TITULO: Natural - Que sea el fin del armario y de la censura ,.
Natural La Sexta emite este miércoles -11, 18 - Mayo a las 22:30 horas, foto.
Que sea el fin del armario y de la censura ,.
La apelación a una “amenaza” contra los niños es un lugar común del discurso de odio contra las personas LGTB, como en el pasado contra los judíos,.
En diciembre de 2019, el exalcalde de Río de Janeiro Marcelo Crivella –un pastor evangélico aliado a Jair Bolsonaro– envió inspectores a la Bienal del Libro para buscar y aprehender toda obra con “escenas de homosexualismo”. La extrema derecha brasileña usa ese término, que sugiere enfermedad e ideología, para referirse a la homosexualidad.
Todo comenzó cuando Crivella supo que, en algunos estands, había ejemplares de Los jóvenes vengadores que llevaban en su portada el primer beso gay de ese cómic de Marvel, entre Hulkling y Wiccan. Dijo que había que proteger a los niños de esa imagen “impropia” y aprovechó para extender la censura a cualquiera que mencionara la homosexualidad.
Cuento esta y otras historias en mi libro El fin del armario (Anaconda, 2020), una investigación periodística sobre la vida de las personas LGTB en el siglo XXI que la jueza Carola Soria ordenó este viernes retirar de los institutos de Castellón, a pedido de una asociación de abogados vinculada a VOX. Fueron censurados 32 libros; un gravísimo ataque a la libertad de expresión. El argumento fue el mismo de Crivella: que eran “impropios” para los alumnos.
La apelación a una “amenaza” contra los niños es un lugar común del discurso de odio contra las personas LGTB, como en el pasado contra los judíos, falsamente acusados de rituales sangrientos con niños cristianos. Bolsonaro dice “kit gay”, Abascal “pin parental”, Putin y Orbán “propaganda homosexual” y la Iglesia “ideología de género”, pero hablan lo mismo. La extrema derecha, como hace un siglo, difama a minorías ―gais, judíos, inmigrantes, etcétera― para hacer propaganda.
Fingen que en los institutos no hay alumnos LGTB, como si naciéramos adultos. El primer capítulo del libro, Adolescencias robadas, es el más citado en cartas de lectores. Me cuentan que lloraron recordando la propia. Hace siglos nos “adoctrinan” para ser hetero, pero seguimos existiendo. La orientación sexual no se enseña ni puede cambiarse y no hay una mejor que otra, como no es mejor ser blanco o negro. Si tus hijos son hetero, seguirán siéndolo aunque lean mi libro y, si son gais, no los va a cambiar ni el confesionario ―quizás los hará sufrir―. Romper el silencio en la escuela ayudará a muchos a vivir infancias y adolescencias más sanas y felices.
Escapé del Brasil de Bolsonaro y dedico parte del libro a hablar de la amenaza de la extrema derecha. Al censurarme, me dan la razón: el peligro es real, también en España. Como dice Margaret Atwood, no pensemos que “esto aquí no puede pasar”. No subestimemos a los enemigos de la libertad. Que no sea por falta de aviso que no reaccionemos a tiempo.
Bruno Bimbi es periodista, escritor y doctor en Estudios del Lenguaje por la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro. Fue corresponsal en Brasil para la televisión argentina y es autor de los libros Matrimonio igualitario y El fin del armario. Actualmente vive en Barcelona,.
TITULO: Los Reporteros Canal Sur Televisión - La fórmula Feijóo,.
El Sabado -14, 21- Mayo a las 21:30 por Canal Sur Televisión,foto,.
La fórmula Feijóo,.
El próximo fin de semana, el Partido Popular elegirá en Sevilla a su nuevo líder, a Alberto Núñez Feijoo. Un relevo con el que intentará cerrar la crisis abierta en el partido tras el enfrentamiento entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso. Hemos viajado a Galicia para conocer mejor quién es Feijoo y qué representa. Su hoja de ruta y posible estrategia de pactos podrían condicionar el futuro político de Andalucía en un año en el que tendremos una nueva cita con las urnas.
