'La Hora Musa', presentado por Maika Makovski ,
a las 22:55 horas, en La 2 martes -14- Julio ,. , foto,.
Black Eyed Peas: "Necesitamos unos nuevos Public Enemy"
El grupo de will.I.am presenta 'Translation', un disco consagrado al 'yrban latino'.
A nadie se le escapa que el urban latino es
uno de los espacios dominantes en la escena pop global, que figuras
como Bad Bunny o Rosalía compiten en popularidad mundial con Drake o
Beyoncé, y que una de las fórmulas del éxito pasa por integrar los bajos
elásticos del reguetón con el pop electrónico y el hip hop de club.
will.I.am, el productor principal del trío Black Eyed Peas, lo vio claro cuando le llegó la primera señal, justo tras el pelotazo de Despacito, de Luis Fonsi, y la colaboración posterior que hizo Justin Bieber con el autor potorriqueño.
"Fue como cuando salió Gangnam style,
de PSY", explica desde su coche, mientras conduce por Los Ángeles, con
las palmeras al fondo (ventajas de hablar vía Zoom). "Una canción de
éxito no es lo mismo que un movimiento, pero algunas han abierto
caminos. Después de Gangnam Style el K-Pop explotó en Estados Unidos, y
después de Despacito y Mi gente, de J Balvin, pasó lo mismo con el pop latino. La gente se daba cuenta de que algo pasaba. ¿Beyoncé en Mi gente? ¿De qué va esto?".Aquí llevamos tiempo aclimatados al auge de las músicas urbanas con letra en español, pero este fenómeno es relativamente nuevo en el mainstream de Estados Unidos. Sin embargo, la curva es imparable, y will.I.am sabía que era el momento de hacer algo distinto. "No nos conformábamos con una canción e invitar a alguna estrella del pop latino. Ya habíamos empezado a experimentar con la mezcla de idiomas, inglés y español, en 2015 produje temas para Daddy Yankee o Juanes... Pero queríamos hacer un álbum entero".
El álbum es Translation (Sony, 2020), un trabajo completado en pleno confinamiento y en el que participan la mayoría de las figuras principales del reguetón y el pop latino: Shakira, J Balvin, Ozuna, Maluma, Becky G. Y quien no está aparece en un saludo o un sampleado; Rosalía sale mencionada en Ritmo -una canción articulada a partir del estribillo de Rhythm of the Night, de Corona, el himno eurobeat definitivo-, pero no tiene featuring en el disco. "No podíamos gastar todos los cartuchos de golpe", explica will.I.am. "La idea es hacer un Translation 2, porque hay mucha gente interesante con la que trabajar".
En la línea de Black Eyed Peas desde la publicación de Elephunk (2003), Translation es un disco festivo que busca generar buenas vibraciones. El proyecto estaba en marcha desde hacía tiempo, pero ha terminado apareciendo en un momento especialmente oportuno, en el que el paisaje gris que se dibuja en la sociedad americana -la pandemia, la autarquía, las revueltas raciales, la posibilidad real de otra recesión económica- necesita de un antídoto optimista.
"En tiempos así", argumenta will.I.am, "¿qué haces? ¿Un disco triste para quejarte, o un disco alegre que dé esperanza? La gente se acordará de estos momentos, y creo que es bueno que lo identifique con canciones alegres. En 2001, después de los ataques del 11-S y la amenaza terrorista, publicamos Where is the love?, y en 2008, justo tras la recesión, hicimos I gotta feeling, que iba sobre el cansancio ante tanta noticia triste y el deseo de pasarlo bien. Quería ser un cambio en la vibración. Ahora estamos en un momento similar".
Cuenta también que no descartan entrar en el debate social, y más en un momento en el que se ha reactivado la cuestión racial en Estados Unidos, que más allá de las protestas y algunas revueltas violentas impulsadas por el movimiento Black Lives Matter, ha recuperado con fuerza el objetivo noble de rebajar el racismo todavía instalado en muchas capas de la sociedad. Al fin y al cabo, Black Eyed Peas han tenido momentos comprometidos en su carrera, cuando participaron de la escena del rap concienciado. Pero insiste will.I.am que esa es una misión para otro tipo de artistas. "Estoy seguro de que habrá más proyectos comprometidos como Run The Jewels. Estoy convencido de que Kendrick Lamar o J. Cole escribirán sobre estos momentos y que harán algo fantástico. Pero lo que echo en falta son unos Public Enemy de 2020, un grupo joven, con fuerza... ¿Dónde están? Los necesitamos".
