lunes, 16 de diciembre de 2019

BOLIGRAFO Y LIBRETA - EL BINGO - Emilio Gutierrez Caba - Avanzamos entre tinieblas ,. / El Juego Rana - El Juego Oca - Un arbol genealogico con muchas tablas Irene Escolar ,. / EL JUEGO LA PERA - EL JUEGO RELOJ - El nuevo camino que lleva a Belén,. / El país de Luces y sombras de las LED navideñas,.

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  BOLIGRAFO Y LIBRETA - EL BINGO - Emilio Gutierrez Caba - Avanzamos entre tinieblas ,.  fotos,.


Emilio Gutierrez Caba -  Avanzamos entre tinieblas,.



Resultat d'imatges de avanzamos entre tinieblas provinciaEl veterano actor dirige La Cueva de Salamanca, Juan Ruiz de Alarcón, en el Teatro de la Comedia
Emilio Gutiérrez Caba (Valladolid, 1942) no necesita muchas presentaciones. Pertenece a una de las sagas teatrales más famosas de España y lleva más de cinco décadas sobre las tablas; lo que no es tan común es verle en las labores de director. Con La cueva de Salamanca, de Juan Ruiz de Alarcón, vuelve a llevar la batuta tras atreverse la temporada pasada con un texto de Cervantes, Escrito en las estrellas.
Resultat d'imatges de BOLIGRAFO Y LIBRETAParece que le ha cogido el gusto al Siglo de Oro...
Resultat d'imatges de EL BINGOPara mí fue un tiempo en el que las letras tienen un fulgor especial, se escribieron cosas extraordinarias. Hay un libro muy interesante que recopila 900 obras de aquellos años. De ellas, casi 90 se podrían representar cíclicamente porque son las que enriquecen de verdad nuestro teatro. Eso no lo tiene ningún país occidental. En Inglaterra, están a Marlowe y a Shakespeare, que apenas tiene 33 obras. En cambio, nuestro plantel es asombroso: Calderón, Lope, Tirso, Ruiz de Alarcón, Rojas Zorrilla... Hay muchísimos, que escriben como los ángeles, y con argumentos muy distintos.
¿Por qué eligió la versión de La cueva de Salamanca de Ruiz de Alarcón en vez del entremés de Cervantes, que es más conocido?
Efectivamente, la versión de Cervantes es más famosa, pero también muy corta... Creí que era interesante dar a conocer parte de la de Ruiz de Alarcón, porque en realidad no la representamos entera. Sobre el escenario, se ve a una compañía de teatro que busca cómo representar la Salamanca de aquellos años y así arranca todo...
Creo que Ruiz de Alarcón es un autor que le gusta especialmente. Ha dicho que una de los obras favoritas de su carrera fue La verdad sospechosa...
Sí, es verdad que le tengo una especial simpatía porque fue una persona muy maltratada por sus contemporáneos. Él era mexicano y, encima, tenía joroba, así que todos iban a por él. Le trataron mal y siempre he sido de las personas que están a favor de los débiles. Así que juntas eso, con el enorme talento que tenía, y, claro, le tengo mucho afecto.
Apenas ha dirigido tres títulos en toda su carrera, ¿cuándo le llegó la vocación de regista?