La política no es una ciencia exacta y, sin embargo, basta un error de cálculo para que una estrategia en apariencia infalible desemboque en un completo fracaso. El duelo Ayuso-Casado, que el propio Casado propuso, lo perdió Casado pero, de una u otra forma, todo el Partido Popular escapó de la trifulca con contusiones. Algunas de pronóstico reservado, todavía. Así que el PP se ha encomendado a una nueva formula que le permita recomponer la figura y salir del atolladero, precisamente ahora que las elecciones en Andalucía están a la vuelta del verano.
Cuando muchos se preguntaban en qué momento se mudaría el Partido Popular de la Calle Génova, resultó que era Pablo Casado el único que estaba a punto de hacer el equipaje. Este prolongado y extraño aplauso no solo significa el fin de una carrera política, sino que representa el último acto de una guerra interna y descarnada que todo el país contempló con asombro y en directo.
Para cuando Pablo Casado y Teodoro García Egea comprendieron por fin que se habían quedado solos, hacia días que los barones del PP miraban hacia otro lado a la espera de que Alberto Núñez Feijóo diera el paso que esperaban.
Sevilla será la pista de despegue para Feijóo. No habrá sorpresas en el congreso de la semana que viene, naturalmente. El resultado de las primarias, con un 99 por ciento de apoyos para un único candidato, amortiguará el estruendo de los tambores de guerra superponiéndole un sonido menos estridente y, para el propio PP, más simbólico. Porque después de Fraga y Rajoy, el Partido Popular se pone de nuevo en manos de un político gallego.
No es la primera vez que al presidente de la Xunta le ha tentado la posibilidad de trasladarse desde la Plaza del Obradoiro, en Santiago de Compostela, a la Calle Génova número trece de Madrid. Sin embargo, cada vez que se le presentaba la oportunidad, la rechazaba; quizá porque no tenía claro que pudiera medirse en igualdad de condiciones con otros candidatos que controlaban mejor que él el aparato del partido. Todo ha cambiado radicalmente, porque ahora todos los barones - y de forma singular el presidente de la Junta de Andalucía - le apoyan sin ambages.
Se abre por tanto un nuevo ciclo que en la Facultad de Ciencias Políticas de Santiago estudian con detenimiento, aunque no siempre con puntos de vista coincidentes. El profesor Miguel Bastos, por ejemplo, considera que Feijóo ha encontrado, ahora sí, su sitio.
El profesor Antón Losada, sin embargo, trabaja en una hipótesis muy diferente. En su opinión, la elección de Feijóo era inevitable pero circunstancial, y quizá transitoria, porque no todo el mundo en el PP pierde de vista las opciones a largo plazo de Isabel Díaz Ayuso.
De momento y mientras tanto, taponar la herida y poner la casa en orden. Esa es la primera tarea que le aguarda al nuevo candidato, pero no la única. Ni siquiera la más importante. Con un calendario electoral apretado y repleto de etapas, lo que de Feijóo espera su partido es que recupere La Moncloa en el plazo de año y medio, ni más ni menos.
En Galicia lo que hay es un parlamento con 75 diputados pero solo tres grupos parlamentarios. En este hemiciclo hasta los pactos más improbables son previsibles y en caso de apuro, la mayoría absoluta del Partido Popular resuelve el atasco. En definitiva, una especie de anticiclón político que ya quisiera para sí cualquier otro presidente autonómico.
Feijóo no solo ha disfrutado de cuatro mayorías absolutas consecutivas, sino que en las ultimas elecciones, hace solo dos años, logró esquivar a Vox y dejarlo fuera de este parlamento. La formación de Santiago Abascal es irrelevante en Galicia, no así en en el resto del territorio. De hecho, acaba de entrar con paso firme en el gobierno de Castilla León y aspira a hacer lo propio en Andalucía. La pregunta es: ¿cuál será la estrategia del nuevo presidente del Partido Popular? ¿Aislar a Vox pase lo que pase o, si los resultados en Andalucía no son los que espera, hacer de la necesidad virtud?
De Galicia regresamos con la sensación de que sólo en geografía las distancias se miden en kilómetros. En política, es distinto. Se puede estar cerca o lejos dependiendo de las circunstancias. De entrada, nos dice la periodista Lourdes Lucio, Feiijóo ya era el principal referente de Juanma Moreno mucho antes de que el partido se asomara al precipicio.
Similitudes, haberlas haylas: Mientras Feijóo enarbola en Galicia la bandera de un nacionalismo bilingüe, de un galleguismo tranquilo, en el sur Moreno defiende lo que Javier Arenas ya definió en su día como un andalucismo constitucional, en un intento declarado de dar por superado el cuestionado papel de la derecha andaluza en la lucha por la autonomía.
No es solo afinidad ideológica, es también una cuestión personal y, en el fondo, estratégica: Moreno Bonilla, nos dice la periodista Isabel Morillo, se siente mucho más cómodo con Feijóo de lo que nunca estuvo con Pablo Casado.
Y hasta aquí los parecidos razonables, porque las diferencias existen. Por lo pronto, es muy poco probable que el resultado de las próximas elecciones andaluzas, previstas para el otoño, permitan a Moreno Bonilla gobernar sin depender de nadie, como ocurre Galicia, o de casi nadie, como sucede en Madrid.
La delicada situación por la que atraviesa Ciudadanos es la clave. Si el naufragio naranja que vaticinan las encuestas se produjera, la suma que sostiene al actual gobierno de coalición, sería del todo insuficiente. Y aun así, Moreno insiste en su intención de gobernar en solitario.
Más allá de las posibilidades futuras de un pacto de esta naturaleza en Andalucía, lo cierto es que los analistas consultados sí consideran que Vox ya ha demostrado una alta capacidad de influencia, especialmente en temas muy sensibles, como la violencia de género. Cuando la semana pasada Feijóo declaró que la violencia vicaria, es decir, el asesinato de los hijos a manos de su padre, no debería considerarse violencia machista, el futuro presidente del PP pareció alinearse con la tesis de Vox según la cual no existe la violencia machista, sino la violencia intrafamiliar.
Similitudes. Diferencias. Aciertos. Contradicciones. Así es la política. La semana que viene, el PP se propone hacer borrón y cuenta nueva con su propio pasado inmediato y tratará de encontrar en Sevilla cierta seguridad tras varias semanas de zozobra. El tiempo y las circunstancias dirán cuál será el resultado futuro de la nueva estrategia porque, como sucede con cualquier otra fórmula, también la de Feijóo encierra certezas, factores variables e incógnitas,.
TITULO: Tierra y Mar - Dehesa Puchana donde la rentabilidad y la conservación de la naturaleza van de la mano,.
Domingo-8 , 15- Mayo , a las 14:00 horas por Canal Sur Televisión, foto,.
Dehesa Puchana donde la rentabilidad y la conservación de la naturaleza van de la mano,.
Los productos procedentes del cerdo ibérico son de sobra conocidos por su calidad gastronómica y sensorial. Sobre todo si provienen de ejemplares engordados en montanera y su alimento fundamental es la bellota. De eso saben bien en las dehesas de la Sierra y el Andévalo onubense.
Una nave de parto donde cada compartimento se comunica con unos corrales exteriores para la confortabilidad y el desarrollo de los recién nacidos y de sus madres. Unas irregularidades que, a juicio de este técnico veterinario, no son muy altas entre los productores de porcino ibérico de nuestra Comunidad.
Esa buena gestión en el manejo del ibérico desde la sostenibilidad le ha sido reconocida a Dehesa Puchana por la Asociación Lutra y por la entidad de certificación INCEDECA.
En otra finca cercana, Los Labradillos, también gestionada por Manuel Ponce asistimos al tradicional esquileo de ovejas. Una lana que se vende a empresas del norte de España con destino al mercado chino. Una lana que en estos momentos no cubre ni los costes que supone la propia esquila.
Y Junto al cerdo ibérico y la oveja merina conviven en este entorno un rebaño de 200 vacas limusinas y una manada de caballos lusitanos. Estas fincas ganaderas destacan por mantener la biodiversidad y una dehesa sostenible. Sin embargo, la seca de encinas y alcornoques está poniendo en peligro su producción. Dehesa Puchana y Los Labradillos participan en más de 14 estudios de investigación con distintas universidades y organismos para combatir la seca
Además de replantar 4 hectáreas de encina y alcornoque, apoyadas con un pequeño aporte de agua, se ha buscado la diversificación plantando algarrobos, a los que no afecta la seca y garantizan el mantenimiento del arbolado.
