TITULO:España Directo - Obligados a recordar ,.
Obligados a recordar ,.
Usemos la bolsita de tela y cuidemos los metros cuadrados que nos rodean,.
foto / En 1965, el año de los derechos civiles, de Martin Luther King, del asesinato de Malcolm X, y en plena guerra de Vietnam, un ingeniero sueco, Gustav Tulin, que probablemente estuviera seguro de que abría para la humanidad una ventana indispensable, inventó la bolsa de plástico, una de las mayores causas de contaminación del planeta. Su objetivo era colaborar con el medio ambiente, pues le preocupaba el gasto indiscriminado del papel y la consecuente deforestación del planeta. Pero en aquellos tiempos ni se analizaba el presente ni se pensaba en el futuro. La carrera del hombre era una conquista del bienestar ciega, sorda e inmediata y las bolsas venían a facilitar la vida del ciudadano.
Cincuenta años después, y a pesar de las sutiles prohibiciones, se siguen produciendo cinco billones de bolsas al año, es decir, se utilizan 160.000 bolsas por segundo, 700 por persona y año, que tardan mas de quinientos años en descomponerse y a las que se da un uso aproximado de quince minutos. Como el hombre se pasa la vida cometiendo errores y deshaciéndolos cuando le es posible, el mercado buscó una alternativa e inventó una bolsa más fina, suave al tacto y no totalmente transparente que encontramos con frecuencia en los supermercados. Estas bolsas son biocompostables y tardan en desintegrarse apenas unos meses. Un cincuenta por ciento de su material es renovable o vegetal, almidón de maíz o fécula de patata, y el otro cincuenta son productos químicos necesarios para su proceso. La materia prima es más cara, hay que conseguir plantaciones de patata, maíz, etcétera, que serán destinados no al consumo de la humanidad, sino al proceso de creación de estas bolsas, menos contaminantes que el plástico.
A mí la solución me parece una extraña paradoja y a medida que avanzamos en el conocimiento de nuestros errores se hace evidente revisar el pasado que desechamos con demasiada altanería. Detrás de la puerta de la cocina de mi abuela había unas mallas y unos cestos para ir a la compra. Siempre los mismos. Los cascos de las botellas se amontonaban esperando intercambiarlos por otros llenos y los cartones se acumulaban en las carbonerías. Había un lugar para cada cosa y lo de usar y tirar era casi un pecado. En muchos países de Europa la selección de residuos es un arte perfectamente estudiado y los centros de reciclaje funcionan. Pero para eso hacen falta políticos valientes que quieran enfrentarse a los grandes poderes y eso no abunda, así que, de momento, metamos la bolsita de tela en el bolsillo y cuidemos los metros cuadrados que nos rodean, porque los que vienen detrás no se merecen que hagamos envases con patatas y maíz.
Viernes - 3- Septiembre a las 22.00, en Telecinco, foto,.
Manuel Vilas,.
Manuel Vilas: «El amor en la madurez no es ridículo ni patético»,.
En 'Los besos', el narrador explora y celebra el efecto liberador de la pasión que se acrecentó durante el confinamiento. «En cualquier catástrofe la única manera de seguir vivo de verdad es sentir el amor»,.
Manuel Vilas (Barbastro, 59 años) sigue sumido en el optimismo existencial. Regresa con 'Los besos' (Planeta), un canto al amor y la pasión en la madurez cuyos efectos serán vivificantes y liberadores para el protagonista, un caballero andante del amor, y también para su creador. Vilas celebra el amor carnal y romántico con una novela que no es autobiográfica, al contrario que 'Ordesa' y 'Alegría'.
-¿Sigue en el tono vital y optimista de 'Alegría'?
-Sigo en una aventura literaria que persigue la salvación de los mejores sentimientos humanos. En buscar lo que nos hace mejores y las pasiones más verdaderas. En vez de cargar contra la vida, me ha dado por exaltarla.
-¿Tiene que ver con la edad?
-Claro. Con 59 años veo que la vida es corta y me apetece más decir que es maravillosa que hundirla y denigrarla, como han hecho con el coronavirus.
-'Los besos', ¿es una disección del comienzo del amor?
-Sí. Se fija en el subidón al inicio del enamoramiento, ese momento que te coloca como una droga dura, que convierte en único al ser amado, anula el mundo circundante e ilumina la vida. La putada es que el subidón dura poco. El protagonista, Salvador, un profesor prejubilado, se obsesiona con que ese subidón dure más.