La tengo desde hace muchísimos años, siendo muy joven dirigí La dama del Alba, de Casona, con un grupo de aficionados en el Teatro Bellas Artes. Siempre ha estado por hay latente, pero no siempre se dan las circunstancias.
Ha dicho que el mérito de esta función es de quien la escribió, ¿es importante para un director no tener vanidad?
Todo ser humano necesita algo de vanidad, pero como todo, hay que saber controlarla. Es como el alcohol, un poco de vanidad no está mal pero en exceso puede causar borrachera. Yo provengo de una familia que ha sido muy prudente en lo de las vanidades, porque hemos sabido lo mal que se pasa en ese tema. A pesar del fasto social que nos rodea, tenemos mucho cuidado. Es importante saber dar a cada uno su mérito, el director debe dar ideas para que otros se luzcan. No entiendo cómo hay actores y directores vanidosos, eso de creerse el centro del universo de ser veo muy pesado.
¿Cuáles serían las claves de un buen director?
Mi lema es que las gentes se lleven bien entre ellas. Yo no quiero un montaje conflictivo en ningún caso. Procuro que haya mucha armonía entre el equipo técnico y el artístico, que se trabaje en una atmósfera relajada, sin crispación. Sé que hay otras directoras y directoes que prefieren el conflicto, pero yo soy muy contrario y, además, tengo motivos para saber que no funciona bien. Angustiar a un actor y luego sacarlo al escenario nunca es buena idea. El teatro es un vehículo de comunicación y tú no puedes quebrarlo por una excesiva manipulación, tienes que dejar que fluya como un manantial de agua tranquila.
¿Que directores le han marcado más?
Yo he sido dirigido por grandes directores de este país: José Carlos Plaza, Miguel Narros, José Luis Gómez, Adolfo Marsillach, Guillemo Heras, Carlos del Amo... Cada uno me ha marcado de una forma y me ha aportado cosas. Por ejemplo, de Miguel Narros me quedé con ese poderío estético que tenía, se rodeaba de los mejores como Andrea D'Odorico. Trabajé con ellos en El sí de las niñas en este mismo teatro y lo recuerdo como uno de los más bonitos que he hecho. Era una gozada, veías una armonía de colores, de tonalidades... Y, además, sabía mover cómo nadie a los actores
Aquí tiene un estupendo reparto, con actores muy conocidos como Eva Marciel, pero, ¿no pensó en dirigir a su sobrina, Irene Escolar? ¿Le gustaría trabajar con ella?
Claro que me gustaría, el problema es que Irene tiene una agenda muy apretada. Ahora, creo que ella anda por Namibia haciendo no sé qué historia y, naturalmente, es mucho mejor estar en Namibia que en la Comedia, con todos mis respetos a este estupendo teatro. Ella está en su momento y tiene muchas cosas que hacer. Lo que sí me gustaría sería trabajar con ella es la comedia, porque es una gran comedianta pero aún no se atreve a hacer de cómica. Tiene que cambiar el chip y animarse.

