
ratos, porque mientras trabajo resulta difícil aguantarme. Parezco un
autista.
P.-Su mujer deseará que pierda de vista el fútbol. Seguro.
R.-Digamos que cuando me echan no protesta.
P.-No quisiera ponerle en un compromiso, pero usted era -o es-buen amigo de Maradona.
R.-Sí. ¿Y?
P.-¿Sigue siendo un ídolo, Maradona?
R.-Es un personaje al que mucha gente quiere imitar, un personaje
polémico, amado, odiado, que provoca gran convulsión social, sobre todo
en Argentina... El error está en poner el acento sobre su vida privada.
Maradona es incomparable dentro de un campo de juego, pero también ha
convertido en espectáculo su vida y ahora está viviendo un drama
personal que conviene no imitar.
P.-Imagine que tiene una cena con la ministra de Cultura ¿Que tema de conversación le propondría?
R.-El fútbol.
P.-Hombre, eso sería cruel por su parte.
R.-Me temo que hablar de cine también sería ponerla en un
compromiso... A mi me gusta el fútbol. Forma parte del sentir popular y
siempre hay que hacer un esfuerzo por comprender aquello que interesa a
la gente.
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