Sobre la cuestión negra, will.I.am intuye que es un buen momento para internacionalizar un mensaje de unidad y respeto. "Ojalá no sea algo sólo de Estados Unidos, que podamos conectar hilos con el Reino Unido, con el hip hop francés hecho por negros, con artistas africanos...". Su compañero Apl.de.ap, que participa en la entrevista junto con el tercer miembro de Black Eyed Peas, Taboo, añade que Translation podría ser un disco que ayudara a estrechar lazos y plantear la necesidad de colaborar musicalmente a nivel global.
Lo que les apena es que, en plena pandemia, con los festivales cancelados y las giras aplazadas, no puedan llevar su proyecto al directo, pues estaba pensado para ser una fiesta sin complejos. "Tampoco voy a mentir", admite will.I.am. "Nos lo hemos pasado tan bien en Sudamérica y en España que queríamos tener un disco que nos permitiera ir allí de gira cada año".
Y añaden una reflexión más, en un momento en el que, mientras apuestan por la música de baile, los clubes del mundo están prácticamente cerrados. "Gracias a dios que existen las redes sociales y, en especial TikTok", indica Taboo. "Han abierto un espacio para que la gente se comunique y baile. Los retos que hemos planteado con canciones como Mamacita en TikTok han tenido una gran respuesta. No hemos podido ir a clubs, pero aún así hemos abierto una ventana para que la gente sea feliz. Quizá ya no bailes toda la noche, y sólo lo hagas durante 30 segundos, pero es igualmente increíble. Sería una pena que, tal como se dice, prohíban TikTok en Estados Unidos". Aunque, como indica will.I.am, tampoco pasará nada. Siempre quedará Instagram. O Zoom. O una vacuna.
TITULO:
Cachitos de hierro y cromo - Cinco años sin Javier Krahe: "Nunca quiso venderse al sistema" ,,. .
Martes-14- Julio,.
Cachitos de hierro y cromo - Cinco años sin Javier Krahe: "Nunca quiso venderse al sistema" ,.
Martes -14- julio a las 22:00 horas en La 2, fotos,.
TITULO:
Cachitos de hierro y cromo - Cinco años sin Javier Krahe: "Nunca quiso venderse al sistema" ,,. .
Martes-14- Julio,.
Cinco años sin Javier Krahe: "Nunca quiso venderse al sistema",.
Aquella noche, a Javier Krahe
le costó andar algo más de lo normal. El reloj marcaba las 02.00 y, del
bar La ballena verde a su casa veraniega, en Zahara de los atunes
(Cádiz), tuvo que hacer tres altos en el camino. "Es una sensación que
no identifico. Creo que el whisky no me ha sentado bien", le dijo con media sonrisa a su amigo y compañero Javier López de Guereña. Emulando a Ulises en su Odisea, tras un periplo de 550 metros lograron entrar en la vivienda. Y el cantautor se tumbó un rato en el sofá, a descansar.
"Era un hombre muy normal, pero muy extraordinario", recuerda López de Guereña, guitarrista que compartió con Krahe instantes, dentro y fuera de los escenarios, durante casi 35 años. Le consideraba como un padre, del que aprendió, entre otras cosas, la importancia del sosiego: "Decía que, ante una situación alarmante, lo mejor es no hacer nada.
Eso lo hacía fenomenal. Esperar a que deje de ser preocupante por sí
sola, aunque esto no sirve si eres el jefe de bomberos", dice entre
risas.Este domingo se cumplen cinco años del fallecimiento de uno de los mejores cantautores españoles. Un lustro muy nostálgico para el guitarrista, que reconoce tener al difunto presente todos los días: "Me acuerdo muchas veces de él a diario... Y digo 'Maldito Krahe' muy a menudo".
