El
Corte Inglés ha decidido prescindir del que hasta ahora era su director
general y encargado de la gestión de todos los grandes almacenes del
grupo, José María Folache. Su salida se produce dos años y medio después
de que el grupo le fichara, por segunda vez, y fuentes próximas a la
compañía apuntan a la edad -tiene 64 años- como uno de los factores
determinantes.
La
decisión, según ha adelantado El Confidencial y que ha podido confirmar
este periódico, fue tomada por el consejero delegado, Gastón
Bottazzini, que ultima los detalles de la elaboración del nuevo plan
estratégico de El Corte Inglés para el periodo 2025-2030, y tras
considerar que el periodo de transición tras su nombramiento haya sido
completado, que en principio iba a alargarse hasta principios de 2025.
Folache
fue fichado en 2022 tras la salida del hasta entonces número dos,
Víctor del Pozo, pero ya había pasado anteriormente por la compañía bajo
la presidencia de Isidoro Álvarez entre 2009 y 2012, dentro de un plan
para renovar la cúpula del grupo. Esta primera etapa duró hasta 2012
cuando se fue para ser consejero delegado de Tous y más tarde recalar en
Parfois y las joyerías Suárez, cargo que ocupaba desde agosto de 2022.
TITULO: Mi casa es la vuestra - Juan Sánchez Moreno ,.Viernes - 15 , 22 , 29 - Noviembre ,.
Viernes - 15 , 22 , 29 - Noviembre a las 22.00, en Telecinco, foto,.
Juan Sánchez Moreno,.
Juan Ginés Sánchez Moreno (Aldaya, 15 de mayo de 1972), más conocido como Juan Sánchez, es un exfutbolista español y actual agente de jugadores que jugaba de delantero. Formado en la cantera y debutando en el CD Mestalla, filial del Valencia C. F., más tarde viviría la época gloriosa de los campeonatos ganados de Liga (2) y la Copa de la UEFA, sumado a las dos finales consecutivas de la Liga de Campeones.
Tras retirarse, formó parte de la secretaría técnica del Valencia
CF hasta el día 25 de agosto del 2008. En 2009 asumió el cargo de
Director Deportivo del Mouscron belga hasta su desaparición,
compartiendo cargo con Amedeo Carboni, al que dirigía otro ex-valencianista como es Miroslav Djukic.
En verano de 2011 se incorporó nuevamente al Valencia CF, dedicándose a
la estructura de captación y secretaría técnica de la Escuela. Siempre
vinculado con el Valencia CF a través de la asociación de veteranos y
participa en la Liga de Fútbol Indoor defendiendo los colores del
conjunto Ché.
Biografía
Este menudo delantero se formó en la cantera del Valencia CF.
Contrarrestaba su pequeña altura con una gran habilidad para estar en
el momento adecuado para convertir cualquier balón en gol siendo un
perfecto ejemplo de lo que se conoce como delantero de área. Ese
oportunismo le valió para ser incluido en la primera plantilla durante
la temporada 1992-1993. Ese año aunque disputó un número considerable de
partidos la mayor parte de ellos fueron como sustituto los últimos
minutos por lo que no pudo ofrecer todo el fútbol que había dentro de
él.
Para que dispusiera de más minutos fue cedido al Real Mallorca de la segunda división donde junto a Javier Serrano Mora
completó una gran campaña, siendo denominados como la "parella de ses
dimonis", aunque ello no le valió para retornar a Valencia ya que fue
traspasado al Celta de Vigo como parte del pago en el fichaje del defensa vigués Jorge Otero por el club valenciano.
En el club gallego completó cinco campañas a buen nivel, sobre
todo la última en la que anotó trece goles en liga que le valieron un
traspaso millonario a su club de origen.
En su retorno al club de la ciudad del Turia completó una aceptable campaña ya que el entrenador, Héctor Cúper,
confió bastante él. Sin embargo el mejor momento de su carrera
deportiva se produjo durante el partido de vuelta de las semifinales de
la Champions League del año 2001 frente al Leeds United al anotar dos goles decisivos que permitieron a su club alcanzar la segunda final consecutiva en dicha competición.
Con la llegada de Rafael Benítez fue perdiendo protagonismo en el equipo si bien también fue partícipe en los títulos conseguidos por el Valencia CF.
Finalmente y ante la falta de minutos decidió volver a su segundo
club, el Celta de Vigo, que había descendido a segunda esa misma
temporada. Tras ser una pieza importante en el ascenso disputó una
campaña más en primera con escaso protagonismo tras la que se retiró.
Después de su retirada formó parte de la secretaría técnica del Valencia CF hasta el día 25 de agosto del 2008.
En 2009 asumió el cargo de director deportivo del RE Mouscron hasta su desaparición,1 compartiendo cargo con Amedeo Carboni en el equipo belga, al que dirigía otro ex-valencianista como es Miroslav Djukic.
En verano de 2011 se incorpora nuevamente al Valencia CF, dedicándose a la estructura de captación y secretaría técnica de la Escuela.
Al mismo tiempo juega con los veteranos del Valencia CF y participa en la Liga de Fútbol Indoor.
Selección nacional
Ha sido internacional con la Selección nacional de fútbol de España en una ocasión. Su debut se produjo el 18 de noviembre de 1998 en un partido en el que España empató a dos con Italia en un partido disputado en Salerno. TITULO: Detrás del muro - PÁGINA DOS - Luis Zueco y Luis Villalón , Martes - 19 , 26 - Noviembre ,.
PÁGINA DOS - Luis Zueco y Luis Villalón ,.
