TITULO: El Telediario La 1 - Policia - Un Constitucional dividido rechaza revisar la condena de Igor Portu por el atentado de ETA en la T-4,.
Un Constitucional dividido rechaza revisar la condena de Igor Portu por el atentado de ETA en la T-4,.
foto / El dirigente etarra pidió amparo al órgano de garantías después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos estimara que fue objeto de malos tratos al ser detenido,.
El Constitucional ha rechazado por seis votos a cinco la petición de amparo del etarra Igor Portu, quien solicitaba una revisión de condena por el atentado de la T-4 en el que murieron dos personas, después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) considerara que durante su detención fue sometido a malos tratos, que no fueron suficientemente investigados. El sector conservador del tribunal ha avalado la decisión del Supremo de rechazar la petición, mientras que el bloque progresista, que defendía que el recurso debía prosperar, ha anunciado la presentación de votos particulares contra la sentencia acordada por el órgano de garantías.
La petición de amparo de Portu se dirigía contra un auto del Supremo de marzo de 2019, que no autorizaba un recurso extraordinario de revisión contra su condena como coautor del atentado de la T-4 del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas, cometido por ETA el 29 de diciembre de 2006. El recurso también se dirigía contra una resolución posterior que inadmitió el incidente de nulidad de actuaciones planteado contra este mismo auto.
La Audiencia Nacional condenó a Portu en mayo de 2010 a diversas penas de prisión como coautor de un delito de estragos, dos delitos de asesinato terrorista consumados, y 48 delitos de asesinato terrorista en grado de tentativa. Esta sentencia no fue recurrida, por lo que devino firme. Paralelamente, se siguió otro procedimiento penal contra algunos de los miembros de la Guardia Civil que intervinieron en el momento de la detención del recurrente.
En primera instancia, la Audiencia Provincial de Guipúzcoa condenó a cuatro agentes como autores de un delito de torturas graves, por causar lesiones al recurrente por su mera pertenencia a la organización terrorista ETA. Esta decisión fue revocada por el Tribunal Supremo, que absolvió a los agentes el 2 de noviembre de 2011, por entender que no había material probatorio suficiente contra ellos. Este fallo fue impugnado por Igor Portu ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y la justicia europea estimó su recurso en 2018.
El Tribunal de Derechos Humanos apreció vulneración del artículo 3 del Convenio Europeo de Derechos Humanos y condenó a España por entender que, en el momento de la detención, Portu había sufrido lesiones constitutivas de malos tratos, pero que “no se podían calificar como torturas por falta de prueba concluyente sobre la finalidad con la que fueron causadas aquellas lesiones”. Basándose en esta sentencia del TEDH, solicitó al Tribunal Supremo que le autorizara para instar la revisión de su condena. El Supremo desestimó la petición y el condenado pidió amparo al Constitucional.
Entre otras razones, el Supremo rechazó revisar la sentencia porque no existía sentencia condenatoria alguna que acreditara que las declaraciones de los procesados fueron obtenidas mediante violencia o coacción. También argumentó que las lesiones del recurrente se produjeron en dependencias y bajo custodia policial, pero no constaba ninguna finalidad de obtener una confesión ni la existencia de relación alguna con el material probatorio utilizado para su condena.
Las pruebas para su condena se basaron en la confesión de su compañero Mattin Sarasola, otro de los tres detenidos por el atentado de la T-4. La sentencia recoge que las declaraciones de los coimputados no sirven por sí solas como prueba si no son corroboradas por otros datos. En este caso, hubo varios elementos que apoyaron las afirmaciones de Sarasola. En el juicio se demostró que fue Portu el que alquiló el coche y el que compró el móvil con el que avisaron de que iba a haber una explosión. Además, encontraron varios post-its manuscritos por él con los teléfonos de los bomberos y la policía a los que llamaron; y se determinó, mediante una prueba de voz, que fue quien realizó, como mínimo, la primera de las tres llamadas de aviso.
La sentencia del Constitucional ―de la que ha sido ponente el magistrado Antonio Narváez Rodríguez―, ha confirmado el criterio del Supremo y ha desestimado el recurso de amparo. El tribunal de garantías considera que “no existe conexión temporal, espacial y personal entre los malos tratos sufridos por el ahora demandante de amparo y otro acusado y la confesión de este último”. También subraya que “el recurrente no impugnó la sentencia de la Audiencia Nacional” y tampoco discutió “la valoración de la prueba que motivó su condena”, por lo que “no existe vínculo de conexión entre los malos tratos y la licitud, validez y eficacia de la prueba de cargo empleada para descartar la presunción de inocencia del recurrente”.
En este tipo de recursos —afirma el fallo― “la seguridad jurídica debe prevalecer cuando no hay razón de justicia material que justifique dejar sin efecto una sentencia condenatoria firme”.
El vicepresidente del Constitucional, Xiol Ríos, así como las magistradas María Luisa Balaguer e Inmaculada Montalbán y los magistrados Cándido Conde-Pumpido y Ramón Sáez Valcárcel, todos ellos del sector progresista, han anunciado la formulación de votos particulares contra la sentencia. En el bloque discrepante se considera que el fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos es firme y supone un mandato, que debía ser ejecutado, por lo que el Supremo debió admitir a trámite el “procedimiento de ejecución” previsto por la ley, y después resolver si se revisaba o no la condena impuesta. A juicio de estos magistrados, rechazar de plano la ejecución de la sentencia del TEDH es legalmente incorrecto y puede tener consecuencias internacionales perjudiciales para España en el Consejo de Europa.
TITULO: EL MAGO DEL TIEMPO - Las temperaturas podrían alcanzar hasta los 44 grados,.
foto / "De cumplirse la previsión, en Badajoz se superará el récord de hace 20 años", aseguran desde el centro territorial de la Aemet,.
Récord desde hace 20 años
La tendencia de este mes ya venía siendo algo inusual. La temperatura media se sitúa actualmente en unos 34,5 grados, según la Aemet. “A principios de mes hemos visto 4ºC por encima de lo habitual”, destaca Núñez.
Si se confirmara el pronóstico, podría darse el episodio cálido más importante de mayo de las últimas dos décadas. “De cumplirse el superar los 40ºC, estaríamos ante un récord para la capital pacense durante un mes de mayo. Hace 20 años, en 2001, está cifrada la temperatura más alta en 38,6º”, recuerda el delegado territorial de la Aemet.
TITULO: Volando voy - Jesús Calleja - El periodista polaco Adam Michnik ,.
Este domingo -15, 22- Mayo a las 21.30, Cuatro emite una nueva entrega de 'Volando voy',foto,.
El periodista polaco Adam Michnik,.
El periodista polaco Adam Michnik, premio Princesa de Asturias de Humanidades,.
El histórico director de ‘Gazeta Wyborcza’, siempre comprometido con la libertad, ha sido muy crítico en los últimos años con las derivas autoritarias que golpean a Europa del Este,.
El escritor y periodista polaco Adam Michnik (Varsovia, 75 años), histórico director de Gazeta Wyborcza e intelectual de referencia en la transición hacia la democracia del país centroeuropeo, ha sido galardonado con el premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades. El jurado ha destacado “su compromiso con el periodismo de calidad y su influencia en la recuperación y en la defensa de la democracia en Polonia”. Antiguo líder disidente y siempre comprometido con la libertad, es uno de los más destacados defensores de los derechos humanos en Polonia. Fue uno de los fundadores del movimiento KOR (el comité para la defensa de los trabajadores) y miembro del sindicato Solidaridad de Lech Walesa desde su creación en 1980. Su militancia la pagó con varias estancias en la cárcel, antes de fundar, tras la caída de la dictadura comunista en 1989, el diario progresista de referencia en Polonia, del que sigue siendo redactor jefe. Amante de España, donde conoció a los actores fundamentales de la Transición, se ha mostrado siempre a favor de la reconciliación nacional y el diálogo en los procesos hacia la democracia.
La llegada de la democracia a Polonia, en 1989, no neutralizó el compromiso de Michnik, que siempre ha sido muy crítico con las derivas autoritarias que golpean a Europa del Este, así como con la creciente influencia que la Rusia de Vladímir Putin ejerce sobre el territorio. Conocedor de la política rusa, ha seguido de cerca y comentado la invasión de Ucrania de este año, mostrándose muy crítico con las decisiones de Putin. “Las políticas históricas de Putin [en Rusia], Kaczyński [en Polonia] y Orbán [en Hungría] funcionaron, en el sentido que le hicieron creer a la gente que la historia era diferente de lo que era. Esto significa decir que el pasado estuvo lleno de nobleza, que, por ejemplo, Rusia nunca le hizo nada malo a nadie y que siempre fue una víctima. Cuando entraba en algún lugar, nunca era un acto de agresión sino de liberación, estaba ayudando a los perseguidos”, desarrollaba el mes pasado en una entrevista a The New Yorker.
Durante la última década ha sido opositor de Ley y Justicia, partido populista y derechista que actualmente ostenta el Gobierno polaco. Articulista de EL PAÍS, en una tribuna de febrero del año pasado denunciaba los reflejos autoritarios en Polonia, donde el Gobierno, aseguraba, intentaba estrangular a la prensa “con las tácticas de Putin y Orbán”. “30 años después de la caída del muro de Berlín, la abolición de la censura y el colapso de la URSS, la sociedad civil polaca vuelve a defender la democracia que tanto le costó conseguir frente a un Estado decidido a quitársela”, advertía. En estos años del partido ultraconservador polaco en el poder, el país ha entrado en una espiral autoritaria que le ha costado frecuentes choques con Bruselas por cuestiones como las reformas que socavan la independencia judicial. Polonia ha minado los derechos de las mujeres con la ley del aborto más dura de la UE, solo por detrás de Malta, y ha puesto en el punto de mira al colectivo LGTBI. En su intento de controlar el mensaje y la propaganda, impulsó una ley que buscaba cerrar la mayor televisión privada del país, crítica con el Gobierno, y reformó los medios públicos a su medida.
La Gazeta Wyborcza de Michnik también ha sufrido los embates del Ejecutivo de Mateusz Morawiecki en forma de denuncias del partido gobernante por supuesta difamación o enormes recortes en publicidad institucional. En una entrevista con la revista Foreign Policy en 2019, Michnik aseguró que temía por su seguridad. “Podrían enviarme una milicia a la redacción de Wyborcza. Podría encontrar drogas en mi apartamento y que el día siguiente viniese la policía a registrar mi casa”.
Pese a todo, Michnik reconoció en la reciente entrevista a The New Yorker que, en el caso de Ucrania, el Gobierno polaco había adoptado “un enfoque razonable y decente”. El Ejecutivo de Varsovia, que siempre se ha opuesto duramente a la inmigración de Oriente Próximo y África, unió fuerzas con otros Estados europeos en oposición a la invasión rusa de Ucrania, y en los últimos meses ha acogido a más de dos millones de ucranianos, según datos de la ONU.
En una entrevista en EL PAÍS en 2016, año en que recibió el premio Ortega y Gasset de periodismo por su trayectoria profesional, Michnik reflexionaba: “No se puede comparar lo que sucede ahora con la dictadura comunista, pero Putin tampoco es Stalin. Es un fenómeno nuevo que todavía no tiene nombre. De la misma forma que, cuando surgió el fascismo, tampoco tenía nombre”. Tanto por su carrera periodística como por su defensa de los derechos humanos, ha sido galardonado con numerosos premios y distinciones, como la Legión de Honor en Francia, el Premio de Periodismo Francisco Cerecedo o el Robert F. Kennedy de los Derechos Humanos.
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