Algo similar le ocurre a quien le acompañaba en sus conciertos al contrabajo, Fernando Anguita. "Era un hombre de gran sensibilidad al que no le gustaba ser sensiblero. No mostraba sus sufrimientos. A mí me enseñó a eso, a forjarte una coraza cuando algo te duele mucho", evoca Anguita al hablar de ese hombre de aspecto quijotesco que siempre escondía un sentido del humor ácido detrás de su triste figura. "A veces abusaba de esa coraza", continúa. "Otras, la utilizaba a modo de terapia. Recuerdo una vez que a un amigo común le dejó su mujer y Krahe le decía: 'Qué mal lo debes de estar pasando, ahora mismo ella debe de estar follando con otro y tú ahí jodido'. Una terapia un poco cruel, pero muy efectiva".
El ejemplo más claro de esta coherencia se remonta a 1986, cuando cantó junto a Sabina su famoso Cuervo ingenuo durante un espacio musical dedicado al de Úbeda. El concierto lo retransmitía TVE, que decidió dejar de emitir la señal mientras entonaban la canción que criticaba el incumplimiento de Felipe González, por entonces presidente, de sacar a España de la OTAN. Krahe recibió todo tipo de presiones, según relatan los que le conocieron bien, pero él no se doblegó ante nadie.
"No pasó por el aro"
"'Tú me has pedido que cante en tu recital, cantaré Cuervo ingenuo, no me pidas que elija otra porque ésta no entre en el sistema', le dijo a Sabina. Es más, Juan Luis Cebrián, que había sido compañero de clase de Krahe, le ofreció un día: 'Mira Javier, no seas tonto. Con un poquito que cambies yo te pongo arriba'. Javier le contestó que no hacía falta que le encumbrara. Él eligió no pasar por el aro. Y, por nuestra parte, algunos músicos que tocábamos con Sabina y con Krahe nos quedamos con Krahe. Sabiendo que nos quedábamos en casa comiendo na, entre comillas. Nos pareció auténtica su postura", detalla el contrabajista.Aquel episodio no fue agradable para un Krahe que lo pasó "bastante mal". "Le dispararon y se cayeron todos los bolos ese verano. Una cosa es que no emitieran la actuación, algo ya de por sí raro, pero otra cosa es que hubiera una venganza o una especie de lista negra...", apunta López de Guereña. "Era un hombre de una coherencia extraordinaria, algo que no vi en ningún otro artista", añade Andreas Prittwitz, quien escudaba al cantautor con su flauta de pico, su clarinete o su saxofón.
"Pero algún defecto sí tenía. No le gustaba decir 'Buenos días', algo que no cuesta tanto... Había que reclamárselo. Ése pudo ser su único fallo, por lo demás era perfecto", comenta entre risas este alemán afincado en España desde hace varias décadas.
A Javier Krahe le preocupaba dejar "un puñado de buenas canciones", según sus propias palabras. Un artesano de la métrica y la rima que se tomaba su tiempo para colocar cada palabra en su sitio. "Lo consiguió. Sacaba cada tres años un disco. Cuatro canciones al año... Era muy feliz siendo interpelado en la calle sólo por cuatro o cinco, no por 4.000 o 5.000. Que le abrumaran no le gustaba nada", puntualiza López de Guereña.
"Podría haber sido muy famoso, rechazó grandes ofertas que le hubieran conseguido eso. Pero no quería más fama. No buscaba llevar la vida que llevaba Joaquín, lo tenía muy claro", añade Prittwitz, quien destaca cómo Krahe seguía saliendo por las noches aún a sus 71: "Quería vivir la vida hasta el último momento como a él le gustaba. Le daba mucho miedo pensar en el futuro, terminar con respirador... Eso le ponía histérico. No se veía así". Muestra de ello son las últimas palabras que Krahe tuvo con Anguita, después de haber ofrecido su último concierto en una sala de Boiro (Galicia): "No me eches tanto agua al whisky".
(...)
En la madrugada del 12 de julio de hace cinco años, Krahe se levantó del sofá y afirmó que ya se encontraba mejor. Su mujer, Annick, se ofreció a ayudarle a subir las escaleras para llegar a su habitación, a lo que el músico la tranquilizó: "No, soy autónomo". "Yo le dije: 'De eso nada'. Justamente se había dado de baja de autónomos esa semana. Como pensaba no trabajar durante un año... Ésa fue nuestra última conversación", concluye López de Guereña. Al cabo de un par de horas, los gritos de Annick, que resonaron en toda la casa, despertaron al guitarrista. Javier Krahe había muerto.
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