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Un arbol genealogico con muchas tablas Irene Escolar,.



Irene Escolar: «Muchas mujeres podrían sentirse identificadas con Juana la Loca»,.

La tercera temporada de Isabel, que comienza en septiembre, estrena protagonista. Irene Escolar será Juana la Loca, una mujer sincera y guerrera, como ella.

Irene Escolar Vista de perfil, con el Dsquared2 de plumas de marabú, tiene algo de aristocrático: un aire de distinción a lo Dama del armiño, de Da Vinci, o de cualquiera de esas nobles de piel sedosa que inmortalizó Rafael Sanzio. Se entiende por qué la productora de la serie Isabel (TVE) la ha elegido para interpretar a Juana I de Castilla, apodada la Loca, para su nueva temporada. Como su personaje, Irene Escolar (Madrid, 1988) es de buena familia, está más que preparada… y muy enamorada.
Resultat d'imatges de El Juego Rana Por sus venas no corre sangre azul, pero sí titiritera, que es más espesa y con más abolengo. Es sobrina nieta de Julia y Enrique Gutiérrez Caba y nieta de la enorme Irene, una actriz que marcó cuatro décadas de interpretación en España. En los documentales sobre su abuela hay imágenes de ella, de bebé, en los brazos de la diva, abrazo angelical que todavía hoy perdura, pues la fotografía de la matriarca preside como un talismán su camerino. De ella nació el primer impulso de una pasión incontenible por tramoyas, proscenios y candilejas; de Julia, de Enrique, de sus padres, una gravedad en el habla impropia de su edad. «En mi casa el teatro siempre se ha valorado. Llevo 15 funciones con personajes muy distintos y complejos, es un trabajo que me ha dado muchas tablas. Tenía claro que quería formarme en los escenarios. Si luego salía un personaje de televisión, ya lo aprovecharía».
Vestido de seda y encaje de Zuhair Murad y pendientes con cristales de Swarovski de Alexis Mabille.
Resultat d'imatges de El Juego Oca

