Las rutas de Ambrosio -El buen tiempo anima la actividad en la Feria del Libro de Cáceres . / LAS RUTAS DE VERONICA -Desde mañana hasta el día 12 se celebra la Semana Europea del Geoparque Villuerca-Ibores-Jara ,. / Cena con mamá - Paz Vega - Lorenzo Caprile,. / ¡ Qué grande es el cine ! - ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - EL HORMIGUERO VIERNES -10- MAYO - Javier Gomá y el peligro de las buenas compañías,./ ¿Dónde estabas entonces? -Muere el último amor de Christina Onassis: así fue la historia con el empresario argentino ,. ,Jueves -2-Mayo ,.
TITULO: Las rutas de Ambrosio - El buen tiempo anima la actividad en la Feria del Libro de Cáceres ,.
El sabado -4- MAYO a las 19:10 por La 2, foto,.
El buen tiempo anima la actividad en la Feria del Libro de Cáceres,.
La Feria del Libro está abierta hoy domingo de 12 a 14,30 horas y de 18 a 21 horas.
La cita cuenta esta jornada con cuatro presentaciones, entre ellas la de la primera novela de José Ramón Alonso de la Torre,.
Los
libreros saben que toda Feria del Libro se enfrenta siempre a las
inclemencias del tiempo, a la variabilidad de una primavera que puede
regalarnos semanas como la que hoy termina, en donde hemos pasado del
invierno al verano casi sin darnos cuenta. La cita con las letras que
arrancó el pasado viernes en el Paseo de Cánovas disfrutó ayer de las
bondades meteorológicas, que dejó temperaturas máximas de 22 grados y un
cielo despejadísimo.
El paseo y el curioseo por las
casetas se prolongó durante toda la jornada, sobre todo en las horas
centrales del día. Son días ajetreados para el gremio, que tiene que
organizarse para no descuidar sus negocios permanentes. Esta feria
incluye este un total de 19 casetas, de las cuales 10 venden libros.
Ocho de ellas son librerías de la ciudad. ¿Es un negocio sostenible?
Rosa Pérez todavía no lleva un año con su librería 'El mejor sitio del
mundo...aquí mismo', que se encuentra en la Plaza Marrón. Ha decidido
participar en la Feria del Libro para probar la experiencia. «No sé si
éste es un buen negocio o no, a mí me encanta, me apasiona, solo hecho
de levantarme por la mañana e ir a mi trabajo me es suficiente», destaca
esta librera, que ha llevado a la feria un buen surtido de literatura
infantil y japonesa. Aunque la amenaza de la compra por Internet está
ahí, ella confía en que su librería sea un sitio al que vayan los que
amen los libros como ella.
Nacho
Figuero es el dueño de la libería 'Eguiluz', especializada en educación
y literatura infantil. «Para esta feria espero que se venda y sobre
todo que se vendan buenos libros». Él considera que la especialización
es una de las bazas para las este tipo de negocios. «Siempre hay que
apostar fuerte por un tema y hay que cuidar mucho a los clientes,
establecer una relación de confianza».
LOS LIBREROSRosa Pérez 'El mejor sitio...'Nacho Figuero Eguiluz
Paqui Cantero, de la librería Pintores,
lleva cuatro años acudiendo a la Feria del Libro. Reconoce que le
encanta el ambiente y que volverá, siempre que cuente con la ayuda de su
hija, porque es complicado mantener el negocio abierto y también la
caseta, en donde se trabaja incansablemente durante 10 días. Ella cree
que lo más destacado del programa es el libro de Carmen Posadas 'La
maestra de títeres'. Esta presentación tendrá lugar el 3 de mayo a las
19,45. Lamenta, igual que otros libreros, que ni Luis Landero ni Eugenio
Fuentes u otros autores extremeños no presenten sus obras en esta
feria.
Ayer tuvieron lugar tres presentaciones, dos de ellas con
hilo conductor histórico. Beatriz Maestro dio a conocer 'Descubriendo a
la Inquisición' y Alonso Corrales 'San Jorge. Patrón de Cáceres'. Clara
Peñalver cerró las presentaciones con 'Las voces de Carol'.
Hoy
hay cuatro citas en la caseta de presentaciones. José Ramón Alonso de la
Torre dará a conocer a las 12,00 horas 'Expediente Ojos de Orgasmo',
acto que contará con la escritora Pilar Galán. A las 13 Antonia Cerrato
presentará 'La ciudad de los nombres'. Juan Carlos Arjona mostrará 'El
hombre que mató a Dios' a las 18,30 horas y a las 19,45 José Antonio
Leal Canales dará a conocer 'El cuaderno de Zineb'.
El diario HOY cuenta con un expositor en donde vende el diario acompañado de un obsequio.
«No sé si una librería es el mejor negocio, pero vender libros me apasiona»
«Una librería tiene que apostar fuerte por un tema y cuidar mucho a sus clientes»
TITULO: LAS RUTAS DE VERONICA -Desde mañana hasta el día 12 se celebra la Semana Europea del Geoparque Villuerca-Ibores-Jara ,.
El sabado -4- MAYO a las 19:10 por La 2, foto,.
Desde mañana hasta el día 12 se celebra la Semana Europea del Geoparque Villuerca-Ibores-Jara,.
Vista del Geoparque Villuerca-Ibores-Jara, una de las zonas más espectaculares de la provincia de Cáceres.
Rutas senderistas y descubrir nuevas rutas, algunas de las actividades programadas,.
