domingo, 23 de noviembre de 2025

La Hora Musa - U2: explosión y declive de la banda más grande del mundo ,. Martes - 2 - Diciembre ,. / Cachitos de hierro y cromo - La extraña belleza de Radiohead se despliega en Madrid con un estupendo concierto ,. Martes - 2 - Diciembre ,./ Locos por las motos - MotoGP - Márquez comienza a recuperar movilidad ,.

 

 TITULO: La Hora Musa  - U2: explosión y declive de la banda más grande del mundo ,. Martes - 2 - Diciembre ,. 


 'La Hora Musa', presentado por Maika Makovski ,a las 22:55 horas, en La 2 martes -2 - Diciembre  ,   foto,.

U2: explosión y declive de la banda más grande del mundo,.

Se cumplen 30 años de ‘Achtung Baby’, el disco clave en la carrera de los irlandeses. Reinventó el rock, catapultó al grupo y afianzó su prestigio. Sin embargo, fue también su último gran álbum. Trazamos una cronología de su decadencia,.

 U2 Achtung Baby

 Adam Clayton, The Edge, Bono y Larry Mullen, Jr, o sea, U2, en un retrato en los inicios de su carrera.

Everything you know is wrong (”todo lo que sabes es mentira”). Uno de los eslóganes más populares de la grandiosa gira ZOO TV (1992,1993) aparecía por primera vez en octubre de 1991 en el provocador videoclip de The Fly. Aquella canción, oscura, rítmica, rugosa y plagada de ironía inteligente, rompía radicalmente con el sonido y la imagen que había cultivado U2 durante la década anterior. 

 

TITULO:  Cachitos de hierro y cromo - La extraña belleza de Radiohead se despliega en Madrid con un estupendo concierto ,. Martes -   2 - Diciembre ,.  

   El martes -  2 - Diciembre   a las 22:30 horas por La 2, foto,.

La extraña belleza de Radiohead se despliega en Madrid con un estupendo concierto,.

El grupo de Thom Yorke realiza ante 17.000 personas en Movistar Arena un espectáculo inapelable y sin apenas concesiones en el primero de sus cuatro recitales en la capital,.

 

 Thom Yorke en el concierto de anoche de Radiohead en Madrid, en una imagen proporcionada por el grupo ya que no dejó entrar a fotógrafos de medios.

En una época en la que en demasiadas ocasiones impera la tristeza existencial mucho se había echado de menos a la banda que con más belleza expresa la aflicción. El escenario era circular y se colocó en el centro del madrileño Movistar Arena y no en un fondo, como se hace habitualmente. El personal de seguridad abrió un pasillo entre la gente para que los músicos cruzaran medio pabellón y alcanzaran la tarima. Y sonó Let Down, esa canción que para sorpresa de los que no viven en este mundo se ha convertido en un tema recurrente en plataformas sociales como TikTok por expresar la desazón en la que vive hoy mucha gente. “Decepcionado y sin hacer nada. / Aplastado como un bicho en el suelo. / Decepcionado y sin hacer nada”, gemía Thom Yorke anoche. Los cinco radiohead y un músico adicional en la percusión operaban enjaulados. La tela donde se proyectaban las imágenes LED no permitió ver claramente a los músicos durante casi 20 minutos. Luego, los paneles ascendían y descendían en un juego visual sugerente, y entonces sí, no hubo obstáculos entre los músicos y el público. Fue un concierto con pocas concesiones, profundamente musiquero, quizá complicado para el público que acudió impulsado por el efecto FOMO, ese que se apunta por el temor a perderse lo que hacen los demás; pero fue un recital estupendo para el seguidor que lleva años esperando a estos creadores valientes que un día decidieron buscar en la complejidad su forma de progresar en su arte.

El grupo inglés llevaba siete años sin ofrecer directos y ya suma nueve desde el último trabajo, A Moon Shaped Pool (2016). Asumieron que estaban “desconectados” entre ellos y se despidieron en 2018 para involucrarse en sus aventuras musicales fuera de Radiohead. Hasta que decidieron regresar para esta gira con un plan singular: cinco ciudades europeas, cuatro actuaciones en cada una. Empezó anoche en Movistar Arena de Madrid, donde repiten hoy, el viernes y el sábado. En total, serán 68.000 entradas en las cuatro jornadas, a 17.000 por velada. Luego, el grupo viajará a Bolonia, Londres, Copenhague y Berlín, donde finalizarán el 12 de diciembre. Thom Yorke seleccionó hasta 65 canciones para que las estudiasen los otros miembros. La idea expresada por los británicos consiste en cambiar el repertorio cada noche. Interpretarán unas 25 piezas desplegadas en dos horas y cinco minutos, como ocurrió ayer.

Anoche no existió referencia alguna a la postura del quinteto sobre el genocidio de Israel al pueblo palestino. Ni ellos dijeron nada ni desde el público se vociferó ninguna consigna. Recordemos que asociaciones proPalestina propusieron un boicot a la gira por la tibia posición del grupo ante la masacre, sobre todo por parte del guitarrista y teclista, Jonny Greenwood, cuya pareja es israelí; además, él colabora con frecuencia con músicos de esa nacionalidad. Sí hubo alguien que pidió Creep desde la grada, pero lo hizo con timidez, como arrepintiéndose según abría la boca. El grupo desechó anoche olímpicamente su canción con más escuchas en las plataformas, un tema al que han definido en alguna ocasión como “accidente de juventud”.

