TITULO: La Hora Musa - Antonio Vega se dejó llevar ,. Martes - 19 , 26 - Noviembre ,.
'La Hora Musa', presentado por Maika Makovski ,a las 22:55 horas, en La 2 martes - 19 , 26 - Noviembre , foto,.
Antonio Vega se dejó llevar,.
Música finales de los 80,.
Firmó algunas de las mejores canciones del pop español en solitario y con Nacha Pop, conoció el éxito y consiguió el respeto de todos, pero también mantuvo una relación turbulenta con las drogas. Ayer murió a los 51 años,.
Quemó su vida a una velocidad de vértigo. Por eso, para muchos, ésta ha sido la crónica de una muerte anunciada. En sus conciertos era frecuente ver la misma estampa: a alguien se le encogía el corazón, lanzaba un suspiro o murmuraba espantado, presa del asombro, por el deterioro físico del compositor de «Chica de ayer». Sus últimos años han sido una propina de la vida.
Antonio Vega mantenía desde los ochenta una tortuosa relación con las drogas, un hecho que con el tiempo había dejado de ser un secreto para convertirse en un componente más de su aura de cantante maldito. «El público le adoraba porque era un buen compositor, pero todos sabían que siempre andaba en la cuerda floja. Por eso, su fragilidad le hacía inmensamente querido», recordaba ayer un ejecutivo de una discográfica. «Ha vivido mucho tiempo de descuento», comenta la misma persona, «pero no lo ha malgastado. Ha publicado discos, a su ritmo, y no ha abandonado los escenarios. Se aferró a la música y a la vida a pesar de todos los golpes que se llevó».
Inesperado
Antonio Vega murió ayer por una neumonía a los 51 años. Había sido ingresado hacía una semana en el hospital Puerta de Hierro de Madrid. José Santos, de la oficina de managemet, contó a este periódico que había estado con él un par de días antes: «Se encontraba bien, con buen ánimo, pero el lunes le sedaron y ya no aguantó. Ninguno de nosotros esperábamos que fuera tan rápido. Nos ha pillado fuera de juego». La próxima semana va a salir un libro, «¿Y si pongo una palabra?», con sus mejores letras, publicado por Demipage. Además, la discográfica Emi aprovechó para anunciar que el día 15 sacará un doble cd con lo mejor del artista.
Antonio Vega fue un compositor y cantante especial, magnético, con una habilidad casi única para tocar la fibra sensible del público en canciones con una fuerte pegada melódica y aliento poético, composiciones pobladas de metáforas e imágenes herméticas pero profundamente sugerentes.
Los que le trataron trabajando le recordaban ayer como un tipo elegante, cultivado y cariñoso: «Era un tío que se hacía querer, con mucha clase, podía llegar tarde, pero se subía al escenario y era un gran profesional», contó su mánager. En contra de su fama de chico quebradizo, José Santos dice que «siempre fue un hombre fuerte y duro».
Antonio se unió a la banda Uhu Helicopter, semilla de Nacha Pop, a finales de los setenta. Lideraba el grupo su primo Nacho García Vega y en él estaban tres amigos que habían pasado por el Liceo Francés. Desde el principio cada uno se hizo fuerte en su papel. El talento era cosa de Antonio. Nacho aportó la habilidad para mover al grupo y la visión de futuro, además de una estética musical más heterogénea. Como recordó el mismo Antonio Vega en una entrevista con este periódico, «la mezcla de ambas personalidades y estilos propició la magia de Nacha Pop».
Pese a que las discográficas se lo rifaban, Nacha Pop no logró buenos resultados comerciales con sus primeros discos a principios de los ochenta. Ni siquiera cuando ficharon por Dro, la discográfica del rock alternativo español. Su imagen les alejó del núcleo duro de la «Movida». Tenían fama de blandos y sabían componer. Además, era un grupo endogámico y cerrado. «Desde el principio me pareció una banda muy solvente», explicó ayer Santiago Auserón a este periódico: «Recuerdo que Radio Futura aún no tenía habilidades musicales cuando ellos ya sonaban como una banda extranjera». En 1986, con el lanzamiento de «Dibujos animados», Nacha Pop empezó a saborear el éxito, apoyados en clásicos como «Grité una noche». Ñete, el batería, abandonó el grupo, que se quedó como trío. En 1988, después de un baño de multitudes en México DF, regresaron a España y en poco tiempo prepararon su despedida, un concierto en la madrileña sala Jácara titulado «80/88». Se rompieron justo en el momento de mayor penetración comercial, puede que por las habituales tensiones internas de los grupos sobre el rumbo musical a seguir o quizá porque Antonio, ya enganchado a la droga, no podía seguir la disciplina del grupo. Ellos optaron por decir que se tomaban un respiro. Hasta que en 1991 debutó en solitario con «No me iré mañana», al que siguió un año después «El sitio de mi recreo», nuevas demostraciones de la facilidad que siempre tuvo para conectar emocionalmente con su público.
El trago más duro
Las nuevas hornadas del pop español vieron en él un referente, desde Jarabe de Palo hasta Ketama, y en 1993 le montaron un disco homenaje con cierto tono fúnebre, «Ese chico triste y solitario», al que Vega optó por no acercarse demasiado. Siguió sacando discos, como «Anatomía de una ola» (1998) y «De un lugar pedido» (2001), pero para entonces ya había dejado de estar en la primera línea mediatica. El trago más duro vino con la muerte de Margarita del Río, su compañera, en 2004, del que saldría el disco «3.000 noches con Marga». De aquel golpe no se recuperó. A pesar de todo, siguió desafiando a las leyes de la naturaleza. Componía y actuaba, con cuenta gotas, eso sí. Hasta que el revival ochentero le enchufó de nuevo con el gran público.
Su primo y él resucitaron Nacha Pop en 2007 con una gira por España. «Había planes para hacer proyectos con el grupo, pero nada concretado», dijo ayer su mánager. Antonio tenía canciones nuevas y en las últimas semanas había estado tocando en varias ciudades. Esta vez, el tiempo no quiso concederle una nueva prórroga.REACCIONES: «No había quien le cambiara»Los músicos volcaron ayer su admiración y afectos hacia Antonio Vega. Álvaro Urquijo dijo que fue «un gran compositor, irrepetible como artista» y como persona «un hombre al que había que dejar vivir como quería. No había quien cambiara su forma de ser». Su primero Nacho García Vega comentó que «era una persona única, como única ha sido su contribución al panorama musical de este país». Miguel Ríos habló de su «talento tan desmesurado» y Sole Giménez afirmó que «era una gran persona, pero a la vez muy frágil, todos teníamos la sensación de que necesitaba ayuda». Para Pau Donés «ha sido un maestro, el compositor más grande que ha tenido este país», y para Amaia Montero, ex de La Oreja de Van Gogh, «su estilo, sus formas y su manera de transmitir son irrepetibles». También expresó sus condolencias Mariano Rajoy, que envió un telegrama a la familia del músico. La capilla ardiente quedará instalada hoy en la sede de la SGAE a partir de las 13 horas y mañana será incinerados en el cementerio de la Almudena.
TITULO: Cachitos
de hierro y cromo - Andrés Suárez: «Me perdí en la noche de Madrid y Aute me salvó» ,. Martes - 19 , 26 - Noviembre ,.
El martes - 19 , 26 - Noviembre a las 22:30 horas por La 2, foto,.
Andrés Suárez: «Me perdí en la noche de Madrid y Aute me salvó»,.
Publica «De vida y vuelta», un disco con sonido más pop que presenta el 11 de mayo en el WiZink Center,.
Asegura que tiró un disco a la basura porque estaba lleno de pérdidas. Andrés Suárez ha vivido los dos últimos años y medio en una especie de Maelstrom, un remolino de corrientes destructivas que arrastraron al gallego casi a una depresión. «Quizá no tanto, pero sí en la monotonía del bajón. Como hijo de sanitaria, solo podía escribir de las pérdidas y de las despedidas que me tocaron cerca. Y en diciembre de 2020 pillé el bicho y salí de milagro. Fue entonces cuando tiré el disco duro de las canciones a la basura. Quedaba prohibido hablar de muerte y de dolor», dice sobre el origen de «Viaje de vida y vuelta», su nuevo disco, que presenta en el WiZink center el próximo 11 de mayo.