La
Diputación de Cáceres ha propuesto un calendario de actividades desde
mañana jueves día 2 al 12 de mayo para la celebrar la X Semana Europea
del Geoparque, que incluye descubrir nuevos yacimientos y una serie de
rutas senderistas para conocer a fondo el enclave
Villuercas-Ibores-Jara.
La inauguración tendrá lugar mañana en la Casa de
Cultura de Castañar de Ibor, con la presencia de la presidenta de la
Diputación de Cáceres, Rosario Cordero.
En
la jornada participarán todas las entidades asociadas al geoparque y se
disfrutará de una conferencia sobre 'Los geositios de Castañar de
Ibor'. También habrá una visita al nuevo geositio: yacimiento de
Cloudina del Cerro de la Mina.
Para ese mismo día se ha programado, además, un taller infantil
de pinturas rupestres en el Centro de Interpretación de Arqueología
Comarcal Berzocana, y se inaugurará una exposición que recoge parte del
fondo documental del archivo histórico de Berzocana, a través de
documentos paleográficos (Casa de Cultura). También mañana jueves se
llevará a cabo la ruta de senderismo 'Los hornos de la cal' y la II Ruta
para niños sobre el Geoparque a los Escaleros. Por la tarde se ha
programado la III Travesía a pie por La Jara. De Carrascalejo a Villar
del Pedroso por el Camino Real, y una ruta que descubre las fuentes más
emblemáticas de la puebla de arriba de Guadalupe.
Ya en las jornadas del 3 y 4 de mayo, se desarrollarán visitas a
los geositios de Alía, una ruta al geositio 'Desfiladero del Pedroso y
Fuerte de Castros', así como la celebración de las IV Jornadas de
Deporte y Mujer en la Mancomunidad Integral Villuercas Ibores Jara.
Estas jornadas se desarrollarán en el pabellón polideportivo de Castañar
de Ibor. Se trata de una actividad incluida en los Circuitos
Deportivos de la Junta de Extremadura, e incluirá una visita al Centro
de Interpretación de la Cueva de Castañar, máster class de zumba, máster
class de flamenco, dinámicas y juegos de grupo y sorteo de regalos.
Las actividades en la presente semana se cerrará con la ruta a las Cuevas de las Veneras, que partirá de Fresnedoso de Ibor.
TITULO: Cena con mamá - Paz Vega,.
viernes -26- Abril a las 22:05 por La 1, foto,.
Paz Vega, junto con Cayetana Guillén
Cuervo y Carlos Maldonado, cocinarán para su madre arroz con chipirones,
merluza a la vasca y rosquillas como las hacía su abuela. Un menú que
será modernizado por Carlos Maldonado.
A lo largo del programa, Vega recordará sus inicios en el mundo de la
interpretación, sobre sus mejores papeles y de su participación en el
programa ‘Masterchef Celebrity’. También hablará sobre su estancia en
América, donde ha vivido junto a su familia los últimos 14 años.
Contará con el apoyo de su hermana Sara, que será quien engañe a su
madre para que vaya a la cena sin sospechar nada y, además, le
acompañará en la lectura de una emotiva carta.
Presentado por Cayetana
Guillén Cuervo. Lorenzo Caprile, modista y jurado del talent show
Maestros de la costura, se encuentra con Cayetana Guillén Cuervo en su
atelier y le cuenta cómo llegó a ser quién es y la influencia que ha
tenido su madre, Paola. Juntos preparan una cena sorpresa en la casa de
su madre. El menú está compuesto de pasta casera con salsa pomodoro,
filetes de cebón empanados y zabaoine, un postre tradicional italiano.
Lorenzo Caprile acaba leyendo una carta escrita con su puño y letra para
su madre.
TITULO:
¡ Qué grande es el cine ! - ME RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE
TIEMPO TAN FELIZ ! - EL HORMIGUERO VIERNES -10- MAYO - Javier Gomá y el peligro de las buenas compañías,.
¡Qué grande es el cine! ,.
¡Qué grande es el cine! fue un programa de cine dirigido por José Luis Garci y emitido por Televisión Española por su cadena La 2.
El programa comenzaba con una presentación de la película que se
emitía esa noche, posteriormente esta película se emitía y acababa con
una tertulia entre Garci y los invitados del día sobre ella.1 El programa comenzó a llevarse a cabo en enero de 1995 y comenzó sus emisiones el 13 de febrero del mismo año., etc.
ME
RESBALA - AQUEMARROPA - ¡ QUE TIEMPO TAN FELIZ ! - EL HORMIGUERO
VIERNES -10-MAYO -Javier Gomá y el peligro de las buenas compañías , fotos,.
Javier Gomá y el peligro de las buenas compañías,.
JAVIER GOMÁ
Tras
el triunfo de su estremecedor monólogo 'Inconsolable' en el Centro
Dramático Nacional, Javier Gomá publicará su segundo texto teatral el
próximo 8 de mayo, 'Quiero cansarme contigo o el peligro de las buenas
compañías' (Editorial Pre-Textos). Los actores Carlos Hipólito y
Fernando Cayo leen para La Esfera de Papel esta comedia moral, de la que
adelantamos varios extractos
El filósofo y escritor Javier Goma.
I PARTELa
comedia empieza presentando a la pareja formada por Tristán, abogado de
éxito, y su mujer, Lola, profesora de filosofía en la Universidad. Van
camino a la casa de la hermana de Lola, Julia, y de su marido, Félix.