La imagen de varios instrumentos amontonados en el centro del escenario para que cada cual dispusiera de ellos ofreció una idea de lo que los comparecientes querían proponer: ellos como ejecutores al servicio de una música libre. La primera hora ofreció un registro sónico radical, inclinado a los experimentos electrónicos, las disrupciones percusivas, los lamentos desbocados, las estructuras bruscas. Sonaron 2 + 2 = 5, Sit Down. Stand Up, Lucky o Myxomatosis. No fue hasta el minuto 40 cuando Yorke habló al público: su única palabra en toda la noche, un frío “gracias” (en castellano) justo antes de interpretar un emocionante No Surprises.

La voz de Yorke, con algún percance en el pasado, sonó anoche tensa y tan herida como les gusta a los seguidores de Radiohead. El cantante asume el mayor peso del concierto con sus falsetes, sus agudos etéreos y unos tonos imposibles en el umbral del desfallecimiento. Solo él sabe lo que siente cuando se lanza a esos tonos desolados que le salen de la garganta, pero lo que ven los espectadores es a un tipo desvalido en busca de un poco de ánimo para afrontar un nuevo verso. También exhibió el líder su cara más desenfada: bailó, correteó por la tarima, cantó en diferentes lugares del escenario, toco el piano, rapeó. Estuvo sensacional: hizo de todo menos hablar con el público.

Tocaron temas de todos sus discos, menos del marginado primero, Pablo Honey. Los álbumes en los que más se detuvieron fueron Hail to the Thief y OK Computer, ambos con seis canciones. Para la última media hora se guardaron las piezas, digamos, con más pegada comercial: Fake Plastic Trees, Paranoid Android o Karma Police, con la que finalizaron el recital. La gente se marchó del recinto con la sensación de haber presenciado un concierto enorme, algunos con entradas los tres días que les restan a los británicos en la capital y otros preguntándose las intenciones del grupo después de esta breve gira. Como pasa con los artistas que viven de la intuición y sin esquemas reglados, no lo deben de saber ni ellos.

TITULO:  Locos por las motos - MotoGP  -Márquez comienza a recuperar movilidad ,.

 Márquez comienza a recuperar movilidad ,.

El campeón reapareció sin cabestrillo en el último gran premio de la temporada junto a Ducati y se sintió “bastante bien”. Pero no quiere forzar los plazos: “Vamos a tomarlo con calma”.

Márquez comienza a recuperar movilidad - AS.com

foto - Marc Márquez,.

Una de las mayores lecciones que le ha podido dejar a Marc Márquez su carrera deportiva, es aquella en la que la precipitación o impaciencia no suelen llegar acompañadas de buenas noticias. De hecho, en un 2025 casi perfecto junto a Ducati, el español repitió una y otra vez que aquel regreso prematuro tras la lesión de 2020 se había convertido en el gran error de su trayectoria. Y por supuesto, en este caso no estaba dispuesto a volver a tropezar dos veces con la misma piedra. Saber si en esa decisión influyó o no que esta nueva lesión del hombro derecho que sufrió durante el GP de Indonesia llegase con el título de MotoGP sentenciado a su favor, es algo demasiado personal. Pero lo que tiene claro el ilerdense es que respetará hasta el final “los tiempos biológicos”.

A pesar de que Marc no pudo evitar el quirófano como estaba previsto inicialmente, eso no ha cambiado los plazos de una recuperación que marcha por el buen camino; tal y como muestra Ducati en su último Inside. Aunque sobre el asfalto los de Borgo Panigale pusieron al manillar de la Desmosedici a Bulega, desde el sábado Márquez estuvo junto al equipo en el último gran premio de la temporada para MotoGP. El español reapareció, por fin, sin un cabestrillo que le había acompañado hasta el lunes de esa misma semana y según entró al box del Lenovo le tocó responder a la pregunta del millón: ¿Cómo estás? Davide Tardozzi y Gigi Dall’Igna, directivos del equipo, se interesaron por el estado de un nueve veces campeón que respondió acompañado de su sonrisa habitual: “Está todo bien, ahora ya puedo moverlo”.

Marc hacía una demostración extendiendo el hombro derecho ante los mandamás de Ducati, antes de continuar con las explicaciones: “Lo comencé a mover y todo se siente bastante bien". Pero por mucho que los avances sean positivos el español asegura que “vamos a tomarnos las cosa con calma”. Por el momento, “todavía me quedan dos semanas de recuperación”, expone el nueve veces campeón, que también confesó haber “perdido tres kilos” en un proceso que se está haciendo más largo de lo deseado... sobre todo cuando llegó a un box donde la competición seguía en marcha.

En su reencuentro con Ducati en el Ricardo Tormo, Márquez entró en ambiente de carrera e hizo cosas propias de un fin de semana de gran premio. El español se saludó con Michele Pirro, probador de la fábrica italiana, también destinó algo de tiempo a charlar con su sustituto y participió en un brieffing técnico que acabó de ponerle los dientes largos. Porque con la Desmosedici que le proclamó nueve veces campeón ante sus ojos, Marc no se pudo resistir: “He preguntado, ‘¿puedo hacer un test?’ Pero me dijeron que no. Se puede hacer si no te caes, pero no puedo ir en moto sin pensar en eso“. El gusanillo regresó al estómago del ilerdense, pero desde Borgo Panigale frenaron sus ganas: “Mejor mantengamos la calma. Porque te extrañamos solo un poco, no sé si te pudiste dar cuenta”.

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