domingo, 4 de febrero de 2024

Tarde de café - El condensador de fluzo - "Cosas de casa" o las familias poderosas en la historia ,. / Documaster - La educación obrera en Noruega en los años veinte ,. / Al Médico - «No todo el ejercicio vale contra el cáncer»,.

 

 TITULO:  Tarde de café -    El condensador de fluzo -  "Cosas de casa" o las familias poderosas en la historia ,.

 Tarde de café - El condensador de fluzo -   "Cosas de casa" o las familias poderosas en la historia , fotos,.

 El condensador de fluzo -  "Cosas de casa" o las familias poderosas en la historia,.

 "Cosas de casa" o las familias poderosas en la historia

 Las familias más poderosas de la historia protagonizan esta nueva entrega de El Condensador de Fluzo. La presentadora Raquel Martos nos desvela junto a sus colaboradores aquellas familias que han dejado su huella en la historia. Carmen Guillén nos descubre la increíble vida de las hermanas Soong. Sin su influencia, resuelta imposible contar la historia de China 

 

durante el siglo XX. Goyo Jiménez estrena "A pie de historia", donde conoceremos el origen histórico de expresiones como la canción "es un muchacho excelente". De la mano de Néstor Marqués conoceremos a las familias imperiales romanas y Sara Rubayo nos mostrará cómo ha pintado el arte a las familias más poderosas. Además, reflexionamos sobre el valor de la sangre y el poder con Francisco Precioso. Finalmente, Miguel Iríbar nos contará un acontecimiento que enfrentó a las familias nobiliarias del reino de Castilla y Javier Traité nos narrará la caída de los Omeya. Todo en un Condensador de Fluzo de lo más familiar.

TITULO:  Documaster - La educación obrera en Noruega en los años veinte,.

La educación obrera en Noruega en los años veinte,.

foto / El movimiento obrero impulsó en los años veinte la formación y la educación de los trabajadores. En este ámbito fue muy importante la tarea emprendida por el Partido Obrero Belga, pero también por otras formaciones. En este artículo reseñamos el trabajo que se realizaba en Noruega.

 Historia de Noruega - Wikipedia, la enciclopedia libre

En este país nórdico no existía una organización nacional para la formación de los trabajadores, como, por ejemplo, había en Finlandia, aunque, al parecer, a mediados de la década de los años veinte se estaba trabajando en ese sentido. En todo caso, existían distintas organizaciones independientes entre sí, aunque, ciertamente, había una Escuela Obrera por correspondencia, que sí era de ámbito nacional. Esa Escuela había estado bajo la común dirección del Partido Obrero Noruego y la Unión Obrera, pero, a partir de 1923, había quedado en manos exclusivamente de la central sindical. Al parecer, se había hecho este cambio para evitar que las disensiones políticas del movimiento obrero noruego afectasen a la tarea de la Escuela. En este sentido, debemos recordar que en 1919 el Partido Laborista de Noruega ingresó en la Tercera Internacional, siendo la única formación socialista occidental que lo hizo, lo que provocó que una parte de sus miembros formasen el Partido Socialdemócrata de los Trabajadores de Noruega, es decir, que la escisión fue al revés de lo que ocurrió con otros Partidos Socialistas, donde los que se fueron habían sido los comunistas, como se ejemplifica en los casos español o francés. Pero en 1923, precisamente, el Partido dejó la Internacional, provocando, eso sí, ahora la escisión comunista, formándose el Partido Comunista de Noruega.

La Escuela por correspondencia estaba administrada por una Junta nombrada por el Ejecutivo de la Unión Obrera, con un director. La enseñanza que se daba era, exclusivamente, por correspondencia, es decir, a distancia. En 1924 el programa estaba dividido en trece secciones, pero dos tuvieron que eliminarse por faltar profesores especialistas. No deja de llamar la atención que habían sido suprimidos el materialismo histórico y Karl Marx. Los otros temas o cursos eran las siguientes: idioma noruego, aritmética, inglés, alemán, esperanto, retórica, consejos obreros, teoría de la cooperación, movimiento obrero, política municipal e historia del movimiento obrero noruego. Cada curso constaba de doce o quince temas (“lecciones”), aunque los idiomas tenían veinte. La cuota para cada curso variaba entre las 15 y las 25 coronas, además de una pequeña suma para sellos. Al parecer, no era muy caro, y se impartía una enseñanza de calidad, poniéndose mucho cuidado en la corrección del trabajo realizado por los alumnos.

A finales de 1924 se inscribieron 1.685 alumnos, 200 más que en el curso anterior. Era frecuente que los alumnos se matriculasen en más de un curso de forma simultánea. El curso favorito era el de política municipal, seguido por los idiomas.

Al parecer, a algunos alumnos se les daba enseñanza individualizada sobre diversos temas.

Pero el número de las matrículas no había sido el esperado, porque incidía el paro, pero también influían las disensiones que se estaban produciendo en el seno del movimiento obrero, como hemos explicado, por nuestra parte. También había habido dilaciones en el despacho de las cartas, aunque, al parecer, hacia 1925 se estaban comenzado a solucionar los problemas.

Los aspectos de la formación obrera a distancia han sido consultados en el número 5344 de El Socialista, de marzo de 1926.

 

TITULO:  Al Médico -«No todo el ejercicio vale contra el cáncer»,.

 «No todo el ejercicio vale contra el cáncer»,.

