TITULO: El
paisano - Viernes -24- Septiembre- Un mirador en San Gil a 28 metros de altura,.
Viernes -24- Septiembre- a las 22:10 horas en La 1 , foto,.
Un mirador en San Gil a 28 metros de altura,.
La entidad menor placentina recupera con fondos propios su torre-campanario para convertirla en un atractivo turístico,.
La seña de identidad de San Gil y lucirá como hace años que no lo hacía coincidiendo con el 50 aniversario de la creación de esta entidad menor. Es su torre-campanario, un elemento construido en 1971, en el mismo origen de este pueblo de colonización, y separado de la iglesia., etc,.
TITULO: VACACIONES - EUROPA DE PELICULA -Una historia de Europa (XI)
Una historia de Europa (XI),.
foto / Unos nueve siglos antes de que naciera Cristo, un hombre llamado Licurgo vivió en Esparta. El nombre, Licurgo, suena seco y recio; pero más seco y recio fue lo que hizo con sus conciudadanos. Esparta y Atenas eran los dos estados griegos más importantes de la época; sin embargo, mientras los atenienses se regían por mecanismos democráticos muy avanzados (al fin y al cabo los inventaron ellos) y en su polis florecían el pensamiento filosófico y la cultura en general (o sea, lo que hoy llamaríamos humanismo), Esparta era todo lo contrario. Se regía ésta por un código de leyes creadas por el tal Licurgo, cuyo objetivo era convertir al personal en gente guerrera y sobria, militarizada, resistente, dura como la madre que la parió. Los flojos no tenían lugar allí. Los que nacían débiles o enfermos eran abandonados en el monte. Los otros, a partir de los siete años, eran arrebatados a sus padres y llevados a escuelas-cuarteles sin libros, escritura o ciencia, de los que salían convertidos en los mejores soldados de su tiempo. Su único objeto era combatir; y su obligación, servir en el ejército hasta que cumplían sesenta tacos. Dedican la mayor atención a los niños y se la dedican oficialmente, señalaba con admiración Aristóteles en la Política, donde parece envidiarlos tanto como otros pensadores griegos, entre ellos Jenofonte en su interesante República de los lacedemonios (tal vez porque cuando escribían eso ya estaba la democracia de Atenas en decadencia). De todas formas, como digo, esa atención hacia las criaturas era más atlética y militar que otra cosa, porque durante su formación los pobres espartanitos sufrían un entrenamiento tan duro que, a su lado, los marines y los comandos de las películas (señor, sí, señor, y todo eso) parecen florecillas silvestres. Eran continuamente golpeados para acostumbrarlos a sufrir sin quejarse y obligados a soportar hasta la muerte el frío, el calor, el sueño, y se les hacía robar alimentos para que aprendieran a buscarse la vida. El caso es que, niños o adultos, los espartanos comían poco y mal, vivían en casas sencillas y también, como detalle curioso, se habituaban desde enanos a ser parcos en palabras: poco había entre ellos que no pudiera resolverse con un sí o un no. Y como la región donde estaba Esparta se llamaba Lacedemonia o Laconia, a ese lenguaje breve, tan duro y seco como sus habitantes, se le llamó laconikós, o de estilo espartano. Lacónico, o sea; palabra que todavía hoy usamos para referirnos a lo breve y definitivo. Incluso a la hora de partirse el pecho, degollar y otros etcéteras, la idea era tomárselo todo con sobriedad y calma: las falanges de hoplitas espartanos no corrían jamás, sino que avanzaban despacio, impasibles, lo que acojonaba mucho a sus enemigos (actitud que más tarde iban a adoptar los tercios de infantería española que en los siglos XVI y XVII combatirían en Europa). El caso es que mientras Atenas acabó siendo la democracia más auténtica y radical que ha conocido la Historia, Esparta, con su sociedad militarizada, se convirtió en un pueblo guerrero cuyas leyes y costumbres, o parte de ellas, han sido imitadas después de modo siniestro por regímenes autoritarios como el fascismo, el nazismo y el comunismo, y con diversa fortuna por otros sistemas políticos decentes. Pero ojo: no mezclemos churras con merinas ni siglos con siglos, ni en lo bueno ni en lo malo. Aunque en algunos aspectos la sociedad espartana era un modelo de igualdad, la que se daba en las falanges de hoplitas o en los cuarteles militares no se extendía a toda la sociedad, o tardó tiempo en hacerlo. Durante un largo período, Esparta siguió siendo, por la cara, una oligarquía donde un pequeño consejo de familias destacadas detentaba un poder notable, donde (a diferencia de la vecina Atenas) los cargos públicos no rendían cuentas ante el pueblo, y donde, aparte de los ciudadanos oficiales, a los que se prohibían el trabajo manual y el comercio, estaban los perioicós o periecos (los vecinos, traducido), que carecían de ciudadanía pero comerciaban y poseían sus propias tierras, y los eilotes o ilotas, mayoría sometida a esclavitud y víctima de un trato despiadado (si los espartanos eran duros consigo mismos, imaginen cómo las gastaban con los de abajo). Sin embargo, recios y cabroncetes como eran en casi todo, asombra el estatus singular de sus mujeres. A diferencia de otros lugares donde las señoras eran recluidas en casa por si repetían la jugada de Elena de Troya (Homero dejó a todos los padres y maridos de entonces con la mosca tras la oreja), las espartanas de tronío pisaban fuerte. Eran, literalmente, hembras de armas tomar. Decían a sus hijos vuelve con tu escudo o sobre él (lo que significaba vencedor o fiambre), participaban en los ejercicios gimnásticos, tenían acceso a la educación y una libertad considerable para la época. Tanta, que dejaban como marujas de telenovela al resto de mujeres griegas.