-Se acaba la pasión ¿y... ?
-Aparece la melancolía. Cuando el deseo y el sexo ya no son tan intensos se tornan en amistad, complicidad, confianza o ternura; otras cosas que son muy importantes. Salvador es una especie de contable que mide el contrapeso entre la ternura y la pasión. Como tantos humanos, él querría que la pasión y el sexo fueran eternos.
-Vive una explosión amorosa en la madurez, cuando todo declina.
-Los amores a los 65 o los 75 años se tildan de ridículos y patéticos, y no lo son. El mensaje primordial de la novela combate la idea de que el amor apasionado se da sólo a los 20 años. Es injusta. Más, en una sociedad en la que envejecemos, y con un cuerpo achacoso, seguimos amando la vida.
-¿Vive Manuel Vilas su madurez con más pasión que la juventud?
-Ahora sé que es posible. La novela quiere demostrar que se puede desear y vivir en la madurez. Que nadie debe renunciar a enamorarse de quien sea y con la edad que sea.
-La pandemia, ¿ha sido una oportunidad para el amor?
-Es una historia de amor en el confinamiento, pero podría darse en una guerra, una crisis económica, política... Nos dice que en una catástrofe la única manera de seguir vivo de verdad es sentir el amor en cualquier circunstancia. Lo vi como refugio ante la llegada del virus. Es un mensaje sencillo, elemental e incluso tópico, pero que es necesario recordar.
-¿Su colofón es que el amor nos hace libres?
-Que en el amor también encontramos un territorio de libertad frente a cualquier tipo de alienación. Es otra idea central de la novela. El virus, además de atacar a nuestra salud, emponzoñó la vida política y social, cambió el aspecto de la democracia y el Estado actuó con consistencia. Busqué un espacio de libertad, un resquicio dónde aquello no pudiera llegar. ¿Qué nos queda frente a eso? ¿Qué territorio de libertad es posible?, me pregunté. El único posible era el amor romántico, donde aparece la intimidad, el deseo, la pasión y donde no entra la vida sociopolítica. Era un reino de libertad: dos seres amándose con pasión, contándose sus vidas. Fue una especie de salvación personal contra la tristeza, la angustia, la grisura y la agresividad política que vivíamos.
-¿Habla más de amor más carnal o romántico?
-De ambos. Invito al lector a que se humanice. A buscar juntos lo mejor de la vida. Si en otras novelas exploré la familia como una utopía de relaciones humanas, aquí exploro el amor como otra utopía, para que el lector se ilusione por vivir algo verdaderamente humano. El amor romántico es importante, pero si la carnalidad y la sexualidad no se acompañan de idealismo, de una elevación, nos sentimos incompletos. Otra obsesión del narrador es elevar el amor de la genitalidad a una región espiritual. Y recurre a Cervantes y a la idealización de Dulcinea que hizo Don Quijote. Él hace lo mismo y llama Altisidora a su amada Montserrat, quince años menor, para elevar la carnalidad dándole un aire de espiritualidad. El narrador sabe que la vida es muy dura y que aplasta y destroza las ilusiones, pero se vuelve muy quijotesco. Persevera, como Don Quijote, para mantener un mundo ideal frente a la agresiva realidad.
-¿Un deliberado homenaje a Cervantes?
-No es literario. Es vital. No es una pasión intelectual por El Quijote. Es una reclamación de esa invención maravillosa de la vida según Cervantes. Es muy español reivindicar a Don Quijote y olvidarnos de Cervantes, cuya visión de la vida reivindico y quiero para mí.
-¿Hay más ficción en 'Los besos' que en 'Ordesa' y 'Alegría'?
-La cabeza de un escritor no discrimina entre ficción y autoficción. Da igual que haya vivido o no los hechos que narra. Con 'Alegría' y 'Ordesa' sí me ocurrieron, pero también son invención. Son lo mismo: la exploración que hace la literatura con distintas estrategias y el objetivo final de desvelar el misterio que es la vida. En esta novela soy Salvador y Montserrat, como Flaubert decía ser Madame Bovary, y Don Quijote sale de las entrañas de Cervantes. Para un escritor todo es autobiográfico. TITULO: Detrás del muro - PÁGINA DOS - Una visita guiada en Barcarrota sigue hoy las huellas del conquistador Hernando de Soto ,.
