TITULO: DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES -JUEVES - VIERNES - Turquía rectifica y acepta que Finlandia y Suecia entren en la OTAN,.
DESAYUNO - CENA - MARTES - MIERCOLES -JUEVES - VIERNES - Turquía rectifica y acepta que Finlandia y Suecia entren en la OTAN . , fotos.
Turquía rectifica. De insinuar un veto, a mantener que «no cierra la puerta» a la adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN. Y todo en un puñado de horas. Coincidiendo con una reunión de ministros de Exteriores que arrancó este sábado en Berlín. Y después de que funcionarios estadounidenses reconociesen que estaban trabajando para «aclarar la posición» de Ankara. Y, por supuesto, subrayar a continuación que Estados Unidos apoyaría sin reparos la incorporación de los escandinavos a la organización militar. Alemania volvía a remarcarlo también. ¿Relación causa-efecto? Demasiadas evidencias.
( Desayuno,. )
Por partes. La candidatura de ambos países entraba de lleno en la agenda de esa cita informal en la capital alemana. Un nuevo formato «pequeño e íntimo», destacaban los organizadores, con ese asunto trascendental encima de la mesa. Y una nueva discusión sobre las fórmulas para brindar más apoyo a Ucrania. El encuentro se encapsuló en una cena de trabajo que arrancaba a las siete de la tarde y a la que asistieron en calidad de invitadas Ann Linde, responsable de Relaciones Exteriores de Suecia, y el finlandés Pekka Haavisto. Informaron a sus homólogos de la OTAN sobre la opinión pública y el estado de las discusiones en sus países con respecto al ingreso en la organización militar..( Cena,.)
Y claro. El punto de partida (éste no oficial) era conseguir que la amenaza lanzada el viernes por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se quedará en simple fuego de artificio. El mandatario otomano lanzaba un mensaje disonante, con aquello de «no tengo una opinión positiva» sobre las incorporaciones de estos países a los que acusó, incluso, de albergar a «organizaciones terroristas», en clara alusión a los miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y del revolucionario DHKP-C. «Algunos se sientan en sus parlamentos», añadía.
Ankara había captado toda la atención. Y se temía alguna fisura más entre los treinta países aliados. Pero, al menos ayer, no se sucedieron. Si los contactos con Ankara. Por la mañana se reconocía una conversación telefónica entre el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y el canciller turco, Mevlüt Çavuşoglu. No se ofrecían detalles. Y antes de la cena de trabajo en Berlín, el ministro finlandés volvía a tantear a su colega turco.
Carga sobre Estocolmo
En Helsinki trascendían a la prensa algunos detalles de ese diálogo. El diario finlandés 'Iltalehti', que citaba fuentes de los departamentos de Exteriores y Defensa, aseguraba que Çavuşoglu trasladó a Haavisto que «la actitud crítica de Turquía solo afectaba a la candidatura de Suecia en la OTAN». Algo que coincidía con lo que expresaba públicamente la primera ministra Sanna Marin; que Turquía ha enfatizado que no quiere obstaculizar ni complicar este proceso de ninguna manera, dijo Marin. El 'suffle' comenzaba a bajar.
El mensaje de repliegue llegaba horas después desde Estambul. «No estamos cerrando la puerta. Básicamente estamos planteando este tema como una cuestión de seguridad nacional para Turquía», aseguraba Ibrahim Kalin, portavoz de Erdogan y su asesor de política exterior. Él mismo ponía el foco en Suecia donde la presencia de los «grupos terroristas» a los que aludió Erdogan es «fuerte, abierta y reconocida». «Lo que hay que hacer está claro: tienen que dejar de permitir que los puntos de venta, las actividades, las organizaciones, las personas y otros tipos de presencia del PKK... existan en esos países», añadía. En definitiva ha visto la oportunidad para que se tengan en cuenta sus viejas reivindicaciones sobre los kurdos.
Distensión con Turquía en víspera de la reunión de la Comisión de Política Exterior y de Seguridad del Gobierno y el Presidente de la República en Finlandia. Un paso decisivo para que Marin lance la propuesta al Parlamento para que Finlandia solicite el ingreso formal en la OTAN, algo que se debatiría el lunes. Simultáneamente a ese proceso seguirá en Berlín el encuentro de ministros de Exteriores. El programa prevé una comparecencia de Stoltemberg a media tarde desde Bruselas –dio positivo por coronavirus hace tres días–. Se espera que el máximo responsable de la Alianza Atlántica anuncie de algún modo el pistoletazo de salida al procedimiento de incorporación de Finlandia, a la espera de que Suecia avance en las autorizaciones nacionales a lo largo de los próximos días.