Por un retraso de Tristán van a llegar tarde a la cita, lo que motiva
una fuerte discusión. Julia aprovecha el trayecto en coche para
descargar una lluvia de reproches hacia su marido afeándole los más
variados aspectos de su personalidad. En situaciones parecidas a ésta,
Tristán, que sufre de pánico al divorcio, solía neutralizar el ataque
haciendo reír a Lola. Pero esta vez no sirve. La situación es apenas
sostenible cuando llegan a la casa de los anfitriones, pero entonces la
situación empeora aún más porque sale a recibirlos, sonriente y
encantador, el cuñado Félix, suma y compendio de todas las virtudes
imaginables, con quien para su desdicha Tristán siempre es
inevitablemente comparado. TRISTÁN.
En fin, es evidente que tengo un problema. Lo definiré de la siguiente
manera: todo el mundo nos previene contra las malas compañías pero muy
pocos o nadie contra las buenas. Y mi experiencia me ha enseñado que las
buenas acaban siendo más peligrosas. Mi caso lo prueba. Mi mujer es
hermana de Julia. Se adoran y están tan unidas que quisieron que las dos
parejas nos casáramos el mismo día y en la misma ceremonia. Nada grave
si no fuera porque la coincidencia acentúa hasta un grado insoportable
la comparación entre los maridos. Y mi mala suerte ha querido que Félix
sea la personificación misma de la Virtud Irreprochable. No de la
apariencia de virtud, la de esos que afectan ser una cosa y luego son
otra, sino de una virtud real, sólida, maciza. Lo que naturalmente no me
acarrea más que inconvenientes, porque la sola presencia de Félix me
señala con el dedo acusador ante el tribunal de Lola y me condena a las
penas del descrédito y el destierro. El destierro de su corazón de
mujer. ¿Nadie puede imaginarse la incomodidad de tener eternamente cerca
a un don Perfecto con el que te comparan día y noche? No exagero: la
presión me está matando a fuego lento. Félix recuerda a quien quiera
verlo lo fácil, pero rematadamente fácil, que es ser buen padre, marido
tierno y atento, excelente ciudadano, amo de casa servicial y hasta
cocinero, siempre, claro, que le ponga uno un poco de buena voluntad.
¡Nada más que un poquito, hombre! Tras esa exhibición de bondad, todas
las miradas se vuelven hacia mí con actitud inquisitiva: ¿Y tú qué,
bribón? Vergüenza te debería dar. ¿Por qué no eres como Félix? Ya no sé
cómo esquivar los efectos devastadores de la Virtud y su nefasta onda
expansiva. Me veo como un ratoncillo que ha caído en la trampa: atrapado
y sin salida. Estoy muy desmoralizado. A mis hijos trataré de
transmitirles esta importante lección de vida: siempre que podáis, les
diré, rodeaos de pésimos ejemplos. Son garantía de paz y sosiego. Los
buenos dan demasiados problemas.
Sale FÉLIX con una copa en la mano y se la ofrece a TRISTÁN. FÉLIX.
Te traigo una copita de vino. Las chicas están deseando que entres. Ya
sabes, les parezco un soso y no logro entretenerlas. Te reclaman. TRISTÁN.
Oh, muchas gracias. (Toma la copa). Eres el perfecto anfitrión, no como
otros.... En seguida paso dentro. Estoy repasando mis últimos chistes
antes de ponerlos a prueba ante auditorio tan exigente. FÉLIX. (Riendo.) Siempre nos reímos mucho contigo. TRISTÁN. No estoy en racha últimamente. Por si acaso, he traído conmigo una grabación de aplausos y carcajadas enlatadas. FÉLIX. (Riendo.) No será necesario, te lo aseguro. Ya me está dando la risa. No tardes: te esperamos ansiosos.
Sale FÉLIX.
De izquierda a derecha, Carlos Hipólito, Javier Gomá y Fernando Cayo
TRISTÁN.
Cuanto más encantador es, más daño me hace. Su mera presencia, sin
necesidad de abrir la boca, me desprestigia ante Lola, a la que veo un
poco extraña de un tiempo a esta parte. Adusta, seca, baja la voz cuando
habla por teléfono con su hermana como si intercambiaran confidencias
que no desea que oiga. ¿Qué estará tramando? Ha dejado de reír, un
pésimo síntoma porque las dos hermanas rinden culto a la Risa, risa con
erre mayúscula, como si se tratara del nombre de una deidad del panteón
griego. Quedan con alguien a comer, al cine o de compras, a la vuelta
les pregunto qué tal lo han pasado y el único criterio que existe para
juzgar, la medida de todas las cosas, es... si se han reído o no. Todo
lo demás no importa. ¡Nos hemos reído!, comentan como único resumen.