PÁGINA DOS - Una visita guiada en Barcarrota sigue hoy las huellas del conquistador Hernando de Soto ,.
Martes -31- Agosto a las 22:00, en La2, foto,.
Una visita guiada en Barcarrota sigue hoy las huellas del conquistador Hernando de Soto,.
Se desarrollará en cuatro localizaciones con asientos numerados,.
TITULO:
ANTENA 3 TV - MASTERS DE LA REFORMA - El local de piragüísmo de La Isla será reformado ,. El Lunes -30- Agosto a las 22:45 por Antena 3, foto,.
El local de piragüísmo de La Isla será reformado ,.
El local de La Isla utilizado habitualmente por la Escuela Placentina
de Piragüísmo será reformado, informa el Ayuntamiento. Una inversión de
14.980 euros más IVA permitirá «reforzar el paramento y abrir huecos,
para así renovar un edificio que es antiguo y hacerlo más sostenible y
saludable», apunta Sergio López, concejal de Medio, etc,.
TITULO:
Jordi Évole y Lo de Évole - MANUELA MARTÍN - No hay preguntas ,.
Este domingo -29- Agosto , a
las 21.30, La Sexta emite la última entrega de la primera temporada de
'Lo de Évole', dirigido y presentado por el propio Jordi Évole., foto,.
MANUELA MARTÍN - No hay preguntas,.
TITULO:
Jordi Évole y Lo de Évole - MANUELA MARTÍN - No hay preguntas ,.
Este domingo -29- Agosto , a
las 21.30, La Sexta emite la última entrega de la primera temporada de
'Lo de Évole', dirigido y presentado por el propio Jordi Évole., foto,.
MANUELA MARTÍN - No hay preguntas,.
TITULO:
Jordi Évole y Lo de Évole - MANUELA MARTÍN - No hay preguntas ,.
Este domingo -29- Agosto , a
las 21.30, La Sexta emite la última entrega de la primera temporada de
'Lo de Évole', dirigido y presentado por el propio Jordi Évole., foto,.
MANUELA MARTÍN - No hay preguntas,.
TITULO:
Jordi Évole y Lo de Évole - MANUELA MARTÍN - No hay preguntas ,.
Este domingo -29- Agosto , a
las 21.30, La Sexta emite la última entrega de la primera temporada de
'Lo de Évole', dirigido y presentado por el propio Jordi Évole., foto,.
MANUELA MARTÍN - No hay preguntas,.
Aparcar el coche a la primera en una ciudad aún desierta. Vaciar el maletero y, ante la imposibilidad de cargar con todo de una vez, volver a meter la mitad de los bártulos en el asiento de atrás. Cerrar el coche con la punta del único dedo que no está ocupado. Buscar en el bolso unas llaves que también han estado de vacaciones. Abrir el buzón como quien abre la compuerta de una presa llena hasta arriba de facturas, teléfonos de agentes inmobiliarios y ofertas de supermercado. Llamar a un ascensor que nunca baja a la primera. Observar con horror el aspecto de las plantas que se quedaron en el alféizar de la corrala. Pensar, con cierta razón, que hay cosas que ni el agua puede salvar. Dar tres vueltas a una cerradura mal cuadrada y recuperar la vieja tarea pendiente de llamar al cerrajero. Empujar las maletas a lo largo de un pasillo por el que apenas caben, dejarlas en cualquier parte, tropezar con la fregona y sentarse en el sofá. Respirar.
Diez minutos más tarde, resoplar. Levantar el culo del asiento. Apilar los bártulos pegados al único trocito de pared que queda libre. Poner la maleta grande encima de una cama sin hacer, abrirla y elegir cualquier cosa que no dé calor. Subirse a un taburete para coger una toalla, porque el alto de los dos todavía no ha vuelto. Echarle de menos, un segundo nada más. Ducharse con agua helada y recordar tarde que no queda champú. Recibir un whatsapp y vestirse deprisa. Reparar en el cuadro que no colgamos la última vez. Bajar a la calle para que un amigo me recuerde por qué vivo aquí. Subir con ayuda el resto de los cachivaches y no tener ni una cerveza en la nevera. Abrir el portátil. Volver a escribir. En todos los sentidos, llegar a casa.
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