El canciller finlandés volvía a remarcar ayer que no tenía dudas de que su país se convertirá en miembro de pleno derecho de la organización militar. «Es muy probable que haya una fuerte mayoría en nuestro Parlamento en apoyo de un ingreso en la OTAN y podremos presentar la solicitud durante la próxima semana», remarcaba Haavisto. Y asumía que se dilará al menos un año. «Sabemos que llevará varios meses para que los parlamentos y los responsables políticos lleguen a conclusiones».
TITULO: EL PAPEL HIGIENICO ROJO - EL D.N.I. - Manual de desgastes,.
EL PAPEL HIGIENICO ROJO - EL D.N.I. - Manual de desgastes , fotos,.
Manual de desgastes,.
El objetivo. EH Bildu se propone capitalizar su pacto con el PNV para fortalecerse y crecer gracias a una parte del electorado de Elkarrekin Podemos,.
Negociar desde el principio de realidad, pero también con firmeza y con ambición. Demostrar responsabilidad porque no hay un día mágico de ruptura, sino que todo es fruto de un proceso y de una transición no exenta de contradicciones. Acumular fuerzas en clave de izquierda soberanista, pero ensanchar la base social del independentismo ,.
La candidata de Por Andalucía desvincula el proyecto del contexto nacional y no desvela el contenido del acuerdo final alcanzado con Podemos,.
Los dirigentes de Por Andalucía, la coalición de izquierdas creada a trompicones al límite del plazo legal de inscripción en el registro el pasado viernes, han presentado formalmente este miércoles su nueva marca con una petición de perdón. “Quiero pedir disculpas a los ciudadanos por la desazón de estos días, cuando no sabían si íbamos a ser capaces de conseguir esta coalición”, ha arrancado la candidata de Por Andalucía, Inmaculada Nieto (IU), en alusión al caos de los últimos días. En un acto en Sevilla, Nieto no ha explicado cómo se han resuelto los problemas técnicos y jurídicos o la fórmula para el reparto de subvenciones, el principal escollo entre los socios, una vez que la Junta Electoral de Andalucía excluyera a Podemos y Alianza Verde de la nueva formación.
Ha sido la primera vez que los dirigentes de los seis partidos coaligados y la candidata comparecen juntos y explican en qué consiste su oferta y cuáles son sus objetivos a falta de seis semanas para elecciones del 19 de junio. Hasta ahora, las únicas imágenes de los responsables de Podemos, Izquierda Unida, Más País, Equo, Alianza Verde e Iniciativa del Pueblo Andaluz fueron las que se tomaron en la pasada Feria de Sevilla, con la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, al frente de un pelotón de dirigentes. La también ministra de Trabajo vino a bendecir a la candidata propuesta por IU y por Más País, creyendo que esa decisión, el mayor escollo, desenredaría nudos menos potentes. No fue así.
Una candidatura “netamente andaluza”
La candidata se ha esforzado por resaltar que su proyecto es eminentemente andalucista ―algo en lo que han hecho hincapié el resto de los líderes de las seis formaciones que integran Por Andalucía y que la han precedido en su intervención― desvinculándolo de la confluencia que quiere pilotar Yolanda Díaz. “Es una iniciativa inédita en el contexto de todo el país, netamente andaluza”, ha señalado Nieto, quien ha remarcado que nace “al margen del contexto estatal o de otras comunidades autónomas”. La dirigente de IU ha evitado pronunciarse por el enfrentamiento protagonizado estos días por la ministra de Trabajo y el antiguo líder de Podemos, Pablo Iglesias.
“Pedir disculpas es un ejemplo de nuestra nueva forma de hacer política frente a la soberbia ejercida estos años desde la Junta”, ha insistido Nieto. Ante la necesidad de pasar página —”lo pasado en los últimos tres días está resuelto”, ha asegurado― tanto ella, como el resto de dirigentes políticos, han restado importancia a las desavenencias.
“Esta no es una candidatura de unidad, sino un lugar de encuentro entre diferentes que buscan un objetivo común”, ha resumido la presidenta de Más País Andalucía, Esperanza Gómez, el contexto en el que se ha gestado la coalición. El acuerdo parece cerrado, pero en la coalición no han querido dar a conocer sus términos. Tampoco, ha asegurado Nieto, están decididos los nombres de los cabezas de lista en cada provincia.
