Juegos de niños,.
Sabado -4- Julio a las 22:00 por La 1, foto,.
Juego - El fútbol volverá en silencio,.
El espectáculo no será el mismo, la tensión y la presión de la grada se notará en la competitividad del futbolista dentro del terreno de juego. No sintiendo el calor del público, no se vive el fútbol igual. Es frío y el esfuerzo que haces parece no tener conexión con la grada. No hay esa cercanía que necesita tanto el jugador como la afición Se verá como un entrenamiento y poco más, como algo utópico. Jugar sin público es una medida excepcional y como tal hay que aceptarla. La prioridad ahora es preservar la salud de todos.
Pero está claro que el fútbol no va a ser igual. Será una rareza histórica. Como esto perdure en el tiempo, el fútbol perderá su alma, su espíritu y su esencia.
Será
tremendamente doloroso no poder ir al fútbol y ver a tu equipo. A
puerta cerrada, se nos cae todo. Tanto silencio en un campo de fútbol,
nos mata poco a poco. Espero que en diciembre de este año nos veamos por
el Vivero (ojalá fuese antes) y así ayudar a nuestro C.D. Badajoz.
Por
si hay una pregunta en el aire: no, no hemos salido mejores del
confinamiento. Para muestra, un botón. O seis, o nueve, que no sé
cuántos llevaban en total los vestidos que han causado una gresca de tal
calibre en un probador que tres mujeres han terminado en el hospital.
Las rebajas las carga el diablo, que por algo viste de Zara.
En rebajas, una entra en la tienda como quien acude a besarle los pies al Cristo de Medinaceli: con mucha fe y rezando por lo bajini. Que encuentre algo. Que me entre. Que no me marque lo que no me tiene que marcar. La oración pagana en la cola del probador. Las monjas nos decían que no nos servía de nada pedirle a Dios que nos ayudara a aprobar si no habíamos estudiado lo suficiente. Pues eso: que si me he saltado más la dieta que José Manuel Soto el confinamiento, no sé cómo pretendo que me quede bien una falda plisada, por muchas velas que le ponga a Nuestra Señora de las Gangas. Milagros, a Lourdes. O a la clínica de estética.
Pero las rebajas ya no son lo que eran. No hay trapos tirados por el suelo; la ropa está en su sitio, ordenada y organizada. «Lo que no se vaya a llevar lo deja perchado para su posterior higienización», me dice la dependienta con la voz robótica, la cara ojerosa y el dedo en el gatillo del desinfectante. Y yo, obediente, lo dejo todo bien colocado y salgo del probador cabizbaja, sin un chollo que llevarme a la bolsa, sin un vestido que exhibir como un trofeo de caza, sin un hato del que presumir diciendo lo baratísimo que me ha salido. Pero, antes de abandonar la tienda, pillo un bolso al vuelo. Tocada, pero no hundida. Y mira, pantalones de pijama a 5'95. Cojo tres. Algo habrá que ponerse durante el próximo confinamiento.
TITULO: LA PANTERA ROSA - Y LUKE LUKE - Rebajas ,.
LA PANTERA ROSA - Y LUKE LUKE - Rebajas ., fotos.
Rebajas
En rebajas, una entra en la tienda como quien acude a besarle los pies al Cristo de Medinaceli: con mucha fe y rezando por lo bajini. Que encuentre algo. Que me entre. Que no me marque lo que no me tiene que marcar. La oración pagana en la cola del probador. Las monjas nos decían que no nos servía de nada pedirle a Dios que nos ayudara a aprobar si no habíamos estudiado lo suficiente. Pues eso: que si me he saltado más la dieta que José Manuel Soto el confinamiento, no sé cómo pretendo que me quede bien una falda plisada, por muchas velas que le ponga a Nuestra Señora de las Gangas. Milagros, a Lourdes. O a la clínica de estética.