Martes - 19 , 26 - Noviembre , a las 22:00, en La2, foto,.
Página Dos se sumerge en la novela histórica a través de El mapa del mundo nuevo, de Luis Zueco y La conjura de los sabios,
de Luis Villalón. Realiza una ruta literaria por Zaragoza con Antón
Castro, Paco Goyanes y Chusé Raúl Ansón. Y celebra el 50 aniversario de
Carrie, de Stephen King,.
TITULO: Cartas de amor - Noches Romanticas,.
Noches Romanticas,.
foto / Había sido muy guapa, y a los 82 años
todavía lo era. Después he visto una foto de su juventud, con un vestido
rojo que no hace sino confirmarlo. Fue realmente un trueno de mujer, de
las que pisan fuerte. Nacida en la Martinica, enviada por sus padres a
estudiar a Francia siendo quinceañera, entró precozmente en el mundo
cultural parisién. Atractiva, audaz, lectora voraz, conoció en persona o
entabló correspondencia con los nombres más importantes del momento:
Anouilh, Camus, Sartre, Cocteau, el actor Jean Marais… Incluso llegó a
tiempo de tratar a Colette antes de que la famosa novelista
desapareciese. Adoraba a Alejandro Dumas en particular y la literatura
en general, pero su libro favorito siempre fue el Quijote. Eso
la llevó a vivir en Madrid, a enamorarse de España. A convertirse en la
gran señora del hispanismo francés que fue toda su vida.
La conocí en Tolón, sur de Francia, hace poco más de un año. Se
celebraba un congreso sobre la presencia del Mediterráneo en mis
novelas, y allí se habían reunido catedráticos, profesores y amigos
franceses, italianos, ingleses y españoles. Marie-Stéphane Bourjac,
especialista en mi trabajo, era la moderadora de unas charlas que yo
agradecía pero procuraba evitar o asumía con resignación, pues a todo
novelista –al menos a mí me pasa– le avergüenza escuchar a quienes,
aunque sea para bien y no para mal, desguazan y analizan sus libros.
Aquella noche fuimos todos a cenar a Le Gros Ventre, y ella y yo nos
sentamos juntos. Era una gran conversadora, entusiasta de muchas cosas
que compartíamos. Hablamos de todo en varios tonos distintos, desde Juan
Valera y Felipe Trigo hasta la pesca del atún rojo en el Mediterráneo.
Del mar, que ambos necesitábamos. De la vejez, de la juventud y de los
amores.
Para mi asombro, y seguramente el suyo, terminamos coqueteando. O
algo parecido. La situación era agradable y Marie-Stéphane recobraba o
recordaba, supongo, antiguos y gratos reflejos. Ecos de lo que fue y
que, en aquel momento casi mágico, todavía era. Nos rozábamos las manos
al conversar. Sus 82 años se desvanecían, diluidos en sus palabras y su
sonrisa. Hablaba como si el tiempo no hubiera pasado en la vida de
aquella jovencita que llegó a París, en la mujer que llegó a Madrid. Le
brillaban los ojos, aniñándole el rostro. De pronto me hacía
confidencias sobre su juventud, sobre su gato Mazarin y su nueva gata
Tessa, adoptada, que si hubiera sido gato, aseguró, se habría llamado
Sidi. Sobre su pasión infinita por el mar, en el que se bañaba incluso
en invierno porque, decía, podía aguantar el frío tan bien como una
ballena. Y también sobre un español cuyo nombre no pronunció, al que
había amado durante toda su vida, pero junto al que no pudo envejecer.
No me habló de su cáncer hasta que salimos del restaurante.
Caminábamos por la orilla del mar, muy por detrás del grupo. El cielo
estaba cuajado de estrellas, destellaba un faro a lo lejos, y la
penumbra de la noche difuminaba la frontera de nuestra edad. Se cogió de
mi brazo y anduvimos despacio. Estaba muy enferma, confesó. Su vida
dependía, sin remedio, de una operación de las que son decisivas, a cara
o cruz. A vida o muerte. El quirófano estaba previsto para esas fechas,
pero había conseguido aplazarlo para participar en el congreso. Eran
aquéllos unos días felices que no quería perderse, dijo. Y añadió:
«Estos días son para mí como una última luz antes de entrar en la
oscuridad». Fue exactamente lo que dijo: entrar en la oscuridad. En
cuanto a mí, soy mejor escuchando que hablando, así que atendía en
silencio. Se apretó un poco más contra mi brazo y apuntó de improviso,
pensativa: «Por un tiempo fui una joven más bien disoluta». Rió un poco
al decirlo, y aún más cuando apunté: «Me habría gustado mucho conocerte
cuando lo eras». Seguía riendo cuando hizo un ademán hacia la noche y
dijo: «Quizá en otro tiempo nos habríamos besado». Asentí a eso,
convencido. «No te quepa la menor duda», repuse. Entonces se inclinó
hacia mí y nos besamos en la mejilla el uno al otro.
Hace una semana me contactó desde Tolón una común y querida amiga,
Marie-Thérèse García, para decirme que Marie-Stéphane se veía al borde
de la oscuridad final, de la última certeza. La operación no había
salido bien y se hallaba en cuidados paliativos, estoica como siempre,
consciente de la situación; pero me enviaba sus recuerdos. «Cuando vayas
a verla –respondí– dale un beso por mí, y dile que quiero que el último
beso que reciba de un hombre sea mío». Ayer, nuestra amiga me envió un
correo electrónico para decirme que Marie-Stéphane había muerto. Que
llegó a tiempo de darle mi encargo. Y que sonreía.
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