Los dirigentes de IU, Ernesto Alba; Más País Andalucía, Esperanza Gómez; Verdes Equo Andalucía, Mar González; Iniciativa del Pueblo Andaluz, María José Torres; Alianza Verde, Carmen Molino; y Podemos, José Antonio Delgado, han esbozado líneas comunes de acción: la defensa de las políticas públicas, los derechos sociales, el feminismo y un cambio de modelo productivo que prime las políticas medioambientales y de sostenibilidad frente a la economía basada en el turismo y la agricultura. Otras consignas como la necesidad de “recuperar la ilusión”, “reconectar con el electorado” y “ganarse el mérito para la ciudadanía” se han repetido en todas las intervenciones.
Los representantes de Podemos y Alianza Verde empezaron a descolgar teléfonos muy tarde y no llegaron a tiempo para que la documentación llegara en plazo a la Junta Electoral de Andalucía. Legalmente, no forman parte de la coalición correctamente registrada, formada por cuatro formaciones, y, lo que es más importante, no pueden recibir subvenciones electorales y parlamentarias porque sería un caso de financiación ilegal, según aseguran los juristas consultados. Ahora se buscan fórmulas políticas y jurídicas para arreglar un entuerto mayúsculo del que se avergüenzan algunos dirigentes de la nueva marca. Los candidatos de Podemos sí irán en las listas como independientes y no podrán usar su logotipo morado.
Dudas sobre el futuro de la coalición
Por Andalucía nace con muchos interrogantes sobre su viabilidad futura, porque durante las negociaciones ha quedado claro que la relación entre los partidos es de desconfianza. La convivencia en el grupo parlamentario que se forme, si sacan diputados suficientes (al menos cinco) en la duodécima legislatura andaluza, se aventura llena de curvas minadas y peligrosas. La propia convocatoria de la presentación de hoy es un ejemplo de lo que se avecina: hasta tres convocatorias enviadas desde Podemos, IU y Más País para un solo acto verdadero.
Lo más detallado que ha trascendido hasta ahora del acuerdo han sido dos folios donde de manera nítida se establece un reparto estricto de poder. Podemos encabezará las listas en cuatro provincias, IU en tres y Más País, en una, Sevilla, un puesto asegurado salvo catástrofe que nadie contempla. En esas cuartillas queda fijado quiénes intervendrán en los debates de la comunidad y de presupuestos; a qué partido corresponderá proponer a los representantes al Senado, a la Mesa del Parlamento y a los órganos de extracción parlamentaria; y hasta cómo se distribuirán las presidencias de las futuras comisiones de la Cámara. Y el dinero: 60% para Podemos y 40% para IU.
Si en la anterior coalición de izquierdas para las elecciones de 2018 (con el nombre de Adelante Andalucía), las izquierdas terminaron implosionando cuando legalmente lo tenían todo ajustado, ¿qué puede pasar ahora con un proyecto armado al retortero? No hay respuesta aún, aunque durante la campaña, estiman dirigentes de la coalición, habrá tregua y cierre de filas. Unos malos resultados harán de espoleta, estiman algunos.
En cualquier caso, el embrollo andaluz es también una especie de laboratorio para el proyecto que pretende liderar Yolanda Díaz, del que se ha desentendido después de ver el final del primer capítulo de la película. “Estas cosas son las que alejan a la ciudadanía de los partidos políticos”, dijo el lunes. El fundador de Podemos, Pablo Iglesias, criticó en los micrófonos de la Cadena SER el infausto comienzo del proyecto de Díaz, a la que él designó como sucesora. “No hay peor manera de arrancar”, dijo.
TITULO: Donde comen dos - Suecia blinda la isla de Gotland mientras acelera el debate sobre el ingreso en la OTAN.
Suecia blinda la isla de Gotland mientras acelera el debate sobre el ingreso en la OTAN.
Las Fuerzas Armadas refuerzan su capacidad militar en este territorio del mar Báltico especialmente vulnerable a la amenaza rusa. El Partido Socialdemócrata anunciará el domingo si finalmente apoya la adhesión a la Alianza,.
foto / La apacible vida de los habitantes de la isla de Gotland se ha visto alterada en los últimos meses. Por primera vez en muchos años, militares suecos han patrullado las calles o el puerto de Visby, su capital. En sus bosques, cientos de soldados entrenan desde hace semanas con ropa de camuflaje y munición real. Y en todas las casas se guarda un folleto distribuido por las autoridades que indica cómo actuar si estalla una guerra. Mientras reaparecen en Gotland los viejos fantasmas de la Guerra Fría, la clase política de Suecia debate contra el reloj sobre el posible ingreso del país escandinavo en la OTAN.