Sebastian Sabal-Bruce
Irene Escolar Tras sus Mamet, Vargas Llosa y Zorrilla, tras sus Carol, Crystal o Jean, tras compartir funciones con estrellas que no precisan de apellidos para ser reconocidas como Aitana, Terele o Marisa, por fin ha llegado la ocasión. «Juana me parece la puerta de entrada soñada a la televisión. Puede salir bien o mal, pero es un personajazo. Quizás de alguna manera inconsciente me estaba reservando, porque es muy difícil encontrar papeles femeninos protagonistas tan potentes. No hay tantos para elegir: o te tocan Lady Macbeth, Medea u Ofelia… o te toca Juana. Es un lujo, porque es vehemente, compleja, vulnerable y marcó la historia de Europa». Como un buen clásico, sigue vigente hoy en día: «Lo que menos relevante me parece de ella es el amor por su marido. Fue una de las mujeres más maltratadas de la historia, traicionada por su padre, su esposo y su hijo… y, aun así, siempre cumplió con ellos. Creo que muchas mujeres se pueden sentir identificadas».
Irene Escolar
Vestido rojo con detalles de pedrería de Roberto Diz.
Sebastian Sabal-Bruce
El árbol genealógico de los actores, como ocurre en las familias aristocráticas, cruza aquí y allá sus ramas, aunque con resultados más benévolos, pues no se trata de heredar cromosomas defectuosos, sino personajes inolvidables. Su tía abuela Julia encarnó a Juana en La reina loca de amor (Cayetano Luca de Tena, 1977), impagable grabación para TVE que se ha perdido en el archivo. «Julia y yo lo hemos comentado todo. Nos pasábamos los libros, analizábamos las escenas que ella interpretó en su momento. Me dijo que no podía dejar escapar este personaje». El precio que va a tener que pagar puede ser elevado. Isabel es un reto a nivel interpretativo, pues su Juana I de Castilla es el personaje central de la tercera temporada, en la que Irene pondrá rostro y cuerpo a la reina desde su coronación a los 15 años hasta su encierro y la proclamación como emperador de su hijo Carlos a los 25. Es su salto definitivo a una popularidad que, de momento, ha parecido rehuir. «No me interesa la fama. ¿Que es importante para trabajar? Te doy la razón. ¿A pesar de que no esté muy de acuerdo? Pues sí. Podría ser más famosa y haber tenido mucho dinero y que me resultara más fácil conseguir papeles, pero no hubiera sido más feliz. Y uno tiene que tener sus prioridades claras y hacer lo que le hace feliz».
Vestido con detalles de piel y aplicaciones de cristales, de Gucci.
Sebastian Sabal-Bruce
Irene Escolar Hasta la fecha, ha aparecido en el papel cuché como consorte de su Felipe el Hermoso particular, el también actor Martiño Rivas, del que se muestra más que enamorada: «Es inteligentísimo, tiene una faceta como director sin explotar. Lee muchísimo, es muy listo y me aporta mucho. Es muy crítico conmigo y eso me hace crecer». ¿Está ella preparada para el qué dirán de las revistas del corazón? «Prefiero no salir en ellas, pero si salgo… qué más me da. No es mi trabajo. Se trata de una cosa externa. Es una explotación». Hay una razón más dolorosa para su aversión hacia ese tipo de periodismo que, como todo, parece remitir a su mítica familia: «Recuerdo que una vez, cuando mi abuela estaba ya muy enferma, le hicieron un robado por la calle. Para mí, eso representa la invasión de la intimidad. Desde entonces, estas fotos me resultan… asquerosas».
Capa larga de visón y seda con cristales bordados de Dsquared2.
Sebastian Sabal-Bruce
Irene Escolar Le gusta pasar inadvertida y no le preocupa mucho la ropa: «Intento ir cómoda, pero favorecida». Tras gastar toneladas de toallitas desmaquilladoras después de cada función, tampoco le seducen las cremas y afeites. «No me maquillo mucho; me pongo rímel porque me abre un poco el ojo. El maquillaje que empleas en el teatro no es muy bueno para la piel y ya suficiente me pongo en mi trabajo». En escena, la cosa cambia: el disfraz, la máscara, la entusiasman. «En Isabel es la primera vez que hago un personaje de época. Pepe Reyes, el diseñador, es un artista, lo hace todo al detalle, al milímetro. Da gusto ver su pasión y la de todo el equipo. Cuando te pones esa ropa que pesa tanto, te transformas. Andas distinto, te mueves distinto, ¡y eso ayuda muchísimo!».
Irene EscolarVestido largo negro con apliques y encaje en la parte superior de Zuhair Murad y pendientes de Bernard Delettrez.
Sebastian Sabal-Bruce
Afirma Irene que se parece a Juana en que dice lo que piensa y no se calla. Está muy guapa cuando se enfada: se le sube la sangre a las mejillas con un arrebol encantador. Para lograr ese efecto, solo hay que mentarle la política cultural de los últimos tiempos. «Hablo porque no todos tenemos la posibilidad de que nos entrevisten y me horroriza lo que está ocurriendo. Además, lo hago porque si alguien que me lee no se dedica a esto, me gustaría que escuchara mi opinión. No entiendo la subida del IVA de los productos culturales. Si valoras a tu pueblo y quieres lo mejor para tu gente, ¿por qué le pones más difícil que vaya al teatro o al cine? Son lugares de reflexión, de unión, de orientación, donde cuestionarse la vida». Habla y no para de lo mucho que daña a la profesión (y a la sociedad en general, eliminando la posibilidad de la inversión de capital extranjero) la nueva ley de deducciones fiscales al cine; también se enfurece al recordar a sus amigas, que han tenido que exiliarse por los cinco continentes en busca de trabajo, o de lo mucho que le irrita que la gente joven no se acerque a las salas por la crisis. «Yo pondría las entradas más baratas para los jóvenes y los parados, como pasa en Berlín». Suspira una última vez, hastiada: «No puedo entender por qué hay que ponerle trabas a todo, con lo fácil que sería hacer las cosas bien». Como su abuela, como la gran Irene, menuda y luchadora: lo lleva en la sangre.