Pero cambiar de actitud no iba a resolver mágicamente el nuevo disco. «Trabajé con 40 músicos y hasta 10 productores durante dos años y medio. No había manera de encontrar el consenso, porque con todos probé cosas que no eran yo. Me fui al otro extremo, a la discoteca, y no me sentía bien. Me he tenido que dejar la espalda para terminar el disco», dice el músico, al que marcaron los consejos de su padre cuando le enseñó la canción que le había escrito a él y a su madre y que, finalmente, tras muchas vueltas, ha aparecido en el disco: «Teresa y Andrés son toda Galicia, son el mar. Son dos ‘‘currelas’’ que sacaron adelante a tres chavales y no sé ni cómo. No les oí quejarse ni una puta vez. Mi madre terminó jubilándose después de tres o cuatro olas pandémicas y casi le obligamos porque quería seguir ayudando. Mi padre trabajaba sin dormir por y para nosotros con una sonrisa. Y cuando le enseñé el disco me dijo: “muy bien, pero ¿alguna canción alegre tienes por ahí?” –ríe Andrés hijo–. Era un bajón terrible, claro. ¡Y eso que contaba en ese tema todo lo que él había luchado por nosotros! Pero entonces me di cuenta de que estaba equivocando el foco completamente», dice el músico con su torrente verbal característico.
Libertad 8
Y, sin embargo, Andrés Suárez miente. Porque sí hay una canción de pérdida, de drama, en el disco. Se titula «Pienso en ti». «Queda una de las de 2020 –concede–. El día que me llaman y me dicen que la persona que más me cuidó cuando yo dormía en un cajero de Caja Madrid de Tetuán y cuando cantaba en Libertad y venían dos, la persona que mejor se portó conmigo, ha muerto. Se llamaba Luis Eduardo Aute. Y cuando me dicen que fallece, toco fondo». Suárez llegó a Madrid con 20 años, como dice el tópico, y no para soñar sino para perseguir el sueño. «Dormía donde podía. Vine con lo ahorrado después de años de orquesta en Galicia. Montándolas primero y tocando y cantando en ellas, después. Llegué con 20 años y mucha sed y cometí algún que otro error o exceso propios de la juventud. Aute me echó una bronca y me guio hasta donde estoy ahora. Madrid puede devorarte y yo no soy profeta de nada. Que cada uno haga lo que le de la gana. Jugué con las musas, incluso con las más peligrosas y estaba en los locales prohibidos a la hora prohibida con poetas malditos. Creía que así se escribían las canciones. Hoy sé que escribe mejor a las siete de la mañana con un café o yendo al mercado de Torrelodones donde tienes todas las historias». Aute ayudó a aquel chaval. «Primero me cuidó la salud y luego el corazón. Me enseñó a respetar el oficio, eso que se llama humildad. Me enseñó a estar en silencio, a respetar a los que vienen de atrás. El cuidado y el mimo por la palabra, por la rima. Me enseñó a contar sílabas», enumera.
Eran los tiempos de Libertad 8, el templo de la canción de autor de Madrid, «adonde se entraba en silencio, como a un templo, calladito». «Muchos me ayudaron y siempre lo agradeceré. Serrat, Pablo Milanés, Ismael Serrano... todos ellos. Aute me llevó de telonero a cambio de nada cuando a mí venían a verme dos». Esos años tienen una historia, la de un escenario y una escena, que debería contarse. «Allí estábamos los jóvenes como Funambulista, Marwan, Drexler, mirándoles como a dioses». Pero Suárez no quiere que se quede la charla así, en bajada: «Este es un disco para bailar y para disfrutar. Lo he dado todo y estoy atacado de los nervios. Lo contrario sería peligroso. Porque a mí me pone mucho mi trabajo».