La posición estratégica de Gotland, en medio del mar Báltico, la ha convertido durante siglos en un territorio codiciado por otros Estados de la región. Su historia está plagada de invasiones repelidas por Suecia. La última, en 1808, cuando las tropas del zar Alejandro I de Rusia ocuparon la isla durante 26 días hasta que fueron derrotadas. Sin embargo, tras la caída del muro de Berlín, Estocolmo comenzó a reducir su inversión en defensa y a disolver regimientos. En 2005, abandonaron Gotland los últimos militares que quedaban; el talón de Aquiles del país nórdico quedó desmilitarizado.
Todo volvió a cambiar en 2014, tras la anexión rusa de Crimea. En los años siguientes, Suecia restableció el servicio militar obligatorio, reinstauró el regimiento de Gotland, con su base permanente a cinco kilómetros de Visby, y volvió a instalar un sistema de defensa antiaérea. El pasado enero, cuando más de 100.000 militares rusos aguardaban órdenes en la frontera de Ucrania, cientos de soldados suecos volaron a la isla del Báltico después de que el ministro de Defensa, el socialdemócrata Peter Hultqvist, declarara que no se podía “descartar la posibilidad de un ataque a Suecia”.
“Nos hemos fortalecido de manera notable en lo que va de año, y vamos a crecer mucho más durante los siguientes”, explica Magnus Frykvall, quien desde hace menos de dos meses dirige el regimiento más conocido de Suecia. Hoy tiene a su cargo a unos 400 soldados profesionales y algunos reclutas. “Nos iremos reforzando hasta llegar a los 4.000 efectivos”, añade en el Club de Oficiales el coronel, de 47 años, con experiencia en Kosovo, Afganistán y Malí. “No es sencillo aumentar rápidamente la presencia militar en una isla, tenemos que desplazar a los militares desde otras partes del país”, explica Frykvall, quien considera que tiene “el puesto más interesante que existe hoy en las Fuerzas Armadas de Suecia”. A diferencia de la mayoría de países, los soldados suecos no residen en las bases, sino en apartamentos. Y no abundan las viviendas en alquiler en Visby.
Las decenas de miembros del batallón de la Guardia Nacional (fuerza de reserva militar) en Gotland también participan desde la semana pasada en un programa especial de entrenamiento. Desde el inicio de la invasión de Ucrania, el 24 de febrero, se ha disparado en toda Suecia el número de solicitudes de voluntarios que desean formar parte de las unidades de defensa local.
Gotland —con una superficie similar a la de Mallorca, pero con una población 15 veces menor (poco más de 60.000 personas)— ha sido definida por diversos analistas como “un gigantesco portaviones imposible de hundir”. Frykvall asegura que “quien controla Gotland, puede dominar el espacio aéreo y marítimo del sur del Báltico”. La posible entrada del país escandinavo en la OTAN, una opción cada vez más cercana, ofrecería a la organización transatlántica una posición privilegiada para la defensa de algunos de sus aliados, principalmente de Estonia, Letonia y Lituania. Situada a 300 kilómetros del enclave de Kaliningrado, donde las fuerzas del Kremlin almacenan misiles nucleares Iskander, el espacio aéreo de la isla ha sido violado desde el inicio de la guerra al menos cuatro veces por cazas rusos y aviones de guerra electrónica (diseñados para degradar la eficacia de sistemas de radio y radares). En su discurso ante el Parlamento sueco, el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, destacó la vulnerabilidad de la isla del Báltico: “En Moscú ya se discute sobre cómo invadir Gotland”, sentenció.
En las calles medievales de Visby (24.000 habitantes), la solidaridad con Ucrania es palpable. En algunas ventanas se han colocado banderas del país agredido; y en otras, carteles en los que se insulta al presidente ruso, Vladímir Putin. A principios de marzo, más de 2.000 personas mostraron su apoyo a Kiev en una de las concentraciones más numerosas que han tenido lugar en la isla. Pero además de los gestos fraternales, se siguen adoptando nuevas medidas para reforzar la seguridad de Gotland. El ministro de Finanzas, Max Elger, anunció la semana pasada que se invertirán 1.600 millones de coronas suecas (155 millones de euros) en renovar y ampliar las instalaciones y las infraestructuras que se utilizan para proteger la isla. Las autoridades provinciales también han puesto en marcha planes para garantizar que en caso de crisis no habrá desabastecimiento de medicamentos, combustible o de los productos químicos necesarios para depurar el agua.