 

¿Cuándo se vio la actividad física en estos pacientes no solo no es mala, sino que es beneficiosa? 

 Soraya Casla, entrenadora oncológica

Ya en los 80 especialistas en Canadá y EE UU ven que los pacientes, tras la quimioterapia, presentan «intolerancia a la actividad», se cansaban mucho, tenían la capacidad física muy reducida, y empiezan a establecer programas de ejercicio físico para recuperar esa funcionalidad y prepararles para tratamientos como cirugías muy agresivas. El primer gran estudio se publica en 2001, con más de 200 pacientes, en el que se ve que realmente les ayuda, que mejoran sus capacidades físicas. En 2005-08, surgen dos estudios observacionales y en ellos se ve que las pacientes con cáncer de mama que hacen ejercicio físico viven más, entre un 30% y un 80% más, y se empieza a plantear que eso genera beneficio fisiológico y que se necesita incluir a nivel clínico. Y en EE UU empiezan iniciativas en los hospitales tanto de investigación como de asistencia.

¿Y cómo va su implantación en España?

Cada vez más oncólogos saben de la importancia del ejercicio, pero todavía queda mucho por hacer. Lo primero, porque muchas veces plantean que las iniciativas sean gratuitas en lugar de desarrollarlas profesionales bien formados, o que se hagan a través de voluntarios, no de forma profesional, donde se establezca una valoración inicial y se adapte el ejercicio a lo que necesita cada uno. Con el libro quería dar visibilidad a que el beneficio del ejercicio físico es muy amplio en estos pacientes, pero es muy importante que sean especialistas los que lo den. Hay otros problemas, como que no es una actividad sanitaria y, lo más difícil, que los gerentes quieran poner dinero e invertir en esta iniciativa.

"Tenemos que convencer a los oncólogos para que prescriban la actividad física"

¿Qué puede esperarse del ejercicio?

Cambia todo el interior, toda la fisiología del cuerpo: mejora el sistema inmune que reduce la resistencia a la insulina y los factores de crecimiento asociados a esta, se reduce la cantidad de grasa intraabdominal y la inflamación global del organismo, y se controlan las hormonas sexuales. Todos son biomarcadores que empeoran el pronóstico del cáncer y favorecen que pueda volver a aparecer. Ese es uno de los beneficios y de los factores más relevantes, pero que no se ve. Y luego hay otros aspectos físicos: previene las neuropatías periféricas, mejora la coordinación y el aumento de masa muscular, previene el aumento de grasa o reduce la cantidad que tienen los pacientes y previene la pérdida de capacidad cardiovascular. Otro de los puntos más importantes es la protección del corazón. Hay tratamientos que son cardiotóxicos y el ejercicio previene que aparezcan problemas cardiovasculares a largo plazo en quienes lo han recibido. Es un tratamiento global e integral, pero si se hace de una manera determinada. No todo el ejercicio vale. Destacar también los aspectos psicosociales y psicoemocionales: reduce los niveles de depresión, de estrés, mejora la red de apoyo entre pacientes y la calidad de vida.

El ejercicio físico que realizamos está adaptado al paciente, no al tipo de tumor, y al momento de la enfermedad, porque se adapta al tratamiento, la cirugía que ha recibido o a la situación de su composición corporal.

Soraya Casla, entrenadora oncológica. David Jar
 
Soraya Casla, entrenadora oncológica.

¿Cómo se sabe cuál es el ejercicio para cada persona?, ¿qué marcadores determinan cuál es la actividad necesaria para cada uno?

En nuestro centro hacemos una valoración inicial en la que registramos tanto en la historia clínica como la deportiva de la persona, las posibles lesiones o si tiene algún tipo de tratamiento (con el objetivo de saber si interactúan o no con el ejercicio físico), y también su nivel físico, cardiovascular, de fuerza, funcional y equilibrio. Y, en función de todos estos parámetros, adaptamos los diferentes aspectos de nuestros programas. ¿Eso que quiere decir? Que aunque nosotros trabajamos en grupo, porque creemos que el grupo tiene una importancia y un poder sustancial en los pacientes con cáncer, el que camina 10 minutos y para él eso es su 80%, pues camina 10 minutos. Y para quien ese 80% es correr 3 veces una cuesta, pues corre 3 veces una cuesta. Es decir, adaptamos el tipo de ejercicio que realiza para llegar a la intensidad adecuada de cada paciente.

¿Cómo convencería de lo bueno del ejercicio a quienes que se sientan débiles o piensen que son muy mayores para hacerlo?

Son fundamentales dos cosas. La primera, entender que esto no es el ejercicio que tienen en mente de cuando eran niños, la gimnasia o el deporte de ocio. Está adaptado a nivel específico para las necesidades de cada persona, y eso es lo que quiero visibilizar en el libro, que es un ejercicio-tratamiento. Y segundo, tenemos que convencer a los oncólogos para que prescriban ejercicio. Son uno de los grupos más importantes a los que tenemos que atraer, convencer para que lo receten.

Cuéntenos un caso especialmente significativo que muestre su alcance.

Una amiga tenía un tumor a nivel de la médula y se lo quitaron. Fue benigno, pero le dejó secuelas físicas. Venía con muletas y, a los seis meses estaba corriendo 5 km. Evidentemente, el primer día no nos pusimos a correr, fuimos poco a poco, había hecho ya su proceso de rehabilitación en el hospital, tenía mucho miedo, mucha falta de control corporal y trabajamos junto con fisioterapeutas.

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