TITULO: HOSPITAL - Seamos niños,.
Seamos niños,.
foto / Ser padre, y ser hijo, nunca ha sido fácil, pero el acelerado mundo del siglo XXI lo hace todavía más complicado. La psicóloga y experta en neuropsicología María Luisa Ferrerós propone en el libro 'Dame la mano' (Planeta) modos de fomentar la «conexión emocional» entre padres e hijos.
-¿Cuáles son los principales errores que cometen los padres de hoy en día en la educación de sus hijos?
-El problema principal es que no ponemos el foco en lo esencial, sino que nos perdemos en aspectos superficiales. Hay que poner las luces largas porque nuestro destino es su futuro, pensar en cómo afectará lo que hacemos hoy en el mañana. Quizá también se cae en el exceso de protección, de control, el proyectar en ellos nuestros deseos, el darles todo o pensar que si tienen muchas cosas serán felices... Y no poner límites, no trabajar la comunicación.
-¿Qué pueden hacer los padres para quitarse de encima esa especie de obligación de ser 'perfectos'?
-Lo esencial es darnos cuenta de que este objetivo no es nuestro, sino que es fruto de la presión social. Nos hemos de concentrar en cuál es de verdad nuestro objetivo. ¿Nosotros queremos ser perfectos? El niño no necesita unos padres perfectos, sino sentirse querido, acompañado, evitar las comparaciones. Hay que concentrarse más en los sentimientos, en vivir el momento, más que en las expectativas que tengan los demás de cómo hacemos nuestro nuestra función de padres. Por eso es importante estar muy conectados en la pareja, formar un equipo y y marcarse unos objetivos y una manera de actuar: cómo lo vamos a hacer. De la misma forma que nos planteamos y pensamos mucho a qué colegio le vamos a llevar o qué nombre le vamos a poner, nos hemos de plantear cómo queremos ser padres, cómo nos vamos apoyar mutuamente y cómo vamos a guiar a nuestro hijo en esta aventura no entonces es importante pensar que la educación es un proyecto a largo plazo. Tenemos que pensar cómo queremos que sean ellos en el futuro para saber cómo hemos de actuar, pero lo más importante es la conexión emocional, crear un vínculo con ellos. Eso es mucho más importante que todas las expectativas externas que nos ponga la sociedad.
-A veces pensamos que es imposible entender a los hijos. ¿Qué se puede hacer para comprenderlos?
-Hay que ponerse en su piel y recordar que nosotros también pasamos por esta etapa. Escucharlos, más que hacerles interrogatorios del tipo 'qué has hecho', 'qué has comido'... Confiar en ellos y evitar los juicios de valor. No pensar en lo que tú habrías hecho, sino intentar entender por qué actúan así. Lo más importante es desconectar el audio y mirar lo que hacen, como actúan... Las palabras a menudo nos confunden y ellos ya tienen código distinto. También es importante la comunicación no verbal, los abrazos, las cosquillas... Esa es una manera de conectar muy verdadera porque si tú realmente estás a gusto esa parte fluye. Si te pones en su piel con confianza al final acabas conectando con ellos.
-Algunos padres se desesperan porque sus hijos comen mal, duermen mal... Ante estos hechos, ¿qué actitud hay que tomar?