TITULO:  EL JUEGO LA PERA - EL JUEGO RELOJ -El nuevo camino que lleva a Belén  ,.


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Resultat d'imatges de un nuevo  camino que lleva a belen  El nuevo camino que lleva a Belén,.

Resultat d'imatges de EL JUEGO LA PERAResultat d'imatges de EL JUEGO RELOJ Santiago no duda al decir qué quiere ser de mayor: «Informático». Su padre, Raúl, que sí ejerce la profesión, sonríe: «A estas edades dice cambian mucho de idea. Pero más allá de lo que él haga luego, esta es una herramienta muy útil: ayuda a dividir un problema grande en muchos pequeños e ir paso a paso para lograr un objetivo».
Juntos están dando sus primeros pasos con Scratch, un programa gratuito creado en el MIT que permite crear animaciones y videojuegos de
forma sencilla. Hay versiones en más de 40 idiomas y ya ha comenzado a usarse en más de 150 países. En la pantalla, los pequeños mueven una serie de bloques con un color diferente según su función. El azul controla el movimiento; el morado, la apariencia: el disfraz del personaje, por ejemplo. Naranja para decidir cómo interactúa con otros objetos... Algo similar a bloques de Lego donde cada pieza da una instrucción distinta. Los propios niños pueden dibujar a mano o con el ordenador el personaje y crear su historia o su videojuego. Así es como Santiago, a sus diez años, ha creado la historia de dos cohetes que se saludan: «¡Viva el espacio!», dice uno. «¡Lo mismo digo!», responde el otro. Y ambos empiezan a moverse por la pantalla. Santiago acaba de apuntarse al Club de Jóvenes Programadores de la Universidad de Valladolid, abierto a niños de más de ocho años. Cada lunes se los ve atravesar el campus armados con sus portátiles o iPads.
Belén Palop, profesora de Informática de la Universidad de Valladolid, puso en marcha el club hace unos meses. Hace ahora tres años empezó a dar clases en un máster de profesores de secundaria y se dio cuenta de que no bastaba con enseñar el Word o el PowerPoint a los pequeños. «Es importante enseñarles herramientas de creación, no solo de uso de la tecnología. Que entiendan lo que hay detrás dice. La programación es lo más evidente, sí, pero no lo más importante. Crear un juego incentiva un pensamiento abstracto, computacional; desarrolla sus capacidades verbales, potencia el trabajo en equipo. Y lo mejor subraya es que surge, de modo espontáneo, la necesidad de aprender algo de geometría o matemáticas que quizá aún no han estudiado...». Necesitarán, por ejemplo, saber que un ángulo recto tiene noventa grados para indicar al programa que el objeto gire. «Con estas herramientas, los alumnos se convierten en gestores de su propio aprendizaje», destaca José Rubiales Olmedo o, como reza su dirección de e-mail, «Pepe Tic».
Pepe es maestro en el colegio Miguel Delibes de Madrid. Con casi 30 años de profesión es un activo defensor de que las nuevas tecnologías se introduzcan en la educación y participa en varios grupos de profesores on-line. «Nos conocemos todos por Twitter», resume. Los chavales del centro llevan meses trabajando con Scratch, programa que él descargó en cinco memorias USB y los propios chavales se encargaron de instalar en los 150 ordenadores del centro. «Un equipo técnico muy barato», bromea. Los chavales crearon entonces sus personajes y sus propias historias. «Es una herramienta que fomenta la creatividad y permite aprender de nuestros errores. Si el niño espera que suceda una cosa y no lo consigue, tiene que buscar qué falla. Y resulta que, cuando lo descubre, quiere más y se plantea otros retos sin que nadie se lo pida». Como David, que a sus 14 años ya es un sénior. Él utiliza Scratch, pero también aprende por su cuenta, buscando tutoriales on-line, lenguajes de programación JAVA o Python, otro método de iniciación.
Los pasos sucesivos, subraya Belén Palop, no tienen tanto que ver con la edad como con el proceso de aprendizaje. Es cuestión de tiempo. Los alumnos de primero de bachillerato del centro Nazaret de San Sebastián están dando ya los primeros pasos para crear, en el aula, aplicaciones para el móvil con App Inventor, otra herramienta desarrollada por el MIT. Mertxe Jimeno, profesora y responsable del proyecto tecnológico en el Nazaret, nos explica cómo surgió la idea. «La clave es coger elementos que ya están en su vida y les interesan, como los videojuegos o las aplicaciones para móvil. Aunque los primeros que hemos tenido que aprenderlo todo hemos sido nosotros, los profesores».
Hay otras dificultades: la inversión, por ejemplo. El software suele ser libre y gratuito. Tal es el caso de Scratch, Python o Alice. Pero no solo de software vive la programación. Los más pequeños pueden hoy también iniciarse en la robótica, sea con piezas de Lego WeDo pequeños sets de construcción que sirven para iniciarse en la robótica o con MoWay, un vehículo motorizado con sensores que responden a las instrucciones definidas por los pequeños: por ejemplo, detenerse ante una barrera construida con piezas de Lego hasta que esta se levante. Pero cada uno de estos kits puede costar 130 euros. Demasiado para generalizarlo en el aula. Ante las pegas, el consejo de Mertxe al profesor: «Busca alianzas en el centro o fuera de él, en comunidades on-line. No trabajes solo».

TITULO:  El país   de  Luces y sombras de las LED navideñas .


El Martes -17- Diciembre 22:00 por la Sexta,fotos. 

 Luces y sombras de las LED navideñas,.

 



Las bombillas de diodo consumen muchísima menos energía que las tradicionales, aunque su coste de fabricación es superior. :: r. c./
Las bombillas de diodo consumen muchísima menos energía que las tradicionales, aunque su coste de fabricación es superior.

Las ciudades aprovechan el ahorro de las nuevas bombillas para multiplicar su decoración navideña,.


