TITULO: Cartas Olvidadas - Merecida y agónica victoria del Calamonte,.
Merecida y agónica victoria del Calamonte,.
foto . Un gol en minuto 2 y otro en el 94 permitieron al Calamonte sumar tres puntos en casa ante un rival como el Miajadas, que pareció dar por bueno el empate que reflejó el marcador durante una hora. Los de Carlos Pizarro dieron un paso atrás con el arranque de la segunda mitad mientras que el Calamonte, superior durante todo el encuentro, no cesó en su empeño de que los tres puntos se quedaran en casa.
2
CALAMONTE
1
MIAJADAS
- CD Calamonte
- Miguel López; Eloy, Diego Parra; Pity, Villegas Berna, Écija, Heo (Agustín min. 73), Meche (Enrique, min. 60) y Oliver (Carrasco, min. 55).
- CD Miajadas
- Damián; Antonio, Mané (Pena, min 65) Alex Jiménez, Jaime, Juanlu (Tena,min. 65) Ramiro, Fale, Barra; Lolo y Javi Rodríguez (Osorio, min. 70).
- Goles
- 1-0: Parra, min. 2. 1-1: Ramiro, min. 28; 2-1: Agustín, min 90.
- Árbitra
- Melisa López Ossorio. Amonestó a los locales Heo, Berna, Fuentes y a los visitantes Alejandro y Ramiro.
- Incidencias
- Municipal. 350 espectadores.
En el arranque, el Calamonte salió volcado y la reaparición de Carrasco, tras tres semanas lesionado, parecía dar alas a los blancos, que veían a los visitantes dando un paso atrás. Dominaba el Calamonte, Carra marcó, pero Melissa (uno de los mejores colegiados que han pasado por el Municipal) anuló el tanto a instancias de Vanesa Pachón. Carrusel de cambios y, cuando todo parecía estar abocado al empate, Parra bota una falta desde la frontal que le llega al argentino Agustín, quien, aún pareciendo uruguayo en su juego, controla, se revuelve y marca el gol de la victoria en el descuento.
TITULO: Cartas en el Cajon - Silvia Abascal: "El teatro no está para responder, sino para provocar preguntas",.
Silvia Abascal: "El teatro no está para responder, sino para provocar preguntas",.
foto / La intérprete madrileña protagoniza un intenso drama sobre la lucha por los derechos de la mujer a lo largo de la historia
Dos mujeres británicas separadas por 175 años y un autor, Henry Naylor,
que abandona la comedia para narrar los paralelismos de sus desgracias:
las de Tillie, pionera de la época victoriana que acude a la India para
casarse con un oficial del ejército británico, y Samila, una brillante
estudiante captada por el Estado Islámico. Con dirección de Livija Pandur, Nur Levi y Silvia Abascal (Madrid, 1979) protagonizan Ecos.
- Mujeres sometidas al maltrato, los abusos y el sometimiento... ¿Le ha sido complicado tratar temas tan candentes?
- Efectivamente, son temas siempre vigentes. La situación de desventaja de cara a la mujer forma parte de toda la historia y sigue pasando hoy en día, aunque sea en otras dimensiones. Es un teatro muy necesario, un texto maravilloso de Henry Naylor y una pieza de las que a mí me gustan: remueve, hace reflexionar desde puntos de vistas y situaciones muy diferentes. Tanto Samira como mi personaje, Tillie, son británicas, pero nos separan casi dos siglos de diferencia. Cambia también la religión: en su caso es la musulmana, en el mío la cristiana... Pero las dos estamos bajo el sometimiento de dos imperios, de la religión, de la visión de los hombres.
- ¿Trabajar con un libreto tan «abierto» le ha provocado vértigo o inspiración?
- Cuando lo leí solté un «¡buf!». Lo primero que dije fue «quiero hacerlo». Y lo siguiente «¿pero cómo se hace esto?». No lo preguntaba sólo como actriz, sino a nivel dirección. Tiene tantas posibilidades... Aunque creo que la que ha elegido, por la que ha optado Livija Pandur, es muy rica, muy inteligente y muy mágica. Nuestro espacio es una piscina abandonada, decadente, sin agua, pero llena de la vida, de los recuerdos de estos personajes. Es como una especie de limbo, de purgatorio.
- ¿Cómo ha sido el proceso de encarnar a alguien tan intensa y contradictoria como Tillie? ¿Logra desconectar de ella?
- Ahora mismo no puedo desconectar. El proceso de ensayo ha sido un regalo. Es algo que siempre te pasa en el teatro cuando lo gozas, cuando estás con un buen texto. Igual que cuando es malo y lo tienes que defender a diario es un dolor de muelas. Es una obra con la que puedes evolucionar mucho si estas despierta y con curiosidad. Cada día descubres una cosa nueva. Más allá del vínculo que producen sus personajes, me noto muy en contacto con la mujer en general, con la fuerza femenina, con su sensibilidad, con nuestra forma y nuestro fondo.
- De Livija Pandur cuentan que arriesga mucho pero también es muy cercana.