Lola repite que se casó conmigo para hartarse de reír. Pero eso era
antes porque ahora, ay, su boca parece un fruncido. Hoy es el día en que
dejaron de hacerle gracia mis chistes. Desliza insinuaciones muy
perturbadoras: que está harta, que las cosas van a cambiar, que añora
las ventajas de las solteras. ¿Se le habrá pasado por la cabeza la
fantasía de divorciarse? La sola idea me da vértigo. En adelante deberé
permanecer atento para atajar enérgicamente cualquier veleidad sobre
este punto. A las mujeres a cierta edad se les despiertan anhelos
difusos de consecuencias imprevisibles. Lola puede reprocharme lo que
quiera, pero yo sigo enamorado de ella como un colegial. Y siento que la
estoy perdiendo. La cena de esta noche no hace más que empeorar mi
posición, porque las inevitables comparaciones con mi cuñado me
perjudican. Me defenderé haciéndole ver que su dichosa ejemplaridad no
me afecta por una razón muy sencilla. Félix está en paro. Menos mal. Se
aprobó una reestructuración en su empresa y amortizaron su puesto tras
más de 15 años de leales servicios. Cada día pregunto para asegurarme de
que su situación no ha cambiado. Alegaré que Félix se puede permitir el
lujo de ser virtuoso. ¿Lujo?, protestará Lola. Sí, lujo, porque sólo
quien está desempleado y por tanto liberado de las duras obligaciones
profesionales, sólo ése dispone del tiempo, la libertad y la energía
para cultivar la virtud, mientras que quienes nos ganamos el sustento
con nuestro trabajo, con el sudor de la frente, por desgracia no podemos
disfrutar de ese privilegio envidiable. La Virtud como lujo suntuario
de los ociosos es mi única excusa. Mi último recurso y mi salvación. Si
no funciona, Lola dejará de reír para siempre y me abandonará. II PARTETristán
ha sido acusado de no saber freír un huevo y de ser incapaz de clavar
un triste clavo en casa. Por contraste, Félix ha dedicado la tarde a
preparar la cena después de rogar a su mujer que descanse en el sofá del
salón. Además, Julia cuenta a Tristán y Lola que en las últimas semanas
Félix ha hecho él solo una reforma del baño y que el resultado es digno
de visitarse. Así que los tres salen de escena a admirar esa maravilla
de la ingeniería civil y Félix, ocupado en recoger diligentemente la
mesa, hila un discurso donde revela el fondo de su personalidad, que no
es de una apariencia de virtud, sino de una virtud auténtica, amable y
maciza, fundada en una ingenuidad que no tiene nada de estúpida. Tristán
oye la última parte del monólogoy odia a su cuñado con una ferocidad
sin precedentes. FÉLIX. ¡Cómo exageran las
chicas! Si hay algo cierto en este mundo, además de la muerte, es que
nunca he tenido la menor chispa. No me engaño en este aspecto. Nunca he
sido gracioso y dudo mucho de que precisamente hoy, en esta cena, haya
empezado a serlo. Como mucho, respondo a mi nombre, Félix. Soy feliz...
un poco sin querer. Por una extraña buena suerte. No tengo más que
pensar en cómo me vino el regalo más precioso que me ha hecho la vida:
me refiero a Julia. Se produjo una concatenación de casualidades que
hace pensar en algo así como una predestinación. Subo a un autobús: el
51, no se me olvidará nunca. Está lleno y me siento en el único asiento
libre. Los viajeros se van bajando en las paradas que se suceden hasta
que, a mitad de trayecto, en el autobús ya sólo quedamos dos, ella y yo,
uno sentado al lado del otro en esos asientos dobles que hacen pareja.
Durante otras tres paradas el autobús sigue su marcha totalmente vacío
menos nosotros dos que permanecemos en silencio, tan juntos que casi nos
rozamos, embarazosamente cerca. Ella se ríe y rompe el hielo diciéndome
que no tenemos más remedio que presentarnos. Lo hacemos y mantenemos
una charla muy entretenida. Nos bajamos en la misma parada, así que la
acompaño hasta el portal de su casa. Y desde entonces ya no hemos vuelto
a separarnos. Ya lo veis: no hice nada. Y es sólo un ejemplo de otros
muchos que podría poneros: soy un tipo con suerte y poco más. Aunque
Julia, en ese tono socarrón tan suyo que me tiene encandilado, repite
que la afortunada es ella porque posee lo que más ambiciona en este
mundo: un hombre bueno a su lado. Asegura que con ella ya vamos sobrados
de esa picardía un poco maliciosa que da sabor a la vida y que, para
compensar, la pareja necesita algunas dosis de ingenuidad. «Y para eso
estás tú, querido, que como todo el mundo sabe naciste sin pecado
original». Pero yo no me veo bueno. Me explico. Deja las faenas domésticas y mira de frente al público.
No
me gustaría hacer de don Sandio, ese señor tan poco interesante como
narcisista que andaba enamorado de su insignificancia y la pregonaba a
los cuatro vientos. Tampoco yo soy interesante, así que procuro no
llamar mucho la atención. Carezco de intriga y misterio y soy de gustos
sencillos. Me protejo y trato de mantener viva la llama en el corazón,
esa llama que da luz y calor, a salvo del frío helado del odio, que
tanto desgastan la confianza en la vida. Admiro, por supuesto, la
sabiduría de tantos grandes hombres, pero, como la lucidez conduce a
muchos a la tristeza, a mí no me compensa la ganancia. La alegría es
sagrada, aunque sea a cambio de ignorar algunas cosas que no me gustan.
Por encima de la verdad siempre he puesto el bien. Como yo digo, el bien
es para todo el mundo, mientras que la verdad está reservada a los
pocos que estudian. El bien, no: el bien está al alcance de cualquier
hijo de vecino. El más simple puede llegar a ser un campeón olímpico en
esta categoría. Este es mi elemento. Entra TRISTÁN y, sin ser visto, escucha lo que dice FÉLIX.
Siendo
útil a los demás me siento a gusto, porque no soy perezoso para hacer
un favor. Esos pequeños servicios me hacen dichoso. Si hacerlos basta
para ser bueno, entonces, ojo, quien es bueno de verdad es Tristán. Como
te lo digo. Él es quien va a hacerme un gran favor a mí llamando a su
cliente para recomendar mi candidatura. Le estoy tan agradecido...