-La mayoría de las veces nos imitan y las otras hacen lo contrario para reafirmarse. Debemos cuestionarnos: ¿por qué nos importa tanto que lo hagan todo bien? ¿Para que se vea que somos «buenos padres»? Hay que observarlos, entenderlos, escucharlos, no son robots. La mejor forma de introducir hábitos es con incentivos: es importante tener una planificación familiar con la responsabilidades de cada uno en un cuadro con colores. No es necesario avisar 25 veces 'ven a comer' o 'vete a ducharte'. Ellos han de saber cuáles son sus responsabilidades y han de saber cuáles son las consecuencias si no lo hacen. Por ejemplo, si no vienen a cenar a la hora que corresponde, pues entendemos que no tienen hambre retiramos su comida y la congelamos para el día siguiente. Es muy importante la actitud, esto ha de ser neutral, no hemos de enfadarnos. Es una consecuencia: 'yo entiendo que tú no tienes hambre y entonces hemos guardado la comida y ahora, si tienes hambre, te tomas un vaso de leche y mañana será otro día'. O sea, hay que mostrar que tú no tienes interés, que si come o no come es su problema porque si no, aprovechan para hacer chantaje emocional.
-¿Cuál debe ser la relación de los hijos, y también de los padres, con las pantallas o con las redes sociales?
-Lo fundamental es que seamos nosotros quienes filtremos, elijamos, planifiquemos y decidamos cuanto tiempo invertimos en ello. Que aprendamos a apagar y demos ejemplo a nuestros hijos para que no te puedan decir que tú siempre estas conectado. Las reglas clave son: limitar el tiempo de uso, enseñarles a filtrar la información que reciben, que estén en lugares comunes de la casa, evitar teles en habitaciones, evitar que duerman con el móvil debajo de la almohada (hay que comprarles un despertador clásico). Y sobre todo, ofrecerles alternativas lúdicas y divertidas para desenchufarlos. La pandemia nos ha obligado a ser más permisivos con los pantallas, ya que incluso han tenido clases on-line. Pero ahora toca volver a la realidad y dejar lo virtual.
TITULO: VUELTA AL COLE - Por qué la evolución nos hizo sedientos,.
Por qué la evolución nos hizo sedientos,.
fotos / El verano más caluroso de los últimos ochenta años nos está haciendo sudar la gota gorda, pero sepa que el ciclo continuo de beber, orinar, transpirar y rehidratarse es uno de los motores más potentes de la evolución. Para entender su influencia hay que remontarse a la prehistoria.
Hace unos dos millones de años, el clima de África, cuna de los primeros homínidos, se hizo más seco. Esto provocó que cambiasen las proporciones corporales de nuestros ancestros. Los bajos y fornidos australopitecos las pasaban canutas en comparación con los primeros habitantes del género Homo, más altos y delgados. «Estos cambios redujeron la exposición de nuestros ancestros a la radiación solar, al tiempo que permitían una mayor exposición al viento, pues disponían de una mayor superficie corporal. Así aumentó su capacidad de disipar el calor, haciéndolos más eficientes en el uso del agua», explica el biólogo Asher Rosinger en Scientific American.
Hubo otras adaptaciones. A medida que el cambio climático sustituyó los bosques por praderas, los primeros homínidos perdieron vello corporal y desarrollaron más glándulas sudoríparas, lo que les permitió mantener una temperatura segura durante los desplazamientos, como han demostrado los investigadores Nina Jablonski y Peter Wheeler.
«En la carrera de la vida, los humanos no somos ni los más rápidos ni los más eficientes. Pero gracias a nuestra capacidad de sudar somos, desde luego, los más persistentes», explica Vaclav Smil en Los números no mienten (Debate). Este experto en energía describe cómo sudar nos permitió mejorar las cacerías: «Hace decenas de miles de años, antes del desarrollo de proyectiles como flechas y jabalinas, nuestros ancestros africanos tenían dos maneras de buscarse el sustento: rebañar las sobras de depredadores más poderosos o cazar sus propias presas. Dos ventajas del bipedismo permitieron que nos convirtiéramos en cazadores y que no solo fuéramos recolectores. La primera es la respiración: un cuadrúpedo solo toma aire una vez por cada ciclo de locomoción porque el pecho debe absorber el impacto en las patas delanteras. Los humanos podemos elegir otros ratios y utilizar la energía de manera más flexible. La segunda es nuestra extraordinaria capacidad para regular la temperatura del cuerpo, que nos permite hacer lo que los leones no pueden: correr largas distancias en horas diurnas y calurosas. Nuestros antepasados no podían competir con los antílopes en velocidad, pero podían seguirlos durante horas hasta que caían exhaustos».
Nuestros antepasados no podían competir con los antílopes en velocidad, pero podían seguirlos hasta que caían exhaustos, gracias a nuestra capacidad para regular la temperatura del cuerpo
Tenemos dos tipos de glándulas sudoríparas. Las ecrinas son unas tuberías con forma de espiral que liberan líquido a través de los poros. El sudor se evapora sobre la piel caliente y la enfría. También enfría los vasos sanguíneos y, a la postre, la temperatura metabólica. Luego están las glándulas apocrinas, ubicadas en las axilas y la ingle. Están especializadas en segregar moléculas grasas y otros residuos que resultan muy apetecibles para las bacterias. Este sudor es el que huele.
Los humanos tienen más glándulas sudoríparas ecrinas que cualquier otro primate, lo que les permite movilizar más agua y electrolitos del interior de las células para producir el sudor. Daniel Aldea, de la Universidad de Pensilvania, ha identificado un gen que mutó y permitió esta adaptación.
Ansiedad y nervios
No solo el calor y el ejercicio nos hacen sudar, también los nervios. La ansiedad dispara una reacción fisiológica que prepara al cuerpo cuando se detecta una amenaza. Ante un examen o una cita entra en juego el mismo mecanismo que ante un gran depredador o el ataque de un adversario: el hipotálamo avisa a la glándula suprarrenal, que libera adrenalina, y activa las glándulas sudoríparas para mantener el calor del cuerpo dentro de unos límites aceptables si hay que combatir o huir. Con una ventaja añadida: el sudor vuelve la piel más resbaladiza y un enemigo lo tendrá más difícil para agarrarnos.
Sudamos cuando se detecta una amenaza. Es por la adrenalina, pero también porque el sudor vuelve la piel más resbaladiza y un enemigo lo tendrá más difícil para agarrarnos
El sudor nos mantiene vivos. El cuerpo humano genera mucho calor incluso cuando está en reposo. Es una factoría química que funciona todo el tiempo oxidando alimentos, transportando sangre, enviando impulsos eléctricos, contrayendo fibras musculares... Y debe mantener siempre una temperatura estable en torno a 36 ºC para salvaguardar la homeostasis, el equilibrio de su propio 'ecosistema', sean cuales sean las condiciones en el exterior.
La cantidad de agua que es saludable beber es una cuestión discutible. Las autoridades europeas de seguridad alimentaria recomiendan 2,5 litros diarios para los hombres y 2 litros para las mujeres. En Estados Unidos se aconseja un litro más porque tienen la desventaja de no hacer dieta mediterránea y, por tanto, consumen menos frutas y verduras.
Cuando perdemos la capacidad para refrigerar nuestro cuerpo sucumbimos al golpe de calor, que provoca una reacción en cadena: fallo multiorgánico, hemorragias... Y no podemos almacenar agua en nuestro cuerpo, como los camellos. Si bebemos demasiado líquido, la producción de orina aumenta. Y si además bebemos mucho en un corto periodo de tiempo, se altera el equilibrio electrolítico y puede desencadenarse una hiponatremia, la caída del nivel de sodio en sangre, que puede ser tan letal como la deshidratación. Sin agua suficiente, nuestras funciones cognitivas se apagan. Sin nada, morimos en cuestión de días.
Población amodorrada
Pero no siempre hemos bebido tanta agua como ahora. No era seguro. Las redes de agua potable no existían y beber agua estancada era exponerse a una diarrea, cólera, tifus... Los pastores de las tribus del norte de Kenia consumen, por ejemplo, una gran cantidad de leche, que tiene un 87 por ciento de agua. Y mastican raíces. Y muchas sociedades, incluidas las europeas, dependían de la ingesta de bebidas fermentadas o destiladas, como la cerveza, el vino, la ginebra para hidratarse de un modo seguro... No es de extrañar que la población estuviese amodorrada. Por eso, la introducción del café fue crucial para el desarrollo intelectual de los últimos siglos. Hasta 1650, la bebida más habitual en Inglaterra era siempre alcohólica.
La Ilustración coincidió con la apertura de las primeras cafeterías, donde además los científicos organizaban tertulias para comentar los últimos progresos en torno a una taza de café o té.
Hasta 1650, la bebida más habitual en Inglaterra no era el agua, sino el alcohol. Fue la aparición del café lo que permitió que las bebidas alcohólicas fuesen sustituidas como forma más extendida de hidratarse y de socializar
El calentamiento global nos va a poner a prueba, así como la contaminación de los acuíferos, que son las reservas de agua del futuro. «Nuestra capacidad para sudar puede ser fundamental para superar el apocalipsis climático que se avecina», escribe Sarah Everts, en The Joy of Sweat, una guía sobre la transpiración que explica que el sudor también es un negocio.
El negocio del sudor
Unos pagan para sudar (saunas, clases de hot yoga, spinning...) y otros para ocultar el sudor (desodorantes, protectores de ropa, etc.). El olfato y el sudor están entrelazados culturalmente. Everts ironiza sobre la moda de las colonias con feromonas. «Se supone que hacen irresistibles a los hombres, pero su eficacia es dudosa. Es más probable que estos productos atraigan a una cerda en celo antes que a una hembra humana», asegura.
Lo que no es ninguna broma es que el cambio climático agravará el acceso al agua potable en muchas regiones del planeta.
Habrá que seguir adaptándose, puede que incluso necesitemos hacer cambios en nuestro ADN, como ya se anuncia para los futuros colonos de Marte gracias a la edición genética mediante CRISPR. Por el momento, solo unas pocas bacterias extremófilas son capaces de vivir por encima de los 55 ºC.
Todas las especies necesitan agua para reproducirse
Abandonamos el océano hace millones de años, pero seguimos 'atados' a él. Una prueba de ello es que todas las especies siguen necesitando el agua para reproducirse.
«Lo que ha cambiado es el grado de independencia con respecto al agua», explica Ángel Pérez Ruzafa, catedrático de Ecología de la Universidad de Murcia. «Los peces no pueden salir de ella. Los anfibios pueden, pero vuelven a ella para reproducirse. Los reptiles inventaron el huevo: el agua va dentro de un caparazón y se la pueden llevar a donde quieran, pero están supeditados a permanecer en el nido mientras incuban el huevo; y eso las aves lo han heredado. Finalmente, los mamíferos llevamos el agua en el líquido amniótico. Eso es la evolución: anticipar los problemas e independizarse del entorno, con infraestructuras y estrategias que te permitan tener el control», destaca.
La necesidad de agua varía drásticamente de una persona a otra. Esta variación puede estar relacionada con las experiencias de los primeros años de vida. «Recibimos señales sobre nuestro entorno nutricional mientras estamos en el útero y durante la lactancia. Esta información puede determinar cuándo se percibe la sed», explica el biólogo Asher Rosinger. «Si una mujer embarazada se enfrenta a un entorno con escasez de agua y está crónicamente deshidratada, puede hacer que su hijo beba menos agua más adelante. Se trataría de un rasgo adaptativo en lugares donde el agua es difícil de conseguir», afirma.
Por qué los cerdos no sudan y otros misterios del reino animal
LOS QUE NO TIENEN SED
No solo los camellos están especialmente bien adaptados a la sed. Ovejas y cabras pueden perder en torno a un 30 por ciento de peso corporal en líquidos sin peligro. Los rumiantes tienen un compartimento extra en el intestino llamado 'preestómago' que actúa como una cantimplora. En los humanos, el 10 por ciento de pérdida de peso corporal es el límite antes de que se produzca un grave riesgo de problemas fisiológicos y cognitivos, o incluso la muerte.
LOS QUE NO SUDAN
La expresión 'sudar como un cerdo' es engañosa. Los cerdos no sudan. Ni siquiera tienen glándulas sudoríparas. Por eso se revuelcan en el barro: para mantener su piel húmeda.
Los perros apenas sudan. Solo por la nariz (o trufa), que siempre está húmeda, y a través de las almohadillas de las patas. No obstante, disponen de un mecanismo alternativo: el jadeo. Cuando su organismo detecta un exceso de calor envía la sangre hacia la lengua.
LOS QUE NO ORINAN
El tamaño y las prestaciones de los riñones también influyen. El ratón de bolsillo del desierto puede vivir sin agua durante meses gracias a su gran capacidad para concentrar la orina. Eso sí, no lo fía todo a sus riñones: solo salen de su madriguera por la noche, durante las horas de mínima temperatura y de máxima humedad.
LOS QUE MEJOR ADMINISTRAN
Muchos animales tienen un mapa en su cabeza sobre los recursos de agua de los alrededores. Las golondrinas se acercan a la misma piscina de cualquier urbanización cada tarde y son capaces de beber unas gotas en vuelo rasante e incluso llevar el agua en su pico y compartirla en el aire con otra golondrina. Los gorriones tienen una intensa vida social en los charcos, que aprovechan no solo para beber, sino para el baño colectivo.
TITULO:
EN PRIMER PLANO - A FONDO - REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - En
la tuya o en la mía - Miercoles -29- Septiembre - Arturo Pérez-Reverte ,.
En la tuya o en la mía - Miercoles -29- Septiembre ,.
En la tuya o en la mía', presentado por Bertín Osborne, acerca a los espectadores el lado más desconocido de personajes relevantes de diversos ámbitos. Durante aproximadamente una hora, los telespectadores tienen la oportunidad de conocer mejor al invitado y también al propio Bertín Osborne, en La 1 a las 22:30, el miercoles -29- Septiembre , etc.
EN PRIMER PLANO - A FONDO - REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - Arturo Pérez-Reverte ,.
Arturo Pérez-Reverte ,.
Pérez-Reverte: «Solo los idiotas creen que todos los de su bando son buenos»,.
El escritor y académico publica 'El italiano' , una épica novela de «mar, guerra y amor» basada en hechos reales,.
«Los héroes no tienen ideología». Lo repite por activa y por pasiva Arturo Pérez-Reverte (Cartagena, 70 años), que publica nueva novela cargada de héroes y heroínas mediterráneos y que es, a la vez, un homenaje al mar sobre el que se ha construido nuestra milenaria civilización. «Es una inmersión en el Mediterráneo como patria y a los héroes que lo han dejado en nuestra memoria», resume el autor de 'El italiano' (Alfaguara), una ficción épica basada en la realidad con la que el escritor y académico vuelve a la palestra editorial tras el éxito de 'La línea de fuego'. La primera edición de 'El italiano' es de 180.000 ejemplares.
«Llevaba queriendo escribir esta casi increíble historia, fiel a los hechos, desde que mi padre me la contó siendo un niño, tras ver la película 'Su mejor enemigo', con David Niven y Alberto Sordi, y espero haberlo conseguido», dice Pérez-Reverte sobre su nueva aventura de ficción. El escritor era un chaval de once años cuando oyó hablar a su padre sobre un episodio en el que submarinistas italianos saboteaban a los navíos británicos en Gibraltar. Aquella historia se quedó retumbando en su cabeza y es la que ha fructificado ahora en 'El italiano'.
«Es una asombrosa historia de amor, de mar y de guerra, pero sobre todo de amor, en la que el amor vence a la vida», asegura Pérez-Reverte, que la presentó este martes en los mismos escenarios en los transcurre: el Peñón y el Campo de Gibraltar, Algeciras y la costa gaditana. Recrea una historia increíble acaecida entre los años 1941 y 1943, durante la II Guerra Mundial, cuando los buzos de combate italianos hundieron o dañaron 14 barcos aliados en Gibraltar y la bahía de Algeciras «sin que los británicos acertaran a imaginar qué pasaba y de donde venían los ataques».
Solo algunos personajes y situaciones son imaginarios. «No tengo ninguna obligación de respetar la verdad, porque ese es el privilegio del novelista. No soy historiador y puedo mentir y manipular cuanto quiera», se ufana el escritor y académico, que ha fantaseado a partir de unos hechos muy reales que trufa de ficción.
Sin maniqueísmo
Como en todas sus novelas, no hay ni buenos buenísimos ni malos malísimos. «Tenemos la estúpida costumbre de creer que hay un bando bueno y otro malo, pero solo los tontos, los idiotas, los indocumentados y los malintencionados juegan con ese tipo de manipulaciones y piensan que únicamente los de su bando son los bueno» señala el autor, que presenta héroes fascistas y críticos con el Duce. «Los héroes no tienen ideología, y en mis novelas son de cualquier bando. Nunca hay buenos y malos en ellas, porque esas líneas son artificiales. El blanco, el rojo y el negro son mentira», insiste. Eso sí, reconoce que «a menudo se aprende más del malvado que del bueno».
La acción arranca cuando Elena Arbués, una librera de 27 años, encuentra una madrugada, mientras pasea por una playa gaditana, a uno de esos buzos, Teseo Lombardo, desvanecido entre la arena y el agua. Al socorrerlo, la joven ignora que esa determinación cambiará su vida y que el amor será solo parte de una peligrosa aventura. «La novela es un acto de justicia para esos italianos que pasaron por cobardes, pero que mostraron su valor y su grandeza, que jamás se delataron a ser detenidos y que protagonizaron una hazaña increíble», resume su autor.
Pérez- Reverte, que se adiestró a finales de los años sesenta en actividades subacuáticas en el centro de buceo de la Armada en su ciudad natal, Cartagena, traslada parte de su experiencia a esta novela en la que conduce a sus lectores por un mundo complicado de fronteras, con saboteadores, espías y operaciones militares ocultas.
El Mediterráneo es un tablero de estrategias en el que los aliados intentan ganar la partida a las fuerzas del Eje. En ese difícil escenario, nadie puede confiar en nadie y es allí donde se cruzan los destinos de Elena Arbués y Teseo Lombardo «una heroína y un héroe modernos».
Con una audaz estructura, la novela transcurre en dos tiempos narrativos. El primero 1941-1943, cuando se producen las incursiones en Gibraltar. El segundo a principios de la década de los 80, cuando un reportero que tiene bastante que ver con Pérez-Reverte se pasea por Venecia y entra una librería próxima a la Academia. El encuentro con la librera de pelo cano y de maneras elegantes animará al joven reportero a iniciar una larga investigación que espoleará su curiosidad y sus recuerdos. «Presto al narrador parte de mi biografía, pero es un personaje más. Es falsa autoficción, y como narrador no me hago responsable de lo que digan mis personajes», advierte el autor.
Cómo hizo en 'El club Dumas, 'El italiano' es además un evidente homenaje a la literatura clásica y a las civilizaciones que nacieron al amparo de los pueblos mediterráneos y dieron a Occidente sus primeras epopeyas. «Es un homenaje a Homero, a Ulises, a Tucídides, a Jenofonte... y a la milenaria cultura del Mediterráneo», insiste Pérez-Reverte. No en vano, la escena inicial recrea uno de los pasajes de la Odisea, cuando Nausícaa, hija de Alcínoo, rey de los feacios, encuentra a Ulises en la orilla del mar y lo recoge. Está llena de otros guiños: Argos se llama el perro de la protagonista, como el cachorro que cuidaba a Odiseo cuando partió hacía Troya, y a quien le reconoce en su regreso a Ítaca. Tampoco es casual el nombre del italiano protagonista Teseo, que invoca al héroe griego que venció al Minotauro, se enfrentó a los centauros y fue el rey de Atenas. La librería que regenta Elena Arbués se llama Circe, como la hechicera que se enamora de Ulises convirtió a su tripulación en animales.
Reportero de guerra durante 21 años Pérez-Reverete cubrió una veintena de conflictos armados para los diarios y la televisión. Con más de 20 millones de lectores en el mundo traducido a 40 idiomas muchas de sus obras han sido llevadas al cine y la televisión.
TITULO: . EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - MI CASA ES LA TUYA - viernes -1- Octubre -Sentido de Estado,.
MI CASA ES LA TUYA - VIERNES -1- Octubre -,.
MI CASA ES LA TUYA - VIERNES -1- Octubre -,.
acerca a los espectadores el lado más desconocido de personajes relevantes de diversos ámbitos. Durante aproximadamente una hora, los telespectadores tienen la oportunidad de conocer mejor al invitado y también al propio Bertín Osborne, en Telecinco a las 22:00, el viernes -1- Octubre ,etc.
EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - MI CASA ES LA TUYA - viernes - 24 -Septiembre -Sentido de Estado .
Sentido de Estado,.
La falta de sentido de estado se ha agudizado en los últimos tiempos con la apuesta de algunos partidos políticos por la polarización y la crispación,.
foto / El sentido de estado forma parte de la cultura política elemental en todas las democracias. Supone que existe siempre un interés superior –el del estado democrático- al de cada opción partidista. Es muy notorio ese valor en la vida política de Francia y de Alemania por razones históricas muy diferentes. Alemania y España son los dos países de la Unión Europea con una estructura política territorial más parecida pues, aunque la RFA es un estado federal acabado, en muchos aspectos las comunidades autónomas españolas gozan de mayor capacidad política que los länder alemanes. Sin embargo el comportamiento de los territorios no puede ser más diferente en ambos países. Es inimaginable en Alemania que un land aproveche la Covid-19 (o cualquier catástrofe natural) para hacer oposición al gobierno federal. Sería considerado por los ciudadanos una inmoralidad y terminaría convenientemente castigado en las urnas. Lo normal es que gobierno federal y gobiernos de los länder hagan frente conjuntamente a la calamidad y, cuando esta haya pasado, c ada uno responderá ante su parlamento sobre sus hechos y su gestión.
En España, en cambio, se está normalizando la anomalía anticonstitucional de que algunas comunidades autónomas dediquen sus máximos esfuerzos a buscar enfrentamientos con el gobierno de la nación aún a costa de sus ciudadanos. Esta disfuncionalidad que no deja de crecer viene de lejos: comenzó con la ingenuidad de l os constituyentes al redactar el Título VIII (auténtico talón de Aquiles de nuestra Carta Magna) cuando olvidaron el nefasto cantonalismo que hizo fracasar la Iª República o los permanentes disgustos y maltrato del nacionalismo catalán a Manuel Azaña durante la IIª República. Siguió con la perversa dialéctica establecida por los nacionalistas periféricos según la cuál la construcción autonómica se hacía contra «el estado español», es decir sin sentido de estado. Ahora hemos llegado a que son las comunidades gobernadas por el PP las que se dedican a hacer oposición al gobierno central aprovechando cualquier circunstancia como la pandemia o el temporal Filomena. El asunto ha llegado hasta la caricatura con la presidenta de la Comunidad de Madrid cuyas decisiones se basan en hacer lo contrario de lo que diga el gobierno de la nación, sea lo que sea.
Ese modelo se ha extendido a otras comunidades como Castilla y León que hasta ahora procuraban resguardarse de las decisiones impopulares (cierres y confinamientos) reservándolas para el gobierno central. Mientras tanto los dirigentes regionales del PP se apuntaban oportunistamente a terminar con el primer estado de alarma, a finalizar el confinamiento, a salvar el verano, a salvar la hostelería, a salvar la navidad. Todo eran salvaciones.
Ahora, con la tercera ola desatada, Mañueco e Igea se han inventado un conflicto con el gobierno adelantando dos horas el toque de queda. Todo para desviar la atención de su propia incompetencia. Entre otros asuntos, hemos sabido que se están perdiendo miles de vacunas porque las jeringuillas compradas por la Junta (como en Madrid, Cataluña y Andalucía) no llegan hasta el fondo del vial de Pfizer y la sexta dosis se desperdicia. Los cuatro gobiernos autonómicos negligentes han intentado ocultar este desastre con respuestas peregrinas. La consejera Casado dice mohína que aprovechar todas las dosis depende de «la pericia» de los profesionales, y el consejero andaluz argumenta con facundia que solo queda «un culillo» de vacuna en cada vial.
A la gresca por los fondos europeos
Para incrementar los problemas de hacer frente a la pandemia, algunos gobiernos autonómicos se enfrentan al gobierno central a cuenta del Mecanismo Europeo de Reconstrucción y Resiliencia (NG-UE) que, por cierto, en los últimos días se ha incrementado en otros 11.000 millones y pueden llegar hasta los 150.000 millones para España durante el periodo 2021-2026. Nadie recuerda el más mínimo respaldo de la oposición parlamentaria al gobierno español cuando en abril pasado lanzó la idea de un nuevo Plan Marshall para salir de la catástrofe en la que nos encontramos. Tampoco se recuerda un reconocimiento al gobierno cuando alcanzó el acuerdo para establecer el Mecanismo Europeo, pero ahora todas las comunidades quieren su parte del pastel como si hubieran trabajado codo con codo al lado de Sánchez. Llaman a una rebatiña del maná europeo para desembocar en otro espectáculo que nadie verá en los länder alemanes. Lo cierto es que el uso de esos fondos está condicionado por la UE para que se destinen a fines muy concretos y prioritarios. A tal fin Europa someterá a un examen semestral a los estados para comprobar la coherencia de esas inversiones con los fines previstos. El cumplimiento de las condiciones europeas para recibir los fondos es algo que omiten deliberadamente las comunidades autónomas. También lo olvida a diario el socio minoritario del gobierno cuyo comportamiento es cada vez más errático bajo la esquizofrenia de hacer oposiciónal gobierno desde el gobierno.
Cuando se avecina una importante llegada de esos dineros a la comunidad autónoma, es el momento para recordar algunas experiencias del pasado con los recursos que el estado ha transferido a la Junta de Castilla y León. El caso más notorio por su volumen y escaso resultado fue el de los destinados a la reindustrialización de las cuencas mineras de León y Palencia. Debían ser fondos «adicionales» que, al margen del presupuesto ordinario, se debían invertir en las comarcas que tenían a la minería como actividad principal para fomentar una vida económica alternativa. Lo cierto es que nunca se cumplió la «adicionalidad» porque ese dinero fue a la caja general de la Junta y desde ahí llegó lo de siempre a León y Palencia. En las zonas mineras se llevaron a cabo algunas obras de infraestructura importantes como la mejora del «eje subcantábrico» (la que más dinero absorbió) y que también sirvieron para demostrar que solo con obra pública e infraestructuras de todo tipo no se despierta la iniciativa privada o se atrae a un territorio la instalación de industrias generadoras de puestos de trabajo.
La última experiencia conocida de transferencia fue el dinero incondicionado que el gobierno central adelantó al autonómico en mayo de 2020 para combatir la pandemia. Por lo que sabemos la Junta aplicó la mayoría de aquél fondo a completar un nuevo hospital en Valladolid y descartó (luego dijo que era un aplazamiento) la ampliación de camas UCI en León tan imprescindibles como se demuestra en esta fase de la pandemia. Una vez más, sin el menor sentido de comunidad (como para esperar sentido de estado), continuó la práctica de la centralización cuyo reverso es la despoblación de la mayor parte de las provincias. Con lo que sobró de aquellos fondos primaverales, adquirió (entre otras menudencias) unas malas jeringuillas que desperdician la sexta vacuna de cada vial de Pfizer.
La falta de sentido de estado se ha agudizado en los últimos tiempos con la apuesta de algunos partidos políticos por la polarización y la crispación. Así se ha llegado a la indecente campaña de las derechas españolas contra una posible victoria de Salvador Illa en las próximas elecciones catalanas. Prefieren que ganen los independentistas. Ese es todo su sentido de estado.
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