En una plaza junto a las monumentales ruinas de la iglesia de Santa Catalina, Jonas Persson trata, a pesar de la lluvia, de enseñar a su hijo de cuatro años a montar en bicicleta. Persson, que se mudó a Visby hace 20 meses, tiene claro que el país escandinavo debe adherirse a la Alianza Atlántica: “Es el momento de la realpolitik; ahora no tocan los debates filosóficos”, sostiene este diseñador gráfico de 38 años. “¿Acaso queda algún ucranio que no quiera entrar en la OTAN?”, plantea.
Otra residente de Gotland, Linnéa Lindberg, recuerda bien los años de la Guerra Fría en los que en la isla llegó a haber hasta 25.000 militares suecos —casi uno por cada dos habitantes— y en los que la población tenía vetado el acceso a bastantes zonas. A sus 63 años, comenta en una cafetería de Visby que hasta este año siempre había estado “radicalmente en contra” de que Suecia renunciara a su política de no alineamiento e ingresase en la OTAN, pero que “no se puede vivir en el pasado”. Lindberg, que reconoce que en marzo hizo acopio de alimentos imperecederos y se informó de dónde tenía el refugio antiaéreo más cercano, reclama “garantías claras de seguridad”, aunque añade que prefiere que no haya tropas extranjeras de manera permanente en Gotland.
Terapia colectiva de los socialdemócratas
Mientras resulta evidente que la mayoría de los 60.000 habitantes de Gotland respaldan el ingreso en la Alianza Atlántica lo antes posible, los eventos se suceden en Estocolmo. Este miércoles, el primer ministro británico, Boris Johnson, firmó con su homóloga sueca, la socialdemócrata Magdalena Andersson, una declaración de garantías de seguridad mutua. “Si Suecia es atacada y nos pide apoyo, se lo daremos”, afirmó el mandatario conservador, quien añadió que el respaldo militar no estará vinculado a la decisión final que adopte Suecia sobre el ingreso en la Alianza. El Partido Socialdemócrata —ganador de todas las elecciones generales celebradas en el país escandinavo desde 1914— se somete esta semana a una especie de terapia colectiva en la que debe decidir si renuncia a la postura defendida durante décadas y opta por apoyar la adhesión a la OTAN. En un principio, el partido no iba a anunciar su posición definitiva hasta finales de mayo, pero su portavoz, Tobias Baudin, apuntó el lunes que el próximo domingo se dará a conocer el resultado alcanzado tras tres jornadas de reuniones digitales.
También se ha adelantado dos semanas la presentación del nuevo análisis de la política de seguridad del país escandinavo, que estaba prevista para finales de mes y que tendrá lugar este viernes en el Riksdag (Parlamento). Las encuestas apuntan que el respaldo al ingreso en la OTAN se ha duplicado entre la población sueca; según un sondeo de abril, el 57% de los ciudadanos se muestra a favor de la adhesión, frente al poco más del 25% que lo apoyaba a finales del año pasado; un cambio radical —aunque menor que el que se ha vivido en Finlandia— que se refleja en las prisas de los políticos en Estocolmo.
Los socialdemócratas Lena Hallgren, ministra de Salud y Asuntos Sociales, y Ardalan Sherkabi, titular de Seguridad Social, ya han anunciado que están a favor de romper con la postura tradicional de la formación que gobierna en minoría. Cuatro fuerzas parlamentarias en la oposición —Liberales, el Partido Moderado (conservador), el Partido de Centro y Demócratas Cristianos— reclaman que los trámites para el ingreso se inicien cuanto antes, en la cumbre de la OTAN que se celebrará a finales de junio en Madrid. Y han sumado a la causa al partido de ultraderecha Demócratas Suecos, la tercera formación con más representación en el Riksdag. El Partido de la Izquierda y Los Verdes siguen rechazando de plano la opción de ingresar en el bloque militar transatlántico. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha reiterado en innumerables ocasiones que Suecia y Finlandia tienen abiertas las puertas de la Alianza.
Al margen de lo que se decida estas semanas en Estocolmo, en Gotland y en el mar Báltico tendrán lugar a mediados de junio unos ejercicios militares (Baltops 2022) en los que participarán soldados de 20 miembros de la OTAN, una muestra más de la estrecha relación que Suecia y Finlandia han mantenido en el último decenio con la organización militar. “La cooperación es útil, pero formar parte de la Alianza es lo que te ofrece garantías de seguridad”, recalca el coronel Frykvall.
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