Aprecio a mi cuñado, brillante, lleno de energía, desenvuelto, divertido
y, según dicen, el próximo director de uno de los mejores despachos de
abogados de este país. Lo aprecio y además lo admiro, valga la
redundancia. Sale recogiendo platos y llevándolos fuera a una
cocina situada fuera. Desde el fondo de escena, sigue TRISTÁN en
silencio, meditando en lo que acaba de escuchar, y luego profiere un
profundísimo y sentidísimo lamento. TRISTÁN. ¡No soporto a este hombre y además me parece insoportable. Val-ga-la-re-dun-dan-cia.
Sale TRISTÁN. III PARTE Del
acto primero la acción salta al tercero. Tristán está hundido, la
desgracia se ha cebado con él. Esa tarde le han dado la noticia más
esperada, coronación de su carrera profesional, nada menos que ser el
nuevo director del despacho de abogados donde trabaja, pero ha perdido
todo interés en el nombramiento porque cree (equivocadamente) que su
mujer le ha abandonado para siempre. Ha llegado a casa y no hay rastro
de ella. La angustia lo ahoga y culpa a Félix de su desgracia. Se echa a
dormir unos minutos y tiene un sueño extraño, perturbador. Al
despertar, sobresaltado, encuentra a su cuñado que, por una
concatenación de causalidades, reposa al otro lado de la cama
matrimonial y finge ser su mujer, que ha vuelto. Al conocer la realidad,
toda la cólera de Tristán acumulada contra Félix, cuya bondad ha
arruinado su vida, se desata con una violencia desagradable. TRISTÁN.
He estado con papá. O he soñado que estaba con él. ¿Cuál es la
diferencia? Sí, ¿cuál es la diferencia entre que tu padre se te aparezca
en sueños o soñar que se te aparece tu padre? (Pausa.)
Permanece en mí el olor de su presencia. El eco nítido de su voz grave
reverbera en mis oídos. La visita de hoy ha sido muy confusa. Me
esfuerzo por recordar los detalles. Sufro por mamá. Me consta que
conserva cartas que le escribió papá durante el noviazgo rebosantes de
pasión. Se lo digo y él se encoge de hombros. Estamos también dentro de
un coche aparcado en la calle. Volvemos con bolsas de libros comprados
en una librería próxima. Soy un adolescente y estoy muy triste. Papá
comenta algo para animarme, pero sólo consigue entristecerme más.
Entonces él dice: «No permitiré que te ocurra nada malo». Al instante
siento gran alivio, porque, pensé, esta vez está en su mano cumplir su
promesa: él es la fuente de mi angustia. En el asiento del piloto,
extiende su mano para acariciarme paternalmente la rodilla. Así... TRISTÁN
extiende su mano imitando el gesto de su padre en el sueño y al hacerlo
palpa el bulto que bajo el edredón forma el cuerpo dormido de FÉLIX. Se
entretiene palpando y asimilando poco a poco lo que perciben su tacto.
Finalmente, muy sobresaltado, da un respingo. TRISTÁN.
¡Eh! ¡Ah! ¿Qué es esto? ¡Lola, mi amor! ¡Estás aquí! ¡Has vuelto! ¡No
te has marchado para siempre! Si acaba de decírmelo mi padre: que
confiara, que no temiera, que no me ocurrirá nada malo. Lola descansando
plácidamente en el lecho matrimonial: imagen luminosa, resplandeciente.
¿Sueño ahora o soñaba antes? ¿Qué más da? Siento un alivio indecible...
(FÉLIX, todavía dormido, se acomoda ligeramente.) Duerme, ángel mío,
estarás agotada. Pero déjame, mi bien, que te susurre al oído algunos
sentimientos que rebosan mi corazón. TRISTÁN acaricia
amorosamente el cuerpo de FÉLIX y éste se despierta y empieza a hacerse
cargo de la situación pero permanece inmóvil con los ojos muy abiertos. TRISTÁN.
Hace sólo unas horas mi única ansiedad en la vida era recuperarte. Todo
lo demás no importaba. Hasta el recuerdo de mi ascenso profesional me
hacía desgraciado si no podía compartirlo contigo. Sólo contaba tenerte y
retenerte. Y ahora, como una bendición llovida del cielo, estás aquí
por propia voluntad: gracias y gracias, mi dulce Lola. Iba desesperado,
sin rumbo, errante ante la idea de tu abandono. Con sólo pensarlo
regresaban los viejos terrores infantiles. Pero ya pasó, ya pasó. He
aprendido la lección. He escarmentado de mis errores y no volverán a
repetirse nunca más. Ahora me dedicaré en exclusiva a adorarte, a
prodigarte atenciones, a colmarte de detalles, a cuidarte con ternura,
vida mía, mi todo. TRISTÁN acaricia con más pasión a FÉLIX y amaga un abrazo. FÉLIX lo esquiva. FÉLIX. (Voz meliflua imitando la de LOLA). Déjame. TRISTÁN.
Hummm. Qué delicia volver a escuchar esos acordes de tu voz divina.
Aprecio nuevos matices en ella. Música celestial para mis oídos. Soy tan
necio que he necesitado poner en peligro lo nuestro para darme cuenta
de que eres mi único alimento y mi razón de ser. Ya sólo ambiciono el
privilegio de envejecer a tu lado. FÉLIX. Que me dejes. TRISTÁN.
