TITULO: Viva la vida - La ensaladilla nacional ,. SABADO - 9- Noviembre,.
El sabado -9- Noviembre a las 16:00 por Telecinco , foto,.
La ensaladilla nacional,.
Los alumnos internos tomábamos café con bromuro y filete español,.
En esas comidas, empiezo a manejarme con cierta soltura, pero no siempre fue así. La primera vez que acudí a una, fue en el Gran Hotel de la Toja, con Ana Pastor como primera invitada. Me tocó en la mesa con el escritor Carlos Casares (Ourense, 1941; Nigrán, 2002), que era presidente del Consello da Cultura Galega y hombre de mucho mundo y autoridad. Yo no sabía muy bien qué hacer, así que me fijé en cómo se desenvolvía Casares, que llegó, saludó a los demás miembros de la mesa presentándose y dándoles un efusivo apretón de manos. Después, nos sentamos todos y me percaté de que, quien más quien menos, todos titubeaban a la hora de coger el pan. Ahí recuperé la seguridad: alargué mi mano, cogí el bollo de mi izquierda y ya todo el mundo supo qué hacer.
Estas cosas del protocolo no son tan sencillas como parece. ¿Cuchara y cuchillo a la derecha, tenedor a la izquierda, cucharilla de postre delante? ¿Pero dónde coloco la servilleta? En casa no tengo problema porque mi mujer estudió interna en el colegio menor Luisa de Carvajal de Cáceres y le tocaba servir a los mandos (como era de la Sección Femenina, no había dirección, sino mandos), así que aprendió a no cometer ni un error a la hora de colocar cubertería, cristalería y mantelería.
Lo peor fue cuando, dominado el protocolo, se relajó y, en cierta ocasión, sirviendo esa mesa principal, le quitó, sin querer dice ella, la peluca a la directora con el cazo de servir la sopa del cocido. El escándalo fue mayúsculo, las risas duraron semanas y el recuerdo de aquel instante no se ha borrado de las mentes de sus compañeras de promoción. Pero eso sí, la servilleta estaba en su sitio, el pan a la izquierda y la cucharilla de postre, delante y en posición horizontal. Solo estaba descolocada la peluca.
Quienes hemos estudiado en un internado en alguna época de nuestras vidas, tenemos muchas anécdotas de comedor. La más socorrida es la del extraño sabor del café, que todos los internos achacábamos al bromuro, pero que yo creo que se trataba, simplemente, de la mala calidad del torrefacto.
En mi mesa del comedor de la Universidad Laboral de Zamora, aprendí rápidamente los estragos del nacionalismo y, no sé si por ser extremeño, nunca participé en las discusiones sobre los encantos de cada región, que eran empleados como arma arrojadiza contra otras regiones.
En mi mesa, comíamos un manchego, un leonés, un gallego, un catalán, un aragonés y, lógicamente, un extremeño. Durante casi todas las comidas, unos se metían con otros riéndose de su tacañería, cerrazón, indecisión o paletería consustanciales. Yo no soportaba aquello ni entendía el interés de creerse mejor o peor por ser de una región. Es más, cuando me zaherían con el socorrido tema de los cerdos y las bellotas, no entendía nada pues lo de criar cerdos con bellotas me parecía un privilegio. En fin, siempre he sostenido que los extremeños nacemos vacunados contra los nacionalismos. Y que dure.
De allí pasé al comedor del colegio mayor Hernán Cortés de Salamanca, donde la ensaladilla rusa se llamaba ensaladilla nacional y los filetes rusos eran filetes españoles. En aquel ambiente, vivimos la muerte de Franco, el tránsito de la dictadura a la democracia, alguna protesta de bocas cerradas en el comedor y mucho tintineo revolucionario de cucharillas contra los vasos de cristal. Eran algaradas burguesas sin peligro, pero nos expulsaron a 50 de una tacada. Ahí acabó mi experiencia de comedor colectivo. Ahora, solo de vez en cuando como en grupo y me reciben con agrado, a mí y, sobre todo, a mi mano infalible.
TITULO:
VIVA LA VIDA - Perros y tigres ,. DOMINGO - 10- Noviembre .
El domingo -10- Noviembre a las 16:00 por Telecinco , foto.
Perros y tigres,.
Una vez sacado el perro por Rivera, Santi Abascal ha enseñado una foto suya con un tigre. Vivo. Como si fuera Siegfried & Roy. Uno de los dos. Y en esta tontería de a ver quién la tiene más larga andan enfrascados Ciudadanos y Vox. Con animales («mascotas» dice Rivera) y con España.
Vox tuvo un mitin en Hospitalet donde dos simpatizantes se pelearon. Aunque parecía que se calmaban, se volvieron a enzarzar. Según los testigos, uno le dijo al otro: «¿Qué dices? ¿Que yo no soy español? Yo soy más español que tú, que tienes cara de mono». Agarró la bandera de España que llevaba y le dio al otro en la cabeza. Vuelven a circular por Twitter las imágenes de un partido de tenis entre Muguruza y Sabine Lisicki en el Open de Tailandia de enero pasado. Lisicki iba a servir y había una cucaracha en el suelo. Intentó que se fuera empujándola con la raqueta. Y ahí seguía. Hasta que una recogepelotas se acerca y la fulmina de un pisotón. Lisicki empezó a hacer aspavientos como si acabaran de liquidar un niño de tres meses. Vox es la recogepelotas. Ciudadanos decía España en voz alta. Llega Vox y lo suelta más alto. Y como diría Rajoy, los españoles son muy españoles y mucho españoles.
TITULO: Ese programa del que usted me habla con - Reinas y lobos.
El martes -5- Noviembre por La 2 a las 21:30, foto,.
Reinas y lobos.
Dentro de ese capítulo los niños-lobo constituyen un género en sí mismo en el que, vaya por delante, abundan los montajes, el fraude y el sensacionalismo falsario. Quizá por ello Marcos Rodríguez Pantoja se ha tropezado en su vida con muchos que no le creyeron. Que enarcaban la ceja cuando él relataba su odisea lupina. Se entiende un cierto escepticismo porque su historia es un novelón. 'Mowgli en Sierra Morena' podría titularse, en honor del protagonista más célebre de 'El libro de la selva', de Kipling.
Marcos dejó de ser un niño más a los siete años. En ese punto su biografía hizo un quiebro insólito, en el que los malos no se llaman 'Shere Khan' ni son un tigre asesino, sino un padre desafecto y una madrastra de mano muy larga. A esa edad el crío fue vendido como una res a un cabrero que le dio el oficio y luego se esfumó. Y él quedó librado a su suerte en la serranía cordobesa de posguerra. Doce años de exilio social, de asilvestramiento feroz, sin contacto humano, en compañía de lobos, corzos y hurones hasta que los hombres reaparecieron con uniforme de la Guardia Civil. Tenía 19 años cuando fue capturado y devuelto a empujones entre los de su especie. Corría 1965.
La historia tiene todos los elementos de una fábula clásica: la madrastra, el bosque, los lobos ... y ahí podía haber quedado, pero quiso la suerte que alguien le diera carta de naturaleza académica. «Creí su historia porque daba siempre las mismas respuestas. Investigué en la zona de la sierra de Córdoba donde pasó esos 12 años, hablé con la gente de los pueblos, de Fuencaliente, Cardeña, Lopera, Añora... además encontré similitudes con otros casos de niños salvajes», explica Gabriel Janer Manila, catedrático de Antropología de la Universidad de Baleares.
Los pelos de punta
Janer hizo su tesis sobre el caso de Marcos a mediados de los 70, apenas unos años después de su 'rescate' del bosque. Ahora recupera el asunto con una voz más literaria «pero sin añadir nada» en 'He jugado con lobos' (Ed. La Galera), una historia de amistad, supervivencia e imaginación destinada al público juvenil.
Las peripecias de Marcos Rodríguez Pantoja entre los lobos de Sierra Morena preparan también su salto al celuloide. El rodaje de 'Entre lobos' (Wanda Visión), dirigido por Gerardo Olivares, ha recorrido desde diciembre pasado los escenarios reales. El actor Juan José Ballesta se mete en la piel de Marcos de joven. El auténtico aparece al final del metraje. Las estrellas invitadas son cuatro lobos domesticados que protagonizan las escenas más intensas del filme.
En el set la conexión con los animales fue inmediata. Cuestión de piel, de instinto tal vez. «No dábamos crédito, ni siquiera los especialistas en lobos del equipo», explica Olivares en el diario de rodaje. A Marcos el reencuentro con sus camaradas de juventud le puso los pelos de punta. «No se puede ni explicar», relató en una conmovedora entrevista a RNE, la única concedida hasta la fecha.
Ante los micrófonos, el niño-lobo de Sierra Morena rememoró su primer contacto con los cánidos. Se durmió en una cueva habitada por una loba y su camada. La hembra le arrinconó y, al cabo, «me echó un trozo de carne para que comiera». Tras ese gesto, vivió «revuelto con los lobos, como una familia más. Lo que yo veía que comían los animales comía yo». «A nosotros los animales nos asustaban mucho los tiros», dijo además, en un gesto de autoidentificación lobuna.
Aprender a vivir con los humanos
Marcos Rodríguez Pantoja tiene hoy 64 años y vive en un pueblito de Orense, acogido por gente de buena voluntad después de años dando tumbos. La alfabetización se le resistió. Inerme, tuvo que aprender a vivir entre alimañas, otra vez. «Me engañaba todo el mundo. Como no sabía lo que era el dinero, trabajaba todo el día y no me pagaban», cuenta.
«Cuando él llega a la sociedad humana era una persona totalmente inadaptada, no sabe manejar esa nueva realidad en la que se encuentra con lobos mucho más ambiguos, con otro tipo de ferocidad», apunta Janer. Aun hoy opina que no puede hablarse de una integración total. «A Marcos le cuesta entender las normas sociales y la relatividad de las conductas según las circunstancias».
Juan Carlos Blanco, biólogo y coordinador de la Estrategia Nacional del Lobo del Ministerio de Medio Ambiente, cree poco en las historias de niños acogidos y criados por lobos. «Es que prácticamente todos los casos estudiados en el mundo se han acabado revelando falsos», asegura. Cita como títulos de autoridades los trabajos de David Mech, el mayor experto en el 'canis lupus' del mundo, y el trabajo crítico de Serge Aroles, 'El enigma de los niños lobos'. Además -añade- «en Sierra Morena es aún menos probable porque en esa zona los lobos, entonces, en la época de posguerra, y ahora también, tienen terror a los hombres, niños o adultos, porque los han cazado con saña toda la vida». Con todo y eso, «iré a ver la película», adelanta.
Janer ofrece una clave que quizá concilie ambos enfoques, la credibilidad de Marcos con el escepticismo de muchos científicos. «Lo que Marcos vivió y lo que creía que vivía son dos cosas distintas. Era un chico muy inteligente que conocía el entorno en el que fue abandonado y que aplicó esa inteligencia a sobrevivir . Y luego interpretó a su manera las cosas que le ocurrían. Cuando él cuenta que el lobo le protegía, que la zorra le seguía... todo eso es la lectura que él hacía de esa realidad a partir de la imaginación». «Yo creo -remacha el antropólogo- que fue la imaginación lo que le salvó, haber puesto la imaginación al servicio de su supervivencia».
TITULO: TIERRA DE TOROS - El matador de toros Emilio de Justo,.
TIERRA DE TOROS,.
Tierra de Toros | Canal Extremadura
Programa presentado por Juan Bazaga dedicado al mundo del toro en nuestra región. Estamos atentos cada semana a la actualidad taurina Programa semanal de información taurina que se encarga de mostrar las tareas cotidianas de las faenas del toro en el campo, así como del perfil más humano , etc.
foto / Esta semana en Tierra de Toros estaremos con el matador de toros Emilio
de Justo que nos hace balance de su temporada, antes de viajar a México
para su importante debut en el coso de Insurgentes. Y comienzan ya las
labores del campo bravo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario