martes, 3 de marzo de 2015

UNA POETISA DE CORAZON,/ MAS QUE COCHES, EL MUSEO DEL COCHE Y LA MOTO CLASICA ABRE EN IFEME A FINAL DE MES,.

Rocío Flores posa junto a su libro 'Memento Vivere' en su clínica veterinaria de Cáceres. :: marisa núñezTÍTULO: UNA POETISA DE CORAZON,.

Rocío Flores y su hijo sufren la misma enfermedad cardíaca. Tras su última operación, esta veterinaria cacereña dio un giro a su vida en forma de libro, foto,.

«Es la fuerza de un deseo/la que empuja hacia delante/rompiendo muros enormes/que el miedo logró forjar». Rocío Flores Cruz se ha convertido en una experta en acabar con sus miedos. Es una superviviente.
En las palabras escritas por esta veterinaria se palpa el camino que ha tenido que recorrer hasta llegar adonde se encuentra ahora. Natural de Torrefresneda, a los 16 años le diagnosticaron ramas nerviosas estáticas, una grave enfermedad cardíaca. «Es como si tuviera un exceso de pilas en el corazón. Esas ramas se deben quitar cuando naces, pero a mi no me las quitaron, lo que hace que tenga más latidos en determinados momentos. Yo puedo estar sentada y me empiezan a dar taquicardias», explica.
Tras varias operaciones, ahora, con 34 años y un hijo de seis que sufre la misma dolencia, ha dado un cambio radical a su vida gracias a dos palabras: 'Memento vivere' (Acuérdate de vivir).
«Son las palabras que me tatué después de mi último amago de infarto», relata. Decidió escribírselas para siempre en la piel para no volver a olvidarse de vivir. «Tienes que aprovechar a diario el hecho de estar vivo», señala solemne, alabada por la seguridad que le otorga la experiencia. Esas palabras se han convertido en su filosofía, en una manera de entender la vida de la que ha querido dejar constancia en el título de su libro, el máximo exponente de su catarsis.
Rocío es la protagonista de ese libro, creado junto a la fotógrafa Luz Tato Fondón. «A raíz de mi último amago de infarto -en agosto de 2012- me di cuenta de que no tenía ninguna foto con mis hijos. Se me ocurrió la idea de publicarlas en un libro y quería que fuera para fines solidarios. Desde entonces, todo fue rodado», explica Rocío.
30 meses después, 'Memento Vivere' es una realidad en la que fotógrafa y escritora han volcado sus sentimientos. Rocío asegura que las imágenes son fruto de haberse dejado llevar. «Ni siquiera fue algo pensado. Fueron surgiendo en la sesión», precisa. Ella se ve retratada, tanto por fuera como por dentro, en cada una de las fotos que componen el libro. «Las imágenes reflejan los momentos que yo he vivido: soledad, porque soy huérfana desde muy jovencita; desesperación, lucha, dolor al pensar que mis hijos se podrían quedar huérfanos... Pero al final acabas sonriendo», indica.
En paralelo a las fotos aparecen los poemas escritos por Rocío, en los que muestra el proceso que ha sufrido, ese que le ha hecho convertirse en una persona que vive cada segundo como si fuera el último. «Si siento algo, tengo que escribirlo, no me sale de otra forma», comenta. Quien conoce su historia sabe que las palabras de Rocío salen directas desde el corazón. «La gente me dice que llora cuando lee lo que escribo», apostilla.
«Es una prueba más de la vida»
Ahora, inmersa en este proyecto editorial, compagina el cuidado de sus dos hijos con presentaciones literarias, pero sin descuidar su rutina. «Tengo una alimentación muy estricta, me cuido mucho las horas de descanso, procuro no pegarme palizas trabajando y con los niños me tengo que organizar mucho», afirma mientras trabaja en su clínica veterinaria. «Supongo que visto desde fuera se ve más complicado, pero yo lo hago y ya está. No puedo verlo como una carga. Es una prueba más que nos pone la vida y es cuestión de salir adelante», asegura.
Rocío no se ha olvidado ni de vivir ni de luchar, y así lo demuestra en 'Memento Vivere'. Su libro, cuyos beneficios irán destinados a la asociación Latiendo Juntos, puede comprarse en Cáceres, Hervás y a través de Internet. Sus poemas son una invitación a seguir disfrutando de la vida a pesar de todo. «Es lo que intento inculcarle a mis hijos, que vean la vida con fortaleza».

Vehículos antiguos en las naves traseras de IFEME. :: brígidoTÍTULO:  MAS QUE COCHES, EL MUSEO DEL COCHE Y LA MOTO CLASICA ABRE EN IFEME A FINAL DE MES,.

Ha estado durante 17 años en Hervás y su promotor, Juan Gil, dice que se lo trae a la ciudad porque ha encontrado una buena acogida,. foto,.

Mérida contará con un nuevo museo a final de este mes. Se trata del Museo del Coche y la Moto Clásica. Ya comienzan los preparativos en la nave más grande de IFEME, de unos 2.500 metros cuadrados, donde se instalará. Este nuevo espacio de exposición será posible gracias al convenio firmado ayer entre el Ayuntamiento y el propietario de las piezas que se expondrán, Juan Gil Moreno.
Este hombre, natural de Hervás (Cáceres), abrió en esa localidad, en 1998, este mismo museo, que ha mostrado al público sus piezas durante unos 17 años. Ahora ha decidido trasladarlo a la capital autonómica, entre otras razones, dice, «porque las autoridades de la localidad cacereña no han sabido valorar lo que había allí y no le han dado la importancia que tiene». Así que un día decidió ponerse en contacto con otros ayuntamientos del país para ofrecerle las piezas. En este sentido, dice que valoró muy positivamente cómo recibieron su proyecto en el Consistorio de Mérida y con este lugar se quedó.
También explica que el museo «no surge como un proyecto empresarial, sino como algo nostálgico. Acordándome de la motocicleta que tenía cuando era joven y adquiriendo y comprando piezas similares, un día me encontré con que ya tenía más de 40, por lo que ya seguí con esta afición», explica Gil, quien añade que su colección la integran unas 300 unidades de coches y motos, entre otros vehículos.
Para la instalación de este museo en Mérida, que será muy didáctico, el Ayuntamiento de Mérida, a través de su concejal de Cultura y Museos, Ángel Pelayo Gordillo, se ha fijado en los que existen en ciudades como Salamanca o Málaga, con los que se tiene la intención de intercambiar algunas piezas.
En IFEME se expondrán, según Gil, entre 150 y 200 piezas procedentes de EE.UU o Europa que han sido compradas en ferias, adquiridas en subastas, donadas por particulares e incluso surgidas de chatarra y reconvertidas en objetos de museo. Así, en el nuevo museo se podrán admirar motocicletas con o sidecar, coches, motos, camiones, ambulancias carruajes y hasta coches fúnebres, que datan desde principios del siglo XX (1900) hasta los años 70.
Para acceder a ver la exposición el Ayuntamiento ha valorado cobrar una entrada de 5 euros, precio que Gil considera «asequible» si lo compara con los 10 que se cobraba para verlo cuando el museo estaba en Hervás. De todas formas, los alumnos de primaria y secundaria de los colegios de la ciudad tendrá la posibilidad de ver gratis la muestra una vez se haya concertado la visita con el Ayuntamiento.
El segundo de la legislatura
El alcalde, Pedro Acedo, satisfecho con el nuevo museo que se abrirá en pocas semanas, indica que esta será una nueva atracción para el turismo que visita la ciudad y que es el segundo museo que se abre en Mérida en esta legislatura, recordando el Museo del Costurero.
«Ofrecerá algo diferente a lo que se ha visto en Mérida hasta ahora. Y como pretendemos que sea algo perenne y no una muestra temporal, si se desarrollara otro lugar donde tuviera cabida no habría problema en trasladarlo allí», indica el primer edil. En el convenio se indica que el tiempo de estancia de las piezas es de un año prorrogable, aunque las dos partes están de acuerdo en que Mérida sea el lugar definitivo y permanente de estancia de esta muestra. Tanto, que pretenden que con el tiempo pueda incluso convertirse en una fundación y que además crezca y mejore con la incorporación de nuevas piezas.
Acedo también dijo que aunque el museo se instalará en una de las naves de IFEME, en ese mismo sitio se seguirán celebrando las ferias o eventos que estén programados para ese lugar.

 

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