No me pidas lo imposible. Demasiado tarde. Soy un cuerpo imantado hacia
el tuyo por una fuerza irresistible. ¿Es esto amor? Llámalo como
quieras, ya nadie puede detener la erupción del volcán. ¡Paloma mía,
tesoro mío, ven a los brazos enamorados de tu Tristán! TRISTÁN se abalanza sobre FÉLIX, que se zafa ágilmente con un movimiento acrobático mientras deja escapar un grito. FÉLIX. ¡Eh, eh, eh, ojo, cuidado! TRISTÁN. ¿Qué puñetas está pasando aquí? TRISTÁN
enciende la luz del dormitorio y queda estupefacto y horrorizado al
descubrir a FÉLIX. Se da grandes golpes en el pecho. TRISTÁN.
Ay, ay, ay, ay, aaaaaay. Visión cruel, inclemente. Esto es más de lo
que un mero hombre puede resistir. Ay, ay, ay. ¿Qué tremendo delito
estaré purgando? Cuando me preparo a abrazar a mi adorada, se cruza mi
cuñado, omnipresente, inevitable, para mortificarme una vez más. Félix,
después de meterte en mi matrimonio, ¿intentas meterte también en mi
cama? FÉLIX. Sé cómo te sientes. Lamento mucho el malentendido. TRISTÁN.
No, no y no: no puedes saber cómo me siento porque careces de
imaginación. Ese tu problema, Félix. Quien no tiene imaginación es un
grandísimo inmoral porque nunca se pone en el lugar del otro. FÉLIX. ¿Soy entonces inmoral? TRISTÁN.
El más inmoral de los hombres que he conocido nunca, lo afirmo muy
serio sin temor a exagerar. Porque te empeñas en ser ejemplar de modo
brutal y temerario, ignorando o fingiendo ignorar el dolor que tu
persona causa en los demás. En mí, por ejemplo. ¿Alguna vez te has
parado a pensar en las vejaciones, vilipendios, humillaciones y
atropellos que tu ejemplaridad ha ocasionado a tanta gente? ¿En el
amargo resentimiento que ha sembrado la continua comparación contigo?
No, claro que no, nunca. ¿Creías que se puede ser bueno y ya está, hala,
sin calcular las consecuencias? Pues ya es hora de que aprendas que la
ejemplaridad apesta y además es sumamente peligrosa. FÉLIX. Yo sinceramente... TRISTÁN.
Calla, calla, te lo pido por favor... Algunos disertan sobre la teoría
de la ejemplaridad desde una cómoda poltrona. Escriben libros y, bueno,
no hacen daño porque nadie los lee. Pero cometer la majadería de llevar
la teoría a la vida práctica, como haces tú, hombre, eso no se le ocurre
a nadie con dos dedos de frente. FÉLIX. La verdad es que... TRISTÁN.Tú
siempre tan perfecto, tan virtuoso... y los demás ¿qué, desgraciado?
¿Somos escoria? Un sinvergüenza y un golfo: eso es lo que eres. FÉLIX. Tristán, me estás insultando. TRISTÁN. Sinvergüenza y golfo... en el buen sentido. FÉLIX. ¿Qué buen sentido? Da igual. Si te entiendo bien, me criticas porque soy bueno, valga la redundancia. TRISTÁN. ¡Dónde está la redundancia aquí! Tú y tus latiguillos, que los usas al buen tuntún, sin pies ni cabeza y siempre a destiempo. FÉLIX. Correcto. TRISTÁN. ¿Por qué dices correcto? Bah, no hay nada que hacer. FÉLIX. Opinas que la buena compañía es peligrosa. ¿Qué compañía debemos entonces buscar? ¿La de las malas personas? TRISTÁN.
Naturalmente, caballero. Casi da rubor tener que explicártelo. Toda
persona adulta, sobre todo si está casada, conoce esta verdad elemental y
la practica discretamente. El infierno son los otros, pero sólo cuando
se obstinan en pretender ser ejemplares, perturbando la paz y el
regocijo del hogar ajeno. En cambio, los individuos vulgares, de vida
rota y desordenada, como mi querido vecino Sebas, son los auténticos
filántropos de nuestro tiempo y merecen monumentos públicos. Con su
edificante mal ejemplo contribuyen a serenar el ambiente familiar, a
cohesionarlo, a embellecerlo. Despliegan un maravilloso impacto de
efecto lateral porque de la comparación con ellos uno sale rehabilitado
ante los suyos, dignificado y en general mejor. FÉLIX. ¿El vecino Sebas? ¿Una excelente compañía, supongo? TRISTÁN.
Así es, una excelente mala compañía. Sebas compendia cuanto Lola
detesta: es fanfarrón, maloliente, tacaño y machista. En otras palabras,
el invitado ideal. Le pido a menudo que se pase por casa a tomarse un
gintónic de buena vecindad a la salida del trabajo, pero sólo después de
asegurarme de que coincidirá con Lola. Sebas toma asiento en el sofá,
estira sus piernazas con descaro, pide un trago a voces y suelta sus
bravatas de barra de bar. El desprecio combinado con el asco se va
dibujando en el rostro de Lola y yo le mando al vecino un mensaje
telepático de gratitud por su impagable labor social. Por cada
comentario chabacano que va soltando, mi reputación sube y sube. Cuando
la visita termina, Lola y yo nos sentimos más unidos que nunca en
nuestro común repudio al vecino. En ese momento parecemos la pareja
perfecta. De película. Considero a Sebas uno de mis benefactores. FÉLIX.
Pero tú debes entender que mi primera obligación no es contigo sino con
mi mujer. No logro adivinar qué beneficios reportaría a Julia que yo me
pareciera a Sebas. Lamentaría profundamente que mi ejemplo te
perjudicase de algún modo, aunque por supuesto creo que exageras mi
modesta capacidad de influencia. Pero yo no tengo queja de Julia, que es
quien cuenta. Ella prefiere compañías como la mía. ¿Me sigues? TRISTÁN.