- Absolutamente. Con Livija y mi compañera Nur Levi no he podido ser más feliz. En todo el proceso de ensayo de lo único que me he preocupado es de trabajar. No había ninguna tontería de la que ocuparse. Me refiero a que hay veces en las que con los compañeros o con la dirección te sientes un poco como un portero de fútbol: no sabes hacía dónde va a ir el balón cada día. Aquí hemos tenido una concentración absoluta en el trabajo, la verdad, el amor, la profundidad... en que todo el texto estuviera invadido, lleno de imágenes destinadas a crear nuestro universo. Está siendo un gozo. Artísticamente somos una en vez de tres.
- ¿Cómo le ha ayudado su experiencia a preparar un función como esta?
- A medida que pasan los la responsabilidad es mayor. Y el respeto por el oficio, también. Por lo menos en mi caso. Pero es verdad que los nervios evolucionan: yo no siento nervios de los malos, de los que bloquean, sino unos que tienen que ver con la viveza, con el respeto y las ganas. Y luego está eso que te da el teatro, donde cada noche es única y te da la posibilidad de mejorar, de evolucionar si no te aletargas y acomodas. Y el contacto diario con el público, que sólo se da en el escenario.
- ¿Siente al público más comprometido con los montajes que tratan temas serios?
- Hay de todo, no sólo en España, sino en todos los países: hay obras comerciales, pero también apuestas muy valientes, muy arriesgadas, que tocan temas importantes para el espectador. Y el teatro está para eso, es un reflejo de la sociedad. No está para responder, sino para provocar muchas preguntas,.
TITULO: REVISTA TENIS - Nadal remonta con épica ante Medvedev y sigue vivo,.
Nadal remonta con épica ante Medvedev y sigue vivo,.
Nadal remontó un 5-1 en el tercer set y pudo otra vez con Medvedev tras levantar una bola de partido. Se jugará el pasa a las semifinales contra Tsitsipas el viernes,.
Las cuentas para él en el Masters están claras: se jugará el pase a semifinales contra Tsitsipas el viernes. Si gana lo tendrá hecho siempre que Zverev venza esta noche al griego (21:00, Movistar Deportes), lo que, de paso, eliminaría a Medvedev. Si no, podría haber un triple empate entre Nadal, Zverev y Tsitsipas. El uno ahora peligra menos. El mallorquín recupera la ventaja de 640 puntos y podría retenerlo si el jueves Federer gana a Djokovic o si el serbio no levanta el trofeo.
Pocos peros se le pueden poner al comportamiento de Nadal en el primer set, sobre todo al servicio. El de Manacor atacó, hizo incluso saque-red y fabricó golpes ganadores con una construcción inteligente de los puntos. Desde el revés cortado buscó el drive bajo de Medvedev, el punto débil del moscovita, poseedor de un backhand seguro y preciso. Pero al resto, salvo en el cuarto juego, no encontró la forma de hacer daño a su rival. Seguía sin llegar su primera opción de quiebre en el torneo. Sí la tuvo Daniil, aunque se le escapó y ya nadie pudo evitar el desempate. En esa suerte, no estuvo acertado el español, que perdonó un golpe franco con toda la pista libre que no le corrió al darle demasiado efecto. Medvedev conectó un par de aces e impidió la remontada.
Al inicio de la segunda manga, por fin llegó el primer punto de rotura de Nadal, después de tres sets sin oler ni uno, y el consiguiente break para iniciar con un 2-0. Rafa aguantó bien en sus turnos de servicio y atacó en el décimo juego, en el que tuvo un 15-40 y rascó otro quiebre al aprovechar una ventaja para asegurar el parcial y encarar el tercero con la cabeza alta. Había cerrado la igualada con sólo tres errores no forzados para un total de nueve a esas alturas (acabó con 27).
La victoria para Nadal era una cuestión de resistencia y Medvedev la puso a prueba con una rotura en el inicio del tercer set. Trató de recuperar enseguida el líder del ranking, pero desperdició un 30-40 y el ruso, que ya demostró en la final del US Open que no se va de los partidos, le dio otra estocada con dos intercambios que dominó con brillantez para ponerse con 3-0 y saque. Cuesta arriba, Nadal lo intentó. Evito la amenaza de un rosco, luego de un 6-1 tras levantar un punto de partido y después rompió dos veces el saque de su oponente para ponerse con 5-5 y hacer soñar a un público entregado, muy a pesar de Daniil que se lo recriminó levantando el pulgar repetidas veces y con una mueca de desaprobación. Nadal consolidó el break y resto para ganar. Increíble. Colocó un 0-30, Medvedev lo levantó y el drama se decidió en otro desempate. El balear lo jugó con maestría, tirando bolas con peso y poca altura, con ese drive que envuelve tan bien aunque ahora sea algo timorato por aquella inflamación en la mano que le molestó en la Laver Cup. Luego llegó el error de bulto del ruso en una derecha a mitad de pista que tenía ganada. Después, con suspense, el ojo de halcón certificó la victoria del español, que ahora tiene ritmo y tiempo para seguir mejorando. El León ruge de nuevo.
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