Se trata, en definitiva, de una dehesa ejemplar, un ecosistema en equilibrio y productivo que es necesario extender.
TITULO: REVISTA EPOCA - Economía - Cuatro décadas de reformas laborales para atacar la temporalidad y reducir el paro ,.
REVISTA EPOCA - Economía - Cuatro décadas de reformas laborales para atacar la temporalidad y reducir el paro ,. , fotos,.
Cuatro décadas de reformas laborales para atacar la temporalidad y reducir el paro,.
a contrarreforma laboral es el enésimo intento para que España deje de ser el farolillo rojo del empleo en Europa, con una de las tasas de paro más elevadas de la Unión y, sobre todo, una presión de la temporalidad como no se ve en ningún otro país del entorno. Las negociaciones de las distintas reformas laborales de la democracia han tratado de atajar ambos problemas, sin conseguirlo al menos de forma estructural. Y lo peor para los distintos gobiernos que las han puesto en marcha: han tenido que soportar la presión de hasta cinco convocatorias de huelga general.
De las ocho grandes reformas laborales acometidas en los últimos 40 años, dos fueron por consenso:la de 2006, con el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero en el poder;y la de 1997, con el PP de José María Aznar en Moncloa. En ambos casos, la economía no paraba de crecer. Aznar consiguió que patronal y sindicatos rubricaran un contrato de fomento indefinido (CFCI) e indemnización de 33 días para mujeres, varones menores de 30 años o mayores de 45 o parados de larga duración. Una década después, Zapatero pactó con los agentes sociales la extensión de esa modalidad a hombres de entre 30 y 45 años, con condiciones.
Sin lograr el consenso
Apenas un año duraría la calma social. Porque la crisis de 2008 cambió todo el panorama laboral. El mismo Ejecutivo de Zapatero fue el que autorizó una profunda reforma laboral, en 2010, por la que se generalizó la indemnización por despido, que pasaba de 45 a 33 días por año trabajado. La de los temporales subía de 8 a 12 días por año trabajado. Huelga general en medio de la recesión.
Con la crisis de 2012 el Gobierno de Mariano Rajoy acometió la que hasta ahora era la última reforma:la del descuelgue de las empresas;el fin de la ultraactividad;la modificación sustancial de las condiciones de trabajo, según la situación de cada compañía; y el despido generalizado a 33 días. Otra huelga general.
Diez años antes, en 2002, Aznar tuvo que lidiar con un paro general por su intención de reformar el sistema de prestación por desempleo: el parado que rechazara determinadas ofertas de trabajo o de formación que la Administración considerara «adecuadas» se le podría retirar la prestación del INEM. También suprimía los salarios de tramitación, la cantidad dejada de percibir por los sueldos desde el despido hasta la resolución judicial.
Aznar no fue el único que sufrió la presión movilizadora de los sindicatos. Su antecesor, Felipe González, vio pasar por delante de La Moncloa hasta cuatro huelgas generales. La de mayor impacto, la que prácticamente paralizó el país –incluida TVE–, fue la de diciembre de 1988. La reforma que impulsó el entonces Gobierno socialista tenía su base en la de 1984, cuando se dio entrada a la temporalidad. Esa nueva modalidad laboral estaba destinada a jóvenes de entre 16 y 25 años, pero no logró los efectos deseados en materia laboral.
Cuatro años después, en la crisis de 1994, el Ejecutivo de González impulsó la gran reforma que suponía una nueva flexibilización de la normativa de contratación y la negociación colecitva, con el incremento de las causas para los despidos a tecnológicas o económicos por fuerza mayor. Se creó un contrato de aprendizaje y, sobre todo, se regulaba la actividad de las empresas de trabajo temporal (ETT) en el ámbito privado, al margen del INEM. El parón general volvió a presionar a Moncloa.
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