No tan rápido, amiguito. Porque bien pudiera suceder que aquí también
se cumpla el dicho: «Lo poco gusta pero lo mucho cansa». No digo más. FÉLIX. ¿Qué insinúas? TRISTÁN.
Que a lo mejor un exceso de perfección, lo mismo que un exceso de
respeto, como en general cualquier exceso, acaba siendo un incordio. ¿No
oíste a Julia explayarse el otro día sobre el síndrome del osopandismo? FÉLIX. Sí, ¿y? TRISTÁN.
Ella sugirió abiertamente que la convivencia continuada del matrimonio
puede apagar el deseo en la pareja. ¿De verdad que no te sentiste
aludido? Fue palmario que se estaba quejando de una inapetencia en uno
de los dos, tuya o mía. Y conmigo no iba, eso es segurísimo, como
demuestra la confidencia que voy a hacerte y que es sólo para ti. No la
vayas contando, ¿eh? Es un secreto de pareja. ¿Sabes cuál es la cosa más
bonita que me han dicho en todos los días de mi vida? FÉLIX. Tú dirás. TRISTÁN.
El piropo más conmovedor que nunca me han dedicado no se refiere a mi
inteligencia, ni a mi éxito profesional, ni a mi ingenio ni a nada por
el estilo. El memorable cumplido me lo dijo Lola sin pretenderlo no hace
mucho en determinada hora íntima. «Oye, Tristán -me preguntó Lola-, ¿no
estarás tomando Viagra, ¿verdad?». Eso dijo. Y no, no estaba tomando.
Así que calcula mi vigor. FÉLIX. Interesante. TRISTÁN. ¿Eso es todo lo que tienes que decir? FÉLIX. Eso y... ¿enhorabuena? TRISTÁN.
Tu drama, Félix, es que nunca pierdes una oportunidad de perder una
oportunidad. Y no me dejas otra opción que pulsar el botón nuclear
reservado para situaciones de crisis. En contra de mi voluntad, te lo
garantizo. FÉLIX. Hay algo que desde hace rato
estás deseando decir y que reprimes porque crees que me hará daño. Te
animo a que lo sueltes: yo no temo nada. Estoy en paz. TRISTÁN.
Siempre has sido un ingenuo. Tú lo has querido. Ahí va. Siempre había
sospechado que Julia arrastraba una cierta insatisfacción femenina. Es
una mujer pasional y fogosa y demanda unas prestaciones que su marido,
bueno pero... flojo, quizá no le suministra. Ella lo atribuye en parte a
tu carácter y en parte al desgaste de la convivencia y, completamente
harta de que no la toques, se ha propuesto ponerle drástico remedio al
problema. Ayer por la mañana vino al despacho y me comunicó que
ingresaba en el hospital para someterse a una operación urgente de
cirugía estética. Una vez rejuvenecida con ayuda del bisturí,
embellecida gracias a la técnica, confía en volver a despertar tu deseo
dormido y funcionar como pareja. Ya lo he dicho. (Pausa. Observa a Félix.)
Y ahora, ¿cómo se le ha quedado el cuerpo, don Félix Contreras? Julia
me pidió confidencialidad pero he creído conveniente romper mi promesa
por una buena causa. FÉLIX. Eres una tumba... parlante. (Se ríe.) Si te cuentan un secreto, te entra por aquí (señala el oído) y te sale por aquí (señala la boca).
Confirmado: prefiero mi ingenuidad a la lucidez de los más
inteligentes. Lo uno por lo otro. Yo no sé si Julia fue o no a verte
ayer ni qué explicación te dio para justificar su ingreso en el
hospital, porque mi mujer, además de dama de gran categoría personal, es
también muy bromista. Con serenidad te lo repito, Tristán. No hay
cirugía estética que valga. Créeme, no. Estás dando pasos en falso. TRISTÁN.
No hagas el ridículo, Félix. Dispongo de una carta de Julia que prueba
mi versión. Me pidió que la leyera hoy. Voy a hacerlo ahora mismo
delante de ti para que te convenzas de una vez por todas. A lo mejor
entonces se te borra esa molesta risita de la cara. FÉLIX.Ya te digo. Léela, corre. (Vuelve a reírse.) Acompañado
de un ademán de indignada determinación, TRISTÁN corre a la mesa, coge
el sobre y con cierto énfasis demostrativo lee la carta. La lee. Se oye
la voz de JULIA. VOZ DE JULIA. Queridísimo
Tristán: si lees esta carta es porque han pasado 24 horas sin recibir
noticias mías desde nuestra última entrevista en tu despacho. Ya estaré
disfrutando de un cuerpo turbador de veinteañera y de un rostro limpio
de arrugas gracias a los avances de la ciencia que acude en mi socorro.
Tras perder la lozanía de la juventud sentía que la vida me debía algo y
no he querido esperar más a cobrarme la deuda. Ya está pagada, por fin.
Te invito a que compruebes de primera mano la transformación y vengas a
mi casa esta tarde. Ni un hechicero hubiera podido obrar un milagro más
portentoso en mí. Parezco mi propia hija, si la tuviera. Pero no te
digo más para que juzgues por ti mismo. Una última cosa: tráete una
maleta hecha como si salieras de viaje por unos cuantos días. Ya te
explicaré. No faltes a la cita, cuñado preferido. Te espero a las siete.