Científicos y activistas no se resistieron la semana pasada a denunciar la contradicción de que la Cumbre del Clima se celebrase en Madrid, una ciudad que se jacta de haber aumentado este año un 28% su gasto en iluminación navideña, con cientos de miles de puntos de luz y 3 millones de euros invertidos, en dura competencia con urbes más pequeñas pero con presupuestos proporcionalmente mayores como Vigo (un millón de euros) y Málaga (800.000). La carrera desenfrenada por conseguir calles comerciales visibles desde el espacio -no es broma: la NASA ha comprobado que lo son- choca de plano con los llamamientos a reducir los gases de efecto invernadero: todas las fuentes de electricidad contribuyen en mayor o menor medida al calentamiento global, sin olvidar las emisiones relacionadas con la fabricación y el transporte de estas bombillas, muchas de las cuales vienen de China.
Es verdad que las luces LED ('light emitting diode' o diodo emisor de luz), que han ido sustituyendo a las incandescentes en el alumbrado público y en la iluminación festiva, ahorran electricidad. «Es una situación perversa: como gastan menos, se ponen más», critica Serafín González, investigador del CSIC y presidente de la Sociedad Gallega de Historia Natural.
De hecho, el grupo andaluz Ximénez, uno de los líderes mundiales del sector, con 90 millones de puntos de luz en 40 ciudades de los cinco continentes -incluidas las tres citadas-, ha sido una de las 101 empresas distinguidas en la COP25 por su transformación tecnológica: en 2007 comenzó a sustituir su inventario por otro de bajo consumo y sin mercurio, con un ahorro medio del 88% de corriente. «A eso se suma la vida útil de cada modelo: la de las LED se encuentra entre las 30.000 y las 50.000 horas, mientras que en la bombilla incandescente es de unas 2.000 horas», señala Marta del Pino, portavoz de la compañía de Puente Genil (Córdoba). El avance es enorme: la bombilla de toda la vida genera luz por calentamiento del filamento metálico de tungsteno o wolframio cuando por él circula la electricidad, y el 85% de esa energía se pierde en forma de calor. La LED, en cambio, es una luz 'fría' generada por un proceso de luminiscencia de los diodos, que transforman entre el 80% y el 90% de la corriente en claridad. Solo en sus instalaciones, esta tecnología ha ahorrado la emisión de 3 toneladas de CO2 a la atmósfera.
A unos alcaldes se les recrimina el derroche en kilovatios; a otros, su pobre iluminación
Sin embargo, las LED también tienen desventajas. Una es su mayor coste de fabricación. La otra, que contribuyen en mayor medida a la contaminación lumínica, es decir, un exceso de fulgor que altera la observación astronómica -por eso los telescopios se ubican en lugares altos y aislados- y la naturaleza. Un estudio del alemán Centro de Estudios de Geociencias afirma que el resplandor y la extensión de la iluminación terrestre han crecido un 2% anual en los últimos cinco años debido a la mayor potencia de estas bombillas.

Confunden a las aves

Serafín González explica que estas nuevas lámparas son más peligrosas porque emiten con más intensidad en el rango de luz azul, la misma que los dispositivos electrónicos, de la que nos protegemos los ojos con filtros. Muchas aves, señala el biólogo, confunden el resplandor artificial de nuestros núcleos urbanos con el reflejo del mar y se dirigen tierra adentro, donde chocan y mueren. Las tortugas marinas que nacen en la playa siguen instintivamente la claridad y, en lugar de llegar al agua, caminan en sentido contrario y son devoradas por depredadores. Sin olvidar a especies nocturnas cuyas costumbres se ven alteradas por un alumbrado tan intenso que perturba los ciclos día-noche.
Desde que se aprobó en 1988 la ley de protección del cielo en Canarias, varias comunidades han seguido sus pasos con normas que obligan a orientar el alumbrado nocturno hacia abajo. «No significa iluminar menos, sino iluminar mejor: la luz hacia arriba es un desperdicio, no le sirve para nada ni al peatón ni al conductor», explica Neila Campos, presidenta de la Agrupación Astronómica Cántabra, una de las impulsoras de la Campaña Cielo Oscuro.
En Navidades esa preocupación parece relajarse, con la premisa de que los luminosos callejeros -arcadas, guirnaldas, árboles o bolas gigantes- aumentan el flujo turístico y comercial a las ciudades. Ximénez trata de paliar la contaminación desarrollando para sus clientes un sistema de racionalización que coordina los horarios del alumbrado de estas fiestas con el encendido de las farolas urbanas ordinarias para evitar duplicidades y excesos en la madrugada. La libertad de diseño que ofrece la tecnología 'pixel LED' permite, además, controlar la dirección, color e intensidad de cada punto de luz de forma individual.
Sin embargo, no es fácil para los ayuntamientos encontrar el equilibrio: mientras a unos regidores se les recrimina el derroche en kilovatios, a otros les llueven críticas por instalar una iluminación que algunos juzgan pobretona. Ha ocurrido en Barcelona, Zamora, Vitoria o Córdoba, donde los partidos de la oposición se han hecho eco de las quejas de los comerciantes locales, que -siempre insatisfechos- aspiran a la incandescencia.


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