Pero las rebajas ya no son lo que eran. No hay trapos tirados por el suelo; la ropa está en su sitio, ordenada y organizada. «Lo que no se vaya a llevar lo deja perchado para su posterior higienización», me dice la dependienta con la voz robótica, la cara ojerosa y el dedo en el gatillo del desinfectante. Y yo, obediente, lo dejo todo bien colocado y salgo del probador cabizbaja, sin un chollo que llevarme a la bolsa, sin un vestido que exhibir como un trofeo de caza, sin un hato del que presumir diciendo lo baratísimo que me ha salido. Pero, antes de abandonar la tienda, pillo un bolso al vuelo. Tocada, pero no hundida. Y mira, pantalones de pijama a 5'95. Cojo tres. Algo habrá que ponerse durante el próximo confinamiento.
TITULO: EL CLUB COMEDIA - Si te paran por la calle es un buen síntoma»,.
«Si te paran por la calle es un buen síntoma»,.
Mariano Peña es don Benjumea, el millonario que vive en el hospital de 'Allí abajo'. La serie de Antena 3 ya ha renovado por una tercera temporada,.
Don Benjumea sigue dando guerra...
¡Mucha! Está hecho un chavalote, enamorado hasta la médula y persiguiendo el amor.
El listón de la segunda temporada estaba alto.
No es lo mismo cuando empiezas un trabajo que cuando llevas un tiempo. Este papel lo he ido perfeccionando a base de practicarlo. Ahora creo que consigo mejor efecto con él.
Ya han renovado.
¡Gracias por lo que me toca! No hay tanta comedia en televisión como debería y tampoco es fácil hacer una buena comedia. Pero aquí, en 'petit comité', sí que te digo que me muero por un buen drama, aunque fuera en el cine. Me gusta pasarlo bien y hacer reír a la gente, pero un dramita. Al menos una tapita.
¿Se siente encasillado?
¡No! Para mí ser actor de comedia es un rango alto, porque un actor cómico siempre te puede hacer un drama, pero no a la inversa. El humor es matemática pura y en cuanto te equivocas en un número o si haces una pausa más larga de lo normal te cargas el chiste.
¿Los guionistas le dejan ser usted mismo?
Te voy a hacer una confesión, pero que no se entere nadie (risas). En la primera temporada eran más cuidadosos con mi guion, pero visto el resultado que tuvo, en esta segunda temporada me han dejado meter alguna broma, algún giro de guion.
Han bajado la guardia.
Te dejan porque saben que abogas por el buen hacer, que no vas a hacer lo que te dé la gana. Confían en mí y yo se lo agradezco.
En Sevilla anda la gente loca con ustedes.
En Sevilla ha caído muy bien el rodaje, además los sevillanos son muy cariñosos y bullangueros. Yo no puedo quejarme porque a veces no puedo dar ni un paso sin que me saluden o me pidan fotos. Es verdad que a veces uno no tiene el día, por circunstancias, y a lo mejor te pilla en un momento desagradable. Pero, como decía mi padre, que en esta profesión no te dejen andar por la calle es buen síntoma.
Antipático en serie
Le viene después de Mauricio Colmenero, en 'Aída'.
De la mano de un personaje antipático y políticamente incorrecto. Don Benjumea es más tierno y es normal que te cojan cariño con él, pero que eso te llegue con Mauricio Colmenero no deja de ser peculiar.
Ese personaje era una crítica a la antipatía.
Exactamente, pero la gente tardó en pillarlo. Como el acento de don Benjumea. A mí me han dicho algunas personas «yo soy Mauricio Colmenero», y yo les respondía que qué flaco favor se hacían.
¿Los actores resultan antipáticos para los políticos?
Tenemos un trampolín para que nos escuchen y lo aprovechamos. Pero nada más lejos que otras profesiones como los astilleros o los bomberos, por ejemplo, que no cuentan con esas herramientas tan potentes como la televisión o una gala para sus quejas.
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