TRISTÁN. ¿Qué me dices ahora? FÉLIX.Ahora todo ha quedado claro para mí. (Riéndose.) Lo dicho: Julia es una artista. Bueno, Tristán, me voy ya, te dejo. Un milagro de la ciencia, sí. (Se ríe.) Un verdadero portento, ya verás. Agurcito. FÉLIX sale. TRISTÁN queda muy pensativo. TRISTÁN.
Qué hombre desconcertante. Le revelo un gran secreto que le concierne
muy directamente y primero se ríe y luego se despide de un excelente
humor. Tampoco Julia se comporta de la manera que uno esperaría en sus
circunstancias. Y me pide que hagas las maletas. No entiendo nada. A
veces pienso que todo el mundo está loco menos yo.
TITULO:
¿Dónde estabas entonces? - Muere el último amor de Christina Onassis: así fue la historia con el empresario argentino ,. ,Jueves -2-Mayo ,.
Este jueves -2-Mayo , a
las 22.30, La Sexta emite una nueva entrega de ‘¿Dónde estabas
entonces? lo presenta Ana Pastor,.
Muere el último amor de Christina Onassis: así fue la historia con el empresario argentino,.
Christina Onassis, en una foto de archivo con su hija Athina.
Jorge
Tchomlekdjoglou estuvo a punto de convertirse en el quinto marido de la
rica heredera. Pero su repentina muerte truncó su amor
Cada vez que regresa el recuerdo de Christina Onassis, una palabra asoma: tragedia. No es exageración, la vida de la que en su momento fue la mujer más rica del mundo
estuvo repleta de sinsabores, traiciones y dramas. Algo no estaba bien
en la vida de una joven mujer que llegaba a beberse 25 latas de Coca
Cola en un solo día y a la vez tomaba pastillas para adelgazar.
Hubo,
sin embargo, un hombre que pudo cambiar ese camino trágico, darle a la
millonaria griega la felicidad y el cariño que siempre le faltaron. Jorge Tchomlekdjoglou, empresario argentino de apellido impronunciable, estuvo a punto de casarse con Onassis, pero la muerte se llevó a Christina a los 37 años en Buenos Aires. Y, la semana pasada, 30 años después, la muerte le llegó a Tchomlekdjoglou en Atenas.
Tchomlekdjoglou, argentino de origen griego, era el presidente de la comunidad helénica en su país y hermano de Marina Dodero, una
millonaria que fue la mejor amiga que tuvo Christina. El plan de la
hija de Aristóteles Onassis pasaba por vivir largas temporadas en Buenos
Aires y Punta del Este y que Athina, su hija, estuviera con ella.
Onassis falleció en su domiclio de Buenos Aires a los 37 años
Y
hubo planes mayores incluso: según la prensa local, en los días previos
a la inesperada muerte de Onassis, ocurrida el 19 de noviembre de 1988,
Christina y Jorge habían sellado su compromiso en presencia del arzobispo ortodoxo de Buenos Aires. El casamiento era inminente. Jorge iba a convertirse en el quinto esposo de Christina Onassis, que ya había entendido que el francés Thierry Roussel, su entonces marido, estaba con ella solo por el dinero.
No pudo ser, no hubo casamiento. Su gran amiga, Marina, recordó esos días finales en un libro publicado en 2014, Mi vida con Christina Onassis. En esas páginas, Marina le habla directamente a Christina 26 años después de encontrarla muerta en el baño de
su mansión de fin de semana en Tortugas, un sector residencial al norte
de Buenos Aires: "En tu última visita a la Argentina me dijiste que
diste la vuelta al mundo, que creíste que había gente mejor, que muchas
veces por esa gente me dejaste a un lado... Pero al final, y horas antes
de que te fueras para siempre, me confesaste y me pediste perdón en
nuestro cuarto de mi departamento de Callao".
El recuerdo de
Marina Dodero es muy vívido y emotivo: "De hecho, todos los días
recuerdo aquella noche en la que me abrazaste y me dijiste: 'Ahora necesito tu afecto'.
Hoy siento la necesidad de demostrar cómo eras verdaderamente,
desmentir todas las falsedades que se dijeron después de tu inesperada
partida. Quizá, para que algún día tu hija, si así lo quisiera, conozca a
su madre tal cual era y se sienta orgullosa de quien la trajo al mundo,
ya que cuando te fuiste se encargaron de borrarte,
nada más importante en el mundo que ella. Si algún día la curiosidad de
tu hija se despierta, con este libro ella podrá saber la extraordinaria
madre que fuiste".
Nueve años después de la misterioso muerte de Onassis -la autopsia habló de una embolia pulmonar-, Tchomlekdjoglou sufrió otro golpe. La crisis económica desatada en el gobierno de Carlos Menem,
que había abierto las importaciones en forma irrestricta, terminó con
Mides, la hilandería que Sylvano, su padre, había fundado en la norteña
provincia del Chaco. Era 1997 y la empresa, dirigida por Jorge, fue
rematada.
Tchomlekdjoglou comenzó a pasar temporadas más extensas en Grecia.
El recuerdo de Christina lo entristecía, y el país le complicaba los
negocios. Esta semana, la despedida llegó en forma de obituarios en los
diarios. Uno se destacó especialmente: "Con profundo dolor su hermana,
Marina Dodero, sus sobrinos, Carminne y Tweety Dodero, Olympia Perazzo,
Fuccia San Miguel y Víctor San Miguel despiden a su adorado Oro y ruegan
una oración en su memoria".
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