CANCIÓN PARA BAILAR CON PARKINSON
Tan importante ha sido este disco, el noveno de la carrera del gallego, que, en un momento de la conversación, enseña un tatuaje en el brazo. Es el logo del título, símbolo del Himalaya que ha logrado coronar: «Hice el disco hasta que me agoté. Hasta que ya no pude trabajar más, jugué al límite de mí mismo –asegura–. La gente no es tonta y percibe las cosas. Cada día se publican miles de canciones». En este trabajo, casi todas tienen una historia detrás: «Valientes» está dedicada a una persona con Parkinson que es fan del artista. «Me enteré de quien era. Tiene tres hijos y lucha y se ríe de la vida a pesar de todo. Y yo le quise escribir una canción, pero una para hacerle bailar». También hay temas de amor, «pero sin edulcorante. No hay Walt Disney. Hay una canción que desmitifica el amor ideal, que dice que sé que con los años nos vamos a destrozar. Y que las arrugas y el tiempo nos agotarán. Y que, a pesar de eso, decido quedarme». Y, por supuesto, un canto a Galicia en «Herbeira». «Porque esta vez estuve a punto de perder el norte y eso no puede ser», dice sonriendo.
TITULO: Locos por las motos -Un final “especial” para Aleix,.
Un final “especial” para Aleix,.
El español se despedirá de MotoGP en su circuito de casa, tras el cambio de sede a consecuencia de la DANA. “Espero hacer una buena carrera”, dice.
foto / El último gran premio de la temporada de MotoGP será una despedida por partida doble para Aprilia. La casa de Noale vivirá su último fin de semana con Maverick Viñales (rumbo al Tech3 de KTM) y un Aleix Espargaró, que disputará su última carrera como piloto a tiempo completo. El pasado mes de mayo, el piloto de Granollers anunció su retirada durante el GP de Cataluña y el escenario, no estaba elegido por azahar. El español aprovechó la visita de sus allegados en su circuito de casa, para pronunciar su adiós al Mundial. Y vivió aquel fin de semana de una manera emotiva sin saber, que el destino le había preparado un final “especial” para cerrar 20 años de trayectoria.
Siguiendo la tradición, el calendario tenía previsto volver a clausurar el curso en Valencia. Pero la DANA cambió los planes de todo el mundo tras una tragedia que sacudió especialmente a la Comunidad Valenciana. Las inundaciones aislaron al Ricardo Tormo de Cheste y cambiaron por completo las prioridades, obligando al campeonato a buscar una sede alternativa que acabó siendo Montmeló. El circuito de casa de Aleix, donde el español ya vivió una primera despedida que dejó el listón muy alto: “Estoy un poco preocupado (por volver) porque la última vez que fuimos allí fue un fin de semana increíble (logró la pole y la victoria al esprint). Realmente no podría soñar con algo mejor”.
¿Podría firmar una actuación similar el español en este reencuentro? “Con un poco de suerte”, anhelaba Espargaró, sabiendo que al menos su RS-GP no sufrirá tanto como en esta gira asiática. “No va a hacer tanto calor y ahí es donde más sufre la Aprilia. Seguro que tendremos mejores sensaciones y espero hacer una buena carrera”, explicaba Aleix, ausente en las tres primeras posiciones desde su podio al esprint en Austria. Pero a pesar de todo, afronta el fin de semana con “una actitud positiva”. El piloto de Granollers espera que esta vuelta a casa “sea una buena noticia” a nivel deportivo, pero pase lo que pase, se despedirá “muy cerca de casa” en el escenario de sus sueños “con Aprilia, con mi familia y amigos”.
La parte sentimental del escenario “es lo único, pequeño, positivo (del cambio de sede)” para un Aleix, que donará el importe de sus bonus a los afectados por la tragedia. Y a nivel competitivo, Espargaró comenzará un nuevo capítulo dentro del Mundial, en esta ocasión con bajo el paraguas de Honda. El español se convertirá en el piloto de pruebas de la marca del ala dorada a partir de la próxima temporada y la complejidad del proyecto en la actualidad, simplemente es una motivación. Porque de la misma manera en la logró hacer de la Aprilia una moto ganadora, el de Granollers confía en resurgir a Honda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario