TITULO: Retratos con alma - José Luis Perales se despide de los escenarios en 2020 ,.
La periodista Isabel Gemio regresa a la televisión para presentar 'Retratos con alma', el nuevo programa producido por RTVE en colaboración,.
Lunes -18- Noviembre a las 22:40 horas en La 1 / foto,.
Lunes -18- Noviembre a las 22:40 horas en La 1 / foto,.
José Luis Perales se despide de los escenarios en 2020,.
Publica el próximo viernes un álbum y arrancará una gira de conciertos en mayo del año que viene que finalizará el 17 de diciembre en el Wizink Center,.
José
Luis Perales realizará una gira de despedida a partir de mayo de 2020
con la que recorrerá España, tras la próxima publicación de "Mirándote a
los ojos", tres discos con 35 canciones de su repertorio.
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Según
ha informado este viernes la oficina que representa al músico, Getin,
el próximo 22 de noviembre se publica este compendio de canciones de
Perales (Castejón, Cuenca, 1945), que han sido regrabadas bajo la
producción de Pablo Perales.
La
gira "Baladas para una despedida" arrancará el próximo 2 de mayo y
recorrerá toda la geografía española para viajar luego a América.
"Mirándote
a los ojos" consta de tres discos, cada uno con su propia denominación:
“Recuerdos”, que reúne 15 de sus mayores éxitos; “Retratos”, con 10
temas escritos para otros o versionados por otros artistas, y “Melodías
perdidas”, con 10 canciones especialmente queridas y especiales para su
autor.
Además de los discos, Perales sacará una película documental llamada "Algo nuevo que contarte”.
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Un
compendio que incluye "lo muy conocido y lo no tan conocido de José
Luis Perales, el cantautor de habla hispana más cantado, más
interpretado, más traducido del planeta".
Las
primeras de las fechas confirmadas hasta ahora dentro de la gira de
Perales para 2020 son Roquetas de Mar (Almería) y Barcelona, el 2 y 9 de
mayo respectivamente, mientras que la última es el 17 de diciembre en
Madrid. Las entradas se pondrán a la venta el próximo 19 de noviembre.
TITULO: DIAS DE TOROS - Ricardo Torres se reivindica y Pepe Moral dibuja la verónica en Las Ventas,.
Ricardo Torres se reivindica y Pepe Moral dibuja la verónica en Las Ventas,.
Extraordinaria corrida de El Ventorrillo que no se tradujo en el triunfo de la terna de toreros,.
El veterano y modesto torero zaragozano Ricardo Torres se reivindicó
en Madrid con una actuación más que notable, a pesar de que el
presidente le ninguneara una oreja de ley en el cuarto toro de una
importante y buena corrida de El Ventorrillo.
Con un cuarto de entrada, se lidiaron toros de El Ventorrillo, bien presentados, muy nobles y de buen juego en su conjunto, sobre todo tercero, cuarto y quinto. Primero y sexto estuvieron en la frontera, y el segundo fue el único que desentonó.
Ricardo Torres: tres pinchazos y estocada atravesada y descabello (silencio tras aviso); estocada atravesada y descabello (vuelta al ruedo tras petición).
David Galán: estocada (silencio); estocada (silencio tras aviso).
Pepe Moral: tres pinchazos, metisaca y nuevo pinchazo (silencio); estocada desprendida (silencio tras aviso).
La primera corrida de toros del mes de agosto en Las Ventas dejó varias y muy gratas sorpresas.
La primera fue la de Ricardo Torres, un veterano y modesto torero de Zaragoza, muy poco placeado desde que tomara la alternativa allá en el año 2001, y que demostró en Madrid que puede funcionar si se le da sitio.
Y digna de elogio fue la extraordinaria corrida que lidió El Ventorrillo, circunstancia sobresaliente que no suele darse en la canícula madrileña.
Ricardo Torres sorteó en primer lugar un toro noble y de buena condición con el que anduvo muy desigual, quizás atenazado por la oportunidad que tenía por delante para tratar de encaminar sus designios en la profesión. Logró muletazos de buen trazo por el derecho, pero le faltó hacerse con la situación para acabar de aprovechar convenientemente a su antagonista.
En el cuarto, sin embargo, enmendó la plana con una faena templada y de buen gusto por los dos pitones. Todo lo que no fue capaz de desarrollar en el que abrió plaza lo hizo en éste, con el que estuvo francamente bien por el asentamiento, la seguridad, el aplomo y el desparpajo que mostró, muy de verdad y muy valiente también.
Conectó con todos los espectadores menos con el presidente, que decidió birlarle una oreja más que merecida y que, a buen seguro, le hubiera valido, y mucho, para relanzar su carrera.
Con una larga cambiada recibió David Galán al segundo de corrida, toro muy justo de raza, frenado y de viaje corto al que planteó una batalla firme y sincera, aunque de poco eco en los tendidos. Robó algún pase suelto de buena compostura por el derecho, mas el conjunto no acabó de despegar a causa de la extrema sosería del animal.
El quinto fue un toro noble y manejable con el que Galán se perdió en un toreo ‘al hilo’, sin apreturas y poco mandón. Faena aseada, correcta sin más, pero de poco argumento artístico. Lo mejor, como en su anterior oponente, fue la estocada final.
Soberbio fue el saludo a la verónica de Pepe Moral a su primero. Lances mecidos, cadenciosos, ganando terreno hasta los medios, y abrochados con una media a pies juntos de auténtico cartel de toros.
Pero muleta en mano no hubo sintonía entre toro y torero, y eso que el de El Ventorrillo fue excepcional para el toreo, pero el defecto de Moral fue no someterlo en ningún momento, no bajarle la mano y hacerlo todo a media altura. En fin, que no hubo comunión con los tendidos en una faena a menos y mal rubricada con los aceros.
En el sexto apuntó bien Moral en los comienzos de faena, pero todo se diluyó a medida que avanzó el trasteo.
Con un cuarto de entrada, se lidiaron toros de El Ventorrillo, bien presentados, muy nobles y de buen juego en su conjunto, sobre todo tercero, cuarto y quinto. Primero y sexto estuvieron en la frontera, y el segundo fue el único que desentonó.
Ricardo Torres: tres pinchazos y estocada atravesada y descabello (silencio tras aviso); estocada atravesada y descabello (vuelta al ruedo tras petición).
David Galán: estocada (silencio); estocada (silencio tras aviso).
Pepe Moral: tres pinchazos, metisaca y nuevo pinchazo (silencio); estocada desprendida (silencio tras aviso).
La primera corrida de toros del mes de agosto en Las Ventas dejó varias y muy gratas sorpresas.
La primera fue la de Ricardo Torres, un veterano y modesto torero de Zaragoza, muy poco placeado desde que tomara la alternativa allá en el año 2001, y que demostró en Madrid que puede funcionar si se le da sitio.
Y digna de elogio fue la extraordinaria corrida que lidió El Ventorrillo, circunstancia sobresaliente que no suele darse en la canícula madrileña.
Ricardo Torres sorteó en primer lugar un toro noble y de buena condición con el que anduvo muy desigual, quizás atenazado por la oportunidad que tenía por delante para tratar de encaminar sus designios en la profesión. Logró muletazos de buen trazo por el derecho, pero le faltó hacerse con la situación para acabar de aprovechar convenientemente a su antagonista.
En el cuarto, sin embargo, enmendó la plana con una faena templada y de buen gusto por los dos pitones. Todo lo que no fue capaz de desarrollar en el que abrió plaza lo hizo en éste, con el que estuvo francamente bien por el asentamiento, la seguridad, el aplomo y el desparpajo que mostró, muy de verdad y muy valiente también.
Conectó con todos los espectadores menos con el presidente, que decidió birlarle una oreja más que merecida y que, a buen seguro, le hubiera valido, y mucho, para relanzar su carrera.
Con una larga cambiada recibió David Galán al segundo de corrida, toro muy justo de raza, frenado y de viaje corto al que planteó una batalla firme y sincera, aunque de poco eco en los tendidos. Robó algún pase suelto de buena compostura por el derecho, mas el conjunto no acabó de despegar a causa de la extrema sosería del animal.
El quinto fue un toro noble y manejable con el que Galán se perdió en un toreo ‘al hilo’, sin apreturas y poco mandón. Faena aseada, correcta sin más, pero de poco argumento artístico. Lo mejor, como en su anterior oponente, fue la estocada final.
Soberbio fue el saludo a la verónica de Pepe Moral a su primero. Lances mecidos, cadenciosos, ganando terreno hasta los medios, y abrochados con una media a pies juntos de auténtico cartel de toros.
Pero muleta en mano no hubo sintonía entre toro y torero, y eso que el de El Ventorrillo fue excepcional para el toreo, pero el defecto de Moral fue no someterlo en ningún momento, no bajarle la mano y hacerlo todo a media altura. En fin, que no hubo comunión con los tendidos en una faena a menos y mal rubricada con los aceros.
En el sexto apuntó bien Moral en los comienzos de faena, pero todo se diluyó a medida que avanzó el trasteo.
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